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Inclinar la balanza… ciencia y fe, 1

pensador

Curso-Taller de Atrio
A partir del libro inédito

INCLINAR LA BALANZA… UN CIENTÍFICO ANTE DIOS

de JORGE FELIP FERNÁNDEZ   (Ver Perfil)
Destilados de OSCAR VARELA  (Ver Perfil)

Capítulo Primero: EL HOMBRE

1. El lugar del hombre

(01) La Ciencia hace construcciones, modelos para describir lo que nos da la experiencia, siempre dentro de los límites que se fija.

¿Qué queda de sus conocimientos si quitamos sus límites?

Buscar unos límites suficientes para cada uno; tal vez sea el modo de poder ser felices.

(02) El mundo que la Ciencia describe, nos han dejado reducidos a la insignificancia.

La Tierra y el hombre fueron durante siglos el centro del Universo, pero ahora su importancia sólo puede ser relativa.

¡Todas las cosas de Universo están tan endiabladamente lejos!

Además, nuestra Tierra tiene los días contados, el sol crecerá engullendo los planetas más cercanos, también la Tierra; y más luego el mismo sistema solar desaparecerá.

Pero aún no podemos asegurar que esto sea del todo cierto.

Hay mucho que la Ciencia ignora. Escarbando un poco nos quedamos sin respuestas.

(03) Cada cosa que la Ciencia trata de explicar se apoya en estructuras inferiores y más simples.

Si el límite no se determina ¿cómo apoyar la serie?

¿No estamos construyendo un sistema sin fundamento?

¿Acaso construimos la ciudad humana con fronteras bien delimitadas, pero suspendida en el abismo de la realidad desconocida?

(04) Ya asomados al fuera no logramos acomodarnos y vemos a los demás como ciegos, ignorantes.

Quisiéramos despertarlos de su letargo y acomodo sin robarles esa felicidad limitada.

No saben que lo que tienen es artificio y vacío. Nada es y a la nada se dirigen.

2. Conocer la realidad

 

(01) ¿Sabemos algo en realidad?

En Ciencia sólo se habla de supuestos y probabilidades. Sirven para situarnos en el entorno en que vivimos.

Nuestros sentidos crean una imagen del mundo absolutamente artificial. Sirve para movernos en él, conservar la vida, reproducirnos y transmitir una cultura.

La capacidad de reconstruir nuestro entorno y adaptarnos a él, nos viene como herencia biológica y luego cultural.

(02) Las células primitivas no necesitaban “conocer” la estructura atómica, la disposición molecular, las relaciones energéticas,

Les bastaban ciertas señales sencillas que les permitieran reconocer el alimento, tal vez un simple color. Es precisamente el artificio, la señal, lo que nosotros conocemos.

(03) De la realidad en sí misma sólo conocemos su relación con nosotros: una “verdad” subjetiva, nunca objetiva, absoluta e independiente.

La Ciencia, al tener su base en los sentidos, extendidos en las técnicas de observación y medida, queda dependiente del desarrollo tecnológico del momento histórico.

¿Qué queda de verdad de cada paradigma histórico?

(04) La propuesta de un Dios creador, de energías espirituales, procesos mágicos o milagrosos etc., no pertenecen a la Ciencia; no puede ser empleada como método de investigación.

La Ciencia no tiene método alguno que pueda determinar si existe o no el dedo creador de Dios.

Las creencias no sirven ni ayudan en nada a la Ciencia,

Es la Ciencia la que nos puede ayudar a entender cómo hizo Dios el mundo y el hombre.

Es la Ciencia la que nos obliga a depurar nuestras creencias.

(05) Nuestro origen se debe a un proceso de evolución: cosmogónico, fisicoquímico y luego biológico.

No es procedente sostener la fe, en los silencios o problemas que deja la Ciencia sin resolver.

 

3. Lo que nos dice la Ciencia

 

(01) Para concebir el origen de la realidad física destaco la teoría del Big-Bang o la Gran Explosión.

Es solo una hipótesis de trabajo para la investigación científica con buenos resultados.

(02) Para concebir el origen de la vida en la Tierra no se ha alcanzado una teoría suficiente.

El problema es comprender cómo compuestos orgánicos altamente inestables se combinan dando unos complejos autorreplicantes con cierta autonomía en relación al medio donde se encuentren.

No vale salir del sistema, y hacer intervenir la magia o el dedo de Dios.

(03) La teoría sintética de la evolución que reúne la selección natural, la recombinación de genes, la mutación y la genética de poblaciones, es generalmente admitida como teoría probada.

Pero los grandes saltos evolutivos no están del todo explicados.

Los mecanismos de la evolución a gran escala no están todavía determinados.

 

4. Lo sobrenatural.

 

(01) Lo desconocido molesta a la curiosidad y orgullo del hombre.

Existe la tentación de construir una suprarrealidad divina para perder el miedo a lo desconocido.

Este razonamiento es insostenible: por un lado desconoce más allá de sus límites y por otro dice conocer más allá de ellos.

(02) Estudiar la realidad sin contar con la Ciencia, parece un planteo equivocado.

No existe método distinto del científico para avanzar en el conocimiento de la realidad.

(03) En el mundo físico no caben fuerzas vitales o energías espirituales secretas, porque no pueden mostrarse..

 

5. Propuestas sobre lo Real

 

(01) Hay quienes suponen lo espiritual mezclado con lo material formando una realidad única.

Habría que suponer que los quarks y leptones, como partículas más pequeñas, estarían constituidos por espíritu; serían partículas espirituales.

El espíritu sería el continuo donde las partículas o cuantos se individualizaran de forma discreta.

La realidad sería espiritual, y la materia sólo un estado del espíritu.

El espíritu estaría en todas las cosas, y dirigiendo la evolución a su cima: la conciencia del hombre.

(02) Sabemos que la materia es una forma de energía, pero de ésta conocemos cómo actúa y no lo que sea.

(03) Existen lugares cargados de significado, pero no por la materia de que están formados, sino por la carga cultural de los patrones de valor que tienen.

(04) Hay que tener en cuenta, también, que nuestro cerebro admite una gran plasticidad de actuación.

(05) La realidad que conocemos es solo la que describe la Ciencia: un modelo que funciona y que engloba a la gran mayoría de fenómenos que conocemos por experiencia empírica.

Lo que desconocemos, mucho o poco, queda por ahora sin respuesta.

 

6. El hombre

(01) ¿Qué somos? Tal vez no mucho más que una vibración de campo diminuta y efímera.

Somos un sistema variable, complejo, organizado, de estados cuánticos de energía, que se sostiene cierto tiempo más o menos estable gracias a su capacidad de adaptación a las variaciones del medio lograda por evolución.

(02) Pensar que el ser humano viviente es importante, significa construir una frontera ante todo el resto de la realidad física conocida.

(03) La vida es una sofisticada y compleja química del carbono evolucionando desde hace 3.500 millones de años, formando una capa muy superficial de la Tierra.

Somos una especie entre las millones que existen actualmente.

(04) También pensamos que somos importantes; pero poco y nada queda después de la muerte, tal vez:

* el recuerdo en los que convivieron con nosotros;

* el reconocimiento a la obra que hemos dejado, aunque ellas no son yo.

 

7. El alma humana

 

(01) ¿Quién o qué soy después de todo? ¿Soy una mezcla de cuerpo y alma, de materia y espíritu?

(02) Esta tesis se apoya básicamente en una propuesta dualista:

* por un lado una realidad espiritual, divina, inmóvil, eterna a la que pertenece el alma;

* por otro lado una realidad material cambiante y corrupta, de donde proviene el mal que padecemos.

(03) Así se cree que nuestro espíritu es un alma inmortal; y cuando uno muere, tiene un destino ulterior.

 

8. Materia o espíritu

 

(01) No creo que existamos a caballo entre dos realidades, sino sólo en una: el mundo sensible.

Yo no soy ni alma, ni espíritu, ni su mezcla, sino sólo un ser vivo.

(02) Para el pensamiento materialista, el espíritu designa la conciencia del hombre como función de la materia altamente desarrollada y organizada: el cerebro humano.

(03) Las facultades mentales tienen su fuente en la estructura, función y organización de las neuronas en el cerebro; no hay un ser espiritual instalado en nosotros, que sobrevive, inmortal.

 

9. Conciencia y mente

 

(01) Las teorías basadas en métodos fisiológicos, cibernéticos, informáticos, anatómicos etc., están dando resultados espectaculares, sobre el funcionamiento cerebral y las funciones mentales superiores.

¿Por qué hay empeño en dotar al alma humana de una esencia espiritual que no tiene?

(02) No obstante, el concepto de alma humana podría conservarse, para designar todas las funciones mentales propias, junto con lo que define estar vivo.

Cuando se va el aliento de vida, el alma desaparece con ella porque depende de las funciones biológicas de las células, órganos y sistemas de nuestro organismo, en particular del cerebro.

(03) El cerebro humano es el órgano dónde se localizan las funciones mentales; nada mejor que las ciencias neurológicas para su estudio.

 

10. El espíritu

 

(01) ¿Dónde está el espíritu?

* no escondido entre las neuronas ni sus axones, ni en células gliales, ni en las conexiones sinápticas.

* ni está a nivel molecular en los neurotransmisores, o en los especializados receptores de las membranas sinápticas,

* tampoco en los circuitos reverberantes, de las áreas cerebrales de corteza, del tálamo o del sistema límbico como la amígdala.

El espíritu no es un constituyente más de nuestro organismo, como lo es nuestra mente y nuestro yo, que son funciones cerebrales, como lo es la digestión con respecto al aparato digestivo.

(02) El espíritu es otra cosa:

* No está en nosotros, ni nos pertenece.

* No se forma de la materia ni siquiera por evolución.

* No está en las partículas elementales, ni es la base de su constitución.

* No es ni una fuerza, ni una energía, porque no es ninguna magnitud física ni puede serlo.

* No es un campo donde se manifiestan procesos físicos, ni una dimensión abstracta matemática especial.

* No tiene nada que ver con nosotros, ni como constituyente, ni como característica propia.

* No forma parte de nuestro entorno, ni pertenece a nuestro medio interno, ni al externo.

 

11. El espíritu y lo Absoluto

 

(01) Entonces, ¿qué es el espíritu?

