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Catequesis sobre el error de Dios encarnado – 2

miquel[Nota de ATRIO: En la entrega segunda de esta serie, Miquel se basaba en el libro de Roger Haight, Jesús, símbolo de Dios (Editorial Trotta el año 2007), que mantiene la teoría de que se entendieron como hipóstasis lo que eran maneras de hablar de la acción de Dios: el Espíritu, la Palabra, la Sabiduría…

En la entrega de hoy Miquel parte de otro autor que citaba Haight: James Dunn, cuya obra no está traducida.

En Atrio vamos en adelante a presentar solo lo más medular de cada catequesis. El desarrollo completo de la actual puede encontrarse en su blog: http://usuaris.tinet.cat/fqi_sp04/error_encarnat02_sp.htm . Quien quiera toda la información, acuda allí y vuelva aquí para comentarlo o debatirlo].

Jesús y el Espíritu

Veamos, pues, cómo y de qué manera nos puede ayudar este último libro de James Dunn, que yo todavía no conocía cuando traté estos temas.

La primitiva cristología nació a partir de las concepciones que el judaísmo pre-cristiano (o el judaísmo del Segundo Templo, o el judaísmo intertestamentario) tenían sobre las relaciones entre el Creador y el mundo creado: cómo intentaban salvar el abismo entre Creador y creación (abismo reconocido por la mayoría de las religiones de la época), cómo explicaban la comunicación entre el Dios inimaginable (del cual no se puede hacer ninguna imagen) y Trascendente y la humanidad creada.

Israel estaba convencido de que Dios se había comunicado a través de esa brecha, en particular, a los patriarcas, a Moisés y a los profetas. (pág. 94)

Y no sólo era cuestión de explicar cómo podía existir esta comunicación, sino cómo se hacía real la presencia de Dios en la realidad cotidiana de la humanidad.

La figura de los “ángeles” (“el ángel del Señor“, “el ángel de Dios“, “el ángel de la presencia“) fue un recurso para hablar de la inmanencia de Dios (su participación en este mundo) sin menoscabar su trascendencia.

  • Y además de los ángeles

Los escritores de las Escrituras de Israel y de la literatura judia intertestamentaria (apócrifos y pseudoepigráficos) tenían otros modos de concebir la relación de Dios con la creación y la inmanencia divina. (pág. 94)

El autor, James D.G. Dunn, destaca entre ellos, estos tres: el Espíritu, la Sabiduría de Dios, la Palabra de Dios. E irá preguntándose si, a partir de la concepción que de ellos se hacía el judaísmo pre-cristiano, se podía desarrollar una cristología del Dios encarnado.

O dicho de otra manera: si en el judaísmo pre-cristiano el Espíritu, la Sabiduría, la Palabra estaban consideradas como entidades divinas, individualizadas, diferenciadas del Dios Trascendente, que en un momento dado (cuando llegó la plenitud de los tiempos) se pudieran encarnar en un hombre determinado.

*     *     *
  • Comencemos por el Espíritu.

Algunos autores sostienen que el Espíritu de Dios llegó a considerarse como un agente divino independiente en la literatura del Segundo Templo. De hecho, así podría interpretarse Sab 1, 7 y 9, 17, donde se dice que el Espíritu de Dios llena el mundo o es enviado desde lo alto. (pág. 96)

Sab 1, 7: Porque el Espíritu del Señor llena la tierra y Él, que todo lo abarca; tiene la ciencia de todo.

Sab 9,17: ¿Quién conoció tus designios si tú mismo no le diste la Sabiduría, y enviaste de lo alto tu Espíritu Santo?

Pero una interpretación que sea más coherente con el modo en que Israel y el judaísmo primitivo concebían a Dios nos llevaría a concluir simplemente que se trata de un modo de hablar de la omnipresencia divina y de la unción o inspiración que él llevaba a cabo. Análogamente con la función del Espíritu en la creación, como en Jdt 16, 14 o en 2 Baruc 21, 4, ¿llegaría a entender un israelita o un judío del Segundo Templo estos pasajes como una afirmación de la existencia de un poder diferente al poder constantemente creador de Dios? (pág. 96)

Jdt 16,14: Que te sirvan todas tus creaturas a una orden tuya empezaron a existir, para construirlas enviaste tu Espíritu; nadie se rebela contra tus mandamientos.

2Bar 21, 4: Tú que has hecho la tierra, escúchame; Tú que has fijado el firmamento por la palabra y has asentado las alturas del cielo por el Espíritu, Tú que has llamado desde el principio del mundo lo que todavía no existía, y te han obedecido..

¿Se diferencian en algo estos pasajes, por ejemplo, de los siguientes?

Ps 104, 30: Cuando envías tu Espíritu, renace la creación y renuevas la vida sobre la tierra.

Ps 143, 10: Tu Espíritu es bueno: ¡que me conduzca por tierra llana!

Is 63, 10: Pero ellos es rebelaron y entristecieron su Espíritu santo.

Todos estos ejemplos son modos de hablar de Dios, de la acción creadora divina que abarca todo, de la inspiración que Dios suscita, de la tristeza profunda que experimenta por el comportamiento de su pueblo. (pág. 96)

Los teólogos de Israel admitieron, desde tiempos antiguos, la existencia de un doble aspecto en Dios: su aspecto invisible e inimaginable y su intervención en la creación y en la humanidad, revelándose, salvando e inspirando. (pág. 97)

El Espíritu de Dios es una de las formas de concebir el modo cómo Dios se relaciona con su creación y con su pueblo: era y es la presencia real de Dios, el Dios que espira, inspirando, así, a los profetas y sabios. (pág. 96)

Y citando a Mehrdad Fatehi nos quiere recordar que:

En el judaísmo en su conjunto, el Espíritu se refiere a la función de Dios con respecto a la creación y a su pueblo… Nunca se concibe ni se experimenta como una entidad diferente o en cierto modo independiente de Dios. La experiencia judía del Espíritu es siempre y esencialmente una experiencia del mismo Dios… El vocabulario del Espíritu se usa precisamente cuando se tiene en el punto de mira la presencia y la actividad personal de Dios. (pág. 97, nota 39)

Y concluye esta parte sobre el Espíritu de esta manera:

No encontramos ningún indicio de que se le diere culto al Espíritu de Dios: lo que corrobora que nunca fue considerado como un ser independiente de Dios. (pág 97)

*     *     *
  • De hecho, el año 2010 James D.G. Dunn seguía manteniendo sus afirmaciones de 1980:

En el judaísmo tardío, a medida que la trascendencia de Dios se reafirmaba, se fue desarrollando la creencia en una serie de seres intermedios entre Dios y el mundo: los más importantes eran las hipóstasis (la Sabiduría, la Shekinah, la Palabra) y los ángeles, de los cuales el judaísmo conocía unos cuantos, cada uno de ellos con una individualidad particular. (H. Ringgren)  (Pàg. 129)

La pregunta es ésta: si en el judaísmo pre-cristiano ya se pensaba en hipóstasis (entidades individualizadas) divinas y seres intermedios, entonces ¿hasta qué punto el monoteísmo judío se estaba diluyendo o, al menos, modificando y hasta qué punto se abrían las puertas hacia una doctrina cristiana de Jesús como un divino mediador y hacia una doctrina de la encarnación? Es decir, si Jesús el Cristo era la encarnación de uno de estos seres intermediarios. (Pàg. 130)

Estos seres intermediarios proporcionaron maneras de afirmar la cercanía de Dios, expresiones sobre la inmanencia de Dios, sin comprometer su trascendencia. Pero de ninguna manera podían ser considerados como seres divinos personales, diferentes de Dios.(Pág. 130)

Precisemos la pregunta: ¿el judaísmo pre-cristiano proporcionó el lenguaje para que los primeros cristianos hablaran de la pre-existencia de Jesús y de la encarnación? Y no sólo el lenguaje: ¿el judaísmo pre-cristiano proporcionó al cristianismo primitivo una conceptualización sobre hipóstasis e intermediarios divinos entre Dios y los hombres que conducirían a los primeros cristianos de manera inevitable a identificar a Jesús con uno (o más) de estos divinos seres?  (Pág. 131)

Debemos preguntarnos: ¿Era ya el Espíritu considerado como una hipóstasis semi-independiente en tiempos de Jesús?  (Pág. 131)

Con otras palabras: ¿la comprensión pre-cristiana del Espíritu y de los ángeles da alguna explicación al por qué y al cómo de los orígenes de la doctrina de la encarnación? Y si los primeros cristianos hicieron alguna identificación entre Cristo y el Espíritu o entre Cristo y un ángel, ¿implica esto la idea de Cristo como pre-existente?

Cuando se habla del Espíritu de Dios, la comprensión no es sólo de un poder procedente de Dios, sino del poder de Dios, de Dios mismo ejerciendo su energía eficaz. Esto queda claro en diversos puntos. (Pág. 133)

Experimentar el Espíritu de Dios es experimentar Dios como Espíritu.

