Este texto breve y claro de José María Castillo sobre la teología cristiana -nos maravilla como el veterano profesor se acomoda al estilo de los blogs- podría responder muy bien a varios diálogos que se desarrollan estos días en diferentes rincones de ATRIO. ¡Gracias, José María!
La teología, que rige el pensamiento de la Iglesia y nos dice por dónde tienen que ir las decisiones de la Iglesia, es más importante que el papa, los cardenales, los obispos, los clérigos, los teólogos, los fieles, las leyes, los ritos, las costumbres, todo lo demás que hay en la Iglesia. La teología, a fin de cuentas, nos dice a todos lo que Dios quiere y lo que Dios manda. De forma que el papa (sea el que sea) dice y manda lo que la teología le indica. Por eso es tan importante la teología.
El problema está, según creo, en que a una cantidad importante de cristianos no les interesa la teología. Ni, por tanto, saben mucho de teología. Lo cual es comprensible. Porque la teología, que se suele enseñar (donde eso se enseña), utiliza una serie de palabras, conceptos y criterios, que inventaron los griegos de la Antigüedad, pero que, en estos tiempos, la mayor parte de la gente no sabe ni lo que quiere decir ese vocabulario, ni para qué sirve.
El centro, el eje, la clave de la teología cristiana tendría que ser, no el pensamiento de los sabios griegos de la Antigüedad. Y menos aún, los mitos religiosos anteriores al judaísmo, que en la Biblia los leemos como “Palabra de Dios”. La teología cristiana debería tener como centro, eje y clave lo que es el origen y el principio determinante del cristianismo: aquel humilde artesano galileo, que fue JESÚS DE NAZARET: su forma de vivir, lo que hizo, lo que dijo, lo que le interesó y le preocupó, lo que vio en él la gente que le conoció y el “recuerdo peligroso”, que aquel hombre tan singular nos dejó.
Este “recuerdo peligroso” de Jesús quedó escrito en el Evangelio, que se resume y se recopila en cuatro colecciones de relatos, los cuatro evangelios, es decir, la “teología narrativa”, resumen determinante de toda posible teología que pretenda denominarse “cristiana”. El centro de la teología cristiana no puede estar fuera del Evangelio. Ni puede ser teología cristiana si no entraña un “recuerdo peligroso”.
Ahora bien, leyendo y releyendo la teología narrativa, que nos presenta el Evangelio, lo que, en ese conjunto de relatos se advierte en seguida, es que las tres grandes preocupaciones, que ocuparon y acapararon la vida de Jesús, fueron:
1) la salud de los seres humanos (relatos de curaciones, expresadas en el “género literario” de milagros);
2) la alimentación compartida (las comidas de las que tanto se habla en los evangelios);
3) las relaciones humanas (sermones y parábolas). La fe, la relación con el Padre, los sentimientos personales más hondos…, todo, en la vida de Jesús gira en torno a estas tres preocupaciones.
Y estas preocupaciones fueron tan fuertes, que Jesús las antepuso a las normas que imponían los maestros de la ley, a las observancias de los fariseos, a la autoridad de los sumos sacerdotes…. Hasta tal punto, que esto le costó la vida. Jesús hizo todo esto porque aseguraba que quien le veía a él, a quien veía era a Dios (Jn 14, 7-9). O sea, se identificó con Dios.
Lo central, en la vida de Jesús, no fue la religión. Fue humanizar este mundo tan deshumanizado. No nos debería preocupar tanto el diálogo de las religiones. Nos debería preocupar lo que preocupa a todos los humanos: la salud, la comida compartida, las mejores relaciones humanas. Los tres pilares de toda posible religión. Es lo que centró la vida de Jesús: humanizar esta vida. En eso está el camino de la esperanza que nos lleva a Dios.
Un dogma es algo indemostrable, por definición.Por eso exigen fe para creérselo. Si fuera demostrable ya no sería fe.
Esta entrada También la hice por error en el hilo de la encarnación y debió ser en este hilo. Gracias anticipadas si puede ser removida de ese otro hilo ya que la estoy reproduciendo en éste que fuera el apropiado.
