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Mística

Carlos BarberáLa palabra mística ha vuelto a utilizarse, manifestando con ello lo que ahora se ha dado en llamar una tendencia. No es que el término hubiera desaparecido pero se usaba únicamente para referirse a las experiencias de los grandes contemplativos del cristianismo o de otras religiones. Hoy, al menos en ciertos medios, es una palabra de uso común para caracterizar un componente esencial de una existencia cristiana.

Es lo que anticipó la frase de Karl Rahner, ya convertida en tópico, según la cual el cristiano del siglo XXI sería un místico o no sería.

El teólogo alemán insistió repetidamente en sus obras en el hecho de que, frente a la concepción del teísmo corriente, Dios es el misterio absoluto. Dios habita en una luz inaccesible, ningún ojo humano lo ha visto ni lo puede ver.

Y ¿cuál deberá ser, pues, nuestra actitud ante ese Dios misterio? Teilhard de Chardin lo expresaba de esta manera: “Perderse en el Insondable, sumergirse en el Inagotable, pacificarse en el Incorruptible, absorberse en la inmensidad indefinida (…) darse a fondo a Aquel que no tiene fondo”.

Es ya bien conocido que la última frase del Tractatus de Wittgenstein asevera que “de lo que no se puede hablar hay que callarse”. Pero precisamente eso de lo que, según el filósofo austriaco, no puede hablarse es lo “místico”.

Parece, pues, cada vez más claro que la religión es un instrumento para ayudar a hacer la experiencia de ese Dios insondable y de la entrega a El sin reservas. Y, en consecuencia, la catequesis debería ser sobre todo una iniciación a la experiencia mística.

Lo decía el mismo Rahner, hablando de la piedad del futuro: “la iniciación debe darnos una verdadera ´imagen de Dios`, a partir de la experiencia de que Dios es el incomprensible, de que su incomprensibilidad crece cuanto mejor se le comprende, cuanto más se acerca a nosotros su amor, que sólo se convierte en nuestra felicidad cuando se le adora y se le ama incondicionadamente. Pero tampoco basta un Dios lejano: Dios no es lo contrapuesto a la cercanía del mundo, sino que está por encima de estas contraposiciones. Esta iniciación nos debe enseñar a estar cerca de Dios, a llamarle ´Tú`, a penetrar en su misterio, a no tener miedo de perderlo mientras invocamos su nombre, porque Dios no está fuera de nosotros. Finalmente esta iniciación debe mostrarnos cómo Jesús de Nazaret, el Crucificado y Resucitado, forma parte de ella misma”.

Es que, si en esa invocación a la mística el cristianismo coincide con otras religiones, a continuación juega con una dialéctica en la que a Dios, a quien nadie ha visto, lo hemos contemplado en Jesús. El Dios innombrable es nuestro Padre y lo que es invisible e intangible lo hemos visto con nuestros ojos y tocado con nuestras manos.

Detrás de lo que acaba de decirse está mi convencimiento de que sólo puede llegar a Jesús quien se ha adentrado en ese camino de la mística. El mismo se quejaba de los que “tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen” es que estaba convencido de que sólo podrían hacerlo los adoradores en espíritu y en verdad.

Sin ese acceso desde la mística, muchos verán a Jesús únicamente como un predicador del amor a los demás, una conclusión a la que veo con sorpresa que llegan ahora algunos cristianos veteranos. Pero ciertamente no es difícil acabar en esa reducción que elimina o seculariza frases y afirmaciones de Jesús o sus discípulos. ¿Cómo, si no es desde una experiencia profunda, puede afirmarse algo que parece desmentido por la realidad, que “todas las cosas colaboran para el bien de los que aman a Dios”? Lo mismo ocurre con la argumentación de Pablo sobre la cruz, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles pero para los creyentes poder de Dios y sabiduría de Dios.

Parece que la mística se abre camino. Como decía Thomas Merton: “Quizá sea muy importante, en nuestra época de violencia e intranquilidad, redescubrir la meditación, el rezo intuitivo, íntimo y silencioso, el silencio creativo cristiano”.

44 comentarios

  • M.Luisa

    Buenos días! Leo del amigo George:

    “Parece preferible el funcionamiento autónomo personal, es más digno, que la imposición de normas para regular la conducta humana”. 

    Esta preferencia decantada hacia una visión de persona en plenitud de funciones  y autónoma,   ofrece  la gran alternativa a la visión que de ella ha venido  defendiendo el sustancialismo  clásico  pastoril y que hay un empeño en  seguir manteniendo. En ese sentido me ha parecido siempre inútil, a pesar de mi insistencia, que calase  la alternativa que ofrece  para el tema que tratamos tanto el de aquí  como también  el del  artículo de Asun sobre la Mística, no  haber considerado el fruto que podría obtenerse  en admitir la diferencia  de características  entre la concepción sustancialista de la realidad humana y la concepción estructuralista.

    Hoy es de dominio en filosofía algo que se ha aprendido de la ciencia y es que en la naturaleza, además de las propiedades que tienen las distintas realidades, se dan otras que surgen por la interactuación entre ellas y que son las propias de la estructura o las llamadas emergentes por sistematismo. En la estructura misma el ser humano, mediante sistema, es sustantividad, es un todo abierto. No lo sería si fuese una sustancia porque en ese caso la apertura sería propia tan sólo de las llamadas facultades superiores, sin embargo al ser un todo, al ser sustantividad  es la estructura entera del sistema y no sólo su parte superior, ( la razón) la que está abierta a la manera de ser  (habitud) en orden a ser “de suyo” lo que es (en expresión zubiriana)

    Mientras no se reflexione sobre las posibilidades que ofrece esta nueva concepción de la persona  el problema seguirá en nubulosa.

     

  • George R Porta

    Parece preferible el funcionamiento autónomo personal, es más digno, que la imposición de normas para regular la conducta humana. Para encarnar imágenes divinas debemos llegar a ser autónomos y no ser libres para optar, porque debemos ser libres de confusión.

    También parece comprensible que lo que cada uno considere necesario automáticamente lo perciba como suficientemente moral y justo. Por eso las sociedades condenan a muerte a quienes transgreden, al menos, lo que cada una considera socialmente legal y en algunos casos, como las teocracias, como «moral». Los inhumanos apedreamientos de mujeres en algunos países del Medio Oriente por desafiar las prescripciones matrimoniales de sus respectivas familias, por ejemplo, son, en esos países, las dos cosas un imperativo jurídico-legal y un imperativo ético-moral porque el código de honor que «necesitan» respetar así lo exige. Lo mismo pensó la autoridad religiosa cristiana durante la inquisición y lo mismo pensaron los curas pedófilos y los obispos que los encubrieron más recientemente.

    Uno puede considerar que es libre para optar, pero más bien parece que solo optamos dentro de ciertos límites autoimpuestos por necesarios (internalización que es parte de la socialización).

    Una condicionante moral universal es el miedo a la condenación en esta vida y después de la muerte, para pagar por las transgresiones de lo moral y justo. De ahí el desarrollo de las ideas de Infierno como «lugar» que si no hubiese estado ya en el ideario hebreo los evangelios no lo hubieran atribuido a Jesús.  

    Los creyentes en la reencarnación prefieren creer que quien tenga que ser «mejorado» tenga que repetir esta andadura terrena suficiente número de veces, las «necesarias». Lo cual es más optimista y misericordioso que cualquier condenación eterna. Esta debió ser la razón de incluir gradaciones de tormento: Purgatorio y Limbo.

    También parece que cualquier razonamiento o proceso racional venga condicionado por un número cualquiera de factores de toda clase (incluyendo mis razonamientos, desde luego) y que siempre haya un rango de diferenciación que sea «necesario» tolerar porque es muy difícil que alguien lo sepa todo o que sepa lo que sepa suficientemente, es decir, sin necesidad de aprender más y echarle alguna mirada a lo que se oponga a sus convicciones.

    Otra cosa es la reflexión ética, el discernimiento, pero éste responde a condicionamientos ideológicos. Por ejemplo, los ladrones se consideraban con derecho a un pelín de «fortuna» y por eso la toman violentamente, porque no pueden posponer la urgencia. La sociedad creó el derecho de «uso, disfrute y abuso» de la propiedad privada y por eso castiga a los ladrones. En el Medio Oriente les cortan la mano preferencial (la de escribir) y si reinciden las dos, y si vuelven a reincidir les matan. En Occidente, depende, algunos llegan a posiciones políticas y financieras muy elevadas. Quizás se trate de un problema de latitudes.

    En suma, ¿qué valida y pone en vigencia un código moral y la correspondiente hermenéutica ética en una localidad o cultura? El criterio de la necesidad de satisfacer el orden social prevalente, es decir, la medida necesaria de la satisfacción de las normas de justicia propias.  ¿Cuál es la medida de la «suficiente satisfacción»? A igual crimen, igual castigo, excepto cuando los abogados entran a jugar con sus honorarios (el profesional es otro «mercado libre») y la ideología de los jueces influye determinantemente la jurisprudencia. Los jueces y juezas liberales no tienen la misma jurisprudencia que los/las conservadoras.

  • M.Luisa

    Buenos días! Parece que vamos acercando posiciones  porque sí que la psique humana tiene que ver con la neuropsicología. Adviértase que si decimos que  la psique por ser humana es orgánica, somática,  la neuropsicología estudia la unidad de esta combinación. Lo contrario ocurre si centramos el problema tan sólo en su aspecto mental   que estudia la psicología pues entonces reducimos la realidad observada en mero objeto de conciencia. Creo que sin complicar más el asunto,  básicamente  se puede comprender.

    No he leído el último comentario, todavía…

     

     

  • Santiago

    Puedo optar  por ser traidor, o mal amigo o calumniador, pero esto no me da derecho moral a hacerlo. El poder optar física o psíquicamente no implica que pueda hacerlo desde el punto de vista moral. Físicamente puedo esgrimir un arma pero la mera opción debida a mi libertad de opción no me dice que aquello está bien hecho. Una cosa es que pueda hacerlo, otra que deba.Puedo optar por el bien o por el mal.