En el período intertestamentario ¿el Espíritu de Dios llegó a ser alguna cosa más parecida a una entidad divina separada y distinta de Dios? Es posible argumentar que el Espíritu de Dios llegó a ser representado más como una distinta hipóstasis en los estratos más tardíos del Antiguo Testamento y en el judaísmo postbíblico. Por ejemplo, la costumbre rabínica de citar la Escritura con las palabras “El Santo Espíritu dice”. (134)

Pero tengo que confesar que veo poca diferencia entre estas acepciones y las de períodos anteriores: son simplemente elaboraciones del tradicional punto de vista de que toda vida es el aliento creador de Dios. El Espíritu Santo de Dios, el Espíritu del Señor son variaciones del “Yo”.

De hecho, en el período que más nos interesa (el judaísmo justo antes del cristianismo) el papel atribuido al Espíritu parece que había disminuido mucho… en los escritos rabínicos, el Espíritu es principalmente el Espíritu de profecía, pero éste era un papel que pertenecía ya casi por completo al pasado… (Pág. 134)

Las únicas excepciones dentro del judaísmo palestinense pre-cristiano era la gente de Qumrán: sólo los manuscritos del Mar Muerto devuelven al Espíritu la prominencia anterior como una fuerza en el momento presente. Pero no hay ninguna idea del Espíritu como hipóstasis, el Santo Espíritu es simplemente una manifestación de la actividad salvífica de Dios. (pag. 135s)

 

24 comentarios

  • h.cadarso

    Con un poco de tiempo y tranquilidad, me aventuro en vuestras reflexiones filosófico-teológicas de ls que habitualmente me siento un tanto ajeno, por aquello de que prefiero reflexionar a partir de mis experiencias de convivencia y acción junto con personas de las que van a misa y mueven la vida parroquial, y de militantes políticos que se mueven con motivaciones aparentemente arreligiosas.

    Bueno, creo que no podemos desligarnos de los que siguen practicando la vida religiosa católica a base de misa dominical y demás “ritos”…Hay en ellos, si somos capaces de despertarlo, un poso de fe que intenta reconciliarse y expresarse en el lenguaje de este siglo XXI, despojarse del hombre viejo, tirar los pellejos viejos y envasar el vino en pellejos nuevos.  Claro que este proceso requiere paciencia casi infinita, capacidad de escucha y diálogo…De repente compruebas que los y “las” creyentes en el PNV, “Dios y las Leyes antiguas”, empiezan a simpatizar con propuestas de Podemos…Y los mismos colegas de acción política con los que interactúo aceptan como compañeros/as de viaje en  sus aventuras a gentes de iglesia…Unos y otros estaban en la fiesta del Fin del Ramadán que celebramos el otro día…

    Yo insisto, perdonen mi pesadez, en que la Iglesia, nuestra Iglesia, el Occidente, este “Extremo Occidente” en el que vivimos, nos movemos y somos, necesita abrirse al diálogo e intercambios con el pensamiento confuciano que inspira toda la cultura y actividad y programas políticos de China, siempre desde la base de un Dios ausente, del segundo mandamiento de la Ley de Dios “No tomarás el nombre de Dios en vano”. Solo una síntesis de entrambos pensamientos, el occidental y el oriental, podría servir para expresar nuestra  creencia en Jesús y nuestro seguimiento de sus enseñanzas.

    Estamos demasiado condicionados por el Trump ese, que pisa a las mujeres y a los de Irán y Qatar en nombre de su dios…

    No me hablen de los curas obreros y de su encarnación en el mundo obrero. ¿Qué pasa, que para encarnarse en el mundo obrero tuvieron que renunciar a su ser verdadero de burgueses y de profesionales de la religión? Pues no, Jesús no volvió al pueblo desde su cuna aristóccrata ni burguesa, Jesús asumió, racionalizó y convirtió en su programa de vida la lucha por el pueblo en el que nació, del que formó parte desde muy arriba de sus antecesores.

    Y no intentó hacer a sus colegas más religiosos precisamente, no dió demasiada importancia ni al Templo de Jerusalén ni al de Garizin, se centró sobre todo en llamarlos a todos a la solidaridad y la ayuda mutua, a la autoestima y a la conciencia de su dignidad de hijos de Dios…

    No me extiendo más, perdonen. Pilar, mañica, tienes más razón que un/a santo/a. Te digo como a María la de Nazxaret: El Señor es contigo, bendita tú eres….etc etc.

  • Jorge

    Gracias MªPilar mi entrañable amiga en Atrio. Siempre has estado y estás ahí dándome acogida cariñosa y el impulso que muchas veces necesito, aunque nuestros puntos de vista a veces sean distintos, cosa que carece de importancia.

  • mª pilar

    ¡Gracias Jorge, lo sé!

    Y está muy claro lo que siempre nos comentas; creo que mis sencillos comentarios… porque no tengo tus conocimientos… también son claros y no intentan atraer a ninguna persona, pero sabes que me superan los dogmatismos, y que se comente:

    “Que si no estás donde esas personas dicen… no se admiten entre sus normas”

    Gracias de nuevo, disculpa mi nieta pequeña me está distrayendo, y distraída… puedo decir muchas tonterías, disculpa.

    Un abrazo entrañable, me encanta que estés de nuevo presente en este Atrio que nos acoge.

    mª pilar

  • Jorge

    Hola MªPilar
    ¿Me permites que conteste a tu pregunta de cuantos dioses hay? Es que me viene bien para precisar qué Dios y qué religión tendríamos que transmitir en la catequesis.
    Creo que hay un solo Dios, pero filtrado por la mirada de cada persona que quiere “ver”. Por ello aparenta ser tan múltiple y diverso, tanto como diferentes somos las personas. Es que cuando hay buena voluntad e intención, las personas proyectan en el contenido de Dios lo mejor de sí mismos, siempre y cuando sean libres y no sometidos a dogmatismos heredados de las tradiciones religiosas. Por ello dices Pilar “no puede ser Dios, si no nos une, nos completa, nos expande hacia el exterior, …”, sacas lo mejor de ti.

    Ahora bien, después de largo tiempo, hace ya muchos años, he llegado a la conclusión de que no puedo quedarme solo con mi mirada contrastada por mi conciencia, sino que tengo que contrastarla con lo que dicen los demás y por tanto con lo que dicen sobre Dios las diversas religiones. Y llegué a la conclusión que el Dios que Jesús manifiesta es sin duda mi Dios, al que yo buscaba y que excede con mucho, mis propias proposiciones. Dando un paso más resumo el Dios de Jesús como Plenitud Humana, idea o imagen que reúne todo lo mejor de lo humano. Pero no la propongo “contra” todas las demás, sino que busca unir a todas las personas de buena voluntad, tengan la ideología o la religión que tengan, incluso si no tienen ninguna. Unirlas en su diversidad hacia lo mejor de lo humano, y creo que en ello está Dios.

  • Santiago

    Gracias amigo Jorge por tu comentario al mío del 30 de Junio…No he podido llegar hasta el ordenador hasta ahora…pero quisiera decirte que en ningún momento quise hacer alusión a ti cuando escribí el mío…Creo que escribí en general, basándome en el tema del artículo que se discutía..

    Pero repasando lo que me dices creo que la humanidad de Cristo SI está asumida en la Persona Divina de Cristo-Hijo. Está asumido todo lo que es humano. Por tanto, también su familia aquí en la tierra como hombre, y también nosotros mismos como seres humanos. Cristo nos quiso incorporar a su misma vida divina..Por tanto, como tú sugieres la Trinidad participa también de la humanidad nuestra asumida por la Segunda Persona, así como nosotros participamos también de la vida divina en la Persona de Jesucristo..

