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Filosofía de la comprensión

OSCARp

Un “vinito manso” a los “cracks” de las CRISIS

El conocimiento es la adquisición de verdades,

y en las verdades se nos manifiesta el universo trascendente (transubjetivo) de la realidad. Las verdades son eternas, únicas e invariables.

¿Cómo es posible su insaculación dentro del sujeto?


La respuesta del racionalismo es taxativa:

* sólo es posible el conocimiento si la realidad puede penetrar en él sin la menor deformación. El sujeto tiene, pues, que ser un medio transparente, sin peculiaridad o color alguno, ayer igual a hoy y a mañana—por tanto, ultravital y extrahistórico.

Pero Vida es peculiaridad, cambio, desarrollo; en una palabra: historia.

La respuesta del relativismo no es menos taxativa:

El conocimiento es imposible; no hay una realidad trascendente, porque todo sujeto real es un recinto peculiarmente modelado. Al entrar en él la realidad se deformaría, y esta deformación individual sería lo que cada ser tomase por la pretendida realidad.

Sin embargo, desde principios del siglo XIX,  sin común acuerdo ni premeditación, psicología (de la Gestalt), «biología» (de Jakob von Üxküll) y teoría (fenomenológica) del conocimiento, al revisar los hechos de que ambas actitudes partían, han tenido que rectificarlos, coincidiendo en una nueva manera de plantear la cuestión.

El sujeto:

* ni es un medio transparente, un «yo puro», idéntico e invariable,

* ni su recepción de la realidad produce en ésta deformaciones.

Los hechos imponen una tercera opinión, síntesis ejemplar de ambas.

EXCURSUS BIOLÓGICO: EL MUNDO PERCEPTIBLE

Ideas para una concepción biológica del mundo, (ICBM) J. von Uexküll, trad. de R.M.Tenreiro, Espasa-Calpe argentina, 2ª ed. Buenos Aires, 1951

“Para la producción de elementos subjetivos se requiere un sujeto, y estos sujetos son los seres vivos. ¿Cómo se producen en el animal los elementos subjetivos? Tenemos que considerar como existentes todos los innumerables grupos de movientes partículas materiales que actúan en todo tiempo sobre el sujeto “animal”.

Si todas las fuerzas pudieran desplegar sus efectos de un modo uniforme, no habría diferencia alguna entre sujeto y mundo exterior. Esta diferencia llega a presentarse porque el animal realiza una selección entre los efectos de fuerzas del mundo exterior.

Ésta se verifica por medio de los órganos de los sentidos, que tienen la misión de convertir en excitación nerviosa una determinada fracción muy pequeña del mundo exterior, pero suprimiendo todos los restantes estímulos.

Cada uno de los órganos de los sentidos de cada animal realiza una recolección, característica suya, de los estímulos del mundo exterior, a los que utiliza como nota de percepción,

y todos los órganos de los sentidos del mismo animal, tomados en conjunto, dan una determinada sección del mundo exterior.

Esta sección del mundo exterior, que para cada animal es distinta y característica de él, se llama su mundo perceptible.

Sin embargo, éste es sólo un lado de la cuestión, pues la actividad del órgano de los sentidos sólo recibe su plena significación por la intervención del órgano nervioso central.

Los órganos de los sentidos envían al centro el estímulo exterior, transformado en excitación por separados caminos nerviosos. Tiene lugar, por tanto, un análisis de cada grupo de estímulos recibidos, realizados por los órganos de los sentidos, ya que todo órgano de sentidos corresponde a otra sección del grupo de estímulos y transforma a éstos en excitaciones que, después de ello, por caminos aislados, se precipitan hacia el centro.

Consiste éste, en el caso más sencillo, en una red nerviosa general, desde la cual las excitaciones siguen hasta los músculos por caminos nerviosos centrífugos.

En animales más altamente desarrollados, todos aquellos nervios que están llamados a transportar las excitaciones de grupos de estímulos especialmente importantes desembocan en común en redes separadas.

Estas redes separadas se llaman esquemas en razón de la siguiente teoría:

– sabemos que en el centro las excitaciones se relacionan de un modo conforme a la ley con nuestras sencillas sensaciones fundamentales (como azul, verde, duro, etc.). Y, a la verdad, según la ley de J. Müller, al ser excitado un determinado nervio siempre se presenta la misma sensación, específica de aquel nervio.

Ahora, si todos los nervios que desembocan en la misma red separada son citados al mismo tiempo, resuenan en nosotros todas las sensaciones fundamentales específicas que corresponden a estos nervios. Y al reunirse las excitaciones de todos estos nervios en la red separada, las diversas sensaciones fundamentales se reúnen en una unidad, a la que llamamos objeto.

Así se origina de la sensación el esquema del objeto.

El objeto, como ya lo enseña la concepción física del mundo, en tanto se compone de puras cualidades (como un árbol de las sensaciones de verde, pardo, con las correspondientes sensaciones de dirección), es un producto subjetivo que corresponde a un determinado grupo de estímulos del mundo exterior.

Este grupo de estímulos fue recogido por los distintos órganos de los sentidos, descompuesto en cada uno de sus factores y convertido en excitaciones.

Las excitaciones corrieron por caminos separados hacia el centro, y en el centro sucedió al análisis de los órganos de los sentidos la síntesis del objeto.

De puros objetos así originados se compone todo nuestro mundo perceptible, que se diferencia muy esencialmente de la imagen del mundo de la física.

Primeramente, nuestro mundo perceptible sólo forma una modesta sección del mundo exterior, la magnitud de la cual viene determinada por la extensión de excitabilidad de los órganos de los sentidos.

Cuanto más numerosos grupos de estímulos exteriores sean capaces de actuar en nuestros órganos de los sentidos, tanta mayor es su extensión de excitabilidad o amplitud.

Al lado de la amplitud de los órganos de los sentidos, es decisivo para el grado de perfección de nuestro mundo perceptible el número de esquemas existentes en el cerebro. Pues es evidente que los estímulos exteriores llegan a ser tanto más diferenciados cuanto más numerosas sean las posibilidades de división” (ICBM págs.107-111)

Cuando se interpone un cedazo o retícula en una corriente, deja pasar unas cosas y detiene otras; se dirá que las selecciona, pero no que las deforma. Esta es la función del sujeto, del ser viviente ante la realidad cósmica que le circunda:

* ni se deja traspasar sin más ni más por ella, como acontecía al imaginario ente racional creado por las definiciones racionalistas,

* ni finge él una realidad ilusoria. Su función es claramente selectiva. De la infinitud de los elementos que integran la realidad, el individuo, aparato receptor, deja pasar un cierto número de ellos, cuya forma y contenido coinciden con las mallas de su retícula sensible. Las demás cosas —fenómenos, hechos, verdades—quedan fuera, ignoradas, no percibidas.

Un ejemplo elemental y puramente fisiológico se encuentra en la visión y la audición.

El aparato ocular y el auditivo de la especie humana reciben ondas vibratorias desde cierta velocidad mínima hasta cierta velocidad máxima. Los colores y sonidos que queden más allá o más acá de ambos límites les son desconocidos. Por tanto, su estructura vital influye en la recepción de la realidad; pero esto no quiere decir que su influencia o intervención traiga consigo una deformación. Todo un amplio repertorio de colores y sonidos reales, perfectamente reales, llega a su interior y sabe de ellos.

Como con los colores y sonidos acontece con las verdades.

La estructura psíquica de cada individuo viene a ser un órgano perceptor, dotado de una forma determinada, que permite

*la comprensión de ciertas verdades y

* está condenado a inexorable ceguera para otras.

Asimismo, cada pueblo y cada época tienen su alma típica, es decir,

una retícula con mallas de amplitud y perfil definidos que le prestan rigorosa afinidad con ciertas verdades e incorregible ineptitud para llegar a ciertas otras. Esto significa que:

* todas las épocas y todos los pueblos han gozado su congrua porción de verdad,

* y no tiene sentido que pueblo y época algunos pretendan oponerse a los demás, como si a ellos solos les hubiese cabido en el reparto la verdad entera.

* Todos tienen su puesto determinado en la serie histórica:

* ninguno puede aspirar a salirse de ella, porque esto equivaldría a convertirse en un ente abstracto con íntegra renuncia a la existencia.

Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje.

Sin embargo, no ven lo mismo.

La distinta situación hace que el paisaje se organice ante ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer término y acusa con vigor todos sus detalles, para el otro se halla en el último y queda oscuro y borroso.

Además, como las cosas puestas unas detrás de otras se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos percibirá porciones del paisaje que al otro no llegan.

¿Tendría sentido que cada cual declarase falso el paisaje ajeno?

* Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro.

* Pero tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen ilusorios.

Esto supondría que hay un tercer paisaje auténtico, el cual no se halla sometido a las mismas condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva.

La perspectiva en uno de los componentes de la realidad.

Lejos de ser su deformación, es su organización.

Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo.

Lo que acontece con la visión corpórea se cumple igualmente en todo lo demás. Todo conocimiento lo es desde un punto de vista determinado. La species aeternitatis, de Spinoza, el punto de vista ubicuo, absoluto, no existe propiamente: es un punto de vista ficticio y abstracto. No dudamos de su utilidad instrumental para ciertos menesteres del conocimiento; pero es preciso no olvidar que desde él no se ve lo real. El punto de vista abstracto sólo proporciona abstracciones.

Esta manera de pensar lleva a una reforma radical de la filosofía y, lo que importa más, de nuestra sensación cósmica.

La individualidad de cada sujeto real era el indomable estorbo que la tradición intelectual de los últimos tiempos encontraba para que el conocimiento pudiese justificar su pretensión de conseguir la verdad.

Dos sujetos diferentes —se pensaba— llegarán a verdades divergentes. Ahora vemos que la divergencia entre los mundos de dos sujetos no implica la falsedad de uno de ellos. Al contrario, precisamente porque lo que cada cual ve es una realidad y no una ficción, tiene que ser su aspecto distinto del que otro percibe.

Esa divergencia no es contradicción, sino complemento.

Cada vida es un punto de vista sobre el universo.

En rigor, lo que ella ve no lo puede ver otra. Cada individuo —persona, pueblo, época— es un órgano insustituible para la conquista de la verdad.

He aquí cómo ésta, que por sí misma es ajena a las variaciones históricas, adquiere una dimensión vital. Sin el desarrollo, el cambio perpetuo y la inagotable aventura que constituyen la vida, el universo, la omnímoda verdad, quedaría ignorado.

El error inveterado consistía en

suponer que la realidad tenía por sí misma, e independientemente del punto de vista que sobre ella se tomara, una fisonomía propia. Pensando así, claro está, toda visión de ella desde un punto determinado no coincidiría con ese su aspecto absoluto y, por tanto, sería falsa.

Pero es el caso que la realidad, como un paisaje, tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas.

La sola perspectiva falsa es esa que pretende ser la única.

Dicho de otra manera: lo falso es la utopía, la verdad no localizada, vista desde “lugar ninguno. El utopista —y esto ha sido en esencia el racionalismo— es el que más yerra, porque es el hombre que no se conserva fiel a su punto de vista, que deserta de su puesto.

Hasta ahora, la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos.

La razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación.

Toda filosofía que quiera curarse de ese inveterado primitivismo, de esa pertinaz utopía, necesita corregir ese error, evitando que lo que es blando y dilatable horizonte se anquilose en mundo.

Ahora bien: la reducción o conversión del mundo a horizonte no resta lo más mínimo de realidad a aquél; simplemente lo refiere al sujeto viviente, cuyo mundo es, lo dota de una dimensión vital, lo localiza en la corriente de la vida, que va de pueblo en pueblo, de generación en generación, de individuo en individuo, apoderándose de la realidad universal.

