I. LA INTERNACIONAL LLEGA A ESPAÑA
A partir de la revolución de Septiembre de 1868, en paralelo con la expansión del federalismo republicano, se produce en España el mayor desarrollo de las asociaciones obreras y la difusión del conocimiento y toma de contacto con las doctrinas del Manifiesto Comunista y de la Internacional de Trabajadores. La revolución de 1868, tuvo eco en Europa y fue vista por el movimiento obrero internacional como una oportunidad para que los obreros españoles pudieran incorporarse al mismo. Dice al respecto Luís Gómez Llorente:
“Tanto en el manifiesto del Consejo General de la Internacional radicado en Londres y controlado por Marx, como el de las secciones de Ginebra, controladas por Bakunin (ambos pusieron sus ojos en España a la vez), se recordaba el planteamiento de la lucha de clases, la necesidad táctica de la unión de todos los proletarios entre sí para oponerse a los grupos burgueses, la lucha unida y solidaria contra los privilegios y la explotación , y el principio de que todo movimiento político debe someterse e interpretarse en función del objetivo primario de la emancipación de la clase obrera. Pero aquellos manifiestos ni llegaron a la inmensa mayoría de sus destinatarios, y ni aún tuvieron contestación apenas. // Más eficaz fue el envío del diputado italiano Giusepe Fanelli Rivera, muy adicto a Bakunin, con gran experiencia revolucionaria que había combatido fervorosamente por la independencia de Polonia (1862-63) (…)”( NOTA 1)
- II. FANELLI EN ESPAÑA
Fanelli llegó a Barcelona procedente de Génova y días más tarde, junto con los republicanos Fernando Garrido y José María Orense (Marqués de Albaida), “viajó por la costa mediterránea recorriendo Tarragona y Tortosa hasta llegar a Valencia“. Pero dado que en todas las reuniones mantenidas, “presenció cómo sus compañeros difundían las ideas del republicanismo federal“, tomó la decisión de viajar solo a Madrid , con escaso dinero, tomando allí contacto con algunos afiliados del centro cultural obrero “Fomento de las Artes” entre los que estaban los tipógrafos Anselmo Lorenzo y Francisco Mora, que pasarían a integrar el primer núcleo de la Internacional. Afirma Javier Paniagua que “desde estos primeros momentos se entremezclaron sus objetivos ideológicos y orgánicos con los de la Alianza bakuninista, probablemente porque el italiano no distinguía la diferencia entre ambos”. (NOTA 2) Viene ratificada esta opinión por lo que dice Gómez Llorente:
<< Fanelli, hombre de extraordinaria capacidad expresiva, muy extrovertido y dotado de grandes dotes de captación, si hemos de creer el retrato que nos ha legado del mismo Anselmo Lorenzo, no poseía , empero, una gran claridad en cuanto a las ideas tácticas, y en cuanto a matizar entre las diversas organizaciones del proletariado, los grupos promovidos por él durante su estancia en España, quedaron confusos entre lo que era la Alianza de la Democracia Socialista y la Internacional. (Como vimos la Alianza era solo una organización secreta, creada en el seno de la Internacional por Bakunin para que fuese su acelerador y constante empuje de radicalización). El hecho es que las primeras organizaciones españolas de la Internacional se constituyeron con el programa de la Alianza. Circunstancia constatada por el propio Bakunin en carta de fecha 25-V-1872 a González Morago. La carta dice refiriéndose a la tarea de Fanelli: “Al ayudarnos a echar los primeros cimientos de la A.I.T., como de la Alianza, en España, ha cometido una falta de organización y sentimos ahora los efectos . Ha confundido la Internacional con la Alianza, y por eso ha invitado a los amigos de Madrid a fundar la Internacional con el programa de la Alianza. Al principio esto ha podido parecer un gran triunfo, pero en realidad esto se convierte en una causa de confusión y desorganización tanto para una como para otra“.>> Y comenta seguidamente Gómez Llorente que este episodio “influirá, sin duda, en la orientación que mayoritariamente cobra el obrerismo español hacia la tendencia anarquizante durante los años siguientes.” (NOTA 3)
- III. LOS NÚCLEOS DE MADRID Y BARCELONA
