Una deliciosa historieta más de Gonzalo. Siempre recordaré aquella de cuando el culo de Dios no les dejaba espacio a los humanos para ponerse de pie y progresar. Pero esta, tan naíf como aquella, ¡es de la Biblia! ¡Palabra de Dios! En todo caso, de un Dios entrañable, con sentido del humor. AD.
Invito a leer un simpático cuentecito del Antiguo Testamento que, con una fina ironía teológica, nos da una imagen de Dios que muchos cristianos actuales todavía no han descubierto.
Es un cuentecito, dos páginas, que desarrolla la historieta de un profeta al que Dios envía a Nínive con tremendas amenazas si no se arrepienten de su inmoralidad. El profeta huye hacia el otro extremo del mundo para evitar esta ingrata tarea. En su travesía surge una tormenta, castigo de Dios por su desobediencia, y es arrojado al mar; se lo engulle un enorme pez, reza a Dios, y el pez lo devuelve a la playa. Ahora sí; va a Nínive (capital del Imperio asirio, enemigo tradicional de Israel y símbolo de crueldad y opresión), predica su amenaza, y Nínive se convierte desde el rey hasta el último habitante. Dios los perdona, el profeta se siente estafado, y Dios baja para apaciguarlo. Un cuentecito, conscientemente increíble como historia, pero literariamente excelente como apólogo. (He aquí el texto completo en la Biblia para quien no la tenga a mano).
Es contracultural. Parece que se escribió hacia el siglo V ó IV antes de Cristo, después de la vuelta de los cautivos de Babilonia, cuando Esdras y Nehemías habían impuesto una campaña para cimentar el nacionalismo judío entorno al Dios de Israel. Con este fin reescribieron la Torá y, para apartar a los judíos de los gentiles, exigieron el cumplimiento del descanso sabático y de los alimentos impuros, y expulsaronn a las mujeres cananeas que se habían casado con los judíos. Contra este nacionalismo religioso, el profeta presenta a un Dios que ama también a los gentiles.
Es irónico. El profeta huye de Dios, se embarca hacia Tartesos (España) en dirección contraria a Nínive (Irak actual). Teme que va a arriesgarse en un país enemigo, para que luego Dios perdone a los malos, y su profecía no se cumpla. ¿Orgullo profesional herido? En aquellos tiempos existía la profesión de profetas, a los que se pagaba como a los videntes actuales, y ni el pueblo ni los reyes sabían distinguir entre los profesionales y los enviados por Dios. Nuestro profeta se enfada, Dios (al que ni siquiera los profetas podían mirar directamente) conversa aquí amigablemente con él tratando, con poco éxito, de calmarlo; pero Jonás le replica justificando su enfado: ¡Claro que me enfado! Y mortalmente.
Es profundamente teológico. No porque los evangelistas relacionaran la resurrección de Jesús con el episodio de la ballena, sino porque sabe que el Dios de Israel no es un Dios nacionalista, es el Dios de todos los pueblos, y no sólo para castigarles sino para amarlos, para compadecerse de sus sufrimientos. No es un Dios que premia a los buenos y castiga a los malos, sino que ama a los buenos y a los malos.
Yo sabía que eres un Dios compasivo y clemente, lento para enojarte y de gran misericordia; yo sabía que te arrepientes de las amenazas.
El enfado del profeta no es sólo por su desprestigio; deja ver un cierto resentimiento por ese amor que Dios muestra por unos gentiles, que además están ignorando los mandamientos que el pueblo de Dios trata de observar a regañadientes. También los cristianos sabemos de estos resentimientos al condenar tajantemente a los malos que no cumplen los mandamientos. ¿Creemos que Dios ama y perdona a Boko Haram?
La teología de este profeta anticipa lo que más tarde mostrará Jesús en la parábola de la oveja perdida, la del jornalero de la última hora que cobra igual que los que echaron la jornada completa, y la del hermano mayor enfadado por el recibimiento del padre al hijo pródigo. Es irónico hasta el final:
Entonces le dijo el Señor. Tú te apiadas de un arbolito que no has plantado… ¿No voy yo a compadecerme de Nínive, esa gran ciudad en la que viven más de ciento vente mil ignorantes y en la que hay mucho ganado?
Ah! lo siento Román, por falta de dedicación este fin de semana me aventuré en leer sólo la última intervención, ¡un saludo y mil disculpas!.
Sí, te entiendo perfectamente, M. Luisa. Pero necesitamos una aclaración.
La cosa tuvo si inicio a raíz de mi comentario del 31/6 22.58 hora donde yo decía que hemos despojado a la fe de todo su poder transformador.
George, fiel a los detalles, en el suyo de 1/6 3.12 am hora lo retoma achacándolo al protestantismo, aunque luego matiza en otro de 1/6 de las 15.19 hora
Isidoro en “como se transforma uno” el 1/6 a las 16.22 especula en otro contexto separado ya de la Revelación (¿Filosofa?, ¿Hace ciencia?)
Comprenderás entonces que yo me haya mantenido fiel a mi línea en explicación del texto de Jonás, pero de lo que hablas ya no es mi tema que quedó atrás sino un análisis desde la filosofía /en la laicidad/ de lo ya dicho por otros, que no soy yo.
Mi planteamiento anterior no niega que en su conclusión reconozcamos elementos de consideración religiosa es decir a posteriori, pero lo que no podemos hacer con la mirada puesta al fenómeno de la laicidad, concedérsela de partida porque esto indicaría que no habríamos aprendido nada de la experiencia.
Mi planteamiento anterior en su correcta interpretación no da lugar a la pregunta ¿Jugamos entonces con nuestras cartas, o permitimos que Dios “oriente” y “distribuya” el juego?
Justamente aquí radica el problema! Hasta ahora el juego ha consistido en que esta orientación y distribución ha sido mediada, manipulada, y esto precisamente como consecuencia de la suplantación de aquellas ideas antes mencionadas con respecto a la naturaleza humana las cuales dan paso a hablar de transformación o de realización. En el primer caso no hace falta profundizar porque la transformación puede producirse por lo que ya como naturaleza “tenemos” (serían las cartas) en cambio si hablamos de realización habra sin duda que “profundizar” (ahí entra el sistematismo) en la realidad que somos.
¿Podríamos entender lo que es una realidad sobrevenida?
La Revelación de Dios para una persona cristiana entra dentro de esta categoría. Dios, quien toma la iniciativa propicia un encuentro con el ser humano.
¿Jugamos entonces con nuestras cartas, o permitimos que Dios “oriente” y “distribuya” el juego?
No nos transformamos, sino en el sentido en que es el mismo Dios quien nos transforma.
Jesús nos ofrece una vida “que viene de arriba”. ¿Tampoco se acepta?
Cada vez que proyectamos dioses en el cielo, nos proyectamos a nosotros mismos. Antes nos hacíamos imágenes de madera o de metal o de barro. Ya no es necesario, porque nos hemos endiosado.
No podemos preguntarnos cómo se transforma uno (luego se verá si se trata de transformación ) sin contar con nuestro entorno, es decir sin antes interactuar con él, por tanto será en esta relación cuando cabe pensar en la propia realización. Si nos quedamos con la primera idea ¿Cómo se transforma uno? Parece como que con lo que uno tiene le ha de bastar para dicha transformación, lo cual es un error. Si pensamos en términos de la propia realización y no tanto de transformación no por ello dejamos de admitir que partimos también de lo que uno tiene, tenemos, pero no le estamos dando ahí a ese tener categoría de principio sustancial sino de originación sistemática. Esta idea la he introducido aquí en innumerables ocasiones pero me sorprende que no se acabe de comprender. Hoy es de dominio común algo que hemos aprendido de la ciencia, a saber, que en la naturaleza se dan además de las propiedades que “tienen” las distinta realidades otras que surgen por la interacción entre ellas y que no cabe atribuir a ninguna en concreto, son las propiedades llamadas estructurales o emergente.
Por tanto en términos evangélicos o de cristianismo lo que toma preponderancia no es la salvación sino la propia realización.
Leo: «¿Cómo se transforma uno?»
Transformarse es difícil. Ser transformado es muy posible y frecuente, por ejemplo, por el mero paso del tiempo.
La «conversión» dejar de discernir qué es bueno o malo, aceptable o no, conveniente o, etc., según ciertos criterios y ser persuadido a utilizar otros y, en consecuencia, mirar a la vida, optar y actuar diferente, puede ser una forma de transformación, por ejemplo, debido a un maestro/a.
Estudiantes que dicen odiar la matemática, bajo la influencia de un maestro adecuado pueden llegar a amarlas.
Sobre si hay salvación o no «bienaventurado el que sepa que la hay» y más bienaventurado aún «quien espera que la haya, aunque no le conste», pero es bastante peculiar afirmar que algo no pueda ocurrir simplemente porque no se pueda comprobar o comprender.
Casi todo el mundo tiene un área de ignorancia, por eso se puede aprender. Desde luego esta regla tiene que tener excepciones y ha de haber, por lo tanto, quien lo sepa todo.
Algo que es posible es aprender cada día y permanecer abierto a ello mientras el cerebro funcione.
¿Cómo se transforma uno?. Esa es la cuestión del millón de dólares. Y esa es la clave de entender en un sentido o en otro, todas las referencias evangélicas a la “salvación”.