De esta manera, la peculiaridad de cada ser, su diferencia individual, lejos de estorbarle para captar la verdad, es precisamente el órgano por el cual puede ver la porción de realidad que le corresponde; y aparece cada individuo, cada generación, cada época como un aparato de conocimiento insustituible.

La verdad integral sólo se obtiene articulando lo que el prójimo ve con lo que yo veo, y así sucesivamente.

Cada individuo es un punto de vista esencial.

Yuxtaponiendo las visiones parciales de todos se lograría tejer la verdad omnímoda y absoluta.

Ahora bien: esta suma de las perspectivas individuales, este conocimiento de lo que todos y cada uno han visto y saben, esta omnisciencia, esta verdadera «razón absoluta», es el sublime oficio que atribuimos a Dios.

Dios es también un punto de vista;

pero no porque posea un mirador fuera del área humana que le haga ver directamente la realidad universal, como si fuera un viejo racionalista. Dios no es racionalista.

Su punto de vista es el de cada uno de nosotros;

nuestra verdad parcial es también verdad para Dios. ¡De tal modo es verídica nuestra perspectiva y auténtica nuestra realidad! Sólo que Dios, como dice el catecismo, está en todas partes y por eso goza de todos los puntos de vista, y en su ilimitada vitalidad recoge y armoniza todos nuestros horizontes.

Dios es el símbolo del torrente vital,

al través de cuyas infinitas retículas va pasando poco a poco el universo, que queda así impregnado de vida, consagrado, es decir, visto, amado, odiado, sufrido y gozado.

Sostenía Malebranche que si nosotros conocemos alguna verdad es porque vemos las cosas en Dios, desde el punto de vista de Dios. Más verosímil me parece lo inverso: que Dios ve las cosas al través de los hombres, que los hombres son los órganos visuales de la divinidad.

Por esto conviene no defraudar la sublime necesidad que de nosotros tiene, e hincándonos bien en el lugar que nos hallamos, con una profunda fidelidad a nuestro organismo, a lo que vitalmente somos, abrir bien los ojos sobre el contorno y aceptar la faena que nos propone el destino que es nuestro tiempo.

51 comentarios

  • Isidoro García

    “Si nos aventuramos en el conocimiento y en la ciencia, lo hacemos tan sólo para regresar mejor equipados para la vida”. Goethe

    (Yo había puesto la frase para justificar el rollo teórico que había puesto el día anterior, pero ya que Oscar, la comenta, os mando un comentario adicional).

    La cultura exige de un esfuerzo que merece la pena, si concurre una doble circunstancia, como en el cocinar. Para que sea útil, primero hay que hacer un buen guiso,  y luego hay que comérselo.

    Un buen guiso se hace con buen criterio y discernimiento, pero sobre todo con buenos materiales. Leo recientemente que el que compra basura, suele acabar vendiendo basura podrida. Por eso hay que aventurarnos en el campo del conocimiento y la ciencia, buscando las mejores referencias y las más actualizadas, aunque también es verdad, que no siempre lo más nuevo es lo mejor.

    Y luego el buen guiso, hay que comérselo para que nos sea de provecho, y aquí es donde entra la cita de Goethe.

    Y comerse el guiso de la cultura, es incorporar nuestros hallazgos en una cosmovisión global de todo, modificando incluso dicha cosmovisión con los nuevos conocimientos.

    Pero ¿quién con más sesenta años, está dispuesto a cambiar ni un ápice la cosmovisión que hemos ido formando poco a poco desde niños?.

    Por eso el pensar, es cosa de jóvenes. Los viejorros solo pretendemos autoconvencernos de que no nos hemos equivocado tanto en nuestra vida, como todos intuímos angustiosamente en esas pesadillas que nos asaltan algunas noches.
     

    No nos engañemos, si hay un juicio final, uno a uno, no nos van a decir, “¡qué malo has sido!”, sino nos dirán algo mucho más vergonzoso: “¡pasa, pasa, pero mira que eres tonto!”.

  • oscar varela

    Hola Isidoro!

    ¡Muy bueno tu recuerdo de lo que pensaba Goethe!
    “Si nos aventuramos en el conocimiento y en la ciencia, lo hacemos tan sólo para regresar mejor equipados para la vida.”

    ¿Puedes averiguar en qué edad andaba cuando decía estas cosas?
    ……………………..

    Me gustaría poder hacerme una idea
    “sobre las variaciones del ENSIMISMAMIENTO”
    (meditación, etc.)
    según las EDADES.

    P.e.: En los viejos ¿qué significa ese “salir a la vida”?

    El Esquema (ciencia, conocimiento) va a depender de lo que consideremos “mi vida a esa edad”, ¿no?

    La vida es pura ansia de claridad, justificación de sí misma (auto-comprensión. NO confundir con auto-complacencia); lo que siempre repetía Goethe “Yo aspiro andar de lo oscuro a la claridad“.

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Leído hoy:
    “Si nos aventuramos en el conocimiento y en la ciencia, lo hacemos tan sólo para regresar mejor equipados para la vida.” Johann Wolfgang von Goethe

  • Isidoro García

    Ante las dudas que me pone Juanel, tenía pendiente explicar cómo veo yo la relación entre la entropía en estado dinámicos de Prigogine y el “emergentismo”.

    La 2ª ley de la Termodinámica, dice que en un sistema cerrado, el grado de homogeneización, o nivel de entropía, tiende a aumentar.
    En un sistema regido por el azar, aleatorio, el sistema tiende a un equilibrio estable, en el que la homogeneización de las circunstancias es máximo.

    Pero en un sistema cerrado existen subsistemas que interaccionan entre sí, con captación y acumulación de energía de forma unidireccional e irreversible, que es el tema estudiado por Prigogine, dando lugar a la emergencia de sistemas y que son los causantes de la complejidad creciente de los nuevos sistemas surgidos.

    Todo el gran proceso emergentista se basa, en su irreversibilidad de sus movimientos. Existen unos mecanismos de anclaje o de efecto “trinquete”, que impiden la marcha atrás. Son muy difíciles los saltos adelante, pero una vez producidos, son irreversibles, y solo la no adecuación suficiente al medio ambiente, puede eliminarlos. Esto da lugar a una clara flecha direccional, siempre hacia una mayor complejidad. No sabemos el camino concreto que se seguirá, ni el tiempo que costará, sólo sabemos que siempre irá hacia una situación mas compleja y elaborada.

    En el mundo de lo inanimado, lo que se capta y acumula son los enlaces atómicos, y por eso su punto de emergencia fue la consecución del enlace del carbono, que permite largas cadenas de átomos de carbono, ligados entre sí, dando lugar a la química “orgánica”.

    La vida consiste en un fenómeno antientrópico: la célula capta y acumula, primero energía exterior a ella, que consume internamente en su funcionamiento, dando lugar a zonas topológicas antientrópicas, cada vez mas concentradas en energía.

    Pero no solo capta energía del exterior, sino que a veces también capta y acumula información, haciéndose cada vez mas compleja y eficiente.  Primero captó una bacteria entera y la incorporó a su organización interna, (mitocondrias), luego captaron otras células, para su uso en su organización propia, (simbiosis, ya de mutualismo, comensalismo o parasitismo).

    Esta simbiosis, posteriormente da lugar a los seres pluricelulares, el  gran hito emergente en este estadio.

    Y capta y acumula información directamente, a través de códigos genéticos ajenos, (transferencia horizontal de genes), o ya en el caso de los sistemas neuronales cerebrales de cualquier animal, mediante la adición e incorporación interna en nuestra organización cerebral, de parte o de todo el “programa” de un sistema neuronal, en otro sistema neuronal distinto.

    Por otra parte se captan programas neuronales de otro ser, (congénere o no), mediante el aprendizaje de técnicas, conseguido por observación, dando lugar a nuevas habilidades que a su vez generan, la modificación o creación de los sistemas neuronales que los soportan.
     

    En resumen, que no hacemos mas que seguir las Leyes del Universo, y por eso es inútil pretender oponerse a ellas. Queramos o no, nos guste o no, vamos hacia el punto Omega, que es el  momento de la Plenitud del hombre.
    (Ese es el primer escalón futuro, pero luego, el proceso seguirá…)

  • Isidoro García

    Dice Thomas Merton: “lo primero que tienes que hacer antes de empezar siquiera a pensar en algo como la contemplación es tratar de recuperar tu unidad natural básica, reintegrar tu ser, que se halla dividido en compartimentos, en un todo sencillo y coordinado y aprender a vivir como una persona humana unificada.
    Eso significa que tienes que recoger de nuevo los fragmentos de tu distraída existencia para que, cuando digas ‘yo’, realmente haya alguien presente que sostenga el pronombre que has pronunciado”. (Blog “Amigos de Thomas Merton”).


    Pero, ese es el problema: ¿Quién soy yo, o qué soy yo?.

    La ciencia apunta a que somos un sistema, (un conjunto de elementos que se relacionan e interactúan entre sí), de circuitos neuronales, cada uno de los cuales está especializado en una actividad determinada, ya sea conductual, cognitiva, emocional, sentimental, etc.

    Y este sistema es dinámico, y se desarrolla o atrofia en función de los sucesos biográficos de la persona. Y uno de los factores que influye en ese afloramiento de nuevos circuitos neuronales es la tecnología que utilizamos, (el determinismo tecnológico).

    (Esa es posiblemente una de las causas de la aparición de las generaciones históricas: personas que al coincidir en el tiempo, disponen de una tecnología similar, que condiciona sus cosmovisiones y su actividad mental).

    Pero además del incremento paulatino del nivel cultural y científico, se produce en la historia, la “emergencia” de saltos cualitativos inesperados a un nivel muy superior a lo esperado.

    En la historia humana, se pueden ver varios. Hace unos 75.000 años, parece que se produce un salto en la visión simbólica del hombre. Después en el comienzo del sedentarismo y la protoagricultura, inicio del Neolítico, (hace nos 10-12.000 años).

    Hace unos 5-6.000 años, con el inicio de la escritura. En el 1.000-1.200 a.C., con la edad de hierro, la domesticación de animales de carga, y el inicio del pensamiento autoreflexivo.
    El famoso siglo VI a.C., con la aparición de una serie de genios, que han iluminado el mundo, y de los que seguimos comiendo mendrugos desde entonces.

    Y ahora, se dice que estamos al borde de un momento similar.

    ¿Cómo se produce ese emergentismo cultural?. Hay una teoría muy bonita, que es la de “la quinta disciplina”, expuesta en un libro de Peter Senge.
    http://jmonzo.blogspot.com.es/2011/11/fifth-discipline-de-peter-senge.html

    Con el ejemplo del surgimiento de la aviación comercial, Senge explica como para el despegue de ciertos saltos cualitativos importantes, se precisa la disposición conjunta de una serie de tecnologías secundarias, que en sí mismas tienen una importancia secundaria, pero que mancomunadas, generan un salto cualitativo excepcional.

    Según esta teoría, el gran salto cualitativo que espera al hombre, no vendrá de los avances en informática, biotecnología, psicotrónica, etc. Sino de la acción conjunta de todos eso.
     

    La aceleración es tal, que la mayoría de nosotros no lo veremos, pero nuestros hijos y nietos, asistirán a ese momento histórico.

    Añadido 1:
    Lleva razón Oscar, cuando apunta hacia que el discurso intelectual, parece muchas veces ajeno a los avatares del día a día que son muchas veces, terribles y angustiantes y parecen los prolegómenos de una catástrofe histórica.

    Pero a veces la especulación científica, o filosófica, sirve para mantener la esperanza, aunque sea a medio y largo plazo. Y eso no es poco.
     

