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Una nueva misión para los sacerdotes (‘padres’) casados

Artículo de Eduardo Hoornaert

Anticipando la Mesa-Redonda del 20 de Enero de 2017

En el XXI Encuentro MFPC – Brasilia

Tema: ¿Una nueva etapa?

Queridas amigas y amigos: El tema general de este Encuentro es ‘Renovación y Esperanza’, siendo uno de los Asuntos el profetismo del Papa francisco.

Con ese marco referencial voy a sugerir lo siguiente:

Decir que el Papa es Profeta es decir que él Provoca.

Y provoca de tal manera se da el raro caso en la historia de la Iglesia, que cuatro Cardenales se colocan en abierta oposición, uno de los cuales, el norteamericano Burke – de 68 años-, se sintió particularmente marginalizado, ya que había obtenido  altos puestos en tiempo de Juan pablo II y Benito XVI, fue, nombrado por Francisco, Gran-Maestro de la Orden de Malta, una Organización católica fuerte en EEUU, aunque casi desconocida fuera de ese País.

Ese caso ilustra bien el clima en la alta jerarquía católica. Algunas figuras de peso se sienten provocadas y se resuelven a reaccionar.

…………………

La provocación que sugiero acá consiste en proponer una nueva etapa en la marcha del MFPC (Movimiento de Familias de Padres Casados). Tal vez pueda parecer algo pretencioso, pero, en fin, ocurre que desde el inicio de la década de los ’80, Tereza y yo participamos –aunque irregularmente-, de los Encuentros, y es por eso que podemos decir algunas cosas.

A lo largo de varias décadas (ya son 40 años, si no me engaño) observamos que el MFPC ha ido recorriendo diversas etapas, de las que voy a nombras algunas que recuerdo.

 

  • 1. Etapas superadas, pasos dados

Constato que el Movimiento, a lo largo de esos años, tomó algunos posicionamientos que meren ser repasados. Cito algunos:

1.1 Desde el inicio, el Movimiento rechazó absolutamente la terminología de ‘expadres’. Con dignidad, se afirmó como movimiento de ‘padres casados’.

Con esa postura, rechazó la idea de ‘reducción al estado laical’, con sus implicancias despreciativas. Pueden verse, en ese sentido, los Artículos que aparecieron en el Número 4 del año ’84 en la Revista Vozes, en 1990, pp. 389-436, firmados por Francisco Salatiel, Joares Vergolino, Raimundo Caramuru e Irene Cacais.

El mismo posicionamiento en el Libro “Padres Casados – Testimonios e Investigaciones”, editado el mismo año por la misma Editorial Vozes con escritos de Jorge Ponciano, Luis Pasquali, Fernando Spagnolo y Joao Batista Schmitt.

1.2 Desde el inicio, y este es un segundo punto a destacar, el Movimiento procuró crear entre los “salidos” y sus compañeras un ambiente de acogimiento, también a veces de ayuda financiera, confraternización y amistad entre los Padres ‘que dejaron el Ministerio’ (como se decía entonces).

Tereza y yo tenemos gratos recuerdos de nuestra convivencia con el Grupo de Fortaleza y guardamos nostálgica memoria de Lauro Motta, excelente animador de aquella convivencia. Hay, ciertamente, otros Grupos que se formaron y pienso que ese carácter fraternal se perpetúa hasta hoy en algunos lugares.

1.3 Un tercer aspecto a recordar es el hecho que, en un cierto momento, se resolvió agregar la letra ‘F’a la sigla original del MPC, que daba una señal de la importancia de la mujer en el Movimiento y del peligro de un machismo en iniciativas de este tipo.

En ese sentido, el XIX Encuentro, en Ribeirao Preto, trató el tema: ‘El protagonismo de la mujer en la Iglesia’. Ahora siento que tengo que pedir disculpas a las mujeres al proponer acá un Asunto que se refiere principalmente a los varones, pues se trata específicamente de la condición de ‘Padres casados’.

Pero, pensándolo mejor, ese Tema les toca también a las mujeres, como quedará claro a lo largo de esta Mesa Redonda. Espero, entonces, que las mujeres acá participantes encuentren motivos para entrar en la discusión y me alegro de saber que una mujer aceptó participar en la Mesa.

1.4 Un cuarto dato: a lo largo de estos años, el Movimiento formuló, en términos genéricos, propuestas para una Iglesia ‘según el Vaticano II’, ‘servidora y pobre’, ‘según el espíritu del Papa Juan XXIII’.

Típico fue, en ese sentido, el temario del Encuentro en Fortaleza: ‘De la Iglesia que tenemos hacia una Iglesia a la luz del Concilio Vaticano II’. Más recientemente, un tema bien concreto fue abordado en el Encuentro de Florianápolis: ‘Evangelización en las Periferias’.

Concluyendo:

* Con esto (ciertamente que hay más puntos), el Movimiento se sitúa hoy positivamente dentro de las corrientes que accionan dentro de la Iglesia católica.

* Hay Padres ‘en actividad’ que lo perciben, como dan testimonio diversas ‘Cartas de Lectores’ en la Revista Rumos.

* Hay gente fuera del Movimiento, tal vez más de lo que se piensa, que está interesada en los trabajos del MFPC.

……………………..

  • 2. ¿Una nueva etapa, un nuevo Paso?

¿Hay como para avanzar? Pienso que sí, y por los siguientes motivos.

2.1 Al principio, en el Movimiento prevalecían los sentimientos, como es normal puesto que, para un Sacerdote católico, decidirse por el casamiento es un paso que se entremezcla con los sentimientos.

Ese fue mi caso: después de casarme estuve soñando unos 20 años con  Padres, siempre en situaciones embarazosas. Las imágenes traducían sentimientos de rechazo y depresión, la impresión de ‘no pertenecer más’, de portar alguna culpa. Como mi conciencia no dejaba aflorar tale sentimientos, mi subconsciente se vengaba por la noches, soñando y soñando.

Algunos de nosotros expresaron tales sentimientos en Libros, como, por ejemplo, nuestro colega Aureo Kaniski (actualmente con más de 90 años) en tres Libros llenos de impaciencia, recriminación y desilusión:

* ‘Obstinación eclesiástica’;

* ‘Vida de renuncia’;

* ‘Anacronismo eclesial’ (Editorial SER, respectivamente 2002, 2007, 2008), o además, recientemente, Romeu Texeira Campos (85 años), de Belo Horizonte, en un no menos angustioso Libro

* ‘Cartago debe ser destruida’ (Belo Horizonte, 2015, 285 págs.), un Libro erudito, pero de pura bronca.

Todo esto muestra que el proceso de formación de una conciencia nueva (y de un subconsciente reconciliado) necesita del tiempo. No se puede pasar por encima de los sentimientos y hay que dar tiempo al tiempo.

2.2 Por otro lado, luego de cuatro décadas de actividad, es normal que el MFPC haya madurado. Hay la impresión de que hoy está en condiciones de pasar de la ‘revuelta’ a la ‘revolución’, de las agitaciones de los sentimientos a las reflexiones ponderadas, de ‘corazón’ a ‘cabeza’.