Una vez que se ha tomado, (el que lo pueda hacer), la opción por comprender que
– no hay ninguna salvación-condenación en juego, (que “Dios” no condena ni abandona a nadie), y
– que lo que nos jugamos es la maduración personal, el perfeccionamiento personal, (la tan deformada “santidad” personal), y
– que es lo mismo que los psiquiatras transpersonales y profundos, denominan la “individuación” o la “autorealización”, y
– los filósofos llaman en camino de la “sabiduría”,
– para contribuir de esa forma con nuestra sabiduría personal al gran proceso evolutivo de la especie humana, hacia un estadio evolutivo, en el que se consiga evitar el dolor y la miseria de todos nosotros los humanos,
– entonces la autorealización y maduración personal, se transforma en la gran labor ascética personal, cuya culminación nos debe llevar
– al sentimiento místico de unión y pertenencia con el Universo entero, y sus Leyes, de tal manera que caminaremos paralelos con todos los demás seres del Universo, que hayan realizado dicho proceso anteriormente, y en silencioso homenaje al ignoto “Dios” creador de dicho Universo, sus Leyes y todos nosotros.
– Jesús, para todos nosotros, será entonces un ejemplo del proceso a seguir, similar al del Buda y de otros. Todos estamos ante el mismo reto, lo que pasa es que hay algunos seres excepcionales que lo comprenden perfectamente, y lo realizan, y son por ello, modelos, ejemplos, testigos de que se puede hacer, y además
– Jesús, nos llama a que todos una vez realizado ese proceso, (aquí, o quizás en una misteriosa segunda prórroga de la vida), nos uniremos en una “comunidad universal de humanos realizados”.
Entonces, ¿la fe cambia y transforma?. ¿La fe “salva”?.
La controversia entre fe y obras es una falsa controversia, pues si la fe solo es la adhesión cultural y consciente a una serie de conceptos, por ser elementos de nuestra cultura social, y no profundiza esos conceptos, no los integra conciliando oposiciones y contradicciones, con nuestra mente global, (la verdadera alma humana), entonces esos conceptos culturales no tienen fuerza activa, no rigen en nuestra profundidad, son mera superestructura de cartón-piedra, que son flatus vocis: palabras en el viento.
La verdadera fe es una intuición poderosísima, surgida, labrada y forjada, en el duro atanor de nuestra mente, a base de duros golpes que logren la interconexión y resolución de nuestros opuestos, entre nuestra mente consciente, (nuestra cultura adquirida), y nuestra mente inconsciente, (nuestra sabiduría interna arquetipal, primitiva y ancestral = nuestra “alma”).
Esa es la fe, que actúa, que cura y que mueve montañas, no el simple recitado de un texto. Es una labor muy difícil de realizar y que dura toda una vida.
¡Hola Román! Leo: «Alguna explicación dará George»
No tenia intención de escribir más nada a este respecto pero aquí va la aclaración que supones que yo daría. Solo deseaba hacer notar, abundando sobre lo dicho, que la fe sola no tiene carácter o efecto transformador. Ninguna de las dos cosas. Aquello que transforma es la relación entre el Testigo de Jesús (al menos en parte movido por sus fe, es decir su esperanza confiada en el possible cumplimiento de las promesas de Jesús y no solo en la de la resurrección, que es la menor de todas) y el/la otra persona.
En virtud del círculo hermenéutico entrambas, por argüir una explicación válida para mí, esa misma relación enriquece la fe de la persona-testigo, si efectua el debido discernimiento de su parte, desde luego.
Además respetando tu opinion, no se trata de una atribución gratuita a Lutero y a los Bautistas: Es lo que ellos «creen». «Sola fides» es equivalente a «Sola Scriptura». No se trata tampoco de la «antigua trama católica» (sic), pienso que siga siendo actual y por otra parte, según el DRAE, «trama» fuera «3. f. Artificio, dolo, confabulación con que se perjudica a alguien» y al menos en mi caso esta si es una atribución gratuita. Tengo muy Buenos amigos luteranos o Bautistas y no tejería tramas contra ellos no importa lo que hagan otros católicos. No les percibo como enemigos.
Francisco no se cansa de insistir en la necesidad de no ser del tipo de creyente: «confiesan-pertenecen-cumplen-no demuestran en sus vidas su esperanza», que es un modo práctico de más o menos conscientemente creer que «decir que se tiene fe» (se sabe la doctrina) sea equivalente a tenerla y que con eso baste.
No ha sido muy afortunada la identificación que hace Santiago de “abstracción” con el pensamiento/racionamiento intelectual propio de quien se apoya en una doctrina.
La frase de Hans Küng a un medio francés que yo leí y anoté hace muchos años decía más en concreto que el cristianismo lo hemos convertido en una ideología y más que éso en una abstracción. Eran tiempos conciliares cuando la Iglesia plena gritaba que debíamos “encarnarnos” en las cosas de este mundo y los conservadores apelaban a “la sana doctrina” para oponerse a los cambios.
¿No está ocurriendo otro poco que en nombre de “la teología de la Iglesia” se ha levantado un frente contra Francisco? Todo ello a pesar de que Jesús ya nos advertía cómo “identificar” a un humano verdaderamente creyente en Él: “Por sus frutos los conoceréis”
No comprendo tampoco que para argumentar en contra se apele la antigua trama católica y antiprotestante de “la fe sin obras” ( además condenado por el Apóstol Pablo y por Santiago) atribuible gratuitamente a Lutero y a los Bautistas. Alguna explicación dará George, porque él medita bien las cosas, que a mí se me escapa.
1. Que la sola fe salve por su poder transformador fue el argumento que esgrimió Lutero y los Bautistas defienden a capa y espada. «Decir» Jesús es mi solo Señor, en frente de la Asamblea de los Confesores, es suficiente para salvar, según ellos, con tal de que en ese momento se crea que se dice sinceramente. Después, claro está, pecar cuanto más mejor, solo proclamará la misericordia de Dios.
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2. Abstraer para comprender es como pensar en círculos. Que Jesús nos instara a abstraer es realmente novedoso, aunque suena a terriblemente gnóstico. No le he descubierto aún a Jesús la veta filosófica, però cada día se puede aprender algo. Mi ignorancia, con pena confieso que sea enorme, lo cual paradójicamente puede ser Bueno: Me depara una frecuencia grande de alegría por el aprendizaje.
Siempre he creído que solo se puede abstraer repensando la noción que sea en los términos que ya se conocen, extrayendo algo que es congruente o coincide con aquello que ya se. Eso, en el mejor de los casos, obligaría al Espíritu Santo, a someterse a mi propio modo de pensar e eliminaría la posibilidad de que me sorprendiese, algo que para Ignacio, en sus Ejercicios era el objetivo del discernimiento y el mayor regalo espiritual.
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Realmente cada uno inventa su maquinaria.
No podemos solamente abstraer sino practicar la abstracción. Esta es necesaria para sintetizar y entender. Jesus en el Evangelio nos insta a las 2 cosas…Por eso el “creer en Mí” posee en si una dinámica interna pues yo creo en Jesus para hacer lo que El propone. La fe, según el Apóstol Santiago ha de ser “viva”
En el contraste variado que ofrece la Buena Nueva de Jesús la mejor parte está en María que escogió en oír lo que a ella le atraía,… que era Jesús y su mensaje que ella después pondría en práctica junto a su hermana Marta…porque el que ama a Jesús “guarda Sus mandamientos”…Jesús mismo le recomienda al jóven:”Guarda los mandamientos”…
La Iglesia sacramental es nuestro camino ordinario para la “praxis” de Cristo…porque Jesus es la vid y nosotros los sarmientos..Lo sacramental es la savia que nos mantiene vivos en la fe, la esperanza y la caridad..Todos los que han intentado salir de este camino querido por Cristo, se han alejado de este mensaje salvífico que nos hace vivir “la vida en Cristo”..Los sacramentos constituyen la fuerza diaria que necesitamos para proseguir en la praxis del amor que es la perseverancia en el bien referido a Dios y a nuestros hermanos tal y como lo concibió el mismo Cristo del Evangelio…ya que sin El “nada podemos hacer”
Un saludo cordial
Santiago Hernández
La ciudad de Nínive tiene el valor simbólico de un mundo ( una humanidad) perdido por la ausencia en su vidas de Dios. El génesis se construye sobre una humanidad dividida; los hijos de Dios viviendo en medio de los hijos de los hombres. Al parecer, los hijos de los hombres prosperan y construyen imperios, además se hacen sabios para sí mismos.
El Salterio ( libro de los salmos) la oración de las personas creyentes en Yahvé se anticipa para explicar que tienen que elegir de antemano entre dos caminos, no intelectualmente tan sólo, sino en la praxis de vida (salmo 1),pues Su ley es vida. La persona creyente es quien espera salvación en Dios (Salm.3,3)
No se acepta nuestro testimonio, porque “hemos hecho de nuestro cristianismo una abstracción” (Hans Küng dixit) y a la fe la hemos despojado de todo su poder transformador. Ya se escribió muy al principio del cristianismo “”por vuestra culpa el nombre de Dios es blasfemado en el mundo”. Otro tanto ocurre ahora. Pero muchos años antes, en el Nuevo Testamento ( 2ª Timoteo 3,5) ya nos advertía que la religión se convertiría en “una apariencia de piedad”, pero en la práctica renegaríamos de su eficacia. ¿No se está dando todo esto en nuestra Iglesia? El problema de Francisco no es que su clero, alto y bajo, vuelva a a la disciplina de una ordodoxia en la comprensión del Evangelio de Jesús, sino que su “praxis” evidencie “muy a las claras” (perdón por la redundancia) el poder del Evangelio., que en definitiva, será el poder, la “dynamis” de nuestra fe.