    Y nos sirve para ir tirando y no caer del todo en la desesperación que conduce en parte en el infantilismo de negar la realidad confundiéndola con los deseos, o en el desánimo, o lo que es peor al ¡sálvese quien pueda!, tan común, unas veces explícito y casi siempre, implícito.

    Añadido 2:
    Agradezco los comentarios de Oscar, Santiago y Jauanel, a los que debo respuesta, deuda que espero pagar pronto.

  • oscar varela

    Hola!
     
    He aquí un caso de un “MUNDO PERCEPTIBLE” por parte de abogados del MUNDO de la JUSTICIA, que percibieron su estado de globalización.
    …………………………
     
    GARZON Y ZAFFARONI PROPONEN:
    INCLUIR DELITOS ECONOMICOS Y AMBIENTALES ENTRE LOS ALCANZADOS POR LA JUSTICIA UNIVERSAL
    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-279736-2015-08-20.html
     
    Nuevos fundamentos de la jurisdicción universal
    para defender los derechos humanos.
     
     
    Garzón
    * “Hay crímenes económico-financieros que responden a políticas agresivas que afectan a países completos, a millones de personas”.
     
    * “También hay crímenes contra el medioambiente, que afectan a productos básicos para la subsistencia humana”.
     
    Zaffaroni y Garzón:
    * coincidieron en la necesidad de modificar y actualizar los principios que rigen la jurisdicción universal para que puedan ser juzgados en ese marco los delitos económicos y ambientales.
     
    * Actividades como la de los fondos buitre podrían ser perseguidas por tribunales internacionales.
     
    El 9 y 10 de septiembre se reúnen en Buenos Aires personalidades del derecho y miembros de organismos de derechos humanos y sociales en el Congreso Internacional de la Jurisdicción Universal organizado por la Fundación Baltasar Garzón.
     
    * “Llevamos casi veinte años desde que se produjo el inicio de la aplicación del principio de jurisdicción universal.”
     
    * “Este nuevo enfoque pretende abrir un debate que ya existe en muchos ámbitos. Y en unos años va a ser una realidad”.
     
    * “La responsabilidad penal internacional de las corporaciones en sus acciones en distintos países,
    * la diferencia de trato que hay respecto de las corporaciones en las legislaciones de los países donde tienen sus casas matrices y de los países donde desarrollan sus inversiones y se producen violaciones sistemáticas a los derechos humanos,
    * las actividades de extracciones masivas de recursos naturales que ponen en riesgo no sólo las comunidades sino la naturaleza misma,
    * las responsabilidades de los bancos cuando reciben fondos de países que están al borde del default y la de los organismos reguladores”.
     
    Garzón y Zaffaroni:
    *  impulsaron una iniciativa para que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU iniciara una investigación sobre las consecuencias que en materia de derechos humanos tiene el accionar de los buitres, pero también ser muy cuidadoso al ceder soberanía judicial.
     
    * “La iniciativa argentina en la ONU seguramente no será bien recibida por los bloques europeos y Estados Unidos y Canadá, que resisten ese tipo de regulación de los fondos de inversión, pero resulta necesaria. La falta de regulación de este tipo de hechos coadyuva a que se puedan producir actividades que están incluso fuera de la aplicación del derecho”.
     
    Garzón:
    * “hay necesidad de regular las actividades de las agencias de calificación, el uso abusivo de fondos internacionales o la desviación de fondos internacionales a fines ilícitos”.
     
    * “Hay un ámbito de responsabilidad penal de las empresas, hay que vincular la actividad de las empresas a los derechos humanos, el derecho humano al desarrollo”.
     
    Zaffaroni:
    * “El gran problema en el mundo hoy no es el imperialismo en el sentido de países, como en el siglo XIX y parte del XX. Hoy hay corporaciones, los políticos tienen un poder local, las corporaciones transnacionales se desplazan, superan lo local y le ponen coto al poder político, tanto en el centro como en la periferia y tienen interés en llevar a la jurisdicción universal todo lo que les molesta pero evitar que pueda entrar en la jurisdicción universal todo lo que pueda molestarles a ellos. El poder punitivo puede servir como acto de justicia, pero también como persecución”.
     
    * El crimen de agresión (o contra la paz) es el mismo pero hay nuevas formas. Por ejemplo, actualmente se han vencido limitaciones para interferir comunicaciones y hasta se autonomizan los servicios de información. Eso es una agresión, es un crimen contra la defensa de un Estado. El genocidio hoy no se comete de la misma manera”.
     
    Garzón:
    * “el uso de la definición clásica de genocidio como el ataque sistemático y generalizado contra una población con la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso podría aplicarse, por ejemplo, a la utilización de cultivos con productos tóxicos que producen problemas irreversibles en cientos de miles de personas.
     
    “¿Podemos definir esto como un crimen de lesa humanidad? Quizás sí”.
     
    * “Cuando se anunció el referéndum en Grecia hubo una salida masiva de fondos de bancos. Pero esos fondos los recibieron bancos en la Unión Europea, en Estados Unidos. ¿Qué responsabilidad les cabe? A lo mejor no es penal, a lo mejor es civil, o es un embargo, o una exigencia de devolución”.
     
    * “La motivación económica financiera de los genocidios todavía está inmaculada. En la Corte Penal Internacional no se han iniciado acciones contra empresas que se aprovechan o ayudan a esas actividades”.
    …………………..

  • oscar varela

    Hola!
     
    La “filosofía de la comprensión” consiste en “COMPRENDER”
     
    Alguna gente me decía:
    -“¡Mucho comprender, mucho comprender! ¿Pero cómo comprender a un tipo que te hicha las pelotas sin ningún motivo?
    -“¡Muy fácil!- le explicaba- Ahí es cuando la “comprensión” está bien, pero bien clarita.
    -¿Cómo?
    -¡Sí! Le “comprensión” allí consiste en una “patada en el culo”.
    -Perdoname pero no te entiendo.
    -Con la “patada en el culo” el tipo va a parar a “su lugar”.
    -¡Vos estás loco!
    (Y ahí quedó la cosa)
    ……………………..
     
    Yo no trato de pegar esa “patada en el culo” a ningún científico. Solo que insisto en que “ocupen su lugar” en la Sociedad (en la cual y de la cual viven).
     
    Prefiero, junto a Roberto Salvarezza, Presidente del “Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas” (CONICET) en Argentina y Doctor en Bioquímica, resaltar que:
     “Los científicos tienen el deber de impactar en el entramado social”
    …………………….
     
    Toda investigación surge para resolver una duda y desanudar un problema.
     
    Una curiosidad intensa que motoriza las aspiraciones personales y modifica las vidas de unos sujetos que, devenidos científicos, se pasarán sus horas develando tal o cual misterio que, en algunos casos, afrontarán como si de una experiencia religiosa se tratara.
     
    Se encerrarán en sus cabezas –encerradas en laboratorios– mientras por las ventanas desfilarán los sucesivos veranos, otoños, inviernos, primaveras, y de nuevo más veranos, más otoños.
     
    ¿Y para qué sirve su trabajo?
    ¿Qué hacer para que sus logros se palpen en lo cotidiano?
    ¿Qué impacto tiene la ciencia en la vida de las personas?
    ¿Se puede vivir sin científicos?
     
    El Conicet es el principal organismo que, en Argentina, se dedica a la promoción y a la ejecución de actividades científicas y tecnológicas.
     
    Su actividad se divide en áreas que agrupa diversos campos de estudio:
    * ciencias agrarias,
    * ingeniería y de materiales;
    * ciencias biológicas y de la salud;
    * ciencias exactas y naturales, y
    * ciencias sociales y humanidades.
     
    Se ocupa de fomentar y financiar investigaciones que apuntan al desarrollo de la economía nacional y a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
     
    I- CIENCIAS DURAS, CIENCIAS BLANDAS
     
    –¿Cómo definiría el concepto de ciencia?
     
    –La ciencia es la búsqueda del conocimiento.
     
    En el “conocer” se derivan dos caminos posibles.
    * Por un lado, el investigador podría tener la intención de conocer por curiosidad, es decir, por la acción que implica formular una pregunta y poder responderla (ello abarca todos los campos científicos, tanto las disciplinas sociales como las exactas, las naturales, etc.).
    * Por otro lado (como sucede en el caso de las ingenierías), al individuo le puede interesar aplicar los conocimientos para resolver un problema puntual que se desarrolla en lo cotidiano.
     
    –¿Dónde ubicar a las ciencias sociales?
    ¿qué rol cumplen en la sociedad?
    ¿A qué necesidad responden?
     
    –Las diferencias entre las disciplinas exactas y las sociales se han pulido bastante.
    Yo creía que la ciencia pensaba en aplicaciones y dispositivos tecnológicos.
    Un día lei una crítica: -“el doctor Salvarezza se olvidó de las ciencias sociales”.
    Desde entonces abogué por la construcción de un enfoque más integral.
    Descubrí que la aplicación de las ciencias sociales es enorme.
    Los investigadores ligados a esta rama generan un conocimiento que es de enorme importancia para el Estado.
     
    –¿Por qué?
     
    –Hay científicos que trabajan en el Ministerio de Trabajo.
    * historiadores y sociólogos que abordan:
    * problemáticas de género;
    * recursos humanos;
    * urbanización cómo se distribuye la población, etc.)
    * exploración de estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas en asentamientos y en viviendas precarias;
    * estudios de los procesos de comunicación que investigan el rol de los medios de comunicación y su vínculo con los derechos humanos, etc.
     
    –¿Y cómo participan estos estudios en aquello que denominamos “realidad”?
     
    –El Estado necesita de cientistas sociales e intelectuales que desarrollen investigaciones de calidad para afrontar los procesos de toma de decisiones y la generación de consensos en las distintas áreas que conforman nuestra sociedad.
     
    Por ejemplo: la Fundación YPF, además de geólogos o ambientalistas, lo que más nos demanda se relaciona con los conflictos sociales. Nos solicitan científicos que pertenezcan a dichas disciplinas y estén preparados para explicar las relaciones entre las condiciones laborales, las características demográficas y los movimientos comunitarios.
     
    –¿ podría aplicarse al ejemplo del litio?
     
    –Sí, claro.
    Somos el tercer país con mayor reserva de litio en el mundo (zona compartida con Chile y Bolivia).
    Si se decide encarar un proyecto nacional no sólo es importante considerar la extracción del recurso sino que, también, es necesario abordar la temática desde una perspectiva holística que considere, por ejemplo, el manejo del agua y el impacto económico, social y político para los pueblos originarios y los habitantes de la zona.
    Para todo ello, se necesitan investigadores que analicen los grupos sociales.
    En el Conicet los tenemos y son muy buenos.
     
    II UNA CIENCIA COTIDIANA
     
    ¿cómo caracterizaría el estado de la ciencia en el país?
     
    –El sistema científico se ha robustecido.
    * Desde el 2003 se incrementó el presupuesto de Conicet de 260 millones a 5200 millones;
    * se pasó de 3000 a 9000 investigadores,
    * de 1800 a 10.000 becarios;
    * de 100 a 250 institutos de ciencia.
    * el desafío es entender cómo actuar, cómo manejarnos.
     
    –¿Articular la aplicación de la ciencia en el engranaje productivo de la nación?
     
    –Sí!
    * Lograr que la ciencia esté presente en todo el entramado económico y social.
    * llevar salud a los hospitales –biología molecular al diagnóstico, por ejemplo–,
    * transferir conocimientos y recursos humanos que trabajen temáticas de justicia –en relación con la firma de acuerdos para capacitar técnicamente a los investigadores en laboratorios judiciales–
    * ni hablar de nuestra injerencia en los desarrollos de tipo productivo y tecnológico.
     En definitiva, existen muchos canales por los que se ha transferido conocimientos y recursos humanos capacitados para que la ciencia se involucre en la vida cotidiana de las personas.
     