2.3 Así es como nos enfrentamos lógicamente con la cuestión del Sacerdocio corporativo, en torno del cual gira, en definitiva, todo análisis. El tema es el Clero (el término griego ‘klerós’ significa originalmente ‘pedazo de tierra que se recibe en herencia’ y, en sentido derivado, ‘privilegio alcanzado por herencia’) y la relación que ese Clero mantiene con el genuino Mensaje evangélico.

Ante la oficialidad de la Iglesia, que nos dice: ‘tú no eres más un sacerdote como antes, no perteneces más al Clero’ es normal que investiguemos lo que ese Clero tiene que ver con los propósitos fundantes de la Iglesia.

Entonces llegamos a descubrir que el Clero, como bien lo dice el vocablo, es una Corporación, una Corporación sacerdotal. Estamos, pues, delante del desafío de situar el Sacerdocio católico en su debido lugar dentro de la historia del Cristianismo.

2.4 Me doy cuenta que el Asunto es delicado y por eso tengo que enfatizar que no vengo acá a criticar a Sacerdotes y/o Padres casados que se consideren Sacerdotes.

Todos y todas conocemos Sacerdotes ejemplares. Muchos de nosotros (es mi caso) tenemos un excelente recuerdo de nuestro tiempo en el Sacerdocio. No ‘dimos vuelta la página’, decimos que ‘continuamos nuestra misión, nuestra vocación’. No se trata, por lo tanto, de discriminar a los Sacerdotes.

 

La cuestión es otra. Se trata de cavar hondo en la historia del Cristianismo para ver lo que en la Propuesta original del Movimiento de Jesús tenga que ver con el Sacerdocio corporativo. Una proposición como esa va más allá de impaciencias y frustraciones, sentimientos causados por la impresión de que las cosas de la Iglesia no cambian, aun mismo con este Papa profeta.

2.5 Permítanme formular la Propuesta mediante dos frases:

  1. ‘Soy Padre casado, pero quiero ir más allá de padre casado’
  2. ‘Soy miembro de la Iglesia, pero quiero ir más allá de ella’. ¿Qué significa esto?

……………………..

 

  • 3. ‘Soy Padre casado, pero quiero ir más allá de padre casado’

Les invito a entrar conmigo en un tema que resulta de pesquisas que las pueden encontrar en las bases de mi Libro ‘Orígenes del Cristianismo’, publicado por la Paulus de Sao Pablo en Agosto del año pasado. Es una breve travesía por el pasado.

3.1 Cuando Jesús de Nazaret, siguiendo el ejemplo de los padres, emprende la peregrinación anual a Jerusalén para la Fiesta de Pascua, él se decepciona al entrar al templo. No, piensa, acá esto no es la ‘Casa de mi Padre’, esto es ‘una Cueva de Ladrones’

Él se encuentra enfrentado dolorosamente con una Corporación religiosa que controla el Templo con muchos Sacerdotes (alta Jerarquía), Sacerdotes comunes, Letrados y Fariseos.

Son nada menos que 19.000 Sacerdotes (¡hoy Brasil tiene apenas 12.000 Sacerdotes católicos!) que se dispersan por todos los rincones de Palestina, un País con apenas un millón de habitantes, para verificar

* si los Campesinos observan la Torá

* y principalmente pagan los Impuestos.

Una opresión terrible. Basta leer los primeros 11 Capítulos del Evangelio de Juan, particularmente desde el Capítulo 8 en adelante, para convencerse de que Jesús no acepta esa situación.

3.2 De este modo, el Movimiento de Jesús nace en oposición al Sistema sacerdotal corporativo, hegemónico en la religión judaica de la época. El Movimiento opta por el Sistema sinagogal, de cuño comunitario.

Los primeros líderes del Movimiento de Jesús son  llamados ‘Intérpretes, Anunciantes idóneos, Educadores, Rabis’, nombres diversos para señalar los liderazgos destacados por sus cualidades personales, no están revestidos de un Poder mediante legitimaciones (ordenaciones) por parte de alguna  instancia religiosa, no reciben pago por sus Servicios ni se distinguen por vestimentas especiales.

Emanados del Sistema sinagogal judaico, esos ‘maestros’ modelan el Movimiento de Jesús por lo enos hasta la segunda mitad del Siglo II, y en diversos lugares hasta mucho más tarde. Es un Modelo

* sin Templo ni Sacerdocio,

* sin Ritos ni ordenamientos,

* centrado en una actividad alimentada por la Lectura de la Palabra de Dios en la cotidianidad de la vida.

Hasta el Concilio de Nicea (325), no hay distinción jurídica entre personas sagradas y profanas en el seno del Movimiento de Jesús. Todos son Laicos, entre los cuales algunos se destacan como ‘Maestros’. Trabajé extensamente este Asunto en las págs.. 143-162 de mi Libro ‘Orígenes del Cristianismo’. Paulus, 2016.

3.3 Ya en el Siglo II, muchos ‘Maestros’ pasan a ser llamados ‘herejes’ (aunque la palabra ‘heresia’, al principio, no tenía nada de peyorativo, pues el término griego significa ‘escuela libre’: los cristianos eligen libremente los Maestros que prefieren oír y acompañar) ¿Qué significa esto?

La investigación histórica muestra que la lucha contra las frecuentes herejías esconde una lucha por un nuevo Modelo de liderazgo en la Iglesia, un Modelo jerárquico y corporativo. Esa lucha ardua, silenciosa y oculta, está en la base de páginas y más páginas de documentos que se hallan de los Siglos del II al VI.

3.4 El Clero, como Clase separada del Laicado, es una innovación del Siglo IV. Trae consigo el postulado de una religión como base de evangelización. Si, hasta el día de hoy, la religión católica tiene como Modelo una cultura clerical romana, por un tipo de resiliencia particularmente  resistente.

Bajo la bandera de ‘ortodoxia’ (léase: hegemonía sacerdotal), el metropolita Anastasio (de Alejandría) difunde, a en medio de una vida agitada (Siglo IV), la lucha por la sacerdotalización y por la formación de la Corporación sacerdotal. Otros Obispos hacen lo mismo y en poco tiempo consiguen imponer el nuevo Modelo.

Es una lucha de siglos. A partir del Siglo VII, la heresía está bajo control: el Modelo sacerdotal corporativo reina soberano. Orígenes, el Maestre genial de inicios del Siglo III, es uno de los últimos ‘hereges’ a ser condenado, en el año 533.

3.5 Así mismo, hay documentos que nos revelan que, por parte del Modelo comunitario (el Modelo de los Mestres), señales de tenaz resistencia continúan apareciendo a lo largo de la historia del Cristianismo.

Todavía en el Concilio de Calcedonia, en 451, hay un Canon en el que se declara que ‘la ordenación de un Sacerdote que no mantenga un vínculo efectivo y duradero con una determinada comunidad, es inválida’ (Schillebeeckx, E., Por uma Igreja mais humana, Paulus, São Paulo, 1989).

Ese texto es una preciosura, porque muestra que todavía en el Siglo V el Modelo comunitario (sinagogal) se muestra vivaz. ¡He acá lo que no se enseña en los Seminarios!