Refiere Tuñón de Lara que ” ya en Septiembre de 1868 había organizaciones obreras de resistencia, que habían mantenido vida clandestina, especialmente en Cataluña. Un grupo obrero había enviado un delegado al Congreso de Bruselas de la Internacional (setiembre de 1868): se trataba del maquinista naval barcelonés Antonio Marsal, que se presentó bajo el pseudónimo de “Saro Magallán”. Marsal presentó un breve mensaje al Congreso. (…)>>
Fruto de la actuación de Fanelli se creó en Madrid. a fines de Noviembre y principios de Diciembre de 1868 “el primer núcleo de la Sección Española de la Asociación Internacional de Trabajadores” que estaba compuesto por 22 trabajadores de distintas profesiones (5 pintores, 4 tipógrafos, 2 grabadores, 2 sastres, 2 zapateros y el resto de profesiones, hasta 7 distintas, con un solo representante por cada una). Significa Tuñon de Lara que 8 de estos trabajadores ingresaron asimismo en la “Alianza Internacional de la Democracia Socialista“, creada por Bakunin. Puntualiza G. Llorente que los integrantes del núcleo provincial que se reunía en Madrid en el café Luna, estaba integrado entre otros por Ángel Mora, Anselmo Lorenzo, Manuel Cano, Francisco Oliva, Tomás González Morago, Enrique Simancas y Francisco Mora
Como consecuencia del viaje de Farinelli a Barcelona se constituyó allí un grupo en Febrero de 1869. Con una carta de presentación de uno de los adeptos de Madrid (José Rubau Donadeu), contactó Fanelli en Barcelona con el pintor Luís Pellicer, “demócrata radical, con fuertes convicciones federalistas“, según puntualiza Muray Bookchin. En el estudio de Luís Pellicer se concertó una reunión a la que asistieron unos 20 republicanos, muchos de ellos tenían una sólida base social y, según dice Muray, “esta audiencia más refinada, perteneciente a la clase media, se mostró más escéptica ante la apasionada oratoria de Fanelli“. Se adhirieron apenas un puñado de jóvenes, casi todos estudiantes; entre los adeptos estaba el tipógrafo Rafael Farga Pellicer, sobrino de Luís Pellicer. Fanelli se encontraba por entonces casi sin fondos; así que al poco, salió para Marsella y nunca más volvió a España. Falleció en 1877, a la edad de 48 años. (Muray pág.16).
Rafael Farga Pellicer y el médico Gaspar Santiñón, que <<establecieron contacto directamente con Bakunin y orientaron la Internacional en sentido anarquista y “aliancista“>>, fueron enviados por el núcleo de Barcelona al Congreso de la Internacional de Septiembre 1869 en Basilea y los del núcleo de Madrid se adhirieron por telegrama, pues parece ser que no tenían fondos suficientes para financiar la asistencia. (NOTA 4)
- IV. EL MANIFIESTO DEL 24 DE DICIEMBRE DE 1869
El 24 de Diciembre de 1869 se publicó el “Manifiesto de los trabajadores internacionales de la Sección de Madrid a los trabajadores de España” firmado por 21 obreros (G. Llorente pág. 45) y, dice Tuñón que ” denunciaba el carácter ficticio de las libertades de la sociedad y, a través de un lenguaje grandilocuente, llamaba a los trabajadores a que ellos mismos luchasen por la liberación.” En uno de sus párrafos decía: “Como trabajadores os llamamos , no como políticos ni como religiosos. Sedlo, sin embargo, mientras os parezca bueno. Nosotros, por nuestra parte, fundados en muy desapasionadas observaciones, ni esperamos en la política ni tenemos confianza en la religión”. Luís Gómez Llorente dice que en estas líneas que expresan “un soberano desdén por la acción política, hay una fuerte tendencia anarquizante” ((citado pág. 47)
- V. EL CONGRESO DE JUNIO DE 1870
En la mañana del domingo 19 de junio de 1870 iniciaba sus sesiones el Congreso constitutivo de la “Federación Regional Española de la Asociación Internacional de Trabajadores”, en el Teatro Circo de Barcelona. Abrió la sesión Rafael Farga Pellicer. Participan 90 delegados de, dice Muray, 150 asociaciones, de 36 localidades españolas, en representación, según Tuñón, de 40.000 afiliados.. Se eligió un Consejo general que se ubicaría en Madrid, compuesto por González Morago, Enrique Borrel, Francisco Mora, Anselmo Lorenzo y ángel Mora. El 28 de julio siguiente, este Consejo hizo un llamamiento a la paz y contra la guerra franco prusiana (que estalló el 19 de julio de 1870) cuyo “casus belli” fue la tensión diplomática provocada por la propuesta de Prim, hecha desde España, por entonces en busca de Rey, a favor del príncipe Leopoldo de Hohenzollern, que inmediatamente fue rechazada por Francia.