    Y he aquí donde se encuentra todo el Misterio de Dios en nosotros…que es la “locura del amor divino” ya que……. “porque así amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo Unigénito, a fin de que todo el que crea no perezca, sino que alcance la vida eterna” (Juan 3, 16)…Es más, es el mismo doctor en Sagrada Escritura, discípulo del célebre rabino Gamaliel, Saulo de Tarso, el que entiende con más profundidad esta UNIDAD, entre lo humano y lo divino…y por qué quiso Dios hacerse semejante a nosotros…ya que nos dice que es “en Cristo Jesús donde se encuentra el cumplimiento de este misterio” pues Dios siempre “nos precede en todo”…siempre va delante de nosotros….es el Ser por antonomasia…la Causa incausada…no contingente, ni creado como nosotros…sino que su existencia es eterna…

    En Cristo pues toma la forma que se llama “multiforme sabiduría de Dios” (Ef. 3,10) ya que en El “habita corporalmente toda la Plenitud de la divinidad” (Col. 2, 9)..es en Cristo donde el misterio se encarna y puede ser percibido tangiblemente…que es “la inescrutable riqueza de Cristo” (Ef. 3,8) que se encuentra más allá de toda comprensión humana. Por eso, Pablo nos dice que uno no puede darse cuenta cabalmente de “cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad” de este Misterio “que sobrepasa todo conocimiento” (Ef. 3,19)..Por eso los Padres de la Iglesia nos dicen que el Amor comprende mucho más que la sola razón ya que la trasciende…y traspasa la tumba misma…..Es la conciencia misma el testigo íntimo de este amor que nos consume a todos…

    El mismo Jesús habla de la invisibilidad y del misterio de su Padre cuando dice: “Y el Padre que me envió, El ha dado testimonio acerca de Mí. Ni su voz habéis oído jamás, ni visto su aspecto, porque a quién El envió, a éste vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras, ya que ellas son las que dan testimonio de Mí.” (Juan 5, 37-39)….”En verdad, en verdad os digo, no puede hacer el Hijo nada de si mismo, si no lo viere hacer del Padre. Porque cuanto hace aquél, esto igualmente hace el Hijo……El que no honra al Hijo no honra al Padre, que le envió…En verdad, en verdad os digo el que escucha Mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no incurre en sentencia de condenación, sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Juan 5, 19-24)

    Es por eso el Misterio del amor del Padre forma parte de lo que reveló Cristo y está contenido en el Evangelio, en la Buena Nueva..y en la FE inmemorial de la Iglesia desde los Apóstoles..No podemos separar esta “unión hipostática” que se refiere al mismo amor de la Trinidad misma hacia nosotros..Dios es amor en relación y es la fuente primordial de donde surge el TODO…

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

  • Jorge

    Hola Isidoro
    Me parece bien como entretenimiento encontrar en autores antiguos similitudes o semejanzas con respecto a ciertos conocimientos actuales de la ciencia, sin embargo, esto no lleva a concluir que aquellos autores tenían conocimientos sobre el Universo o la mente humana comparables a los nuestros, pues en verdad no tenían ni idea de lo que hablaban. Las coincidencias son más bien casuales, pues son propuestas desde cosmovisiones radicalmente diferentes (incluido el tiempo de Freud y Jung).
    Me he leído el enlace que propones de Carlos Blanco. Me parece bien cuanto dice sobre neurociencias, genética y epigenética. Sin embargo, en mi opinión aún es demasiado pronto para elaborar una Teoría de la Mente que incluya una propuesta válida sobre la consciencia. Dice que no hay que buscar “un lugar” sino la sincronía temporal de lo perceptivo y lo asociativo. Podría ser, pero aún queda mucho para decirlo, pues no basta pensar el cómo podría suceder digamos por intuición o sentido común sino tener datos suficientes para poder hacerlo. Parece ser que se acumulan datos sobre el papel clave del claustro en la experiencia consciente, (uno de los núcleos basales, una fina capa de neuronas bajo la corteza insular justo sobre los oídos). Desde el 2004 en el que F.Crick (el del nobel por el ADN) conjeturó sobre papel del claustro en la consciencia como integrador de actividad neuronal, casi sin hacerle caso, se ha pasado a un interés creciente. Las técnicas de neuroimagen revelan que el claustro siempre se activa en la experiencia consiente y además está muy conectado a muy diversas áreas de corteza. Podría ser la pieza clave y hay avalancha de información sobre ello. Me han interesado los datos sobre la existencia en el claustro de interruptores de “arranque y parada” del proceso consciente. Pero ¿la conciencia depende de la actividad del claustro? ¿somos conscientes porque el claustro está activo? ¿responde el claustro a una explicación de la conciencia? Bueno, aún es pronto, pero…

     
    En cuanto a poder decir que tenemos pautas o patrones de comportamiento concretos, como un lenguaje básico común heredado, contenidos simbólicos o éticos, el inconsciente colectivo,…, me parece que la discusión sigue abierta y seguirá mientras no conozcamos el contenido de nuestra mente-cerebro y diferenciemos lo heredado de lo trasmitido por el ambiente, cultura y aprendizaje. Me inclino a pensar en que lo heredado es solo una estructura de redes neuronales con cierta especificidad funcional y el contenido se va fijando en ellas según los estímulos que reciba. Pero la seguridad en lo que digo es escasa. El consuelo es que la seguridad de los que dicen lo contrario, también lo es. Como dices, en estos campos “nebulosos” hay muchas frikadas, y debo reconocer que lo que afirmas no lo es. No es anticientífico, pero me parece que apunta a una dirección que no va a colaborar a resolver la nebulosa, sino a echarle algo más de niebla pues en mi opinión los problemas crecen.

  • mª pilar

    Leyendo vuestros comentarios, me sigo preguntando:

    ¿Cuantos “dioses” hay? Y ¿Que estilo y “forma tiene cada uno de ellos?

    Muy sencillo: cada uno de ellos está revestido de vuestra mirada y deseo, por lo tanto… en mi sencillo modo de comprende el gran Misterio que nos rodea, no puede ser Dios, si no nos une, nos completa, nos expande hacia el exterior.

    Todo lo privado, lo particular, lo que está por encima de las otras opciones… no puede ser Dios, porque sigue manipulado por cada ser que así lo manifiesta.

    mª pilar

  • Isidoro García

    Adjunto enlace a un artículo muy interesante, sobre todos estos temas, de Carlos Blanco: “De la molécula al pensamiento: hacia una comprensión de la mente humana”.
    http://blogs.periodistadigital.com/carlosblanco.php/2017/03/30/de-la-molecula-al-pensamiento-hacia-una-

  • Isidoro García

    Jorge, respeto las ideas de cada uno, eso por supuesto. Solo quería señalar, que las teorías-especulaciones sobre la mente-cerebro, de Jung, no se apoyan en teorías de filósofos clásicos, y meno aún de mitologías antiguas.

    Jung, era un médico psiquiatra, como Freud, y tenía una consulta clínica donde recibía a muchos pacientes con problemas psicológicos para su tratamiento. Y en esas sesiones, los pacientes, le contaban sus sueños y fantasías, procedentes del subconsciente.

    Un día leyendo un libro medieval sobre alquimia, se sorprendió porque un párrafo del mismo, bastante simbólico y complejo, era exactamente igual a una narración de un enfermo suyo. Y lo mismo sucedió con unos dibujos simbólicos que le relataban veían en los sueños, con respecto a mandalas y esquemas simbólicos de la antigüedad.

    Y de ello dedujo que ambas cosas, frases y dibujos, deberían proceder de un estrato mental común a todos los humanos de todas las épocas, al alquimista medieval y al paciente. Y propuso una teoría más, (de las  muchas que hay sobre el funcionamiento de la mente). Estas hipótesis son necesarias para intentar ayudar a los enfermos, sobre todo a los neuróticos, que en principio no tienen afecciones cerebrales. Y le ayudaba a la curación de los mismos.

    Y una vez realizada esta hipótesis-teoría del Inconsciente Colectivo, se han comprobado dos cosas.

    La primera que coincidía con intuiciones similares sobre el tema que habían tenido filósofos antiguos, como Platón. No se apoyó en Platón, sino que vio que Platón había intuído esa teoría, al igual que Demócrito intuyó lo de los átomos.

    San Agustín, siguiendo a Platón escribe: (…) las ideas principales, ideas originarias, son formas estables e inmutables, que no han sido creadas, y por tanto son eternas y se presentan siempre del mismo modo, y están contenidas en la inteligencia divina”.

    La segunda, que todos los recientes descubrimientos de la ciencia, (y no me refiero a la física cuántica, que según mi opinión, no creo que tiene nada que ver en estos temas, ni con las espiritualidades, como afirma el amigo Luis), confirman o al menos no se contradicen la teoría del Inconsciente Colectivo.

    Por una parte el “emergentismo”, y la teoría de la complejidad, (Prigogine), como fuente del proceso evolutivo, además de la epigenética, señalan cierta tendencia al lamarckismo, o sea al influjo de la cultura y del medio ambiente en la implementación de la información genética.

    Por otra parte los estudios sobre etología animal, (Konrad Lorenz, y siguientes), señalan claramente la existencia de programas neuronales comportamentales transmitidos genéticamente, en todos los seres vivos.

    Y están la teoría del lenguaje y el pensamiento de Jerry Fodor, https://es.wikipedia.org/wiki/Lenguaje_y_pensamiento, y del lenguaje primigenio, el mentales, que fue introducido por Steven Pinker (Pinker 1995: 85-86) para referirse al lenguaje del pensamiento previo a toda estructuración lingüística concreta. Dice Pinker:

    “Las personas no piensan en inglés, español, chino o apache, sino en un lenguaje del pensamiento. Es probable que este lenguaje se parezca en parte a todas estas lenguas, seguramente dispone de símbolos para representar conceptos, y estos símbolos están organizados para representar quién hizo qué a quién…

            Sin embargo, al compararlo con una lengua cualquiera, el mentalés tiene que ser más rico en algunos aspectos y más sencillo en otros … Sin embargo, para que estos lenguajes del pensamiento pudieran emplearse para razonar, tendrían que parecerse mucho más entre sí de lo que cada uno se parece a su correspondiente versión hablada. 