3.6 ¿Por qué insistir tanto en este punto de la sacerdotalización? Es que importa prestar atención al vínculo entre sacerdotalización y la formación corporativa. El Clero es una Corporación y su efecto sobre la Iglesia Pueblo de Dios es deletéreo y corrosivo, pulveriza en poco tiempo el vínculo comunitario.

En vez de relacionarse directamente con una Comunidad concreta (como todavía se verificaba en el Siglo V), el líder cristiano pasa a relacionarse en primer lugar con su Corporación.

Él se vuelve un Miembro del Clero. Escucha antes al Obispo que a las personas de su Comunidad. Históricamente se ha de reconocer que el retroceso sacerdotal proviene fundamentalmente de fuerzas que actúan dentro de la Iglesia (no viene solo de Constantino, por ejemplo, como tantas veces se dice)

Es un proceso que se extiende por siglos y que va provocando un cambio de mentalidad.

Cuando, en muchas Comunidades, aparecen Ritos y preces (en vez de Lecturas bíblicas y Comentarios), luego aparecen líderes que se comportan como Sacerdotes y que tienden a formar una Jerarquía (fenómeno de los ‘mini Padres’).

Iniciativas comunitarias y Movimientos contrarios a los intereses de la jerarquía son gradualmente ahogados y marginalizados, cuando no violentamente eliminados.

3.7 ¿Por qué muchos teólogos silencian en torno a ese fundamental cambio de rumbo en la cuestión de la Organización eclesial? Es una cuestión para ser analizada con cuidado y espíritu excento de preconceptos.

Se tiene la impresión que, a lo largo de la historia, ellos se acomodan enseguida a la nueva situación y pasan a beneficiarse con el Sistema corporativo. Muchos teólogos pasan a ser teleguiados por el Clero, cuando ya no pertenecen a él.

Hoy predomina la imagen del teólogo sacerdote o clérigo.

……………………..

 

  • 4. ‘Soy miembro de la Iglesia, pero quiero ir más allá de ella’

4.1 Se puede percibir que el Papa Francisco ve la Iglesia como ‘un trampolín a la Sociedad’ (como acostumbraba decir Don Helder Cámara). La impresión es que él quiere ir más allá de la Iglesia, pero por medio de la Iglesia: ‘una iglesia en movimiento’.

Le ha dado una gran importancia a los ‘Movimientos Populares’, que emergen de la Sociedad civil, muchos fuera del ámbito de la Iglesia. Son Movimientos democráticos, no programados desde arriba hacia abajo, que en sí no aspiran al Poder, pero inspiran y presionan al Poder a cuidar del Pueblo que vive ‘en la base’. No son de cuño corporativo.

Parece que el Papa coloca toda su alma a la animación de Encuentros de esos Movimientos, que ya suman tres:

* Roma 2014,

* Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) 2015,

* y últimamente Roma, entre el 3 y el 5 de Noviembre de 2016.

¿No será esa la vocación del MFPC: insertarse en los Movimientos Populares, en el sentido dado a ese término por el Papa? ¿Será que el actual Papa rechazaría la tesis de un Movimiento que criticara el carácter corporativo de la Organización de la Iglesia?

4.2 Recientemente nos llega una Noticia desde Roma. En una entrevista concedida al Periódico alemán Kölner Stadt-Anzeiger, el 25 de Diciembre pp., Leonardo Boff confidenció que parece existir en Roma una nueva articulación en torno a la cuestión de los Padres casados.

Boff: ‘Los Obispos brasileros, especialmente el amigo íntimo del Papa, el Cardenal Hummes, solicitaron expresamente al Papa francisco que posibilitase a los Padres casados en Brasil retornar al Ministerio pastoral.

Y agregó:

‘Recientemente, oí decir que el Papa quiere cumplir ese pedido –como una fase preliminar experimental, de momento confinada a solo Brasil’.

Una sugerencia ligeramente diferente fue presentada recientemente al Papa por Ervin Krautler, siendo Obispo de Xingu, la mayor Diócesis del mundo en términos de extensión (ver Paulo Suess).

Tenemos que tomar en cuenta esas Propuestas, como otras diferentes. Después de nuestro estudio en el ítem 3 me queda claro que esas Propuestas no intentan ir ‘una Iglesia para un más allá de la Iglesia’, porque continúan basadas en la idea clásica del Sacerdocio y de la ‘falta de Padres’, un tema que fue introducido por el Papa Pio XII en la década de 1950.

Yo mismo viajé a Brasil en 1958, enviado por el Colegio para América Latina en Lovaina, Bélgica, fundado por instigación del Papa Pio XII, dentro de la perspectiva de ‘falta de Padres’. En la referida Entrevista, Boff atribuyó la sensacional pérdida reciente de fieles, por parte de la Iglesia católica, a la ‘falta de Padres’, lo que me parece una simplificación.

Una recientísima investigación de Datafolha muestra que la Iglesia católica, entre Octubre 2014 y Diciembre 2016, perdió 9 millones de fieles: no menos del 6% de brasileros mayores de 16 años abandonaron la Iglesia en esos doce años.

Hoy apenas el 50% de brasileros se declaran católicos y los comentaristas divergen al intentar explicar el fenómeno (Reginaldo Prandi, Luiz Felipe Pondé, etc.).

Otro dato importante es que el número creciente  de entrevistados se declara ‘sin religión’. Éstos constituyen el segmento poblacional que más crece: del 8% en 2008 a 14% en 2016. Significativamente, es el segmento de mayor escolaridad ((Folha de São Paulo, 02/01/2017, p. 1). Aquí hay una complejidad que no puede ser simplemente explicada por ‘falta de padres?.

4.3 Pero no se puede pasar por encima de esa Propuesta, proveniente de autoridades eclesiásticas como el Cardenal Hummes, amigo del Papa, el Obispo Krauteler y otros. Es una Propuesta concreta y practicable a corto plazo.

Sin embargo, ella no invalida una posición crítica contra el Sistema eclesiástico vigente. No se puede esperar que las autoridades en Roma cuestionen el Corporativismo sacerdotal en sí, como lo estamos proponiendo acá.

Ésta es una tarea que nos cabe a nosotros, Padres casados, porque en este punto estamos en una posición más libre, y eso nos permite cavar más profundo. Podemos exteriorizar muchas cosas que los que están dentro de las estructuras eclesiásticas, aun mismo cuando concordaran con nosotros, no las pueden decir.

4.4 Independientemente de esas eventuales novedades no podemos perder de vista una evolución importante, que no está siendo debidamente comentada por realizarse en un plano de poca visibilidad. Auque de forma velada, el Modelo del Mestre, originario del Movimiento de Jesús, renace hoy en las Comunidades de Base.

Cualquier Padre casado que tenga alguna experiencia de trabajos en una ‘Base’, habrá notado que la imagen tradicional del Sacerdote que aparece en la Comunidad para

* decir Misa

* administrar Sacramentos

* realizar Ritos y Liturgias

está siendo sustituida, en esas últimas articulaciones capilares del Cuerpo social, por otra imagen de Sacerdote que se asienta en el entorno, al lado de legas y legos, escuchando e interviniendo de vez en cuando.

