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 La primera república española (XI)

 

IsornaLa escritora y periodista gallega Rebeca Quintans (Arzúa, A Coruña, 1964), en su libroJuan Carlos I. La biografía sin silencios (Edita Akal, Madrid, 2016, pág. 232 ) cuenta como el 23 de enero de 1981 (un mes antes del golpe del 23 F de ese año), en una reunión en la Zarzuela del entonces Presidente del Gobierno Adolfo Suárez con cuatro tenientes generales, uno de ellos indicó a Suárez que por el bien de España debería dimitir cuanto antes; entonces Suárez preguntó por qué razón debiera de hacerlo y otro de los tenientes generales presentes, <<sacó del bolsillo de su guerrera una pistola Star 9mm y mostrándosela dijo “¿Le parece bien a usted esta?“>> . En la reunión no estaba presente el Rey.

El recurso a la intimidación y a la exhibición de fuerza estuvo también muy presente en la crisis del primer gobierno de Estanislao Figueras los días 23 y 24 de febrero de 1873.

 I – UN GOBIERNO EN CRISIS

El 21 de febrero de 1873 era notoria la crisis del primer gobierno de Figueras. Ese día en la Asamblea Nacional “las versiones sobre la crisis eran infinitas, no faltando quien diera ya por hecha la modificación en sentido homogéneo“. Se barajaban distintos nombres como candidatos al Ministerio para las vacantes que se suponía habrían de producirse, entre ellos el del general Nouvilas. Pero nada estaba hecho todavía ni consumado, así lo manifestaban incluso algunos ministros. Aunque la gravedad de la situación, hacía suponer que en la noche del 22 al 23, seguiría “el Poder Ejecutivo ocupándose de ella, si la salud del Sr. Figueras” lo permitía. “Esto es lo más aproximado a la verdad que conocemosdirá “La Correspondencia de España” del día 22.

La cuestiónera dilucidar (por parte de la Asamblea Nacional, donde los radicales eran mayoría y los republicanos “históricos” minoría) si debiera “o no formarse un gabinete homogéneo de republicanos históricos que hagan política republicana pura”. Este deseo muy generalizado entre los republicanos, tenía lógicamente sus impugnadores muy especialmente entre los “republicanos nuevos”, es decir los antiguos radicales. Pero, además, otras cuestiones fundamentales a dilucidar eran la disolución de la Asamblea y la Convocatoria de las Constituyentes (“La Correspondencia de España” del 22, página 3 y “La Iberia” del 25, pág. 2).

 II – DOMINGO DE CARNAVAL: CONCILIÁBULOS E INTIMIDACIONES

El domingo 23 de febrero de 1873 era “domingo de Carnaval” de modo que el diario Republicano Federal “La Igualdad” del día 24, al dar cuenta de los movimientos y actividades que se habían producido el día anterior para sembrar alarma e intimidar a la población, concluía la descripción de lo sucedido haciendo referencia a la celebración del Carnaval y lo contaba así:

Ayer se agitaron como nunca los conservadores de la Revolución, llevando y trayendo noticias estupendas por ellos mismos inventadas para alarmar al público, dando órdenes y contraordenes a sus escaso afiliados, celebrando juntas y conciliábulos y enviando emisarios á ciertos establecimientos civiles y militares, y también a algunas casas de particulares, con proposiciones y ofertas seductoras para los que prestaran su apoyo a los planes de los monárquicos conservadores, que a sí propios se llaman defensores del orden, por ellos mismos siempre trastornado y subvertido. (…) creyeron, sin duda, que ayer domingo de Carnaval, era el día más adecuado para probar fortuna, y se lanzaron a la calle con traje de arlequín-constitucional y careta de arco iris“.

 III – LA NOCHE DEL 23 F.: EN BUCA DE UN ACUERDO.

A las 9 de la noche del domingo 23 de febrero de 1873, domingo de “Carnaval”, como se dijo, había en Madrid cierto alboroto político con aires de conspiración. Republicanos históricos, por un lado, y nuevos republicanos (antiguos radicales), por otro, se reunían por separado aprestándose a abordar la crisis política de gobierno. Lo que hoy podríamos llamar el “grupo parlamentario” de los republicanos históricos, se reunían, en número de 73, en el “salón de presupuestos del Congreso”. Por otro lado, el grupo de la mayoría de antiguos radicales (republicanos nuevos) de la Asamblea, se reunían en número de unos 230 (NOTA 1). Eran, como decimos, las nueve de la noche y a esa hora, en Madrid, el termómetro marcaba 6,7 grados, el viento se mantenía en calma y surcaban el cielo algunas nubes aisladas.