Se presentaron al Congreso informes sobre la situación de abuso y explotación de los obreros entre otros en trabajos entre diez y quince horas por salarios miserables y también de trabajos duros para mujeres y niños Uno de los temas más discutidos fue el de la actitud a tomar respecto a la participación política. “Después de un largo debate se llegó a un compromiso por el cual el Congreso, si bien se declaraba constitutivamente antiestatal y abstencionista, permitía a sus miembros la libertad de tomar sus propias decisiones en el campo político” ( Muray págs. 62 a 65). Recoge Tuñón como significativo uno de los dictámenes aprobados en ese sentido (Tuñón pág. 223) que dice:
“El Congreso recomienda a todas las secciones de la Asociación Internacional de Trabajadores renuncien a toda acción corporativa que tenga por objeto efectuar la transformación social por medio de las reformas políticas nacionales y les invita a emplear toda su actividad en la constitución federativa de los cuerpos de oficio, único medio de asegurar el éxito de la revolución social“
El segundo Congreso de la Sección Internacional española se celebró en Valencia en Septiembre de 1871 y estableció su postura respecto a la inmediata Conferencia a celebrar en Londres en los siguientes términos: “La verdadera República democrática federal es la propiedad colectiva, la anarquía y la federación económica, o sea la libre Federación universal de libres asociaciones de obreros agrícolas e industriales” Pocos días después, dice F. Almagro, “la Conferencia de Londres acordaba la organización del proletariado en partido político, opuesto, por su propia esencia, a todo otro partido en que figurasen elementos pertenecientes a “las clases privilegiadas“
- VI. REPROBACIÓN DE LAS CORTES Y PERSECUCIÓN GUBERNATIVA
El prestigio e influencia de la Internacional fue en aumento y se vio reforzado por la repercusión que entre los trabajadores tuvo la Comuna de Paris de 1871 (18 de marzo a 28 de mayo de 1871), causando preocupación en determinados ámbitos de la sociedad española. El 16 de Octubre de 1871 (Gaceta del 17), el diputado conservador Jove y Hevia presentó una interpelación al Congreso de los Diputados solicitando la prohibición de la Internacional, que dio lugar a vivos debates. En un momento de su argumentación, además de acusaciones de ir contra la moral y la sociedad, Jove y Hevia no dudo en acusar a la Internacional de propugnar la holganza:
“(…) Desde 1866 a 69 celebró la Internacional cuatro congresos generales (…) El primer congreso, que fue el de Bruselas en 1866; allí se organizó la holganza. Uno de los dogmas que se declararon fe que el trabajador no se ocupase sino ocho horas, que se había de pagar por la contribución única, por establecer un Banco internacional para las huelgas y destruir los ejércitos permanentes (…)”
Finalmente en la sesión del día 18 (Gaceta del 19), después de haber sido retiradas dos proposiciones, (una para declarar no acorde con la Constitución La Internacional, la otra expresando insatisfacción por lo dicho por el Ministro de Gobernación), se pasó a votación una tercera proposición que decía: “Pedimos al Congreso se sirva declarar que ha visto con satisfacción las manifestaciones que acaba de hacer el Sr. Ministro de la Gobernación acerca de la Internacional“. Esta proposición fue aprobada por 191 votos frente a 27. El Ministro había arremetido contra la Internacional y argumentado que era inmoral y que no podía vivir al amparo de la ley.: (…) “dije que el derecho de asociación tenía dos límites el de la moral y el de la seguridad del Estado, y solo respecto de la seguridad del Estado es como manifesté que era necesaria la ley (...) ” (Gaceta 19-10-1871).
