Hay cosas y situaciones ante las que no me puedo callar. ¿Es que el papa Francisco es menos papa que los papas que le precedieron? Si nos callamos ante lo que ha dicho el cardenal Müller -ver noticia en Religión Digital-, las piedras (de los palacios vaticanos) gritarían. Es urgente que nos hagamos una piña, defendiendo a un hombre bueno que intenta bajarse de las alturas de los tronos papales, para estar cerca de la gente, sobre todo de la gente que sufre. JMªC.
Usted imagínese que ahora, cuando nos preparamos para unas elecciones generales y nos apremian problemas tan preocupantes como son la paz, el terrorismo, los refugiados, la inseguridad económica…, nos viniera un candidato a gobernar diciendo: “Mi programa se va a centrar en la búsqueda de la verdad, de manera que no voy a consentir error alguno”. Mientras que otro candidato al gobierno se pusiera a decirle a la gente: “Mi programa estará centrado en la lucha contra el sufrimiento, de forma que no soportaré ni trabajadores sin trabajo, ni contratos basura, ni familias sin vivienda, ni enfermos sin médico…”. ¿Hay que ser un lince para ver en seguida cuál de estos dos programas tendría mejor acogida?
Yo me planteo esta pregunta elemental porque se sabe que hay obispos que andan invocando lo que dijeron los papas anteriores al actual papa Francisco, confrontando así (aunque no sea eso lo que se pretende) a este papa con sus predecesores. Con lo cual –inevitablemente– se siembra la semilla de la duda, la sospecha, la división, el descrédito….
Sin detenerme en otras consideraciones, voy derechamente a la raíz del asunto. Leyendo y estudiando atentamente los escritos del Nuevo Testamento, pronto se da uno cuenta de que, en esos escritos, se nos presentan dos formas distintas de entender la Fe:
- 1) En las cartas de Pablo, la Fe consiste en “aceptar como verdadera la predicación sobre Cristo” (Gal 2, 16; Fil 1, 29; Rom 4, 5…). Y esa Fe es la que nos “justifica” ante Dios (Rom 3, 30; 4, 15; 5, 1; 9, 30. 32; 10, 6; Gal 3, 7. 8. 9. 12. 24; 5, 5…).
- 2) En los evangelios, la Fe es la convicción y la fuerza que resuelve el problema del sufrimiento humano. Por eso, cuando Jesús les dice a los enfermos: “Tu Fe te ha salvado” (Mc 5, 34; Mt 9, 22; Lc 8, 48; cf. Mc 10, 52; Mt 8, 10. 13; 9, 30; 15, 28; Lc 7, 9; 17, 19; 18, 42), en realidad lo que les dice es: “Tu Fe te ha curado”.
Es evidente, pues, que en el N.T hay dos concepciones de la Fe: la Fe como “verdad” y la Fe como “misericordia”. Decir que la Fe, tal como la entiende Pablo, es la “dogmática”, mientras que la Fe, tal como la entiende Jesús, es la “espiritual” (o la “pastoral”), como –según he leído en un periódico– ha dicho el cardenal Müller, todo esto pone en evidencia que la “teología dogmática” tiene su eje y su motor en las cartas de Pablo, en tanto que la “teología espiritual” y “pastoral” es la que se deduce del Evangelio de Jesús. Lo cual quiere decir que el “dogma” (lo que hay que creer) y la “espiritualidad” (lo que hay que practicar) tienen fuentes distintas y van por caminos distintos.
Pues bien, si efectivamente todo esto es así, ¿cómo se explica que el cardenal Müller les exija a tantos matrimonios, divorciados y vueltos a casar, que vivan como hermanos, al tiempo que tolera que dentro del Vaticano haya tantos clérigos que no viven precisamente como hermanos? Y sobre todo, ¿qué representa, de verdad, Jesús en nuestras vidas? Y ¿qué podemos hacer por esta Iglesia? Pero, más que nada, ¿qué nos urge hacer para aliviar el sufrimiento de tanta gente que ya no aguanta más?
Por tu comentario Isidoro veo que mi percepción era acertada. Piensas que el mundo está sostenido y avanza en su camino hacia la Humanidad Nueva por un grupo de “sabios” o de “despiertos”, grupo que se renueva en la historia generación tras generación, que apoyas en unas cuantas citas de autores de prestigio, esos 144.000 que citas del Apocalipsis como número simbólico. Mi posición es contraria.
Lo primero que te diría es que esa tesis o conjetura no es un dato sino una creencia y además discriminatoria. Admito que hay diferencias pues no todos somos iguales ni estamos al mismo nivel de “sabiduría”. La humanidad en cada generación con respecto a ella se reparte en una campana de Gauss, unos pocos están muy avanzados, otros pocos van con retraso y la gran mayoría se sitúa a niveles medios. Esto puede considerarse como dato, pero lo que es una conjetura o creencia es conceder a los avanzados el peso, la responsabilidad, la fuerza o el empuje,…., para que el resto alcance la Plenitud. En mi opinión los sectores medios no se sienten ni atraídos ni impulsados por los avanzados de la sociedad y menos en sabiduría, lo que quieren más bien es que los dejen en paz y sobrevivir lo mejor posible según sus circunstancias.
Teniendo esto en cuenta, en mi opinión, la humanidad avanza hacia la Plenitud no cuando los avanzados corren a toda velocidad separándose aún más del resto, sino cuando el gran sector de la población de niveles medios avanza en su conjunto hacia ella. La Plenitud no es cosa de unos cuantos avanzados sino que implica también completud, es decir, o estamos todos o no podrá alcanzarse. De nada sirve que un grupo se acerque mucho a ella si el resto permanece inmóvil.
El mensaje de Jesús no es gnóstico ni esotérico, ni pretende formar un grupo sectario de iniciados en ciertos misterios, ni de perfectos, al contrario son pecadores gente común. La comunidad de discípulos que Jesús forma en su círculo más próximo, no está cerrada sobre si misma sino abierta a los demás, con la misión de propagar su mensaje al mundo. Es semilla, sal y levadura para el mundo nunca para unos pocos. ¿Te recuerdo las palabras de Pablo al mirar a su comunidad de Corinto y constata que no hay muchos sabios ni poderosos ni nobles… sino todo lo contrario? (1Co1,26)
…ufff! ágase la extrapolación pero hágase sobre todo con “H”
Alguna tímida interpelación en algún comentario he leído que se me hacía sobre que se ha de entender cuando se habla de la diferencia entre la verdad real de una espiritualidad evangélica y la verdad conceptiva de la dogmática ¡que no es poca cosa! Discernirla nos llevaría a la raíz misma del problema planteado por el autor de este artículo.
Siempre llegará un momento en el que llevar a cabo este discernimiento de forma individual, se le hace a la persona algo ineludiblemente imprescindible, sin embargo, la falta de él a nivel general puede convertirse en un enmarañamiento tal que puede arrastrarse durante largo tiempo.
Dejaré en el aire, pues, las siguientes reflexiones.
Sería sencillamente absurdo pensar que no se pudiera conceptuar lo real, lo que ocurre es que la conceptuación aun siendo una función intelectual inexorable no es, sin embargo, lo primario y radical del acto humano de la intelección. Conceptuar es un modo de intelección como lo es el idear, el juzgar, el afirmar etc., Pero todos ellos se fundan en el acto radical y exclusivo de la inteligencia cuya índole radical, como siempre recuerdo, consiste formalmente en aprehender algo como real. Si prescindiéramos de este momento aprehensivo primario en el que se aprehende la realidad en impresión y entendiéramos que lo que sucede al conocimiento en primera posición fuese su momento conceptivo entonces como humanamente de aquel primer momento en que la realidad es sentida no nos podemos liberar, la función de la inteligencia vendría a suponer aprehender de nuevo en ella lo dado por los sentidos con lo cual se pierde ahí lo actual de aquella intelección unitaria. No es difícil observar ahí la raíz misma del dualismo histórico y con él el consiguiente desdoblamiento de la verdad.
Ágase de este análisis filosofico de la inteligencia una extrapolación en el tema que tratamos y tal vez se comprenda….
NO ME refería a un sincretismo religioso, amigo Román y te agradezco el interés…El sincretismo se refiere a una nueva “forma” sintética y resumida de creencias que formarían una nueva religión…como ha pasado con la “santería” donde la religión yoruba africana se unió con los santos venerados por el catolicismo, dando lugar a esa síntesis donde Santa Bárbara es Changó, Yemayá es la Virgen de Regla…muy extendida actuamente en nuestra patria del Caribe, Cuba…
Sin embargo, la fe, como toda virtud, puede crecer y desarrollarse….de hecho el Reino donde brilla la FE, Jesús lo comparó con la mínima semilla de la mostaza que llega a crecer y convertirse en un árbol frondoso……PERO no es necesaria la uniformidad de la fe…aunque si es necesaria la base esencial, aún rudimentaria, de este comienzo de otra vida…. que es la del espíritu….Por tanto, mi VISIÓN de la fe puede ser distinta…de hecho, y por la experiencia por aquí, TODOS tenemos una visión diferente del conjunto de nuestras creencias…Esto también es dinámico…puede cambiar, evolucionar, retroceder, avanzar..detenerse….o, por el contrario, crecer y llegar a la PLENITUD, en cuanto es posible en nuestra vida de la tierra…
Por eso, el punto central del cristianismo, la fe común, es Jesús…Es una religión que se basa mas en esa PERSONA que en un cuerpo doctrinal,.. como sucede con el hinduísmo, por ejemplo….Por eso, Jesús mismo es la FE que salva…”tu fe te ha salvado” dice Jesús constantemente, nos salva de la enfermedad física y de la enfermedad espiritual…de la muerte física…y de la muerte eterna…porque El es el “camino, la verdad y la vida”….
Mi visión cristiana puede ser pequeña o grande…puede estar en germen…desarrollarse y crecer…puede enfatizar ciertos aspectos filosóficos o teológicos…sin que abandonemos lo que es esencial…puede empezar en la experiencia de un laboratorio como en el reclinatorio de una catedral, puede ser súbita o lenta…Cristo, vivo en la Iglesia, está siempre esperando el momento…
El deseo de Jesús de que “todos sean UNO, como tú, Padre, estás en Mi, y Yo en tí” (Juan 17,21) se refiere a esta unidad esencial en la FE…y es producto de la voluntad salvífica universal de Dios…para TODOS los seres humanos…Sin embargo, esta unidad, que se realizará sin duda al final del camino de la Iglesia peregrina, se mantiene fragmentada en el momento actual…Es este esfuerzo el que hacemos los “visionarios” para este “mundo mejor” que tendrá su realización y cumplimiento…es el deseo de compartir nuestra verdad y nuestra FE…con los que desean hacerlo…y avanzan cada día hacia esa Verdad que revela…
Por eso, aunque podamos considerarnos que estamos en el camino de la Verdad…sin embargo, podemos ir por diferentes senderos…La Iglesia Católica “no rechaza nada” de lo que hay “santo y verdadero” en otra religiones y creencias…hay “elementos o bienes que edifican y dan vida” (C.Vat. II, Decr. sobre el Ecumen., BAC, pag 638 y sig)….Ella la Iglesia, único rebaño de Dios, como estandarte ante las naciones, peregrina en esperanza hacia la meta de la patria celeste, ofreciendo el Evangelio de la paz a todo el género humano” (Idem Conc Vat. II, Ecumenismo pag 638)
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Amigo Jorge: Tu comentario me ha recordado la polvareda que se levantó cuando Butragueño, dijo que Florentino Pérez, (el presidente del Real Madrid), era “un ser superior”.