    El Estado no debe proteger una opción mal hecha. Debe proteger la vida en todas sus etapas y por supuesto desde la concepción hasta el final de la vida. Nuestra cultura cristiana es per se pro-vida en Cristo, no la presente cultura de suicidio, desesperacion y muerte. Cristo es vida en si mismo y nos la da cada día.

    Por otro lado el pecado de los miembros De la Iglesia, incluyendo los del clero NO restan autoridad a la Iglesia per se pues su doctrina no procede de los ministros sino del mismo Cristo. Los ministros son meros transmisores de la palabra de Jesus la gracia sacramental a favor de TODOS los fieles. Pero es mejor que den ejemplo de fe y santidad.

    un saludo cordial.  Santiago Hernández

  • George R Porta

    Esta es la primera parte de esta entrada que como expliqué arriba, he dividio en dos para hacerla parecer menos palabrera. Pido que se me perdone la palabrería. La culpa es de mis «creadores».

    Afirmar que la Mística no tenga nada que ver con la Psicología supone la doble afirmación de poseer «todo» el conocimiento —por la utilización del adverbio o locución adverbial «nada»— perteneciente a ambos campos.

    Alternativamente, pudiera afirmarse que no se sepa conclusivamente si tuvieran «algo» que ver, dejando abierta la posibilidad de un futuro descubrimiento.  

    Los ejemplos siguientes pueden tener alguna raíz o conexión neuropsicológica. Este es un objeto importante de estudio para la neuropsicología aunque aún es poco conocido y en progreso. Los estados de éxtasis o arrobamiento, que reportan los escritores místicos; los estados hipnóticos que reportan los monjes budistas autoinducidos con prolongada continuidad de canto orante; los estados alterados de la consciencia que reportan los sufíes o los maestros del zen; los estados alterados de la consciencia que reportan los «santones» hindúes inducidos por el ayuno prolongado (no utilizo la palabra «santones» con ninguna carga peyorativa o hiperbólica). Una causa de que sean estudios importantes es la similitud que guardan con los estados alterados de consciencia inducidos químicamente y el llamado estado «psicótico» que aunque se puede disminuir o eliminar farmacológicamente su etiología sigue siendo un campo abierto a la investigación.

    Es interesante la atribución (ser expresión o causa) de dualismo a la afirmación de que la Psicología tenga algo que ver con la Mística (teniendo en cuenta que «Mística» es un sustantivo demasiado amplio e impreciso en su significado excepto para quienes experimentan ellos/as mismas los estados místicos y les basta lo que saben de ello).

    No parece que haya dificultad por parte de la parapsicología en dejar abierto al menos uno de los límites del campo y admitir el desconocimiento de una enorme diversidad de fenómenos conductuales (incluyendo los denominados místicos) cuyas bases neuroquímicas o neurofisiológicas aún le sean grandemente desconocidas. Esta ciencia admite el desafío que representan y niega la posibilidad —no negarla, en efecto, causara un dualismo al admitir la posibilidad de algo humano-no-natural— de que pueda comprender y explicar todo lo humano-natural utilizando el conocimiento que ya posee con suficiente certidumbre dentro del paradigma científico de que dispone.

    Valga la humildad de reconocerse limitada, aunque aspire a mantenerse abierta al infinito, sobre todo con objetivos filantrópicos, los de curar, no por el mero orgullo de saber todo. ¿No es esa la actitud contemplativa «mística»?

  • George R Porta

    Divido en dos partes esta entrada para hacerlo parecer menos palabrera 🙂 Esta es la segunda parte.

    Planteo la pregunta como desafío, porque a diferencia de la ciencia (no de todos los científicos) tal parece que el orgullo y la arrogancia no sean incompatibles con la aparente preocupación compulsiva de la Filosofía de saber y explicar todo por el mero poder de hacerlo o quizás por acabar de demostrar que en la leyenda de Adán y Eva ninguno de los dos personajes, en su «estado alterado de consciencia» —evidente porque les parecía que conversaban con una serpiente parlante, aunque quizás habían ingerido algún hongo y estaban psicóticos— desafiaban a Dios.

    Paradójicamente, en este bíblico el personaje «divino» constituye el verdadero tentador al picar a Adán y a Eva en la curiosidad, un atributo natural-humano que, en otro  mito etiológico precedente, les concedió (aunque no se dice explícitamente) simplemente porque quiso; una especie de impulso churrigueresco divino.

    En dicho mito bíblico, la serpiente, por el contrario, deseosa de obedecer sin demora, cumplió una misión que la divinidad misma no parece que hasta el momento le hubiese asignado a nadie más en el entorno paradisíaco.

    Ni siquiera la crueldad demostrada a lo largo de la historia es desligada de lo humano y natural. ¿Para qué hubiera que desligar lo «místico» que parece ocurrir al  otro lado del espectro conductual, el de lo sublime y bello, a menos que se desee crear dualismo?

    No hay ninguna evidencia de lo sobrenatural y si los occidentales antiguos sabían qué significaba el calificativo «divino» ciertamente no era para denotar una condición ajena y superior a la humanidad del personaje o del fenómeno. Para la tradición judeo-cristiana y otras muchas lo «divino» es una noción inaprehensible. Los budistas por ejemplo la han eliminado de su vocabulario y los hindúes optaron por lo contrario, en general, ampliándola ad infinitum. De ambas formas, la noción de «divinidad» sigue siendo inaprehensible o inexplicable sin crear dualismos. El sustantivo «Mística» es también inaprehensible a menos que se le extraiga del contexto dualista y se le considere conducta humana, natural, y en ese caso si puede y debe tener una relación, alguna, con lo psicológico o la psicología y no me refiero a ésta en sentido filosófico estricto, sino a la Psicología como dominio científico.

    Hay un derecho a pensar lo que se quiera pensar y a expresarlo como se prefiera, aunque me temo que el lenguaje siempre será equívoco porque la misma noción de univocidad solo la comprendo en el sentido del DRAE, pero parece que el carácter de idéntico solo puede ser una abstracción.

     

  • M.Luisa

    Esta mañana antes de salir  he leído a vuelapluma el articulo de nuestra querida cumpa Asun  que con más detenenimiento, ahora,   me propongo leer.  Por eso, como me quedé a medias   en mi anterior comentario haciendo alusión  al aspecto psicológico de la mística que el amigo George consideraba imprescindible, y como sí que leí a continuación del citado artículo, al menos  su comentario, ahora le diría a George: Lo ves?  como no hay nada de lógica en la Mística? Muchos científicos al final…al final …de sus trabajos, ante la fascinación o como lo queramos llamar, se lanzan a la poesía  como único camino. Conozco a algunos de ellos.
    Dicho esto, pienso que si me extendiera rozaría ya la pesadez de las explicaciones del porqué no a la psicología y sí a la psique humana, por eso de momento  las  dejo de lado a menos que para alguien susciten algún interés.

  • M.Luisa

    Buenos días! No dispongo de mucho tiempo esta mañana, pero al menos dejaré un apunte para que   no se me malinterprete. Vamos a ver, el que la mística no tenga nada que ver con la psicología no quiere decir que se desentienda de la psique humana,  pero así  como en esta concepción la psique se entiende como un emerger de lo orgánico, la dependencia a lo meramente psicológico,  en su análisis, no asegura aquella unidad de recorrido, dejándonos en una situación especulativa semejante al dualismo tradicional.   Por esto nos cuesta tanto salir del enredo!…

  • George R Porta

    Razonablemente no se puede separar el valor de la vida y el derecho de la mujer a decidir sobre el término de un embarazo. Son dos cuestiones diferentes aunque puedan ser en casos las dos caras de una moneda.

    Es bueno que se puede optar en contra del aborto.Si existe la opción es porque existe el derecho al aborto. Yo no pudiera optar en un sentido u otro porque ni estoy casado ni deseo tener hijos. Por eso prefiero defender y respetar el derecho de la mujer a optar por la terminación del embarazo. Quisiera que no lo hiciera, quisiera aque nunca tuviera necesidad de enfrentar esa decidión, pero me abstengo de oponerme a que tenga ese derecho y me opongo a que se lo quiten. Más bien me fijo en lo terrible que es que después de 20 siglos de cristianismo y de tanto Adelanto moral no solo haya ocurrido en gran escala el genocidio en tantos lugares, sino que aún haya mujeres que no puedan libre y voluntariamente decidir ser madres. Más aún, que haya mujeres que por ser víctimas de hombres violentos queden embarazadas en contra de su voluntad. También lamento que la ciencia todavía no haya resuelto lo necesario para que todos los embarazos sean viable sin que peligre la vida de la madre o sin que haya que escoger entre la vida de la madre o de su criatura.

    El Estado tiene que garantizar los derechosde la mujer  aunque unas personas consideren el ejercicio de la mujer un  ejercicio inmoral. Del mismo modo ya ebió haber consensus acerca de cuando es un embrión o un feto realmente considerable como persona. El antiguo Derecho Romano lo tenia claro aunque fuera solamente con respecto a los hijos de ciudadanos. Los de esclavos no disfrutaban del mismo derecho. La jurisprudencia y la ciencia de Nuestro tiempo ha tenido tiempo suficiente para zanjar el debate de la personalidad jurídica en el campo del embarazo y  la  neonatología y no lo ha hecho.

    Los abusos sexuales del clero católico y el maltrato de las Religiosas hasta hace muy poco, más bien restan autoridad a quier opinion teológica o filosófica al respecto de la edad a que se es totalmente humano, que es, en mi opinion, un requisito indispensable para definir mejor y definitivamente la cuestión de la legitimidad del derecho a la  terminación del embarazo.

    Queda También por legislar el derecho del padre a ejercer la paternidad, un problema que no se ha resuelto porque la historia demuestra que el hombre, que es dominante en la mayoría de las sociedades y culturas no ha querido ejercer sus responsabilidades con la misma decision que exige a la mujer asumir la maternidad impuesta. Esto incluye a los hombres de iglesia, que para colmos ni siquiera tienen la responsabilidad de mantener una familia ni le consienten a aquellos de entre ellos que deen poder tener familia que la tengan. La voz de estos últimos informaría Adicionalmente el debate.