En relación a este episodio hace referencia Eiras Roel (pág. 391) a la actitud de Fernando Garrido (1821-1883) en pro de la Internacional, “siendo el único orador que se atrevió a defender no solo su derecho, sino también sus principios y sus ideas“. También nos dirá que Fernando Garrido, socialista utópico desde su juventud y demócrata republicano, “se anticipó a Pi y Margall en dar a conocer las ideas del socialismo en su variante utópica de los falansterios de Fourier, y de federalismo, en su fuente proudhoniana“. Fue diputado federal en 1869 y volvió a serlo en 1871.
Apoyada en la declaración del Congreso, la orden Circular de Sagasta de 16 de Enero de 1872 (Gaceta del 17), que solicitaba a los gobernadores que, con arreglo al artículo 19 de la Constitución, se considerase la acción y la organización de la Internacional fuera de Constitución y dentro del Código Penal, dio lugar a una fuerte represión. No obstante la organización siguió difundiéndose, pero, a partir del golpe de Estado de Pavía, se desarticuló la organización, que, pese a ello, organizó el Congreso Federal de Madrid del 21 al 27 de junio de 1874.
- VII. INTERNACIONALISTAS Y REPUBLICANOS
Recuerda al respecto Melchor Fernández Almagro (citado, pág. 122):
<< Pi y Margall había escrito en el prólogo a su traducción de “La capacidad política de las clases jornaleras”, de Proudhon: “No hay revoluciones políticas sino en apariencia. En el fondo, todas son sociales. Son todas, inútil es ocultarlo, hechas de clase a clase.” Compartido ese criterio por los federales es lógico que muchos de éstos cooperasen a la importación de la Internacional y – quizá en mayor grado – de la Alianza Internacional de la Democracia Socialista, en que hubo de plasmar la disidencia de Bakunin – en la línea de Proudhon – respecto a Marx, exteriorizada , como es sabido, en el Congreso de la Liga de la Paz y de la Libertad – hijuela de la Internacional- en Berna , 1868. (…) // El más conspicuo de los “enlaces” con la Internacional y la Alianza fue Fernando Garrido y con él establecieron contacto los agentes llegados a España para organizar a la clase trabajadora: el periodista Paul Lafargue, yerno de Marx; (…) y con mayor eficacia el ingeniero y diputado italiano Fellini >> NOTA 6
NOTAS
NOTA 1. Luís Gómez Llorente, “Aproximación a la historia del socialismo español (hasta 1921)“. Cuadernos para el Diálogo 2ª edición Madrid, Julio 1976, páginas 43 y 44. Recordemos que en la conferencia de St. Martin’s Hall ,en Londres, celebrada durante los días 25 al 28 de Septiembre de 1864 se había formalizado la constitución de la Primera Internacional de Trabajadores. Ver sobre el tema, además del citado Luís Gómez Llorente, Carlos Diez, La Primera Internacional de Trabajadores. Editorial Mañana. Madrid 1977; Melchor Fernández Almagro, “Historia Política de la España Contemporánea, 1868 -1885″, citado, páginas 121 a 128.; Manuel Tuñón de Lara, “La España del siglo XIX , citado páginas 221 a 231 y Estudios sobre el siglo XIX español”. editorial Siglo XXI. 3ª edición . Madrid 1973. Antonio Eiras Roel, “El Partido Demócrata español. 1849-1873. Los primeros demócratas“, citado, páginas 371 y 372. (El subrayado o utilización de negrita en los textos es mío)
En la Primera Internacional de Trabajadores participaron los sindicatos ingleses y franceses así como exiliados residentes en Londres procedentes de otros países. Marx, que había publicado , junto con Engels , el Manifiesto Comunista, en 1848, ejerció desde el primer momento una decisiva incidencia en la Internacional. Notemos que en La Internacional la afiliación se hacía de forma individual inscribiéndose en las ramas de la misma existentes en cada país, no así en la II Internacional (L. G. Llorente, citado, pág. 25).