    –¿Qué ventajas cree que presenta un país que tiene un sistema científico fortalecido?
     
    –Esta pregunta se puede abordar desde múltiples dimensiones.
     
    En primer lugar, no se crece si se es incapaz de impactar en la población.
    * Para tener trabajos publicados en buenas revistas alcanza con un número bastante más reducido de científicos.
    * En cambio, como el principal objetivo al que apuntamos es transformar la sociedad, nos esforzamos por formar la mayor cantidad de investigadores capaces de plantear soluciones frente a los conflictos locales.
    * Es clave definir qué proyecto de país y qué visión a futuro poseen los gobernantes, para que la ciencia camine por un trayecto seguro.
     
    –¿Qué proyectos de país piensa que existen?
     
    –Podríamos definirlo en dos grupos.
     
    A) Si los gobernantes se orientan hacia la construcción de un país:
    * cuyas empresas compitan,
    * una nación con industrias que produzcan innovaciones,
    * hacia la consolidación de una economía pujante con marcado desarrollo interno y expansión hacia el exterior,
    * será clave el fortalecimiento del sistema científico.
     
    B) Si lo único que interesa es el sistema financiero y las exportaciones primarias
    * no se requiere de un sistema científico fuerte.
    * Cuando se mandó a lavar los platos a los investigadores del Conicet se decía:
    # ¿para qué sirven los científicos en un modelo neoliberal?
    # Para el Estado, la ciencia era un gasto inútil y los investigadores conformaban un grupo de empleados ociosos.
     
    Pero,
    * si construimos nuestro propio satélite,
    * si incrementamos la producción nacional de medicamentos,
    * si buscamos consolidar la biotecnología y cultivamos semillas propias,
    lo que se necesita, indefectiblemente, es una estructura apta para realizar innovaciones.
     
    Desde esta perspectiva, el imaginario sobre el modelo de país orienta las políticas públicas que se realizan para construir una dinámica social determinada.
     
    –Se revitalizó el sistema científico desde un punto de vista material, pero también simbólico. ¿Qué quiere decir con eso?
     
    –En los ochenta y en los noventa, las políticas expulsaban a los científicos.
    Fueron décadas de éxodo económico en que los investigadores se marchaban del país por la ejecución de medidas que tendían a la hiperinflación y porque ganaban sueldos miserables que no les alcanzaban para vivir. Algo parecido ocurrió en el 2000.
     
    Entonces, ¿cuál es la concepción que se tiene del sistema científico si se expulsa a los individuos que fueron capacitados para producir ciencia?
    Eran trabajadores que al Estado no le interesaba mantener, empleados que sencillamente sobraban.
    Ahora la óptica cambió totalmente.
    * Se propuso (en 2004) la formación de 1400 becarios anuales –antes eran 200.
    * Se planteó la recomposición salarial.
    * Se impulsó la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva.
    * Se pensó en la conformación de un Estado fuerte, capaz de producir su propia ciencia y desarrollar su propia tecnología desde la órbita estatal y no desde el sector privado.
     
    –¿Qué lugar está ocupando la ciencia?
     
    –Está bien instalada en el imaginario colectivo.
    * Se creó el parque Tecnópolis.
    * Hay un espacio en que la ciudadanía debate sobre el conocimiento.
    * Hoy discutimos
    # cómo hacer ciencia,
    # hacia dónde queremos ir y cómo actuar en consecuencia.
    # Antes, la ciencia no estaba en la agenda de ningún gobierno.
    # Debatíamos sobre cómo pagar la luz de los institutos de ciencia y si lo cerrábamos al día siguiente por falta de recursos.
    # Se instaló la ciencia como un insumo vital para que la sociedad camine.
    # Se creó una deuda: los científicos tenemos el deber de impactar, con trabajos, en el entramado social.
    …………………

  • Juanel

    Nota: la transferencia horizontal de genes, que tiene cada vez mayor importancia en los saltos evolutivos de organización estructural en los seres vivos, no tiene que tener una interpretación emergentista, pues se realiza por medio de vectores víricos, en un  proceso bien descrito hace años en bacterias, pero que hoy también se describe en los seres pluricelulares. Nuestro genoma está “infectado” por genes que no proceden de nuestra especie, sino de cualquier otra, introducidos en nuestro ADN por virus. ¿Por dónde se ve un patrón hacia la complejidad?

     
    ¡Ah! pregunto ¿qué tiene de emergentista la auto-organización de estructuras propuesta por Ilia Prigogine? Es más bien evolucionismo reduccionista.

  • Juanel

    Bien Isidoro, está muy bien lo que dices. Lo comparto “casi” todo, porque forma parte de la raíz de mi pensamiento. Yo también interpreto el mundo natural y humano desde la Ciencia y las Neurociencias ocupan un lugar preferente. Pero el emergentismo, tiene un problema que consiste en que roza la metafísica y por tanto la fe y la fe no es Ciencia. Si el emergentismo no se saliera de la Teoría Sintética de la Evolución justo en el sentido que empleas “el surgimiento de un nuevo ente con unas propiedades o procesos de su sistema no reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes”, entonces no tengo ninguna objeción que hacer. Es evidente que una catedral no es un conjunto de ladrillos o piedras sino sobre todo la estructura o el orden en el que están dispuestas, lo mismo que un ser vivo o que el cerebro. Las cosas no son sólo sus constituyentes (materia-energía) sino también su estructura-función y por tanto orden e información. El problema metafísico surge al hablar del origen de ese orden e información tal como hace Santiago, y a menudo el emergentismo lo sugiere, al proponer un principio natural hacia la complejidad.

    El principio natural hacia la complejidad NO es demostrable ni siquiera mostrable en ninguna rama de la Ciencia Experimental Físico-Química ni Geo-Biológica. Reconozco que el evolucionismo (reduccionista) tiene también un principio: el de supervivencia de las especies, pero este sí es demostrable y sobre todo mostrable de forma reiterada en la naturaleza. El orden nuevo o estructuras nuevas (dices emergentes) NO surgen porque los materiales (materia-energía) obedezcan sumisas a un principio rector de orden o categoría superior a sí mismas, sino que responden sencillamente a las pautas de la Teoría de Sistemas. Y esto en el pensamiento emergentista no resulta claramente expuesto.

     
    Mi fe no está puesta ni en la Naturaleza ni en la Ciencia sino en la Humanidad. La Ciencia es para mí un instrumento, es decir, la Ciencia es para el hombre y no el hombre para la Ciencia. No sigo a Theilard de Cardin, no creo en absoluto que la Naturaleza se encamine o se dirija hacia la Noosfera ni culmine en el punto omega cósmico. Sin embargo, sí creo en que llegará un tiempo histórico de Plenitud Humana. Plenitud que incluye también el conocimiento científico total y completo del mundo natural y humano. El Cosmos es lo que es y no forma parte de la Plenitud Humana, sino sólo como su entorno vital y el lugar que dio origen a nuestra especie estrictamente por procesos evolutivos naturales, sin dirección ni finalidad, sin planes ni diseños previos. Es más la Plenitud Humana si culmina en lo eterno de Dios tendrá necesariamente que ser transformada y DEJAR el Cosmos abandonado a su suerte.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo de Isidoro:

    -“considero uno de los sucesos más importantes de mi vida,
    (si no es el más importante),
    * el haber llegado,
    (en un lento proceso de interiorización personal),
    * a la convicción de que hay un sentido en todo,
    * que la ciencia nos está permitiendo conocer.”-
    ——————

    Es muy lindo escuchar cosas así ¿no?

    Mejor dicho; escuchar gente que sienta así

    ¡Gracias Isidoro! . ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Santiago

    Sin embargo, Isidoro, “aunque las neuronas cerebrales codifiquen y decodifiquen información interna” y el cerebro humano funcione como un sistema bio-mecánico de computación semejante a un ordenador….no se dio este “orden” a a si mismo…sino como todo lo vital tuvo que tener una información extrínseca que lo “ordenara”..La mente humana, pues, tiene capacidad  CUANTITATIVA   en cuanto a lo meramente neurobiológico pero no en cuanto a las operaciones EXTRA físicas: abstracción, conceptualización, y conciencia de la facultad de amar, sufrir y decidir…
    LA CONCIENCIA surgió dentro de la evolución del sistema nervioso de los primates…como la base o sustrato físico pero no necesariamente como una consecuencia EXCLUSIVA de esta necesaria evolución. La CONCIENCIA pues no es funcionalmente irrelevante ya que desempeña un papel crucial en nuestro psiquismo…Pero nuestro psiquismo no es meramente lo biológico y lo  físico sino que es capaz de realizar  operaciones que van mas allá de lo puramente neurológico….La conciencia humana es capaz, pues de una trascendencia que se realiza mas allá de nuestra naturaleza materia….aunque la tenga por base e instrumento…

    LA AUSENCIA de actividad consciente y de conciencia en las máquinas nos indica que la diferencia de un ordenador con nosotros los humanos es de naturaleza cualitativa…Hay algo mas…que se nos escapa…..
    SI LA CONCIENCIA no es mas que la vivencia subjetiva de nuestra realidad directa que podemos relatar….y la LIBERTAD consiste en poder decidir…entonces conciencia y libertad es lo que nos define como PERSONAS..no como meros individuos….Por eso, la capacidad humana de  especular conscientemente no está determinada….mas bien, es indeterminada…y NUESTRAS DECISIONES conscientes, por tanto, no está sujetas a las leyes FÍSICAS ya que forman parte de otra dimensión que es inmaterial…Las decisions humanas no son MECÁNICAS, ni determinadas por un proceso científico sino que escapan  al conteo de las matemáticas.

    Las máquinas inteligentes carecen, pues, de conciencia….y por tanto       carecen de libertad.   La libertad es exclusivamen te humana.        …Los ordenadores pueden simular la conciencia que nosotros mismos programamos y ordenamos , pero no tienen la capacidad de lo consciente en “si mismos”
    Por tanto, la experiencia consciente no equivale   100×100     a la actividad neurológica. Existe, no hay duda, una interacción y un susbstrato biológico en las experiencias  conscientes ya  sean objetivas o subjetivas, pero la causa es inmaterial….Nuestra estructura no es simplemente físico-mecánica sino que la actividad consciente que proviene de la acción coordinada de la inconsciente, traspasa las leyes naturales y obedece a leyes y principios muchos mas sofisticados….ESTO es por tanto, la esencia de ser HUMANOS…..privilegio único que no creamos sino que “recibimos” y  que nos distingue del resto de la CREACIÓN.

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández

  • Isidoro García

    Parece claro que el tema que se está ventilando en este hilo, es la constatación de que con el equipaje constitutivo del hombre que surgió hace 200.000 años, (el “homo sapiens sapiens”, o sea nosotros), no estamos capacitados para solventar los problemas que  nos acucian en la actualidad, y en el futuro.

    Ese equipaje nos ha servido, para sobrevivir, y dominar al resto de seres vivos que nos acompañan, garantizando que no desaparecíamos por inanición. Pero una vez superado ese escollo, ahora nos encontramos que estamos en problemas por exceso de éxito, y vamos camino de la liquidación del planeta, por exceso de población y mala organización interna.

    Para conseguir triunfar en este reto, debemos mejorar nuestro equipaje, nuestra naturaleza constitutiva, y esto solo se consigue mediante una metamorfosis, una transformación, que hasta hace poco solo era conseguible, mediante una mutación genética, ya sea aleatoria o mediante automanipulación genética.