Es de destacar la asistencia a la reunión del grupo histórico republicano, del Presidente del Gobierno Estanislao Figueras, así como la de los ministros, Emilio Castelar, de Estado y Nicolás Salmerón, de Gracia y Justicia; no asistió Pi y Margall, Ministro de Gobernación, que excusó su asistencia, pero mostró su disponibilidad para asistir en caso de que fuera necesario (“La Igualdad 24 -02- 1873, pág. 3)

 En el grupo de los antiguos radicales estaban “casi todos los ministros radicales (“La Igualdad“, citada) y también, probablemente desde el principio, en la medida que sus “actividades” se lo permitían, Cristino Martos, Presidente de la Asamblea Nacional, que a lo largo de la noche llegaría a formar parte de la comisión negociadora de los 14 a la que seguidamente me refiero. (NOTA 2 )

 IV – LA COMISIÓN DE LOS 14

La reunión de republicanos y radicales se prolongó desde las nueve hasta las doce y media de la noche, hora en la que ambos grupos acordaron nombrar dos respectivas comisiones de 7 miembros cada una.

Por parte de los republicanos formó esta comisión “la directiva de la minoría”, los ciudadanos Cervera, Chao, Sorní, Fernando González, Garrido y Díaz Quintero. Desde el primer momento de la reunión, la minoría republicana estableció dos claras líneas rojas en la negociación: 1) en ningún caso aceptaría un ministerio de conciliación y 2) tampoco estaba dispuesta a aceptar el aplazamiento indefinido de la disolución de la Asamblea.

 “Los radicales, al igual que habían hecho los republicanos, eligieron una comisión para negociar con ellos y que estaba compuesta por Figuerola, Sardoal, Moncasi, Romero Girón, Saulate, Ramos Calderón y Martos, presidente de la Asamblea (La Igualdad 24-02-1873, pág. 3).

A las doce de la noche, los antiguos radicales discutían una propuesta presentada y defendida por Núñez de Velasco, acordando, 1) la constitución inmediata de un gabinete homogéneo y 2) la disolución de la Asamblea en cuanto se hubieran discutido y aprobado las leyes pendientes.

A la una y media comenzó la comisión de los 14 a negociar. A las 6 de la mañana, dice “La igualdad” que rendidos sus individuos por la fatiga, extenuados todos los representantes por los trabajos de estos días, se retiraronlos comisionados, acordando interrumpir las reuniones y proseguirlas a las 6 horas, es decir a las 12 del mediodía del día 24. A las 2 de la tarde los 14 comisionados se reunieron con los ministros y a esa hora se aseguraba que la única diferencia que separaba a los comisionados republicanos y radicales, era solo en la cuestión del nombramiento del ministro de Guerra. (NOTA 3)

A las cuatro y cuarto de la tarde del día 24 comenzaba la sesión parlamentaria bajo la presidencia de Martos. (Gaceta del 25-02-1873), no obstante, iniciada la sesión, continuaba en el “salón de Ministros” de la Asamblea, “la conferencia de la comisión de los 14” que estaba reunida desde la una del mediodía y a la hora de apertura de la Asamblea, es decir a las cuatro y cuarto, la Comisión no había llegado a ningún acuerdo. (“La Igualdad” 25-02-1873, pág. 1),

Y en esa circunstancia, destaca “la Igualdad” “un hecho de gran trascendencia“, consistente en que sabedor el general Nouvilas que “una de las mayores dificultades para la resolución de la crisis era el veto que ponían los radicales a su entrada en el ministerio de la Guerra (…) // El general republicano se presentó ante los individuos designados como arbitradores de la crisis (…) Dijo que (…) decidido a no servir, ni ocasionalmente, de dificultad a una solución conciliadora, rogaba y aún exigía a sus amigos que renunciaran a sostener su candidatura para entrar en el Gobierno. (…) Actitud tan patriótica, de que solo es capaz un corazón verdaderamente republicano, fue la base para la resolución de la crisis. (…) //

Muy probablemente “el descarte” del general Nouvilas facilitó el que el Ministerio de la Guerra fuese finalmente asignado a un no republicano como Juan Acosta y Muñoz. Pero, sin negar que la renuncia de Nouvilas pudiera haber contribuido a la solución de la crisis y especialmente a la formación del nuevo Gobierno, hemos de considerar que fue, en todo caso, una contribución “parcial”; pues la base fundamental sobre las que se logró la solución, fue la presencia intimidatoria de fuerzas republicanas armadas, además del recelo por parte de algunos antiguos radicales a las maniobras de Martos, a las que se refiere Morayta.