Una Escuela de Teologia con los pies en la tierra es la de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en El Salvador, donde enseñó Ignacio Ellacuría y siguen enseñando teólogos y filósofos realmente preocupados por hacer aterrizar la Teologia. Este es el link al Centro Mons. Romero: http://www.uca.edu.sv/cmr/ del cual es director Jon Sobrino y que cuenta, si no me equivoco, con profesores del rango del Dr. Tamayo y otros que a menudo aparecen en Atrio.org.
Esta entrada la hice por error en el hilo sobre la doctrina de la encarnación. Pido disculpas. Quizás Antonio Duato pueda en algún momento borrarla de ese otro hilo. Gracias por si pudiera ser.
No es mi intención apropiarme de un tema que ha comenzado con mucho acierto Ana Rodrigo y que seguramente pudiera desarrollar mejor que yo, ni la de «surfear en su ola» e interrumpirla, pero este es un tema recurrente en mis entradas de Atrio y solo pretendo añadir mi granito de arena otra vez.
¿Por qué la divinidad de Jesucristo ha consumido un número inmenso de veces más páginas escritas, discusiones y muertes que su humanidad? Porque aquella es problemática, tenida por necesaria cuando no lo es y más un pilar institucional de dominio y opresión que la segunda. Si Jesús, el Galileo de Nazareth no fue humano, esa misma verdad termina la discusión, porque no se argüiría la divinidad si no hubiera confianza suficiente en su humanidad.
Es relativamente fácil comprobar que las estatuas o imágenes de Jesús resucitado no causan la misma respuesta piadosa que las del crucificado. Puede que sean bellas, artísticamente hablando, pero no parece que engendren la piedad o la conmoción que causa la del crucificado en agonía o ya fallecido. Mirando el cuadro del aragonés Goya «Fusilamientos del 2 de Mayo» es muy difícil no advertir que el fusilado al centro del grupo y con los brazos en cruz, vestido de blanco, alude al crucificado en medio del horror, solo vestido de blanco que recuerda el tradicional «perizoma» de las representaciones artísticas y teatrales del Cristo Crucificado, situado esta vez como siempre del lado de las víctimas, precisamente, en el foco de la luz, justo en el lado opuesto a los soldados que dispararán en cualquier momento.
Otro tanto puede decirse de la imagen de la Macarena, la Dolorosa, el Carmen o la Merced (menciono las de España, pero casi cada república hispanoamericana tiene una advocación de María como Madre, comparadas con la de la Inmaculada que es la que representa la Patrona del Imperio estadounidense. Esta predilección, como mínimo, es una cuestión de identificación con el dolor y con el sufrimiento de la mujer y de la madre que son experiencias de un enorme contenido humano y que se han convertido en iconos míticos insustituibles en la religiosidad de las masas.
Los pobres, los oprimidos se pueden identificar con el Crucificado o con la Madre Dolorosa o identificar sus necesidades y esperanzas con la de la madre que representa protección y consuelo, pero no es igualmente fácil identificarse con la triunfante e inhumanamente inmaculada María que parió a su hijo y parece que nunca envejece y hasta atravesó los cielos y se perdió en el cosmos.
Tuvo razón Sergio Méndez Arceo en sus catequesis populares de Cuernavaca (México) cuando aún tenía el respaldo de Pablo VI y luchaba porque se permitiese a los pobres seguir sus devociones populares y explicaba que si no se eliminaba la opresión no se podía impedir que «los lamentos de aquellos corazones oprimidos» encontraran alguna dirección, aunque fuera a las estatuas levantadas en peanas a pocas varas del suelo. La cita de Marx le valió la persecución y as la primera oportunidad la jubilación y la desarticulación del Centro de Intercultural de Documentación que le había permitido fundar a Iván Illich en su diócesis de Cuernavaca para tratar de que los misioneros europeos y norteamericanos que venían a la América al Sur del Río Grande se adaptaran a los pueblos y no se impusieran. Hoy día el CIDOC se llama Cuernavaca Language School y no por gusto lleva el nombre en inglés (Escuela de Lenguas de Cuernavaca).