    Genéticamente, somos prácticamente los mismos que hace 200.000 años, cuando se inició la especie en el sureste de Africa, con muy pequeñas variaciones.

    Sin embargo, la neurología nos enseña, que somos como un ordenador, que cada vez tenemos cargados mas programas. El ordenador es el mismo, pero su software y su utilidad, es muy distinta.

    Nuestro cerebro, es muy plástico. Viene cargado de origen, por herencia genética, con una serie de sistemas neuronales, que realizan funciones específicas, conductas innatas fundamentales y otros, muy relacionados con los “arquetipos” junguianos.

    Como por ejemplo venimos con el “mentalés”, que es un lenguaje innato universal, presentido por Noam Chomsky, que luego se desarrolla en mayor o menor medida, pero que hace que todas las lenguas tengan una estructura común.

    Luego vamos desarrollando nuevos circuitos neuronales conductuales, mediante el aprendizaje y la práctica de habilidades nuevas.

    Y por último a veces, inesperadamente surgen nuevos circuitos neuronales, que “emergen” dando lugar a grandes saltos cualitativos, que abren un nuevo panorama cultural ante nosotros, con resultados “maravillosos”.

    Esta “emergencia” de nuevas capacidades, es nuestra única esperanza, de cara al futuro, porque los actuales, nos son insuficientes.
    Por ello es muy interesante el estudio de los mecanismos que dan lugar a ese “emergentismo”, ver http://www.tendencias21.net/El-emergentismo-una-via-humanista-de-la-ciencia_a1058.html.

    Hasta hace poco, el mecanismo bioquímico por el que se producían los cambios evolutivos en los seres vivos, (la mayoría inviables, y unos pocos viables, que a su vez, debían pasar el examen de su adaptación al medio ambiente), eran las mutaciones aleatorias que se producían en los ADN, ya por errores aleatorios de copia en el momento de la fecundación, o ya por influjos exteriores como radiaciones recibidas, etc.

    Pero se ha empezado a poner de moda, una nueva teoría surgida hace bastante tiempo, que es el emergentismo. Este se puede definir en general, como “el surgimiento de un nuevo ente con unas propiedades o procesos de su sistema no reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes”.

    La explicación reduccionista, “reduce los fenómenos vitales superiores al orden inorgánico inferior (físico-químico), derivando a una explicación mecanicista, determinista y, en el fondo robótica, de los seres vivos”.

    El emergentismo, es un mecanismo evolutivo de complejización acumulativa, que forma parte de las leyes generales del Universo, que se iniciaron, con el inicio del  mismo. (La totalidad es más que la suma de las partes, y por lo tanto no reductible a la sumatoria de estas).

    El concepto de emergencia está relacionado con los conceptos de autoorganización, (Prigogine), y complejidad.

    Actúa desde el momento cero, tanto en los reinos de la materia inanimada, en el de la vida, y por último en el de la Inteligencia.

    En el mundo de la materia inanimada un ejemplo es la formación de una  molécula de agua, (líquido), a partir de la unión de un átomo de hidrógeno y otro de oxígeno, ambos de propiedades y características muy distintas del agua.

    En el mundo de la vida, este emergentismo se da a través de modificaciones del ADN de los seres vivos, (mutaciones), transferencia horizontal de genes (HGT, por sus siglas en inglés), que consiste en la transmisión del genoma o parte de éste de un organismo a otro que no forma parte de su descendencia.

    También se produce transferencia genética entre especies alejadas filogenéticamente, lo cual permite la formación de genomas extraordinariamente heterogéneos y dinámicos.

    “En los últimos años se han acumulado evidencias de que este proceso puede ser mucho más generalizado de lo que se pensaba en un principio, no estando reducido a ciertos tipos de bacterias. La transferencia horizontal de genes parece haber tenido una gran importancia en todos los grupos de seres vivos, incluyendo plantas superiores y animales, al menos en las primeras etapas de la evolución. Hoy sabemos que gran parte del genoma humano está constituido por ADN vírico, incorporado al material genético de la célula.

    El papel de la HGT en la evolución es uno de los puntos más activos de discusión en biología evolutiva. Desde aquellos que la consideran una fuente más de variación genética, hasta algunos investigadores que creen que nos hallamos ante un nuevo paradigma biológico, que no se limitaría a completar la nueva síntesis evolutiva, sino incluso a sustituirla en buena parte”.

    (Información del blog “La Ciencia y sus demonios, http://lacienciaysusdemonios.com/2010/06/24/entendiendo-la-evolucion-v-transferencia-horizontal-de-genes/ ).

    Pero lo importante de cara al futuro del hombre, a su metamorfosis en una especie con una inteligencia superior, capaz de resolver nuestros acuciantes problemas, es que este emergentismo funciona igualmente en el reino de la Inteligencia.

    Aquí se produce por interacción y relación entre diversos circuitos neuronales del cerebro.

    El pensar que la mente es solo el cerebro material, o sea el conjunto de las neuronas del mismo, es un error reduccionista. Pero el pensar que existe en la mente cerebral, dos entidades, cerebro y espíritu o alma, es un error dualista.

    El cerebro, como todo componente del universo, está compuesto de (materia/energía) + (información u orden). Podríamos decir que una catedral es el conjunto de piedras, puertas y vidrieras que tiene. Pero si están apiladas en un montón en el suelo, no es una catedral.

    Una catedral es el conjunto “ordenado” de esos componentes.  Y ese orden o información es un fruto, un destilado, un producto del uso de unas normas y unas leyes, que a su vez parecerían producto de una inteligencia.

    Francis Crick,  (The scientific search for the soul), señala: “Las células individuales del cerebro no son exclusivamente mentales, pero cuando se conectan entre sí, cada una contribuye a algo que de alguna manera se convierte en mente”.
    “La idea central del emergentismo (en la Inteligencia), es que la mente ha emergido o surgido de la evolución del cerebro. De esta forma la mente o lo mental sería una propiedad de la materia (cerebro) que interactúa y está influenciada por ella, pero que a su vez, posee estructura y leyes propias”, (que serían las leyes y mecanismos de actuación del emergentismo en el reino de la Inteligencia.
    “Las propiedades físicas de los objetos, es lo  fenoménico, y las experiencias subjetivas en relación a los objetos, es lo  fenomenológico.
     

    Y estas experiencia subjetivas son lo que constituye la conciencia, y los fenómenos mentales de la misma pueden ser descritos por redes de unidades sencillas (neuronas) que se interconectan, pudiendo hablar así de representaciones neuronales que codifican información ambiental y decodifican información interna”.

    (Perdón por el rollo. Si ha lugar, seguirá).

  • Isidoro García

    (Perdonad, el paréntesis sobre el tema que se está reflexionando, que proseguiré mas tarde, pero un párrafo de Juanel, me impele a hacer una confesión personal).

    Dice Juanel: “A mí me parece que tal como están las cosas pretender una visión holística o global para resituar el ser humano individual y colectivo en el mundo, hoy resulta poco menos que imposible.
    Todo el pensamiento débil posmoderno se refiere a esa deslocalización, pues lo que se hace patente es que no sabemos ni se sabe en dónde estamos y menos aún hacia dónde vamos en corto plazo.
    Ciertamente este es un periodo de crisis profunda, pues los cambios son tan rápidos que no da tiempo a asentarlos en un sistema estable de pensamiento”.

    Iba a decir que lamento discrepar con Juanel. Pero la verdad es que no lo lamento en absoluto. Incluso diré que tengo a gala, y considero uno de los sucesos más importantes de mi vida, (si no es el más importante), el haber llegado, en un lento proceso de interiorización personal, a la convicción de que hay un sentido en todo, que la ciencia nos está permitiendo conocer.

    Es verdad que la Humanidad a corto y medio plazo, está sufriendo unos graves problemas de crecimiento y de inadaptación intrínseca a los nuevos tiempos que atravesamos.

    Somos un poco, como un viajero que sale de un terreno llano, y tiene que atravesar unas altas montañas, sin equipamiento adecuado, de ropa, calzado y provisiones. Tenemos que ir solventando esas dificultades sobre la marcha. Y cuesta mucho. Pero se lleva mejor, si sabemos el objetivo a dónde vamos en este viaje.

    Cuando en escritos anteriores me refería a que el mundo se divide entre los que creen en algo y los que no creen en nada, me refería justo a eso.

    Yo comprendo que para los escépticos, esta postura de “nuevo converso”, resulta bastante irritante, y por eso ya me he ganado más de un rapapolvo de algunos colaboradores, de fatuidad, credulonería y hasta de prepotencia. Doy por bueno el precio a pagar. Porque me permite mirar la vida de otra manera: como el que sabe de qué va el tema. Lo siento por los que no puedan.

    Claro que no es fácil. Las cosas son tan complejas, que abruman. Pero el evolucionarismo del Cosmos, (y de nosotros con él), nos sitúa perfectamente en nuestro pasado, presente y futuro. (A corto y medio plazo, es otro tema).

    (Sigo aconsejando a los interesados en el tema el libro “Evolucionarios” de Carter Phipps, http://www.tendencias21.net/libros/Evolucionarios-El-potencial-espiritual-de-la-idea-mas-importante-de-la-ciencia_a479.html?com

    En mi proceso personal, para conseguir la síntesis de conocimientos necesarios, además de una curiosidad intelectual activa, mi regla de oro, (parafraseando a San Agustín), es:
    1.
    En lo conocido o conocible a corto plazo: siempre la Ciencia, con la mirada siempre en el próximo futuro.
    2. En lo difícilmente conocible, mucha imaginación creativa y controlada,
    libertad personal absoluta sin atadura a ningún organización,
    confianza absoluta en que todo acabará bien,
    ningún miedo al ridículo personal, (hasta en el tema de los extraterrestres, Juanel),
    y relectura de las distintas “revelaciones”, a la luz de la Ciencia, buscando “la sabiduría perenne”, (el denominador común a todas).
    3. En lo abolutamente desconocido y desconocible, el hipotético Dios Primero, Creador e Ignoto: silencio absoluto, y no meterlo en nuestros planteamientos. Cómo si no existiese.

    Y esto me ha llevado a “redescubrir” el cristianismo, y su mensaje “secreto”.
     

    (Dijo Jesús: «El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo». Dicho 2 del evangelio de Tomás).

  • ana rodrigo

    Oscar, cuánto me ha gustado la reflexión que nos propones ,independientemente de que la expliquen autoridades prestigiosas. Creo que es una obviedad el que un “objeto” pasado por el filtro del sujeto se transforma en mayor o menor medida  y puede parecer que se trate de objetos absolutamente diferentes, incluso, se puede acabar la objetividad.

    Y esta obviedad es de una trascendencia inmensa ya se trae de individuos, ya se trate de sociedades, de culturas, de costumbres, etc. etc. Y no por la ya repetida obviedad deja de ser importante el que de vez en cuando la sometamos a reflexión para que la comprensión, el discernimiento, la empatía, la diplomacia, el entendimiento entre naciones, culturas y religiones se vaya imponiendo y activando continuamente.

  • Juanel

    Como sabes Isidoro, la interdiciplinaridad es un asunto que está ya penetrando en los equipos de investigación científica. Por ejemplo en las Neurociencias los problemas planteados se abordan en equipos múltiples con biólogos, médicos, psicólogos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, filósofos, humanistas, teólogos, informáticos, matemáticos,…., de culturas muy diversas, que participan en un mismo programa desde centros diferentes extendidos por el mundo, al estudiar por ejemplo la conciencia humana. Cada vez se hace más patente que problemas complejos no pueden ser resueltos en el rincón del especialista, se requiere el conjunto de diversas perspectivas y aún así resisten a encontrar solución, aunque en pocos años se ha avanzado y mucho.