            Y lo más probable es que tuvieran que ser idénticos, lo que equivale a decir un idioma mentalés universal. Así pues, conocer una lengua es saber cómo traducir el mentalés a ristras de palabras y viceversa. 

              Las personas desprovistas de lenguaje seguirían teniendo el mentalés, y los bebés y muchos animales no humanos tendrán seguramente dialectos más simplificados de él. Es más, si los bebés no tuvieran un mentalés del que traducir a su propia lengua, no podría explicarse cómo aprenden esa lengua ni tan siquiera lo que significa aprender una lengua”.

     

    Todo esto, no prueba, pero no se contrapone a la existencia del Inconsciente Colectivo, (el conjunto de los programas precognitivos y comportamentales arquetípicos de todo ser vivo), y a su influencia en la mente consciente, mediante la proyección a la conciencia, de intuiciones y de ideas que surgen de no se sabe dónde.

    Hasta que la Neurología no esté más avanzada y se puedan transcribir toda la información almacenada en el equipamiento  neuronal, no habrá pruebas concluyentes. Pero cuando una hipótesis avanza y todos los nuevos descubrimientos de la ciencia no la contradicen, bien se puede tener en cuenta, y sobre todo lo que no se puede es tildarla de anticientífica.

    No pretendo convencerte, sino señalar a lectores menos informados de la cuestión, el que hay al menos dos visiones y teorías a tener en cuenta. Se que en las novedades, en estos campos tan “nebulosos”, hay muchas frikadas, pero no todo lo nuevo es una frikada.

  • Jorge

    Hola Isidoro
    Me explicaré. Dejando aparte las múltiples “máscaras de Dios” (Joseph Campdell) surgidas en la historia de los pueblos y sus culturas, me ceñiré a un entorno próximo, cristiano y católico. La idea de Dios que nos transmitieron describe a un Dios intervencionista directo, que incluye acciones imposibles (milagros) como la creación en 6 días, …, tanto en la naturaleza como en las personas, que choca frontalmente con los conocimientos de la ciencia. Por ello (y bastantes cosas más) digo que el contenido de Dios hoy nos resulta obsoleto, que los ateos se empeñan en derribar y yo les agradezco su esfuerzo. Tal contenido de Dios no forma parte de mi fe.

    Por otra parte, también nos trasmitieron un contenido de Dios en el “piso de arriba” controlando y vigilando, calibrando y juzgando, nuestras vidas por la Ley de Dios, muy ocupado en castigar nuestras infidelidades y maldades, poniéndonos pruebas para medirlas, y premiando nuestras bondades y esfuerzo heroico de corte estoico. Un Dios culpabilizador y vengativo hasta magnitudes infinitas. Ateos, agnósticos, indiferentes, …, se han quitado de encima ese contenido tan negativo de Dios, actitud que comparto.

    En cuanto a lo de los mitos me parece bien el esfuerzo por adaptarlos a nuestro contexto. Si me propusiera hacerlo de ninguna manera recurriría a Jung, y menos a Platón, y menos aún a sabidurías ancestrales como la persa o egipcia antiguas. Es que las Neurociencias, que incluyen genética y epigenética, han avanzado tanto en últimos estos decenios que todo lo anterior nos resulta inservible. No nos sirven de mucho las especulaciones sobre la mente-cerebro, si parten de datos anteriores a la avalancha de datos del presente.

    ¿Me estás diciendo que hay estructuras o redes neuronales en el cerebro predispuestas para la formulación de mitos o para el inconsciente colectivo? Lo que te digo es que también las hay para lo esotérico, para la adivinación, para creer en alienígenas y las abducciones…, para lo más absurdo que se te ocurra con tal de que se preste atención a esos temas y se dedique tiempo y esfuerzo a desarrollarlos. Y es que la enorme plasticidad del cerebro lo permite. Desarrolla neuronas, sinapsis y redes especializadas en aquello a lo que le hemos puesto empeño y dedicación.

     
    Es verdad que sabemos bastante del orden de expresión de los genes implicados en la morfogénesis tanto del embrión como del cerebro. Se está estudiando las estructuras cerebrales del leguaje y también las correspondientes al comportamiento, que se piensa que están programadas genéticamente, pues conocemos algunos genes, solo unos pocos, implicados en esas estructuras, aunque aún es pronto para afirmar el grado de implicación de la programación genética. Pero lo que está fuera del alcance aún es el contenido del lenguaje o del comportamiento asociado a esas estructuras. Hablar de contenido en relación a la programación genética es por ahora pura especulación. Mi opinión es que el especifico contenido del lenguaje y del comportamiento se va fijando con el uso de esas estructuras que ya tenemos, por lo que el contenido dependerá del uso que les demos.

  • Jorge

    Hola Santiago
    No me parece por lo que comento que puedas deducir que estoy negando la divinidad del Padre y del Hijo, al decir que el contenido, sentido y significado del Misterio-Absoluto es diferente de los que corresponden a Dios. Diferenciar no significa separar al contrario están íntimamente unidos. El Dios cristiano es a la vez Misterio-Absoluto-Transcendente-Eterno y Plenitud Humana. Dios (con implicación trinitaria Padre-Hijo-Espíritu) tiene en sí mismo un componente humano y humanizador que lo diferencia del contenido del Dios judío. Y este componente humano está en el Hijo, pero también en el Padre y en el Espíritu. La blasfemia cristiana radica en la alteración del contenido de Dios al añadirle ese componente humano, lo humano en Plenitud. Del Misterio-Absoluto nada podemos decir, es lo totalmente distinto, lo Otro Incognoscible, pero sí podemos hablar sobre Dios por ser además Plenitud Humana que conduce y guía a la humanidad al Misterio-Absoluto que le pertenece. Y porque le pertenece podemos esperar que lleguemos a él.

    Quizás mi atrevimiento radica en decir que el Padre es también humano, tanto como el Hijo y el Espíritu, pues el contenido del Padre no coincide con el contenido del Misterio-Absoluto sino con Dios, porque el Padre tiene un componente humano al igual que el Hijo, que Jesús nos revela. Jesús no habla de filosofía metafísica, ni nos habla del mundo, del cosmos o de la naturaleza, ni tampoco desvela el Misterio-Absoluto, nos habla de la Plenitud Humana del Padre, en todo igual a la del Hijo y del Espíritu.

     
    ¿Por qué razón el componente humano solo tendría que pertenecer al Hijo, y no por igual al Padre? Ya lo dices tú mismo: “quien ve a al Hijo de Dios en Jesús ve también al Padre” y lo que vemos es la misma Plenitud Humana que comparten, pero nada se nos dice acerca del Misterio-Absoluto. Este no forma parte de la revelación de Jesús. Tras su revelación el Misterio-Absoluto sigue siendo lo Otro Incognoscible. A pesar de ello la revelación de Jesús es completa, nada más hay que añadir al contenido de la Plenitud Humana manifestada en Jesús.

  • Isidoro García

    Respecto a lo que dices, Jorge, de que “la idea o contenido de Dios lleva una carga histórica que hoy resulta obsoleta y contraria a los conocimientos que hoy tenemos, incluso negativa contraria a lo humano”, merece una explicación.

    Asimismo el cambio de significado del concepto “mito”, no es una cuestión solo de un cambio arbitrario y caprichoso de terminología, sino que responde a una realidad nueva, que proviene de los estudios de Jung y seguidores, de la psicología profunda, y concretamente del “Inconsciente colectivo”, que parece que es la fuente de donde surgen los “mitos”.

    Porque los mitos no son una simple creación más de la fantasía o la imaginación literaria humana. Porque surgen de unos programas neuronales que todos tenemos en lo más profundo de nuestra psique, y resuenan por ello de forma extraordinaria, en esa misma mente profunda de sus lectores y oyentes.

    Yo desde hace seis meses o así, estoy dándole vueltas e interesándome sobre el tema del Inconsciente Colectivo de Jung, (que no he leído más que superficialmente), y estoy creyendo encontrar en él, la clave de casi todos estos temas éticos, espirituales, y cognitivos, en la que se nos producen grandes contradicciones aparentes.

    Hasta creo que ahí, justamente, reside el tan buscado concepto del “alma” humana.

    Son una versión más elaborada del mundo de las ideas o de las imágenes primordiales, de Platón. En el que se hipotetiza, su origen, (son un precipitado lamarckiano de la experiencia histórica humana, según Jung), donde residen, (en el subconsciente más profundo), y que no están terminadas, (como en Platón), sino que necesitan actualizarse con el saber concreto de cada época.

     

    Lo explicaré un poco. Todos los seres vivos, en su información genética, disponen de una información “morfogenética”, que dirige su desarrollo embrionario, hasta la madurez, y además contiene toda una serie de programas comportamentales para que actúen según su naturaleza.