Si alguien quiere estudiar Teología debe poder hacerlo y ojalá que tenga la suerte de encontrar una escuela de esa rama del saber que haga honor a la investigación y búsqueda de la verdad para bien y no para dominar ideológicamente. Como en toda otra rama del saber, me parece que todo descansa en la limpieza ética y la dedicación de quien investiga y mantiene una autocrítica clara, para asegurarse de que no se vuelve otro Dr. Fausto cuando sus ambiciones de Carrera, fama, éxito, le tienten, le lleven al pináculo del templo.
“¿Será verdad que hemos perdido el tiempo en nuestros doctorados y lo perdemos en nuestras actuales elucubraciones?”
¡NO!
Eso solo es una “Pos-Verdad” de pusilánimes.
“¿Será verdad que hemos perdido el tiempo en nuestros doctorados y lo perdemos en nuestras actuales elucubraciones?” Esta pregunta de Celso es inquietante.
Si bien la Real Academia de la Lengua define la teología como “ La ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones”., en realidad las diversas teologías nos vienen a decir que sería la ciencia que estudia la realidad desde la perspectiva religiosa. Así hablamos de teología Bíblica, Mística, Contextual, de la Liberación, Patrística, Dogmática, etc.
Ya sé que esto no resuelve el problema que plantea Celso, pero aligera un poco eso de la “ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones”. Diríamos que le da un cierto sentido de utilidad, como sería el caso de la Teología de la liberación.
Y sobre todo concluiríamos que la teología estudiaría aspectos que preocuparían a la Religión. Y la pregunta siguiente sería: ¿Tienen sentido, son útiles y necesarias las religiones? Ya entraríamos en otro terreno.
Ayer veía un programa en televisión sobre la religiosidad popular real en romerías y festejos semejantes. Era increíble las emociones desatadas en personas hechas y derechas llorando de emoción ante su virgen. ¿Quién es capaz de decirles a estas gentes que están perdiendo el tiempo?
Con el paso del tiempo y el trasiego de gentes por razones comerciales o bélicas parece que se más bien muy difícil afirmar o negar, específicamente, que los textos evangélicos que conocemos tengan o no esta o aquella influencia específica proveniente de tradiciones, ideologías, o Weltanschauungen anteriores y ajenas al mundo en el que vivió el Galileo Jesús al que se refieren.
No se puede descuidar que los textos que conocemos que continuamente son aculturados y traducidos y retraducidos para publicar y vender en cada región del mundo, son ya desde hace siglos el resultado de traducciones de traducciones; que carecemos de los manuscritos originales; y que han sido sometidos a reproducciones de reproducciones y no demasiado esmeradas o libres de interpolaciones espurias cosméticas o interpretativas y por lo tanto extraordinariamente contaminados para bien o para mal.
Conscientes de ello no me parece que se pueda afirmar o negar que reflejen o no alguna influencia específica de una determinada literaturas antigua, mitológica, sapiencial o de cualquier otro tipo. Más bien, lo único posible es comparar y vende donde coinciden y de ahí la buena fortuna de la exégesis protestante que descubrió y asumió la lectura sinóptica o en paralelo de los que conocemos como canónicos e identificó el posible parentesco entre Marcos, Mateo y Lucas y la individualidad de Juan.
Posteriormente se hizo la lectura en paralelo de estos cuatro con otros que habían sido arbitrariamente excluidos, como el de Tomás y poco a poco emergió la hipótesis suficientemente plausible del documento llamado «Q».
Incluso aceptando que los textos neotestamentarios sean una especie de pisto manchego, siempre será muy difícil demostrar cual influencia condujo al narrador o a cualquiera de sus redactores a utilizar este u otro verbo o estilo o interpretación al traducir o redactar. Pero algunas reglas refuerzan su confiabilidad: Por ejemplo, las coincidencias, las expresiones que parecen poner a Jesús bajo una luz negativa (se supone que el propósito fuese opuesto) pero que le dan claridades de legitimidad, ciertas técnicas de repetición de frases o palabras que se pueden identificar en la literatura de cierta época contemporánea o cercana, etc.