    Hace poco leí en la revista divulgativa “Mente Cerebro” que el boom de interés por los avances en Neurociencia, y el apego comercial de revistas importantes a dar resultados espectaculares, hace que se publiquen trabajos sin los requisitos que tendrían que darse en los trabajos de Ciencia. Quiero decir que se publican resultados con muestreos estadísticos insuficientes, sin comprobación experimental o repetición de las pruebas, lo cual lleva a cierta sospecha de lo que se dice, queriendo “colar” por científico algo que al menos por ahora no lo es, con falta de ética profesional por necesidades financieras. Supongo que con tiempo se podrá separar el trigo de la cizaña. Para tomar los resultados de las Neurociencias en una perspectiva holística, por ahora hay que ser prudentes y tomar cierta distancia hasta que las cosas se aclaren.

    Radicar los conocimientos científicos en el mundo cultural del hombre es una tarea necesaria. El conocimiento de la verdadera naturaleza humana y su resituación en el mundo, dices Isidoro que requiere una base firme que a veces se busca con ansiedad en las leyes de la Naturaleza (de la Ciencia). Apuntas que esto no se ha hecho siempre bien con el mal resultado del mecanicismo determinista surgido de la Física de Newton, o el darwinismo social y las prácticas eugenésicas como corolario a la selección natural de la Biología de Darwin. Buscar una base firme en la Ciencia está bien, es lo que yo hago o lo que intento hacer, pero es que la base se mueve a gran velocidad y por ello más que firmeza se requiere un espíritu relativista y crítico.

    A mí me parece que tal como están las cosas pretender una visión holística o global para resituar el ser humano individual y colectivo en el mundo, hoy resulta poco menos que imposible. Todo el pensamiento débil posmoderno se refiere a esa deslocalización, pues lo que se hace patente es que no sabemos ni se sabe en dónde estamos y menos aún hacia dónde vamos en corto plazo. Ciertamente este es un periodo de crisis profunda, pues los cambios son tan rápidos que no da tiempo a asentarlos en un sistema estable de pensamiento.

     
    Oscar habla de un concepto de generación muy interesante en mi opinión y que le agradezco, pues sobre el tema aunque algo he leído lo expone de forma clara, en un resumen concreto y preciso, útil en la comprensión de la historia. En seguida me hizo recordar la lucha generacional de los años 60 y 70, las décadas de la generación beat y hippy rompedoras. Sin embargo, a mí me parece que el concepto se ha quedado atrás, pues la aceleración de las nuevas generaciones es tan rápida en el final de siglo y principio de éste, que se solapan entre sí de tal modo que cuando se encuentra un nombre para una, no da tiempo de asentarse y ya tenemos otra u otras encima, se forman y disuelven como pompas de jabón.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Este Jakob von Üxküll da que hablar ¿no? n cierta manera este biólogo hace punta, o mejor dicho le “saca punta al lápiz” de una generación de biólogos iniciando el siglo XX (De Vries, Jenning).
     
    El lápiz es entonces adecuado para escribir “nuevos modos de pensamiento”.
     
    Así de simple y no hay mucho más que inspiraciones, tal vez promisoras en tiempos críticos.
    …………………..
     
    ABOLENGO BIOLÓGICO DE LA IDEA DE GENERACIÓN
     
    La aparición de lo nuevo (su “qué y cuándo”) es el problema acuciante cuando el ser humano siente su tiempo en Crisis.
     
    Entonces sentimos el deber de presentir lo nuevo. Hay que tener el valor de afirmarlo. Nada requiere tanta pureza y energía como esta misión. Porque den­tro de nosotros se aferra lo viejo con todos sus privilegios de hábito, autoridad y ser concluso… Lo viejo podemos encontrarlo dondequiera… Pero lo nuevo, lo nuevo que hacia la vida viene, sólo podemos escrutarlo inclinando el oído pura y fielmente a los rumores de nuestro corazón.
     
    Lo nuevo sólo puede ser escrutado inclinando el oído pura y fielmente a nuestro corazón, porque lo nuevo procede de un principio inter­no que en cada generación es distinto y original por el solo hecho de ser otra generación, es decir, por haber mutado.
     
    El semblante de la vida cambia con cada generación. Trae cada una de ellas una peculiar sensibilidad, ciertas propensiones genuinas para el pensar y el sentir. Esto hace que valoren las cosas de distinta suerte y prefieran, los de hoy, ideas y obras de arte que los de ayer desestimaron, o sientan aversión por lo que éstos amaron.
     
    La “mutación” –concepto biológico-  como regla y metron, como ratio, opera vinculado a la idea de “generación”. La estructura de la vida se transforma siem­pre a un ritmo generacional.
     
    Cuando el pensamiento se ve forzado a adoptar una actitud beligerante contra el pasado inmediato, la colectividad intelectual queda escindida en dos grupos.
    * De un lado, la gran masa mayoritaria de los que insisten en la ideología establecida;
    * de otro, una escasa minoría de corazones de vanguardia, de almas alerta, que vislumbran a lo lejos zonas de piel aún intacta.
    Esta minoría vive condenada a no ser bien entendida: los gestos que en ella provoca la visión de los nuevos paisajes no pueden ser rectamente interpretados por la masa de retaguardia que avanza a su zaga y aún no ha llegado a la altitud desde la cual la terra incognita se otea.
     
    Esta discrepancia es más honda de lo que suele creerse. Por medio de la historia intentamos la comprensión de las variaciones que sobrevienen en el espíritu humano.
     
    Hay variaciones profundas y variaciones superficiales.
     
    Las  variaciones superficiales son las transformaciones intelectuales, o las políticas, pues dependen de las ideas, de las preferencias morales y estéticas que tengan los contemporáneos. La ideología, los gustos y la moralidad no son más que consecuencias o especificaciones de la sensibilidad radical ante la vida, de cómo se sienta la existencia en su integridad indiferenciada.
     
    Esta “sensibilidad vital’ es el fenómeno primario en historia y lo primero que habría que definir para comprender una época.
     
    Pero además conviene recordar que Darwin rechazó la evolu­ción a saltos (natura non facit saltus) por pensar que los individuos en que se había producido una mutación quedarían ahogados por la masa de población que no había cambia­do. De Vries le replicó que una mutación aparecía en muchos indivi­duos al mismo tiempo.
     
    Cuando la variación de la sensibilidad se produce sólo en algún individuo, no tiene transcendencia histórica. Se deben rechazar dos polarizadas interpretaciones:
    * la individualista de la historia (cuyo referente biológico sería el darwinismo y cuya expresión política sería el liberalismo decimonónico),
    * la colectivista (la marxiana).
     
    El individuo es una abstracción.
    Vida histórica es convivencia.
     
    La vida de la individualidad egregia consiste, precisamente, en una actuación omnímoda sobre la masa.
     
    La humanidad, en todos los estadios de su evolución, ha sido siempre una estructura funcional, en que los hombres más enérgicos han operado sobre las masas, dándoles una determinada confi­guración.
     
    Una generación no es un puñado de hombres egregios, ni simplemente una masa; es como un nuevo cuerpo social íntegro, con su mino­ría selecta y su muchedumbre, que ha sido lanzado sobre el ámbito de la existencia con una trayectoria vital determinada. La generación, compromiso dinámico entre masa e individuo, es el concepto más importante de la historia, y, por decirlo así, el gozne sobre el que ésta ejecuta sus movimientos.
     
    Una gene­ración es una variedad humana, en el sentido rigoroso que dan a este término los  naturalistas. Los miembros de ella vienen al mundo dotados de ciertos caracteres típicos, que les prestan una fisonomía común, diferenciándolos de la generación anterior.
     
     
    Cada generación representa una cierta altitud vital, desde la cual se siente la existencia de una manera determinada. Si tomamos en su conjunto la evolu­ción de un pueblo, cada una de sus generaciones se nos presenta como un momento de su vitalidad, como una pulsación de su potencia histórica. Y cada pulsación tiene una fisonomía peculiar, única; es un latido impermutable en la serie del pulso, como lo es cada nota en el desarrollo de una melodía.
     
    Podemos imaginar a cada generación bajo la especie de un proyectil biológico, lanzado al espacio en el instante preciso, con una violencia y una dirección determinadas.
     
    Ahora bien, cada generación que adviene se encuentra ya con las formas que a la existencia ha dado la anterior. Por ello ha de vivir en dos dimensiones:
    * una consistente en recibir lo vivido por la antecedente;
    * otra, en dejar fluir su propia espontaneidad.
     
    Lo recibido se presenta como la realidad misma, por su carácter de concluso, perfecto. En cambio, nuestra sensibilidad espontánea, lo que vamos pensando y sintiendo de nuestro peculio no se nos presenta nunca concluido, completo y rígido. Esta desventaja queda compensada por la mayor jugosidad y adaptación a nuestro carácter que tiene siempre lo espontáneo.
     
    De acuerdo con la anterior caracterización de las generaciones, y según que éstas sintieran o no una suficiente homogeneidad entre lo recibido y lo propio, las épocas se dividen en épocas cumulativas y en épocas eliminatorias y polé­micas. En las primeras predominan los viejos en todos los órdenes. Las segundas son tiempos de jóvenes, edades de iniciación y beligerancia constructiva.
     
    El concepto de generación se constituye en principio de inteligibilidad histórica, en métron, ratio —razón y medida a la vez— arropada en la más vieja de las metáforas temporales: el ritmo.
     
    El ritmo de épocas de senectud y épocas de juventud es un fenómeno tan patente a lo largo de la historia. Es posible que solo con ese concepto se podría instaurar una meta-historia, una filosofía o teoría general de la historia; una de cuyas más curiosas investigaciones consistiría en el descubrimiento de los grandes ritmos históricos.
     
    Por el intermedio de la generación como principio de variación inherente a la vida misma —no por factores externos a ella, como pudieran ser las relaciones de producción— se hace inteligible la historia como ritmo.
     
    Pero se debe tener en cuenta también que el ritmo de la vida es doble: ritmo de generaciones y ritmo sexual: épocas de predominio de lo masculino y épocas de predominio de lo femenino. En uno y otro caso: la vida misma es rítmica. El ritmo no es una hipótesis, sino un hecho, un faktum que hace de ella un fenómeno sistemático.
     
    El radical aparato receptor de cada vida se potencia con la generación como lugar de la aparición y como porta­dor del novum. Cada generación es como un aparato de conocimiento insusti­tuible. La generación es un faktum: cuando llega el “sentir del tiempo” montado sobre los nervios de una nueva generación, sencillamente se instala en el mundo como en una propiedad indiscutida.
     
    Una generación es una moda integral de existencia; modifica siempre el régimen eróti­co de la antecedente.
     
    Para qué algo importante cambie en el mundo es preciso que cambie el tipo de hombre —se entiende: y el de la mujer—; es preciso que aparezcan muche­dumbres de criaturas con una sensibilidad vital distinta de la antigua y homogé­nea entre sí.
     
    Eso es la generación: una variedad humana en el sentido rigoroso que al concepto de “variedad” dan los naturalistas. Los miembros de ella vie­nen al mundo dotados de ciertos caracteres típicos, disposiciones, preferen­cias, que les prestan una fisonomía común, diferenciándolos de la generación anterior. Los cambios históricos suponen el nacimiento de un tipo de hom­bre distinto en más o en menos del que ya había: es decir, suponen un cambio de generaciones.
     
    cada generación parte de supuestos más o menos distintos.
     
    Una vez afianzado el concepto de generación, éste se vuelve operativo, despliega, por un lado, su capacidad analítica, y, por otro, sus posibilidades prospectivas.
     
    El antagonismo entre las edades impide el estancamiento de la humanidad y hace que en cada nueva generación se inicie algo distinto, se haga un imprevisto viraje y queden sin cumplir los proyectos de la anterior.
     