Amigo Isidoro: ¿Qué quieres que diga? Es cierto, me intriga cualquier cosa, me pica la curiosidad hasta por lo tonto. Eso nos pasa a los tontos. Agradece que no te ocurra lo mismo. La naturaleza te ha tratado mejor que a mí y lo celebro. Eso sí, no sufro por ello, más bien la paso entretenido.
Dicho sea de paso, he visto gente verde por trastornos hepáticos aunque no mucha, son casos raros, y debes saber que el verde de la bilis es cuestión de tonalidad. Y no los he visto en las tiras cómicas, hablo de hospicio, cuidados terminales.
Hacernos callar es difícil ya que somos los único seres capaces de pensar a Dios. No existiría esta prerrogativa si fuéramos simple biología. Pero somos espíritu en acción y no solo intuímos, también deducimos. Nuestro conocimiento no se limita a lo especulativo sino a lo conceptual y experimental…no solo es objetivo sino también subjetivo…es interno y externo..Nos escapamos de lo simplemente material..¿Por que nos vamos a reducir a lo concreto si podemos abstraer la realidad? ¿Por qué nos vamos a callar si la pregunta sobre Dios es universal y constante?
Por otro lado lo antropomorfo se define por “lo que tiene forma y apariencia humana” como los dioses de la mitología Grecoromana. Muy diferente al Dios de la Revelación.. En El reconocemos las características de la divinidad infinita muy diferente de la humanidad finita..Hablamos de un Dios trascendente y supremo..Pero para poder hablar. d e. Dios tenemos que usar el lenguaje humano que, aunque refleja la realidad, no podrá expresar total y cabalmente la divinidad que nunca podremos abarcar…De ahí que los místicos se quedaban “cortos” en las narraciones y descripciones de sus experiencias porque no encontraban la palabra “adecuada” para hacernos comprender lo que ellos sentían y entendían. Eso es lo inefable de la experiencia mística..pero no por eso Teresa y Juan De la Cruz callaron…Su FE trascendía hasta nosotros..
Todos los caminos pueden conducirnos hasta nuestro objeto final y última realidad que es Dios… Los filósofos griegos llegaron a Dios por la vía ascendente de la razón y los teócratas israelitas conocieron a El por la Revelación de la fe de “un solo Dios”..Del puro concepto se pasó al Dios que es inmanente a Su Creación que NO se separa de ésta un solo instante puesto que sin Su concurso todo colapsaría y volveríamos a la nada de donde todos salimos. Solamente El constituye el fundamento, equilibrio y estabilidad de todo el Universo en el que vinimos a existir. Por eso, si podemos tan siquiera vislumbrar tenuemente la tealidad divina, las palabras nunca estarán demás.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Si, sí,amigo-hermano Isidoro, hay individuos verdes.
Los he visto en los comics de Asterix, y en cada caso tiene sentido su color, y no parece que ni Goscinny, ni Uderzo fueran daltónicos.
¿Por qué crees que me produce escándalo el uso plural del nombre de mi Dios judeo-cristiano? ¿Estás seguro?
¿Qué tal tiempo hace?. Manzanas traigo.
Yo no he dicho que la divinidad sea o no sea antropomorfa, (“Otras personas no experimenten la misma limitación (mía de hacer afirmaciones antropomórficas)”. Yo digo, que si empezamos diciendo que no sabemos nada de Dios, no podemos decir que es algo absurdo decir que Dios no puede ser antropomorfo. (Y menos que es algo idólatra y falso).
Lo divino no es un concepto necesariamente incompatible de lo humano. Es algo como por ejemplo, los conceptos de lo verde y lo humano. ¿Nada verde puede ser humano? ¿Ningún humano puede ser verde?.
Sería un caso raro, pero un humano verde, (con piel verdosa), es posible que se dé o se haya dado en el pasado. De entrada el ser verdoso, no entraña incompatibilidad grave con lo humano.
Matemáticamente hablando, el conjunto de lo divino no es disjunto del conjunto de lo humano: puede haber zonas comunes a ambos.
Todo depende de que consideremos humano y de lo que consideremos divino. Humano parece que puede estar claro lo que es: perteneciente biológicamente a la especie “homo sapiens”.
Lo divino, es algo mucho más personal y subjetivo. Yo personalmente considero que podría ser todo ser inteligente, que ocupa un puesto de dirigencia y/o representatividad entre las diferentes especies inteligentes que existan en el Universo/Multiverso.
Amigo George: te intrigas por muy poco. Las especulaciones sobre “Dios” a lo largo dela historia son enormes. Yo que no he estudiado teología, ni filosofía, ni nada, solo he recogido unos pocos ejemplos.
Antonio Machado decía sabiamente: “Se puede hablar de la esencia del queso manchego, pero nunca de la de Dios…”.
Y Kierkegaard señalaba que “el principal trastorno que preside los tiempos modernos consistía en que ha sido eliminado, el abismo profundo y cualitativo que separa Dios del hombre. La suprema paradoja del pensamiento (religioso), consiste en querer descubrir algo que ni siquiera puede pensarse”.
El “Dios más allá de Dios” de Tillich, está muy alejado de la descripción humana y muy lejos de la comprensión del hombre. Continúa siendo un mysterium.
Para los cabalistas este Dios Absoluto es el “En-Sof”, el Infinito que no tiene referente simbólico porque es totalmente incognoscible.
Por eso el Dios religioso es totalmente ajeno al hipotético Dios-Primero. Incluso si suponemos que existe un Dios-Segundo, (el “Dios” supremo de nuestro Universo, el llamado “Gloria de Dios”, o “la Sabiduría”), para este, según aseguraba el teósofo Jacob Böhme, la Divinidad primera seguirá siendo para siempre el inalcanzable:
“Dios mismo, que es luz, ignora la Deidad de la que proviene, pues “la primera Deidad” no será nunca conocida, pues permanece ahí en sí mismo desconocido”.
Esta distinción entre el Dios-primero, (o Dios de los filósofos), y el Dios de las Religiones, es algo más viejo que la tos, lo que pasa es que a la I. C. le ha convenido seguir con el equívoco de asociar ese Dios-primero-inefable, con el Yhavé judío, y luego con el Padre trinitario. Todo es un dislate filosófico.
Empezando por la contradicción ontológica bíblica entre Yhavé, (singular), y Elohim, (plural). (¿A qué viene tanto escándalo con el uso del plural del dios judeo-cristiano, amigo Román?). Santo Tomás, lo dice claro: “No decimos el único Dios, porque la divinidad es común a varios” (S.T. 1,31).
En resumen: Sobre Dios, o prudentemente callamos y no decimos nada, o si inconscientemente, hablamos, cada uno dirá lo que buenamente le de su caletre, y todo es válido y absurdo, al mismo tiempo.
Nota: En la última línea de mi última entrada donde dice «oear» debiera decir «otear». Gracias.
¿Porque no parece posible antropomorfizar a la divinidad? Ante todo porque si la imaginación no tiene siempre los mismos límites, la realidad sí.
Otra causa aparece de inmediato ante los ojos: ¡Porque no es posible divinizar a lo «no divino»! Si lo divino fuera antropomorfizable, lo humano debiera poder ser divinizable y eso ya ha ocurrido en la historia de las idolatrías sin que diera buenos resultados.
¿Por qué no es posible divinizar lo tenido por «no-divino»? Porque precisamente no sabemos si lo no-divino es divino o no, a causa de nuestra limitación instrumental, de nuestra incapacidad para reconocerlo, el manido problema del «principio de incertidumbre» o de no saber qué atributos lo identificarían positivamente.
La alteridad es solo atribuible cuando es verificable, es decir, cuando y si se hace objetiva. «Lo divino» solo puede ser objeto de hipótesis, posibilidades en el mejor de los casos, pero no probabilidades.
No pudiendo explicar la posible causa no-humana, por ejemplo, del Universo —la misma incertidumbre aparece cuando nos planteamos de si se trata de uno varios universos— plantea la posibilidad (no verificable o demostrable) de que dicho «universo» tenga una causa «sin causa ella misma» y a ese trabalenguas causal le llamamos «divinidad creadora exnihilo».
Una situación peculiar se presenta con la tradición sobre la divinidad de Jesús que muy posiblemente sea una herencia paulina.
Los evangelios escritos surgieron cronológicamente después que Pablo ya estaba predicando y escribiendo y nunca hace mención de los evangelios por esa razón. En su mentalidad de hebreo-greco-romano parece necesario que rechazara la idea de que el «Hijo de Dios» o el «Divino» por causa de su poder, pudiera ser el emperador romano porque a éste le tenía por ser un sátrapa persecutor y genocida. En comparación, Jesús merecía mucho mejor y más ser tenido por digno de culto por su fama de «santidad». Comparativamente, la deidad anónima del areópago podía ser la divinidad sin rostro hebrea (la carencia de nombre es analogable a la carencia de rostro). En la posible mentalidad de Pablo, el Cristo de Dios que él identificaba en Jesús, podía dar rostro a ese Dios de los hebreos que no toleraba ni deseaba representación estatuaria o de ningún tipo y el auténtico «Hijo de Dios» podía ser el mesías del dios hebreo. Pablo no vio a Jesús resucitado a la misma hora y conjuntamente con los Once. De hecho, más nadie se ha atrevido a afirmar haber recibido una comisión personal y directa del resucitado después de Pablo y menos en ausencia de testigos. Saulo afirmó haber visto lo que vio y escuchado lo que escuchó, pero más nadie pudo atestiguarlo por él.