 V – LOS CONJURADOS

En la misma noche en que se reunían de forma separada las comisiones e republicanos históricos y nuevos, Cristino Martos ultimaba los preparativos del golpe. Como dice La Correspondencia del día 24, (citada por la Iberia del 25, pág. 2) “Ya el señor Martos había pretendido tener la noche del domingo una reunión en su casa de varios individuos pertenecientes á la fracción cimbrio-radical; paro quedó aplazada, sí no suspendida, en vista de las circunstancias.”

Sobre el alcance de la conspiración de Martos, aporta Josep Fontana el testimonio de Nicolás Estévanez que fue nombrado el mismo día 24 de Febrero (Gaceta del 25), Gobernador de Madrid por Figueras. Dice Fontana:

“Estévanez a quien Figueras hizo gobernador de Madrid en plena noche para que le ayudara a parar el golpe, nos explica que “dirigían la conspiración el señor Martos, presidente del la Asamblea legislativa, el marqués de Sardoal, alcalde de Madrid, y el ministro Becerra, con la aquiescencia de tres ministros más … Contaban con el general Moriones en Vitoria, con el general Gaminde en Barcelona y con bastantes fuerzas para un movimiento militar…”

Y sigue diciendo Fontana: << Fallaron sin embargo, y la Asamblea eligió el 24 de febrero un gobierno netamente republicano, presidido por Figueras (la presencia en él, como ministros, de Pi, Tutau, Chao y Sorní, dio lugar a que el humor popular los calificara de “ministerio pajarero“) >> (NOTA 4)

 VI – LA MILICIA CIUDADANA

El día 23 de febrero, el Presidente Figueras estaba enfermo, y no recibió personalmente a los oficiales de los batallones de la Milicia ciudadana, (tanto los que estaban constituidos a la proclamación de la República, como los que en esas fechas se estaban “activamente organizando“). Iban los Oficiales acompañados del brigadier Carmona, y al no poder ser recibidos por el Presidente Figueras le hicieron llegar un mensaje, redactado por Sorni y aprobado por unanimidad. “Mientras se redactaba el mensaje, el brigadier Carmona aprovechó la circunstancia de hallarse reunidos los oficiales de todos los batallones para exponerles que él desempeñaba su cargo de comandante general antes de que se reorganizasen los antiguos batallones, y que, como no tenía, por lo tanto, la representación de ellos, se consideraba en el deber de hacer renuncia de su cargo.// Las protestas de todos y sus reiterados votos hicieron que el brigadier Carmona continuase en su honroso cargo, desde el cual prometió servir con todas sus fuerzas á la República”.

Tras la redacción del mensaje para el Presidente Figueras, los oficiales de los batallones de la Milicia ciudadana se dirigieron al Congreso donde fueron recibidos por su presidente Cristino Martos en el salón de conferencias; Allí le dirigió un discurso el brigadier Carmona, al que contestó Martos “con un discurso inspirado por las ideas democráticas”. Tras las palabras de Martos resonaron en el salón de conferencias entusiastas vivas á la República“.

Pero la primera visita institucional que hicieron los Oficialas de la Milicia ciudadana, anterior a la realizada al Presidente Figueras y al Congreso, fue al ministro de Gobernación Pi y Margall. Los recibió Pi con la mayor cordialidad y el brigadier Carmona hizo uso de la palabra en nombre de todos, manifestando “que los voluntarios estaban dispuestos a sostener el orden y la República; pero que, faltos la mayor parte de ellos de armas, necesitaban que el Gobierno se las proporcionase.” Respondió el ministro de la Gobernación asegurando el apoyo del Gobierno a esa petición de armas y les habló “de los servicios que puede prestar el pueblo armado a la causa de la democracia y del orden, quedando los Oficiales de la Milicia impresionados por el magnífico discurso de Pi y Margall. (NOTA 5)