Hola!
Leo la Cita que hace dudar a Celso:
– “La Teología es contradicción en términos porque es absurdo razonar a Dios“-
Preferiría agregarle (con los “puntos suspensivos” inclusive):
… y sin embargo …
Errata: supongo que habréis sobreentendido que en mi último comentario donde dije desigualdad de recuerdos, debí decir desigualdad de recursos.
Celso Alcaina:
He denominado a nuestra cotidiana realidad. “Manicomio pretendidamente organizado”. Sin trascender la dualidad de esta tercera dimensión. Todos estamos haciendo locuras, porque estamos dormidos a una realidad superior. Tu lo has perdido el tiempo de un modo. pero me atrevería a decir. Que todos lo perdemos haciendo mil locuras. Buscando con los ojos cerrados, la felicidad. y la felicidad es Dios. Repito pues. haciendo mil locuras buscando a Dios.
Yo he hecho en mi vida, mil locuras. Ahora a las puertas de la senectud. Comienzo alcanzar la felicidad-Dios. Y esta felicidad no es “relativa”. Es solida como una montaña de piedra granítica.
Luis Troyano, desconozco la influencia de la espiritualidad egipcia sobre los evangelios, así como no tengo demasiado conocimiento de la cultura griega en el Israel de la época de Jesús. Sí es obvio la relación de la teoría de El Mesías judío con la teología cristiana.
Sobre la teología de la pobreza y de preocuparse de los pobres, en nuestro tiempo ya utilizaríamos otro paradigma como es el de la justicia en una sociedad cuyo sistema capitalista produce tanta desigualdad de recuerdos en países y en personas. Y la caridad pasaría a ser un acto de emergencia, pero reivindicando la justicia social.
Isidoro, tu erudición me apabulla un poco, ya sabes que yo soy muy pedestre. Quiero decir que la simbología y otras figuras literarias con las que habría que leer el NT no es algo a lo que la inmensa mayoría de creyentes tenga acceso, y que tanto las catequesis como las homilías, que es lo que llega a la gente, sigue siendo la rutinaria teología de las creencias de lo que “literalmente” dice la Palabra de Dios.
Yo diría complementando la sugerencia de Castillo de actualizar o renovar la teología, que sería necesario que dicha renovación no quedase en los tomos de los sabios teólogos, sino que se hiciese asequible a ser vivida por la gente de buena “fe”. Y aquí sería donde la gente de a pie encontraría más resistencia que a la explicación de los dogmas al estilo tradicional, es decir que eso es lo que hay que creer y se acabó la discusión.
¡¡Amén!! al comentario de Celso Alcaina
“La Teología es contradicción en términos porque es absurdo razonar a Dios. El mero hecho de pretenderlo prueba el orgullo clerical” (J.Luis Sampedro, en La sonrisa etrusca). ¿Será verdad que hemos perdido el tiempo en nuestros doctorados y lo perdemos en nuestras actuales elucubraciones?
Yo quería hacer un apunte tangencial a una frase de Ana, que ya se la he visto repetida otras veces.
Dice: “Por ejemplo, los dogmas de la inmaculada concepción, de la virginidad de María, de la Trinidad, etc. no sirven para nada que no sea entretenimiento de personas ociosas”.
Yo, personalmente hago una interpretación personal, de esos “dogmas” que no es que sean directamente útiles para la vida cotidiana, pero quizás sí, para el espíritu con el que enfocamos nuestra vida cotidiana, (lo cual no es poco).
Un dogma, es una expresión cognitiva simbólica de una realidad cósmica, del Universo y de nuestra situación en el mismo.
Y como es simbólica, hay que traducir el símbolo, en una expresión cognitiva racional. Volvemos al proceso hermenéutico de Hick-Gonzalo Haya, de la transformación del lenguaje simbólico, en lenguaje ontológico griego.