  • George R Porta

    Es interesante que la mística (sustantivo), un fenómeno aparentemente tan esotérico e inexplicable neuropsicológicamente o neurofisiológicamente, pueda ser descrito en función de la atención, un fenómeno que, desde el punto igualmente poco conocido (a pesar de ser tan investigada), y que pudiera, en lugar de dirigir su foco sobre un determinado estímulo, ser una respuesta al estímulo que, endógena o exógenamente, mejor la atraiga por el considerable impacto que sobre ella tiene la memoria.

    Uno de los problemas parece que sea la dificultad de ser sujeto y objeto simultáneamente cuando la atención está intensamente dirigida. Quizás por eso los místicos solo pueden reportar por aproximación lo que han experimentado durante un estado alterado dela  consciencia.  

     

  • M.Luisa

    Me ha venido bien sacar a colación ese término de la ATENCION.  De él, dice  Pablo D’Ors, nieto de Eugenio D´ors  : «La atención es la virtud por excelencia. Por eso el silencio es el gran desafío»  lo curioso es que su influjo  le vino de la  poética pluma  de  Simone Weil,   atea pero considerada como una mística cristiana. ¡Como anillo al dedo, va eso ahí ¿no?.

    La ATENCION  no es intención, unilateralidad,  es intelección, relación, símtesis, es tanto como ser consciente  de estar presente al presente. ¡Buenas noches! Mañana será otro día…

  • Isidoro García

     “Nosotros somos la flauta, la música viene de ti”.  (Mawlānā Yalāl al-Dīn Rūmī).

     

    Decía M.Luisa, que la mística no era un asunto de la psicología. Y yo creo, por contra, que sea lo que sea la mística, no deja de ser un conjunto de fenómenos, que suceden en la mente, y son experimentados e interpretados por la mente.

    Luego está claro que la psicología tiene mucho que decir, para intentar comprender la “experiencia mística”.

    Hay tres hipótesis para comprender la mística.

    La primera, la hipótesis agnóstica, nos dirá que las experiencias místicas son fruto de actividades meramente autónomas de la mente subconsciente, producidas o accidentalmente o mediante autosugestión y/o una bioquímica cerebral propicia.

    La segunda, la hipótesis “sobrenatural”, explica las experiencias místicas por la acción de “Algo o Alguien” exterior, (“Dios”, el “Espíritu Santo”), que actúa sobre nuestra mente, enviándonos “efluvios” sobrenaturales o emisiones de emociones y de intuiciones cognitivas, que nuestra mente solo recibe, y es consciente de ellas.

    La tercera, será una hipótesis intermedia entre las dos anteriores, y podríamos denominarla, la “hipótesis de la flauta de Rumi”, que lo que dice es que en gran parte las experiencias místicas son autónomas, y el resto pueden ser actuaciones de ese “Ser/seres exterior”, que mediante alguna fuerza o sistema aún desconocido, manipula nuestra mente subconsciente, directamente relacionada con nuestra emocionalidad, de tal manera que estimula el surgimiento de emociones e intuiciones de dicho subconsciente.

    De todas formas, las experiencias “misticas”, según mi opinión, son de dos tipos. Unas bastante frecuentes, (si se da por medio esa gran atención o concentración mental, de que hablaba Oscar), si contamos entre ellas, las intuiciones lúcidas, de menor cuantía.

    Pero las grandes intuiciones transformativas, (conversiones), o las que van unidas a una gran experiencia emocional, son mucho mas escasas. Decía Tomas Merton, que la vida de un contemplativo era un semi éxtasis, y cincuenta años de aridez. Aunque hay personas muy emocionales y hasta quizás algo histéricas y todo lo sienten multipicado por cien.

    Escribe Ken Wilber: “Teresa hace un trabajo brillante al distinguir las armonías del alma en las moradas superiores, de los problemas emocionales que caracterizan las facultades inferiores.

         Ella distingue claramente, por ejemplo, tres tipos de “voces internas”,

    las de la “imaginación” o “fantasía”, que puede ser alucinatoria o “enfermiza”, dice; 

    “las verbales” que pueden representar o no verdadera sabiduría (porque también puede ser engañosa o enfermiza), 

    y las que son totalmente transverbales y suponen una percepción interna directa.

          Tiene una conciencia discriminante exquisita y precisa entre “fantasías” y “alucinaciones”, y percepciones intuitivas directas, explicando las diferencias extensamente.

       Da descripciones clásicas, fenomenológicas, de muchas de las percepciones del nivel sutil: iluminación interior, sonido, beatitud, y comprensión más allá del tiempo y el espacio ordinarios, formas genuinamente arquetípicas como patrones creativos (no motivos míticos), y visión psíquica que da lugar a la intuición pura no verbal, transverbal y sutil; todas ellas resumidas en “la unión de toda el alma con el Espíritu Increado”…

    Y la misma Santa Teresa, decía sobre la descripción de sus experiencias:

    “Quien tuviere experiencia lo entenderá, y verá que he atinado a decir algo; quien no la tenga, no me extrañaría que le parezca todo un desatino”. 

     

  • George R Porta

    El médico que presenció la ejecución por asfixia de Dietrich Bonhöeffer,  dio testimonio de no haber visto nunca a nadie acercarse al cadalso con una serenidad y una confianza mayor. Le vio orar por un momento al pie de la horca y con paso firme ascender hasta la plataforma donde debía morir. En la interpretación del médico, la actitud final de Bonhöeffer sugería esperanza. En su reporte incluyó una nota: Era la primera muerte por asfixia que tardaba tan poco tiempo en ocurrir. Quizás mintió, quizás no.

  • M.Luisa

    La MÍSTICA es el superlativo de la ATENCIÓN;    Ahí sí que estoy de acuerdo y no tengo necesidad  alguna en hacer jeroglíficos  conceptuales con el término ATENCIÓN, pero la atención a qué, hacia dónde? desde luego no en el ente ni en el objeto sino hacia la “realidad”…  pero ojo! no OTRA, sino en la que ya se está…acabo de llegar si a caso ya seguiré..

  • oscar varela

    Hola!

    Pienso que: “TODO TIENE QUE VER CON TODO”.

    Aunque la Física quántica le haya dado dado en n/tiempo un estadio de “menta- y mani-pulidad” (Ciencia y Tecnología), la cosa ya estaba presente (se contaba con ello) en la materio-experiencial vida humana.

    La MÍSTICA es el superlativo de la ATENCIÓN; una especie de “perfume concentrado”; el Horizonte silencioso de todo diálogo amoroso en confianza y complicidad con TODO lo que a mi ATENCIÓN llega pidiéndome prestada la mano fraterna de mi ESCUCHA y DISCERNIMIENTO.

    Sin MÍSTICA-VITAL (pro-fana) todo lo que ahora hay no lo habría.

    El Siglo XXI tiene la oportunidad de ser MÍSTICO en el sentido de no solo “contar con ello” sino con el de “darse cuenta” y “hacerse cargo”.

    Mientras lo “religioso” lo estorbe-escandalice (no colocándose en el lugar histórico de su servicio) lo irá pudriendo todo!

    Por ejemplo (aparecido en Religión Digital):

    – “Elizalde vetó el nombramiento de Pagola como Doctor Honoris Causa de la Facultad de Teología de Vitoria”-

    – “Esperan a que se cierre el tiempo del Papa a fin de volver a la situación eclesial que le precedió”-

    “Estos Obispos, si pudieran o se atrevieran, corregirían al propio papa Francisco”-

    NOTA: don Elizalde siente el empuje del “tsunami” hoornaertiano ¿no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Al comentario de Remedios de ayer:

    La dificultad radica en que a veces, y va también por personas, la única “experiencia de Dios” que alcanzamos a reconocer es nuestra propia racionalidad y sus condicionamientos absolutilizándolos (la religación queda truncada) y nos hacemos dios y juez de nuestro ser (nuestro “yo”, también diría alguien)

    sustituyen así la experiencia de Dios por una experiencia humana, ignorando o desestimando que una experiencia de Dios cuando se reconoce como verdadera es el acto más sublimente humano que podemos ejercitar. Gustadme, dice el Señor, y comprobaréis cuán agradable Yo.soy. Una adoración activa implica que nuestra cotidianidad, nuestro aquí y ahora es un acto continuo de alabanza y de acción de gracias y aunque viviésemos mil vidas terrestres no alcanzáríamos nunca a pagar tan grande beneficio.  A esto también hay personas que lo llaman “mística”, pero es la mística de nuestro acontecer cristiano.

  • M.Luisa

    No os parece que ahora desviar la atención  sobre  la palabra SOSIEGO  contribuye a dejar otro tema más deshilachado?   Nunca las palabras dicen exactamente aquello que nosotros queremos decir y a mí,  aunque no me satisfizo al completo   tampoco vi  que desentonase y me esforcé en ajustarla, en darle cabida a la línea de pensamiento que seguía, y lo hice precisamente, como dije, para no complicar  el discurrir de la conversación con conceptos nuevos y ahora me encuentro  que ante la invitación a seguir tan amable de  Remedios, se ha roto el hilo de la mística y se mira hacia otro lado. Se nos da bien el ir picoteando!

    No podré extenderme lo que quisiera porque esta mañana he de ir al dispensario, sólo adelanto una cuestión que me parece, al menos de arranque fundamental, y es que la Mistica no tiene nada que ver con la psicología.

    El sentido del término “sosiego” al que me acogí para darle significación a lo que venía exponiendo, lo cobra por superación (recuérdese los dos planos o niveles) se trata de  un sosiego alcanzado, logrado,  y por tanto no tiene nada que ver   con lo de aquietar las  alteraciones del ánimo.

    Buenos días!