Hablar de espíritu tiene sentido al definirlo como algo distinto a la realidad física en la que existimos.

Pretendemos que el espíritu llene la distancia que separa la conciencia e inteligencia humana de lo Absoluto.

No veo ninguna posibilidad que permita desentendernos y eliminar de modo razonable lo Absoluto.

Afirmar nuestra existencia es afirmar que hay un algo existente Absoluto ineludible;

Lo mismo que si decimos no existir, estamos diciendo que nada existe absolutamente, identificando la Nada con lo Absoluto.

Si pensemos que sólo nosotros existimos, estamos haciéndonos Absolutos a nosotros mismos.

(02) No sabemos si la realidad física sea cual sea, es todo cuanto hay e.d. Absoluta.

La Realidad Física y lo Absoluto son entidades diferentes.

 

12. La espiritualidad

 

(01) La espiritualidad surge al traspasar los límites de lo conocido y cotidiano.

Hay un modo de mirar la realidad que produce perplejidad y asombro y nos prepara para intuir desde el abismo del desconocimiento, lo Absoluto.

Ese modo consiste en escapar de nuestro mundo.

(02) La espiritualidad consiste en estados psíquicos especiales producidos por excitación de ciertas áreas cerebrales.

El hombre no puede salirse de la realidad física.

La mente humana no contiene algo distinto a lo físico, el espíritu, y con él pueda llenar la distancia que nos separa de lo Absoluto.

(03) El concepto de espíritu puede servir para tratar eso que va más allá de la realidad física conocida: lo Absoluto.

De un lado la Realidad Física conocida o por conocer donde existimos y somos, y

de otro lado: lo Absoluto, lo imposible de conocer, lo totalmente distinto, lo Otro Incognoscible.

El espíritu está más allá de lo real y sólo a lo Absoluto pertenece.

…………………….

(Fin del Capítulo Primero)

99 comentarios

  • Jorge

    Oscar, ¿alguna vez no hemos estado al borde del precipicio? No sólo en nuestra vida personal característicamente tan frágil y expuesta, sino también en nuestras ideas, proyectos, especulaciones,……, y también en la Ciencia. La energía nuclear o atómica nos acercó a él de forma inminente. El consumo de energía procedente de combustibles fósiles con su impacto en el clima, los residuos de las centrales nucleares con su contaminación radiactiva, la acumulación enorme de desechos que nuestro modo de vivir genera, las posibilidades de la genética y la robótica a escala nanométrica que pueden intervenir en nosotros mismos cambiándonos en otra cosa,……, miedo, todo esto y más produce miedo, pues nos lleva al borde del precipicio. ¿Caeremos en él? Pues no puede saberse, aunque yo soy optimista y espero que no.
     
    Es verdad, estoy inclinando la balanza hacia el lado del materialismo radical y ante cualquier propuesta en sentido contrario, quiero decir espiritualista, iré contra ella con todos los argumentos racionales que encuentre, sin olvidar su correspondencia en los aspectos emocional, espiritual y religioso. Hay apertura radicalmente materialista a lo emocional, porque las experiencias emocionales intimas son muy humanas. Hay apertura radicalmente materialista a la espiritualidad, porque puede incluirse en las capacidades humanas, sin referencia a ningún sistema externo sobrenatural. Hay apertura radicalmente materialista a lo religioso, pues se puede desde lo humano establecer ligazón con Dios, sin necesidad de hacernos a nosotros mismos divinos.
     
    Es verdad en mi opinión lo que dices MªLuisa, ya no estamos en el racionalismo estricto, y esto hace muy pocos años que es así. Fue a partir de la publicación, entonces revolucionaria, del libro “La inteligencia emocional” que fue acogido de lleno por la antropología científica. No te preocupes, la inteligencia emocional no tiene ningún sesgo religioso ni espiritual, es radicalmente materialista. En caso contrario la Ciencia se hubiese opuesto a sus proposiciones.
     
     
    Gracias, gracias Olga por tus palabras. Estoy encantado de ayudar a la gente a replantearse las cosas, en un diálogo cordial y respetuoso.

  • M.Luisa

    5. Propuestas sobre lo Real

    Una breve reflexión  sobre este punto

     

    Señalo sólo este apartado porque pienso   que su exposición abarcará  la comprensión de los restantes.

    “Hay quienes suponen lo espiritual mezclado con lo material formando una realidad única.”

    Puede haber quien suponga esta mezcla, Jorge,  pero esto no deja de ser  más que una  superficial  suposición. ¿No sería  más real, ya que hablamos de materia, dejar el espíritu aparte y centrarnos en el hecho real  psíquico  y orgánico que caracteriza a  la realidad humana?

    Plantearlo así evita que ya de entrada se disocie   la cuestión.  Considerándola así,  como organismo y psique  ya no cabe hablar  de mezcla ni tampoco de  complicación,  sino de combinación, es decir, de  combinatoria  sistemática entre lo psíquico y lo orgánico  con lo cual  con ello acontece  un modo radicalmente nuevo de funcionar  dentro de la unidad  sustantiva  humana. Aquí me  sale al paso  recordar  la objeción que  siempre  le pongo  a la idea de sustancia    que  tristemente  veo se sigue conservando.   En este caso  sí que sería adecuado hablar de mezcla  entre   sustancias, la  del cuerpo y la del  alma, lo cual como es sabido  esta ha sido  la tónica que más ha imperado y la que  más ventajas  le ha aportado  a  la religión cristiana.

    Sin embargo,  esta concepción filosófica ha quedado obsoleta pues   ya no es así, el hombre como realidad no  es una  unificación de sustancias  sino la unidad coherencial de un sistema de notas, unas de carácter físico-químico y otras de carácter psíquico todas ellas formando estructura.
    Una estructura cuyo   momento físico-químico  de este todo sustantivo, no es como se tiende a pensar materia ni tan sólo cuerpo  sino que es formalmente organismo, es decir, no mera materia  sino configuración de materia   como ya apuntaba en días anteriores.

    Feliz domingo a todos!

  • olga larrazabal

    Hola todos: Una pequeña interrupción en esta amena charla de amigos, para agradecer a Jorge este libro y a Antonio por patrocinar este taller, cuyas reflexiones obligan a cada uno a sincerarse consigo mismo en materias de Fe y Creencias.  Además la participación entusiasta y respetuosa de todos, ha creado un ambiente con una energía muy especial, difícil de encontrar en estos días incluso en Internet, que se supone es el Paraíso de las comunicaciones.

  • M.Luisa

    Sí pero,fijándome en lo que le contestas a Isidoro, Jorge, yo no me refiero a ningún añadido  sino que la inteligencia en su misma estructura es sentiente. Es que si no,  al decir que la inteligencia “es” espiritual o emocional o religiosa,  no logramos salirnos de la influencia negativa que han tenido las afirmaciones prejudicativas  en el racionalismo  y además, con ello, como tantas veces he recordado aquí,  es fácil pervertir la inteligencia y convertirla en sensible. Y esto es lo último que ha pretendido el racionalismo…

  • oscar varela

    Hola!

    Como en este Taller se ha confesado ser “MATERIALISTA RADICAL”, no sé si es oportuno aventurar la “probable” (siempre honrando la Física quántica) CAÍDA de un ATRIO  que “MATERIALÍSTICAMENTE (= $$$) dice su fundador se ha venido INCLINANDO p’al la’o del Precipicio!

    Óscar.

  • oscar varela

    Hola!

    PREGUNTA-RÄTSEL

    ¿En qué se parece este Taller a la Torre de Pisa?

    RESPUESTA (“probable” en razón de la Física quántica

    – en que ¡SE INCLINA PERO NO SE CAE!

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Jorge

    Amigo Isidoro, es que me encanta contestar, estoy disfrutando quizás como nunca al exponer a la crítica, a cualquier crítica, y sin tapujos mis ideas, en el esfuerzo por sostenerlas con argumentos sobre todo racionales, sin olvidarme MªLuisa que la inteligencia es también emocional, espiritual y religiosa.
     
    Es verdad que los que somos racionalistas miramos a los que son más fantasiosos e irracionales con (un poco o un mucho depende) de ironía, en sus propuestas de interpretación de la realidad. Decimos que todo eso es muy coherente en el mundo del arte, pero si entran en nuestro campo, el de la Ciencia, pues les decimos que por favor se callen, pues ya tenemos bastante con los problemas pendientes de resolver. Sin embargo, es verdad también que hay algunos que tienen una fantasía muy creativa y que unas pocas, muy pocas veces, han sido acogidas por la Ciencia, modificándolas y dándoles un tratamiento formal matemático. ¿Qué fue si no la genial idea de Eisntein de la relatividad general, con su continuo espacio-tiempo deformable que explicaba la gravedad? Una fantasía especulativa que se cargaba de paso toda la Física de su tiempo, pero que increíblemente podía probarse.
     
     
    No puedo estar de acuerdo contigo en lo que dices de que no hay nada nuevo bajo el sol. Nada tiene que ver lo que sabemos hoy por la Ciencia con lo que los antiguos proponían. Precisamente insisto en ciertos palabros, como vibración, energía…, que coinciden con la Ciencia actual, pero que ni su significado ni su contenido tienen nada que ver entre sí. Los mundos ocultos, misteriosos, secretos, esotéricos,…., son divertidos, pero de ahí a calificarlos de reales va un abismo.

  • M.Luisa

    Si estuvieran entre nosotr@s, ahora, Gabriel Sánchez y Antonio Vicedo, estoy segura que a proposito de  mi comentario anterior, ellos, con el buen uso que hacían de las citas evangélicas , verían en  su contenido   la oportunidad de recordarnos  la que más o menos dice “Los que tengan ojos para ver que vean”…o algo así  parecido …en fin,reconozco mi torpeza…

  • M.Luisa

    Si no tuviéramos la realidad ante los ojos  tampoco sentiríamos la necesidad de profundizar en ella. Aunque a ti no te lo parezca, Jorge,  para hacer este trabajo ingente que vienes realizando durante tiempo, incluso antes de ponerte a estudiar  ciencia, es porque  te has sentido siempre impulsado por ella, llevado por ella. La  perplejidad en  mí se produce cuando, en esta unidad procesual, en su  último  tramo  te ves en la necesidad   de dividirla…

  • Isidoro García

    Amigo Jorge:
      (Este comentario no es directo a tus palabras, por lo que no te sientas obligado a contestar. Solo es una reflexión general que me han sugerido, un divertimento aprovechando el sábado, siempre propicio a las divagaciones ).