    El ritmo alterno de revolución y restauración se explica por los caracteres opuestos de dos generaciones inmediatas una a la otra.
     
    El concepto de generación implica primariamente estas dos notas:
    * tener la mis­ma edad y
    * tener algún contacto vital.
     
    Toda generación tiene una dimensión en el tiempo histórico y otra en el espacio:
    * comunidad de fecha y
    * comunidad espacial;
    * juntas ambas notas significan comunidad de destino esencial;
     
    En el “hoy”, en todo “hoy” coexis­ten articuladas varias generaciones, y las relaciones que entre ellas se estable­cen, según la diversa condición de sus edades, representan el sistema dinámi­co de atracciones y repulsiones, de coincidencia y polémica, que constituye en cada instante la realidad de la vida histórica.
     
    La idea de las generaciones, con­vertida en el método de investigación histórica, no consiste más que en pro­yectar esa estructura sobre todo el pasado.
     
    Cada generación representa un trozo esencial, intransferible e irreparable del tiempo histórico, de la trayectoria vital de la humanidad; cada generación hu­mana lleva en sí todas las anteriores y es como un escorzo de la historia universal.
     
    Lo decisivo en la idea de las generaciones no es que se suceden, sino que se solapan o empalman; siempre hay dos generaciones actuando al mismo tiempo, con plenitud de actuación, sobre los mismos temas y en torno a las mismas cosas —pero con distinto índice de edad y, por ello, con distinto sentido.
     
    La diferencia entre dos ge­neraciones es como si dos hombres mirasen el mismo paisaje situado el uno algunos metros más arriba que el otro; se trata, pues, de una diferente altitud en la colocación. Pues esa diferencia de nivel vital es lo que se llama una generación.
     
    La idea de generación es, a la vez, una realidad ontològica al tiempo que un concepto teórico y un instrumento analítico de la ciencia de la historia, porque es el órgano visual con que se ve en su efectiva y vibrante autenticidad la realidad histórica. La generación es una y misma cosa con la estructura de la vida humana en cada momento; no se puede intentar saber lo que de verdad pasó en tal o cual fecha, si no se averigua antes a qué genera­ción le pasó, esto es, dentro de qué figura de existencia humana aconteció. Por eso, la idea de las generaciones tiene que ser el método de la investigación histórica, pues las generaciones son la raíz de los cambios histó­ricos.
     
    El concepto de sensibilidad vital, surgido de la expansión del radical aparato receptor-selector,(von Üxküll) se refuerza con el de generación para explicar genéticamente la variación en el tiempo y la novedad.
     
    Vemos cómo la teoría de las generaciones comenzó a forjarse sobre las averiguaciones de unos naturalis­tas que observaron las mutaciones de la Oenothera —la primavera—, y la Drosophila, la humilde mosca del vinagre.
    ……………………

  • oscar varela

    Hola Isidoro!

    Ok! Me parece claro y certero tu comentario.

    El “ESPECIALISTA” es el BÁRBARO del siglo XX cuando solo mira desde su “especialidad”.

    Si vas al cardiólogo … algo te encontrará que no anda bien tu corazón.

    El ESPECIALISTA es el menos “ENTERADO” del Mundo.

    Su tarea como especialista es husmear hasta el hartazgo su RINCÓN. Así han avanzado que es una barbaridad LAS Ciencias. Pero es bueno que de vez en cuando vaya a la cancha a hinchar por el Equipo de su Barrio.

    Pero sobre todo le conviene al ESPECIALISTA leer CUENTOS POLICIALES, porque allí el protagonista principal es el SOSPECHOSO. Es de buena higiene que el ESPECALISTA aprenda a SOSPECHAR. La SOSPECHA es el PORO por donde se abre al Mundo real.

    Gracias y ¡Vamos todavía! – Óscar.
    Y entonces todos contentos!

  • Isidoro García

    Añadido:
    Perdón, se me olvidaban los saludos: ¡Saludos a todos!.
    (Ahora seguro que ya me entienden todos – Oscar me lo asegura)

  • Isidoro García

    La pequeña controversia sobre la verdadera utilidad de los pensamientos del biólogo Jakob von Uexküll, yo creo que se enmarca en la controversia cultural de C.P. Snow, que señala la ruptura de comunicación entre las ciencias y las humanidades y la constatación de que la falta de interdisciplinariedad es uno de los principales inconvenientes para la resolución de los problemas mundiales.

    La complejidad del conocimiento científico actual, tiene dos efectos. El primero que “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, y libros de ciencia de hace setenta años, normalmente quedan muy obsoletos, (y en algunas ciencias punteras como neurobiología, electrónica, o genética, veinte años son un mundo).

    Por otra parte la especialización es de tal calibre, que es imposible saberlo todo, incluso de tu propia disciplina.

    La interdisciplinariedad, nos proporciona una visión global, “holística” le llaman ahora, absolutamente necesaria para radicar los conocimientos científicos, en el mundo cultural del hombre. Decía Kipling: “¿Qué sabe de Inglaterra, el que no conoce más que Inglaterra?”.

    Inevitablemente la interdisciplinariedad, trae consigo, errores del conocimiento científico por parte del no especialista, que a éste, le parecerán inaceptables. Y en muchos casos lo serán.

    Pero como en todo, cualquier cosa se puede hacer bien o mal, pero eso no descalifica la cosa en sí. Es una perogrullada, pero lo que hay que hacer, es hacer todo bien, o lo menos mal posible.

    El conocimiento de la verdadera naturaleza del hombre, y su  resituación en el mundo, necesita de una guía firme, que no puede ser aportada nada mas que por la Ciencia, si no queremos caer en las especulaciones filosóficas y teológicas, que inevitablemente derivan en algún momento en algún tipo de delirio y de dislate.

    Por eso por parte de humanistas y pensadores en general, se busca a veces con cierta ansiedad, encontrar en las leyes de la naturaleza una guía y un patrón del conocimiento del hombre. Y eso hace que se cometan errores en metaforizar y parabolizar excesivamente las leyes físicas y biológicas en la búsqueda humanística.

    Pasó primero con las leyes de Newton, que dieron lugar a una visión ultramecanicista del mundo. Y luego se ha repetido con las leyes de la entropía, con la evolución darwiniana, con las leyes genéticas, con su corolario del conocimiento de los genes, y últimamente se da una fiebre cuántica, que intenta explicarlo todo con la física cuántica. Va por modas.

    Y no es más que una constatación de la necesidad de una guía firme, que nos evite los males de la especulación metafísica, (la teológica ya está muy descartada). Pero la ansiedad a veces nos hace salir de Málaga para metemos en Malagón.

    Yo particularmente creo que la clave está en el evolucionarismo ampliado, no solo el darwiniano, (del que no es más que un capítulo), unido a las teorías de la complejidad, que permite contemplar la situación del hombre en el Cosmos, desde el inicio de este, hasta el próximo surgimiento de una especie superior y mejorada, la de la Plenitud de la que habla Juanel).
     

  • oscar varela

    Ok, juanel!

    Solo te recuerdo que un tal Leonardo da Vinci solía decir:

    Dove si grida non è vera scienza


    <!–
    Por Daniel Tubau
    –><!–
    –><!–Enviado el 11-10-2012–><!–
    –>

    Además; constipa a la gente.

    Óscar.

  • Juanel

    Lo último que espero encontrar cuando leo o estudio un artículo o texto científico es un conjunto de metáforas, o un lenguaje poético, o figurado, o alegórico, o … Lo que busco es un lenguaje llano, claro, conciso y preciso, sobre el planteamiento inicial del estado de la cuestión de un problema concreto, una descripción del método, unos resultados y su discusión que dan lugar a una serie de conclusiones. Con los problemas que están por resolver en Ciencia lo único que faltaba es plantearlos en lenguaje metafórico, con dobles sentidos, sentidos ocultos esotéricos…. y si a alguno se le ocurriese hacerlo, la sospecha de que NO sabe de qué está hablando resulta para la Ciencia más que evidente, ninguna revista científica admitiría su publicación.

    Otra cosa bien distinta es la divulgación de la Ciencia. Aquí hay que suscitar la atención y el interés de los posibles lectores no especializados y para ello es necesario el empleo de recursos lingüísticos y literarios, buscando amenidad e incluso el humor. No tengo ninguna objeción a utilizar conceptos y conocimientos, conclusiones y resultados científicos en otras ramas del saber como la filosofía o el arte, ni tampoco a la extensión analógica de lo que la Ciencia dice, ni al uso de metáforas que profundizan intelectivamente la Ciencia y la relacionan con otros saberes. Sin embargo, mi objeción es lo más contundente que pueda contra el engaño, el disfraz científico, la manipulación de la Ciencia, como nos tiene acostumbrados el canal de Historia, bombardeando cada día con series como “alienígenas” y otras sandeces paracientíficas. Me cabrea porque hoy hay mucho de engaño intencionado pseudocientífico, sobre el cual no sé muy bien qué es lo que se pretende. También me opondré a tomar datos de la Ciencia de forma sesgada, interpretados falsamente para encajarlos o glosar un sistema de pensamiento. Se puede buscar analogías, emplear todas las metáforas que se quiera ampliando los estrechos horizontes de la Ciencia, pero lo que NO puede hacerse es tergiversar los datos de la Ciencia a capricho del autor, porque esto no es metáfora sino puro y simple engaño.

     
    Nota. Al leer lo anterior se percibe un tono duro, lo es, pero no sé expresarme en otra forma cuando lo que se dice me altera. No voy contra ningún contertulio de Atrio, sino contra Jakob von Uexküll, Biólogo. Si habla como tal, no puede engañar y salirse del corralito. Es que no es sólo él, algunos científicos lo hacen y mi actitud es de rechazo, pues lo considero una irresponsabilidad ética.

  • oscar varela

    Hola!
     
    EXCURSUS SOBRE LA METÁFORA
    (Célula de La Belleza y La Verdad)
     
    La metáfora no es una simple figura producida por una decidida voluntad de estilo.
    La perla metafísica tampoco es el feliz hallazgo de la pura reflexión.
     
    La metáfora
    * es un instrumento mental imprescindible,
    * una forma de pensamiento científico que necesitamos para pensar ciertos objetos difíciles:
    * además de ser un medio de expresión,
    * es un medio de intelección a través del cual conseguimos aprehender lo que se halla más lejos de nuestra potencia conceptual,
    * es una verdad, un conocimiento de realidades;
    * esto implica que la poesía es investigación y descubre hechos tan positivos como los habituales en la exploración científica.
     
    Max Black (filósofo y matemático del siglo XX) pone de relieve los caracteres comunes al uso de metáforas en la literatura y al de modelos en las ciencias:
     
    Si la retórica tradicional entendía la metáfora como una comparación entre términos distintos o como una sustitución de un término por otro con una finalidad meramente expresiva, Max Black propone una nueva manera de ver las cosas, que denomina “enfoque interactivo”:
    – “una metáfora memorable tiene fuerza para poner en relación cognoscitiva dos dominios separados, al emplear un lenguaje directamente apropiado a uno de ellos como lente para contemplar el otro: las implicaciones, sugerencias y valores sustentantes entrelazados con el uso literal de la expresión metafórica nos permiten ver un tema nuevo de forma nueva;
    – y no cabe predecir anticipadamente ni parafrasear subsiguientemente en prosa los significados más amplios que así resultan, como tampoco las relaciones de tal modo creadas entre reinos inicialmente dispares.
    – Podemos hacer comentarios sobre la metáfora, pero ella misma ni necesita explicación o paráfrasis ni invita a ellas.
    – el pensamiento metafórico es un modo peculiar de lograr una penetración intelectual, que no ha de interpretarse como un sustituto ornamental del pensamiento llano”.-
     
    En la investigación científica los modelos cumplen la misma función que las metáforas en literatura: unos y otras no son, al fin y al cabo, sino la progenie de la imaginación.
     