  • Santiago

    Hablando de derechos, hay que pensar que todos los seres humanos tenemos derecho a vivir, una vez que fuimos concebidos, de alguna manera, aunque sea por mero accidente…Por lo tanto, no estaba equivocado el escritor polifacético cubano Felix B. Caignet, al titular a su famosa novela, con el sugestivo nombre de El Derecho de Nacer, que todavía es actual en el presente momento del mundo…

    El don de la vida nos ha sido otorgado a todos como un regalo que nosotros no solicitamos, sino que nos fue dado gratuitamente…porque todos fuimos embriones, fetos, bebés a término, e infantes etc. y la mayoría de nosotros quisimos venir a la vida, a pesar de todas sus dificultades…..El hecho de que hayamos necesitado de un desarrollo inconsciente intrauterino para ver la luz de este mundo, no nos priva del derecho que hemos tenido todos a nacer y vivir..La cuestión  del tiempo y del momento en que ocurre la hominización no es determinante para suprimir una vida, ya que ésta es humana, aún en proceso, y ciertamente lo va a ser totalmente, como una realidad per se ..Por eso la Iglesia se opuso desde los primeros siglos, a impedir la concepción, y al aborto y al infanticidio, prácticas muy comunes en la antigüedad, sobre todo en la Roma del paganismo…

    Por otro lado, la interacción de la madre y el bebé en útero se hace fundamentalmente, a través de la placenta que funciona como un filtro materno-fetal que permite el paso de algunas moléculas e impide el de otras, sirve de vehículo para el transporte de los nutrientes que necesita el bebé para desarrollarse, es vital para la función respiratoria, ya que permite la llegada de oxígeno a él/ella y la eliminación de dióxido de carbono, aparte de su acción inmunológica, actividad endocrina etc. Aparte de esta comunicación de éste órgano uterino y el cordón umbilical, las vidas de la madre y del bebé son diferentes…El bebé no es un órgano de la madre, ni una parte esencial de su cuerpo, sino que es una vida que alberga otra, para que ésta pueda desarrollarse y llegar a término…Por otro lado, no podemos saber nunca si esa persona, en desarrollo en útero, va a querer renunciar a su derecho o no..Por un misterioso designio, vino a la vida

    He tenido el privilegio inmenso de haber conocido a una serie de niños minusválidos, entre ellos acondroplásicos, y también con el síndrome de la osteogénesis imperfecta (con huesos de “cristal”), y otros con enfermedades crónicas e invalidantes, que crecieron amando a la vida y dando gracias  porque sus padres, a pesar de todo, permitieron su nacimiento…y también personas perfectamente normales, averages, que se odian intensamente ellos, y también el  mundo alrededor de ellos…Por tanto, el criterio para interrumpir el embarazo no puede restringirse a una sola persona, pues hay dos vidas humanas envueltas, una de ellas incapaz de expresarse temporalmente…Dos vidas diferentes, con dos espíritus distintos, infundidos por Dios para  vivir en este mundo…

    No por eso, tenemos que prescindir y cerrar nuestros ojos y nuestro corazón ante los problemas acuciantes que enfrentan muchas madres y padres, ante un embarazo que presenta graves problemas, particularmente en la época actual del mundo…Nuestra humanidad siempre está presente y la ley del amor que “procede de Dios” ha de guiar todas nuestras acciones diarias…Viéndolo a través de la luz sagrada del amor cristiano, muchas situaciones pueden resolverse satisfactoriamente, sin tener que recurrir a medidas drásticas e incompatibles con nuestra fe….pues ésta fe, ES  la única regla moral que nos puede salvar del caos…

     

    Un saludo cordial    Santiago Hernández

  • George R Porta

     
    No parece que el sosiego interior o propio, se puede forzar solo deseándolo. Las primeras experiencias de ese sosiego o paz muy posiblemente la propician, según piensan los neurólogos, aquellos momentos iniciales de la formación cerebral en los que predominó la química ansiolítica, la de la satisfacción y el placer (dopamina, etc.).
     
    Quien tuvo la poca fortuna de que por las razones que fueren les escasearan esos momentos de satisfacción, en la pertinente proporción, le será más difícil aprender a reconocer la serenidad y la satisfacción interior de la quietud anímica y por asociación (o proyección) atribuir a su «espíritu» (al que no puede sentir ni experimentar) una tal «paz».
     
    Los estudios de John Bowlby sobre apego y separación siguen siendo seminales hoy día y se ven más confirmados que desmentidos por la neurofisiología y la psicología del crecimiento humano posterior a ellos.
     
    Por lo tanto, no es tonto o absurdo agradecer a nuestras madres lo que hayan podido hacer y hecho para que nuestra gestación haya sido apacible, saludable desde el punto de vista físico y desde el punto de vista afectivo. De ahí se sigue que un embarazo deseado sea preferible a uno violento o impuesto y de ahí que haya serias razones para considerar la justicia o injusticia de interrumpir un embarazo que no pueda llegar a término en las mejores condiciones para el desarrollo embrionario y fetal.
     
    Hay una cierta gratitud por la «vida buena», alegre, satisfactoria que es más que justificada, porque la iniciación a la felicidad —que es la puerta de entrada a la felicidad durante la existencia— es un don de la madre y del ambiente a través de ella. Y en este último sentido el padre y quienes rodean a la madre y todo aquello que adicionalmente la rodea e influye, la cultura, el ambiente, etc., deban ser igualmente agradecidos en la proporción correspondiente.
     
    Estos datos refuerzan la importancia grave de reconocer a la mujer el derecho de llevar a término o interrumpir, tanto por su propio bien cuanto por lo que en segundo término su bienestar pudiera influir, como lo hace, el crecimiento y la existencia ulterior de la criatura que lleve en su vientre.      
     

  • Remedios

    Estaba echando en falta éste comentario que nos llega de M.Luisa. Aunque viene muy bien todos los conocimientos que nos habeis aportado y os doy las gracias por ello. Pero me preguntaba dónde queda la experiencia humana por la que todos hemos pasado de enfrentarnos a una dura realidad y trascenderla.

    Somos muy timidos para hablar de lo más intimo , lo más próximo, a lo más que se llega es a ésa habitud del sosiego. ¿Que hay detrás de la casa sosegada?  Quizá hagais vuestro aquello ” De lo que no se puede hablar, mejor es callar”. Pero creo que sería muy enriquecedor el atrevernos a decir : “Yo tengo experiencia de Dios”.

  • M.Luisa

    Añadiré cuando pueda alguna explicación complementaria,   sólo entro de momento para decir que la tecla de los acentos no me funciona y por eso  se detecta  de forma involuntaria alguna  ausencia de ellos en el texto…

  • M.Luisa

    Lo primero antes de entrar en materia  agradecerle a Oscar la atencion  que ayer le dedicó   a mi comentario.

    Dicho esto, comentaré algunas objeciones.

    Veo que para esquivar el desprestigio religioso que ha podido aglutinar la MISTICA a su paso por el tiempo se está dando, al amparo  de conceptos procedentes del campo  lingüistico, etimológico, representativo ect., todos ellos dentro  de las ciencias del espiritu, un rodeo en torno al tema  que me parece del todo innecesario. Pienso mas bien que los conceptos que mejor expresaria  la realidad  sobre la cual tratamos, a saber la MISTICA, serían aquellos que contuvieran elementos físicos de  base experimental, por tanto,   extraidos  de la ciencia de la  naturaleza y no sólo la del espíritu o cultural. Seria ésta la manera de no alejar de la persona  la esencia  de la MÍSTICA, siendo la persona  el verdadero objeto de su experiencia.

    De ahi que en  mis comentarios anteriores, para no usar otros  conceptos  que hubieran añadido  mas confusion al tema si cave,  busqué en torno a los mismos el  aspecto mas fisico de ellos.

    Por eso mi respuesta a la pregunta   ¿Dónde vive el ser humano? respondí:El ser humano vive en el mundo pero en donde “esta”(viviendo) es en la realidad. Esta anterioridad del “estar”  alude al caracter físico donde, precisamente,  por serlo  recaerá la experiencia. Por tanto,  esta doble dimension del estar y del ser es a una categorial (física-concreta) y trascendental (proyectiva) y  van, como digo,  a una hacia la plenificacion (mística-sosiego) propia de la realidad humana. El logro pues, en coincidencia con Oscar, es  nuestro SOSIEGO.

    A partir de aqui  lo que se impone  es aplicar el carácter  novedoso y unitario de esta doble dimension que constituye lo humano, a los conceptos que han ido saliendo.Es lo que me propongoa continuación

    Leo de Oscar:  LIBERTAD, libertad de elegir, si pero, teniendo en cuenta lo dicho, mi punto de vista sería: libertad “de” elegir “ sí pero “en” la realidad, donde de ella (con vistas a la MISTICA) no se puede salir. Ya tenemos las dos dimensiones de la libertad  que se desarrollan en los dos niveles: el de la concrecion de la vida a la cual recae el de la libertad “de” eleccion y el trascendental o proyectivo  que recae en el “en” de la realidad que es el de la libertad pura o de indiferencia, es decir, el acto (físico) de libertad optativo y ultimo.
    Vayamos ahora por el concepto de HABITUD. No es que no este de acuerdo  con lo expresado por Oscar  pero encuentro  que  con las significaciones meramente  etimologicas se le priva al termino habitud de sus connotaciones fisicas. En cambio, si se le hace entrar en   accion, la habitud entonces no es habito ni costumbre sino enfrentamiento, un modo especial de enfrentarse humanamente con las cosas  y trascenderlas… será entonces  como el primer paso para alcanzar en el último  el estado MISTICO.

    Un cordial saludo

  • George R Porta

    La libertad solo puede ser probada en la necesidad. Si necesito hacer algo y no lo puedo hacer no soy libre. El discernimiento de si lo necesario es bueno o malo,  tiene que ver con la libertad porque lo que es malo para mí o para otros, no es necesario. El bien, en cambio sí lo es.

    Discernir que una cosa sea buena o mala es pues un ejercicio de libertad pero solo se realizará en elegir lo menos malo o lo major y no solo para mí, sino teniendo en cuenta a los demás sobre quienes mi conducta va a influir en cualquier medida.

    La libertad por lo tanto se aprende, es resultado de un adiestramiento. No puede ser elegir meramente, porque el mal no es necesario aunque sea possible.