Mi interpretación personal del dogma de la Inmaculada concepción, es que María, madre humana de un Jesús humano, es el símbolo de la humanidad global, y su “concepción inmaculada”, significa, que no es culpable de ningún pecado original, ni de ningún pecado actual, (solo estamos en un proceso de maduración que nos cuesta mucho, y que nos lleva a múltiples errores).
Por eso es “virgen”, (inocente), antes del parto, (del nacimiento de Jesús), en el parto, ni después del parto, (en todo tiempo desde el principio hasta el final de nuestra historia). “Perdónales, porque no saben lo que hacen”.
La “Ascensión de la Virgen”, es un dogma esperanzador: María, (símbolo de la humanidad global), ascenderá, con ayuda de los “ángeles”, hasta el Cielo, (el resto del Universo), y se codeará con ellos.
Y la Trinidad, que es muy complejo, significaría que en el Cosmos, hay muchas, (tres es un número simbólico), de “dioses”, (especies inteligentes que actúan y dirigen el Universo).
Y una de ellas es “el Hijo”, representada en Jesús el Jefe de la humanidad, que es ascendido a la mesa de la dirección del Cosmos, al lado del “Padre”, y del “Espíritu Santo”, que son designaciones simbólicas de otras especies inteligentes gestoras del Universo.
(Posiblemente el Padre representa a las especies inteligentes, que no interactúan directamente con la humanidad, y “el Espíritu”, a aquellas que sí lo hacen).
Aprovechando la ocasión, y como prueba del valor “práctico” que tienen estos dogmas aparentemente inútiles, me extiendo un poco más.
Como ejemplo curioso, de estas ideas simbólicas, que tenemos grabadas en nuestro interior subconsciente arquetípico, y que por ello surgen como proyecciones/intuiciones a la mente consciente de algunas personas, el gran físico Wolfgang Pauli, escribió un artículo sobre: “El influjo de las ideas arquetípicas en la construcción de las teorías científicas de Kepler”.
Pauli pensaba que la conexión entre las percepciones sensoriales y los conceptos, precisan de un nexo: las intuiciones arquetípicas profundas. Dice: “Todos los pensadores consecuentes han llegado a la conclusión de que la pura lógica es fundamentalmente incapaz de construir ese lazo”.
En el libro “Cuestiones cuánticas” editado por Ken Wilber, (Kairós – muy interesante para interesados), Wilber selecciona un escrito de Heisenberg, (“La unión de lo racional y lo místico”, p.219), en el que divulga el escrito de Pauli, sobre Kepler.
Heisenberg escribe: “El puente que conduce de los datos experimentales, inicialmente desordenados, hasta las “Ideas”, lo ve Pauli es ciertas imágenes primigenias, que preexisten en el alma, los arquetipos de que halaba Kepler, y también la psicología moderna.
Estas imágenes primordiales, no están localizadas en la conciencia, no están relacionadas con ideas concretas formulables racionalmente. Pertenecen a la región inconsciente del alma humana, y están dotadas de un poderoso contenido emocional, y son contempladas, imaginativamente.
El placer que se experimenta al hacerse uno consciente de una nueva parcela de conocimiento, proviene del modo cómo esas imágenes preexistentes concuerdan de modo congruente con el comportamiento de los objetos externos.
(De esta forma) la conversión de Kepler a la teoría copernicana, se debió al influjo de ciertas ideas primordiales o arquetípicas”.
En su artículo Pauli, cuenta que Kepler en su “Misterium cosmographicum”, explica que le influyó la idea de un esquema simbólico o mandala, del Dios trino, como una esfera con el Padre en el centro, el Hijo en la superficie externa, y el Espíritu Santo, en el total de las conexiones entre el punto central y todo el espacio de la esfera.
En resumen Pali considera que el símbolo de Kepler ilustra de un modo muy general la actitud de dónde ha surgido la ciencia contemporánea. “La mente parece moverse desde un punto interior hacia fuera, en un movimiento como de extraversión hacia el mundo físico, de manera que se diría que el espíritu abarca serenamente al mundo físico con sus Ideas”.