Muchas veces sin caer en la cuenta de eso, el Padre casado rescata la antiquísima imagen del ‘Mestre’, yendo más allá de la imagen de Sacerdote. Mediante ella, a partir de su propia vida y prácticamente sin ninguna teorización, vuelve a aparecer la primitiva imagen del Mestre.

Hay aquí un punto donde se verifica la organicidad del Movimiento de Familias de Padres Casados. Porque hay muchos Padres casados, aparte de los de Brasil, que actúan en Comunidades, de las formas más variadas. Este punto merece una investigación más profunda.

4.5 En el fondo, y para concluir, lo que importa es actuar dentro de la Sociedad.

Repito las palabras de Don Helder Cámara: ‘la Iglesia es un trampolín a la Sociedad’.

A través de ella llegamos a la Sociedad. El Papa actual actúa de esa manera. Ahora, en la Sociedad, todos los Poderes que oprimen a la persona humana tienen que ser combatidos, inclusive los Poderes religiosos.

El sacerdocio, tal como es ejercido en la Iglesia católica actual, aunque no aparezca como tal, es un Poder de carácter potencialmente opresivo. Esto es un dato que la historia revela y la Iglesia silencia.

La historia del Sacerdocio católico está repleta de recursos opresivos:

* confinamiento del pensamiento
* excomuniones,
* lucha contra las libertades,
* imposición de un Pensamiento único en la parroquias (durante siglos)
* inquisición,
* persecución,
* marginalización,
* preconceptos,
* prohibición de leer determinados Libros (¡incluso la Biblia!)
* moral absolutista,
* fundamentalismo.

La Lista es larga, pues abarca muchos siglos.

4.6 ¿No será que ha llegado la hora de proponerse una Organización no Corporativa de la Iglesia católica?, en vista de una Sociedad más humana?

……………….

 

  • Anexos.

Comento acá, en dos Anexos, algunos Temas directa o indirectamente relacionados con lo expuesto:

(1) ‘Tú eres Pedro’ (Mateo 16,18);

(2) las referencias al Sacerdocio en los Textos del Nuevo Testamento.

……..

 

  • Anexo 1: ‘Tú eres Pedro’.

Con frecuencia se cita el Evangelio de Mateo 16,18: ‘Tú eres Pedro y sobre esa Piedra construiré mi Iglesia’ para justificar el papado y, con él, el Sistema sacerdotal. ¿Qué hay que decir?

Básicamente hay que decir que una buena lectura presupone la contextualización del Texto. El Texto en cuestión contiene palabras pronunciadas por un judío a otros judíos. Sin tener en cuenta la cultura judaica de la época, específicamente la cultura de Jesús de Nazaret, no hay cómo interpretar correctamente la frase.

Que Jesús elogia a Pedro, eso está claro. Pero ¿qué tiene en mente cuando habla de ‘Iglesia’ (en griego ekklesia, en hebraico knesset)? Decir que piensa en una Iglesia tal cual existe hoy es cometer un flagrante anacronismo.

Lo normal es suponer que Jesús se refiere al Sistema sinagogal, dentro del cual y por medio del cual articula toda su vida pública. Jesús viaja todo el tiempo por las Aldeas de Galilea y se dirige a los Campesinos a través de la Sinagoga. Él no cambia la Organización de ese Sistema (con sus Mestres y Rabinos, sus Lecturas bíblicas, su observancia del Sábado, etc.), sino que les propaga un nuevo Mensaje, un Evangelio.

Jesús forma lo que algunos historiadores llaman ‘Sinagoga disidente’, una Sinagoga que no trabaja con el Asunto de un Dios vengativo (‘Castigo de Dios’), del Pecado y de la Condenación, sino con el Tema del Reinado de Dios. Todos son llamados a colaborar, justos y pecadores, también los Cobradores de Impuestos.

Perdón general en vista de la construcción del Reinado. Esto es lo que parece ser el sentido de las palabras ‘mi Sinagoga’ en Mt 16,18. Al elogiar a Pedro, Jesús lo imagina como Rabí. Un pescador humilde se transforma en ‘Mestre en Israel’, para difundir la Buena Nueva de un Dios Padre y del reinado de Dios que viene. Jesús se siente excitado con esa idea.

Jesús sueña formar un nuevo Pueblo sinagogal no según las orientaciones de los Sacerdotes de Jerusalén, sino según el Evangelio, una Sinagoga liderada por pescadores y campesinos. Por lo tanto, no parece lingüísticamente justificado ver en Mt 16,18 otra cosa más que una referencia a la ‘Sinagoga disidente’ que Jesús está formando.

Nuestra dificultad con este tipo de Textos es que estamos habituados a oír Lecturas anacrónicas y fuera del contexto bíblico. Acá estamos delante de una cuestión que trato largamente en mi Libro ‘En busca de Jesús de Nazaret: un análisis literario’.

 

  • Anexo 2.

Las referencias al Sacerdocio en el Nuevo Testamento se encuentran básicamente en dos Textos: en la Primera Carta de pedro y en la Carta a los Hebreos.

– La Primera Carta de Pedro menciona una ‘santa comunidad de sacerdotes’ (2,5), ‘cuerpo real sacerdotal’ (2,9), el ‘pueblo de Dios’ (2,10). Los términos son metafóricos (como sucede con muchos términos del Nuevo Testamento).

La intención del escritor de la Carta consiste en afirmar que el Movimiento de Jesús no funciona por medio de Sacerdotes, sino de personas reunidas en su Movimiento que sustituyen a los Sacerdotes). Acerca del uso de metáforas en el Nuevo Testamento, ver capítulo5 del Libro ‘En busca de Jesús de Nazaret’, especialmente las págs. 130-137.

– La Carta a los Hebreos  también recurre a metáforas para hablar del sacerdocio. Jesús es Sacerdote según el Modelo de Melquisedec, anterior y superior al Sacerdocio templario. Su ‘Sacerdocio’ esta basado en la lógica de la ‘berit’ (alianza, ‘testamento’), como un ‘Sacerdocio’ de Melquisedec, basado en la escucha al llamado de Dios. Véase capítulo 3 del Libro ‘En busca de Jesús de Nazaret’, págs.. 77-94. Jesús es ‘sacerdote’ de modo metafórico.

La teología del Sacerdocio, enseñada en los Seminarios católicos, se basan en una lectura n contextualizada de la Carta a los Hebreos, específicamente de los capítulos 6 al 10. No se toma en cuenta el cuño irónico de las consideraciones del autor acerca del Sacerdocio de Jesús (ver la entrada ‘ironía’ en el Libro ‘En busca de Jesús de Nazaret’, pág. 208, y como el tema ‘parodia’ en las pags. 82-83 del referido Libro).

De ese modo se llega a la doctrina del ‘Carácter indeleble’, impreso en el alma del Sacerdote en el momento de su Ordenación. Hebreos relativiza el Sacerdocio y escribe que el sacerdote puede ser ‘un consuelo provisional’, pero que se vuelve superfluo ‘a la hora de la lucidez’ (‘En busca de Jesús de Nazaret’, págs. 84-86).