    El bien o el mal no son discernibles a solas, son discernibles a solas y socialmente. De ahí la entrañable, íntima relación entre amar y ser libre para ello.

    Claro está, todo esto cabe la posibilidad de que sea, para quien piense o sienta distinto, puro onanismo mío.

  • oscar varela

    Hola!

    Algo en torno a los conceptos de “libertad” y “habitud” que usa la Cumpa M. Luisa

    La “LIBERTAD” es originariamente “libertad de ELEGIR”.

    Uno de sus componentes puede ser el de “cambiar” (pero no necesario)

    El “cambio” no es muy aconsejable para los que estamos más cerca del Arpa (o Lira) que de la Guitarra. Esa advertencia se encuentra en el dicho popular: “Jaula nueva, pájaro muerto”.

    ……………………

    La “HABITUD” ya desde los griegos y romanos tuvo el significado de “modo de presentarse”.

    Por eso al vestido se lo llamó “hábito”.

    ……………………

    Cuando uno ELIGE un vestido que se corresponde con su intimidad y el entorno (circunstancia) se dice que esa persona es ELEGANTE; ha ELEGIDO BIEN.

    ……………………

    En cuanto a la relación que esto tenga con la MÍSTICA “profana” digo:

    1- que el término “PROFANO” lo repristino (contra toda la mierda afeante y maloliente que le puso lo “religioso”) refiriéndolo a la etimología de: PRO (a favor de) + FANO (del verbo griego “faino” = manifiesto aparecer).

    2- que, precisamente, el campo lingüístico al que pertenece el vocablo HABITUD tiene su étymon radical en el verbo latino “habeo” = tener bien atado, poseer, etc. (lo cual da mucho SOSIEGO al poder ELEGIR la camita en que uno esta HABITUADO a dormir … en especial ¡esa almohada que no dejo por nada del mundo!

    3- Cuando todas las cosas de “mi vida” está en su LUGAR habitual siento una alegría que hubo ahuyentado toda pesadumbre y me siento en disponibilidad para lo qe sea porque tengo mi CASA o HABITUD sosegada, porque el SOSIEGO es la PAZ lograda (no regalada ni donada).

    ……………………..

    Tal vez ¿no?

    Sigo todavía! – Óscar.

  • M.Luisa

    Dónde radica nuestra libertad? En las costumbres? En las costumbres de vida?  o bien en aquel preciso  momento de cambiarlas para enriquecerla?   descubriendo así  nuestras  posibilidades de capacidad…

    Me pregunto esto porque el concepto de habitualidad  parece apuntar a lo que tienen de habitual  las costumbres. Por eso introduje el término  de “habitud”  el cual,  tanto se puede encontrar en la filosofía de X. Zubiri  como en la sociología de Pierre Bourdieu , ambos los retoman ciertamente de Aristóteles,  pero a diferencia de éste  como también de los medievales  para quienes el habítus es una disposición alojada más o menos permanente en el sujeto,  aquí en cambio, en este  contexto   hemos de considerar que sin esta   habitud subyacente a toda actividad  y  por tanto fundamento del mismo proceso vital  no se estarían dando  las condiciones  de  accesibilidad a la mística.

    Feliz domingo a tod@s!!

  • M.Luisa

    Hola! en la misma línea de mi anterior comentario, las preguntas de Oscar   me sugieren la siguiente respuesta

    ¿Dónde “vive” el ser humano?

    El ser humano vive en el mundo  pero en dónde está,  en donde, por su inteligencia  habita,   es en la realidad. Habitud no es costumbre de vida, la habitud que es anterior a la costumbre    predispone  al ser humano a  enfrentarse con las cosas de la vida en tanto realidades,  abriéndose así a la admiración de ellas y por tanto a lo místico sin necesidad de dar ningún salto al vacío  puesto éste    al amparo de las religiones.

    El sosiego del El ESTADO MÍSTICO  adviene, pues,  cuando en la vida la costumbre es superada por la habitud… forma de actitud específicamente humana.

  • Isidoro García

    Aún a riesgo de añadir un nuevo ladrillo al muro de la confusión, creo que en mucha parte el problema es de terminología y definición de los conceptos que empleamos cada uno.

    Para mí:

    La sabiduría humana, es una situación ideal del humano, (meta a conseguir muy difícilmente conseguible), que es el ideal denominado como budeidad, o santidad, o perfección humana, por las diferentes religiones y filosofías.

    Contiene dos componentes paralelos: un saneamiento y equilibrio psicológico, (la “Casa sosegada” de Oscar), junto con un inerrable juicio de discernimiento, y con un perfecto conocimiento de la Realidad, tanto en sus contenidos como en la organización interna de los mismos.

    Esta situación de perfección humana, se va consiguiendo poco a poco, mediante una “ascesis”, que consiste en un trabajo continuo de

    – Equilibrado psicológico, mediante una disolución interna de todos nuestras contradicciones internas, (sombra junguiana),

    – Y un estudio y reflexión consciente continuos, y una atención permanente a nuestra sabiduría interna, sita en nuestra mente subconsciente.

    Es en este último capítulo “ascético”, donde aparece (como medio, que no fin), la “mística” laica-psicológica, (o “profana” de Oscar -que no excluye la posibilidad de un componente adicional sacro y numinoso).

    Este proceso de atención y estímulo de la sabiduría interna del subconsciente, (el surgimiento de “intuiciones” desde el subconsciente), tiene un mucho de “extraño” y de “maravilloso”, y por ello es fácilmente confundible con la acción directa divina, (que yo no excluyo, aunque pienso que cuando se produce, es sobre todo estimuladora y consoladora).

    Y esta estimulación de esas “intuiciones” subconscientes sabias, o “iluminaciones”, (aunque es un nombre muy pomposo y equívoco), se consigue mediante técnicas “místicas”, como la contemplación, la meditación y otras técnicas de movilización de la mente subconsciente, tan en boga hoy en día.

    Yo creo que eso es todo.

  • oscar varela

    Hola!

    ¿Dónde “vive” el ser humano?

    ¿Dónde habita?

    Respondo: Habita donde vive, en lo que hace y le pasa, en su vida.

    Esa es su CASA, su MUNDO, su HABITUALIDAD.

    El ESTADO MÍSTICO se da cuando su Casa está SOSEGADA.

    ………………….

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Hola!

    Ya señalé y vuelvo sobre el Asunto de LA MÍSTICA

    1- Ésta tiene una vertiente “religiosa” y otra “profana”.

    2- La vertiente “religiosa” ha cumplido y cumple una función pro-pedéutica (de “servicio-temporal”) a la vertiente “profana”.

    3- Este “servicio-religioso” (de comunicación unitiva con la Superioridad totalmente OTRA) lo fueron fabricando, de tiempo en tiempo, algunos individuos excepcionales que emergieron de las desdichas de la Comunidad a la que pertenecían. Sus apreciaciones y gestos fueron acogidos por “seguidores”; y así los esfuerzos de esa gente se fueron asentando en Instituciones: Religiones rituales.

    4- Hoy la Historia nos va descubriendo una multitud de Ensayos (Aciertos y Errores) de los esfuerzos “religiosos” sobre los que n/ante-pasados sustentaban sus vidas humanas.

    5- La vertiente “profana” solo intenta hacerse cargo, HOY, de los Legados de ANT-AÑO, y toma “en serio” (intra-mundanamente) la LIBERACIÓN de las desdichas humanas.

    6- Se deduce, entonces, que esta “Nueva Revelación” anuncia la ALEGRÍA de “salir de las Pesadumbres infernales”.

    ………………….

    LA MÍSTICA “profana”, en contraposición a la “religiosa”, consiste en un ESTADO de abarcamiento pleno de las cosas y asuntos materio-mundanales; no es un ESTADO de vaciamiento mundanal sino su re-absorción.

    ………………….

    Cualquier persona “entrenada-en-la-vida-que-vive” puede haber percibido y sentirse en multitud de ESTADOS místicos. Estos se dan temporalmente cuando alguna desdicha o desafío nos hace en-sí-mismar y ¡por fin! le hallamos la Solución, e.d.: la “salvamos”.

    Esos “ESTADOS-salvíficos” son nuestra auténtica “trascendencia” porque son los incitantes y excitantes de “seguir yendo”.

    Mi experiencia pedestre me fue conduciendo a estas consideraciones y no considero nada desdeñable el poder haberle dado “carta de ciudadanía” mediante Conceptos y Lenguaje.

    Puede que a otros les sirva este “servicio comunicacional de calle-vereda sin templo”. Una especie de ATRIO mirando pa’fuera.

    ………………….

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • M.Luisa

    He situado mi reflexión sobre la mística allí donde puede  comprenderse   históricamente su   sentido más amplio y desde su raíz más profunda  que no era  el proporcionado por la metafísica clásica sino cuando ésta se desvanece a comienzos de siglo XIX y la filosofía se empieza a nutrir de ciencia.

    La primera parte del siglo  estuvo dominada tanto en filosofía como en ciencia por el idealismo de la Natural-filosofía y en la segunda mitad por el apogeo del positivismo. Ello explica que surgiera  en aquella encrucijada de pensamientos un peculiar movimiento  que buscaba ordenar los conocimientos científicos existentes dentro de esquemas especulativos de origen filosófico pero sin dejar, todavía de lado, el aspecto dualista de la realidad  como lo había expresado  Schelling en aquella frase “ La naturaleza es el espíritu visible y el espíritu es la naturaleza invisible” también había dualidad en la ciencia de Kant etc.,

    Dos fueron las ideas fundamentales de entonces, el vitalismo o panvitalismo por un lado y la teleología interna por el otro. En el orden externo del conocimiento la realidad aparece como disgregada y azarosa pero desde la razón, la facultad más elevada, todo adquiere interna unidad y la realidad muestra su secreta armonía que en el fondo no hace más que ser expresión de la propia vida divina. Así fue cuando se construyó  un saber trascendental  donde ya se dejó percibir  el  nuevo carácter de lo místico  pero  sin dejar de ser todavía como un  producto del dualismo.