NOTA 2. Javier Paniagua Fuentes. “La Larga marcha Hacia la Anarquía. Pensamiento y acción del movimiento libertario“. Editorial Síntesis 2008, páginas 52 y siguientes.
NOTA 3. L. Gómez Llorente, citado, pág. 45
NOTA 4. Tuñón de Lara, La España del siglo XIX, págs. 221.y 222; L. Gómez Llorente, citado, págs. 44 y 45. Muray Bookchin, “Los Anarquista Españoles. Los años heroicos 1868-1936“. Traducción de Ernesto Rubio. Numa Ediciones. Valencia 2001., pág. 16
NOTA 5 Ver Muray Bookchin, citado, págs. 60 y siguientes y Tuñón, La España del siglo XIX, citado, pág. 223. También, Roberto Ceamanos Llorens: “La Comuna de Paris 1871“. Editorial Los libros de la Catarata. Madrid 2014. pág. 28 )
NOTA 6. Melchor Fernández Almagro, citado, pág. 122. << En diciembre de 1871 llegó a Madrid Paul Lafargue, yerno de Marx y que anteriormente había sido secretario para España en el Consejo Internacional (cargo que después tuvo Engels). Lafargue, en unión de su mujer, Laura, pasó a España a comienzos del verano de 1871 para ponerse a salvo de la persecución de Thiers, después de que este aplastó la “Commune” de París (…) El paso de Lafargue por Madrid fue decisivo no solo para la Internacional (…) sino también para el movimiento obrero ulterior y para el desarrollo de las ideas políticas. Lafargue llevó consigo ejemplares del “Manifiesto Comunista” (que él mismo tradujo al castellano, puesto que había nacido en Santiago de Cuba) y una edición en forma de folletos de “El Capital” en lengua francesa. // En torno a Lafargue se constituyó el núcleo marxista, al escindirse la Internacional, que, a su vez fue antecesor directo del partido socialista español (..)>> (Tuñón de Lara, La España del siglo XIX, citado, páginas 225 y 226)
El artículo 19 de la Constitución de 1869. dice: “A toda asociación cuyos individuos delinquieren por los medios que la misma les proporcione, podrá imponérsele la pena de disolución.// La autoridad gubernativa podrá suspender la asociación que delinca, sometiendo incontinente a los reos al Juez competente, // Toda asociación cuyo objeto o cuyos medios comprometan la seguridad del Estado podrá ser disuelta por una ley”.
Gracias Honorio.
Seguiré atento a tus advertencias en este proceloso camino de la República.
Amigo Eloy: Casi nada! Preguntas un montón de cosas sobre el momento actual, en parte he contestado en mi respuesta a Pelaez más arriba.
Los sindicatos y partidos políticos, en buena parte, se están moviendo en unos parámetros anquilosados, unos “ritos” que en otros tiempos fueron útiles y respondieron a la estrategia del capitalismo, en estos resultan incapaces de responder a las nuevas estrategias del capital y a la globalización en que nos movemos. Pero esto no es razón para echarlos a la basura, más bien para sacudirlos y orientarlos frente a la situación actual.