Doy acá una sugerencia de lectura complementaria: Spong J. Sh., Um novo cristianismo para um novo mundo: a fé além dos dogmas, Verus Editora, Campinas, 2006.

Lenaers, R., Outro cristianismo é possível, Paulus, São Paulo, 2010.

 

12 comentarios

  • George R Porta

    Yo no soy partidario de los sacerdotes casados. Me gustaría mucho más que la familia fuese reconocida como lo intentó el Vaticano II, una ecclesia domestica, donde no haya jerarquías y la madre y el padre compartan la educación cristiana de sus hijos si esa es la educación que desean impartirle.

     
    Por otra parte me considero un defensor inveterado de la libertad. Por ejemplo me parece que sea bueno que parejas que se casaron quizás sin pensárselo mucho u obligada por las “circunstancias” (esto último hace siglos) tengan la oportunidad de casarse con más consciencia de lo que hacen: Número de hijos, matrimonios de diversa filiación religiosa o uno de ellos sin ninguna (en la realidad esas son las parejas que más abundan), me gustaría que los hijos disfrutaran de la proximidad de ambos progenitores al menos hasta pasada la adolescencia pero el mundo va como va.
     
    Pensando en esa misma línea, me parece que sea posible que quienes fueron curas y salieron porque la jerarquía se negó a reconocer sus vocaciones especiales (por ejemplo, sacerdotes obreros que se sintieron llamados a abrazar la condición obrera cabalmente) añoren ser sacerdotes, aunque estén casados y sean obreros ahora.
     
    Lo mismo me ocurre con las mujeres que deseen ser ordenadas al presbiterio. Si ellas lo sienten y están seguras no hay ninguna diferencia con la seguridad que sienten, si la sienten, los hombres.
     
    La discreción personal en ello es para mí un elemento de discernimiento más importante que la propia evolución de la jerarquía y del laicado que anda colgado como memos del cuello de los obispos, curas, etc.
     
    Vivo además convencido de que la comunidad tiene un rol importante que jugar en la perseverancia de quien asume cualquier forma de ministerio en relación al evangelio de Jesús.
     

  •  Suena bien el comentario de Inmaculada y termina mejor….  Si algún día cae en ruinas el Vaticano, seguro que Jesús resucitará de sus cenizas.

    El tiempo hace milagros y seguro que la evolución, tan bien explicada y defendida por Isidoro, llevará al Vaticano hacia un cambio de rumbo, con un final un poco más feliz que el de convertirse en cenizas.

  • ana rodrigo

    Estoy completamente de acuerdo con María Pilar y con Inmaculada. ¿Es que es algo esencial ser sacerdote y no sacerdote a la vez?. Qué absurdo. Pienso que la sicología tendría mucho que decir en esta cuestión, es como si el haber sido clérigo les hubiese marcado de por vida sin posibilidad de liberarse de algo que, lo mismo que les llegó, también podrían prescindir de ello. Parece que no es así en todos los casos.

    Por otra parte es como querer que persista un tipo de sacerdocio que la sociedad actual rechaza precisamente porque da la impresión de que pertenecer a la casta sacerdotal les dé unos poderes de los que carecemos el resto de los mortales.

    Me cuesta trabajo entenderlo, pero reconozco que haberlos hailos, y conozco a algún ex que sigue queriendo volver a ser así como a asociaciones de curas casados que se reúnen, etc. y persisten en su añoranza¿?.

  • Inmaculada Sans Tache

    Mª pilar, estoy contigo. Para qué tantas idas y venidas, tantas vueltas y revueltas, tantas disquisiciones, argumentos…Preocupa más el celibato que la cuestión del clericalismo y de ser el ejército que mantiene y justifica una doctrina que se preocupa mucho más de lo dogmático,- que lo pone como el centro, el eje, el núcleo, la roca el fundamento -, que del humano y liberador mensaje de Jesús. No tengamos tanto miedo. si algún día cae en ruinas el Vaticano, seguro que Jesús resucitará de sus cenizas.

  • oscar varela

    Hola!

    Algunas observaciones, tal vez imperceptibles, en un Texto-Post un tanto largón.

    …………………

    1- ¿es para los “Sacerdotes Casados”?

    ¡Sí! Pero en grado muy menor.

    El Texto “base” apareció una semana antes (5/1/17) en el blog del Autor http://eduardohoornaert.blogspot.cl/ titulado: La cuestión del SACERDOCIO CORPORATIVO, y comienza así:

    – “En un determinado momento de su navegación secular,

    * el ‘Cristianismo oficial’

    * decidió optar

    * por una Organización interna de Iglesia

    * por medio de un SACERDOCIO COPRORATIVO.”-

    Hoornaert expone los resultados de su “pesquisa” histórica.

    ………………….

    2- ¿Nueva misión de los “Sacerdotes Casados”?

    ¡Sí! Pero no solo de ellos sino de “todo Sacerdocio” en la Propuesta de Jesús.

    No se trata de “otra” Misión agregada, sino de abandonar “maduramente” la que co-optó (acaparó) lo de Jesús, mediante una CORPORACIÓN SACERDOTAL.

    Leemos en el Texto:

    – “Pasar:

    * de la ‘revuelta’ a la ‘revolución’.”-

    …………………….

    3- Dos Fases de la Propuesta revolucionaria:

    Eduardo las presenta con IR MÁS ALLÁ:

    a) del Sacerdocio.

    b) de la Iglesia.

    Cita a Cámara e interpreta a Francisco: los “Más Allá” son:

    a) LA COMUNIDAD (para el Sacerdocio).

    b) LA SOCIEDAD (para la Iglesia).

    ……………………

    Tal vez sea oportuno recordar el Lema del Obispo casado Jerónimo Podestá:

    No estamos dejando la Iglesia, nos estamos acercando a la comunidad.

    -No estamos haciendo a un lado a la Jerarquía, estamos colocando al hombre al centro.

    -No estamos desechando la estructura, estamos defendiendo la vivencia.

    -No estamos haciendo a un lado el logos, estamos permitiendo que el logos se haga carne.”

    ……………………

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • mª pilar

    ¡Que cansancio… con los curas que nunca quieren dejar de serlo!

    No comprendo a estas alturas, seguir erre que erre, para seguir siendo, lo que u día vieron que no querían ser.

    ¡No lo comprendo!

    Quizá, pertenecer a la iglesia como tales y casados (¿que dirán el resto?) les de ¿seguridad, escalar en categoría, tener un salario fijo?

    Siento ser tan pragmática, pero no lo comprendo.

    ¿Acaso desde donde están no pueden hacer vida el Proyecto de Jesús?

    Quizá mucho mejor que desde dentro, ya que cuantos han decidido vivirlo  dentro, han salido mal parados, cosa que a ellos y ellas (religiosas) no les ha importado y han seguido aun castigados , silenciados, vilipendiados.

    No es fácil trabajar en aquellos lugares donde el dolor, la injusticia, la miseria, la falta de trabajo, es el pan suyo de cada día ¿de verdad estarían dispuestos a ir allá donde el dolor y la miseria es mayor?