    Todo ello, sin embargo, quedó  polvorizado a la segunda mitad del siglo por el positivismo proponiendo como alternativa una visión de la realidad que en vez de vitalista será mecanicista, y frente a la teleología interna de la naturaleza defenderá su carácter azaroso.

    Como no podía ser de otro modo estas dos maneras de entender la ciencia se produjo a raíz  de los saberes biológicos que como es sabido, con el evolucionismo, frente a una biología idealista y romántica, poco a poco fue imponiéndose otra estrictamente realista y experimental, entrando entonces  en la discusión  de si el ser humano ocupaba un lugar especial y privilegiado en el proceso evolutivo o si por el contrario constituía una rama más colateral y casi perdida, entre todas las del árbol evolutivo.

    Este fue  el debate que se conoció como el de “El puesto del hombre en la naturaleza” al cual a primeros del siglo XX participa Max Scheler basándose en las aportaciones un tanto extrañas  de los trabajos del  biólogo  Klatsch en el sentido de negatividad, es decir, sobre la tesis  de que lejos de ser la especie humana “la coronación del desarrollo vital” en ella, la vida ha dado un paso en falso y se ha metido en un callejón sin salida. Es precisamente eso, según los estudiosos y yo me apunto a ello,  lo que llevó a Unamuno a hablar del “Sentimiento trágico de la vida” Y es que por más bellas que hayan sido las expresiones  utilizadas en su antropología,  Scheler se movía  todavía en la dualidad,  distinguiendo el “reino de la vida” y el “reino del espíritu

    Con todo,  aun que pareciera que con Scheler quedaba resuelto el problema de la ascesis espiritual, no era así puesto que en tanto ser espiritual no sólo estaba  por encima de la naturaleza sino que también se oponía  a ella.

    Esta oposición venía a ser lo típico de la fenomenología, que si se recuerda hace unas semanas  me ocupé a grandes rasgos de ella.  Al realizar la epoché, es decir la puesta entre paréntesis de la naturaleza, el ser humano se quedaba   a solas con el sentido esencial que es el propio y definitivo de la vida del espíritu.

    Sin embargo    esto es lo que, precisamente,  resulta sumamente peligroso. Cuando menos porque conduce a un dualismo casi tan pernicioso  como el antiguo, la división de la realidad humana en cuerpo y alma. Y lo que se necesita  para entrar en la comprensión de lo místico es un concepto unitario de ella.

    Esto fue  lo que se propuso la antropobiología  alemana de la primera mitad del siglo XX la cual, en ella, trabajó el biólogo Arnold Gehlen en respuesta directa a Scheler, como   un intento de darle al tema  una explicación adecuada, es decir, unitaria y coherente. Su tesis defiende  que el ser humano debe verse como unitario y no dividido en dos planos. Y esta unidad ha de venir dada por la propia estructura biológica. Para  Gehlen el puesto del ser humano es el mundo y no el cosmos en donde lo situaba Scheler y es que éste partía de una mala interpretación de los datos de la biología. Su error está  en su concepción del “homo naturalis” y luego se ha visto que no hay tal homo naturalis, el ser humano es constitutivamente espiritual y mundano.

    Era preciso que me alargara  porque pienso que al hablar de la  mística hemos de situarnos  desde  una  perspectiva unitaria de la realidad humana…

  • ELOY

     
    ¿Nos es dado citar a Hegel en este debate?
     
    Dice Hegel que su proposición filosófica la “Razón gobierna y ha gobernad el mundo” puede enunciarse de forma religiosa “y significar que la divina Providencia domina el mundo“.
     
    Hace referencia también a la cuestión del posible, o no, conocimiento de Dios y a la necesidad de “prestar la más seria atención a lo concreto porque en los hechos concretos lo que a nuestros ojos se ofrece son con frecuencia los caminos mismos de la Providencia (…)”
     
    No es posible hacer aquí una larga cita; sírvanos, por hoy, la siguiente:   
     
    (…) Por el contrario, debemos prestar la más seria atención a lo concreto, porque en los hechos concretos, lo que a nuestros ojos se ofrece son con frecuencia los caminos mismos de la Providencia, sus medios y sus manifestaciones históricas; nuestra única tarea será referirlas a su principio.
     
    Al hablar del conocimiento del plan providencial hice alusión  a una cuestión de importancia capital en nuestra época: la de la posibilidad de conocer  a Dios. Dado que esta cuestión ha dejado de serlo, hablaré más bien de la imposibilidad de conocer a Dios, doctrina que se ha convertido en prejuicio a pesar de que la Sagrada Escritura nos da como deber supremo no solo el de amar a Dios, sino también el de conocerlo. Se niega así lo que también allí se dice de que el espíritu conduce a la verdad, lo conoce todo y penetra incluso en lo profundo de la divinidad.
     
    La fe ingenua puede renunciar a un examen más afondo  y atenerse a la idea general del gobierno divino del mundo. Los que así piensan no han de sufrir reproche por ello, a condición de que no se opongan a cualquier otro enfoque. Pero esa idea puede también ser considerada de una manera tendenciosa y su proposición general comportar, por su misma generalidad, u sentido negativo que implicaría que Dios se encuentra a una distancia inaccesible, más allá de las cosas, y del conocimiento humanos. Se obtiene así la libertad de sustraerse a las exigencias de la verdad y de la Razón  y se consigue plena holgura para abandonarse a las propias opiniones. En este sentido, la representación de Dios se reduce a una palabra vacía. Si situamos a Dios más allá de nuestra conciencia racional, nos hallaremos libres del cuidado de conocer su naturaleza y de reconocer la presencia de la Razón en la historia. se abre así vía libre al juego de las hipótesis arbitrarias. La piadosa humildad sabe bien lo que gana con tales renuncias.
     
    Nuestra proposición “<< la Razón gobierna y ha gobernado el mundo >> puede, pues, enunciarse en forma religiosa y significar que la divina Providencia domina el mundo. Hubiera podido abstenerme de aludir a ello para evitar el mencionar la cuestión de la posibilidad de conocer a Dios. Si no lo he hecho, es en parte, para mostrar que ambos temas se hallan íntimamente  ligados y en parte para defender a la filosofía , que, sospechosa de mala conciencia respecto a las verdades religiosas, se supone que las evita y teme mencionarlas. Muy al contrario, en nuestros días se ha llegado a una situación en que la filosofía debe defender el elemento religioso contra una cierta forma de teología.
     
    A menudo se oye decir que es presuntuoso querer conocer el plan de la Providencia. es esta una consecuencia de la opinión, hoy convertida en axioma, de que es imposible conocer a Dios. Cuando la propia teología lo duda, hay que refugiarse en la filosofía  si se aspira a ese conocimiento. (…).
     
    (…) Si Dios no ha de ser una simple palabra vacía , debemos reconocer que es bueno y que se comunica con nosotros. (…) Decir que Dios no quiere comunicarse con nosotros equivale a atribuirle envidia; pero comunicándose a nosotros , Dios nada pierde, lo mismo que una luz no disminuye en nada cuando sirve parar encender otra. ”    
     
    (Ver Hegel:”La Razón en la Historia”. Seminarios y Ediciones S.A. Madrid 1972, páginas 58 y siguientes)  
     
     
     

  • mª pilar

    Me animo cada día, y espabilan mi esperanza..;

    Las personas extraordinarias, que van caminando por este mundo con espíritu libre y firme; abriendo los ojos desde lo más profundo de nuestro ser, escuchando el rumor interior..:

    Preñado del Espíritu de este Misterio…”

    Que muchas personas no dejan de presentar como si cada día tomar café sentados a su mesa, llenos de certidumbres.

    Me alegra Oscar con sus expresiones, llenas todas ellas del sentido de la ¡Vida! que cada cual tiene que llevar a buen puerto.

    Me alegra percibir tan cercano  a George, con sus luchas internas sobre el por qué, no está conseguido todo cuanto desea y sueña.

    Ánimo amigo:

    ¡Ahí está la esencia del ¡ser!

    Solo hay que ser fiel a lo que cada cual va descubriendo en su camino, sin dejar de mirar cuanto sucede a nuestro alrededor y para nosotros desde la… Vida-Palabra de Jesús.

    Eso nos hace universales, creyentes en las capacidades que el ser humano ha recibido solo por el hecho de haber nacido.

    Cuanto más seamos capaces de mirar lo que sucede en el mundo, y discernir el significado, al cual cada persona se pueda acoplar… y ella sola lo decidirá; ¡Ese es el buen camino!

    Cada cual lo vivirá, donde crea que es su lugar; pero si decimos, que Jesús-su Mensaje-Vida, alienta la nuestra; sería bueno, no empeñarnos en que cuantos pasen a nuestro lado sean y tengan el mismo color y la misma identidad, y sobre todo creencia.

    Dejemos a ¡Dios! (como cada cual lo experimente) ¡Serlo! opinando ¡sí! catequizando ¡no!

    Quien quiera ser catequizado, ya acudirá donde crea conveniente, solo le deseo, que jamás pierda la capacidad de dudar, descubrir, preguntar… y cuando no encuentre la respuesta… nunca dejar de caminar, descubrir, amar, luchar, trabajar, por un mundo más justo y habitable.

    ¡Gracias a los dos! por vuestros comentarios.

    pili-mª pilar

  • oscar varela

    Hola y Gracias Román!

    1- La Mística “cristiana” ha aportado (y aporta) a la historia de la vida humana algunos aspectos o valores novedosos para la especie.

    Estimo que el principal ha sido el de “darle” un sentido plenificante (o “divino”) a la vida individual.

    (Allí anda por Atrio el Libro “in-finito” de Juanel)

    La “conversión” que propongo, en nuestras horas del Siglo XXI, es que ¡despiertos y alertas! Acertemos a “encontrar” (no a “darle”) el sentido plenificante a la vida que cada cual está viviendo.

    Y esa es una tarea de “re-absorber” las circunstancias concretas, que siempre y sin escapatoria son “materiales”.

    …………………

    2- La Mística “cristiana” solicita e intenta el “estado de gracia” (plenitud estable).