Y Pauli acaba: “Este misticismo es tan lúcido que es capaz de ver más allá de numerosas oscuridades, cosa que los modernos no podemos, ni nos atrevemos a hacer”.
Decía Edith Stein: “Hay una luz en la noche, que descubre un nuevo mundo en lo más hondo del alma, y en cierto modo, ilumina desde dentro el mundo exterior, que se nos devuelve completamente transformado”. A lo mejor se refería a todo esto.
Ana.
Para mi. Los evangelios son plagio de la rica espiritualidad egipcia. Y se porque lo digo.
Entreverado con falsedades quizá. Nos encontramos con una excelsa sabiduría, egipcia….
No se si viene en los evangelios o si no. Pero.
Lo ultimo que se ha descubierto. Es que la persona crea su propia realidad, toda, toda….
O sea. Por nuestros propios medios. Como tenemos libre albedrío. Podemos labrarnos el vivir en el infierno o la gloria.
Es obvio esto que digo. Se admite sin mas, hasta cierto punto. Pero cuando vienen mal dadas, nos preguntamos. “Porque, a mi”. Porque tu te lo has buscado. En esta vida o en otras pretéritas.
Quiero ir a parar al tema de la pobreza. Leitmotiv del cristianismo.
Estoy de acuerdo, ¿como no?. Que a quien se muere de hambre, lo primero es darle de comer.
Ahora el hambriento, ha comido.¿ Le damos de comer, mañana, y en otro día y mas y mas? .
Hay que enseñarle a pescar. Ese dicho tan manido.
¿Como le enseñamos a pescar?. En primer lugar. para enseñar. Antes hay que saber.
Supongamos que ya sabemos.
Entonces empezaremos por desvelar al pobre hambriento. Que es un dios hijo de Dios. Y que Dios no quiere que suframos. Que si se cree la inmensa grandeza de la que participa, solo por haber nacido. No conocerá el hambre. Pero que si duda y titubea. Entonces si que posiblemente la conozca. “La fe mueve montañas”.
Esa es la manera de luchar contra la pobreza. la manera efectiva de gente que tiene fe. Fe en el Misterio. Fe en su grandeza.
La pobreza se la han buscado los pobres…
No vale decir. “que se jodan pues”. Hay que aprender para enseñarles. De modo que todos nos salvemos, porque todos somos Uno. Si abandonamos nuestro mundo relativo y dual. El “manicomio, con pretensiones de orden”. Conoceremos la abundancia en todo. Conoceremos mas. La opulencia. En el Kosmos no existe la escasez. La escasez la creamos nosotros porque nos autolimitamos en la Matrix que nos han creado. Nos han puesto barrotes en nuestra propia mente. Y así nos va…
El cristianismo “progre”. Dice: “hay que ser pobre con los pobres.” Pero la pobreza es un estado no querido por Dios para sus criaturas. Luego, hay que enseñar a los pobres, a que dejen de ser pobres. a que sean ricos. Y nosotros. Si hemos aprendido primero para enseñar. Seremos ricos primero……….
Pienso que Castillo rechaza la teología de aquel que dijo Perdón, no recuerdo elautor): “los teólogos son hombres sesudos que se meten en su despacho para contestar a preguntas que nadie se hace”
En cambio, Pepe C. se centra en los tres pilares que preocupaban a Jesús: las necesidades materiales de las personas y sus inquietudes espirituales acerca de eso que hemos denominado Dios, humanizando la teología y porque, de una manera o de otra, casi todo el mundo se ha preocupado por esta cuestión, especialmente si se es una persona religiosa.
Y aquí es donde la deriva teológico-espiritual puede desviarse hacia preocupaciones inexistentes en la vida personal y social. Por ejemplo, los dogmas de la inmaculada concepción, de la virginidad de María, de la Trinidad, etc. no sirven para nada que no sea entretenimiento de personas ociosas.