Hubo mucho “choteo”, y pusieron a Butragueño de pánfilo y papanatas. (Es verdad que el hecho de que fuera alto empleado y bien pagado del Club, sonaba bastante la alabanza a Florentino, a “peloteo”, pero sin quererlo puso el dedo en la llaga).
Porque la cuestión es: ¿Existen seres superiores, o todos somos iguales?. Es un tema muy propicio a la demagogia y los brochazos gordos.
Yo desde luego creo que existen. Muy pocos, pero existen. Decía Borges, citando literatura sufí, que “en cada momento de la historia hay en la tierra, y hubo siempre, treinta y seis hombres rectos cuya misión es justificar el mundo ante Dios”. Y añade que son los secretos pilares del universo, “sin los cuales Dios, aniquilaría el género humano”.
Los sufís hablan que a lo largo de la historia, Dios suscitará la presencia de 144.000 personas, que son la guía de los demás, y gracias a ellos la humanidad va avanzando. Quizás sean los 144.000 que se citan en el Apocalipsis, que serían el gran equipo del Jesús, del supuesto Milenio final de la humanidad, durante el cual se remataría la metamorfosis y la apoteosis de la humanidad, hacia la Cristogénesis de plenitud.
(Tanto los 144.000, como los mil años del Milenio, son números simbólicos, que expresarían, el orden de su magnitud).
Todos deberíamos aspirar a llegar a ser uno de esos 144,000, y aunque no lo consigamos, el objetivo utópico y el esfuerzo es válido, para nuestro propio proceso personal de maduración humana.
El propio Jesús, en el logión 23 del evangelio de Tomás dice: Dijo Jesús: «Yo os escogeré uno entre mil y dos entre diez mil; y resultará que ellos quedarán como uno solo».
El último párrafo indicaría que esos “144.000” “humanos superiores”= “antropos”, formarían una comunidad global unificada, a la que luego todos iremos incorporándonos poco a poco, (el Cuerpo de Cristo, o la Comunión de los Santos). Que por otra parte es un concepto similar a la Sekinah hebraica, el Nirvana budista, y los hombres perfectos del Islam.
La humanidad, progresa gracias al esfuerzo destacado de una minoría de grandes hombres. Dice Tomas Merton, en “Amor y vida”: “El mundo se forja a base de la gente plenamente viva dentro de él: es decir, de personas que pueden ser sí mismas en él y capaces de establecer una relación viva y fructífera con los demás, en este mundo”.
Hay personas que empujan a la humanidad en su camino, y hacen una labor impagable. Machado dijo de Unamuno: “Es el poeta relojero que viene a dar cuerda a muchos relojes, (quiero decir a muchas almas), parados en horas muy distintas, y a ponerlos en hora por el meridiano de su pueblo y de su raza. Que estos relojes luego, atrasen unos, y adelanten otros… (no es culpa suya)”.
La psicoterapeuta junguiana, Helen Luke, en una entrevista decía una frase misteriosa: “Es enormemente importante para todo el mundo el que algunos individuos evolucionen hasta alcanzar una conciencia profunda y plena”.
Esta frase de significado misterioso, podría entenderse como que cuando alguna persona alcanza, una conciencia plena y profunda de la realidad, además de las enseñanzas de su sabiduría que pueden hacer de forma consciente a la gente que les rodea, podrían a su vez “retransmitir” de forma inconsciente dicha sabiduría, de una forma parecida a como si fueran unos repetidores de sabiduría e inspiración.
Por eso en las tradiciones esotéricas y místicas hay una serie de frases según las cuales se mantendrían constantemente en el tiempo a un número de personas, que aunque estén aisladas y recluídas o en un convento o en una casita aislada, sirven como de “repetidores de sabiduría”.
Y en este proceso de progreso de la humanidad, imprescindible en el plan cósmico ¿Qué papel desempeñan los budas, o los hombres autorrealizados o en proceso de autorrealización?. ¿Tienen alguna misión especial?. Porque su efecto didáctico directo sobre los humanos vivos es muy limitado.
Es verdad que ha habido algunos pocos, que han servido de modelo, sobre todo si han escrito sus hallazgos sapienciales o han servido de modelo a otros para escribir sobre ellos, como fueron los casos del Buda Sakiamuni, Mahoma, Jesús, Lao Tzu, y algunos mas, pero en general su efecto didáctico no ha sido muy grande.
Además, ¿cómo se produce la transmisión de la antorcha de la sabiduría desde esos pocos iluminados que en el mundo son y han sido?.
Decía Thomas Merton una frase enigmática: “Aunque ningún ermitaño es importante, sin embargo son esenciales en un universo arruinado por una plaga de gente importante”.
Algún día se sabrá como lo consiguen.
Jorge, la dificultad radica en que el autor, don José María, nos presenta el problema como un programa a seguir y que tenemos que optar “intelectualmente” eligiendo entre la verdad o la misericordia, entendida también ésta de forma conceptual.
Para más INRI nos presenta que ambas opciones programáticas tienen sus bases ideológicas en los escritos del Nuevo Testamento.
Añade una segunda dificultad, que en realidad está usando todo esto como una base argumental para el tema que de verdad le interesa y es la de denunciar una situación de enfrentamientos en la cúspide de la Iglesia en torno a Francisco., que el lo ve desde su vertiente de teólogo.
Y nosotros aquí rompiéndonos el coco tratando de explicarnos lo inexplicable, que no estamos para tomar partido, sino para que se nos instruya en la verdad de Jesús y qué nos dice sobre la misericordia.(la humana y la divina)
Con respecto al comentario de Isidoro hay algo subliminal que no me gusta y además que contradice la universalidad de la humanidad nueva. Si no es así lo que percibo pues me lo haces ver. Hay como una separación, una división de la humanidad entre los “despiertos” o los “astutos”, los que consiguen pasar un cierto umbral en el camino hacia la “sabiduría”, y los que no lo consiguen o ni lo intentan. Si esto se lleva a un extremo pues aparece el pensamiento sectario, grupos de iniciados, iluminados, despiertos, o como quieras llamarlos, con la única diferencia de que no es que los que no pertenezcan al grupo serán rechazados, sino que todos necesariamente tarde o temprano pasarán el umbral hacia la “sabiduría”, que veo en relación con la gnosis. Esto está lejos de la espiritualidad evangélica.
Si el desarrollo de la Ciencia es lo que nos va a llevar a un conocimiento de la realidad y de nosotros mismos a un nivel muy alto que hoy solo podemos intuir o imaginar, y de ese conocimiento (por superar el umbral de sabiduría) se inicia el despegue hacia una nueva humanidad, que Isidoro ha propuesto reiteradamente, pues en mi opinión esto contradice lo anterior sobre los grupos sectarios. La Ciencia nada tiene que ver con grupos sectarios de iniciados, sino que es de hecho universal. Lo que se descubre y se prueba en un laboratorio vale para aquí en Pernambuco o en la Galaxia Andrómeda. Es esencialmente universal y se impondrá tanto para los empeñados en el camino de la sabiduría como los que no han hecho nada en este sentido. Pero, Ciencia y conocimiento por muy alto que sea su nivel no es suficiente para el despegue de la humanidad, es necesaria que le acompañe un alto nivel ético para que no se vuelva en su contra. Y sobre la ética tiene mucho que decir la espiritualidad evangélica, no para un grupo de “sabios” o iniciados, claramente insuficiente, sino para todos.
Hace algunos días Mª Luisa se pregunta el porqué de la dogmática en detrimento de la práctica evangélica, la verdad real de una espiritualidad evangélica y la verdad conceptiva de la dogmática. Yo le preguntaría ¿acaso se puede o se debe separar una de otra? ¿cuál sería la razón para evitar conceptualizar las preguntas que surgen de las vivencias o experiencias de la espiritualidad evangélica? ¿Es que no surgen preguntas de la experiencia radical de la resurrección que vivieron un grupito de discípulos de Jesús como dice Román, y también el esfuerzo de tratar de entenderla y conceptualizarla para poder comunicarla? Sin embargo, es cierto que una vez planteadas una serie de respuestas, razones y conceptos, que tratan de entender y explicar las experiencias vividas, emprende lo conceptual o la razón un viaje en solitario cada vez más alejado de su raíz experiencial, puesto que las respuestas llevan a nuevas preguntas y estas a otras y así sucesivamente. De cuando en cuando hay que parar y retornar al origen, a los datos de la experiencia, (como decía Mª Luisa), analizar lo que se dice qué está en relación directa con ella y qué no o en grado diverso según su relación con ella.
Sobre la convergencia de todo en Cristo que plantea Isidoro y que Santiago apoya desde su particular modo de ver las cosas, yo también considero como cristiano la centralidad de Cristo, que observa, guía, alienta y si fuese necesario interviene, en el camino que conduce a una humanidad nueva en el Reino para todos/as sin exclusiones. Aunque la Humanidad nueva, en el límite máximo de lo humano, podamos vivirla como experiencia espiritual y hacernos más o menos una idea de su contenido desde ya, no todos quieren tener esa experiencia ni comparten las mismas ideas sobre su contenido. Hacer un sincretismo religioso con lo que tenemos o un eclecticismo filosófico, no me parece como apunta Román lo mejor que podemos hacer para alcanzar ese objetivo. Una cosa es poner atención a otras vías de acceso y sus influencias mutuas, y otra bien distinta es asumirlas. No todo es igual ni da lo mismo.
Nota: este comentario lo he hecho después del primer comentario de Román de hoy, así que me faltan por leer los tres últimos comentarios.
Muy sesudo tu comentario, Isidoro, que comparto.
Te habrás fijado que nunca digo “Nueva Era”, sino que uso su terminología en Inglés, New Age, y no es por capricho. El movimiento New Age, cierto que habita en una atmósfera más general, como todos los fenómenos que vienen ocurriendo hoy en día, pero está referido a una corriente muy concreta con dinámica y perfiles propios en los Estados Unidos (¿Cómo no podía ser de allí?) y que compite muy controversialmente con las diversas iglesias y sectas americanas como la sustituta “culta” de la religión popular.
Nunca he creído que seas un afiliado a tal movimiento. Sólo señalo la misma como modelo del Sincretismo religioso que se quiere imponer, y que al parecer tiene alguna aceptación en mentalidades católicas de nuestro entorno.