Con respecto a la posible divinidad de Jesús cabe, razonablemente, la «esperanza voluntaria», la opción de desear que en efecto Jesús haya sido la auto-revelación de la divinidad hebreo-cristiana (esa es la tradición en la que nací y de la que recibí la articulación de mis esperanzas y no deseo otras). No tengo que afirmarlas porque no puedo hacerlo definitivamente; esta mía es una esperanza confiada en que pueda realizarse. aunque no sé cómo, ni cuando, ni si, en efecto, es realizable la segunda venida de Jesús.
De ahí a hacer afirmaciones antropomórficas, presiento que haya una distancia grande o, mejor dicho, al menos para mí, una distancia insalvable. Puede que otras personas no experimenten la misma limitación y lo celebro. Por esto ciertas afirmaciones me intrigan, aunque ni les envidio ni me molestan: Solo eso, como puedo oear el horizonte, me intrigan.
Isidoro, nunca es tarde si la dicha es buena, porque ando tarde en contestarte. Gracias por tu comentario al mío y por tu atenta deferencia al apoyarme. No es raro pues que a pesar de nuestras diferencias de enfoque podamos dialogar y coincidir en la base. Así éste se enriquece y es constructivo.
La mejor postura pues es una apertura hacia todo lo que nos puede conducir a la verdad. Creo que ese “arraigo” de que habla S.W. es una señal universal de nuestro deseo infinito de trascender y no desaparecer en la nada, de donde salimos. Pero las hipótesis físico-matemáticas son tan solo una vía hacia la verdad y para elaborarlas necesitaron los que la formularon de la capacidad única de la razón, que no fue una autocración, sino un don gratuito DADO junto con la existencia. Tuvimos necesidad de una decisión previa para poder venir a existir en una imposibilidad estadística.
Si la oscuridad del misterio divino fuese total ni siquiera pudiéramos llegar a pensarlo como posible. Lo excluiríamos absolutamente, sin ninguna duda de su NO existencia. Sin embargo, nadie puede descartar su presencia. Y ante el misterio de un átomo que apenas podemos entender, NO callamos sino que exploramos su constitución cada vez más, PUES tampoco hemos de callarnos y hacer callar a los demás ante el misterio d e Dios ya que las preguntas de por que existe el Cosmos, porque existimos nosotros, por que comenzamos a existir y cuál es en realidad nuestro destino final NO son una entelequia, ni fantásticas, sino que son una diaria realidad y se suceden constantemente.
Por eso no es razonable enmudecer totalmente ante la posibilidad de que Dios sea amor personal. El Dios de los fiilósofos no fue más que una preparación para la Revelación máxima del Dios de la fe. Por eso razón y fe son complementarias porque ni la razón es suprema ni la fe puede ser absurda.La fe puede empezar a ser mera intuición pero como don se encargará de iluminar el intelecto para que éste pueda asentir a aceptar la verdad trascendente como cierta, ya que la gracia suficiente para llegar al misterio d e Dios se otorga a TODOS los seres humanos.
NO todo pues es oscuridad. Tenemos nuestra conciencia por la que concluímos que NO poseemos ni controlamos la vida que por tanto tampoco la poseemos “por si mismos” y que la felicidad y permanencia infinita no puede estar ni en nosotros ni en este mundo y que nos sentimos trascendentes, que la infinitud e incomprehensibilidad del Cosmos nos habla de algo que está sobre nuestras posibilidades humanas y por la inmanencia d e. Dios que decidió relacionarse con nosotros
Un saludo cordial
Santiago Hernández
En este tema de “Dios”, todo es posible, puesto que en principio no sabemos nada, no hay pruebas de nada, y todo lo que digamos o hagamos, está basado en nuestra subjetivización personal: una fe o creencia previa.
En matemáticas se distinguen muy bien, los postulados de los teoremas. Los postulados son afirmaciones que nos pueden parecer más o menos razonables, pero no tienen prueba determinante. Los teoremas, son afirmaciones que se deducen lógica y matemáticamente de los postulados previos. Serían la “teología” de las matemáticas.
Entonces, las matemáticas que llevaremos, corresponderán al postulado asumido inicialmente.
En Ciencia, cuando pretendemos estudiar un fenómeno totalmente desconocido, lo primero que se hace es elegir la hipótesis-inicial sobre la que estudiar el fenómeno, hipótesis que puede ir cambiando en el proceso.
Con Dios pasa lo mismo. En función del postulado-“Dios” que asumas, todo cambia.
¿Qué es “Dios”?. Se supone que es Algo/Alguien/Alguienes, no humano, de extraordinarias capacidades en cuanto a conocimientos y poder, (en relación con lo humano), y que supuestamente tiene interés en relacionarse con los humanos, y con los que se habría relacionado, directamente, (o a través de intermediarios), esporádicamente en la historia humana, sin que haya prueba fehaciente de ello.
Con lo que sabemos a ciencia cierta de “Dios”, la postura razonable del hombre sería el silencio agnóstico. Si no sabemos nada de nada de Dios, lo mejor es ignorar el tema hasta que tengamos algún indicio más significativo, o incluso una prueba.
Pero si decidimos adentrarnos en el terreno de la hipótesis, la especulación razonada y la intuición que “resuena”, entonces previamente debemos elegir el postulado-“Dios” que consideramos más razonable, o simplemente que nos “resuena” más.
Pero claro si elegimos un “Dios”-postulado ininteligible para el humano, luego, lógicamente deduciremos que todo es un disparate.
Decir que “Dios” es ininteligible, es una arbitrariedad personal más. Porque de Dios no sabemos ni si es ininteligible. (Si tengo oculto en un cajón “algo”, no puedo decir que lo que hay es algo que no voy a poder comprender. Puede ser una simple manzana, o puede ser una cuartilla escrita en un idioma que no entiendo). Por eso algunos lo representn con un paréntesis vacío = ( ) = la nada, no porque sea nada, sino porque no sabemos nada.
Y lo mismo pasa con decir que “Dios” no puede ser antropomorfo, y que todo Dios antropomorfo es idólatra y falso. Para ello deberíamos saber qué es Dios, y nadie lo sabe. ¿Si no lo conocemos, por qué no va a poder ser verde, o antropomorfo?.
Lo más que podemos decir es que las especulaciones y creencias personales sobre Dios, son más o menos “razonables” o creíbles”, PARA NOSOTROS. Pero en estos temas, de verdad, sabe igual el sabio que el ignorante: nada.
Hay un error muy clásico, y del que George, muy sabiamente nos advierte muchas veces, de pensar que lo que no comprendemos no es comprensible: No es comprensible PARA NOSOTROS.
En resumen. Si tú partes de entrada, de que Dios es incognoscible, cualquier cosa que digas de Él, es absurda o gratuita. Si uno elige una hipótesis-creencia, determinada, con un “Dios” con unas determinadas cualidades, entonces, dentro de ese marco teórico predeterminado, es razonable, dotarlo de una “lógica”.
La postura de hablar de “Dios”, pero de un Dios inefable, es un contrasentido en los términos, y además es una postura ventajista de situarse por encima de la melé: Yo no me voy a equivocar nunca, y todo lo que digan los demás es un contrasentido porque no sabemos a ciencia cierta nada.
Solo tiene sentido la crítica, cuando el creyente se olvida de que todo se trata de hipótesis, y pretende extralimitarse y confunde fe con conocimiento.
¿Por qué mucha gente damos ese alto epistemológico y nos atrevemos a asumir hipótesis arriesgadas?. Porque nos da un placer personal interno, de quizás “conectar” con un saber oculto en la profundidad de nuestra mente (fuente de las intuiciones).
Otros, no sienten esas intuiciones, y otros las sienten, pero no se atreven, a movilizar su imaginación para dotar dichas hipótesis de un sentido razonable. Como decía Marcel Proust: “A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear”.
Círculo vicioso del que se quiere, se pretende no salir.
Instalados en la doxa, rechazamos la epistéme.Es más cómodo y productivo.
Nos permite laburar cabalgando sobre nuestras propias ideas.
Pero algo ha cambiado en la historia de los humanos. Fue un hecho histórico que al mismo tiempo desgarró su curso…
La manifestación de Dios.
La teoría, las teorías, es, son hechos opinables, donde interviene la imaginación y el querer en forma de opciones. Se puede rebuscar fuera de nosotros, o en lo más íntimo del ser humano, y construir o construirnos fuera y dentro de nosotros mismos
Teorías que se sustentan sobre las personas o las cosas.
Las cosas se tornan manejables. ¡¡no responden!!
Cuando entramos en contacto con las personas, las teorías, la doxa, la opinión, se desvanecen para dar paso a lo relacional. Se ha convertido en un hecho de experiencia.
La iniciativa la ha tenido el Dios de Jesús.
¿Antropomorfismo?