A lo que hay que añadir la inmensidad de normativas (al estilo de los judíos ortodoxos) que inundan e impregnan por doquier la vida religiosa de la inmensa mayoría de cristianos y cristianas. Más las tradiciones, devociones populares sin sentido (mi virgen, mi cristo, etc., refiriéndose a imágenes de escayola o madera), y un sinfín de hojarasca que camufla lo importante: la teología del evangelio.
“La teología, que rige el pensamiento de la Iglesia y nos dice por dónde tienen que ir las decisiones de la Iglesia, es más importante que el papa, los cardenales, los obispos, los clérigos, los teólogos, los fieles, las leyes, los ritos, las costumbres, todo lo demás que hay en la Iglesia. La teología, a fin de cuentas, nos dice a todos lo que Dios quiere y lo que Dios manda. De forma que el papa (sea el que sea) dice y manda lo que la teología le indica. Por eso es tan importante la teología.”
Permitame por favor el Sr. Castillo. Que este humilde obrero manual. Tenga la osadía de rebatirle del todo, esto que afirma el,tan categóricamente. Me remito a mis argumentos. que creo bien sólidos, como para enmendarle la plana, a este eminente teólogo.
Ayer ya leí el articulo este en cuestión. Algo me chirriaba, no me gustaba se le diera tanta importancia a la teología. Pensando en el tema, me dije. Ya¡¡¡ Castillo está muy pero que muy equivocado.
Recuerdo haberle oído o leído al escritor Alvaro Pombo, decir que la teología no servia para nada. solo que consolaba…
Yo no soy tan radical. SI. Existe un tipo de teología, llamada -mandalica- que sirve para orientar a la mera razón, a encaminarse hacia una practica tecnológica mística. Que transciende razón y ego. Entonces señoreamos la chispa divina que somos.
Pero esta teología a que me refiero, me temo que no es la de Castillo.
Dicen del amor erótico entre parejas. “Unos lo viven, los demás teorizan…”
A Dios no lo tendremos en nuestro pecho (aunque siempre esté) teorizando sobre el. Y menos siguiendo lo que unos auto-atribuidos “entendidos”, nos digan. Sobre que quiere Dios y que no.
(La teología mandalica, lo que hace es ofrecer una prescripción. Por ejemplo. Meditar. Te deja libre del todo para que hagas el experimento. y compruebes.)
Un místico. Juan de la Cruz. Se le conoce porque supo desvelar la niebla de ignorancia que tenemos la mayoría de los mortales. Y conoció la faz de Dios, en su interior. Y hablaba de lo que experimentaba. Guiarse por la razón embadurnada por capas de letras, para conocer a Dios. Sencillamente es un desatino.
Y “orientar” teologicamente, es peligrosisimo. Alguien con una visión necesariamente limitada y relativa, se arroga mas autoridad que el mismo Papa. Que son vidas humanas. Srs. Con las que juegan.
(Mirad los del Opus Dei, cargados de hijos. Porque “Dios lo quiere”.)
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La teología negativa de Plotino. Me da la razón.
https://es.wikipedia.org/wiki/Teolog%C3%ADa_negativa
Esta es la conclusión de mi entrada inmediata anterior.
La evangelización tiene una vertiente política que es rechazada y reemplazándola por otra, la que conviene y se ha convertido en bandera de la derecha: La seguridad nacional, el aborto, el matrimonio entre homosexuales, etc.
El aborto tiene una historia profundamente ligada a la vergüenza originada por la religión al servicio de la cultura familiar basada en el honor.
La seguridad nacional tiene una historia muy ligada a la preservación de la cultura predominante y ésta a la libertad tan mal utilizada por la religión vinculada a la monarquía en Europa, los colonizadores en la periferia de los imperios y las dictaduras y tiranías de Hispanoamérica y por doquier. La homosexualidad ha sido perseguida siempre, pero la promoción de la heterosexualidad ha encubierto en el ámbito de lo religioso los horrores que ya vimos explotar en el 2001de maltrato sexual por parte de clérigos, de discriminación contra homosexuales que recibían cuidado pastoral específico y sobre todo el tradicional misoginismo que sigue excluyendo a la mujer de una funcionalidad integral en la vida de la comunidad cristiana a partir de ideologías dominantes en la teología y el magisterio provenientes y enraizadas en el maravilloso invento demoníaco de tartar de surfear en la ola del paganismo, Tomás de Aquino y el escolasticismo y Aristóteles con mucho más éxito que Agustín y Buenaventura.