Que llames Nuevo Milenio a todo lo que conlleva esa nueva o novedosa mentalidad, pues acuñada queda la expresión para comentarios posteriores. Pero creo que nos meteremos en otros berenjenales, pues resulta ser otro término “heurístico” de quienes están buscando comprender la nueva realidad.
El comentario de Román sobre el sincretismo, me ha hecho reflexionar. El sincretismo, es un afán de compatibilizar o conciliar opuestos, que es un poco el camino de la sabiduría. Pero es un camino equivocado.
Si encima de la mesa tienes doce pentágonos iguales, y los quieres colocar pegados unos a otros, de tal manera que queden cada pentágono completamente rodeado de otros, si lo intentas en el plano de la mesa, es imposible. Hay que pasar de las dos dimensiones a las tres, y entonces haces un dodecaedro.
El sincretismo es relacionar las cosas a martillazos, a capón, con relaciones ficticias o delirantes. Es como si tienes un puzle, no te casan las piezas y las fuerzas a puñetazos o recortándolas con unas tijeras. Para casarlas, debes a lo mejor, modificar el dibujo-base, pues a lo mejor no es el que corresponde a esas piezas.
Leía en las memorias de Pablo Carbonell, que hasta para tocar el bombo, hay que saber, (¡y mira que parece fácil!). Si no sabes y lo haces mal, igual lo rompes. Eso pasa con todo.
La diferencia entre sincretismo y conciliación de opuestos, está como en todo, en conocer o no, las complejidades del tema, y poder detectar las relaciones cuasi invisibles que tienen las cosas. “La verdad se produce al contactar dos proposiciones, ninguna cierta; pero cuya relación sí lo es”. ~ Simone Weil
Y Tomas Merton, dice: “Hay veces que agotamos nuestras mentes al aferrarnos tercamente a una visión muy parcial de las cosas, negándonos a ver el profundo acuerdo existente entre algo y su opuesto complementario”.
Por otra parte, amigo Román, tienes muy mal concepto de la Nueva Era, porque la asocias con los excesos y los errores, que sin duda arrastra. Pero es injusto criticarla por eso, igual de injusto que los que descalifican el cristianismo porque existen curas pederastas. Ya te dije en Atocha que eso de que por sus frutos los conoceréis, es una frase generalmente cierta, pero no siempre lo es. Es una idea general, con sus correspondientes excepciones.
Las palabras se gastan y quizás el nombre Nueva Era está gastado. Quizás si lo cambiamos por Nuevo Milenio, se entienda mejor. Yo no pretendo ser de la Nueva Era, pretendo que entremos todos en el Nuevo Milenio.
Y para eso, todo vale. Gurdjieff decía del Camino del Hombre Despierto: Yo lo llamaría el Camino del Hombre Astuto: el que toma lo que le sirve donde lo encuentre.
Hola Isidoro, llevo tiempo observando que en tus escritos, también yo en alguno de ellos llego a coincidir contigo, sólo después cuando te dejas llevar por la imaginación hacia aquel terreno donde a la ciencia le concedes el merito de la transformación humana futura, entonces ahí es cuando ya no te sigo.
Naturalmente que para ello la ciencia es un buen instrumento, es más, si no sucediese así en realidad la filosofía estaría todavía anclada en el pasado.
Por supuesto que la ciencia la hace avanzar pero es porque así como ésta tiene claro el objeto que persigue, la filosofía en cambio el objeto lo va obteniendo en su filosofar mismo.
Dices que asocias “salvación” con perfección etc., (hacerse dioses). Es justo lo que vengo expresando diciendo que para el cristianismo la salvación es ante todo aquello que posibilita hacer la experiencia de la gratuidad la cual se dirige, primariamente, al ser entero de lo humano en su realización y no a su caída y mucho menos a las fallas de la vida.
Por eso, ante todo, posibilita decía, facilita nuestra propia realización humana, traduciendo, ahora, realización dentro del contexto teológico en el que nos encontramos, por “deificación” como tu también señalas.
K. Rahner, en “Introducción al concepto de cristianismo” lo dice así:
El verdadero concepto teológico de salvación no significa una situación futura que se precipita sorprendentemente sobre el hombre desde fuera a manera de una cosa, ya en forma agradable, ya en forma desagradable cuando se trata de la perdición, o que se le atribuye en virtud de un juicio moral. Significa más bien el carácter definitivo de la verdadera autointeligencia y de la verdadera acción propia del hombre como libertad ante Dios por la aceptación de la propia mismidad, tal como se le abre y transfiere en la elección de la trascendencia interpretada con libertad.”
La salvación, por tanto, tiene que ver primariamente con la estructura de deiformidad más que con la experiencia del pecado, que en cualquier caso siempre es ulterior. Y ahora viene aquí mi explicación.
Entendí tu pregunta pero no estaba bien formulada pues en la mía no decía que la salvación fuese consecuencia del cristianismo sino que si lo constitutivo de él era la deificación, creo recordad que entonces me referí a la realización personal, pero para el caso es lo mismo, entones sería el haber logrado esta deificación donde tendría sentido hablar luego de salvación como consecución. Espero que ahora lo entiendas!
Mientras M. Luisa nos pide un compás de espera, y aguardamos su reflexión sobre el comentario de Isidoro, aprovecho para hacer la mía en lo que acabo de ller escrito por Santiago.
Santiago establece la tesis de que “existe una fe común con visiones diferentes”. Y como es natural él parece entender que todo ello cabe en la “fe cristiana” y que va referido a Cristo en un TODO recapitulado.
El asunto tiene migas porque está referido a lo que puede ser y lo que represente ATRIO. No es que yo esté en contra del ecumenismo religioso, sino que tenemos que saber en cada momento cuáles sean sus valoraciones, habida cuenta de que el Cristianismo es una religión “profética”, y que las tres que históricamente son consideradas así nacen del mismo tronco o raíz, las religiones “del Libro”, lo cual se aparta muy mucho de la New Age.
Tenemos que manejar conceptos como Sincretismo en sintonía con la antropología cultural y religiosa y también el Eclecticismo que es esa escuela de pensamiento que se fundamenta en la conciliación de diversos elementos pertenecientes a diferentes doctrinas o filosofías.
A grosso modo, el sincretismo es a lo religioso lo que el eclecticismo a la filosofía.
Y no creo que éste sea el camino porque apoyarse en la creencia de que todas las religiones básicamente son “una”, pero presentada con muy diferentes envolturas desobrenaturaliza la fe cristiana, hace que su esencia sea meramente cultural y su enseñanza un corpus doctrinal de elaboración humana.
En una sociedad abierta, como la nuestra, y Atrio pretende ser un reflejo de esa sociedad y sus valores, caben todas las ideologías o escuelas de pensamiento, valor que concretamos en el término “laicidad” o neutralidad ante toda forma de pensamiento. Una sociedad abierta, laica, es por tanto, una sociedad que defiende su pluralidad.
Pero tales cosas están muy alejadas del sincretismo, que siempre será una forma dogmática de homologación.. hablando en términos religiosos, que son asuntos de conciencia.
Esto fue lo que me evocó el comentario de Santiago y como veréis sólo es una reflexión al hilo, pues por otra parte estoy muy de acuerdo con él en el papel que le asigna a Cristo, desde mi fe cristiana.
Doy las gracias a todos los que participan en este dialogo que se ha vuelto cada vez mas interesante y por hacerme sentir participe, a pesar de que mi tiempo tampoco me permite hacerlo frecuentemente.
Sin embargo SI que creo que existe entre todos una fe comun con visiones diferentes que permite una comunicacion constructiva “porque en la casa del Padre existen muchas moradas” ya sea con enfasis en lo filosofico-cultural o en el devenir evolutivo del Cosmos o en el aspecto socio-teologico de la Palabra o en el aspecto de la historia de la tradicion apostolica, ya sea en relacion al Evangelio o a las cartas de Pablo ya que hablando en “cristiano” suscribo lo de que TODO se recapitula en Cristo que es a la vez el resumen del Cosmos, de la tradicion, de la filosofia, de la teologia, de la sociologia, de la cultura y de la ciencia experimental, punto central donde converge la Historia Universal.
Un saludo cordial Santiago Hernandez
Bien, Román, no quisiera que mi comentario te supiera a modo de jarro de agua fría echada sobre el tuyo, pero, precisamente, eso de que los conceptos de gracia y de pecado en mi interpretación le dan sentido a las palabras de Santiago no deja de sonarme fatal, respetando, desde luego, sea dicho de paso, su punto de vista. Dicho de otra manera y aprovechando la situación argumental que discutimos sobre el NT, todas sus conceptuaciones, a mi modo de ver vienen dadas por la tradición latina.
Veamos, pues, la diferencia interpretativa griega y latina dentro de los conceptos humanos de los cuales si el otro día me detuve en el del amor, hoy qué diría a propósito del de pecado?
A modo de breve introducción diré que para la tradición griega la concepción evangélica de la creación queda vinculada así mismo con la Buena Noticia, por tanto ve al hombre como un trozo de la creación entera y así si el pecado para un latino es ante todo una malicia de la voluntad, para el griego es sobre todo una mácula de la creación. Se verá más claro cuando responda a Isidoro, ahora os dejo que me están llamando…
Isidoro, iremos pasito a paso, primero quiero hacer unas aclaraciones a Román para evitar confusiones y luego te explico, si quieres, lo segundo mío que no has entiendes. Pero como ya me conocéis, yo me tomo siempre algún tiempo,
“La “Buena Noticia” del Evangelio es relevante para el universo entero. Subraya la gratuidad de su realidad vinculándola, no con lo que debemos hacer sino con lo que Dios ha hecho gratuita e inesperadamente por medio de Jesús”.
“la salvación, recordareis, es algo consecutivo y no constitutivo del cristianismo”.
(Con la primera frase de M.Luisa estoy plenamente de acuerdo, pero quiero desarrollarla y aclararla, (según mi visión personal), pues dicha así, puede no entenderse bien.
La segunda frase no la entiendo bien. ¿Qué significa que la salvación” es consecutiva del cristianismo?. Parecería que dice que sería su consecuencia.)
Yo particularmente creo, que el cristianismo ni es el origen ni tiene como función la “salvación”. Sino que “solamente” anuncia un hecho evolutivo y cósmico: siguiendo las leyes evolutivas universales, la humanidad está “condenada” a “salvarse”.
(Naturalmente, yo asocio “salvación” con “perfeccionamiento”, metamorfosis, “apoteosis”, (hacerse “dioses”), maduración, autorrealización personal, conformación de una humanidad colectiva, integrada por individuos libres, autónomos, creativos y coordinados y articulados en común, como las células del cuerpo: Ir hacia una nueva humanidad, hacia el “hombre nuevo”.
Y por eso naturalmente esa “salvación” es de carácter universal. Esta “salvación” no es un asunto religioso para gente creyente, sino es meramente humanístico, antropológico, para todos los humanos, creyentes y no creyentes).
