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Cataluña y sus poetas

A la espera de una paz sin humillaciones ni venganzas, con poesía multicultural y plurilingüistica . Gracias, Honorio. AD

  Más allá, más adentro de la hojarasca de sus historias, sus mass-media, sus políticas y políticos, los poetas escarban en la búsqueda del alma de sus pueblos. Hoy, en este momento trágico, dramático, oscuro, Cataluña y sus ciudadanos harían bien en consultar los oráculos de sus poetas. Y también los poetas castellanos, por supuesto.

Hay dos poetas destacados del siglo XX catalán, cada uno con un mensaje novedoso y original en el conjunto de la poesía española, entendida ésta como el universo poético políglota y polícromo que ofrecen las cuatro lenguas de la península: castellano, gallego-portugués, catalán y euskera.

  Josep Carner, nacido en 1900, tras superar el ruralismo de Verdaguer y el coloquialismo de Joan Maragall, propicia una poesía pura: más sutil, más intelectual, más elaborada, menos mitológica o mitómana, más irónica. Pero sobre todo despoja definitivamente a la poesía de su tono nacionalista. Hasta él, la poesía catalana tenía un acento fuertemente militante, patriótico, era un arma de lucha contra el centralismo, por la recuperación de la patria. Patriotismo y talante militante que por otra parte se produce también en la poesía gallega y en la vasca, y que no es ajeno a la castellana. Carner intenta poner la poesía al servicio de un catalán normalizado, de una lengua ya recuperada y sin peligros inminentes de desaparición. Son los buenos tiempos de la monarquía de Alfonso XIII y de la República, en la que se alumbra por fin el Estatuto de autonomía. Carner abunda en epítetos tranquilizadores como petit, vermel, blanca, vermuts, subtil, inocent…

  Salvador Espriu respira otro ambiente, otra circunstancia histórica, la de la guerra civil y el régimen autoritario consiguiente. Sus epítetos más socorridos llevan una carga de angustia y tragedia: flac, triste, avid, foll, lliure, aspre, sec, malalt. Y sin embargo, en un horizonte casi cerrado, ve un punto de sol y luz. Espriu es la fe en la superación de los demonios de la guerra civil, sustituye el nombre de España por Sefarad, contraponiendo un concepto un concepto de cerrazón y uniformidad que parece representar la primera con otro de apertura, mestizaje y convivencia pacífica de varias culturas como el que preconiza la segunda, Sefarad.

Sefarad es el nombre que dan a la Hispania romana, Hesperia, los judíos expulsados de la península por los Reyes Católicos, que a pesar de todos los pesares conservan viva la lengua que hablaban sus antepasados aquí y el amor a esa tierra. Sefarad, la España medieval, es un territorio donde el Rey de Castilla, Alfonso el Sabio, publica colecciones de poemas en castellano y en gallego por igual, donde la Corte de Jaime I de Aragón es un foco poderoso del Renacimiento europeo, y el catalán está viviendo su edad de oro con Raimundo Llull, Ausias March y otros poetas. En Sefarad conviven con el castellano el gallego, el catalán y el árabe andalusí que hablan los reinos del sur.

La España nedieval pluricultural y mestiza, políglota, ha sobrevivido a todos los avatares históricos. Por mil medios se ha intentado uniformar las culturas erradicando las lenguas minoritarias y unificando todo con el castellano, y casi se consiguió en los siglos XVI al XVIII. Pero contra todos los pronósticos, han sobrevivido el catalán y el gallego, y en este momento gozan de una salud aceptable, y el euskera lleva camino de conseguirlo. La realidad es obstinada e imprevisible. En Francia, en Inglaterra, parece que se ha conseguido la uniformidad lingüística, aquí no.

El poeta Salvador Espriu, la poesía catalana en su conjunto, toman nota de este dato, y apuestan por la convivencia y la pluralidad de culturas dentro de la península, por una España que recupere de una vez el espíritu de Sefarad, que sea un cruce de culturas y un mestizaje de razas. Es frecuente el caso de poetas catalanes que practican habitualmente el bilingüismo: Espriu mismo, José Agustín Goytisolo, Gimferrer.

Estaban en el mismo camino poetas castellanos de antes de la guerra civil como Lorca, que fue poeta en Nueva York y en Buenos Aires, amigo de Pablo Neruda, admirador del poeta norteamericano Walt Whitman, pero también amigo íntimo de Salvador Dalí, que trajo a Barcelona sus obras teatrales y viajó también por Galicia, de la que escribe páginas deliciosas.

Este sentido de Sefarad, de la reconciliación y la vuelta a un concepto abierto de nuestro universo cultural, ahogado en la guerra civil y después, vuelve, está siendo resucitado especialmente por la poesía catalana.

Parece un tanto difícil ser poeta en España, en la vieja Sefarad, si uno no considera como suyas, de alguna manera, de la mejor manera posible, tanto a la poesía castellana, a la gallega y portuguesa, a la catalana y a la vasca.

¿Y por qué no recordar también a los músicos catalanes Isaac Albéniz, con su suite Iberia, o la Andalucía sultana mora, de Enrique Granados?