    Y ¿por qué se tienen que llamar padres?

    Cada vez les entiendo menos.

    mª pilar

     

  • George R Porta

     
    Leo: 2.1 Al principio, en el Movimiento prevalecían los sentimientos, como es normal puesto que, para un Sacerdote católico, decidirse por el casamiento es un paso que se entremezcla con los sentimientos. Todo esto muestra que el proceso de formación de una conciencia nueva (y de un subconsciente reconciliado) necesita del tiempo. No se puede pasar por encima de los sentimientos y hay que dar tiempo al tiempo.” (Énfasis mío)
     
    1.    Ha leído alguien el ensayo de Eugen Drewermann titulado: “CLERIGOS: PSICOGRAMA DE UN IDEAL” (Trotta, 2005)  
     
     
    2.    ¿No pudiera ser este modo de pensar reflejado en el párrafo del artículo que copio arriba otra expresión de aquel “subconsciente” que en realidad no está reconciliado, que sigue mirando a la condición de laico como inferior o a la del sacerdocio, casado o soltero, como una condición privilegiada?
     
     
    3.    Me cuestiono si Jesús quería otra cosa que simplemente liberar a la gente de la opresión de sus propias ideas, porque de lo contrario las expectativas de que fuese un líder liberador político estaban justificadas y las defraudó.
     
     
    4.    A juzgar por las narraciones evangélicas, Jesús más bien quería que cada uno revalorizase su propia relación con su Abba (el de Jesús), que ejercitasen su propia autonomía, que se independizasen de cualquier forma de “gobernanza religiosa” y que el pueblo se constituyese “uno” sobre la base del amor y el servicio de los unos/as a los otros/as (esa era su utopía a los ojos de quienes nunca realmente le comprendieron, es decir, no solo sus enemigos sino sus propios seguidores).
     
     
    5.    Si eso fuese cierto. no parece haber querido otra forma corporativa de intermediarios, ya solteros, ya casados, porque eso solo fuera una sustitución. 

    6.    La jerarquización parece que sea un fenómeno sociológico espontáneo en la medida que crece un grupo y los fundadores o dirigentes sienten la necesidad de evitar la disolución de su poder como líderes y en ese sentido el grupo genera su propia estructura opresora. Desde ese momento que la necesidad de liderazgo nace con el poder de dictar reglas y organizar u ordenar, las bases de la opresión ya han surgido. Pablo, obviamente no sabía otra forma de organizar y debió combinar su percepción greco-romana de la gobernanza pública con su experiencia posiblemente farisaica de la sinagoga y el Templo.
     
     
    7.    Si la Jerarquía Católica aceptase los curas casados estos fueran aceptados solo como otra forma de clérigo y por lo tanto ¿no re-entrarían a formar parte del aparato corporativo?
     
     
    8.    El derecho canónico más cercano al católico romano al respecto es el de las Iglesias de los ritos orientales en comunión o no con Roma. Y el clero casado en el rito oriental es “clero corporativo” que ejerce un poder u autoridad sobre los laicos, sobre todo sacramentalmente y como todo otro poder es opresor.
     
     
    9.    El servicio ministerial de las iglesias reformadas o evangélicas en realidad es regulado a partir de los seminarios que forman los pastores correspondientes y éstos no planean la formación a partir de las necesidades de su feligresía sino de la mente teológica de cada denominación que es característicamente corporativa. En ese sentido parece que aún recorren una ruta que ya el catolicismo recorrió catorce o quince siglos antes que ellos y que ellos protestaron, o al menos algunos de los principales reformadores sin verdadero ánimo de dejar de ser clérigos corporativizados (Lutero, Hus, John Wesley, Thomas Cranmer, etc.)

  • oscar varela

    Hola!

    Leo de George:

    ¿Por qué es necesaria la mediación del lenguaje verbal sabiendo que éste por naturaleza es equívoco? “-

    …………………

    El Lenguaje no solo es “equívoco” sino también puede ser “in-significante”.

    Pero no “por naturaleza” sino por los “grados de abstracción” (abs-traídos de lo con-creto donde “decimos-hablamos”).

    Por “naturaleza” (originaria) los Conceptos no agregan NADA a la COSA significada.

    Solo son el “momento de seguridad” para que esas COSAS no se nos escapen y podamos e-vocarlas, sin tener que “empezar de cero” en todo e indefinidamente

    ¡Qué supremo INVENTO-FABRICADO ¿no?!

    ……………………

    Conviene no perder de vista que todo Concepto “nace, vive y re-vive” circunstanciado en LAS COSAS QUE TRATAMOS.

    También los Conceptos son PRÁGMATAS de nuestra vida.

    Se reitera el clamor: ¡A LAS COSAS, A LAS COSAS, entonces!

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo de George:

    “¿No vuelve esto a desafiar a la comunidad para que tome partidos tan pronto comiencen a intercambiar su vivencia y, consecuentemente, unos se pongan del lado de Apolo y los otros del de Pablo u otro líder cualquiera?”-

    ………………….

    ¡Sí, claro!

    Basta echar una ojeada a las primeras experiencias que, precisamente, narran los textos de Lucas.

    ………………….

    Conviene caer en la cuenta que esto es “in-evitable”.

    Porque el ser humano consiste en “ser-problema”: el Problema de la vida.

    Y la Vida es “lo que HACEMOS y NOS PASA”: PRACTICIDADES, PRÁGMATAS, ASUNTOS, Vueltas y re-vueltas con las Cosas en torno a mí y a nosotros.

    ¡A LAS COSAS, A LAS COSAS, entonces!

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • George R Porta

    Leo en el artículo que origina el hilo: “Todo esto muestra que el proceso de formación de una conciencia nueva (y de un subconsciente reconciliado) necesita del tiempo. No se puede pasar por encima de los sentimientos y hay que dar tiempo al tiempo.”

    No puedo imaginar un modo de argüir en contra de esta afirmación. ¿Pero no nos urge el amor de Jesús (2 Corintios 5,14)? ¿Cómo pasar ese tiempo que parece necesario para madurar en el propio modo de “leer” y demorar la lectura a quienes se suman al proyecto hasta que esta sea juzgada suficientemente madura? ¿Cuál es el papel al estilo ideal de servicio de la palabra, de persona a persona, y por la vía de la experiencia, por el testimonio visible pero silente que más bien respeta el ritmo de quien lo recibe según que lo puede ir apreciando?

    ¿Por qué es necesaria la mediación del lenguaje verbal sabiendo que éste por naturaleza es equívoco?

  • George R Porta

    Leo en lo que ha comentado Oscar: ponértelo por escrito de forma conexa, excelentísimo Teófilo, para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido” (Lc 1,3-4).’ 

    ¿No implica esto la necesidad de dos funciones comunitarias y una de ellas con autoridad de garante, es decir, las que ofrecen la comprobación y quienes comprueban que, en efecto, han sido instruidos sólidamente? No vuelve esto a desafiar a la comunidad para que tome partidos tan pronto comiencen a intercambiar su vivencia y, consecuentemente, unos se pongan del lado de Apolo y los otros del de Pablo u otro líder cualquiera?