Entonces con esta visión, Jesús, que era sabio porque “sabía”, (muy posiblemente porque estaba bien informado), constata y adelanta una realidad, que iba a culminar en un futuro, aunque él no hubiera tenido la actuación histórica que tuvo.
Entonces, dirán Román y Santiago: ¿En qué consiste la fe? ¿Cuál es la novedad y el kerigma y la esencia del cristianismo?.
Pues a mi entender en dos cosas, que son objeto de fe, o sea no están demostradas y solo son hipótesis (aunque creo que algo razonables).
La primera es el anuncio, de que en este duro y doloroso proceso de metamorfosis de la humanidad, no estamos somos en el Cosmos, sino que aunque lo tenemos que realizar nosotros solos, tenemos observándonos, guiándonos, alentándonos, y si fuera necesario en caso gravísimo, interviniendo y protegiéndonos, a nuestros vecinos del Universo, (unos los denominan genéricamente como “Dios”, otros, como el “Padre”), expectantes para recibirnos con los brazos abiertos en el “Reino de Dios en el Universo”.
La segunda, que como método indirecto de apoyo en nuestros duros esfuerzos, se nos ha dotado de un sistema de guía, (el Mundo espiritual), dirigido por una fracción de la humanidad, grupo constituido por los pioneros en el proceso de autoperfeccionamiento, y designados como la Jerarquía y representación de la Humanidad global, todos dirigidos por una Dirección, el llamado “Cristo”.
Un Mundo espiritual que es la semilla, desde la que se va desarrollando el Reino de Dios en la Tierra, y al que nos vamos incorporando plenamente todos, previo nuestro proceso personal de metamorfosis personal.
Ese es el contenido de mi fe personal.
¿Que nos puede interesar, el Jesús de Pablo, el Jesús de Pedro, o <strong>el Jesús de la fe?</strong>
Dicho así suena áspero, pero lo requiere el guión. Jesús parecía que jugaba un poco al despiste, sobre todo en sus comienzos, porque incitaba a que descubriésemos algo en Él que era más que su misión de Mesías Prometido y que se refería a su persona. Tal descubrimiento sería lo más hermoso para una persona, pues conocieron que vJesús había resucitado, lo vieron con spus propios ojos. Nada de ensueños, nada de reflexión profunda en lo más intimo de una persona, sino la experiencia de verlo con vida. Y todavía más: el pequeño rebañito, hjombresy mujeres habían sido testigos de resurrecciones practicadas por Jesús, pero habían vuelto a su vida anterior y natural, para morir después.
Descubrieron la divinidad de Jesús, resucitado, Señor y Cristo. Una mirada de fe. Le ven de una manera nueva, distinta, que se nos antoja gloriosa, traspasado el umbral de la muerte de forma definitiva. ¿Puede la razón acceder a esta realidad histórica?
Aparte de la necesidad de remarcar la realidad histórica de la experiencia del Resucitado en el seno de la primitiva comunidad (…”cerca de 500 hermanos…”) y de los apóstoles (“lo que nuestros ojos vieron y nuestras manos palparon tocante al Verbo de la Vida…”) ahora nos toca remarcar de qué naturaleza es esa vida “después de la muerte” y porqé ya la poseemos aunque nuestro reloj biológico no haya llegado a su final. ¿De qué naturaleza estamos revestidos?
Perdona, Román, todavía no me he leído el comentario de Santiago,lo haré cuando pueda lo que si puedo adelantar es que dudo mucho que lo expresado sobre el pecado y la gracia sea afín a lo expresado por Santiago…dicho esto sigo leyéndote…
No estamos repitiendo, sino apurando conceptos, y detrás de cada intervención se perfilan posturas, y por ello me alegra muchísimo la última intervención de M. Luisa, donde introduce los conceptos de gracia y de pecado, que le da mucho sentido a las palabras de Santiago Hernández.
Yo me permito relativizar ese 16% de palabras auténticas de Jesús de la Comisión Bíblica que nos cita Isidoro, porque pone de manifiesto en primer lugar el rigor histórico de los Evangelios. Pero estos documentos no son precisamente un relato periodístico, ni se pueden enjuiciar con ojos modernos como relato de autor (con alguna excepción, sí, Lucas, que es consciente de que hace una recopilación y que procuró entrevistarse con “muchos testigos”, según relata él mismo, y que lo alargó hasta los primeros años de la Iglesia hasta donde él pudo narrar como testigo directo)
Los evangelios fueron por tanto una labor colectiva para uso de los evangelista, oficio que estaba considerado como un ministerio dentro de las iglesias, donde los relatos verbales de testigos presenciales enseguida fueron añadidos a quienes seguían con el mismo oficio de evangelistas, pero ya no eran testigos presenciales. Así que tenemos por un lado relatos parciales de muchos testigos diversos, con toda la diversidad de detalles que acarrean haciendo uso de la memoria, y por otro la reflexión profunda de la comunidad. Los evangelios están tan cargados de detallles y rasgos personales que a veces se permiten corregirse, en tales detalles.El testimonio escrito iba en paralelo allí donde una persona que supiese escribir recogía estos datos, que luego servían para uso comunitario.De ahí lo que las personas estudiosas llaman “fuentes”. San Juan, que es el más teológico y discursivo de los evangelios y el más tardío, es por el contrario el que más rasgos personales arroja sobre Jesús, prueba de la proximidad e intimidad del jovencito Juan con Jesús.
Mi comentario iba dirigido sólo a Román y a Isidoro
Qué es lo que vengo diciendo desde un principio hace un montón de tiempo sino que la praxis de Jesús es universal antes de que cualquier teoría doctrinal la defina? Por eso es experiencia, la experiencia humana por excelencia, decía en días pasados.
Por qué sino tiempo atrás, también, frente a la propia experiencia humana en su realización personal como tarea de vida, subestimé incluso la aportación hermenéutica tan válida en su momento?
Lo que noto es que no percibís cuando me expreso en términos filosóficos que es cuando me encuentro en mi propia salsa, y cuando lo expresado por ellos me veo obligada sin remedio a traducirlo en conceptos teológicos.
La “Buena Noticia” del Evangelio es relevante para el universo entero. Subraya la gratuidad de su realidad vinculándola, no con lo que debemos hacer sino con lo que Dios ha hecho gratuita e inesperadamente por medio de Jesús.
Quedará con ello comprendido, supongo, lo que vengo expresando desde hace días sobre que la salvación, recordareis, es algo consecutivo y no constitutivo del cristianismo
Haciendo ahora una combinación teológica-filosófica, diría lo siguiente: mientras la gracia nos abre a transcender las cosas en su realidad captándolas formalmente, el pecado nos limita a considerarlas solamente como cosas para medir nuestra vida con ellas, y en consecuencia considerándonos también a nosotros mismos, y a los demás seres humanos, como meras cosas. Por tanto, este hecho dialéctico entre el pecado y la gracia, es muestra evidente también de que con respecto a la “Buena Noticia” evangélica no estamos ante una perspectiva exclusiva del cristianismo.
¡¡Fijémonos más para evitar que nos estemos repitiendo siempre!!
Tanto en Pablo, contemporáneo de los Apóstoles,…. como en los Evangelios estamos ante la verdad que es Cristo…y es que cuando encontramos a alguien que implica un modelo….no solamente le imitamos en una praxis…en la práctica…sino que formulamos un concepto de él….y seguimos sus enseñanzas…El querer separar la narrativa práctica del concepto doctrinal de Jesucristo es, en verdad, no abrirnos a la predicación universal de Cristo..que no quiso una Iglesia estática sino dinámica…y nos dejó los elementos esenciales por medio de la Iglesia..que recibió la iluminación el Paráclito…y continuará mostrándonos a ese Cristo vivo dentro del Pueblo de Dios…Nuestra fe se basá en la enseñanza apostólica…
Nuestra fe, pues no puede estar “aislada” del testimonio oral y escrito de la Iglesia primitiva…Este testimonio no es inseguro…a pesar de todas las críticas contra los Evangelios..sino que está avalada no solamente por los testigos mártires como fueron los Apóstoles y discípulos mas cercanos a Jesus, sino por TODA la Iglesia del siglo I, máxime cuando Juan el Apóstol vivió hasta finales de este mismo siglo I..No existe ninguna religión antigüa, ni siquiera ninguna documento del siglo I, que tenga tanta validez histórica y señales de autenticidad como el Nuevo Testamento…Los verdaderos discípulos TALMID oyentes, como era la costumbre inmemorial de esa época, memorizaron el KERYGMA esencial de la predicación de Cristo…no solamente lo predicaron ante los testigos vivientes…sino que entroncaron con el siglo II y III como Clemente Romano, Ignacio de Antioquía, Policarpo de Esmirna, Ireneo de Lyon…que reafirmaron la FE sacramental de la Iglesia ordenada a nuestra salvación…
Por eso es correcta la incorporación de Mysterium como Sacramento…La expresión viene del hebreo, es más semita que helénica y se relaciona con deliberación, consejo, designio hacia la salvación o juicio final. En el Evangelio está en Marcos 4, 11 y sus textos paralelos: “Y (Jesús) les decía: A vosotros os ha sido comunicado el misterio del Reino de Dios; mas a aquéllos de fuera todo se les presenta en parábolas”, es decir “los misterios del Reino de Dios” se relacionan con la voluntad de Dios de que todos los seres humanos se salven: esta salvación es ofrecida por Cristo a través de su sacrificio voluntario en la cruz.
En las cartas de Pablo aparece la palabra mysterium 21 veces, indicando el plan salvífico secreto de Dios que se ha realizado definitivamente en Jesús de Nazaret, dando lugar al período considerado final de la historia (ya que no se espera una nueva Revelación o Alianza) y que consiste en la recapitulación de TODAS las cosas en Cristo. Por tanto, en lenguaje bíblico exegético la palabra mysterium puede traducirse por sacramentum ya que éstos son signos que realizan y expresan la voluntad divina de que TODOS los seres humanos se salven por medio de la Iglesia.
En los siglos I y II, Ignacio de Antioquía dice que mysterium son los hechos salvíficos de la vida de Cristo. S. Justino aplica mysterium a las figuras y profecías del Antigüo Testamento y compara los ritos cristianos con los mysteria de las religiones mistéricas.
En el siglo III se llama mysterion a la relación oculta entre imagen y arquetipo que es revelada por medio de la enseñanza mistagógica. Clemente de Alejandría usa mysterium para indicar los ritos de culto, sean éstos paganos o cristianos. Orígenes usa el término como símbolo de la historia de la salvación, ya que Cristo está presente en toda ella. Para él mysterium es “signo es una realidad sensible que enlaza una realidad invisible”. Tertuliano, partiendo la noción jurídica que la expresión sacramentum tenía en la cultura romana (que era “un juramento de fidelidad con carácter religioso) lo aplicó al bautismo, pues a través de éste existe un pacto entre Dios y el bautizado, y también aunó la noción griega de mysterium a los demás ritos cristianos… Es por eso, que no importa la palabra, sino el verdadero sentido del contenido..
un saludo cordial de Santiago Hernández
Dice muy bien Román, que desde los inicios del cristianismo hasta el presente, se están haciendo lecturas y más lecturas de los evangelios y del N.T. en general. Unos cogen unas cosas y otros, otras, y esa es la fuente primigenia de la diversidad de los cristianismos personales de cada uno.