         No pretendía justificar los “mundos espirituales”, con teorías cuánticas. Eso lo hacen los aristotélicos racionalistas.

        Los platónicos como yo, por el contrario, vemos con alegría como los últimos descubrimientos de la física, apuntan a lo que los grandes iniciados, con sus “intuiciones”, ya autóctonas,  o quizás en parte inspirados por otras hipotéticas inteligencias “trascendentes”, (= exteriores al hombre), habían señalado hace miles de años. No hay nada nuevo bajo el sol, dice el Eclesiastés.

        Me vuelve a la palestra el tema del platonismo y el aristotelismo, que tanto te extrañó en uno de mis comentarios. Yo me declaro “platónico”, en el sentido de que aunque moderno, tengo una tendencia a buscar, (y ya sabes que el que busca siempre encuentra, aunque a veces no haya nada), cinco pies al gato. Somos gente de gatillo fácil para soñar. Por el contrario llamo aristotélicos a los que rigen su vida rígidamente con la razón, y son más estrictos consigo mismo, concediéndose menos “libertades”.

       Hace meses hablaba sobre la dicotomía entre Whitehead y  Bertrand Russell, (que escribieron a cuatro manos un libro de Lógica matemática). Posteriormente sus caminos divergieron. Repitieron de nuevo la diferencia de carismas personales de Platón y Aristóteles, que ha quedado como paradigmática.  Es muy significativa la frase coloquial de Whitehead sobre sus relaciones mutuas: “Bertie cree que soy un atolondrado, pero yo creo que él es muy ingenuo”.
     
       (Los que son pragmáticos a ultranza, piensan que los otros son unos “locuelos”, excesivamente fantasiosos, pero estos piensan de los primeros, que son muy simplones ignorando la gran complejidad del mundo donde es claramente insuficiente el 2 + 2 = 4).
         Como todo lo humano es muy complejo y contradictorio, (con su cara y su cruz, su yin y su yang). Porque en una visión simplificada podríamos caer en la tentación de asociar aristotelismo con concreción, ir a lo segurete, y platonismo al amor por lo abstracto, por aquello del sutil mundo de las ideas.

       Pero resulta que muchas veces es al contrario. Por lo menos en el asunto de las creencias. Cuando uno es muy racionalista, pero al tiempo siente la necesidad de creer, como no encuentra ideas concretas razonables y creíbles, para conseguirlo, se refugia en ideas muy abstractas, muy sentimentales, muy “espirituales”, (en el sentido vagoroso del término), con mucha proa poética y muchos corazoncitos, (como en Twiter).

       Las ideas cuanto mas abstractas, sutiles e inconcretas, mas fácilmente se dejan manejar y manipular, (lo que se llama “enrollarse”),  porque no protestan, (no chirrían incoherencias ni contradicciones).

       (Me recuerda mucho a aquel que escribió un librote de mil páginas sobre la nada y sus partes, (que ya son ganas de tocarle sus partes a la nada). Poco escribió. Podía haber escrito diez mil páginas).

       Por eso, los aristotélicos racionalistas, en asuntos de fe, tienden a preferir ponerse cien veces amarillo, por no ponerse una vez, colorado.

       Por el contrario los “platónicos”, o sea los que son más propicios a creer cosas fantasiosas, una vez que se lanzan, y rompen la barrera de la “vergüenza” por creer “irracionalmente”, entonces buscan y rebuscan detalles y concreciones en las imágenes de “su” realidad, y caen inevitablemente en el esoterismo.

       Hace tiempo que me di cuenta, que el esoterismo es de esos conceptos, que tienen una realidad, completamente opuesto a lo que se supone. Porque tiene fama de vagoroso, de irse por los cerros de Úbeda, cuando al contrario el esoterismo busca encontrar lo mil detalles concretos a su mundo de creencias.

       El esoterismo es atar todos los cabos del mundo desconocido en el que se ha penetrado. Es encontrar la coherencia interna, que debe tener todo mundo que aceptamos como real. Es decir: Podemos jugar al fútbol o al parchís. Pero si decidimos jugar al parchís jugaremos con las reglas específicas del juego.

      Por eso Coleridge dice que “Tanto la fantasía como la imaginación conciernen a lo irreal, pero lo irreal de la fantasía penetra y contamina el mundo, lo irreal de la imaginación existe en un mundo propio en que vagamos con libertad y plena conciencia de lo realmente real”.
     
     

  • m. pilar

    !Gracias Jorge!

    Seguiré espectante y atenta a lo que está por venir… si no hay respuestas a “eso” que bulle en los seres humanos, y les impulsa hacia el bien o el mal… te preguntare de nuevo.

    Intento !Vivir! Secillamente lo que para mí, es, !principio y fundamento! La base de mi vivir, desde la mirada de Jesús, ya no me pregunto… !Lo intento!

    Asumo mi … “capacidad” no me fustigo por no alcanzar la excelencia… que personalmente deseo, y cada día, es nuevo para mí.

    Porque no espero ni premio ni castigo… asumo cada día… como biene, mañana…

    Quién lo sabe??

    Mi vida tiene sentido hoy, aquí y ahora… y en ello estoy, con lo grato y lo desagradable.

    Un abrazo entrañable.

    m* pilar

  • M.Luisa

    Es que, a ver, querido Jorge, al hablar de capacidad intelectiva se está dando un giro copernicano a lo que hasta ahora como facultad  se le ha atribuido a la inteligencia. La capacidad intelectiva en tanto capacidad implica su aspecto sentiente, que para que se entienda lo que esto quiere decir, es algo similar a cuando en otros lugares se habla de inteligencia espiritual, o en contextos sociales de inteligencia emocional.  A mí me gusta más referirme a inteligencia sentiente por la sencilla razón de que no posee connotación religiosa alguna. Y  a mi modo de ver  es lo adecuado desde esta  perspectiva materialista de la cual se parte.  Es pues en este sentido que la inteligencia humana está capacitada y por tanto facultada, formando unidad estructural con la sensibilidad.
    No se trata de capacidad intelectual, como por ejemplo cuando descubro leyéndote que la terminología que empleas, indagar, intuición, definir, etc.,  hacen referencia a una inteligencia cuya facultad le viniera de su secundaria función conceptiva  y eidética. Y esto no es así aunque tradicionalmente esta haya sido, en desarrollo, su única función en la historia.

     

    La capacidad intelectiva, pues, la produce o viene dada precisamente por el objeto propio de la inteligencia misma a la que se siente  vertida, es decir, a la realidad.    Y es, precisamente  por el   hecho de sentir realidad  lo que hace que nos sintamos capacitados, impulsados por ella a su profundidad…

    Un saludo cordial y sobre todo  ves pasito a paso, porfa!

  • m. pilar

    Santiago !por favor! No me explique el espíritu de Ignacio…”a la letra”.

    Lo he mamado durante años, he sido formada y acompañada por sus HH.

    Y lo más importante… !Lo he vivido y vivo! En su esencia.

    Cómo lo transcribe Ignacio, no es lo importante, sino la manera de llegar al conicimiento interior.

    No sufra por mi lenguaje… es que no soy del siglo XV…

    Estamos compartiendo sentires, experiencias, no dando clase de gramática literal.

    El seguimiento de Jesús es…

    !!!Otra cuestión!!!

    m” pilar

  • Jorge

    Vaya parece que las potencias no salen. La longitud de Planck es 10 elevado a una potencia de -35. Esto es dividir el centímetro por la enorme cantidad de un 1 seguido de 35 ceros. Es tan pequeño que resulta casi imposible de imaginar.

  • Jorge

    Parece que la hipótesis de la malla que presentas Isidoro tenga una base científica en la que se sostiene. Es verdad. La Teoría Cuántica de Bucles propone que el espacio no es un escenario en donde se desarrollan las teorías físicas. El espacio deja paso al concepto de “red de espines”(R. Penrose), un tejido formado por bucles, que a distancias muy cortas forman una espuma inestable donde el espacio-tiempo continuo deja de existir. De este modo el espacio y el tiempo quedan cuantificados al tamaño exiguo de la longitud de Planck (10-35 cm), por debajo de la cual el espacio-tiempo deja de ser continuo.
     
     
    Siempre surgen amantes de la ciencia ficción dispuestos a tomar modelos físicos para elaborar a partir de ellos lo que les da la gana, y estaría bien si se quedara en simple entretenimiento. La cuántica se presta a ello con sus mundos paralelos, agujeros negros de gusano, el ligamiento de espines,……Lo malo es tomar por Ciencia lo que no lo es. Y peor aún buscar apoyo de ideas filosóficas, religiosas, espiritualistas…. en estas imágenes especulativas. En los nodos de la malla en la teoría de bucles lo que hay son las por ahora 17 distintas partículas cuánticas tales como quarks y leptones, con sus correspondientes anti-partículas, bosones, fotones,.. Nada de notros ni de espíritus ni de energías espirituales. 

  • Jorge

    Vaya, me alegro de que por fin hayamos entrado en el centro del capítulo 1 ¿Qué es o quién es el ser humano? El desarrollo de este capítulo funciona justo en la dirección contraria a la que expone Santiago.
     
    Santiago, no hay razón para perder el seguimiento de Jesús por la fe, interpretando la vida humana en nuestro tiempo, que NO es el de Jesús, ni el de los apóstoles, ni el de los autores del NT. Si en su tiempo hablaron del espíritu es por su contexto helenístico, el nuestro es científico tecnológico. Para nosotros el espíritu queda completamente incluido en “lo humano”, lo humano en toda su profundidad. Lo humano en sí mismo, sin remontarse a las alturas divinas, ni recurrir a magias ni a mitos, ni a la desbordada imaginación cientificista de Isidoro. Nos es suficiente para el seguimiento de Jesús con el empeño y el esfuerzo necesarios para ser cada vez más “humanos” hacia su plenitud, en la dirección y sentido que él nos propone como proyecto de vida.
     