     

  • oscar varela

    Hola!

    1- El Texto, en portugués, fue enviado a los miembros del MFPC. A mí me llega como Secretario General del Movimiento latinoamericano. Solicité a los brasileros que lo traduzcan al español. Su respuesta fue ¡Hazlo tú! Y lo hice. Me lo aprobaron. Y acá está.

    2- Me pareció importante porque muestra:

    a) que la ICAR ya lleva 17 siglos de hegemonía “sacerdotal CORPORATIVA”; un tipo de Gobernanza opuesto a la Propuesta de Jesús como Movimiento SINAGOGAL (COMUNITARIO-LOCALISTA)

    b) que las ASAMBLEAS (Iglesias) no tienen sentido para sí mísmas sino como “estrategias” hacia los Problem-Asuntos de la vida de cada Comunidad.

    ………………………

    En apoyo a esto de Eduardo, difundí a los Afederados latinoamericanos (mediante REPORTES COYUNTURALES) la Figura que nos proponía Salvador Santos en su Artículo “atriero”:

    TEÓFILO – Salvador Santos (noviembre 2011)
    EXCELENTÍSIMO/A LECTOR/A
    Entre los personajes postergados en el trastero de los evangelios, Teófilo vela envuelto en una densa penumbra que ha impedido descubrir su verdadera personalidad. Parece normal que haya caído en el olvido siglo tras siglo: él no figura en el plantel de actores que intervienen en el desarrollo de los hechos. Ni siquiera pertenece a aquella generación. Fue Lucas, unos decenios más tarde, quien incluyó su nombre como destinatario de sus obras en el prólogo de cada uno de sus libros (Lc 1,3; Hch 1,1).

    Sin participación alguna en la acción, ni aún como personaje decorativo, Teófilo está plantado fuera del escenario, a la puerta, como un callado y humilde centinela observando el paso de multitud de personas que acceden al texto sin apenas reparar en su presencia:

    “…he resuelto yo también, después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa, excelentísimo Teófilo, para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido” (Lc 1,3-4).

    Verse nombrado de nuevo en la primera línea del libro de los Hechos (Hch 1,1) tampoco le ha valido a Teófilo para gozar de mayor notoriedad:
    “En mi primer libro, querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio” (Hch 1,1).
    A pesar de su nombre, del alto tratamiento con que se le distingue y del singular motivo por el cual se le menciona, Teófilo resulta aún hoy un completo desconocido.

    Aunque de entrada y a estas alturas pueda parecer insustancial tratar de saber algo acerca de su persona y ocupación, no está de más acercarse al personaje por si guardara en su anonimato algún preciado tesoro que pudiera sernos útil a los que nos adentramos en el mismo texto que él mismo leyó a conciencia hace ya casi veinte siglos.

    Su nombre de procedencia griega, Θεόφιλος (amigo de Dios), constatado como tal nombre desde el siglo III antes de nuestra era, fue usado desde entonces con frecuencia e indistintamente por griegos y judíos. Su significado ha llevado a pensar que Teófilo no fue una persona real, sino un símbolo donde se aunarían todos los amigos de Dios, o acaso, un personaje representativo de la comunidad a la que Lucas se dirige.

    Ahora bien, el adjetivo superlativo κράτιστος (“excelentísimo”) asociado al nombre (ambos escritos en vocativo: κράτιστε Θεόφιλε) favorece la idea de que Teófilo fue un ser histórico contemporáneo de Lucas. El tratamiento de excelentísimo habla de una persona significada por su preeminente posición o su destacada función. En el NT solo Lucas utiliza este calificativo. Lo hace en el libro de los Hechos para referirse a procuradores romanos: a Félix, procurador de Judea (52-59/60 d. de C.) (Hch 23,26 y 24, 3) y a Festo, procurador de Palestina (59-62 d. de C.) (Hch 26,25).

    A partir de estas referencias textuales no han faltado especulaciones tratando de a identificar a Teófilo con figuras distinguidas de la época, si bien la única evidencia se reduce al título que el propio Lucas le concede. La conclusión, aunque general, parece obvia: Teófilo era, según el registro del evangelista, un personaje de muy alta consideración.

    Se ha llegado a pensar que Teófilo podría haber sido el patrocinador de las obras de Lucas, aunque tal teoría no pasa de ser una simple conjetura sin base alguna en el texto.

    Lo cierto es que ni el nombre ni el distinguido tratamiento resultan tan elocuentes como la razón por la cual Lucas le menciona. Su aparición se debe exclusivamente al hecho singular de ser el destinatario de los dos importantes documentos, lo que indica el grado de confianza de Lucas en el personaje y la categoría personal de éste. A él van dirigidas las dos dedicatorias con que Lucas abre cada uno de sus libros.

    La primera, la que da entrada al evangelio, contiene un dato a tener en consideración cara a indagar en la identidad de Teófilo:

    “para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido”. (Lc 1,4).

    Se trata, pues, de un hombre informado y formado. No recibe el evangelio de Lucas como material para su instrucción. Esa etapa ya la ha cubierto. Cabe pensar que con el de Marcos, la fuente principal usada por Lucas para construir su escrito. Su texto le servirá, según el evangelista, para que confirme la fiabilidad (ἀσφάλεια: seguridad, certidumbre, fiabilidad) de la enseñanza recibida. Su contenido es el mensaje del Galileo. La palabra usada para referirse a tal instrucción, λóγος, se emplea con frecuencia en los evangelios como término técnico para designar el mensaje o el proyecto de Jesús. El uso en plural del vocablo (λόγων: “de las enseñanzas”) habla sin duda de la amplitud y el detalle con que le fue expuesto el mensaje.

    En otra ocasión Lucas cita también a otro personaje instruido en ese proyecto. Lo identifica por su nombre:

    “Llegó a Efeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Este había sido instruido en el Camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús” (Hch 18,24-25).

    En el texto destacan, entre otras, dos notas:

    1) La formación de Apolo está referida al proyecto del Galileo (“instruido en el camino del Señor”). El término griego ὁδός (camino, andadura, viaje) alude a praxis e indica manera de entender y vivir la vida.  

    2) Apolo ha tomado opción por la sociedad alternativa y está capacitado para enseñar esa praxis (“enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús”).

    Según la indicación de Lucas, Teófilo optó también por adherirse a la causa del Galileo tras una formación presumiblemente similar a la de Apolo. La dedicatoria del libro de los Hechos confirma que se trata de una persona de probada lealtad al proyecto, con quien el autor mantiene una estrecha relación de amistad y confianza:

    “En mi primer libro, querido Teófilo…,” (Hch 1,1).

    El nombre de Teófilo aparece en vocativo y precedido de la interjección ὦ (ὦ Θεόφιλε) que en el griego helenístico solía omitirse. Su presencia aquí no tiene carácter enfático, sino que sirve para mostrar el afecto con que Lucas se dirige al amigo. De ahí la acertada traducción: “querido Teófilo”.