Pero no queremos reconocer que hoy día conocemos bastante la complejidad de todo el proceso de transmisión de la vida de Jesús, y por eso sabemos muy poquito a ciencia cierta de sus detalles.
(Como ejemplos curiosos pero muy significativos, hoy leía unos artículos en la revista Criterio, de los jesuitas, http://www.revistacriterio.com.ar/bloginst_new/2010/09/01/por-que-jesus-maldijo-una-higuera/ sobre las “diferencias”, con que cada uno de los evangelistas informaba de la supuesta anécdota de ese “milagro” de Jesús. Y lo mismo otro artículo de la misma revista http://www.revistacriterio.com.ar/bloginst_new/2015/03/03/hizo-jesus-un-milagro-a-un-homosexual/
Sobre las diferencias entre evangelistas sobre el milagro de la curación al “siervo” del centurión).
Total que entre que según los resultados de la Comisión Bíblica de que solo un 16 % de las palabras atribuídas a Jesús son posiblemente suyas, y a las diferencias de matices, que expresan el subjetivismo de cada uno de los evangelistas, el hacer lecturas directas de los escritos es algo suicida, (eso sí que es verdadero “reduccionismo”: no quererse complicar la vida de reinculturizar el espíritu de Jesús, y conformarse con leer, literalmente, aquellos trozos que arbitrariamente preferimos de los evangelios).
¿Cuál es la solución a este embrollo?. La inculturación del evangelio: O sea desde nuestros conocimientos actuales, releer críticamente los evangelios, y quedarse solo con lo que sea compatible con nuestra cultura actual.
En la misma revista en otro artículo se decía: “En el binomio “evangelización de la cultura” e “inculturación del Evangelio”, que parecían ser sólo dos caras de la misma moneda, el papa Bergoglio privilegia, con dicha formulación, la inculturación, que así aparece claramente como un fin explícito de la misión de la Iglesia. (…) Y evocó la práctica de muchos jesuitas como Mateo Ricci, Roberto De Nobili, (S. XVII, sur de la India) y José de Acosta, (español, s. XVI).
Y no solo sucede esto con la teoría, con los contenidos de la fe, sino también con la práctica evangélica. Esta inseguridad, por la escasa fiabilidad de los evangelios, unido a los grandes cambios ético-culturales, fruto del progreso, (vg. a Pablo no le rechinaba nada la esclavitud en su época), hace que la práctica moral debe venir de nuestra maduración y nuestro equilibrio psicológicos, junto con un buen conocimiento de la realidad, no de unos supuestos mandamientos de Dios o de la Iglesia.
Y luego seguro que coincide con el espíritu evangélico, porque partimos de la base de que Jesús, independientemente de otro estatus personal que tuviera, fue un gran sabio humano y moral.
Y si en alguna cosa, nuestro criterio maduro no coincide con lo que la Iglesia dice que dijo Jesús, pues se aplica la libertad de conciencia, debidamente formada.
Este planteamiento además es el lazo de unión de creyentes y no creyentes, hacia la formación de una Comunidad global humana cada vez más perfeccionada y evolucionada.
Para que nos entendamos:
J.M. Castillo cree entender que la raíz del asunto estriba en que para Pablo la fe consiste en aceptar como verdadera “la predicación sobre Cristo”, y sobre ese supuesto, tal tipo de fe es la que justifica.
Al m ismo tiempo el autor ve en Los Evangelios que la fe es la convicción y la fuerza que resuelve el problema del pensamiento humano.
De ahí que yo haya expresado en otro comentario que resolver este asunto sea algo crucial,
Sencillamente que nuestro hermano marra en las tres premisas que establece, los dos aspectos de la fe que atribuye a Pablo y lo que deduce de las evangelios. A tal cosa yo la he calificado de “reducción” y sobre estas premisas no se puede construir una reflexión profunda de nuestro vivir cristiano., que se inicia por un acontecer: nuestro encuentro con el Jesús vivo, no con una doctrina, ni con el recuerdo de un maestro piadoso cuya espiritualidad sea digna de ser imitada.
Pero, Román, lo que nos debemos preguntar en primer lugar es por el porqué de esta nuestra inclinación a la dogmática evangélica en detrimento de la práctica del evangelio. Y segundo, no es que por parte nuestra, ahora de repente, se pretenda tomar el camino hacia una espiritualidad sino que se ha de ver a la inversa, reconocer que es la fuerza misma del espíritu evangélico la que, en su latente prevalecer, nos empuja hacia la verdad que siempre ha estado contenida en él. Por eso hay que distinguir la verdad real del Evangelio de la verdad conceptiva de la dogmática.
M. Luisa,
tu tesis, con la relectura del artículo viene a ser que con los textos de Pablo se ha hecho una teología dogmática y con los textos de los Evangelios ( de Jesús) una teología espiritual. ¿No es más sencillo que hemos estado haciendo una teología dogmática del conjunto del Nuevo Testamento y que más recientemente se pretende hacer una teología espiritual, basándose sólo en el Jesús que consideramos histórico?
Este punto es crucial, porque creo que tanto antes ( no sé desde cuándo) y ahora ( no sé cuántos/as sean partícipes) se están haciendo lecturas parciales del Nuevo Testamento. No que sean equivocadas esas interpretaciones. sino reducciionistas. Seguimos perdidos/as en lo esencial.
A partir de mi comentario de ayer y de una relectura del artículo del autor, intentaré aproximarme a las razones por las cuales dice que el Evangelio tiene fuentes distintas.
La teología dogmática de Pablo (lo que hay que creer) y la teología espiritual, la del evangelio de Jesús (la que hay que practicar)
De todo ello se desprende que los términos de verdad y misericordia que están presentes en el titulo del artículo, el de verdad correspondería al dogma de Pablo y la misericordia al evangelio de Jesús y por tanto, de ello se deduce, como él mismo también ve, que la verdad va por un lado y la misericordia por otro.
También así es como yo lo veo y de ello me vengo ocupando desde hace largo tiempo, por eso ayer hice notar la diferencia que dentro mismo de la teología paulina existe. Es decir, una de tradición griega y otra de tradición latina. Y la raíz desde la cual arranca esta diferencia provendría de los propios conceptos filosóficos griegos, deteniéndome ayer en el del amor. Luego volveré sobre la verdad y la misericordia pero ahora intentaré decir algo sobre la diferencia conceptual que del amor puede interpretarse a partir de los vocablos filosóficos griegos Éros y ágape.
Los padres griegos emplearon unánimemente la expresión éros y los de tradición latina, como dije ayer, emplearon el de ágape traduciéndolo por caridad con lo cual como ya señalé los latinos vertieron su significado como si se tratase de una virtud moral. Ahora bien para el Nuevo Testamento y la tradición griega el ágape no es una virtud de la voluntad sino una dimensión metafísica de la realidad que afecta al ser por sí mismo antes de asociar el amor a una determinada facultad.
Entonces, qué ocurre ahí? Pues, que mientras en éros y ágape existe una diferencia profunda y hasta incluso una cierta oposición todo ello se da, sin embargo, dentro de una misma línea, es decir dentro de la estructura antológica de la realidad. Porque si bien el éros es el amor natural y el ágape el amor personal es este orden preciso y no otro el que nos lleva a la dimensión metafísica del amor. En cambio la oposición entre ágape y su interpretación por caridad que hicieron los latinos como virtud moral es una oposición que a parte de ser una construcción teórica resulta incontrovertible. Para mí ahí radica el punto crítico del problema.
Por lo demás pienso que esta disyuntiva que presenta el enunciado entre verdad y misericordia vendría dada como consecuencia de haber traducido Misterio por Sacramento. Sé que esto último resulta insuficiente pero no me puedo alargar más.
Yo también creo que verdad y misericordia deben estar unidas…como también que la razón, la fe y la libertad ofrecen un trío bien llevado…porque no hay que olvidar que solamente la verdad es la que nos hace verdaderamente libres….Es por eso que S. Juan nos dice: “Si dijéremos que no tenemos pecado, a nosotros mismos nos engañamos, y la verdad no está en nosotros”…”Hijitos míos, esto os escribo para que no pequéis: si todavía alguno pecare, abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo, justo. Y el es propiciación por nuestros pecados“.. “.Y en esto sabemos que le hemos conocido: si guardáramos sus mandamientos. Quien dice: “Le he conocido” y no guarda sus mandamientos, mentiroso es, en el no está la verdad; mas quien guardare Su palabra, de verdad en éste la caridad de Dios está consumada: en esto conocemos que estamos en El” (1 Juan 1,8; 2,1-5)
Es por eso que verdad y amor misericordioso no se pueden separar…ya que sólo el que ama está en la verdad..porque el amor “procede de Dios”, que es la verdad suma…y nosotros al amar estamos penetrando en la verdad misma, en el misterio-sacramento que es lo único que salva…
Claro que la teología como la filosofía, como la ciencia experimental son “construcciones humanas” en cuanto TODO conocimiento es PROCESADO por nosotros los humanos, PERO nosotros, en realidad, trabajamos con los que “hemos recibido”, con materia y energía pre-existente ya que nosotros NADA podemos crear sin previa materia prima. La misma capacidad nuestra de “poder conocer” mas allá de lo meramente instintivo y concreto, nos ha sido “dada” como una pre-rogativa ya que el primer don que ES nuestra existencia tampoco pudimos “construirlo” por nosotros mismos..ya que ni creamos nuestra existencia, ni la pedimos, ni podemos conservarla intrínsecamente y que nuestras estrechísimas “constantes vitales” no han sido tampoco de nuestra invención y hechura, porque ya fueron informadas previamente, al comienzo de nuestra vida…es por eso también que la inclinación nuestra de ser misericordiosos en agapé forma parte del plan de Dios hacia nosotros, porque jamás un ser puramente “biológico” podría llegar “por si mismo” a la cumbre de la misericordia humana que se une con ella al amor trascendente que está situado por encima de nosotros en todo momento.