La campaña electoral en curso, lo ocurrido en Portugal y antes en Grecia, nos alumbran quizá el camino, los caminos nuevos de las nuevas luchas. Ando haciendo campaña en la calle, en un constante boca a boca, creo que siento el palpitar y la inquietud de la gente. Me temo que el 20D nos va a dar alguna sorpresa, hija de esa nueva estrategia de lucha que el personal ha puesto en marcha a nuestras espaldas, sin darnos cuenta. Tenemos a los inmigrantes marginados, pero ellos llevan también su lucha, y en vez de animarlos a moverse a su manera, les estamos ninguneando y marginando, apoyando así la estrategia del neoliberalismo, del capitalismo global-globalizador. Y no digamos nada de los refugiados sirios que esperan desesperados en los caminos de Europa, de lña “ira incontenible” de las masas musulmanas, manipulada de forma criminal por los mismos que les oprimen en su tierra, los señores del petróleo que moran en sus palacios de las Mil y Una Noches del Oriente y en sus barrios de alto standing de Londres, New York, y tal…Pasaron las primaveras árabes, las abortaron, pero ahí está entre cenizas la brasa que les dió vida. Esperando a que alguien las remueva otra vez…
Hay un frente de izquierdas en Portugal, hay un nuevo Partido Laborista en Inglaterra, hay una mística bolivariana en Sudamérica, hay una teología de la liberación, hay un Papa Bergoglio en el Vaticano, hay una China que se erige como una fuerza cósmica en competencia con Occidente y con nuevas fórmulas de sociedad y de organización del trabajo.
La política como programa dentro de una frontera que ya ni es frontera ni es nada, y solo se saca a relucir cuando se trata de machacar a los trabajadores, ya no tiene casi ningún sentido. Basta con pensar en el calentamiento global. un problema de todo el planeta que exige una acción conjunta de todos los habitantes del planeta. Pues lo que pasa en el tema climático, pasa en todos los temas que podamos abordar los humanos. Si no los abordamos a nivel global, es imposible solucionarlos. todas las recetas serán inútiles o contraproducentes.
Gracias Honorio por tu comentario a este artículo.
Cuando le envié el texto de este artículo Antonio Duato le dije, porque era lo justo, “El tema ha sido sugerido por el comentario de Honorio Cadarso en el artículo anterior.”
Porque, en ese comentario, entre otras cosas, decías:
” A mí me gustaría que alguien se animase a contar cómo al mismo tiempo que ocurría todo esto en el plano político o de politiquería evolucionaba la economía, surgía la industria, se afianzaba la tardía revolución industrial del Estado Español, y el movimiento obrero levantaba el vuelo. Parece ser que Carlos Marx y su cuñado o no sé qué pariente introducía en España el socialismo marxista por esas fechas, que el anarquismo iba en auge y marcaba con su pensamiento ácrata el plano político, etcétera etcétera…”
Así que si de alguna forma, aunque sea incompleta, respondí a tu llamamiento me siento satisfecho y he de agradecerte de nuevo aquel comentario que me dio fuerza para abordar frontalmente (y con más espacio del que inicialmente pensaba) la cuestión de la Primera Internacional de Trabajadores.
En cuanto a lo que ahora dices, quizá sería oportuno replantearnos en qué medida se pueden concretar y cotejar los ideales de antaño y la diversidad de medios planteados parar obtenerlos, con las realidades de hoy.
Por ejemplo, si uno de los objetos de la Internacional fue la unión de todos los trabajadores contra los abusos del “capital” podemos preguntarnos en qué medida sindicatos, partidos políticos y otras organizaciones están cumpliendo hoy esa función.
Y me pregunto, también como ejemplo:
¿Sigue existiendo la conciencia de clase?; ¿Siguen siendo útiles los sindicatos de clase? ¿Es viable hoy un partido político “de clase” trabajadora?
¿Es oportuno el abstencionismo político en las elecciones que propugnan algunos movimientos críticos con el sistema vigente?
¿Qué papel pueden jugar (o juegan de hecho) los modernos medios de comunicación informática y por Internet en el planteamiento de objetivos y medios para la “educación ” y “acción ” de la ciudadanía y de los más pobres y marginados para enfrentarse a sus problemas vitales?
El campo es amplísimo.
Gracias de nuevo Honorio. Un saludo. Eloy
Amigo Eloy, amigo Gonzalo: Es lo que yo estaba esperando, que apareciese en paralelo en la historia que está tejiendo Eloy el movimiento obrero y las tesis republicanas. Gracias a los dos.