    Y nosotros también. En nuestro desarrollo embrionario, nuestro cerebro, según se van formando los sistemas neuronales, se van “cargando” unos programas comportamentales, que regulan todo, desde las funciones más fisiológicas, hasta temas comportamentales comunes a todos.

    Cuando los psicólogos evolutivos, describen lo que hace un niño a los seis meses, al año, a los 2, a los 3, etc. lo que está describiendo es el contenido de esos programas con los que venimos cargados,  que se van implementando siguiendo un reloj biológico que rige todo.

    Estos programas describen el comportamiento del humano, en casi todas las circunstancias posibles. Posiblemente, este Inconsciente colectivo, disponga de un sistema de autocorrección, que mediante maniobras e interacciones de dichos programas neuronales, (como sistemas autónomos), producen la “emergencia” de nuevos sistemas neuronales o modifican los existentes.

    Posiblemente las situaciones de fuerte estrés, y de graves crisis ante circunstancias novedosas, generan nuevos comportamientos adaptativos, que a su vez induzcan la formación de nuevos programas, que hayan demostrado su utilidad para las nuevas circunstancias. (Cuando no han dado buen resultado, la no supervivencia del individuo, inhibe dicho mecanismo emergentista). Es una especie de neolamarckismo. (Siempre se avanza en círculos).

    (Gerald Edelman, ganador del Premio Nobel, niega que la consciencia o el cerebro se parezcan a un ordenador, afirmando que más bien sería una especie de jungla cerebral donde distintos «conjuntos neuronales» compiten a la manera darwiniana y los supervivientes son seleccionados como miembros de unas «redes neuronales» entre cuyas funciones se cuenta la consciencia.                       Demostró que el cuerpo humano es capaz de crear sistemas adaptativos complejos como resultado de arreglos locales).

    Lo que sucede es que estos programas comportamentales, para ser útiles en todo tiempo y lugar, deben ser flexibles y tener un mecanismo adaptativo a los tiempos. Por ello estos programas son arquetípicos, (huellas antiguas), y disponen la dirección a seguir y la estructura del comportamiento, pero luego tienen una serie de “huecos” que hay que rellenar con la información del presente. (Son como un formulario con huecos a rellenar).

    Son como una fórmula algebraica: x = 4y – 3z. Para saber cuánto vale x, hay que rellenar los valores actuales de y, y de z.

    Por eso estos programas se activan mediante la incorporación de algunos datos de nuestro ideario, imaginario y creencias de nuestra cosmovisión personal. Y en función de estos datos incorporados, sale un resultado distinto, que será más o menos óptimo, en función de que lo sean los datos incorporados.

    Pues eso pasa con “nuestra imagen de Dios”. El programa arquetípico-mitológico de “Dios”, que es universal, unos no lo activarán, pues su cosmovisión consciente se lo inhibe, y los que lo activen, lo harán con sus datos propios. Cuanta más depurada sea nuestra comprensión de la realidad, más depurada será nuestra imagen de “Dios”. De ahí que nuestra imagen de “Dios” irá depurándose en función de nuestro mejor conocimiento del resto de la realidad.

    (Perdón M.Luisa por el abuso del hilo. Y por el rollo).

  • Santiago

    Una buena alternativa a la catequesis “vieja” es ponerla al día, sin que pierda su contenido, que se basa en la figura histórica de Jesús de Nazaret como palabra de Dios, ya que todo el siglo I de nuestra era pertenece precisamente a la predicación de esta enseñanza básica…Por eso Jesús ordena “predicar” lo que El enseñó a sus discípulos, o sea evangelizar, catequizar..Sin esto, sin una catequesis auténtica y moderna, pues, regresaríamos a la forma primitiva de religión que existía ya en el mundo antes de la venida de Cristo..

    Existe aún por aquí el consenso de que Dios actúa a través de lo ordinario…o sea a través del Cosmos, usando el instrumento humano…”palabras humanas”  que son las que “hablaron de parte de Dios”…Por tanto, la Revelación fue gradual, porque fue a través de “lo humano”..No se espera que en los siglos que precedieron al nacimiento de Cristo los judíos tuvieran un conocimiento preciso de la verdad cristiana totalmente revelada…Por eso la Revelación fue máxima en Jesús…El mismo les dijo a sus discípulos que era necesario que El partiera a la casa del Padre, era necesario que El se fuera, pues así vendría sobre este núcleo de los 11, el mismo Espíritu de Dios que los iluminaría y guiaría todavía más en el conocimiento de la verdad y de la misma realidad divina..

    Por eso no existía perplejidad alguna en la conciencia de Cristo sobre su misma divinidad mesiánica, ni en la Iglesia Apostólica..Así en el diálogo con la samaritana ella misma dice que creía que iba a venir el Mesías y “cuando venga nos manifestará todas las cosas”…Jesús le revela a ella súbitamente que El es ese Mesías esperado: “Soy yo, el mismo que habla contigo” (Jn. 4, 25-26)…… y al ciego de nacimiento Jesús le pregunta ¿Crees tu en el Hijo de Dios?….¿Y quien es…? pregunta el ciego  -“Le has visto, es el que habla contigo” (Jn 9, 35-37) y  Jesús contesta afirmativamente a Caifás cuando le pregunta si era verdaderamente el Hijo de Dios” -“Yo soy” (Marcos 14, 61-64)  Marcos recogía la fe de la Iglesia que existía a la muerte del Crucificado…pues escribía sólo unos años después de ella…

    Y Jesús  proclama una y otra vez su divinidad ante la sorpresa e ira del estamento religioso de Israel …El es, pues, co-sustancial al Padre….”Mi Padre y Yo somos una misma cosa” (Jn. 10,30).”Todo lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo” (Jn 5,19)..”En verdad, en verdad os digo antes que Abraham existiese, existo Yo” (Juan 8, 57-58)

    Si los discípulos  judíos de Jeús, llamados Apóstoles en la historia, hubieran querido manipular e inventar el cristianismo para su provecho,  jamás los evangelistas, ni los predicadores de la PALABRA, hubieran usado semejante lenguaje…Menos lo que está contenido en detalle en los mismos Evangelios y en la tradición apostólica de la Iglesia…pues para los “ojos y oídos” judíos de aquella época, esta proclamación abierta de su divinidad era una horrible blasfemia, junto con la enseñanza de la eucaristía etc…Es por eso que Caifás, “ante la blasfemia proclamada” rasgó su vestiduras….en señal de que se encontraba ante una profanación religiosa abominable…Por eso, este testimonio negativo habla de la veracidad y autenticidad del Nuevo Testamento…Nadie se expone a la pena de muerte, al ridículo, al fracaso y….al martirio por una mentira, por una comprobada falsedad..Sin embargo, la predicación apostólica, tal y como la hemos recibido, consiste precisamente en estas aparentes aberraciones religiosas cristianas…

    Y el Evangelio va mas allá y afirma que “Por esto, pues aún más querían los judíos matarle (a Jesús), porque no solamente violaba el sábado, sino que también decía ser Dios Su Padre, haciéndose así igual a Dios” (Juan 8, 57-58)

    La catequesis, por supuesto, tiene que ser puesta al día, de acuerdo a la exégesis verdadera..

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • M.Luisa

    Por mi podéis seguir, no tengo ningún inconveniente,  faltaría más!! pero no creo que con sacar el tema tan traído y llevado del adoctrinamiento sectario del  que ha hecho uso  la iglesia se  haga ninguna  referencia al artículo.  Lo que éste nos propone, al menos según mi modo de ver,  es desde luego   una alternativa pero  no a la manera de dar la catequesis  sino la alternativa de suprimirla.

  • Jorge

    Hola Isidoro
    Este comentario último tuyo me parece formidable. Coincido con él en “casi” todo lo que dices. ¡Quiero más!, aunque quizás aburramos a la audiencia. Intuía que estábamos más próximos de lo que reflejaban nuestros comentarios.

    Las pinceladas que das para la catequesis me sirven. No te opones a que padres y educadores den catequesis a las personas interesadas, sean de la edad que sean, siempre y cuando se evite presionarles con el tipo de frases que citas. Bien, muy bien. La catequesis hay que depurarla de esas cosas y plantearla como oferta de fe o alternativa existencial plausible, ofrecida como opción a la libertad de decisión de las personas.

    En cuanto a calificar de mito lo del “amigo invisible” y los demás temas que apuntas en este sentido, yo no lo hago por la carga de falsedad que tiene ese concepto, de imaginación ilusoria y alienante. No basta con redefinir el contenido y significado de “mito” para disminuir esa carga negativa que tiene. También la idea o contenido de Dios lleva una carga histórica que hoy resulta obsoleta y contraria a los conocimientos que hoy tenemos, incluso negativa contraria a lo humano, sin embargo, yo sigo empeñado en utilizarla esforzándome por redefinir su contenido y significado a favor de lo humano. Quizás debiera emplear lo de “mito” y reconocer la carga de sabiduría que conllevan.