¡Vamos a dejarnos de tonterías!
Me intrigan esas atribuciones porque hace mucho tiempo que insisto en que las antropomorfizaciones son idólatras y falsas.
Me alegra que hayas mencionado a la «Teologia de los Signos de los Tiempos». Leo lo que puedo de Sobrino y de otros de esa línea y he leído algunas cosas de Costadoat.
Ojalá que logres entrevistar al teólogo en cuestión y que escribas algo al respecto para Atrio. Conocer esta teología, que Ellacuría ya noviaba con ella y bien, aunque con malos resultados poara él, me hace a veces sentir deseos de seguir leyendo y nostalgia por mi juventud, aunque solo momentáneamente.
Intentando RESPONDER a George, si es que su PREGUNTA está en este #:
# “Me intriga extraordinariamente como se puede atribuir a la divinidad una lógica”-
………………..
A mí no me intriga, sino que me parece una inocente frivolidad!
Todos -dije y digo TODOS-, los dioses de los que se suele hablar, son “diocesitos/domesticados”; de “USO CASERO”, e.d., humano. Por eso se les puede atribuir alguna “lógica” (siempre y cuando se entienda que no es solo la “intelectual”). P.e. la hay lógica religiosa (rezar esperando diálogo y comprensión con-secuente).
………………………
En cambio el indubitable y permanente Dios con el que hay que tratar es, precisamente:
LA I-LOGICIDAD.
Se lo llama AZAR. Dios sin ROSTRO (no se lo puede “en-carar”)
Etc., etc.
Gracias, Isidoro por tu entrada. Desafortunadamente no puedo ver respuesta a mi pregunta y debe ser mi ceguera, no quiero decir que no hayas dado tu respuesta a ella, solo digo que no la veo.
Isidoro, me fascina esa pluralidad de dioses que hacen coro alrededor del Deus Absconditus tan propia de la New Age y a Jesús una vez situado como uno de esos dioses menores, hijo del demiurgo, otras veces como emanación secundaria,”hijo”, de alguno de ellos.
Entre la ceguera y la visión existe la tortura, calidad de “tuerto”, según un diccionario; desviación de lo recto, curvatura, oblicuidad, inclinación. Entonces el cerebro trabaja el doble para quedarse con lo que se cree sea la mitad de la realidad, o nó.
Pretendo hacer humor, no sé si lo he conseguido.(No tengo interés en ofender a quien sufra una minusvalía) Al fin y al cabo, Jonás es un cuento lleno de ironías.
Amigos, Santiago, (mi plena solidaridad contigo ante los ataques sufridos), y George:
Dice Santiago: “Es difícil, conocer la lógica divina y abarcar el resto de sus atributos”. Y dice George: “Me intriga extraordinariamente como se puede atribuir a la divinidad, cualquiera que la misma sea, una determinada lógica y menos la «lógica humana»”.
Explico mi atrevimiento. Yo en comentario antiguos ya he separado muy claramente, por una parte el “Dios” incógnito e incognoscible, exterior al Universo, del que me declaro agnóstico y como mucho deísta.
Y por otro lado el “Dios” o dioses del Universo, fruto del despliegue del Universo, y que sobre todo dispone de una naturaleza inteligente. Serían la “Inteligencia del Universo”. Y que podrían intervenir en mayor o menor grado en la historia y el devenir humanos, y ser el “Dios” de las religiones y concretamente, ser el “Padre” del que nos habla Jesús.
Si algo vamos conociendo del Universo, es que se rige por una serie de leyes y fuerzas universales, en todos y cada uno de los rincones del Universo. Todavía hay elementos del mismo que no conocemos, (materia y energía oscuras, y quizás otros aún desconocidos), pero paulatinamente los iremos descubriendo todos.
Y nosotros que ocupamos el peldaño más bajo de la inteligencia de dicho Universo, ya disponemos de los frutos del desarrollo y ejercicio de la inteligencia. La lógica y las matemáticas son unos de esos frutos. Dos más dos son cuatro, aquí y en Sebastopol. Y lo mismo sucede con temas más “abstractos y sutiles”.
Hace tiempo ya expliqué, mi hipótesis de que la Ley del Amor universal, o de la “simpatía universal”, son leyes del Universo, que rigen en todo su ámbito, y provienen del despliegue del mismo, desde el momento cero de su surgimiento.
Es una ley universal, que está contenida de forma latente, en el diseño primario del caldo inicial de energía e información, del inicio del Big Bang.
Luego se va manifestando en los diferentes niveles de despliegue y desarrollo del Universo, en forma de ley de la gravitación, de leyes electrostáticas de la materia, en leyes de la vida, mediante la sexualidad, y en el desarrollo de la conciencia grupal de los animales sociales.
Y hasta llegar al nivel humano, en el que existen unas leyes de “pertenencia”, y unas leyes que impulsan hacia una integración y superación entre nuestra naturaleza individual creativa, y la pertenencia a un grupo, que nos fecunda y nos cataliza, haciéndonos alcanzar un nivel superior de desarrollo de la inteligencia.
La filósofa-mística Simone Weil, intuía la necesidad intrínseca del hombre de sentirse encuadrado en una organización. Según ella “quizás la más importante necesidad del ser humano” sería la del arraigo: “Un ser humano tiene una raíz por su participación real, activa y natural en la existencia de una colectividad que conserva ciertos tesoros del pasado y ciertas premoniciones del futuro”.
Por mi creencia en esas leyes universales, que rigen en todos los elementos de dicho Universo, (incluídos la Inteligencia-“Dios”), puedo atreverme a hacer una cierta inferencia de la “lógica” de Dios. Y no es solo un capricho audaz, sino es para interpretar mejor muchas cosas de la religión, que se intuyen primero, pero a las que hay que dar forma y concretizar despues, para que nos sean de verdad útiles.
Amigo Román: Jonás es un cuento literario, ni siquiera tiene aspiraciones de crónica histórica, aunque hable de una ciudad concreta.
Por ello darle importancia a un detalle de la narración, (la conversión real de la población), para mí es secundario, algo que Hitchcock, utilizaba en sus tramas y llamaba un Macguffin (también MacGuffin, McGuffin o Maguffin). Es un elemento de la narración que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí, y solo se pone para hacer bulto o hacer redonda la narración.
La ciencia de la epistemología, o interpretación de los textos para la búsqueda del significado de los mismos, incluye el discernimiento suficiente, para dar a cada elemento su peso e importancia propios, y no liarse en cosas secundarias.
Para mí, la lección básica del cuento Jonás, es la naturaleza didáctica de las amenazas del padre-maestro a sus hijos-alumnos, que hace que al final el “profeta”, siempre queda mal, si no entendemos bien el tema. De ahí la negativa y huída de Jonás ante ese “papelón”. Y eso se aplica igualmente a las “amenazas” de Jesús, aunque muy posiblemente, él asumió voluntariamente dicho papel.
Dices que creer o no creer no es cosa de inteligencia, sino de apertura de corazón. Y yo creo que toda actividad mental humana es cosa de inteligencia. Nunca puede ser fruto de la renuncia voluntaria a utilizar la inteligencia, que es lo que es esa “sumisión” ovejuna a lo que mande el pastor.
La fe o no fe, es fruto, de dos factores internos, (y quizás de un tercer externo: la inspiración del “Espíritu”).
Estos factores internos, son por una parte la hipotética presencia dentro de nuestros programas arquetípicos profundos heredados de una pre-información latente, que resuena en nuestro interior, y quizás es el origen de unas fuertes intuiciones por los que una idea te atrae poderosamente, o no. (Es lo que Román llama “apertura del corazón”, -pero de nuestro corazón, no apertura al corazón del párroco o el Papa de turno).
El otro factor, es el uso intenso y cuidadoso de las cualidades de la inteligencia: el estudio y la imaginación. Decía un artículo de bricolaje en un periódico: “No hay terraza pequeña, hay poca imaginación”.
Cuando mediante el estudio y la imaginación, formulamos una hipótesis razonable de lo desconocido, si encima nos “resuena” en nuestra “sabiduría interna”, la creencia es algo que fluye naturalmente, y nos cuesta poco asumirla, (siempre como hipótesis).
El milagro de Jonás
Resulta verdaderamente extraordinario en Jonás la ausencia de milagros mientras que lo maravilloso fue el arrepentimiento general del pueblo a causa de su predicación. Oyeron y creyeron, y alejaron de ellos el castigo que les amenazaba.
“No hay mayor desgracia que ser ciego en Granada”, un verso arrancado de la lírica se ha convertido con los años en un lugar común, se ha universalizado como pasa con los refranes. Tan igual desgracia es tener la vista sana y no haber tenido la suerte de conocer Granada, o peor aún, las muestras de desinterés.
Ahora que eso de ver, ser ciego, tener ceguera, o “la sensibilidad de la mirada”, como indica JM Castillo en su última entrega a ATRIo e insertada hoy, digo, que tal parece que hemos recurrido a ese simil de la vista en nuestras líneas argumentales de comentaristas, se nos vuelve a presentar el tema de la fe como una iluminación, ¿de los ojos, o de la mente?