 

 NOTAS

NOTA 1. Recordemos que en febrero de 1873 la composición de la Asamblea Nacional era resultado en las elecciones del 24 de Agosto de 1872, últimas celebradas bajo el gobierno de Zorrilla y reinando Amadeo I de Saboya. En dichas elecciones el Partido Radical había obtenido 274 escaños y el Partido Republicano 78, de un total de 391 escaños (más los 18 representantes de Cuba y los 11 de Puerto Rico). Sin duda cabe afirmar, por consiguiente, que las asistencia de 73 representantes republicanos y 230 antiguos radicales a la reunión del 23 de febrero era significativa; sumaban los reunidos un total de 303 parlamentarios. Cabe fijarse en un pequeño detalle: dice “La Igualdad” (24-02-1873, pág. 3) que los antiguos radicales, se reunieron en “sesión secreta”; esto parece difícil tratándose de 230 personas, (dato que da “La Correspondencia”); así nos preguntamos si hemos de considerar que “La Igualdad”, debe querer referirse a la reunión que Martos hizo esa noche en su casa para atraerse a los “cimbrios”, y que resultó al parecer infructuosa. (La Igualdad 24-02-1873, pág.3.)

NOTA 2. Ver “La Igualdad” del 24-02-1873, pág. 3 y “La Iberia” del 25-02-1873, pág. 2, que también hace cita de textos de otros periódicos.

 NOTA 3. “La Correspondencia de España“, da como hora de conclusión de la reunión nocturna la de las 7 de la mañana. Es posible que fuese entre las 6 y las 7. Ver “La Igualdad“, página 3 y “La Correspondencia de España“, páginas 2 y 3, del 24 de febrero de 1873.

NOTA 4. “Historia de España” dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Tomo VI, “La época del liberalismo”. Crítica/ Marcial Pons 2007, págs. 386 y 387. “La Igualdad” (25-02-1873, pág. 4) dice que Estévanez tomó posesión del cargo de gobernador de Madrid a las doce de la noche del día 24.

NOTA 5. Ver “La Igualdad” del 24 -02 – 1873, pág. 1, de la que se toman las citas entrecomilladas y los datos del relato de este apartado. Podemos decir que ese día 23 F. quedó reorganizada la Milicia ciudadana y que Pi y Margall y los republicanos pusieron en ella sus esperanzas y así dice el citado diario “La Igualdad”: “Su misión en estos momentos solemnes, en que se ha de decidir la suerte de la patria, es sacratísima; de su actitud, de su prudencia y de su energía depende en gran parte el porvenir de España.(…) ”

Por otra parte “La Correspondencia de España” del 24-02-1873, pág. 1, da a conocer el texto del mensaje dirigido a Figueras. Dice el citado diario:

<< El mensaje dirigido ayer por la milicia de Madrid al presidente del Poder ejecutivo está concebido en los siguientes términos: // Los voluntarios de la República representados por los jefes y oficiales de todos los batallones escuadrones y baterías de la milicia de esta capital, sintiendo vivamente que la quebrantada salud del presidente del gobierno de la República les impida dirigirle personalmente esta manifestación, tienen la honra de ofrecerle todo su apoyo para defender la república, que la nación por medio de la Asamblea en uso de su soberanía ha establecido, y para sostener el orden y la tranquilidad, seguro el presidente del gobierno de la República de la sincera lealdad con que expresan su sentimiento, pudiendo contar siempre con su más decidida adhesión en defensa de los intereses que han de ser la admiración del mundo y la gloria de la nación española. – En el local de la presidencia a 23 de febrero de 1873 – Siguen las firmas” >>