La PALABRA de Dios no procede de la materia-energía inerte, sino que es producto de una decisión personal escrita inteligentemente en la inmensidad del Cosmos y en todo su contenido..es en esta “persona” donde existe primordialmente el amor y la misericordia de la que nosotros somos, “por semejanza”, solamente un leve destello.Nosotros podemos inclinarnos hacia la práctica la misericordia, pero no hemos sido los creadores absolutos de ella…ya que para poder ejercerla primero tuvimos que recibirla en potencia, junto a nuestra existencia humana…ya que “en esto consiste el AMOR: NO que nosotros hubiéramos amado a Dios, sino que El nos amó a nosotros, y envió al Hijo suyo, propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4, 10)…Es, pues, por “pura” misericordia por la que nosotros vinimos a existir el el Cosmos, no por la frialdad de un caos evolutivo panteístico…porque como existe misericordia…ella no se dió la existencia a si misma… Primero, y “en el principio” existió un Dios misericordioso..
Un saludo cordial de Santiago Hernández
¿Verdad o misericordia? Me parece que ambas, en lugar de una disyunción pues colocaría una conjunción, verdad y misericordia. Misericordia sin verdad se transforma en eso que comenta Román de la virtud de la caridad entendida como beneficencia y no como amor. Pero la verdad sin misericordia es mucho peor, y de aquí la denuncia de JM Castillo y la insistencia del Papa Francisco. Si la teología se cierra sobre sí misma tratando de resolver los problemas entre la fe y la razón o la ciencia, marginando lo humano y su condición, las esperanzas y las circunstancias de la vida de las personas, pues en lugar de acercarse a la verdad creo que más bien se aleja de ella.
Hacer teología en mi opinión no consiste en elaborar un sistema de pensamiento compacto y coherente tipo escolástico, retocándolo para que encaje lo más ajustado posible Escrituras, Tradición y Magisterio (ETM) con el paradigma actual científico-tecnológico, y con el sistema económico-social y político en el que vivimos, que permita desarrollar en justicia y verdad un conjunto de valores éticos que se justifiquen. Si la teología se dedica a proclamar verdades de fe sostenidas y justificadas en la ETM, exigiendo sumisión y obediencia tanto si se entienden como si no, (una fe ciega e irracional), pues funciona no sólo separando lo divino y lo humano sino contraponiéndolos. Y una teología que prescinde quizás de lo más genuino del Homo sapiens, como son razón y libertad, pues es en mi opinión una mala teología. Una buena teología debería servir para facilitar la vida de fe y no para complicarla. Creo que cabe hacer una re-lectura de las Cartas de Pablo poniendo el acento en lo humano que defiende, profundiza y eleva hasta la cima del amor, (1Co13) como en ningún otro texto de las Escrituras.
Gracias, M. Luisa por tus aclaraciones, que ponen más en evidencia que la teología medieval de la Iglesia Latina fue en gran parte un fenómeno cultural y no tanto la exposición doctrinal de la vivencia del Evangelio en la primitiva comunidad cristiana.
En cuanto a “ágape”, traducido siempre en el Nuevo Testamento por “amor” lo encontramos siempre. Así en Mateo 22.37: “Ël (Jesús) les dijo: “amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente…””
En San Juan, la frase que tú citas: Juan 15,9: Como el Padre me amó, yo también os he amado; permaneced en mi amor.
Y otro ejemplo todavía más elocuente y expresivo sobre el amor (agape) que lo expresado por San Pablo referido a Dios, 1ª de Juan 4,8: “Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”.
Pablo lo que explica es que la gracia ( jaris) es el amor de Dios derramado en nuestros corazones. La cita textual es ésta: Romanos 5,5: …”porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”.Y sigue en Romanos 8,14: En efecto, todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y vosotros no habéis recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor, antes bien, habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!
La traducción latina en charitas (jaritas) es lo que la teología medieval convirtió en virtud teologal, caridad, y que con el pasar de los siglos hemos ido convirtiendo en mera beneficencia.perdiendo su sentido original de un amor que viene de arrriba, que es la esencia del mismo Dios.
En cuanto a la traducción latina de misterium por Sacramentum, sólo está en la Vulgata de San Jerónimo (No existió antes en otras versiones como la Vetero Latina). Pero tal cosa ha sido suficiente, porque la Vulgata fue sacralizada hasta ser convertida en la versión oficial de la Iglesia y la única autorizada.
Sigo, ahora que tengo un momento, sin detenerme en leer los últimos comentarios, para explicar un poco más la afirmación dejada días atrás sobre la incompatibilidad que aprecio, entre la narrativa evangélica del Nuevo Testamento y la teología de Pablo.
En realidad podrían complementarse como ya leí días atrás en algún comentario, pero a mi modo de ver, no sin hacer antes unas consideraciones previas entre aquellos conceptos paulinos que adquieren distinta significación según se tomen de la tradición griega o desde la latina. Por ejemplo si tomamos la idea central del NT de que Dios es amor, ágape, sobre ello los latinos difundieron ágape por caridad aludiendo a una simple virtud moral, en cambio en la tradición griega ágape no es una virtud de una facultad de la voluntad sino una dimensión metafísica de la realidad que afecta al ser por sí mismo, anterior, por tanto, a toda especificación en facultades.
Esto, entre otras cosas se ve con claridad atendiendo a la frase paulina “permaneced en mi amor” (no recuerdo ahora en que carta) permanecer, indica que la ágape, es algo anterior al movimiento de la voluntad. La caridad, como virtud moral, en efecto, nos mueve pero porque estamos ya previamente instalados en la situación metafísica del amor. Entre una consideración y otra se puede ver ahí la diferencia a la que aludo con frecuencia con respecto a la naturaleza humana tomada en la insuficiencia de la sustancia o en la plena autonomía de la sustantividad.
Otro ejemplo, los latinos tradujeron la expresión paulina de Misterio por Sacramento, la cual cosa si lo primero se entiende como una deificación realizadora de forma directa al ser mismo de lo humano, en lo segundo, en el concepto de sacramento, para dicha realización interviene una distribución mediadora. Es a esto a lo que me referí días atrás cuando dejé aquella reflexión sobre la idea de que el cristianismo no es en primer término una religión de salvación sino constitutivamente de realización deificante y por tanto la salvación sería algo consecutivo.
Coincido plenamente con tu estupendo escrito, Román. No se sabe si fue primero el huevo o la gallina, pero pienso que para ser religioso hay que ser plenamente humano y que cualquier religión debería promocionar al ser humano en lo mejor de sí mismo.
Habrá que revisar con contundencia eso de “Dios todopoderoso, omnipotente y misericordioso” que aún se sigue rezando en la liturgia actual. Pero ¿qué Papa se va a meter en estos berenjenales cuando la mayoría de fieles cristianos ni se plantea el sentido de estas y otras expresiones? Y no digamos “la guardia pretoriana” convertida en nido de cuervos y que se denomina Curia, episcopado, etc.. Lo que habría que promocionar en los seminarios, parroquias y comunidades laicas es una “catequesis” de exégesis adaptada a nuestra época.
El problema radica en que la gente quiere seguridades, no incertidumbres que le hagan pensar y que le den sensación de que su fe se tambalea con novedades que toquen la tradición y las creencias. La TRADICIÓN se ha puesto por delante y por encima del Evangelio.
La tradición de Papas PODEROSOS, rodeados de riquezas y boato, de palacios y exhibición de riqueza material (San Pedro del Vaticano y su contenido, museos catedralicios, tesoros de vírgenes en cada rincón del mundo, etc. etc.) se anteponen a la parábola del samaritano, por ejemplo. Las homilías y demás manifestaciones públicas del clero o Papas suenan al tañer de campanas rotas.
Estoy de acuerdo contigo Ana que la misericordia debiera ser intrínseco a la condición humana más allá de posiciones religiosas.Debiera ser…
El tema de la verdad está escondiendo otro, que yo interpreto que sea el de la autoridad. Qué duda cabe que la misericordia es virtud humana y que Jesús la practicó a raudales según nos informan los Evangelios.
Si para alguien la Biblia toda tiene un valor cultural, meramente de factura humana, la misericordia no puede ser atribuíble a lo divino, salvo como un antropomorfismo, la idea o el concepto que nos hagamos de Dios dotándole de todos sus atributos. La teología se convierte así ( tal y como históricamente ha sucedido y viene sucediendo) en un elemento de especulación propia de la filosofía. Por el mismo camino se ha legado absolutizando la razón como elemento de fe, por lo que luego en el devenir histórico se entró en una controversia vana y estéril entre fe y razón, donde a la fe se la encasillado conceptualmente como “una creencia”, para dar luz a la razón o para justificar el “dogma”. El dogma es la premisa que emplea la filosofía escolástica para construir su sistema. Algo tan alejado de la Palabra viva de Dios…
No me extraña, entonces, que en la teología más tradicional y canónica se diga que “Misericordia es un atributo divino que no destruye su justicia”. Y que para una mentalidad moderna una imagen del Jesús Crucificado bajo un epígrafe icónico de “El Dios de la Misericordia”, sea algo rechazable, cuando nó anacrónico.
Ausente Dios de nuestras vidas, al menos como motor y razón última de nuestra existencia, no tiene cabida el sentimiento de pecado, es decir que todos nuestros actos sean sometidos a Él y que la voluntad divina prevalezca sobre la nuestra conformando nuestras conciencias. Sin conciencia de culpa salvo para nosotros mismos como instancia superior y última, no cabe ninguna relación con lo divino. Salvo que especulemos con lo que pueda o no existir “allá arriba”.
Pienso que tanto la dogmática como la teología son constructos humanos en función de una religión. Mientras que actitudes y comportamientos humanos como la misericordia deberían ser intrínsecos a la condición humana, independientemente de que sea una virtud cristiana, musulmana o atea.