    Es verdad que adoptando estos presupuestos hay que hacer una relectura interpretativa del NT, pero ajustada a su sentido, al “espíritu” del discurso y no a la letra.
     
    Según tú, te pregunto ¿qué perderíamos al incluir el espíritu en lo humano? De ningún modo perderíamos valores, tales como justicia, paz, amor, solidaridad, fraternidad, mansedumbre, bondad, ….., todos los conocidos como frutos del Espíritu Santo, con idéntica profundidad, sin diferencia, porque tales valores corresponden a lo humano en plenitud. Tampoco perderíamos la fe y la esperanza en la vida eterna pues esta no depende de nuestra constitución, de que tengamos o no en nosotros un alma inmortal, que OBLIGUE a Dios a darla, sino que depende sólo de su Voluntad, la tendremos sólo si Dios quiere.
     
     
    No es verdad que si sólo somos seres biológicos careceríamos de las capacidades cerebrales (o mentales) superiores. Las cosas que hacemos que se califican de inmateriales en realidad no lo son, son PRODUCTOS de la compleja estructura del cerebro, de las funciones y capacidades que realizan las neuronas y su complicada red de conexiones. No existe entidad ninguna en nuestro cerebro, un ser que daría cuenta de nuestro yo, un director de orquesta que teclee o clique con el ratón lo que tienen que hacer las neuronas o las áreas cerebrales.

  • Jorge

    Mi querida Mª Pilar, hablas desde el corazón, desde la fortaleza de tu vida interior y a mí como sabes me conmueve.
     
    ¿Pero por qué razón a esa vida interior que tienes y que también tengo, hay que darle un nombre y lo que es más complicado sustanciarla? ¿Por qué razón llamarla alma o espíritu como si fuese algo diferente a lo que somos, seres biológicos? ¿No nos basta ser individuos de nuestra especie originados por evolución y con ello humanos? ¿No nos basta entenderla como una capacidad humana junto con las demás? ¿Por qué razón la espiritualidad va a ser diferente a las otras? Es que para mí, ser humano es fantástico y además suficiente, no necesito añadirle nada.
     
     
    Sobre todo, es que el concepto de alma y también el de espíritu tienen un larguísimo recorrido histórico. Y nada de cuanto se ha dicho sobre ellos tiene alguna base científica, que para mí es esencial en la comprensión del ser humano. Desde la Grecia Clásica siempre han sido una invención metafísica o religiosa de la cual no se puede despegar ni la magia ni lo mítico. Por esto, como esos conceptos son difíciles de quitarles la carga histórica que llevan, mejor es abandonarlos, pues si por ejemplo yo los emplease mis lectores comprenderían otra cosa de lo que les quiero decir.

  • Santiago

    POR OTRO LADO, nuestra REALIDAD no es meramente física..sino tambien psíquica y espiritual…existe el mundo de los sentidos…y el mundo de lo que va mas allá de los sentidos…..de lo visible y de lo invisible..podemos deducir pero tambien intuir, no solamente podemos realizar acciones físicas pero podemos actuar inmaterialmente….podemos pensar, abstraer, conceptualizer, amar, sufrir y decidir…..Nuestra incognita consiste precisamente en que nos damos cuenta de esta compleja realidad humana sin poderla explicar totalmente, sino solo parcialmente……Si fuéramos pura biología no podríamos ir mas alla de los sentidos físicos..pero, sin embargo, podemos captar una realidad supra-física…Tenemos un EGO unido hipostáticamente e  íntimamente con el cuerpo fisico, en el espíritu…constituyendo una UNIDAD vital y trascendente, pero real..constituimos -coincido-  seres vivientes..

    Por eso los neurotransmisores solamente coordinan la transmision de la informacion recibida      ..La complejidad cerebral requirió una inteligencia previa para dar lugar a los millones de sinapsis en una organizacion perfecta…Pero la verdadera interpretación y conciencia de la realidad, aunque mediada por un sustrato biologico cerebral, pertenece al orden trascedente espiritual…La conciencia de la realidad no coincide 100 por 100 con la actividad neurológica…Nuestra capacidad para poder admirar la belleza, gozar con la musica, la capacidad de amar y de sufrir….y nuestras decisiones escapan lo meramente fisico…No es pura energía material….sino que pertenece al orden espiritual…a pesar de tener un instrumento biologico-cerebral que permite esta función….Por eso los ordenadores no poseen conciencia de la realidad..no son humanos…no poseen un espíritu humano capaz de trascender…espíritu que no fue creado por nosotros..sino infundido…inmortal…imposible de ser dividido en partes…y de perecer…Se encuentra en otra dimension…pero es parte de nuestro propio ser..parte de la existencia humana…Es por eso que nuestros deseos no son capaces de saciarse con las cosas puramente materiales…Nuestro ultima realidad y meta es transcendente….y solo será completada y realizada totalmente cuando el espíritu penetre completamente la materia…Entonces, y solo entonces, podremos ser verdaderamente felices..Esto es lo que Jesus llama “vida eterna”…lo últimamente importante…la coherencia Absoluta…

    Un saludo cordial  de Santiago Hernández

  • Santiago

    Para los seguidores de la profunda psicología de Ignacio de Loyola, el primer jesuíta, TODO esto el lo hace mas práctico en el PRINCIPIO Y FUNDAMENTO sus famosos Ejercicios Espirituales cuando escribe::

    (Traduciendo un poco a castellano moderno)…”El ser humano ha sido creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor y mediante ESTO salvar su alma”…Y sin duda, es el espíritu humano el que mas enfatizaba Jesus…como Hijo de Dios verdadero cuando Jesus dice a sus discipulos “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré en el ultimo día” (Juan 6,55)..”Yo soy la resurreccion y la vida, quien cree en Mi aunque muera vivirá (eternamente)”

    Segun Jesus la ganancia es espiritual…porque la vida verdadera del ser humano se fundamenta en el espiritu..y segun El no habrá provecho si ganamos TODO el mundo…y “perdemos el alma”…”Si quieres entrar en la vida (eternal), guarda los mandamientos” (Mt. 19-17)..Por tanto el servicio del Señor en la tierra es el fin próximo; el gozo eterno es el FIN ULTIMO…Lo que es verdaderamente trascendente…lo que perdura…lo que da real sentido a nuestra existencia humana…es de índole espiritual…Todos nuestros gozos y sufrimientos tienen su origen y desembocan en el espíritu….La vida espiritual es una realidad humana..que forma parte fundamental de nuestra existencia ..y que es de naturaleza invisible..pero verdadera…

    Un saludo cordial de Santiago Hernandez.

  • mª pilar

    ¿Alma…Espíritu… como definirlos… se puede?

    No puedo dar una clase magistral, basada en conocimientos científicos, pues no los poseo.

    Solo, y aprendido de Ignacio de Loyola entre otros pensamientos y caminos. Tras años de practicarlo-vivirlo, gustarlo… en mi interior, y contemplando la realidad del mundo que nos rodea, donde intentamos…:

    ¡Ser, vivir, estar, pasar!

    Descubro, que hay seres humanos para todos los gustos, clases, comportamientos, actitudes…etc.

    Los hay extraordinarios en su saber, en sus capacidades, sus genialidades.

    Los hay normalitos en su caminar, y los hay de una calidad humana que solo se desarrolla en plenitud haciendo el mal… a las demás personas.

    ¿Por que?

    Hay mentes privilegiadas, otras brillantes, otras extraordinarias en aquello en lo que se han preparado; las hay, que sin casi quererlo… crean maravillas en todos los campos posibles.

    Eso que cada cual siente que puja en su interior, y que le hace optar por un camino u otro ¿no podríamos llamarlo… alma-espíritu, que revolotea sin descanso hasta ir consiguiendo aquello que brota sin cesar en su misma entraña?

    Para bien o para mal, o para una mediocre vida.

    ¿Por qué no se le puede llamar espíritu o alma?

    No está fuera de mí, no es ajeno a mí, es lo que me va empujando suavemente a…:

    ¡¡¡Ser!!!

    Aquello que de verdad ansío…

    En mi ignorancia, así lo intuyo y vivo.

    Tenemos un problema al hablar de espíritu, porque tras siglos de hablar de él, intentando explicar a un Dios que es trino… Padre-Hijo-Espíritu, distintos y uno al mismo tiempo.

    Lo mismo podemos decir de un árbol cuando aseveramos que tiene vida propia enraizado en la tierra que lo nutre, el sol y la lluvia.

    Al tocarlo (al menos a mí me sucede) parece que se estremece, me traspasa fuerza; cuando sus hojas se bambolean con el viento, parece que nos hablan.

    ¿No es eso su espíritu enraizado en el mismo?

    Y así, con todo lo creado.

    Pido disculpas de antemano ante tanto entendido en este Atrio querido, pero así lo experimento, siento, vivo.

    mª pilar

     

     

  • Isidoro García

    Amigo Oscar: Si tienes la capacidad de tener una máquina que mueve montañas, tendrás también otra máquina para poner un chalet en la playa a todos los que les moleste la montaña. ¡Hombre de poca fe!.
         Y respecto a lo de las calendas grecas, es verdad, pero es que tú estás pensando a lo antiguo, yo, yo, yo y después yo. El futuro es, y lo decimos muchas veces, pero en realidad no acabamos de creérnoslo, la colectividad, la gran red de Indra.

         (“Se trata de la idea de que el cosmos es una iteración infinita que relaciona a todos sus elementos entre si que quedan asi tejidos por una especie de malla o red donde cada elemento es un reflejo de los demás, en este sentido los individuos seriamos puntos de confluencia corporeizada en los nudos de la red y reflejo de otros miembros o reflejo de reflejos, trazas de trazas o rastros de rastros. El universo quedaria asi entendido como una repetición eterna donde cada elemento remitiria a otro en una recursividad fractal que remedaria la Totalidad en cada una de sus partes autocontenida en sí misma. Cada parte a su vez no representaria un trozo de la Totalidad sino que sería la Totalidad entera reproduciendo a escala sensible humana el mismo proceso que sería similar en todo el universo. Esta caracteristica de universos plegados en sí mismos es felizmente parecida al modelo holografico de Pribram, uno de los constructos o paradigmas más interesantes de la fisica actual”). https://carmesi.wordpress.com/2009/04/07/la-red-de-indra/#comment-6805

         Otros lo llaman el Cuerpo de Cristo, la Comunión de los Santos, el Nirvana budista, el Brahman hindú, el Paraíso islámico, etc.: la Humanidad, con mayúsculas, en la que todos participaremos y de la que seremos partícipes cuando hayamos completado el proceso de desarrollo evolutivo en el que estamos embarcados, sin saberlo.
     