Como también parece normal que España, la vieja Sefarad multicultural, plurilingüistica, no pretenda copiar hoy el modelo de las otras naciones europeas como Francia o Inglaterra que ahogaron sus lenguas regionales e impusieron la dictadura férrea de una sola, la más ligada al poder central.

10 comentarios

  • M. Luisa

    Fueron durillos aquellos días! Con aquel fragor lo más probable es que ese artículo me debió pasar desapercibido. Ahora, ha sido Carmen Hernández quien me ha traído a él. En efecto un artículo muy bien orientado y ecuánime con la sensatez y el buen hacer del amigo Honorio, ahora bien visto con un poco de distancia  ¿que importa que la poesía  catalana  con su prosa, sea del signo que sea,  siga defendiendo   las singularidades nacionales de su pueblo frente   a las porras como armas defensoras en manos del más recalcitrante nacionalismo  español?

    Un cariñoso saludo a los dos, a Carmen y a Honorio

  • Carmen Hernández Rey

    Siempre Honorio…

     

  • Laarrel és profunda, i l’arbre encara maltactat, no esta sec….

    Quan l’empenta és suficient, la dificultat, enforteix….

    L’aigua del riu embassada, esta serena.

    Pero te potencial de torrent…..

    Mes alta la presa, mes potencial….

    Algun dia no llunyá, podrá més el ríu que la presa…

     

    O pot ser que sigui ara….?

     

    Lluís Troyano

  • Hay una esperanza para Cataluña y para toda España. La que se viste de blanco, sin banderas. Y la de al menos. PODEMOS.

    https://elpais.com/elpais/2017/10/10/videos/1507662648_933719.html?autoplay=1

     

  • (Perdón. Los letreros dicen: “Municipi per la Independencia”.)

  •  

    Som i serem gent catalana tant si es vol com si no es vol.

    (De “la Santa Espina”. De Angel Guimerá.)

    Resido en un pueblo de la Cataluña mas catalana que pueda haber. A la entrada del pueblo figura un cartel. “Catalunya per la Independència”. No se en cuantos pueblos de Cataluña, se presenta al viajero este letrero. En los pueblos conlindantes al mio. Desde luego, si. obviamente indica que hay unanimidad en el pueblo, por la opción independentista.

    Hoy ese sentimiento compartido. Profundo. Que nace de las entrañas del catalán. Se ha topado con un muro que se llama -realidad.-

    Me gustaría. Y lo digo con el corazón en la mano. Que este desenlace de hoy. No signifique un canto del cisne de la catalanidad independiente.

    No se ha roto España hoy. Se ha roto Cataluña. Temo que el  “Som y serem” se pueda seguir diciendo, desde las entrañas y con fuerza, y desde la inquebrantable resolución de un pueblo. A no tener por sobre su soberana voluntad. Mas que las estrellas.

    Hoy es día histórico.Porque la Cataluña secular. Se ha percatado de lo complejo que es ser solo catalán, sin que le acompañe la palabra español.

    El “som y serem”. Está envuelto en una telaraña centralista, internacional también. Afortunadamente Puigdemont, ha visto a tiempo. O le han hecho ver. Que a veces. Querer no es poder.

    Estamos. condenados a entendernos con el resto de España. Para mi personalmente esto no entraña problema. De lo que se trata, es que el hecho de estar unidos. No signifique una condena. Sobre todo para el catalán.

    Pido a todas las fuerzas autenticamente progresistas españolas. Incluidas las catalanas. Que entre todos podamos borrar del pecho del catalán, la rabia que le corroe. Cuando tenga que definirse, por algún imperativo. Como-español-. 

  • h.cadarso

    Gracias, moltes gracies, Asun y Rodrigo. Esto lo escribí hace unos diez años para una tertulia de poetas que celebrábamos semanalmente en Bilbao. Eran otros tiempos, pero veo que tiene aplicación a estos. Me gustaría añadir algo sobre el buen rollo que la cultura catalana tuvo en aquellos tiempos con el Islam, y la contradicción que supone hoy la agresividad de un sector de la población de Cataluña contra los musulmanes y por parte de Isis contra Cataluña. Y por parte de España. No me canso de recordar aquel capítulo de El Quijote en que Sancho se encuentra con Ricote, un castellano viejo con un morisco, vecinos los dos del mismo pueblo en otros tiempos. Hay una España de la Reconquista que no acabamos de erradicar. Quizá si compartiésemos la mezquita de Córdoba con nuestros antiguos convecinos daríamos un paso para enterrar el hacha de la guerra…O podríamos pedir al Altísimo que resucitase a Ausias March…

  • Asun Poudereux

     
    El alma de los pueblos sabe ver en lo escondido y  no puede callar,  se expresa en lenguas que reconoce  y siente el poeta en todos ellos.
    Muchas gracias, Honorio. Me ha encantado.
    Un abrazo.

  • Rodrigo Olvera

    Maravillosa entrada, querido Honorio. Gracias!!

    Cómo he lamentado que esta vez no he podido viajar a tus tierras, a darte un fuerte abrazo y seguir aprendiendo de tu palabra y presencia. Pero me consuelo leyedo tus poemas, que siempre me alimentan la esperanza.

    Que siga, pues, la poesía necesaria como el pan de cada día