    Acepta que se trata de una “donación” (incompatible con cualquier “merecimiento”)

    Sin embargo no puede soslayar que puede “sobornar” a un “papito- Dador” haciéndole “pucheritos” que cosquilleen la Misericordia.

    El principal “pucherito” es, tanto en la “cristiana como en otras cosmovisiones, “la Previa” antes de la festichola unitiva: la ASCÉTICA para la Competencia antes de “subir” al Monte fulgoroso.

    …………………

    3- La Mística “cristiana” está llamada a ser la “Mística del Siglo XXI” en la medida que “se convierta y mute” a aceptar seriamente la “In-Carne” de la vida humana en este momento de la propia historia.

    Mientras no dé ese Paso, está estorbando (escandalizando) gatopardamente su propio Destino.

    …………………

    ¿Será?
    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • George R Porta

     
    Re-leo lo que leí y me atrevo a afirmar:
     
    1.       Que Jesús necesitó ser y fue humano:  
     
    2.       Por eso a« Dios» ahora solamente debo y tengo que nombrarle «Jesús».
     
    3.       Puedo abandonar la Metafísica si a Jesús-Dios le puedo nombrar y tantos pudieron verle y tocarle.
     
    4.      Si quien era «innombrable, invisible e intangible» dejó de serlo; aunque no puedo «saber» cómo pudo alguna vez no serlo; ¿por qué me empecino en seguir afirmando ambas cosas, que era lo que ya dejó de ser si lo primero no me puede constar más o igual que lo segundo? ¿Cómo puedo afirmar que el ser inmutable se vuelva mutable cuando no tenía «necesidad» de haber sido tal alguna vez? Una tal afirmación significaría que conozco y comprendo algo que fuera incognoscible e incomprensible, a pesar de ser ambas cualidades o nociones incomprensibles.
     
    5.      Más aún, si la forma de algo pudiera cambiar, entonces fuera necesario que su esencia permaneciera constante. Esa es una proposición que solo es aplicable a lo material para que sea comprobable y explicable: Lo plano y lo no plano pueden permanecer idénticos de forma esférica.
     
    6.      Lo «metafísico» no puede dejar de serlo y por lo tanto gratuito, hipotético e improbable. ¿Cuál es la necesidad de la metafísica? ¿Solo responder a la arrogancia narcisista de explicar todo? ¡Pobre Moisés!
     
    7.      Si creo en la divinidad de Jesús como algo diferente de su humanidad tengo que aceptar la pena (ascesis) de que no me baste ésta (que Dios fracasó conmigo). Es mejor aceptar mi pena que se parece a aquella que debió sentir de Moisés pudiendo avizorar la Tierra Prometida solo desde lejos, sin poner pie en ella; o al mirar al árbol ardiente como «si viera lo invisible» pero siempre viendo un árbol que estando en fuego no se volvía cenizas; conservaba su forma cuando debía perderla, lo cual le parecía absurdo y por eso le «apenaba» (ascesis), le dejaba perplejo.
     
    8.      En efecto, Moisés solo pudo afirmar lo que creía ver: Un árbol ardiendo «que no ardía» porque el fuego no lo consumía como debía. Mejor que Jacob: O no era árbol o no ardía versus contentarse con saber que luchaba. Además, pudo imaginar sin afirmar por falta de evidencia, que la voz que oía no era una alucinación, pero la escuchaba. Teresa de Jesús necesitaba explicar que ella no oía con sus oídos como si la voz viniera de fuera, sino que se trataba de una voz interior. Claro, ni Moisés ni ella supieron que, en el silencio, los pensamientos son «escuchados» porque son sub-vocalizados e impresionan por atribución como si fueran escuchados. El córtex se encarga de distinguirlos como interiores pero reales. Los neurólogos no pueden explicarlo mejor todavía.
     
    9.      La vida es una experiencia mística porque el conocimiento no puede detenerse. Lo mismo cuando en lugar de avanzar, profundiza interiormente. Es la única experiencia analogable a lo intangible posible.
     
    10.  La «divinidad histórica» es un antiquísimo sueño humano. Quizás responda a la imposibilidad de renunciar a expectativas grandiosas. Eso me ocurre ahora, escribiendo todo esto.
     
    11.   Como los huérfanos, la humanidad no puede dejar de sentir la pena de su orfandad. Aquellos sienten la penosa compulsión de buscar sus progenitores biológicos, no sin riesgo de desilusión.
     
    12.   Los cristianos no dejamos de ser cristianos porque siendo humanos seamos inquisitivos.
     
    13.   Confieso gustoso que mi humanidad es real porque carece de la habilidad de nombrar lo innombrable y de ver y tocar lo invisible intangible.
     
    14.   Me apaciguo imaginando que, si la divinidad existe y decide «mutar» de creativa a eliminadora lo «lógico» sea que elimine a la minoría superior que, como en la leyenda de Adán y Eva, creyó adivinar los divinos secretos conversando con una serpiente y preserve al resto de ignorantes «humanos».
     
    15.   Después de todo, el viaje al «Centro de la Tierra» sea la metáfora mística de Jules Verne.
     

  • Román Díaz Ayala

    Oscar,

    gracias por tan amable comentario.

    He tenido de oportunidad de meditar muchas veces tu tesis sobre el gatopardismo a la que recurres sistemáticamente cuando un comentario o autor transcurre por sendas “espiritualistas” dentro del contexto católico romano en que nos movemos aquí en Atrio, para reafirmarte en tu lógica.

    Debo, sin embargo matizarte, pues los rudimentos de nuestra “existencia cristiana” están en algo más que la divinización de Jesús el Cristo, lo que en otras palabras; para tí el gatopardismo tendría que ser que las personas cristianas somos activas adoradoras de Dios, lo cual tenemos en común con otras sensibilidades o espiritualidades. Lo que realmente nos identifica como cristianas es que profesamos tal adoración siguiendo las instrucciones y enseñanzas de Jesús, algo que mucha gente hoy en día no alcanza a comprender de los Evangelios, o simplemente desecha.

  • oscar varela

    Hola Román!

    Creo que has sintetizado bien el “gatopardismo” escondido en la “mística-religiosa” con tu conclusión:

    – “(En Jesús..pues)

    *El Dios innombrable es nuestro Padre y

    * lo que es invisible e intangible lo hemos visto con nuestros ojos y tocado con nuestras manos”-

    La “Mística” tiene un lado que atiende lo “religioso”; pero hay una “Mística” profana que es la de lograr que todo “lo que hacemos y nos pasa” comulguen armoniosamente y sin desperdicios.

    ¿Tal vez, no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Santiago

    En el tercer párrafo, tercera línea, debe decir “nos ha…hablado en lugar de no ha…hablado” Gracias Vale   SA

     

  • Santiago

    Karl Rahner no estaba muy descaminado cuando afirmaba la naturaleza mística del cristianismo…Todos los grandes maestros de la vida espiritual están de acuerdo que el desarrollo normal de la vida cristiana nos conducirá hasta la mística, no necesariamente a los fenómenos místicos extraordinarios…sino que cuando nos hundamos en el insondable misterio de Dios…y nos abandonemos a su inmanente providencia estaremos acercándonos cada vez mas a Su presencia o inhabitación en nosotros y fuera de nuestro ser….Por eso, todos estamos llamados, al menos remota y suficientemente, a la vida mística…

    “Porque los atributos invisibles de Dios, resultan visibles por la creación del mundo, al ser percibidos por la inteligencia en sus hechuras: tanto su eterna potencia como su divinidad; de suerte que son inexcusables. (Rom. 1,20) ..Si los antiguos por medio de la razón natural ya podían acercarse al Dios necesario e invisible….mucho mas ahora, cuando el progreso de la ciencia nos hace pensar mucho mas en una causa increada e inteligente capaz de dar lugar a un Universo con un contenido que escapa la posibilidad del azar y de la mera casualidad…S. Pablo se opone, en su carta a los Romanos, al ontologismo que se imagina poseer la visión meramente intuitiva de Dios..”porque el objeto especial de este conocimiento es tanto su eterna potencia, como su divinidad: la eternidad de su ser que es superior al vaivén y contigencia del  tiempo, y su divinidad o soberanía trascendente”… Para Pablo de Tarso los que con “su injusticia ahogan la voz de la verdad conocida son inexcusables”…Por eso, se puede llegar hasta Dios, ordinariamente, por medio de las cosas creadas…

    Y DE OTRA MANERA, también,  ya que”Dios hubo hablado muchas veces y de muchas maneras, últimamente, en estos mismos días, no ha hablado por su Hijo” (Hebreos, 1, 1-2)…Y el Concilio Vaticano II nos dice que “Jesucristo, Verbo hecho carne-“hombre enviado a los hombres”- habla las palabras de Dios (Juan 3, 34)., y Pablo, doctor de la Ley, le escribe a Timoteo exhortándole a “que conserves el mandato..irreprensible hasta la manifestación de Jesucristo,.. la cual en sus tiempos mostrará ..el Rey de los que reinan y Señor de los que dominan, el Único que posee la inmortalidad, que mora en luz inaccesible, a quien no vio ninguno de los hombres, ni puede ver, a quien sea honor y poderíos sempiterno. Amén” (1 Tim. 6, 13-16)

    Un saludo cordial  Santiago Hernández

     

  • Román Díaz Ayala

    “El misterio religioso”, “la existencia cristiana”, parece como si estuviésemos hablando el mismo tema tanto el comentarista ( por Isidoro) como el articulista ( por Carlos F. Barberá), o una impostación, interpretación directa al comentario de Oscar, es decir, que hagamos de la mística (cristiana) una nueva técnica para que nuestro teismo declame sus verdades.Él lo define como gatopardismo, pues sitúan nuestras experiencias y relaciones en el campo de la imaginación.

    Algo hay de verdad si nos proponemos a analizar la mística de forma tradicional en el campo católico dándole valor doctrinal-teológico, es decir, de catecismo. Ahí se explica que la mistica no se recibe, a la mística se llega, y siempre precedida por la ascética. Cuestión de grados en una carrera de méritos. Y así como en la tropa somos muchos, y en los ejercicios y en las disciplinas perfeccionamos nuestros espíritus, la mística es lugar para unos pocos privilegiados.¿Quién no ha tropezado siendo joven con un pequeño manual a modo de camino de perfección? La perfección es atribuible al grado de santidad y de ahí que hagamos diferenciación entre quienes son personas santas y quienes no lo son y a esta primeras las pongamos en los altares como figuras mediadoras. Las demás personas tenemos los sacramentos como garantía mínima de alcanzar la gloria.