         Por lo tanto no solo lo verás, sino que si se cumple todo esto, ya participas en esto, y participarás más en el futuro, y hasta a lo mejor te dan alguna gorra de plato y un pito, (si te lo mereces, que yo creo que sí). ¡Hombres de poca fe!.

  • Jorge

    Es verdad Isidoro, mucho trabajo. Gracias por percibirlo. Espero que no me pase factura.
     
    Dices que la vida en el más allá va en el “paquete” de Jesús, y que esta propuesta que aceptaron los apóstoles les enfrentó con la racionalidad helenística, pues resulta ilógica tanto en tiempo de Jesús como ahora. Estoy de acuerdo. Sabes que el centro de mi fe es Jesús, por tanto, la vida en el más allá forma parte de mi fe y esperanza. Dices algo que yo también apoyo: que Jesús sabía más, mucho más de lo que reflejan los escritos, algo así como que tenía “todo” el conocimiento y por tanto incluye lo científico-tecnológico. Sus hagiógrafos no lo reflejaron porque no podían entenderlo. Claro que esto sólo son supuestos y concedo que tienen escasa probabilidad de haberse dado. Pero vuelvo a repetirte que este tema importante es mejor dejarlo para más adelante. En el capítulo 8 tendremos la ocasión de explayarnos en él.
     
    También dices que la figura de Jesús no está clara, en contra de la opinión de Santiago y Román. Es que es verdad, del estudio crítico y hermenéutico de los textos salen tipologías muy distintas de Jesús, y esto es un hecho que los que tenemos fe tenemos que tener en cuenta. En realidad lo que hacemos, como en todo, es elegir una opción posible, no inventada, apoyada en su plausibilidad histórica, sin esto la fe cristiana resulta insostenible.
     
     
    ¿A qué viene lo del platonismo? ¿Además, por lo que dices, te apuntas a él? ¿No me querrás decir que admites el mundo de la Ideas, o que somos un alma caída de la divinidad con reminiscencia incluida, atrapada en la materia? ¿verdad?

  • oscar varela

    Hola¡

    Leo en el Comentario de Isidoro:

    – “¡Hombres de poca fe, si tuvieseis un gramo de fe, dirías a esa montaña que se moviera y se movería!”,  “(CON UNA BUENA MÁQUINA DE MOVER MONTAÑAS, NATURALMENTE)”.

    ¡Ok!

    Podría ocurrir que:

    * en vez de un recurso-solución a los problemas,

    * se genero-trasladaría a otro problema más difícil y complejo:

    -¿DÓNDE pongo la Montaña?

    A algunos les facilitaré la vida; a otros se las dificultaré.

    ¿Qué hacer, entonces, no?

    Para colmo no se puede esperar ad Kalendas grecas:

    ¡Seguir yendo! – Óscar.

  • Jorge

    Sobre el 01 Mª Luisa, me parece que podría estar de acuerdo, ¿o tal vez no?
    Sobre la 02, supongo que la diferencia que expones entre ciencia y saber (cómo han de ser las cosas que manifiestan los fenómenos que la Ciencia estudia), podría también estar de acuerdo, ¿o tal vez no? pues que sea la realidad unitaria o no, no creo que pueda saberse.
    Sobre el 03, no puedo estar de acuerdo, pues por mucho que indaguemos en la capacidad intelectiva humana, o con cualquier otra de nuestras capacidades, no hay razón alguna para decir que dicho procedimiento nos vincule a la realidad. La realidad escapa en su profundidad, pues hasta ahora nadie ha dicho algo válido sobre ella que pueda interesarme. Profundizar en el abismo del misterio de la realidad sólo es eso, y su respuesta, al menos por ahora, es el silencio

  • Isidoro García

    Amigo Jorge: Estos días estás muy atareado. Te acompaño como buen Cireneo, agarrando un poco la cruz.

        Es sobre el tema del más allá. No es que la esperanza en una posterior vivencia después de la muerte, sea necesaria, ni siquiera imprescindible. Es que viene en el paquete de lo dicho por Jesús. Si das el salto de la fe, lo aprovechas todo. Y entonces sería de tontos, no aceptarlo. Si no sería, como si en un regalo de cumpleaños te diesen un paquete con un Rolex y un Toblerone, y tirarases  el Rolex, porque te pirras por el chocolate suizo. (“O estamos a Rolex o estamos a setas”).

          Otro tema es que en realidad uno tenga vocación solo de filósofo como los del Areópago. Nosotros, fruto de la acción de la I.C. sobre la cultura en nuestra historia, hemos crecido con la idea de que solo había dos posibilidades: o el cristianismo humanista y humanizante, o el caos del “paganismo”, del “sin Dios”, de las pasiones desbordadas y egoístas. Y claro con este panorama, cualquier persona con un mínimo de sensibilidad y conciencia, tenía que elegir lo primero.
        Pero esa es una mixtificación cultural. En la época de Jesús, en el mundo heleno-romano, existían los estoicos, los epicúreos, (mucho más humanistas de lo que han dicho sus  calumniadores), los cínicos, etc. Existían también las religiones mistéricas  y luego naturalmente había los otros.

         Cuando Pablo fue al Areópago y habló con los griegos, no habló con desalmados, sino con gente razonable. Y el les ofreció el mensaje de Jesús. Ellos lo rechazaron porque les pareció increíble y absurdo todo eso de la salvación y la vida del mas allá. Y tenían su razón, su lógica. Lo razonable era y sigue siendo no creer en todas esas cosas. Y más en aquellos tiempos de Jesús, con el estado de los conocimientos que tenían sobre el Universo.

         Pero mi tesis es que hoy día, aunque a muchos os pueda parecer lo contrario, es más fácil creer, (dentro de que por supuesto exige un salto mental y epistemológico). Me explico.

         Cuando yo parafraseaba lo de “¡Hombres de poca fe, si tuvieseis un gramo de fe, dirías a esa montaña que se moviera y se movería!”, no estaba cabreado, sino que no me entendiste porque no expliqué bien lo que quise decir. Yo hoy día, con lo que ya sabemos, pienso que esa frase de Jesús, tiene mucho sentido, que no solo es algo que parece milagrero, y que podía estar muy bien en un libro moderno de autoayuda.

        Pienso que Jesús, omitió una frase, que da sentido al conjunto, pero que en su momento era improcedente pronunciarla. La frase es: “(CON UNA BUENA MÁQUINA DE MOVER MONTAÑAS, NATURALMENTE)”. Por eso te remitía a un artículo de tecnología avanzada.

          Si tuviésemos fe en las posibilidades de conseguir logros “maravillosos”, con la tecnología del futuro, podríamos mover montañas. Porque saber que se puede hacer una coa, es el primer e imprescindible paso para alcanzarlo. «Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto», dijo Henry Ford. Por eso decía que la frase de Jesús era una frase de libro de autoayuda.

        El saber que una cosa ya existe o que se puede hacer, es la mitad de toda investigación. Por eso muchas de las investigaciones punteras son secretas, y ni se da ninguna pista a la competencia hasta tener la patente. Y ya no digamos las investigaciones militares.

         Por eso hoy día, cuando sabemos lo que ya sabemos y lo mucho que estamos muy cerca de saber, cuesta menos acercar el mundo de lo “sobrenatural”, a un mundo mucho más cercano y asequible. Ya casi no son necesarios los “maravillosismos”. Y por eso todo se reduce a una intuición persona, que se resume en dos preguntas: ¿Creo en la figura de Jesús?, y ¿En qué figura de Jesús creo?. Nada más, ni nada menos.

         Desgraciadamente, contra la opinión muy respetable de los amigos Román y Santiago, la cosa no está nada clara, y cada uno tenemos una imagen de la figura y los contornos de Jesús, pues cada uno lee los materiales sobre el tema, con diferentes miradas. ¡Ya me gustaría que dispusiéramos de una película documental con las predicaciones de Jesús!. Algunos creen que los Evangelios lo son. Pero no dejan de ser testimonios parciales y subjetivos de parte.
     

          Yo pienso, personalmente, que era un gran sabio humano, (independientemente de otros aspectos), que por las razones que fueran, conocía muchas cosas adelantadas a su época, y que por eso, no le entendían su acompañantes muchas de sus enseñanzas. Por eso mi llave para interpretar a Jesús, es suponer que él sabía lo que nosotros hoy sabemos, y más todavía. Y preguntarnos: ¿Cómo interpretaríamos esta frase de Jesús, si supiéramos que él sabía lo que nosotros sabemos?.
      En resumen, que a los aristotélicos de vocación, se os resiste el platonismo, como nos pasa a nosotros a la viceversa. Esa pluralidad no solo no es mala, sino que es buena y beneficiosa, pues nos equilibramos mutuamente en nuestros sesgos. ¡Si a todos nos gustasen las rubias, qué sería de las pobres morenas!. (Perdón señoras por mis resabios machistas).

  • M.Luisa

    Jorge, al introducir mi comentario, todavía no había leído el tuyo último, pues lo he pegado directamente del borrador, ahora me dedicaré a ello.

  • M.Luisa

    Ahora, si se me permite,  me toca reflexionar sobre el apartado 4)

     

    Lo sobrenatural.

     

    O1) Lo desconocido molesta a la curiosidad y orgullo del hombre.
    Existe la tentación de construir una suprarrealidad divina para perder el miedo a lo desconocido.
    Este razonamiento es insostenible: por un lado desconoce más allá de sus límites y por otro dice conocer más allá de ellos.

    Para mí no es que este razonamiento sea insostenible  por la contradicción que se señala, porque al fin y al cabo siendo insostenible  la construcción de   una  suprarrealidad divina ha sido un hecho efectivo en la historia de las religiones.
    Plantearse lo sobrenatural desde una perspectiva de la realidad material no tiene ningún sentido. Ofrece más seguridad ir a “tientas”  sobre la realidad que nos envuelve  que vernos “tentados”  a sobrepasarla  para conseguir dicha seguridad.