    Exacto. Para mí también hay Misterio Absoluto, lo Otro Incognoscible, y hay Misterio del Cosmos o Universo. Dices que debemos de ocuparnos de desentrañar este Misterio cercano y pienso que llegará un día en el que sepamos todo acerca de él, pero que del Misterio Absoluto debemos prescindir y estoy de acuerdo, en tanto y cuanto nada podemos decir y sólo cabe ante él el silencio respetuoso y expectante. Sin embargo, yo le doy al Misterio Absoluto el sentido de la fuente de mi esperanza en sentido último, puesto que me parece plausible que en lo Absoluto esté contenido lo Eterno, la permanencia de todo cuanto haya existido en él. Y es que me parece evidente según la Ciencia, que el Cosmos o Universo tiene los días contados, nada de cuanto existe o haya existido puede conservarse o permanecer de modo indefinido en él, todo terminará en un campo de energía uniforme.

    Es verdad, para mí el Padre tampoco tiene pinta de Absoluto, sino humano cargado de atributos que son caracteres humanos pensados “perfectos”. Lo que tienen de particular para mí es que tanto el Padre como el Hijo tienen la clave de acceso a lo Absoluto, al pensarlos divinos, pues de algún modo que no podemos saber (encarnación-resurrección), han salido del Misterio-Absoluto-Eterno humanizándose, para hacer que todo cuanto haya existido permanezca en él. Esto no puedo saberlo es sólo fe, creencia confiada, que puede que esté equivocada pero que me sirve para cultivar la esperanza.
     

  • Isidoro García

    (Amigo Jorge, me temo que vamos a aburrir a muchos, pero qué le vamos a hacer).

     

    El problema de la catequesis y en general de la enseñanza a niños, es el adoctrinamiento sectario.

    Me explico. Es normal que los padres y maestros enseñemos nuestros saberes y creencias a los pequeños. Y es normal por tanto que les enseñemos errores que nosotros arrastramos.

    Hasta aquí es normal la enseñanza infantil. El adoctrinamiento sectario, empieza cuando intentamos colarles e inocularles creencias que intenten frenar y si se puede anular, el futuro juicio crítico que les irá surgiendo a los niños progresivamente en su maduración normal.

    Esto se hace, para evitar el fuerte fracaso de la catequesis, a partir de que se inicia la maduración con la adolescencia. Si mediante esas fórmulas consiguen retener el 15 % de los niños de la catequesis, mejor, que solo sea el 2 %. Cualquier cosa vale por el bien de las almas.

    Ideas como por ejemplo:

    “Si alguien opina diferente de esto está detrás de él, el demonio”. “Diferir de lo enseñado es prueba de soberbia y de falta de humildad luciferina”. “Si no sigues lo que se te ha enseñado, te condenarás o no te salvarás”. “La principal virtud es la obediencia y la humildad”. “Si tú lo ves blanco, pero la Iglesia te dice negro, es negro”. “Lo importante es que todos pensemos lo mismo: lo que dicte el Papa”. 

    Todas estas cosas cuelan mal, con mayores, pero con lo niños, todo cuela. “Es más fácil que quitarle un caramelo a un niño”.

    (Es el “fuera de la Iglesia no hay salvación”, que teóricamente ya no se dice en alto, por vergüenza racional, pero que sigue siendo la regla de oro de toda catequesis religiosa infantil y de mayores).

    En resumen, todo lo que sea, poner trabas a la maduración personal futura, no son cuestiones religiosas, sino trucos de mal vendedor, al igual que es un mal vendedor, el que te amenaza con que si te cambias de telefónica, te van a caer los siete males, o que te promete lo que su compañía no te va a cumplir. Malos profesionales los hay en todos los campos, incluído el religioso.

     

    Y respecto a lo del “amigo invisible”, no se si me he explicado bien. Yo creo que a mucha gente nos surge el mito del “amigo invisible”.

    Decía Bergson, que “en el origen de toda obra, de todo pensamiento, hay una intuición central, que es algo muy simple, infinitamente simple, que el lenguaje no hace más que detallar, pero que es el fermento de la obra entera”.

    Pues en la idea/imagen que nos creamos de “Dios”, pasa lo mismo. Este “ser imaginario invisible, pero que está ahí”, es una intuición universal, que psicológicamente podríamos catalogar como un mito arquetípico, integrante del Inconsciente colectivo.

    Los mitos son ideas intuitivas muy poderosas que nos atraen mucho y por ello fácilmente las aceptamos e incorporamos a nuestro imaginario y a nuestra cosmovisión personal. Posiblemente porque esas ideas/intuiciones, al ser integrantes de nuestros programas neuronales heredados genéticamente, e integrar el equipaje mental básico con la que venimos dotados, están fuertemente unidas a un fuerte contenido emocional y sentimental.

    Por eso los mitos están muy integrados en el arte, y resuenan fuertemente en nuestro interior, emocionándonos y proporcionándonos sentimientos muy agradables: podemos llorar de felicidad con ellos.

    Por ejemplo este mito del “amigo invisible”, estaba en la novela/película “Marcelino pan y vino”, que tanto nos impresionó en nuestra infancia. Cuando Marcelino subía al desván y hablaba al Cristo y le llevaba pan, salían de nuestro interior emociones fortísimas. (Todavía me emociono rememorándolo).

    El tema de la Eucaristía católica, (que sacaba Ana el otro día), es otra manifestación del mismo mito, y de ahí su éxito popular y la consiguiente utilización del mismo.

    Todos en nuestra vida, muchas veces nos encontramos muy solos, (a pesar de estar a veces muy acompañados), y por eso a muchos nos atrae tanto ese mito que surge de nuestro interior, que además nos proporciona una recompensa emocional positiva. Y muchas personas han sentido y experimentados a través de ese mito presencias intensísimas.

    Pero entonces, ¿todo es un mito, un autoengaño?. Hay que aclarar lo de “mito”. Hoy día tiene un significado de idea falsa. Pero psicológicamente, un “mito” es una idea intuitiva universal, (que todos tenemos latente en nuestro equipaje mental heredado genéticamente), que responde posiblemente (o quizás no), a una realidad oculta e ignorada racionalmente.

    Toda la mitología desde la primera, la sumeria, hasta la última, la de la ciencia ficción cinematográfica, no son solo creaciones artísticas, sino son algo más.

    Por eso no todas las creaciones literarias son mitos psicológicos, aunque muchas de ellas lo son porque han surgido a sus creadores desde su psicología profunda, y han tenido éxito, porque han “resonado” en el interior de la psicología profunda del lector.

    ¿Entonces las experiencias “místicas”, son autosugestión? ¿O hay una realidad misteriosa detrás?. Lo que es un hecho es que su manifestación y fenomenología es psicológica arquetípica inconsciente.

    Pero eso no excluye que responda a una presencia misteriosa oculta. No olvidemos que la “gracia” actúa según la naturaleza, o sea casi siempre no actúa sobrenaturalmente, que es un concepto que tiende a estar obsoleto en estos tiempos, y que habría que intentar eliminar, si se puede.

    Pero entonces, ¿existe o no, la realidad misteriosa que actúa en nuestra mente, mediante una “influencia espiritual”?. No se sabe. Por eso se necesita fe, que es una confianza en nuestra intuición personal.

    Lo que sí sabemos, es que en la mayor parte de los mitos clásicos, una vez despojados de la hojarasca cultural y literaria, su enseñanza, su idea central, suelen ser ideas sabias, que se van adaptando muy bien con lo que vamos sabiendo últimamente. Aunque claro, cuando entramos en los terrenos de la interpretación, la subjetividad reina.

     

    Para no alargarme más aún, por ahora, un apunte sobre el Misterio-Absoluto. Misterio es todo lo que no conocemos. Y dentro de todo ese campo, habrá (quizás), Algo absoluto, pero también existe mucho Misterio del Cosmos o Universo.

    No todo Misterio es Absoluto. Más aún, el Misterio Absoluto por definición es incognoscible y no sabemos, ni si existe. Por eso, de ese Dios de los filósofos, neoplatónico, deberíamos prescindir, y dedicarnos al Misterio cercano, al que podremos conocer paulatinamente con el tiempo. Y ese es el que nos puede, (quizás), influir.

    El cristianismo, al poner a Jesús-humano como intermediario (del Padre, que tampoco tiene pinta de Absoluto), y protagonista religioso, nos evita ese concepto del Misterio-Absoluto, que tanto nos distorsiona el razonamiento.

    Lo que pasa es que la interpretación trinitaria del Dios neoplatónico absoluto, nos ha vuelto a llevar al lío. A mí me gusta más el cristianismo como religión de humanos, para humanos, y en donde todos sus integrantes son humanos, y donde nos jugamos el futuro de la Humanidad.

    Y el Padre-No humano, a lo mejor tiene brazos y piernas también, (lo que no sabemos cuántos dedos tiene en cada mano). Pero algún día lo sabremos.

     

    (Perdón por el rollo al que no le interesen estos temas).