No se trata de que la teología ahora se agarre de textos que requieren muchísima libertad para tener efecto como si fueron los nuevos dogmas. No es culpa de los cristianos el presente desastre. Es culpa de todos y es un problema de todos.
Los seglares preferimos que los curas enseñen porque esa ideología nos ha configurado en la Iglesia a veces con fuego y excomuniones y no asumimos nuestra posición sobre todo en la familia.
Los curas quieren seguir viviendo como quería equivocadamente Pablo imitando al Templo de Jerusalén, del servicio que prestan al altar.
Es hora de revisar algunas cosas modificándolas y entre ellas el curato como carrera profesional y no como servicio, la predicación del evangelio como tribuna ideológica y no como proclamación de las líneas de fuerza de la vida cristiana, la política aliada con el poder opresor y no un ministerio profético desde en medio de la gente oprimida.
Los evangelios son narración que debe inspirar pero que han de ser leídos críticamente y no son un retrato de Jesús, ni son verbum dei, pero apuntan cuando son bien interpretados en esa dirección.
Esta es la primera mitad de la entrada que postearé a continuación.
No comprendo esta división que se establece entre teología y evangelio olvidando que los evangelios que conocemos han sido preservados y comunicados por la teología y sobre todo la que adopta la forma de la homilética y la catequesis.
Habiendo dicho esto, no se trata de que la teología vaya a ninguna parte, sino de que deje de ir adónde va. Ojalá que, del cambio en la Congregación para la Fe, al entregársela a Ladaria, se pueda originar in giro en esa dirección y se sume a lo que la teología en tantas otras partes ya hace tiempo que hace y pronto la teología enseñada no pueda hacer otra cosa que reenfocarse.
Los cristianos no nos enfocamos en el evangelio porque lo leemos arbitrariamente y eso en Buena medida porque queremos hacer de esos textos una especie de vademécum de la vida diaria, pero en cambio no nos llegan comentados por quienes los comentan cada día, en cada eucaristía o en cada sesión de catequesis puestos al día y no pocas veces enfocados en el miedo al juicio, la muerte, los sacramentos como si eso fuera el centro. Así ha sido relegada la Liturgia de la Palabra de las misas a ser meramente una especie de prólogo o introducción al resto.
La Liturgia que Benedicto empujó hasta la anterioridad al Concilio es la que tiene que cambiar: Hacerse más bíblica, activar la riqueza encerrada en el pueblo, hacerle expresarse.
Francisco ya dijo una vez en público que no se le tuviera miedo a Müller cuando éste era Prefecto de la CPF y durante un encuentro con periodistas pero no quitó a Müller. Menciono a Müller simbólicamente.
Francisco fue y es duramente criticado cuando Evo Morales le regaló un crucifijo hecho por el cura Luis Espinal, mártir en Bolivia, porque tenía engarzada la hoz y el martillo y el crucifijo, però lo cierto es que la hoz y el martillo se ven más identificados con las cuitas de los pobres, los trabajadores, los oprimidos que los que llevan el crucifijo colgado al cuello y teniendo voz y poder lo han mal utilizado a menudo abandonando a los pobre y oprimidos.
¡Bien por las letras de tango con que nos regala Oscar!
Me quedo con el final:
“Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.”.
Mantengamos la esperanza …
VOLVER
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos,
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus pálidos reflejos,
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.
La quieta calle donde el eco dijo:
“Tuya es su vida, tuyo es su querer”,
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver.
Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenen mi soñar.
Pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.
Breve y claro. Castillo resume aquí lo que viene estudiando y exponiendo más ampliamente desde hace algún tiempo. La teología tiene que volver al evangelio; pero más importante aún es que los cristianos volvamos al evangelio.