Mezclar a Dios en estos temas es poner a Dios en “un aprieto”. El otro día vi en una revista un titular: “El Dios de la misericordia” y debajo una foto del rostro de un crucificado, Jesús, hijo de Dios. La cuadratura del círculo. Jesús fue plenamente humano y pudo practicar comportamientos ejemplares propios de humanos. La teología, es otra cosa, y de la verdad ¿qué decir?……
Como en Atrio os dedicáis,desde que vino Francisco,básicamente a la problemática interna de la iglesia no os dais cuenta que esta pugna que refleja el artículo de Castillo es irresoluble.No os equivoquéis:en la Iglesia católica conviven estas dos sensibilidades y otra solución abocaría al cisma.A mi la verdad no me interesa en realidad gran cosa este tema interno de la iglesia,sino es por sus repercusiones externas.Póngamos un ejemplo que me interesa más.La portavoz del ayuntamiento de Madrid se pone en sujetador en la capilla de La Complutense.El señor arzobispo -Iglesia de la misericordia- la ha perdonado.Como no vivimos en un estado teocrático-salvo por el hecho de que hay un delito que se llama ofensa a los sentimientos religiosos-ese perdón no tiene eficacia.Obsérvese aquí incidentalmente que Jesús vivía en un estado teocrático y que,por tanto,sus actos de misericordia normalmente eran transgresiones de la ley-podríamos hablar de Jesús el insumiso-.Continuo.La muy católica asociación Tomás Moró se querella contra la portavoz del ayuntamiento-aquí la iglesia de la verdad,simplificando-.La portavoz es condenada y recurre.La fiscal católica-y probablemente del Opus,lo consultaré en las listas que tengo del Opus que,cuando las publique,me rio de Falciani y los papeles de Panamá-impugna el recurso de la Mestre y la llama “puta”.De nuevo,la iglesia de la verdad:habla del Altar,del Santísimo…Impropio de un funcionario público que debe servir con “objetividad a los intereses generales”.Más de un fiscal.Recuerdo la evolución en este tema de nuestro amigo Jesús Bastante que llegó a escribir un artículo titulado “Los matones de la Complutense” en religión digital y luego en eldiario.es hablaba hace nada del genérico tema de la subvención de las capillas en universidades públicas.En su día vi ,y aún se pueden ver,las fotos en sujetador en la capilla porque las colgó Moreno Mestre en su blog de religión digital Soy físico y para mas INRI católico.Leo los comentarios digitales de las “hordas católicas” en ambos artículos y no me extraña el resultado:el auto de fe de la Mestre.Al fin y al cabo,en la católica España en que un día andamos delante de los curas con un cirio y otro día detrás para darles con una estaca,se mantiene la pugna entre la misericordia y la verdad.Que pienso yo de lo de la Mestre:que es una pena que en España haya que ponerse en sujetador en una capilla para llamar la atención sobre un debate tan racional como si las universidades públicas deben o no tener capillas.Esos debates los deben canalizar los partidos.Por otra parte,no tiene razón la fiscal Morando cuando reprocha a la Mestre que no se pondría en sujetador en el ayuntamiento.Conviene señalar que si la Mestre va en sujetador,Carmena también iría y este país no está para otra guerra civil…
Hola!
Leo la Pregunta: “El programa que interesa:
¿la verdad o la misericordia?”
Respondo:
Ninguna de las dos:
a) prevaleciendo la una sobre la otra indistintamente;
b) sin radicar ambas en la COMPRENSIÓN.
¡Voy todavía! – Óscar.
Muy interesantes, queridos amigos, todos vuestros comentarios sobre este tema, en éste diálogo múltiple..Creo que vamos llegando gradualmente a dejar a un lado nuestros debates “personales” para discutir y poder dilucidar constructivamente sobre los asuntos que pertenecen a distintas “visiones” e ideologías. En este diálogo respetuoso y libre es, donde yo creo, que se puede mejor construir y aprender…y espero que será el ideal de vivir la libertad de la democracia, dentro y fuera de la Iglesia….
En cuanto a la misericordia…tampoco esta puede dislocarse de la Revelación…ya que ésta es uno de los atributos mas apreciados de la divinidad…Junto con nuestra existencia recibimos también la capacidad de recibir esta misericordia y ofrecerla nosotros a nuestros hermanos..ya que somos nosotros los únicos seres de la Creación capaces de acceder, de alguna manera, a la trascencencia…a lo que va mas allá de nuestra biología concreta e instintiva…Este amor misericordioso NO es simplemente una pasión….sino una disposición y un hábito por los que nos movemos a auxiliar a los demás por puro amor…Y así como tenemos dentro una disposición hacia el bien…la misericordia forma parte de este bien que es co-natural a la dignidad de la persona humana…como todos los dones naturales que hemos recibido…
Por otro lado, para explicar el “aparente” abandono de Dios hacia nosotros, tendríamos que pensar con la misma naturaleza divina de Dios…Sin embargo, desde el comienzo “somos una incógnita” para nosotros mismos…Dios escogió no hacernos “robots”…nos creó en libertad, en Su libertad, y también nos hizo libres para que pudiéramos escoger libremente…y participar en su propia naturaleza y en su propio plan salvífico…PERO se nos escapan, pues, muchos aspectos de nuestra propia realidad..ya que nosotros no poseemos esta realidad total “en nosotros mismos”…A pesar de todo, el hecho de que hayamos venido a existir y que nuestro ser haya sido sostenido en esta misma existencia hasta hoy, es una prueba de la inmanencia divina que no nos abandona…Si contamos detalladamente las gracias y beneficios recibidos en esta vida contando con el día de hoy, la balanza se inclinaría por ellos superando, con mucho, los aparentes males de esta misma vida…Por otro lado, el hecho que no podamos “ver” la acción divina alrededor nuestro no es culpa de Dios, sino se trata de que nosotros no podemos entender suficientemente nuestra verdadera realidad y lo que significa la vida que se nos dió, como primer DON…Ya Tomás de Aquino afirmaba que Dios gobierna al mundo indirectamente y ordinariamente a traves de los seres creados…Por eso, es necesaria la teología de San Pablo, con la visión del Mesías que narran los Evangelios, para profundizar no solo en la misericordia divina hacia nosotros, sino para poder encontrar la base del sentido de la vida y del propósito de nuestra existencia, que junto a la iluminación de la FE, nos conducen a la felicidad trascendente…la verdadera y última vocación, y ansiada aspiración de TODO ser humano racional…
Por eso, en el atasco estamos metidos nosotros mismos…no la Iglesia proclamada y definida por el Vaticano Segundo:
“Cristo Mediador único estableció y mantiene continuamente a su Iglesia…en este mundo, como una trabazón visible, por la cual (se) comunica a todos la verdad y la gracia. Pero la sociedad dotada de órganos jerárquicos, y el Cuerpo Místico de Cristo, la sociedad visible..y la comunidad espiritual,.. la Iglesia terrestre y la Iglesia dotada de los bienes celestiales,.. no han de considerarse como dos cosas distintas, porque forman una realidad compleja, constituída por un elemento humano y otro divino…Esta Iglesia, constituída y ordenada en este mundo como sociedad, permanece en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él, aunque se encuentren fuera de ella muchos elementos de santificación y de verdad que, como dones propios de la Iglesia de Cristo, impulsan hacia la unidad católica” (´Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, Cap. 1, No. 8)
Hay pues elementos dentro de la Iglesia que no se ordenan a esta “santificación” que se manda en el Evangelio…Estos “elementos” somos nosotros mismos en cuanto nos apartamos de lo que Cristo quiso y predicó con Su ejemplo dirigido siempre hacia el amor del Padre…y por tanto hacia el bien supremo…exhortándonos a “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”…Los elementos de santificación están en el mismo Jesús proclamados por los Apóstoles…Basta imitarle a El diariamente para no errar en el camino…y seguir en esta “Iglesia peregrina”…hasta llegar al objetivo final…
Un saludo cordial Santiago Hernández
Dice Jorge: ¿Cuántos hay que se han apartado de la IC por cuestiones dogmáticas? Yo creo que son pocos muy pocos, es que para ello se tiene necesariamente que tener preparación teológica y esto escasea.
¿Se tiene que tener preparación teológica para vivir la experiencia del evangelio?
Desde luego que no, pero quienes vivan esta experiencia están de raíz capacitados para valorar si las teorías dogmáticas que la contiene las contradice.
Aunque yo sintonice mucho mejor con Juan XXIII y Francisco que con JPII y BXVI, no me parece que el desatascador que necesita la IC sea la división que propone JM Castillo, en dos formas contrapuestas de entender y practicar la fe en Jesús y la Iglesia, según los dos modos distintos de entender el papado.
¿Lo que tiene a la Iglesia atascada es su complicada dogmática o es más bien la falta de credibilidad por el contraste entre lo que predica y lo que hace? ¿No será por esto por lo que Francisco insiste mucho más en la misericordia, (en las formas simples de manifestarse, en la opción por los pobres y que se manifieste como Iglesia de los pobres,…..), que en asuntos doctrinales y dogmáticos? ¿De verdad cree JMCastillo que la desbandada y atasco que sufre la Iglesia se debe a problemas de la teología paulina, o a dogmas conflictivos que la Iglesia proclama y que la gente ha dejado de creer? ¿Acaso el atasco de la Iglesia se debe a una proliferación de herejes como nunca antes? Quitando peso a los dogmas o incluso acabando con ellos ¿acaso cree que la gente volvería a llenar las Iglesias? ¿Cuántos hay que se han apartado de la IC por cuestiones dogmáticas? Yo creo que son pocos muy pocos, es que para ello se tiene necesariamente que tener preparación teológica y esto escasea.
A JMCastillo le diría que busque el desatascador de la IC por otro lado. Parece que le preocupa más el follón que tiene la IC puertas adentro, (dándole un peso a la dogmática que no tiene), que la proyección de la Iglesia en nuestro mundo. Y nuestro mundo tiene muy escaso interés y motivación por las cuestiones teológicas, sean paulinas o no. El problema que a mí me parece central y que supone el gran atasco de la Iglesia, es que ésta ha dejado de ser un medio eficaz y creíble de expresión de la religiosidad humana.
Lo incompatible entre Jesús y Pablo se establece, como se dice vulgarmente, por el hecho de haber puesto antes el carro que los bueyes como ya, desde mi punto de vista, expresé días atrás precisamente en una misma sección de J.M.Castillo.
Con la opción preferencial de la iglesia por Pablo se antepuso, al mismo tiempo, la “verdad lógica” contenida en su predicación frente a la “verdad real” contenida en las vivencias de Jesús en el evangelio.
Como es sabido desde antiguo la verdad lógica es la conformación del pensamiento con las cosas. Ahora bien, Estas cosas no tienen porque ser forzosamente realidades del mundo físico sino que pueden estar referidas al término objetivo de un concepto. Sin embargo, por ser física la realidad del evangelio sería por nuestra parte equivocado considerar que su verdad proviniese de una verdad lógica, es decir referida no a la realidad contenida en el concepto que la expresa, sino en la mera objetividad del mismo.
La verdad real a diferencia de la verdad conceptual es una verdad que proveniente de una realidad física lo es en unidad intelectiva de una intelección que siente la realidad en obertura y por tanto de ahí y sólo de ahí tiene sentido hablar de trascendencia.
Desde esta perspectiva ¿puede trascender la realidad evangélica de la cual tratamos cerrada y constreñida en conceptos doctrinales? No será el tomar esto en consideración el preludio anunciador del atasco en que se halla la iglesia?
Dos cuestiones se dilucidan aquí al margen de desde dónde o sobre qué supuestos le vienen las críticas contra la persona de Francisco: las fuentes de las dos doctrinas, como dos posicionamiento teológicos originados por el ministerio paulino y el otro ministerio (¿petrino?) más fiel a los evangelios canónicos y una segunda cosa que tiene que ver con las dimensiones y el uso que estemos haciendo de la palabra misericordia.
Sabemos que misericordia es una virtud humana que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos. Nadie pone en duda que los llamamientos a hacer uso de la misericordia el papa Francisco, desde su condición de jefe espiritual del colectivo católico son una exigencia de nuestra militancia cristiana, no una simple virtud a imitar el ejemplo de Jesús de Nazaret, aunque la teología católica incluya en sus ejercicios de perfección cristiana (la Ascética) las SIETE OBRAS DE MISERICORDIA.