  • Jorge

    La catequesis tiene problemas no solo por su contenido que hoy resulta obsoleto, también hay problema si se entiende como adoctrinamiento, que se agrava cuando son niños y niñas sin plena capacidad de discernimiento. Considero catequesis como el proceso de trasmisión de la fe religiosa de los que la tienen y practican a las personas que quieran recibirla. Por tanto, necesariamente tiene que adaptarse a las condiciones capacidades y circunstancias de las personas que la reciben. No es lo mismo la docencia de una materia como Matemática, Ciencia, Historia, Literatura, … regladas en los planes de enseñanza que la catequesis, porque no es “cultura religiosa” (¡ojalá, se pudiese incluir ésta en ellos! demasiados problemas que resolver), sino que se trata de trasmitir una fe, con lo cual requiere necesariamente la colaboración del que la recibe y que quiera hacerlo por las razones que sean. La obligación de la catequesis que con demasiada frecuencia sufren infantes y jóvenes, impuesta por sus padres, contradice el sentido de la misma. No puede trasmitirse una fe religiosa contra la libertad y voluntad de las personas, y menos cuando éstas aún no tienen una capacidad desarrollada de tomar sus propias decisiones.

    Esto me ha venido por lo del “amigo invisible”. Mi nieto con 7 años, que va a clase de religión en un centro no confesional religioso, me dijo algo muy parecido: que no podía creer en Dios ni ser “amigo” de alguien con quien no podía hablar ni puede ver. Me cogió por sorpresa esta cuestión sencilla y básica después de tantos años dedicado a estudiar y escribir sobre mi fe, resulta que tengo problemas para explicarla a un niño de forma que pueda entenderla. Tengo una mente complicada. Mi hijo, al estar al tanto de mi libro, ante las preguntas de su hijo me dijo que si podía prepararle un resumen sencillo de mi fe religiosa para poder contestarle. Es difícil, no lo he conseguido, quizás porque no lo he trabajado suficiente, cada vez que lo intento las cosas se me complican y lo tengo que tirar a la papelera.

    Con lo del “amigo invisible” ¿pretendes Isidoro suprimir la posibilidad de la oración particular y comunitaria, y de paso los sacramentos? Es verdad que las formas de oración hay que cambiarlas en nuestro contexto actual tan diferente al pasado, pero cambiarla no significa suprimirla. La oración se fundamenta en la fe en un Dios personal, un Dios entendido como persona. Y persona significa que puede comunicarse y dialogar con otras personas, tal como lo hacemos entre nosotros. Por tanto, es plausible que pueda haber un diálogo abierto entre personas, aunque una de ellas sea Dios. La pregunta inmediata es el cómo puede suceder ese diálogo, pues es evidente que a Dios nadie lo ha visto ni resulta fácil escucharle de modo válido para todos. La respuesta común es que ese diálogo se da en el orden espiritual. Y algo de esta comunicación espiritual he leído en tus comentarios, sólo que sustituyes a Dios por transhumanos, quiero decir, humanos muy evolucionados que se comunican de alguna forma “telepática” con los humanos anteriores (nosotros) para dirigirlos hacia ellos. Pues de forma semejante, me parece plausible que los humanos de la Plenitud puedan comunicarse con nosotros y nosotros con ellos. Tú la llamas comunicación espiritual y a mí este término espiritual no me gusta, prefiero no especificarla, para evitar confusiones que llevan a una antropología que no comparto. No alcanzo a descifrar la técnica o el medio que utilizarán para ello, pero me parece plausible que suceda. Y es que orar para mí significa ir haciéndome cada vez más consciente de mi relación con la Plenitud, saber hacia dónde dirigirme y adquirir cada vez mayor fuerza para seguir en esa ruta. Y es que esos humanos tan evolucionados que han conseguido vivir en las condiciones de Plenitud o Reino, creo que forman parte de Dios al pensar a Dios como Absoluto y Plenitud Humana, lo cual abre el acceso para toda la humanidad al Misterio-Trascendente-Absoluto-Eterno.
     

  • M.Luisa

    ¿Religión y religación, son términos sinonimos? yo diría que no, tampoco RELIGACIÓN  tiene nada que ver con relación ni con vinculación.

    http://www.tendencias21.net/La-religacion-es-mas-fuerte-que-la-religion-sugiere-el-pensamiento-de-Xavier-Zubiri_a33352.html

  • Jorge

    Hola Isidoro
    He tardado en pensarme tu comentario porque es verdad lo que dices que la renovación de la catequesis es urgente y necesaria, puesto que está planteada desde una cosmovisión que no es la nuestra y choca frontalmente con la Ciencia. Sobre todo, por lo que dices el relato cósmico, es decir, lo que sabemos hoy de la Realidad Física, del origen y evolución del Universo y la posición de nuestra especie en él, de una parte, y de otra, la explosión de las Neurociencias en los últimos decenios con los avances del conocimiento de la mente-cerebro.

    Pero no comparto contigo que las iglesias deban reconvertirse en gabinetes psicológicos, o en institutos culturales para el desarrollo armónico de los individuos con el objetivo de formar una sociedad ideal y justa. Sin duda diría que las iglesias tienen la obligación de colaborar y participar en estos objetivos, pero no caracterizan lo singular de las iglesias, cuya función es la de dar un vehículo de expresión a la religiosidad de las personas, que quieran hacerlo en el modo en el que ellas proponen.

    Y es que religiosidad no es lo mismo que espiritualidad. Religión como sabes viene de religar, es decir, de la relación de los seres humanos con Dios, por supuesto entre los que quieran y estén dispuestos a hacerlo. Espiritualidad proviene de la capacidad humana para sumergirnos en el Misterio, me refiero a eso que hablas de una zona oscura de misterio, que en mi opinión continuará siendo misterio por mucho conocimiento que acumulemos, pues creo que Misterio-Absoluto y Realidad Física no pueden identificarse entre sí, son distintos. La espiritualidad es una capacidad “natural”, pues cuando la practicamos se activan un conjunto de neuronas específicas, especializadas en esa función, y cuanto más practiquemos mayor número de neuronas se implican en ello y el área cerebral correspondiente crece. Por ello algunas personas muestran una gran espiritualidad, mientras que en otras es difícil detectarla dado que le han dedicado poca atención.

    Identificar el Misterio-Absoluto con Dios, lleva a confundir religiosidad con espiritualidad. Esto que tienen muy claro ciertos agnósticos y ateos que tienen un alto nivel de espiritualidad, no está tan claro para los teístas que los identifican, con lo cual les lleva a mezclar religiosidad con espiritualidad, como si fuese la misma cosa y no lo es. Misterio-Absoluto y Dios tienen origen, sentido y contenidos diferentes. Mientras que el Misterio-Absoluto proviene de la Filosofía y de experiencias personales, Dios proviene del esfuerzo humano por darle contenido y accesibilidad al Misterio-Absoluto realizado a lo largo de la historia de los pueblos y sus diversas culturas religiosas. Si el conocimiento de nosotros mismos y de nuestro entorno ha cambiado drásticamente, es evidente que las ideas sobre Dios del pasado han quedado obsoletas, por tanto, lo que procede es rechazar ese Dios obsoleto que ya no nos sirve. Podemos quedarnos así sin Dios, o bien adaptar la idea o contenido de Dios a nuestro presente. Si tenemos éxito, pues podemos añadir a la espiritualidad la religiosidad, es decir, abrir nuevamente la accesibilidad al Misterio mediante un contenido de Dios que nos sirva. Yo no quiero renunciar a ello, quiero mantener mi esperanza.

     
    Como sabes, por mi insistencia, para mí el contenido de Dios que me sirve es el de la Plenitud Humana, y de él deriva mi religiosidad.

  • Isidoro García

    Yo tengo una teoría que me es cómoda y aclaradora, (aunque no sé si es cierta del todo). Y es que hemos pasado, (desde poco más de 50 años), a un estado del conocimiento, en el que ya podemos entender las cosas por nuestra cuenta, aunque no sin esfuerzo.

    Anteriormente, no era así,  y muchas cosas necesitábamos creer en ellas, pues no eran accesibles a nuestro conocimiento directo por el deficiente conocimiento de la realidad que teníamos.

    Por eso era una era de la religión, (de la fe y la especulación sobre lo creído), y nos creábamos una especie de “amigo invisible”, con el hablábamos, consolábamos nuestros miedos y frustraciones personales, y además disponíamos de una especie de teléfonos directo con “Él”, que eran unos ritos comunales sacramentales.

    Qué era y qué papel tenía en la historia ese “amigo invisible”, nos lo enseñaban en el relato dogmático, que se enseñaba en la catequesis.

    Pero hemos pegado el “estirón”, y los pantaloncitos de niño, se nos están deshaciendo a trozos, amenazando con dejarnos con el culo al aire. Decía San Pablo, (cuya festividad es inminente), que cuando somos niños hablamos como niños, pero cuando somos mayores, hablamos como mayores.