     

    (02) Estudiar la realidad sin contar con la Ciencia, parece un planteo equivocado.
    No existe método distinto del científico para avanzar en el conocimiento de la realidad.

     

    En efecto, no obstante, se trata de conocimiento de la realidad, no que ésta deba  ser estudiada. La ciencia, en cambio,  sí que estudia el fenómeno    manifestado por la realidad. Es decir, estudia lo que tantas veces aquí se viene repitiendo,   el dónde,  el cuándo, y el cómo se presentan los fenómenos.   El conocimiento  como saber  trata de averiguar  qué han de ser las cosas que así se manifiestan en el mundo.  Ahora bien, previendo  esta diferenciación entre ciencia  como estudio y conocimiento como saber,   no cabe duda alguna que lo que late bajo las dos acepciones es la univoca idea de realidad.

     

    (03) En el mundo físico no caben fuerzas vitales o energías espirituales secretas, porque no pueden mostrarse..

     

    No hay ningún secreto en la realidad  que se nos muestra,   sino profundidad real. Y esta profundidad  lo que requiere,  más que un estudio  para averiguar el alcance de nuestra inteligencia  en vistas  a este secreto enigmático que pensamos, sin que se nos muestre en realidad, lo que  requiere, repito, es adentrarnos en   la propia capacidad intelectiva  humana  que nos vincula  a esta  misma profundidad.

  • Jorge

    Pues claro Olga, ya lo dije en el comentario que hice a Agustín el 10.12., se puede llenar la vida de esperanza, de sentido profundo, de valores, de fe, …., sin recurrir al más allá, asumiendo la finitud y por tanto la muerte. La fe en la vida del más allá sólo añade otra esperanza, otro sentido, otros valores, otra fe,……, ni mejores ni peores, sólo distintos, y además puede hacerse conservando los que la vida humana tiene en sí misma, sin proyección al más allá. Es para mí sólo un añadido y considero que NO son necesarios para alcanzar una vida plena o todo lo plenamente posible.
     
    No veo contradicción alguna en sostener ese añadido del más allá, con la supresión de todo lo sobrenatural en nosotros y nuestro entorno. Como le dije a Agustín el más allá está precisamente más allá y no aquí. Por tanto, tanto la antropología como la Realidad Física quedan tal cual la Ciencia los describe sin añadidos sobrenaturales. La fe en el más allá no revierte hacia el aquí cambiando lo que tenemos. El más allá es externo sin conexiones con el aquí, ni influencias, ni nada de nada. Es que la función de lo sobrenatural, del espíritu o alma humana, parece ser la de OBLIGAR o ASEGURARSE una vida inmortal, que yo considero innecesario. Me basta apostar por ello y la esperanza. Hacer de estas cosas necesarias implica imponerlas, lo cual sólo revela voluntad de poder.
     
     
    Gracias Eloy por precisar lo de las hipótesis en Ciencia y su avance. Estoy de acuerdo. Y también en que con un nuevo paradigma científico no borra todo lo del anterior, el sistema de Newton sigue vigente dentro de sus limitaciones. Aunque sean los más actuales de la cuántica y la relatividad de mayor amplitud, se considera el sistema de Newton como un caso especial dentro de ellas.

  • Jorge

    Demasiadas cosas que comentar MªLuisa. Me da la impresión que tenemos dos puntos de referencia distintos respecto al decir y pensar la Realidad Física. Por más que insistas en que nosotros estamos “instalados” en la RF, con impresión primaria anterior a los sentidos, por la propia estructura de ella, te centras en lo que nosotros hacemos con respecto a ella incluso antes de que hagamos alguna cosa, trascendiendo por ejemplo Cosmos a Mundo. Te niegas a OBJETIVAR  la RF con lo cual te apartas de la Ciencia, y además criticas sus procedimientos porque reduce al ser humano a mero sujeto excluido de la realidad.
     
    No, en Ciencia no excluimos al ser humano lo investigamos también como OBJETO de estudio. Ningún dato así obtenido confirma la exclusión del sujeto humano, todo lo contrario está inmerso con todo lo demás en la RF. Entonces afirmas que al ser un error esta exclusión el procedimiento de objetivación que hace la Ciencia también lo es. No es verdad, el procedimiento científico sirve para lo que sirve con éxito espectacular, sin comparación con los resultados de comprensión de la realidad sin objetivar, es decir, sin separar sujeto de objeto. ¿Que es un artificio que nuestro cerebro es capaz de hacer y que ningún otro ser de nuestro entorno lo tiene? Pues claro que lo es, pero nos es muy útil.
     
     
    Colocar el espíritu en lo Absoluto y no en la RF ¿es lo clásico sólo separado por distancia? No, Mª Luisa de ninguna manera. Lo Absoluto NO pertenece a nuestro sistema y por tanto tampoco el espíritu. No hay distancia pues esta es lo que separa dos puntos en nuestro sistema. Nada nos puede llevar a recorrer un camino hasta un sistema externo si es que existe. Ninguna impresión, ninguna intelección, ningún asombro ni perplejidad, ningún procedimiento trascendente, …., nada de nada. Todo esto se queda aquí, en nuestro sistema, con nosotros. Por otro lado, no existe eso tan contradictorio como lo “Absoluto relativo” del que hablas. No existe no porque lo sepa o deje de saber sino porque es un concepto “sin significado”, “sin contenido”.

  • olga larrazabal

       Punto 8
    “No puedo renunciar a la esperanza y asumir la fatalidad del destino que me roba el futuro y el sentido de la vida. La fe en el más allá, llena de valor la vida humana, y le abre el futuro para la esperanza, pero para ello no necesito inventarme una realidad distinta, un alma pura e inmortal que proceda de la divinidad”.
    Dice Agustín Gil
    Supongo que esta afirmación es una de tus apuestas, pero creo que todo deseo por muy querido que nos sea no quiere decir que sea real. Estoy de acuerdo en la no necesidad de inventar un alma inmortal, pero por el mismo motivo no veo la necesidad de tener una fe en el más allá. ¿O no es posible llenar de valor la vida humana y tener esperanza asumiendo nuestra finitud?¿No entra en contradicción con tu afirmación en el punto 4 sobre lo sobrenatural? (“Proponer una suprarrealidad basándose en las limitaciones del conocimiento humano, es un razonamiento insostenible”). 
    En esta etapa de mi vida, me parece que siguiendo el pensamiento de Agustín, Sí, es posible llenar de valor la vida humana y tener esperanza asumiendo nuestra finitud.
    Pero entiendo, que es mi postura particular de este minuto y que no es válida para todo el mundo.  Así como las diversas religiones no son válidas emocionalmente para todo el mundo, ni sus ritos, ni sus postulados, ni sus templos ni sus oraciones, ni sus concepciones de la vida eterna, ni su teoría sobre Dios.
    Y aquí se cumple lo que el español le dijo al protestante que quería convencerlo con su Biblia y sus himnos  “No creo en la Iglesia Católica, que es la verdadera, y voy a creer en la suya….”
    Seguiremos dialogando

  • ELOY

     
    Veo que se siguen dando vueltas a la ciencia y al carácter hipotético o no de sus conclusiones.
     
    Me permito reiterar la “adjetivación” que conlleva, por definición, toda “teoría científica“: ser una “hipótesis prevalente, frente a otras hipótesis de explicación posibles.
     
    Esa “prevalencia” da fuerza, autoridad y presunción de veracidad a la teoría científica concreta de que se trate.
     
     Pero como el saber en general, y el científico en particular,  no son inmutables, cambian , se modifican, acumulan nuevos datos y nuevas hipótesis explicativas, con mayor alcance, con mayor rigor, con mayor ámbito explicativo de la realidad,  pueden surgir nuevas hipótesis que superen a las hasta entonces prevalentes, y se conviertan ellas mismas en “prevalentes” , adquiriendo el status de nueva teoría científica.
     
    La “nueva hipótesis prevalente”, no supone por definición y necesariamente  – salvo incompatibilidad manifiesta -, el arrumbamiento e inanidad de la antigua.
    Pero la nueva explica más y mejor los fenómenos, los hechos los datos objeto de su descripción o explicación.  Por eso se convierte en “nueva hipótesis prevalente”, en nueva teoría científica. 
     
    Sin este juego de hipótesis  el conocimiento científico no progresaría.

  • M.Luisa

    De acuerdo,Jorge, gracias!! Creía que sólo existía Dios…jeje! menos mal que también yo existo!

  • Jorge

    Mª Luisa, a ver si me dejan leerme lo tuyo con atención y poder comentarte algo.

  • Jorge

    Gracias Oscar por aclarar el significado de hipótesis. Pero en Ciencia una hipótesis no se da para sostener un principio, sino como posible explicación de uno o mejor varios fenómenos. Y si una hipótesis no puede ser contrastada o probada o falsada no se puede incluir en la Ciencia. Las hipótesis sí son punto de partida de una investigación, pero no para apoyar un PRINCIPIO, digamos un universal, sino para elaborar y a veces confirmar una Teoría Científica que permita hacer predicciones. Es que además las teorías científicas no son universales, tienen un campo de aplicación especifico, que en algunas es más amplio que en otras.

  • Jorge

    No te cabrees Isidoro. Habrá tiempo para explicar y comentar mi propuesta de resurrección, de su relación con Jesús y mi fe, y espero que sea estrictamente coherente con lo expuesto y defendido por mí hasta entonces, cumpliendo mis objetivos. Será más adelante, así que te pido paciencia.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo en el Comentario de Jorge:

    – “La hipótesis “todo es materia” más que una hipótesis

    (que al considerarla hipótesis científica habría que probar),

    lo que es, es un presupuesto previo al quehacer científico.“-

    ………………

    Dos cositas:

    UNA: “(al considerarla hipótesis científica habría que probar)”-

    Las “hipótesis” NO SE PRUEBAN. Son “punto de partida” (ni de recorrido ni de llegada).

    Para “PROBAR” (dar razones) una hipótesis hay que partir de otra hipótesis anterior (o principio). Y así sucesivamente … hasta dar con una hipotesis (principio) primera (primer principio).