Adelanto , para no ser tramposo, que mi tesis de siempre consiste en explicar que creencia es creer “en” y que la fe que predicamos los humanos cristianos consiste, se fundamentalmente, en creer “a”, en un acto de confianza o sumisión total. ¿Que éso es fundamentalismo religioso? Para enjuiciar así habrá que hacer un juego de palabras. El fundamentalismo que se predica es otra forma de “creencia” y que prescinde de la experiencia, tiene la carga dogmática de toda ideología.
Jesús hablaba de Dios y nos lo mostraba como “Padre”, estimulando nuestra consciencia de ser hijos, un producto divino. ¿Que Jesús era el más religioso y bueno de los hombres y por tal cosa hablaba en esos términos? Entonces, tendríamos que añadir que Jesús fue el más engañado de los hombres. No podemos separar la bonhomía de Jesús, su aguda inteligencia y su calidad de maestro, de su íntima relación con lo divino.
Creer o no creer ya no es cuestión de inteligencia, sino de una apertura del corazón,
como los de Nínive.
Es difícil, Isidoro, conocer la lógica divina y abarcar el resto de sus atributos. Creo que solo podemos, con nuestra lógica humana, llegar a atisbar algo real de la relación que Dios ha querido establecer con nosotros revelándose en la estructura del Cosmos, por medio de la palabra humana profética y “últimamente” por medio del Hijo, de LA PALABRA de Jesús que es también la del Padre..
Me intriga extraordinariamente como se puede atribuir a la divinidad, cualquiera que la misma sea, una determinada lógica y menos la «lógica humana» generalización que propone que la lógica sea solo de una manera determinada para toda la raza humana. El número de seres humanos ilógicos que pueblo el planeta es inmenso y algunos como Trump llegan a posiciones peligrosas y conflictivas. Estoy seguro de que se trate de mi ignorancia o inferioridad intellectual, però me gustaría saber por qué caminos científicos se puede llegar a una afirmación tal. Al mismo tiempo, aclaro que vivo en la conformidad de nunca llegar a enterarme o a comprenderlo, a sufrir la intriga que este tema me trae.
La lección principal que se puede sacar de Jonás, es una relectura nueva de las palabras de Jesús.
Hay que entender la lógica del Dios, que inspira a su profeta, como lo haría un padre normal con un hijo suyo. Las palabras de un profeta, hay que interpretarlas en su supuesta intencionalidad originaria, no como una simple anticipación de acontecimientos futuros, sino como un claro intento de influir en nuestra moral y comportamiento.
Me explico. Cuando un padre/madre amenaza con pegar a su hijo si hace algo que no le es conveniente, no está anunciando ni comprometiéndose a llevar a cabo esa amenaza, sino que es una añagaza retórica y dialéctica, para realizar una labor didáctica y formativa en la mente de su hijo.
Siguiendo esta lógica, tan humana, (y no olvidemos que la lógica es el lenguaje de Dios), todas las amenazas de Jesús, respecto al juicio y castigo a los réprobos, y pecadores, (a todos nosotros), hay que considerarlas como un instrumento retórico, y didáctico. Sería algo así como cuando amenazamos a un perro con un periódico, y le damos en el hocico, con él, para que aprenda.
No es en absoluto una banalización de la misericordia de Dios, sino es más bien una correcta interpretación de sus palabras.
Román, coincido en la importancia de la Encarnación puesto que es la verdad clave para entender el misterio de Cristo, como Hijo de Dios, en relación a nuestra propia humanidad..La praxis y la transformación de una vida en Jesús es la consecuencia de su predicación ya que El fue la palabra viva de Dios…
Las preguntas que formula JM Castillo en el link que yo también leí, tienen respuestas adecuadas y no son difíciles de responder…La FE que predicó Jesús en su vida práctica y pública esta por encima de lo que es mera razón natural…ya que el mismo afirma su trascendencia como verdadero Hijo del “Padre”..Pero aún los Apóstoles tardaron en “creer” en Jesus resucitado y que no era un fantasma…Tuvieron después que recibir el “Espíritu Santo” en el día de Pentecostés para poder ser capaces de predicar abiertamente esta FE sobrenatural..
No se puede, equiparar, pues nuestra concepción y construcción humana, a la fe sobrenatural en Jesús de Nazaret que ES el verdadero “Hijo del Bendito”, el Alfa y Omega, el Principio y Fin, que se encuentra siempre con nosotros en nuestra humanidad pero que al mismo tiempo está por encima de nuestra efímera naturaleza biológica que solo pudo venir y sostenerse en la existencia, no por mero accidente, sino por una decisión del amor de Dios, en un misterioso designio que escapa a nuestra comprensión total..
No se puede restar importancia, como parece insinuar JM Castillo, a todo lo que está presente en esta FE primitiva de la Iglesia que siempre ha sido sobrenatural y que contiene verdades eternas y por tanto inmutables, aunque tengamos que expresarlas de diferente manera con el cambio de la historia a través de los siglos. Pero la Iglesia de Jesús, esta misma que ha predicado su esencia desde el siglo I, no está en vía de extinción como parecen insinuar algunos. La Iglesia universal no está circunscrita localmente al continente europeo donde la descristianización y deconstrucción de la Iglesia ha sido forzada por la falacia del progreso de “la cultura” moderna. Los templos católicos NO están vacíos en Africa, ni en USA, ni en la América Hispana, ni en otras partes del mundo donde Ella permanece viva, y crece. (En mi parroquia existen al año numerosas vocaciones y conversiones a la FE)
Podemos, pues, seguir hablando de Dios porque el Padre quiso revelarse a nosotros en la Antigua Ley y nos habló y nos habla en la Nueva Ley por medio del Hijo, de manera visible..No hace falta ser teólogo para saber que en un “momento” dado entró el mal en el mundo y que desde entonces es evidente su acción en él. La Historia de Israel NO es un mito. Los judíos vivieron y sobrevivieron en un continuo milagro. Es un pueblo y una tierra tan pequeña y su papel tan importante, que no es posible que todavía persista y menos como una nación rodeada y perseguida por tantos enemigos a través de los siglos..mucho menos ahora que quieren “desaparecerla” de la faz de la tierra…
Pero el sacrificio de Cristo, no es simplemente “un rito”…sino una inmolación viva y voluntaria que ofreció el mismo Hijo de acuerdo con el Padre para suplir nuestras deficiencias y salvarnos del mal para siempre. El sufrimiento solamente es permitido por Dios, pero “no querido”, en donde Dios no se regocija, y que solo permite en la libertad humana, para un bien mayor….Y si no creemos en la teología católica de la muerte, del estado intermedio de purificación post-mortem, y de que en realidad existe el infierno, entonces el mal tendría su triunfo final..Pero la teología católica que es evangélica nos dice que la muerte ha sido definitivamente vencida por Cristo..y que El es la única realidad y verdad final..para toda nuestra humanidad encarnada en Jesús de Nazaret
Un saludo cordial Santiago Hernández
Yo confieso que desde que conocí ATRIO descarté otros blocs, y no porque no fuesen interesantes, sino por falta de tiempo y/o porque también hay que leer otros cosas que no están en internet.
Se escribe mucho, a mí me gustaría leer más, pero el tiempo disponible es el que es. Por eso yo me centré en ATRIO, abrir otras ventanas me obligaría a alternativas que a las que no les voy a prestar atención. Así que me quedo con atrio aunque iviva sea hermana de atrio y me gustaría que hubiese escritos de teología explícita.
Siempre se afirmó que este portal era un encuentro entre lo “sagrado” y lo “profano” y cada cual elegía el tema o el enfoque desde su preferencia, el que alguien pensase que había exceso de teología tenía la opción de no leerlo. Este nuevo giro que da Antonio a atrio me ha sorprendido.
Sigo pensando que el subsodicho artículo de Castillo sería bienvenido por los y las lectoras de atrio, entre otras razones porque da muchas claves para poder entender eso de “lo sagrado”.
El que un artículo concreto, que trataba específicamente de la teología como ciencia o disciplina intelectual especializada, haya sido puesto en el blog de Iglesia Viva, no significa que Castillo vaya a desaparecer de ATRIO. La mayoría de sus comentarios tratan de temas concretos iluminados desde la fe cristiana o de la ética universal.
Me alegro de que muchos se manifiesten a favor de que incluso la teología y sus temas específicos sigan en Atrio. Lo de la noble ventanilla no es tal. Iviva.org desde luego no es ventanilla ni blog “mío”, aunque yo gestione su funcionamiento. Y ATRIO, que empezó siendo un blog privado, cada vez más lo veo desbordarme hacia algo comunitario y autogestionado. Y no renuncio a mi responsabilidad como moderador del grupo.
La ausencia repentina de JM Castillo en ATRIO no es un mero asunto de “acomodo” al pensamiento de la comunidad de comentaristas, porque ha sido y sigue siendo nuestro teólogo de cabecera con sus trabajos períodicos y tomándole el pulso a lo que pensamos y decimos un grupo significativo de católicos españoles, en la conformidad y en las discrepancias.
Leonardo Boff es nuestra conciencia ecologista y un interlocutor válido para conocer la realidad política de Brasil. José arregui, con su panteismo poético. Carlos F. Barberá incorporado más recientemente ( 2014) tocando asuntos muy puntuales en variados aspectos de nuestra religiosidad.
Y Gonzalo Haya que se mueve en el campo de la fenomenología religiosa, buscando lo que hay de común en cada ser humano de apertura hacia lo divino.