    Él con la “gnosis” particular de sus revelaciones, experimentó esa madurez de lenguaje respecto a los judíos clásicos de su época. Hoy lo hubiese gritado mil veces más alto.

    En un mundo moderno, culto e intelectual, todo cambia y ya no se sostiene la religión “popular”, y tradicional.

    Lezek Kolakowski, en su libro “Cristianos sin Iglesia” opinaba que “la libertad y la razón llevadas al límite no permiten la religación del individuo a una comunidad con autoridad significativa para y sobre  la propia conciencia”.

    Y que el humano “que sabe” comprende “que el acceso al Absoluto desde la imaginación que proporciona la fe, es valioso sólo hasta el momento en que es sucedido por el acceso al concepto proporcionado por la filosofía (Hegel)”, (y proporcionado hoy por la ciencia moderna, añado yo).

    Ahora, sabemos muchas más cosas. Ciento cincuenta años de psicología, nos han permitido un conocimiento de la mente humana, extraordinario. (Y la explosión de la neurología junto con la superpotencia informática, prometen llevarnos rápidamente a un conocimiento futuro total del ser humano y de todo).

    Ahora estamos empezando a vislumbrar que la espiritualidad, tiene sus raíces en programas neurológicos comportamentales heredados genéticamente con toda la información que necesitamos para ser seres humanos, (tanto para lo mejor como para lo peor).

    Y empezamos a ver que la espiritualidad no es asunto de Iglesias y párrocos, sino asunto de psicólogos sabios. Ya comenté hace tiempo que cuando leí “El hombre autorrealizado” de Maslow, (que murió en 1970), descubrí más un libro de espiritualidad laica que de psicología.

    Y Roberto Assagioli, (que murió en 1974), igual. Dice: “El desarrollo espiritual es un arduo y largo viaje, una aventura a través de territorios extraños llenos de sorpresas, alegrías y belleza, dificultades y también peligros. 

    Implica el despertar de potencialidades hasta entonces dormidas, la apertura de la consciencia a nuevos campos, una drástica transformación de los elementos “normales” de la personalidad, y un funcionamiento conforme a una nueva dimensión.

         El mayor desarrollo y complejidad de la personalidad del ser humano actual y su mente cada vez más crítica, han hecho que el desarrollo espiritual sea más rico, más gratificante, pero también lo ha convertido en un proceso más difícil y complicado”.

    Por eso, pienso que 1960/70 es la fecha gozne de la nueva época final de la humanidad, en la que empezamos a “saber”.

    Total que las Iglesias, para adaptarse a los nuevos tiempos deben hacer dos cosas:

    La primera, reconvertirse en institutos culturales, favorecedores de la maduración psicológica y la autorrealización personal de sus integrantes. Con un potente equipo psicológico de formación y apoyo psicológico, en cada parroquia.

    La segunda, tienen que renovar el relato cósmico que sitúa a la humanidad en el Universo. Y para ello los cristianos concretamente, deben dejar abierto el estatus cósmico de Jesús, (su auténtico papel en el Universo), a las opiniones diversas de cada persona, al igual que pasa con la naturaleza exacta de la hipotética influencia directa del Espíritu, sobre los humanos.

    Ambos temas todavía están en una zona ciega de penumbra y de misterio, hasta que se conozca un día toda la realidad que será la que sea.

    Este segundo elemento “religioso” del nuevo relato, no entorpece el objetivo principal del humano de desarrollarse armoniosamente, y de formar así una sociedad ideal y justa. Será un complemento para las personas que sientan curiosidad sobre esos temas “esotéricos”.

  • Jorge

    Hola
    Hace ya muchos meses que no participo en Atrio. He estado muy ocupado en la publicación de mi libro, (“Inclinar la Balanza”), comentarios posteriores y asuntos personales, que me han dejado fuera de juego. Ya más despejado y sereno espero retomar en adelante los diálogos en Atrio, pues no sólo desde hace bastantes años disfruto haciéndolo, sino que además me interpelan y me hacen ejercitar las neuronas que siempre viene bien.

    Comento: me parece que al tratar de explicar el centro de la fe cristiana, (encarnación-resurrección de Jesús) no podemos ocultarla en una nube de misterio, ni tampoco enmarcarla en un problema de lenguaje, metafórico o simbólico. Si queremos decir algo con sentido de Jesús no me basta decir que Jesús es metáfora o símbolo de Dios. Y es que expresado así la fe se diluye en un pensamiento débil. Mi vida está centrada en Jesús, en su seguimiento, en el Reino que él inició y promueve, y para ello reclamo un pensamiento fuerte, ontológico. Por mi fe afirmo que Jesús “ES” Dios, Dios con nosotros, Dios encarnado-humanizado, lo humano en plenitud, no como principio metafísico ni mítico, sino concretado, manifestado y explicitado en un hombre, Jesús de Nazaret.

     
    ¿Cómo puede ser eso posible? De poco me sirven las especulaciones filosóficas helenísticas-bizantinas, ni las escolásticas de T. de Aquino y seguidores posteriores, ni me resulta válido referirlo a un problema de lenguaje, ni tampoco me sirven los espiritualismos más actualizados (como la rocambolesca espiritualidad cósmica o cuántica), mi formación científica y mi opción por el materialismo cientificista me lo impiden. Pero, ¿acaso la Ciencia puede negar que lo humano pueda darse en plenitud? Al pensar la Plenitud Humana en Dios, como componente constitutivo de sí mismo por la humanización de Dios, estamos diciendo que Jesús no solo es el hombre en plenitud sino también divino. Jesús ES Dios con nosotros en la forma y modo en el que puede darse, sin alterar para nada la Naturaleza, sin magias ni milagros que contradicen sus leyes.

  • ana rodrigo

     
    Josela, formulas la pregunta del porqué hay tan poca participación en comentar esta propuesta de Sunyol, y yo creo que tú mismo das la respuesta: la dificultad de hacer el encaje entre lo dicho y lo que se dice, entre lo que pensamos y callamos… ¿Justifica e, MISTERIO la ignorancia o la aceptación a ciegas?
     
    Es difícil el encaje, sólo hace falta ponernos en la celebración de la Navidad, los villancicos, la adoración al siempre Niño Jesús, pasando por las maravillas y milagros de Jesús- Dios con sus milagros inauditos en su vida pública, para llegar a la cruz y sobre todo la resurrección como fundamento de nuestra fe.
     
    Inmersos durante toda una vida en una Iglesia-Institución y una religión sociológica, para mí, que llevo años haciendo “arqueología” de mis creencias, no me resulta fácil hacer un comentario en el que yo pueda aportar algo a la metamorfosis socio-religiosa cristiana que la sociedad está experimentando y a la resistencia de cuestionarnos todo desde el principio.
     
    Como diría alguien ¿entonces no es verdad que Jesús sea Dios y hombre a la vez? Y el credo niceno constatinopolitano ¿dónde queda? ¿Por qué la religión se ha explicado de forma que se haya hecho inasequible a la comprensión humana, ni siquiera en sus mentes más preclaras?. ¿Sólo¡¡misterio!!? ¿Debemos conformarnos con el misterio?
     
    Si las religiones han existido en todas las culturas, siempre envueltas en misterio, si ahora estamos en una sociedad racionalista-inconformista, como se trata en el post de Arregui, ¿tendremos que romper ya el cascarón de la fe en creencias, en el mejor de los casos, obsoletas, y abrir nuevas perspectivas de espiritualidad? ¿Espiritualidad religiosa? ¿Espiritualidad general?
    Sigo diciendo que estas reflexiones me son muy útiles.

     

  • josela

    El problema que se presenta para muchos será cómo hacer el encaje entre lo que se dijo o  se quiso decir y entre lo que se ha dicho y se dice..y lo que se piensa y repiensa entre medias….cómo  hacer la conjunción interplanetaria….entre lo que se dice oficialmente y lo que se piensa informalmente…Y que no sé si en el mejor de los casos o en el peor, muchos optan  por callarse,….¿ para ” no meneallo”, será? La no mucha participación en estos comentarios  ¿ no será un signo de todo ello?.   “Todo es interpretación de interpretaciones y todo es interpretación” decía S. Juan Crisóstomo….De todos modos, no estará mal recordar que nuestro lenguaje es siempre analógico…y que el misterio continúa siendo misterio.¡¡

  • Gonzalo Haya

     
    Sunyol ha realizado un estudio serio de este tema fundamental del cristianismo, basándose en teólogos protestantes y católicos, como Hick, Haight, y Dunn. Yo añadiría el amplio estudio de Moingt en “El hombre que venía de Dios”, que analiza tanto los datos bíblicos como el proceso de formulación del dogma cristiano. Las conclusiones de todo este análisis quedan expresadas en forma más comprensible en “La metáfora del Dios encarnado”, que interpreta la formulación del dogma como resultado de la transformación del lenguaje simbólico oriental en lenguaje ontológico griego.