    La Ciencia ha tomado solo uno de las dos sentidos que tiene la idea de “PRINCIPIO”: la de que “de él se derivan con-secuencias, i.e PRUEBAS.

    La otra idea de PRINCIPIO no atiende a PROBAR, sino más bien a SOS-TENER, SER APOYO. (por ahí andaría la idea de Fe o Creencia).

    DOS: -“más que una hipótesis es un presupuesto previo al quehacer científico.“-

    hipo-tesis” (griego) es lo mismo que “pre-supuesto” (español).

    Ni “más” ni “menos”.

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • M.Luisa

    Enlazando mi reflexión gracias a este párrafo que extraigo de este comentario último   de Jorge, añadiría lo siguiente:

     

    En la vida humana, pienso como tú, es un error pretender la objetividad científica, excluyendo la subjetividad como algo sin interés, de segunda fila. La conciencia de nuestro yo, el sujeto observador y nuestra apreciación subjetiva, es quizás lo más genuino de nuestra especie. No veo razón alguna para disminuir nuestras capacidades. Podemos ser objetivos y subjetivos  en combinación coherente, sin contraponer una cosa con la otra.

     

    Pero se da el caso que históricamente no se ha dado  esta combinación coherente. La verdadera subjetividad quedó relegada para dejar paso al subjetivismo como modo de objetivar la realidad. La realidad objetivada  hace de  la realidad humana mero sujeto. Todo lo contrario que sucede entendiendo  la subjetividad humana  no en ser  la conciencia de nuestro yo,  sino en la apropiación de su realidad. No es “nuestro yo” sino el “yo nuestro”, es decir, lo que nos constituye en sustantividad autónoma, y no en simples sujetos. Esta es a mi modo de ver la verdadera subjetividad.

  • Isidoro García

    ¡Hombres de poca fe, si dijeseis a esa montaña que se moviese, se movería…! (Parafraseo de paso).
    Lee http://pijamasurf.com/2012/06/cargarias-tu-mente-a-una-computadora-para-acceder-a-un-paraiso-virtual-y-burlar-a-la-muerte/
     
    Y verás como a lo mejor la otra vida está en esta, y quizás podrás ver el futuro y hasta “actuar” de alguna forma en él.

       La creencia en la otra vida, no es que nos lo propongamos o no. Vivir a ciencia cierta es esta vida biológica la que tenemos para vivir.

       Pero es que si un personaje como Jesús, del que crees su sabiduría, te lo dice, pues tú dices: “¡Hombre, mira que si es verdad!”. Y te da una cierta esperanza que siempre viene bien para pasar los malos tragos de la vida.
     
     
       ¿Qué quieres ir a lo machote, a pecho descubierto?. Pues también muy bien. Es como el que no quiere utilizar calmantes del dolor, porque eso es de flojos. Olé tus h…
    Pero yo no.

  • Jorge

    La hipótesis de la que hablas Oscar “todo es materia” más que una hipótesis (que al considerarla hipótesis científica habría que probar), lo que es, es un presupuesto previo al quehacer científico. También es verdad que la pretendida objetividad científica es un imposible sobre todo a nivel cuántico, cuando es el observador y en la acción del observar el momento en el que el estado cuántico queda fijado, entre numerosas probabilidades de darse. (El gato de Schrödinger). Pero con ello no tenemos que eliminar la pretensión de objetividad en Ciencia, sino al contrario, llevarla todo lo más lejos que podamos hasta que la realidad imponga su límite, y trabajaremos entonces de otra forma usando probabilidades.
     
     
    En la vida humana, pienso como tú, es un error pretender la objetividad científica, excluyendo la subjetividad como algo sin interés, de segunda fila. La conciencia de nuestro yo, el sujeto observador y nuestra apreciación subjetiva, es quizás lo más genuino de nuestra especie. No veo razón alguna para disminuir nuestras capacidades. Podemos ser objetivos y subjetivos  en combinación coherente, sin contraponer una cosa con la otra.

  • Jorge

    Es verdad lo que dices Agustín Gil, son 13,8 mil millones, tendré que corregir el texto. La aclaración que das de materia, me parece bien, es la correcta y está muy acertado el traerla aquí. También es verdad, que la ecuación de Einstein se refiere a la masa, y tal como dices hay materia de masa nula, es decir, que interfieren poco o nada en un campo Higgs. Gracias por tus precisiones.
     
    Vamos al tema. Pues claro que no hay ninguna NECESIDAD de la fe en el más allá. Hay un montón de esperanzas, y añado de sentidos profundos de vida, asumiendo nuestra finitud. Proponer una fe y una esperanza en el más allá no va en contra todo ello ni lo anula. Pienso que ambas cosas pueden coexistir en coherencia. La fe en el más allá no tiene ninguna necesidad de cambiar en nada nuestra Realidad Física incluidos nosotros, añadiéndole lo sobrenatural, esta es mi apuesta. Es que el más allá NO está aquí, sino precisamente más allá. Quiero decir que si existe lo estará en un sistema externo a nosotros, del cual además por ser externo no tenemos forma alguna de acceder a él, ni dato alguno que podamos manejar. ¿Existe? Pues la respuesta no puede ser otra que no lo sé, y creo además que no podemos saberlo de ningún modo, ni para afirmarlo ni para negarlo. No tenemos ningún conocimiento, ni sabemos su contenido, ni siquiera podemos imaginarlo o intuirlo, ni qué es, ni qué no-es, nada de nada.
     
     
    Entonces, si esto lo pienso así ¿qué sentido puede tener el proponerlo? Pues porque su propuesta me permite AMPLIAR mis esperanzas y mi sentido de la vida, sobre todo en permanencia, conocimiento y plenitud, que nuestra finitud no permite. Como no sé si realmente existe puede que esté completamente equivocado y al final se imponga mi finitud, pero aun así, este plus de esperanza me ha permitido y permite vivir la vida de otra manera. Es decir, un vivir como si Dios existiese.

  • M.Luisa

    En el tema de Lo Absoluto

     

    Definir el espíritu como algo distinto a la realidad física en la que existimos, no supone ni un ápice haberse movido de las ideas clásicas al respecto. Se empieza por separar el sujeto del objeto y se acaba también por separar  lo Absoluto de lo relativamente Absoluto.  A mi modo de ver es un problema de  distancia pero no de separación.

     

    Qué se entiende por realidad física? pensar en la realidad física no nos deja instalados meramente en la idea de  materia  sino justo  instalados en ella, sí,    pero  configurada estructuralmente. De lo contrario hablaríamos simplemente de materialismo. Y en este caso sí que, entonces como dice Jorge, instalados en el materialismo pero al mismo tiempo asombrados por la perplejidad de la mirada puesta en el  más allá del mundo material al “intuir”  lo Absoluto  provoca el deseo de escapar de nuestro  mundo.

    Pero, claro! Aquí me sale al paso  la consecuencia  que en mi primera intervención  intentaba evitar.  ¿Acaso los humanos no tenemos un primer modo  antes del de mirar  o intuir la realidad como algo absoluto, que no es sino  es el de sentirla en su inmediatez?  Entonces la perplejidad que produce el modo visual e intuitivo  que es el del  asombro (punto  desde el cual  arrancó la filosofía antigua)   sería  con posterioridad causado, precisamente, por la fuerza   del modo primario  que estaría concentrado en  el hecho de sentirla en impresión. Es en este primer momento, no en el segundo (meramente visual)  en donde  va ya envuelta   toda la carga positiva y material de lo real. Desde esta perspectiva tiene algún sentido escapar del mundo?

  • Jorge

    Pepe es verdad lo que dices. De pronto al final del capítulo aparece lo Absoluto en un salto o hiato con respecto a todo lo demás. Sí es un añadido al capítulo, posterior al resto. Pero es que al hablar del espíritu del ser humano y definirlo en oposición a lo material, vi una posible relación con lo Absoluto. Como en mi comprensión de la Realidad Física incluidos los seres humanos, no cabe el espíritu, si quiero seguir hablando de él no me queda otra que sacarlo de ella, en un sistema externo al nuestro. Te pido que no entremos aquí en el tema de lo Absoluto que es el tema 2. Ya nos adelantamos en la Presentación a hablar sobre el tema central de este primer capítulo: la Ciencia y el ser humano.
    Este capítulo es denso, lo sé. No puedo evitar su densidad, pues no quiero hacer divagaciones literarias, ni glosar mis ideas con ejemplos e ilustraciones alargando el texto innecesariamente. Si se requieren explicaciones, pues en estos comentarios es el momento adecuado.
     
    Gracias.

  • pepe blanco

    Es un texto denso, que sólo he podido leer muy rápidamente y a ratos. Lo volveré a leer con calma. Me parece que, en líneas generales, estoy bastante de acuerdo con las ideas principales que expresa. Me choca un poco la repentina introducción de “lo Absoluto” en el punto 12. Echó en falta una definición, pero claro es que “lo Absoluto” no se puede definir. Pero entonces, si hablamos de lo Absoluto, ¿cómo tendremos la certeza de que todos estamos hablando de lo mismo? Difícil pregunta, en mi opinión.

  • Agustín Gil

    Jorge, es de agradecer el esfuerzo en la comunicación de tus ideas intentando no mezclar los diferentes niveles de la realidad (como por ejemplo creo que hacía Nacho Dueñas identificando la energía de la ciencia con el espíritu de las religiones). Me ha parecido sugerente el índice del curso y el contenido de este primer capítulo y aporto pequeñas matizaciones a algunas de tus afirmaciones
    ·      Punto 3
    * “La energía de la explosión y la expansión consiguiente, aún hoy pueden registrarse después de más de 15 mil millones de años de haber sucedido”
    Mediciones modernas datan este momento aproximadamente a 13,8 mil millones de años atrás
    * “El enfriamiento permitió intercambiar la energía por materia, que es sólo una forma de energía”
    Hay que definir previamente lo que entendemos por materia, porque a veces las personas no expertas lo pueden identificar con la masa o la energía que son dos de sus propiedades. Copio unos párrafos de Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Materia)
    El término materia tradicionalmente se refiere a la substancia de la que todos los objetos están hechos. Sin embargo, el uso moderno del término va más allá de la noción clásica de substancia, y los físicos denominan materia a cualquier tipo de entidad que es parte del universo observable, tiene energía asociada, es capaz de interaccionar, es decir, es medible y tiene una localización espaciotemporal compatible con las leyes de la naturaleza.