    Tal cosa ha sido lo tradicional y así hemos sido enseñados en nuestra infancia. El Concilio, hace ya más de medio siglo rompió con tales esquemas, pero poco pueblo católico se percató el tema. El clero tradicional perdía en consecuencia su lugar privilegiado en su labor mediadora y dispensadora de los misterios de Dios, perdía su poder y su dominio sobre la tropa. Decir algo distinto, olía a protestantismo, que la existencia cristiana era una existencia mística, porque somos introducidos por Jesús en los misterios de Dios.

    Repito completo el párrafo del autor, porque a George no le ha quedado claro lo que para una persona cristiana significa Jesús:

    Es que, si en esa invocacióna la mística del cristianismo coincide con otras religiones, a continuación juega con una dialéctica en la que a Dios, a quien nadie ha visto, lo hemos contemplado en Jesús…

    (En Jesús..pues) El Dios innombrable es nuestro Padre y lo que es invisible e intangible lo hemos visto con nuestros ojos  y tocado con nuestras manos.

     

     

  • Isidoro García

    En mi opinión, el tema de la mística, es un fenómeno clave para intentar comprender un poco, levantar el velo, del misterio religioso.

    Porque en su seno se contemplan experiencias”, y fenómenos, analizables y estudiables por los “científicos” tanto psicológicos, como religiosos.

    Porque existe una Ciencia de la Religión, que es la solución de continuidad, el nexo de unión, la piedra angular que pertenece al tiempo a las dos paredes anguladas,  la piedra superior de cuña o dovela, que sostiene el arco o bóveda, entre la ciencia clásica y las tradiciones religiosas clásicas.

    Esta piedra que sostiene los dos pilares del arco, la inició, el médico-psiquiatra Carl Jung, y luego ha sido ampliada, además de por los postjunguianos,  por toda la psicología transpersonal, que ha estudiado los estados alterados de la conciencia, uno de cuyos exponentes es Maslow, y Stanislav Grof.

    Esta ciencia, estudia los fenómenos religiosos, que se dan en todas las religiones, en el zen, (que no lo es estrictamente), e incluso en actividades laicas de la vida normal.

    Por eso la mística, existe realmente, aunque los materialistas a ultranza, cierren los ojos a lo que no comprenden su explicación = no lo entiendo, luego no puede existir, (el dinosaurio sigue ahí), aunque por otra parte, y lo siento por Remedios, esas “experiencias” reales, sin excluir la posibilidad de una interpretación religiosa directa, podrían tener también una explicación religiosa indirecta.

    Como muy bien apunta el amigo y añorado Román, (¡cuánto se te ha echado de menos, no me dejes solo con Santiago ante las fieras, (es una broma -os aprecio a todos), es un placer dialogar y discutir contigo!), el tema está relacionado plenamente con las “intuiciones”, aunque sé que Román, lo dices con pesar: (nunca la verdad va en contra de Dios, aunque a veces lo aparente).

    Decía el maestro zen Suzuki, (que en Japón debe ser como García aquí), que las intuiciones, iluminaciones o “satoris”, eran “una mirada al inconsciente” = son una “proyección” de contenidos de la mente subconsciente.

    Como decía antes, eso no excluye la posibilidad para el creyente, de que exista en algunos casos, una intervención directa exterior de la “Trascendencia” del Mundo Espiritual. Pero como decía antes, también existe que esa intervención sea indirecta.

    Como sabéis, Jung, hablaba de unos programas neuronales innatos, transmitidos genéticamente, que son el equipamiento mental base para facilitar el funcionamiento “maravilloso” de la mente de cada individuo.

    Estos programas conductuales o “arquetipos”, tienen una gran carga emocional, y una gran potencia psicológica para activarse y “proyectarse” a la mente consciente, como todos los programas más primitivos y profundos en la mente subconsciente.

    Estos programas tienen esquemáticamente los “huecos” o huellas de la sabiduría humana que un individuo necesita disponer. Son como armarios con todas las perchas ordenadas y rotuladas, en las que luego tenemos que colgar los conocimientos que encontremos en el aprendizaje durante nuestro desarrollo.

    En sí no nos enseñan nada, sino que nos facilitan extraordinariamente un aprendizaje de tantas cosas, que si no tuviéramos ese orden mental interno, resultaría algo caótico e inmanejable por la mente.

    Este método de ordenación mental funciona en todos los animales superiores, pero en el humano, alcanza un grado de perfección extraordinario.

    Esa es la razón de la meditación y de todos los sistemas de movilización del subconsciente, de “mirada al subconsciente” en palabras de Suzuki.

    Por eso no nos enseñan nada, sino que muchas veces lo que nos aflora es un nuevo orden, una nueva perspectiva, una nueva forma de mirar la realidad, más adecuada a la realidad.

    Y por eso a más búsqueda de conocimientos, más iluminación, y a menos búsqueda menos iluminación.

    San Ignacio en el río Cardoner, explica muy bien su superiluminación:

    30. 5°. “(…) se sentó un poco con la cara hacia el río, el cual iba hondo. Y estando allí sentado se le empezaron abrir los ojos del entendimiento; y no que viese alguna visión, sino entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales, como de cosas de la fe y de letras; y esto con una ilustración tan grande, que le parecían todas las cosas nuevas”.

         “Y no se puede declarar los particulares que entendió entonces, aunque fueron muchos, sino que recibió una grande claridad en el entendimiento; de manera que en todo el discurso de su vida, hasta pasados sesenta y dos años, coligiendo todas cuantas ayudas haya tenido de Dios, y todas cuantas cosas ha sabido, aunque las ayunte todas en uno, no le parece haber alcanzado tanto, como de aquella vez sola”.

    “Y esto fue en tanta manera de quedar con el entendimiento ilustrado, que le parescía como si fuese otro hombre y tuviese otro intelecto, que tenía antes”.

    Yo no dio que no hubiera intervención divina directa, pero no olvidemos que Dios cuando actúa casi siempre es según naturaleza, siguiendo los cauces naturales.

    ¿Y dónde está la intervención indirecta de “Dios”, (sea lo que sea, que no lo sabemos)?. Pues que gracias a su diseño del Universo, disponemos en nuestro interior, una “chispa” de su Inteligencia divina, que tenemos que aprender a saber activar y movilizar. Es ese pequeño “dios”, que tenemos dentro, que es el que tenemos que dejar que nos guíe.

    Esta es una versión más de la mística, más moderna y actualizada a los tiempos actuales, y que es perfectamente compatible con una lectura de las enseñanzas de Jesús, el humano-pionero en nuestra experiencia personal de búsqueda, gracias a lo cual fue nombrado por el “Padre”, (sea quien sea), Jefe, Abogado y Maestro de la humanidad.

  • George R Porta

    Leo en el artículo: «El Dios innombrable es nuestro Padre y lo que es invisible e intangible lo hemos visto con nuestros ojos y tocado con nuestras manos»

    Pregunto: ¿Nombrar al Dios innombrable «Dios innombrable» o «Padre» no es precisamente nombrarle?

    Quizás solo se pueda ser «místico» callando…

     

     

  • Remedios

    Pues no, Oscar no. La mística lo cambia todo porque es experiencia de Dios, y cuando el nos toca todo cambia. Lo triste es que la Iglesia católica siempre desconfió de los misticos y jamás ha fomentado mistica alguna. ¿Será porque el mistico es el ser más libre que hay? Muchos sacerdotes, religiosas y seglares, practican el zen. Y muchos que se han alejado de la Iglesia también.

    Me gusta leerte porque eres muy inteligente, aunque quizás esté de más que te lo diga, porque tambien se te nota, que tu, sabes que sabes. Pero ésta sabiduria de Dios, como dice Jesús en el evangelio, no ha sido revelada para sabios y entendidos, sino para quienes lo buscan con sincero y sencillo corazón.

     

  • oscar varela

    Hola!¿Qué le vamos a hacer, no?Inocente Gatopardismo puro y duro de gente buena………………..Yerra quien prioriza posturas ético-espaciales (imaginaciones religiosas) por sobre las posturas ético-temporales.”El TIEMPO es primero y mayor que el ESPACIO”.La Mística genuina del ser humano es la “histórica”; la del que se “en-sí-misma” para trazar un Plan de ataque y solución a los Problemas reales que (sin permisos previos) le atopa el “tener que seguir viviendo dignamente”.Lo SERIO de la Religión es lo que hoy ha madurado y se llama POLÍTICA!¿O no?¡Voy todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    La mística, el concepto,  se ha venido utilizando para dar explicación de los movimientos emotivos que producen los grandes ideales reconvertidos en doctrinas, desde un punto de vista laico. Y así la mística marxista. o simplemente política, de personajes considerados como revolucionarios, líderes o que dejan huella en una multitud de seguidores.

    Ahora la mística es un concepto muy cercano a “la intuición”, al pensamiento intuitivo que ha sido abrazado por las ciencias que han dado paso a la posmodernidad, y que han hecho avanzar loos elementos necesarios para un cambio de época. El racionalismo, dogma del pensamiento científico, tuvo que admitir para progresar que había otras formas de llegar a la verdad sin necesidad del uso de análisis o de razonamientos en otra forma hasta entonces despreciada de evidencia.

    En el campo de la religiosidad propia de personas inquietas dentro del cristianismo militante se descubrió por algunas personas que la intuición era una forma (¿descubrimiento feliz?) de encontrar explicación a su fe profesada. Esto es tan sólo una nueva ventana que se abre, pues la intuición así concebida está a medio camino entre la fe cristiana, asunto de relación interpersonal, está a medio camino entre la fe, evidencia de la verdad, y las creencias.

    Lamento no poder extenderme más, y confío que se me entienda.