Enriquecen y configuran a ATRIO,pero todos ellos no llenan juntos lo que aporta JM Castillo, ni pueden llenar el vacío que deja su pensamiento ausente en nuestras páginas, la búsqueda inquietante de la pureza del Evangelio para que lo acepte y lo comprenda una mentalidad católica.
Sin él, es como si quisiéramos instalarnos definitivamente en la contracultura, que es algo otro y distinto de la heterodoxia.
Hola!
Leo de Antonio:
– “teolgía en ATRIO, a veces parecía que estorbaba… “-
Es cierto. Hay Cumpas quejosos. A mí no me “molesta”; la considero y la comento (pa’bien o pa’mal).
No había prestado ateención a que “iviva” tenía un blog comentable.
Hace poco me enteré que también lo tiene JMVidal. Y empecé a comentar tranqui tranqui (sobre todo apoyando al tocayo Oscar Fortín)
¡Habrá que ver si entro en “iviva”, que sobre este Art. de don Castillo ya comentó don Tostón.
……………….
A.D. tiene, entonces, 2 ventanillas para atender a su clientela.
Pienso que su “cuidado” de no-molestar es una delicadeza que no voy a molestar-la.
Sin embargo pienso que no le hará nada bien a ATRIO el des-cuidar uno de sus polos: el teo-lógico.
Pienso que los aludidos que se hayan “molestado” ´podrían caer en la cuenta de que “detrás y al origen” de ATRIO hay una persona con una larguísima y no declinada trayectoria “teológico-religiosa” que hay que prestarle atención prioritaria antes de ponerse “quejoso”.
Por otra parte, me parece que sobran la mitad de los dedos de una mano si habría que contarlos. Y anque fueran “muchos” no hay que tenerles “temor ni misericordia”; sí: toda la “comprensión” para no-hacerles-caso.
……………………..
P.e.: pudiera ser des-orientador que en ATRIO no se haya presentado ninguna mención al viaje de Pancho a Fátima.
Pero, en fin, como no es mi boliche, sino el de quien se lo tiene más que ganado ¡Sigo todavía! – Óscar.
Gracias, Ana ( y Antonio)
El calificativo de profeta “contracultural” para referirse a Jonás no pasa de ser un recurso literario del autor, porque este escrito, si realmente lo hubiese sido tal y como fue acuñado tal vocablo, no habría formado parte del “canon hebreo”.
Sin embargo, con referencia a nuestra fe cristiana, parece como si nos hayamos instalado en una contracultura que resulta algo muy distinto al riguroso examen ( a veces con muchísimo dolor) se ha venido haciendo de nuestra herencia cultural cristiana. Algunas personas han descubierto una llamita de fe en medio de tantos escombros, otras, como resultado de sus esfuerzos, han entendido que Dios y su revelación tal como nos había llegado por la tradición cultural o por el Magisterio de la Iglesia Católica, eran también una construcción humana, de cierto valor cultural, pero que “no religa” , y a lo sumo han visto en ello la validez de un antropomorfismo (La necesidad de Dios, pero disfrazado de nuestra proyección humana)
Pero no es el caso de José María Castillo. Sus estudios y su labor docente dentro del Magisterio de la Iglesia Católica, en una larga trayectoria de vida le ha llevado a replantearse “la teología”, algo que el común de la gente cristiana, como yo por ejemplo, no hemos tenido ninguna necesidad. Ël le ha buscado sentido a su fe, y por lo tanto darle un nuevo sentido a “su teología”, acercándose de una manera más limpia y desembarazada al Evangelio y ha encontrado que lo más importante de la teología cristiana es:
1.- La “encarnación de Dios en Jesús” (Dios como presupuesto previo, Jesús como revelador de Dios)
2.-El llamamiento de Jesús a “seguirle”, que se traduce en “la ejemplaridad de la vida y el proyecto de Jesús”, lo cual quiere decir que la fe cristiana es una “praxis”, y no el conjunto de doctrinas aprendidas; más bien el testimonio de una vida “transformada” por la acción del Nazareno.
A nuestro querido José María le parece sobrar todo lo demás, hasta Saulo de Tarso, y en ésto es donde más claramente se equivoca, pero es que Pablo ha sido sistemáticamente adulterado por la filosofía de los escolásticos.
Perdón, Antonio, no me di cuenta que habías puesto el enlace del artículo de Castillo.
Hola, querido Román, el artículo de Castillo se titula “El empobrecimiento de la teología” y lo tiene publicado en su bloc en Religión digital.
Esta vez el artículo de Castillo lo hemos publicado en iviva:
En adelante, para descargar ATRIO, los artículos más estrictamente teológicos los derivaremos al blog de Iglesia Viva. A no ser que se me pida más teolgía en ATRIO que a veces parecía que estorbaba…
¡Hola, ana1
¿podrias facilitar ese el título de ese trabajo de José María Castillo sobre el estancamiento de la teología?
Me gustaría leerlo, como todo lo que escribe.
No es un problema de antropomorfismo, que en algunas sensibilidades pueda existir, sino de situarnos ante un Dios personal, quien se ha comunicado/se comunica con el ser humano. ¿Va Castillo por ahí, o por lo que tú expresas?
Resulta curioso que sigamos hablando de Dios en sentido literalmente antropoformo: Dios habla, perdona, es misericordioso, hasta se enfada, elige a un pueblo sobre los demás, que se pone de parte de su pueblo, aunque en la batallas, luchas o guerras mueran los otros, los enemigos de Israel, que envía a su hijo a morir por nuestros pecados….
Mientras sigamos hablando de Dios como si fuese uno más de nosotros, perdón, como si fuese la culminación de nuestros mejores deseos y anhelos como humanos, como un humano, creo que hemos avanzado poco en teología.
Pepe Castillo acaba de escribir un magnífico artículo sobre el estancamiento de la teología. Aquí está el epicentro de nuestra fe, profundizar en qué clase de teología manejamos.
Y el Papa canonizando a dos niños como santos, ¿acaso hay algún niño o niña que no lo sea? Cuál fue su ejemplo de vida? Rezar el rosario, “ver” a la virgen? Pues eso, un millón de personas en Fátima y todo lo que le acompaña….
Hola Pili!
Te leo:
1- “Hemos perdido el norte”-
¡Tengamos un GPS actualizado!
2- “Ese es el problema de “beatificarlo” todo”-
Hay la alternativa de hacerlo “en serio”:
beatifico-santificarlo TODO” sin dejar “cabos sueltos.
Entonces
TODO queda amarrado a las cosas naturales de la vida, sin huidas sobre-naturales (solo admisible -pero con Aviso-, para las Catequesis de Niños)
3- “sin bajar a la arena real que pisan los que sufren en este planeta”-
Tal vez le agregaría:
– “sin bajar a la arena real que pisan los que “PISAN” este planeta”-
¡Gracias Oscar!
Ese es el problema de “beatificarlo” todo, sin bajar a la arena real que pisan los que sufren en este planeta.
Hemos perdido el norte.
mª pilar
¡En fin! ¡Sigamos dando CATEQUESIS, pero:
tratar de “caer en la cuenta” y “hacernos cargo” de:
¡QUIÉN NOS CUENTA HOY, y QUÉ CUENTO NOS CUENTAN!
¿Ok?
Favor de leer VENEZUELA donde diga NÍNIVE (a ver qué pasa)
“La oposición ejecuta la orden de EE.UU.
promover una guerra fratricida en Venezuela”
http://piensachile.com/2017/05/la-oposicion-ejecuta-la-orden-ee-uu-promover-una-guerra-fratricida-venezuela/
………………….
ALGO PARA RECORDAR, e.d., NO OLVIDAR:
Una “Capa geológica” del 2003:
En enero de 2003 Estados Unidos y Gran Bretaña empezaron el desplazamiento de tropas y armamento al Golfo Pérsico, en tanto que Bagdad permitía que se interrogara a sus científicos.
En febrero, Collin PoweIl, secretario de Estado norteamericano, acusó nuevamente a Irak de ocultar armas, de mantener vínculos con Al-Qaeda y de burlar a los inspectores de la ONU, quienes aún no habían encontrado tales armas.
El 24 de febrero, Estados Unidos, Gran Bretaña y España presentaron un proyecto de resolución que abría las puertas al ataque militar.
Se avecinaba la guerra otra vez, como hacía 10 años, contra una dictadura del Tercer Mundo ya devastada. Empezaron el temor y la incertidumbre, por lo que cientos de miles de personas trataron de huir buscando un lugar fuera de Irak donde refugiarse, dejando sus casas, sus recuerdos, sus vidas.
Las embajadas quedaron vacías, los diplomáticos abandonaron el país, y los iraquíes se fueron quedando solos. Solamente persistió algo de la solidaridad humana, demostrada en el esfuerzo de los “escudos humanos”, quienes caminaban por las calles de Bagdad gritando “No a la guerra”.
Las lejanas voces de miles de intelectuales de todo el mundo y la de millones de personas en muchos países, incluyendo el mismo Estados Unidos, se manifestaban desesperadamente tratando de detener la invasión.
……………
El 17 de marzo, Francia, Rusia, Alemania y China, ante el Consejo de Seguridad de la ONU,
se negaron a autorizar el uso de la fuerza militar.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, decidió actuar unilateral e ilegalmente y dio a Hussein 48 horas para abandonar Irak.