    Clásicamente se considera que la materia tiene tres propiedades que juntas la caracterizan: ocupa un lugar en el espacio, tiene masa y perdura en el tiempo.

    En el contexto de la física moderna se entiende por materia cualquier campo, entidad, o discontinuidad traducible a fenómeno perceptible que se propaga a través del espacio-tiempo a una velocidad igual o inferior a la de la luz y a la que se pueda asociar energía. Así todas las formas de materia tienen asociadas una cierta energía pero solo algunas formas de materia tienen masa.
    ·      Punto 5
    * “hoy sabemos que la materia es una forma de energía, puesto que a elevadas temperaturas son intercambiables y relacionadas por la ecuación E= m c2 , (E=energía, m=masa, c=velocidad de la luz)”
    Es otro ejemplo de inexactitud si no se aclaran los términos; aquí identificas materia con masa, cuando lo que la ecuación dice es que masa y energía son intercambiables (pero ambas son propiedades de la materia)
    ·      Punto 8
    “No puedo renunciar a la esperanza y asumir la fatalidad del destino que me roba el futuro y el sentido de la vida. La fe en el más allá, llena de valor la vida humana, y le abre el futuro para la esperanza, pero para ello no necesito inventarme una realidad distinta, un alma pura e inmortal que proceda de la divinidad”.


    Supongo que esta afirmación es una de tus apuestas, pero creo que todo deseo por muy querido que nos sea no quiere decir que sea real. Estoy de acuerdo en la no necesidad de inventar un alma inmortal, pero por el mismo motivo no veo la necesidad de tener una fe en el más allá. ¿O no es posible llenar de valor la vida humana y tener esperanza asumiendo nuestra finitud?¿No entra en contradicción con tu afirmación en el punto 4 sobre lo sobrenatural? (“Proponer una suprarrealidad basándose en las limitaciones del conocimiento humano, es un razonamiento insostenible”).
    Seguiremos dialogando

  • Jorge

    Lo siento no he podido entrar en la web, el ADSL sin señal hasta ahora mismo. Mañana atenderé el correo y Atrio, ahora es tiempo de atender y cuidar a mi mujer.

    Gracias

  • mª pilar

    Leído con mucha atención, quieren… aparecer interrogantes…

    De momento, los voy a dejar reposando, y les daré la opción, cuando los comprenda con más exactitud. (Mis interrogantes)

    No tengo conocimientos científicos… Suelo regirme, por lo que mi mente me dice, ante la  contemplación de cuanto me rodea, guiada también, por cuanto aprendo-escuchando, leyendo a las personas que sí, tienen esos conocimientos.

    De acuerdo en el apartado sobre Dios.

    Mis interrogantes se derivan hacia la explicación sobre el hombre y sus “sentires” y de ellos a sus comportamientos.

    Me parece prematuro ponerlos sobre el papel… de momento, esperaré a entrar más en materia.

    Jorge, explicas muy bien lo que quieres compartir, por eso, voy a esperar un poquito antes de preguntar.

    ¡Gracias por tanto trabajo, acumulado tras años de experiencia vivida!

    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    El andar viviendo de los seres humanos (ese “andar vivito y coleando”) es un andar a los besos o a los trompazos con las cosas;

    esas cosas que nos llegan a golpear las puertas sensoriales, cuyo “toc-toc” re-suena en nuestra víscera cordial reclamando que le respondamos con atracción o desdén, con interés (favorable o adverso) o des-interés según nuestro proyecto de vida.

    Toda cosa, al llegar y presentarse a nosotros, la percibimos como “facilitando” o “dificultando” nuestra vida. La pura “objetividad” ha mostrado ser un “error” de comprensión de la vida humana, que es la concreta realidad radical; por cuanto todo lo que hay tiene que haberlo –de la manera que sea- en mi vida.

    Ahora bien, la Ciencia contemporánea al ir perfeccionando sus campos “objetivos” de tarea se fue encontrando con que su pretendida “objetividad” era una utopía imposible:

    al arrimarse a las cosas siempre se encontraba con su ojito avizor o su dedito indiscreto que lo había anticipado.

    La Ciencia no se amilanó ante tal desafío crítico. Lo que hizo fue genial: aceptó su tarea-misión, que es la del Conocimiento (en otro comentario ya señalé su diferente tarea comparada con el Pensamiento).

    La Ciencia, por lo tanto, solo puede autodenominarse “materialista radical”, con una radicalidad de segunda instancia, i.d. que la premisa “todo es materia” es una hipótesis o supuesto.

    La tal hipótesis es “lo-que-hace” un científico (Ciencia) entre muchos otros quehaceres que hace en su vida.

    La Ciencia, que nos ha facilitado la vida, también nos la ha dificultado.

    Nada en la vida humana es “seguro” absolutamente más que tenemos que

    “¡seguir yendo!” – Óscar.

  • M.Luisa

    En un intento de esfuerzo para entender lo que se nos dice en este apartado haré las siguientes reflexiones. Todas ellas  concentradas, pero no necesariamente ordenas,  en el punto 2.

     

    Conocer la realidad. Así, pues, leo:

    Nuestros sentidos crean una imagen del mundo absolutamente artificial. Sirve para movernos en él, conservar la vida, reproducirnos y transmitir una cultura.

     

    ¿No se le estará dando a los sentidos una finalidad muy pobre si de ellos se dice que sólo sirven para crear un mundo absolutamente artificial? Si se es materialista radical cómo entonces no otorgar a los sentidos una más eminente función? Si esto realmente fuera así, que los sentidos nos engañaran, la evolución en lugar de tener un carácter progresivo respondería a éste yendo en dirección contraria. Cómo, entonces,  de la sensibilidad humana la cual procede del puro sentir animal (ese es su substrato más próximo) diera paso a lo artificial? ¡No tendría  ningún sentido!

     

    Estoy de acuerdo que los sentidos son susceptibles de engaño, pero esto que no deja de ser un defecto nuestro  no nos autoriza  para despreciarlos. Si se empieza por despreciar la sensibilidad humana, claro que entonces, en el proceso del conocimiento que siempre es ascendente, en el nivel  donde  la razón   entraría en juego, ésta  paradójicamente, desde una perspectiva materialista,     lo haría   sin base alguna material. Con lo cual   esto explicaría por qué  una intelectualidad a secas le entran ganas de dar, al final del camino, un salto al vacío.

     

    También hay que tener en cuenta, desde mi punto de vista, que la capacidad de los sentidos no la prueba ninguna reconstrucción que podamos hacer de nuestro entorno. Contrariamente pienso que lo que muestra la  capacidad nuestra de sentir  no es nuestra adaptación al entorno situacional sino al hecho, precisamente,  de que lo transformemos. La capacidad que de suyo poseen los sentidos nos la da la realidad misma, la cual al ser sentida la pensamos no ya  cosificadamente, es decir, suficiente para vivir entre cosas y con ellas en un medio, sino abiertamente, sensiblemente, con lo cual el Cosmos al  que compartimos con los demás seres vivos deja  de ser medio para nosotros y se convierte   en Mundo. No estaría de más que clarificara aquí una idea que me viene siempre al leer otros comentarios y es la siguiente. Esta identificación entre cosmos y mundo, que se establece mediante la intelección humana,  en otra línea de pensamiento, intuyo  puede quedar  expresada  con un mero intercambio de letras, es decir, se  cambia  la “C” de Cosmos por la “K” Kosmos significando con ello el paso de lo sensible material a la razón cognitiva del mismo. Si esto es así también estaría de acuerdo en este punto.
    Por tanto, no es que nos adaptemos a nuestro entorno como sí lo hacen los animales (nuestro substrato más próximo, como decía))  porque si ellos en su entorno siguen señales nosotros con los signos lo trascendemos.

     

    Con este breve análisis previo sí que puedo entonces estar de acuerdo en el punto 04) donde se dice ” La ciencia tiene su base en los sentidos”  pero siempre dilucidando aquella contradicción.

     

    Así mismo también estoy de acuerdo con lo que leo en este mismo punto:  La propuesta de un Dios creador, de energías espirituales, procesos mágicos o milagrosos etc., no pertenecen a la Ciencia; no puede ser empleada como método de investigación.   Cómo no voy a estarlo!! Es obvio que en la tarea de hacer ciencia no se parta  del supuesto Dios!!  Es la ciencia la que precisamente obliga a depurar la creencia en Él.

     

    Así mismo en el punto 05)  Nuestro origen se debe a un proceso de evolución: cosmogónico, fisicoquímico y luego biológico. En efecto, pienso que es así pero habría que añadir, para evitar confusión,  que el carácter procesual de esta evolución es emergente y estrictamente funcional, es decir, no hay nada que aparezca en un contexto que no esté funcionalmente vinculado a las realidades que de una u otra forma componen dicho contexto. Y a esto no hace excepción el propio espíritu humano. Evidentemente, el espíritu humano nace en el seno y en función de la materia.

  • Jorge

    Lo primero: mantener mi nick “Juanel” cuando mi nombre aparece completo como autor del libro, me parece ilógico. Así que lo cambio por mi nombre: JORGE. El inicio de mi obra en el primer capítulo, me parece un buen momento para cambiarlo. Les pido a todos los atrieros y las atrieras que al dirigirse a mí utilicen mi nombre.
     
     
    Gracias a todos y a todas.

  • oscar varela

    Hola!

    Una apreciación sobre lo que va del Taller.

    Atendiendo la cantidad y calidad de los Comentarios que sigue habiendo en el inicial Capítulo “0”, me parece que uno de los principales factores es la atención que el Autor (Jorge) presta a los compañeros comentaristas.

    Es posible (¿también de desear?) que otros hasta ahora solo “lectores” se vayan smando a la masa de OPINIONES.

    El tal ejercicio “democrático” es uno de los más saludables en las circunstancias que vive nuestro mundo actual. Pienso que es un “Manual de Mejoramiento Diario” el irlo ejercitando: “OPINAR SIN MIEDO” … ni PREPOTENCIA!

    ¡Vamos todavía! – Óscar.