2 comentarios

  • ELOY

     
     Muchas gracias por tu comentario “carmela”.
    Quiero agradecerte muy especialmente la referencia que haces a Agustín Bueno.
    Para mí, como sabes, ( y para muchas otras personas) ha sido un referente de vida muy importante. Y los sigue siendo después de haber fallecido, pues muchas veces me pregunto: “¿Qué haría Agustín en esta circunstancia?.
    Me alegré mucho cuando Ricardo Gurriarán dedicó “In Memorian” a Agustín Bueno (y a Gonzalo Anaya) el libro “1968 en Compostela. 16 testemuños”, con testimonios sobre el movimiento estudiantil en Santiago en la década de 1960.
    Pienso que Agustín hoy día no solo nos ayudaría a reflexionar sobre la baja calidad de nuestra democracia y defensa de los derechos humanos en muchos ámbitos, sino que nos ayudaría a buscar cauces de acción concreta en el día a día para intentar parar la evidente tendencia hacia el deterioro.
    Creo que él fue siempre muy consciente (y lo llevó a la práctica) de la importancia de involucrarse en la vida de barrio y en las asociaciones vecinales y ciudadanas.
    Guardo todavía con aprecio la portada que le dedicó la revista “IRIMIA”(del 1-02-2009), con motivo de su fallecimiento, en la “noche de Reyes” de Enero de 2009. Bajo su foto que ocupa toda la portada puede leerse: “Só a bondade permanece” (Sólo permanece la bondad).
    En el Editorial, que le dedica la revista IRIMIA, puede leerse:
    (…) Pero na propia personalidade de Agsutín había tantisimo amor á  vida que resulta imposible , mesmo na hora do seu pasamento, non contaxiarse da sua serea e firme esperanza. // Agustín (…) era un crente de nova estirpe, crente nun Deus sorprendente e vivo e, xa que logo, capaz de de dar e vivir con perfecta naturalidade a boa nova da fraternidade radical (…) (NOTA 1)
    Nunca le gustó a Agustín destacarse por encima de otros; su labor fue siempre de siembra y de denuncia constante, era como ” levadura” que hace crecer la masa.
    Una de sus características era el saber escuchar y el tratar con mucho respeto las opiniones ajenas. Pero también el decir él lo que pensaba, manifestando claramente su opinión y lo que le dictaba su conciencia en cualquier instancia o circunstancia; incluso en momentos y circunstancias adversas y comprometidas.  
    Agustín siempre está presente en mí recuerdo
    ==================
    Quiero también hacer mención a lo difícil que es construir la democracia.
    Dices: “¡Cuantos intereses la enturbian!. Y como se repite la historia.”
    En este sentido yo me he convencido ya, por experiencia personal, de algunas cosas:
    1) Que no se puede construir una democracia digna de tal nombre si los dirigentes de la nación no son realmente, en total convicción y en conciencia,  demócratas.
    2) No puede haber personas realmente demócratas si la educación que los ciudadanos reciben en la escuela, en la familia, a través de los medios de comunicación o por el comportamiento de los dirigentes políticos y los referentes sociales, no responden verazmente a comportamientos democráticos (el ejemplo es siempre la mejor escuela).
    3) La democracia tiene grados y pasar de una dictadura (como ha pasado en España) a una democracia madura y plena, no se consigue simplemente poniendo urnas y votando cuando toque. La democracia es mucho más que eso. Se necesitan cambios muy importantes en las personas, en su concepto e intereses en la vida y cambios muy importantes en la sociedad.
     Hay que deconstruir, desmontar muchos conceptos falsos que nos han sido inculcados y adquirir un “nuevo pellejo mental”. Y hay que enhebrar mucha articulación social, construir una sociedad cívica activa.
    Y eso no se hace con “mentiras”, institucionales, con “fintas” parlamentarias, con “eslóganes” de propaganda …
    ============================
    Pero ¿aprendemos de la Historia?.
    Quizá  lo primero que hay que decir es que no conocemos bien la Historia.
    Yo desde luego desconocía absolutamente todo lo relativo a la historia de la Primera República.
    Por eso intento (un poco contra viento y marea) hacer participes a otros de lo que voy avanzando en ese conocimiento.
    Bueno, no me “enrollo” más.
    Un abrazo y gracias de nuevo.
    (NOTA 1) “(…) Pero en la propia personalidad de Agustín había tanto amor a la vida que resulta imposible, aún en la hora de su fallecimiento, no contagiarse de su serena y firme esperanza. Agustín  era un creyente de nueva estirpe, creyente en un Dios sorprendente y vivo y, por consiguiente, capaz de dar y vivir con perfecta naturalidad la buena nueva de la fraternidad radical (…)”

     

  • carmela

    Gracias Eloy por tu trabajo. Es un tema para mi prácticamente desconocido. Sin embargo me hace reflexionar en lo difícil que es la democracia. ¡Cuantos intereses la enturbian!. Y como se repite la historia. Cambiando los nombres hay cosas muy similares. Agustín, mi marido, decía “aún estamos en la prehistoria de los derechos humanos”