Pero referida a Dios constituye una experiencia salvadora de su pueblo. Un colectivo que no se sienta inmerso como beneficiario de tal experiencia puede ser muy espiritual, saberse o reconocerse religioso,pero no se hace partícipe de los bienes del Reino, que viene de arriba.
El pueblo de Israel, que fue pretendidamente ritualista hasta la amarga experiencia de las deportaciones y el exilio babilonio, conoció entonces la experiencia de un Dios cercano y benevolente, afligidos por sus pasadas idolatrías y arrepentidos volvieron sus ojos a Yhavé quien les había acompañado a su exilio (Profeta Ezequiel) en la promesa de una restauración gloriosa.
Tal despliegue de misericordia, (Dios le acoge en su seno, como el marido a su esposa infiel- Oseas) prepara el camino para la revelación definitiva y evangélica de Dios Amor.
Resulta tarea bastante difícil hacer despiece de los escritos del Nuevo Testamento, de sus autores, y de las personalidades históricas de la primera comunidad cristiana, porque tal es su armonía (obra del Espíritu) que hasta hoy en día hay mucho pueblo de Dios, transformado y consagrado a Su servicio.
Las palabras con su uso repetitivo parece como si terminaran perdiendo su valor o su esencia original añadiendo cada cual algo de su subjetividad.
(Añadido):
…Y si Gonzalo Haya se refería a la misericordia de Dios hacia nosotros, parece claro, que dado que aparentemente y diariamente el dolor y la muerte campa entre nosotros, (tema de la teodicea), antes de hablar a la gente de la misericordia de Dios, habrá que explicarles y explicarnos a nosotros, qué, cómo, quién es ese “Dios” escondido, y el porqué de su actitud tan aparentemente abandonista a pesar de ser misericordioso con nosotros.
Por ello no son cuestiones incompatibles, sino ambas bien necesarias.
Yo creo que ese planteamiento binario, es no solo innecesario, sino además es fuente de confusión.
La misericordia general, la com-pasión, la sim-patía universal, como regla base de comportamiento humano, es algo que debemos comprender es con-natural con la verdadera naturaleza humana, (cuando está plenamente desarrollada y madura).
Y no por “buenismo”, ni por “moralismo”, sino porque esa es una de las leyes del Universo, que son los motores del despliegue paulatino y evolutivo del Universo, desde su inicio.
Entonces la misericordia es algo no religioso, es algo tan constituitivo de la “naturalidad” humana, como el respirar, o como el comer, o como el pensar en el hombre. Especialmente esto último, pues es un efecto de la Ley general para los seres inteligentes. (Por eso no se empieza a manifestar como tal, (como compasión), más que en el hombre, y en cuanto es realmente inteligente = que practica.
La misericordia es algo laico, humano, no clerical, no sacro. Es una manifestación de la “espiritualidad” civil, laica, humanista.
La teosofía, o elucubraciones sobre el misterio de Dios, es una cosa diferente, que proviene de la curiosidad intelectual que nos proporciona el uso de la inteligencia. Esa es la verdadera religión: el conocimiento de Dios. Pero para eso hay que ser creyente, lo que no le ha sido concedido a todo el mundo. Y no pasa nada: el hombre inteligente, (que practica con su inteligencia), es un buscador constante. Y el que busca encuentra, lo sepa o no.
Coincido con Gonzalo Haya en que, en realidad, no hay incompatibilidad entre Pablo y la predicacion escrita de los Apostles. Pablo RECIBIO el Evangelio ya que el fue aceptado como un Apostol mas…Pablo participo en el Concilio de Jerusalen…viaja con Bernabe que es otro miembro del Colegio primitivo y original…Pablo pues recibe la regla de FE del circulo intimo de los mas amigos de Jesus…Como va a predicar una doctrina diferente, si el mismo Pablo protesta que existe solo el Evangelio de Jesus, una unica fe en El, el mediador, el unico capaz de salvarnos de la muerte y del pecado?
Es por eso que Pablo que, predica la verdad, es compatible con el Evangelio de la Misericordia. En primer lugar, la Verdad es parte de la Misericordia de Cristo como lo es tambien la humildad. Una cosa es el aspecto y la vision de lo que CREO y otra cosa es la verdad de la FE misma. Los Evangelios quieren darnos la vision del Mesias como Hijo de Dios y lo hacen de una manera sobria y practica narrando y describiendo los hechos y dichos de Jesus. Pero Pablo es un teologo y doctor de la Ley Antigua, discipulo del rabino Gamaliel. El esta, como nadie, capacitado para entender, desglosar y profundizar como la Vieja Alianza se vino a realizar y completar en la Nueva,que se ordeno totalmente a la Persona del Mesias Jesus,en el que se recapitularon todas las cosas. Ambas visiones eran necesarias, ademas de complementarias. El Evangelio nos presenta la Verdad, que es Cristo hecho Misericordia., en el tiempo de la Historia. A su vez, Pablo nos presenta la Verdad teologica y atemporal del Hijo de Dios encarnado, revelandonos la profundidad espiritual del Misterio que es Cristo Jesus. Son 2 visiones diferentes pero que proceden de la misma fuente verdadera que a la vez es misericordiosamente trascendente.
Un saludo cordial. de. Santiago Hernandez
No deseo entrar en el fondo de lo que aquí expresa Josela porque no puedo hablar de cosas que ignoro o de situaciones que no han llegado a mi conocimiento. Sin embargo me uno a los elogios que hace del autor de estos dos spots, J, M, Castillo.
Observo que cuando se defiende una postura y se quiere hacer tesis sobre ella se suelen cargar mucho las tintas. Así es la impresión que me da los argumentos adversum Pablo.
La cita de la 1ª de Corintio, capítulo 15, en especialmente los versículos primeros del 1 al 9 se mencionada de una manera muy a trazo gordo, donde Pablo no hace un relato exhaustivo o pormenorizado de lo sucedido tras la resurrección de Jesús en la madrugada del domingo después de la Pascua.
Vuelve a utilizar el argumento de ser testigo de la resurrección y encuentro con Jesús como una de las garantías del apóstol, del colegio de los doce. La comparación entre Pedro y Pablo frente a la comunidad cristiana y sus ministerios es de obligada referencia para un lector del Libro de los Hechos, cuando tras la Reunión de Jerusalén, hay encomienda de grupos que se dirijan abiertamente a la evangelización de los gentiles. El clima que refleja Pablo está tanto en Gálatas como en Corintios I y II, a lo que no me puedo refererir para no extenderme en lo que es simplemente un comentario.
Sólo quiero dejar constancia aquí que hay otras lecturas y otras interpretaciones distintas al “pretendido machismo de Pablo”. Al menos, en está cita de Corintios.
Muchas gracias, Castillo, por tus precisiones y distingos.Sancho decía de Quijote:” Si éste no es tólogo”..Y Quijote le dice en un momento:”Tan en hora mala supísteis vos rebuznar,Sancho”. ¿A qué viene ésto? Ayer comentaba con otros de la frase que Muller debió pronunciar por los Madriles, creo:”No me llamaron a Roma para ser copia servil del Pontífice, sin poder pensar con mi cabeza”..”para éso está la doctrina”…. Uno del grupo exclamó:”..si es que tiene cabeza”. Yo me dije:”.. el problema es querer tener sólo cabeza y quedarse en doctrina..sin misericordia”. El otro día aparecía una viñeta que decía:”Mi ser incordia”..no quiero precisamente “misericordia”. ¿Acaso la sola doctrina le lleva a incordiar a Hans Kung llamándole “hereje..que no cree en la divinidad de Cristo ni en la Trinidad”. ¿No estará hablando desde un dios “teista”? También, parece, que afirmó que hay que subrayar en la Iglesia como “casa de Dios” o “Pueblo de Dios”…como queriendo decir algo contra la Iglesia “hospital de campaña..o que “camina a las periferias”… Y todo ello para diferenciar entre ” excomunión canónica y excomunión sacramental”..y que “la Iglesia no tiene autoridad para cambiar este camino de los sacramentos”..Como si los ortodoxos de Oriente fueran tontos..Por favor¡¡¡ O como sugiriendo que el papa debe ser copia servil de los anteriores pontífices¡¡¡El no quiere ser copia servil del Pontífice, pero sí desea que Francisco sea copia de los anteriores…me imagino que incluirá a Alejandro VI al dejar parte de América para Portugal y la…otra mitad a España..o mejor a los Legionarios de Cristo o al Yunque…. ¿No hay por ahí abajo, cerca del bolsillo, algún yunque o..un abrazo de oso como se vió el otro día abrázándole el obispo de Burgos a Osoro? Pablo tiene la gran capacidad, creo, de intentar explicar el escándalo de la cruz de Cristo..y lo hace mirando al A.T.:”..la sangre..la expiación..la oveja, cuando no, el macho cabrío,la redención de las almas..”Si se entendiera la “sangre” en su sentido bíblico como “vida”..o “alma” en el sentido de vida, pase..pero sangre sacrificial al estilo de los ganados matados y ofrecidos como don a Dios en el templo de Jerusalén, …El Padre de Jesús no es un Moloc. La teología de Pablo tendrá sus méritos, pero también sus limitaciones..como cuando hablando de la Resurrección mientras en los Evangelios se habla que a la primera que se le aparece resucitado es a María Magdalena..pero Pablo apunta, el primero a quien se le aparece es a Pedro…No será por su subconsciente machista¡¡
Esta nueva entrega, me da mejor luz para entender lo anterior sobre “La Iglesia atascada”. Es que existe, ahora ya de forma pública y notoria una guerra contra las acciones y gestos del actual papa en nombre de la “ortodoxia”. El ejemplo introductorio sobre dos ofertas electorales distintas busca una base o antecedente histórico/escriturístico para establecer las diferencias entre las dos ofertas de “gobernanza”.
coincido plenamente con Gonzalo tanto en que no hay compatibilidades como en que la posturas pretendidamente teológicas contra Francisco tengan su “apoyatura” en la enseñanza de Pablo.
Pablo hablaba dentro de un contexto judío y de tradición judía, en plena lucha de confrontación con la sinagoga que quería expulsar de su seno de los nazarenos, o seguidores de Jhosúa por ser considerada peligrosa a quien consideraban un impostor, y a sus seguidores unos blasfemos.
Pablo tenía que explicar tanto a las personas cristianas venidas del judaísmo como a quienes abrazaban la fe en el Dios de Israel desde el paganismo, quién era Jesús, que se ajustaba a las promesas de Dios contenidas en Las Escrituras. En eso estaba también en paralelo con la predicación de los apóstoles ( leer el libro de los Hechos)
encontrar grandes contradicciones entre los escritos de Pablo y los Evangelios no es más que posicionamiento de escuelas teológicas para fundamentar sus argumentaciones.
Jesús y Pablo son compatibles, no son contrarios, pero lamentablemente las enseñanzas de Pablo han prevalecido sobre las de Jesús. La misericordia es más importante que las elucubraciones sobre el misterio de Dios.