El 19 de marzo del 2003, el presidente George ‘A’. Bush hizo la declaración de guerra y concluyó diciendo: “Que Dios bendiga a nuestro país y a todos quienes lo defienden”. Una coalición de 2 50,000 soldados se encontraba en el Golfo Pérsico con la más avanzada tecnología militar que el mundo hubiera conocido.
En el nombre de Dios,
el presidente de Estados Unidos autorizó el ataque que dio principio el 20 de marzo.
Los dos primeros días, una lluvia de tres mil misiles se abatió sobre Irak, en tanto que bombas norteamericanas cayeron sobre las oficinas de las televisoras árabes Al-Jazeera, y AbuDhabi y sobre el Hotel Palestina, donde se hospedaban periodistas de todo el mundo.
Por las calles y ciudades árabes se sembraron pánico, hambre, muerte, así como destrucción de casas, de edificios y del invaluable patrimonio cultural de uno de los pueblos más adelantados del mundo antiguo, donde nació la escritura.
Los hospitales y los médicos resultaron insuficientes para atender a tantos heridos. Multitudinarias manifestaciones de protesta seguían dándose en muchos países.
El reportero Robert Fisk expresaba: “Lo que cayó esta noche en Irak y yo sólo presencié una pequeña parte de este festival de violencia— fue tan asombroso en términos militares como aterrador en términos políticos. Las multitudes que se arracimaban afuera de mi hotel miraban el resplandor de los estallidos, pasmadas por su poderío”.
Después del inclemente bombardeo sufrido por días enteros, el 9 de abril los tanques estadounidenses, rodando sobre los doce puentes del Río Tigris, entraron sobre la mítica Bagdad.
Principió entonces el saqueo de museos, centros de arte y edificios públicos.
Nadie ponía orden.
Saddam Hussein huyó.
Sin embargo, Irak quedó herido en sus estructuras vitales y en su cultura milenaria.
La cuenta de muertes fue de alrededor de 14,000 personas entre civiles ‘y militares.
El pentágono guardó silencio.
Se estableció un gobierno interino, donde el partido Baaz quedó disuelto y se nombró a un poder transitorio de 25 miembros de mayoría chiíta, con la facultad para redactar una nueva Constitución y, en un futuro, llamar a elecciones.
……………..
A pesar de la alegría de Bush y Blair, quienes pensaban que habían liberado al pueblo de Irak de un tirano, la tragedia continuó.
Hola!
Es cierto:
1- se trata de UN CUENTITO.
– lo demás también: es ¡PURO CUENTO!
2- Los CUENTOS no necesariamente siguen una “lógica racional”.
Más bien apelan a imágenes simbólicas acumuladas en imperceptibles elementos de nuestro organismo viviente.
Una “acumulación” que a modo de capas geológicas pueden ser excavadas para que liberen su inmenso potencial de experiencias vitales límites, en forma de “emociones”.
3- Los CUENTOS son parte de un todo que llamamos COMUNICACIÓN HUMANA.
4- Este CUENTITO bíblico nos “mueve” a nosotros HOY porque se corresponde a una de nuestras “capas geológicas” inscritas en nuestro evolutivo-histórico organismo.
5- Teniendo en cuenta estas pre-misas, el Cuentito es aleccionador, siempre que se lo sitúe en n/tiempo.
6- HOY tenemos, p.e., otro CUENTITO:
¡FÁTIMA – Portugal!
¿En qué “plano” o “capa geológica” ubicarlo para que nos libere toda su potencia EMOCIONAL de PAZ MUNDIAL?
¡Vamos todavía! – Óscar.
El libro de Jonás, tanto como las referencias a Jonás de los evangelios que van por otro camino, es muy conocido y estudiados en algunas “sensibilidades” de nuestro cristianismo, católico y acatólico.
El catecismo católico que enseñamos a los niños, tanto para su primera comunión como para la confirmación está basado en la Teología, y por lo tanto produce un desequilibrio con lo que debería ser “la espiritualidad de la Iglesia”. La Biblia se estudia en nuestras ceremonias eucarísticas en un Ciclo Litúrgico de tres años, tanto para el Nuevo como el antiguo Testamento. Pero las homilías dan pie desviar otra fez la atención hacia la Teología con los rudimentos aprendidos en la catequesis infantil.
La reforma litúrgica de la Iglesia promovida por el Concilio Vaticano II (1963-1965) y los varios movimientos de renovación que cristalizaban en comunidades y grupos buscaban reconstruir nuestras espiritualidades con un fundamento bíblico. La Palabra de Dios nos convocaba y su estudio nos adentraba en el Misterio de Dios y de su Cristo. Jonás era una buena muleta para los adultos y para los más jóvenes.
Siendo una obrita totalmente de ficción literaria desde lso comienzos se le tuvo gran aprecio, por lo que figuraba dentro del grupo de “Los profetas”. nos habla del carácter misericordioso de Dios, que no está reñido con su justicia qque nos descubre que existe un único dios para los creyentes y para los paganos en un universalismo que rompía los esquemas teológicos anticipando en el judaísmo veterotestamentario la universalidad ampliamente desplegada en los Evangelios. Ese particularismo judío que también hemos practicado no sé si por herencia, o por deformación de la teología, en el mundo católico. Jesús enseñara e interpretará las profecías de una manera que rompía la interpretación estrecha de las mismas que hacían los judíos, paisanos suyos con su exclusivismo. Nosotros, somos “los de fuera”, a quien Jesús también proclamó su mensaje de Salvación de parte de Dios. Jonás se hizo así una prefigura (¿tipo?) de Jesús.
Los niños lo comprenden muy bien. Mi esposa y yo, que hemos sido muchas veces catequistas de niños y hemos enseñado en “escuelas dominicales” lo sabemos muy bien. Para las clases de adultos nos guiábamos con el “libro verde” y luego con el “libro blanco” para el catecumenado de adulto editados por la diócesis de Madrid en tiempos del Cardenal Tarancón, la mejor sustitución del catecismo. Para los niños entre 8 y hasta los catorce años usábamos los manuales de la Diócesis de Huelva.
Leo: «¿Creemos que Dios ama y perdona a Boko Haram?»
Equiparar la misericordia con la justicia que perdona es muy problemático porque entonces la misericordia fuera indiferente a la víctima y dejaría el crimen impune..
La misericordia que comprendo es la que responde al dolor y al sufrimiento y por lo tanto a la víctima. Además, me parece muy posible que nadie esté obligado a practicar heroicamente las virtudes y, por el contrario, visto el caso de Nínive si se queda corto en practicarlas muy posiblemente le perdonen. Dios perdonó a los de Nínive porque eran muchos y además por el «mucho ganado» que había en la ciudad, lo que representaba mucho sacrificio que entonces aún se le ofrecían.
Ya es bastante la obligación de ser misericordioso para tener que asumir la función judicial de decidir por Dios a quién castigar, si es que en efecto la divinidad es justiciera, tema que tiene tela.
Esta historieta de Nínive, Jonás, y la ballena, me atrae porque humaniza a la divinidad, la antropomorfiza, lo cual puede ser una especie de «Estrella de Oriente» que apunte a la posibilidad de Jesús, en quien no se propondrá a un Dios «parecido» al ser humano, sino a un Dios humano.
Hablando ahora de los de Boko Haram: Mi problema lo representan sus víctimas y la inmensa perfidia de enseñar a los niños a que maten para divertirse y a que aprendan a ser violadores compulsivos.
Si Dios les perdona no organizaré un plantón de «¡Indignados!» en el Paraíso. Si estos criminales obtienen perdón, no puede ser que yo no lo obtenga: Aquello de la Ley Natural debe ser aplicable si se piensa en católico.
Me bastará con marchar al otro extremo del Paraíso y olvidarlos a ellos y a sus víctimas porque Dios se habrá olvidado de éstas y fuera Dios.
Más de cerca, me cuesta perdonar al zapatero remendón que me arregló unos zapatos que se me volvieron a romper por el mismo lugar solo una semana después. No sé si le perdonaré. Por lo pronto no le llevo más zapatos. Como tengo serias dudas acerca de la resurrección no me parece imposible ser misericordioso alguna vez o muchas veces y arriesgarme. Si me muero y no resucito, de todas formas, disfruté la fantasía de no ser del todo malo y hasta ser un pelín bueno.
¡Gracias Gonzalo!, mira todas las barbaridades que he escrito por causa de tu historia de la ballena.
Pues, sí, ciertamente seguimos no entendiendo, y más que eso, no queriendo entender, lo que es la compasión, la que no es reducida al interés y necesidad de uno/a, sino que es abierta e incondicional, que abraza a todo y a todos.
Hay mucha contradicción por desenredar en todas las personas sin excepción. Sé que es muy difícil de parar y romper con esa inercia, la de ser contradictorios e incongruentes, pero si lo que se dice y predica, no se vive en la vida cotidiana, o al menos se intenta, muy lejos se está de aquello a lo que se apunta, y sin quererlo, sin darse cuenta de las consecuencias, tiendo a pensar, y es fácil de comprobar, se propicia y crece la intolerancia y el rechazo, pudiendo hacer mucho daño.
Muchas gracias, Gonzalo. Tienes mucha paciencia y agudeza.
Un abrazo.
Gonzalo Haya, con la historia de Jonás, me lleva a rememorar mi infancia en la que tuve noticia de ella; pero no tanto del significado – lleno de esperanza – con que ahora la presenta.