    Teófilo ofrece a Lucas una seguridad sin fisuras. Este cuenta con la absoluta certidumbre de que deja sus libros en las mejores manos. Hasta tal punto es así que incluso parece que hubiese escrito su evangelio exclusivamente para él:

    “…después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa…” (Lc 1,3).

    Esta forma de hablar (“ponértelo por escrito”) indica cuando menos que Lucas deja la total responsabilidad de su manuscrito bajo custodia de su amigo.

    Ahora bien, sería desacertado concluir que Lucas dirige el original y único ejemplar de su libro para uso personal de un solo individuo. Es cierto, como advierte el prólogo, que el autor ha pensado en Teófilo a la hora de escribirlo y lo tiene presente como depositario de su obra. Pero, sin duda, con la certeza de que Teófilo era la persona idónea para hacer llegar el mensaje contenido en sus escritos a un amplio universo humano. Lucas escribió convencido de que Teófilo estaba preparado para entender las claves de su evangelio y tenía capacidad suficiente para transmitir su contenido con fidelidad.

    La lógica conduce a pensar en Teófilo como un personaje perteneciente a una comunidad o grupo de comunidades de adheridos al proyecto del Galileo cuyo cometido en dicho colectivo tenía una relación directa con la recepción y la comprensión del manuscrito de Lucas.     

    En el evangelio de Marcos encontramos un dato de especial relevancia en orden a descubrir la ignorada identidad de nuestro personaje Teófilo. En un discurso del Galileo a los discípulos en el que les está ofreciendo claves de interpretación histórica, Marcos abre un pequeño paréntesis para infiltrarse como narrador y lanzar una advertencia al individuo encargado de hacer comprensible a la comunidad el mensaje contenido en un apunte cifrado de su escrito:

    “Cuando veáis que el execrable devastador ha puesto el pie donde no tiene que hacerlo -téngalo presente el lector-, entonces, los que estén en Judea huyan a los montes…”  (Mc 13,14)

    Mateo (24,15), no así Lucas, recogió al pie de la letra el inciso de Marcos: Entiéndalo el lector (ὁ ἀναγινώσκων νοείτω). El imperativo νοείτω (Entienda o tenga presente) del verbo νοέω (percibir, reflexionar, entender) pone sobre aviso a alguien denominado lector instándole a saber interpretar los detalles en clave ofrecidos por Jesús en su discurso. El participio sustantivado ὁ ἀναγινώσκων (el que lee) del verbo ἀναγινώσκω (leer en voz alta) señala al personaje a quien va destinada la indicación.

    Pero, ¿a quién se refieren concretamente Mateo y Marcos al dirigirse al lector? Es equivocado pensar que ellos imaginaban a una multitud de personas leyendo individualmente un sinfín de copias de sus manuscritos.

    En las primeras comunidades no resultaba fácil hacer copias de un texto de tales dimensiones ni encontrar a alguien que supiera leerlo. La gran mayoría de sus integrantes tenían acceso a su contenido a través de la persona que leía en voz alta para todos con el único ejemplar disponible. La función de lector/a constituía, pues, un servicio específico, imprescindible y de valor incalculable para la transmisión del mensaje y el desarrollo de la comunidad a la que iba dirigido.

    El lector/a o el/la que lee en voz alta tenía encomendada la gran responsabilidad de servir de vehículo inteligente a un escrito pedagógico cuyas claves actuaban como guías para el perfecto entendimiento del proyecto del Galileo. Para tal tarea requería haber sido preparado/a previamente en la comprensión y la praxis de dicho proyecto. Se trataba, pues, de persona de probada confianza, conocedor/a profundo/a del texto y de los detalles con que el evangelista marcó su exposición. Es más que probable que el/la lector/a se encargara incluso de la custodia del texto y de elaborar copias del mismo.

    El/la lector/a actuaba, pues, como un/a doble servidor/a:

    a. del único Magisterio: el de Jesús.

    b. de la asamblea a la que dirigía su lectura y explicaciones,

    teniendo como tarea fijar un hilo directo entre la comunidad y el proyecto al que ella estaba adherida y representaba históricamente con su praxis. 

    Es comprensible, por lo tanto, que se tuviera en muy alta consideración el servicio de leer en voz alta a la comunidad. El libro del Apocalipsis, un texto con una fuerte carga simbólica que requiere una lectura inteligente, destaca por tal motivo al lector/a nombrándole explícitamente:

    “Dichoso el que lee (ὁ ἁναγινώσκων) y los que escuchan esta profecía y hacen caso de lo que está escrito en ella, porque el momento está cerca” (Ap 1,3).

    El/la lector/a o el/la que lee en voz alta conocía en sus pormenores el mensaje de Jesús y sabía interpretarlo para la asamblea (ἐκκλησία; iglesia). La asamblea se regía exclusivamente por ese mensaje. Sus decisiones y su praxis no se sujetaban a una doctrina; surgía libremente de la escucha y la comprensión del encargo del Galileo.

    El/la lector/a no ambicionaba adquirir poder. Se desvivía para hacer real la alternativa al poder. El/la lector/a tampoco se plantaba por encima del mensaje para dominarlo y manipularlo a su antojo. Su tarea se distinguía por la lealtad incorrupta a esa propuesta y a la asamblea de los adheridos a ella. Por eso su servicio tenía la más alta consideración.

    Resulta verosímil desde esta comprensión que Lucas entregara sus libros a un lector de categoría excepcional y se dirigiera a él utilizando un epíteto adecuado a la naturaleza de su quehacer: Excelentísimo Teófilo.

    De ser así, Teófilo habría salido de la espesa niebla que le ha envuelto durante tanto tiempo para mostrarse como figura representativa de una actividad de vital importancia para que las comunidades encuentren hoy la ruta a seguir. Ya no aparecerá como observador impávido de identidad impenetrable. Ha resultado ser el amigo que invita e incita a recuperar una imprescindible función en cada comunidad, la de excelentísimo/a lector/a.

    El oficio del/de la que lee en voz alta a la asamblea no está asociado a liturgias ni a culto ni a espiritualidades ni a sacramentos ni a teologías ni a místicas ni a ascéticas ni a dogmas ni a dictados doctrinales. Su cometido, laico, está vinculado a la explicación y enseñanza del mensaje de Jesús a la comunidad. Como respuesta a esa lectura, a la asamblea corresponde desarrollar el proyecto en cada momento y circunstancia histórica. El/la lector/a no posee competencia para dictar a la comunidad el camino a seguir. Tal iniciativa corresponde a la asamblea a la que él/ella pertenece y presta servicio.    

    Quizá Teófilo represente un eslabón perdido en la historia de los colectivos adheridos al proyecto de Jesús. Su rescate resulta necesario para que ni estructura ni persona alguna puedan escamotear el contenido del evangelio sin que el fraude quede a la vista.

    La figura de Teófilo plantea también si no será imprescindible en las comunidades cristianas re-establecer y dar prioridad a la excelentísima tarea de lector/a. Quizá sea la manera de salir por fin de la base y recobrar altura suficiente para obtener el protagonismo y la libertad que corresponde en propiedad a cada asamblea (ἑκκλησία).

    …………….