Lo de hoy, lo de Ada Colau y Carmena, lo de Podemos, a mi entender representa un intento de poner al día los mismos ideales que inspiraron a nuestros héroes del siglo XIX. Por supuesto, con la escoria y los juegos sucios que conlleva todo juego político. Se trata de traducir al lenguaje de las redes sociales y las tecnologías de la información y el imperio de la imagen toda esa teología-filosofía, desprendiéndonos de la morralla que suponen las viejas frases y palabras que de tanto usarlas y abusarlas se nos han quedado desgastadas. Perdónenme, pero hablar de IU, Izquierda Unida, en un universo donde las Izquierdas Unidas son muchedumbre y pelean a muerte entre ellas, pues ya no es nada positivo.
En otros tiempos nos alineamos bajo las banderas de JOC y demás organizaciones católicas para aportar nuestro granito de arena a la lucha contra la dictadura. Ahora la fe religiosa y no tiene el relieve que tuvo que tener entonces, se trata de agruparnos bajo banderas nuevas pero con los mismos objetivos y la misma filosofía.
Lo que ha pasado en París, tanto con Isis (masacres asesinas de individuos a sangre y fuego) como a nivel de Cumbre del Medio ambiente (masacres medioambientales de millones y millones a nivel planetario), y la reacción de la opinión pública a nivel mundial, nos pone frente a una lucha por la dignidad de la persona y la conservación del planeta que nuestros antepasados sintieron a su manera.
Gracias Gonzalo Haya por tu valioso comentario
A mi entender, en unas breves y densas líneas dices muchas cosas interesantes que nos ayudan a ver el sentido de la Historia. Destaco algunas ideas de tu texto que me parecen relevantes.
1) Profundizando en la Historia vemos unas constantes de comportamiento que se han dado en el pasado y se dan en el presente: Dices: “Cuando uno se asoma a la Historia puede observar (… ) ahora vemos (…).
Haces una comparación entre lo sucedido en el pasado y el acontecer de ahora, lo que sucede en nuestro días.
La verdad es que este punto me parece de gran interés y es el que da especial significación a todo relato histórico y ha consagrado el dicho de que “la Historia, es maestra de vida”.
2) Siempre surgen ideales que claman por una organización social más justa, pero suelen proponerse distintos caminos para alcanzarlos.
Y es verdad que muchas veces las distintas alternativas en el camino pueden enriquecer, pero otras veces entorpecen e impiden incluso la consecución del objetivo dando lugar a enfrentamientos desgarradores, como las que pudo haber entre el pensamiento del Marx y Bakunin
3) Frente a los ideales se alzan otros “intereses” , que por encima de la justicia buscan otros objetivos “egoístas”.
4) Por eso (distintas estrategias y obstáculos egoístas) esos ideales no avanzan de forma rectilínea: hay zigzag; dos pasos adelante uno atrás.
5) Pero, concluyes, a la postre, la Historia avanza hacia los ideales.
Me pregunto, Gonzalo, cuanto tiene esta última consideración de deseo y de realidad, pero en todo caso, pienso que a estas alturas de la Historia los ideales se repiten, y la necesidad de luchar por ellos continua, porque más allá de su aceptación “formal” o “legal” prima, en alto grado, su incumplimiento fáctico
Gracias de nuevo y que sepas que siempre te he leído con gran admiración
Cuando uno se asoma a la Historia puede observar que en toda época surgen ideales que buscan organizar al pueblo para establecer un sistema más justo. Estos intentos difieren en sus estrategias y se ven trabados por intereses particulares. A vista de pájaro se aprecia que algunos hacen avanzar dos pasos aunque luego se retroceda uno. También ahora vemos que el espíritu vital genera grupos que proponen ideales, con estrategias opinables, que encuentran resistencias en los intereses egoístas. Lo positivo es que, contra lo que pudiera parecer, los egoísmos no logran sofocar los idealismos, aunque esos idealismos salgan mezclados con una amalgama de escorias, que otros proyectos idealistas se encargarán de ir depurando de modo que la Historia vaya avanzando hacia los ideales.