    La metáfora resulta ser un método autónomo de conocimiento, una ficción heurística, no un simple dije que recama la trivialidad de lo ya conocido.
     
    Apoyándose luego en la noción de “metáfora radical” acuñada por S. C. Pepper, propone Max Black el nombre de arquetipo para configurar:
    * “un repertorio sistemático de ideas por medio del cual un pensador dado describe, por extensión analógica, cierto dominio al que tales ideas no son aplicables inmediata y literalmente”.-
     
    En un sentido no distinto al de Max Black habla U. Eco del arte como metáfora epistemológica.
    …………………
     
    La inmensa mayoría de los términos usados por Ortega —fulgurantes metáforas para el crítico literario, sesudos conceptos metafísicos para el escolástico— no son sino los miembros con que se articula el arquetipo o repertorio sistemático de ideas sugeridas por las ciencias naturales, en particular por la biología, con los que Ortega describe, por extensión analógica, dominios a los que no son aplicables directa e inmediatamente.
     
    Dicho de otro modo:
     
    * el zahorí literario debe dejar de poner los ojos en blanco ante el relumbrón de una metáfora memorable, al igual que el sabueso filosófico no tiene por qué poner los suyos en coulisse ante la profundidad insondable de unos conceptos.
     
    Las metáforas orteguianas no son tanto fulguraciones estilísticas de dudosa belleza como aparatos epistemológicos: levantan el vuelo de la tierra firme de las ciencias naturales para iluminar otros dominios: la historia, el arte, la filosofía.
     
    El metafísico escolástico, impelido por sus hábitos gremiales a gorjear con los puros conceptos, olvida que éstos tienen siempre raíces terrestres.
     
    La metafísica platónica no se entiende si se prescinde de la reflexión que «el de las anchas espaldas» hizo sobre la matemática y la geometría contemporáneas
    * del mismo modo que resulta ininteligible la armazón metafísica de Aristóteles si se desvincula de sus reflexiones sobre los organismos vivientes;
    * Descartes realiza una operación similar a la platónica a propósito de la física de Galileo,
    * y no será fundamentalmente distinta la que Kant realice a favor de la mecánica newtoniana.
    …………………….
     
    No me hago la ilusión de poder erradicar en nadie los hábitos intelectuales que haya contraído.
     
    Hay los que hornean el pan diario con la glosa, la glosa de la glosa, la endogamia y hasta el incesto de ideas. Se puede, en cambio honrar la mesa de trabajo, al igual que Fabre hiciera con la suya, con animalillos de Dios, y la ornó de metáforas, y afirmó que el lenguaje y la ciencia y la filosofía son metáforas, y que el filósofo que no piense así es un filósofo de suburbio.
     
    ¿No sería, al menos, interesante recoger, como cazadores de mariposas, el mundo de las metáforas; retraer éstas a la rama en que anidaron aquellos animalillos, y, sobre todo, medir la escasa altura de su vuelo sobre el campo de lo “natural”?
     
    Allí podríamos sorprender las matrices, y en las matrices las ideas in statu nascendi y seguirlas hasta el status senescendi, “pues sólo se conoce bien lo que, en uno u otro sentido, se ve nacer”.
    ·············

  • M.Luisa

    Cómo que ve la araña otro mundo distinto del hombre? Plantear así la cuestión  es dar comienzo apoyándose en    una teoría, una teoría según la cual  se ve ya el mundo  construido  y visto de distinta forma, sea visto por el animal o por el hombre.
     
    Pero esto es absurdo!.  El animal, por ser  el ser más objetivista que existe   sólo ve objetos,  no ve por tanto el mundo que los engloba. La araña se adapta a su entorno, a su medio  conforme    sus estructuras, y esta adecuación a ellas  es lo que le da perfección.  Ahora bien para que haya mundo esto no es suficiente….  m.luisa, algo se quema en la cocina…lo dejo, pues

  • oscar varela

    Hola juanel y Román!

    Creo que ambos andan bien.

    1.- Juanel le recrimina al biólogo “salirse del corralito” de la “particular” Ciencia de la Biología. Y tiene razón. Pero ¿no puede un “biólogo” extenderse “METAFÓRICAMENTE” más allá de su corset acorralante?

    NOTA: tal vez me meta a decir algo sobre la validez primordial que tiene la METÁFORA en la misma Ciencia.

    2.- Román se hae eco-adivinatorio de lo que le digo a juanel.

    ¿Vamos todavía? – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Juanel,
    yo creo que se te escapa un detalle,
    que cad ser vivo dispone e alguna forma de percepción por la que interactúa con “su mundo”, y de ahí que Oscar filosofe.
    Trata de enfocarlo desde este punto de vista, y así me aclararás a mí también.

  • Pascual

    Óscar, no puedo menos que recostarme en el respaldo del sillón y quedarme con los ojos muy abiertos y la mente en la plenitud de tu última intervención porque es amplia, compleja y a la vez clara. ¿Cómo puedes dar tanto de ti? ¿Es que tienes a mano un cerebro electrónico o qué? ¡Eres grande!

  • Pascual

    Amigo Santiago, redondeas mi intervención de una manera muy profunda, esperanzadora y bella. Muchas gracias.

  • Juanel

    Por muy biólogo y autoridad científica que tenga Jakob von Uexküll (de quien no conozco nada de su obra), lo que hace en este trabajo que nos expone Oscar, NO es Ciencia sino Filosofía incluso Metafísica, elaborada a partir de supuestos datos recogidos de la Biología. La autoridad filosófica que tiene el autor no es mayor que la de Oscar, y menos aún la de Ortega. Es un Biólogo metido a filósofo como hago yo a veces. Quizás Jakob sea doctor en Filosofía o catedrático de Metafísica, no lo sé, y lo que hace aquí sea exponer su sistema de pensamiento filosófico con el cual no comparto nada de nada.

    Me sorprende que alguien con formación biológica, tome datos de la naturaleza fuertemente sesgados por sus prejuicios filosóficos. Ignora la biología evolutiva y los mecanismos de adaptación. En biología es inconcebible que la araña forme arquetipos de sus presas. Si la araña forma sus telas adecuadas para atrapar moscas, similar a la forma que adquieren las flores especializadas en atraer polinizadores específicos, no se debe a ningún tipo de “pensamiento” “intuición” o de lo que sea para que la araña determine el tamaño, la fuerza o la trayectoria de la mosca. La sorprendente estructura de las telas de araña, entre otras muchas, se debe a un proceso de selección de lo que resulta ventajoso para la supervivencia y eficacia reproductora. Lo que funciona mejor en el conjunto de la variabilidad genética de una población, pasa a la descendencia pues son los individuos que la tienen los que mejor logran reproducirse.

    En cuanto al desarrollo embrionario no puedo meterme con lo que Jakob comenta puesto que escribe en el año 1951, con lo cual no sólo desconocía los genes homeóticos que dirigen el proceso embrionario, sino sobre todo nada se sabía entonces del ADN, ni de su estructura ni de su función. Es lógico que los datos que toma de la biología del desarrollo de su tiempo sean erróneos.

     
    Lo que nos dice de que el mundo de la araña o de la mosca, de la hormiga o del elefante, son distintos entre sí y distinto del de nuestra especie es una perogrullada. Pues claro que sí, sólo podría ponerlo en duda el que cree que el hombre es el centro del mundo y todo está dispuesto en relación con él. Pero de ahí a decir que la realidad de la hormiga es tan real como la humana se equivoca de plano. Si la percepción del entorno humano se hubiese quedado tal como eran los grupos humanos cazadores-recolectores aún tendría cierto grado de validez, pues la percepción de la realidad sería exclusivamente sensorial. Pero en el año 1951 en el que escribe y con el avance espectacular de la Ciencia desde entonces a hoy, la realidad de la hormiga está incomparablemente más alejada de lo que ES la realidad, que la percepción y comprensión de la misma por los seres humanos de hoy.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo de Antonio Duato – 12-Agosto-2015 – 10:15 am
    – “Dejo para otro momento seguir dialogando con Oscar sobre misión de la filosofía.”-
     
    ¡Ok, ok!
     
    Mientras esperaba el “regreso” de Duato me encuentro con estas palabras de Pascual:
    – “creo, opino que Dios no es un filósofo…lo veo más como físico-biólogo-matemático.”-
     
    Entonces seguiré el remedio inventado por la Penélope, pero en la costumbre de un bicho que sabe de esas cosas; el de tejer y destejer, como la araña.
     
    LA ARAÑA METAFÍSICA
    (en Ideas para una concepción biológica del mundo, (ICBM) Jakob von Uexküll, trad. de R.M.Tenreiro, Espasa-Calpe argentina, 2ª ed. Buenos Aires, 1951) Recordando lo de MUNDO PERCEPTIBLE.
     
    No es el mismo el “mundo” de la araña que el del tigre o el del        hombre, pero para cada uno su mundo es perfecto:
     
    * “La araña no            se diferencia ante todo del hombre porque reacciona de manera distinta ante las cosas, sino porque ve otro mundo distinto que el hombre; y es ella vital­mente tan perfecta o imperfecta dentro de su mundo, con sus hábitos crueles de cazadora, como el pobrecito de Asís en el suyo besando las llagas de los apestados”.
     
    * “Hay un mundo para el hombre y otro para el águila y otro para la araña”.
     
    * “Así se origina en el hombre la alegre y firme confianza de que él es para el mundo y el mundo para él; hasta de que ambos reunidos forman una asombrosa unidad, que no com­prende, pero cuya belleza siente. Esta sensación es totalmente justa, pues el mundo circundante humano conviene al hombre exactamente tan bien como el río a la trucha, el castaño al melolonto y la tierra arable a la lombriz de tierra…
     
    * “El conocimiento de la propia idoneidad en un mundo conforme a fin o idóneo es de la mayor significación para la vida humana, pues el convencimiento de la propia idoneidad es felicidad, y esa idoneidad del mundo circundante, cuando se la siente, es belleza”.
     
    Otras veces usa el biólogo los términos acomodación o coincidencia; uno y otro son sinónimos de conveniencia, idoneidad.
     
    Pero en el mundo idóneo del hombre, que el biólogo canta va a aparecer una fisura. Vemos que:
    * el niño y el animal viven cósmicamente, y su centro es el mismo del cosmos, con quien maravillosamente coinciden. Ok. Tal coincidencia del centro animal e infantil con el de la Naturaleza es el hecho biológico en que se realiza nuestra ¡dea de “inocencia”.
     
    * En el otro extremo se halla el sabio. El sabio tampoco tiene en sí su propio centro de vida; también coincide con un centro sobre-individual: la Razón del Universo. El ‘sabio’ es también inocente.
     
    * El niño y el sabio, por coincidir con el mundo o universo, son inocentes, felices: su lugar de residencia es el paraíso.
     
    * Pero si del niño y el sabio transitamos al hombre adulto, una grieta se abre en el edén. Sólo el hombre en quien el alma se ha formado plenamente posee un centro aparte y suyo, desde el cual vive sin coincidir con el cosmos…
     
    Porque frente a naturaleza y espíritu, el alma es eso: vida excéntrica.
     
    Pero la experiencia –sobre todo en tiempos difíciles- muestra que el paraíso se ha evaporado como un sueño.
     
    * la imagen de la varita de virtudes y del mundo mágico que ella crea, donde se realizan automáticamente todos nues­tros deseos va desapareciendo. El mundo del hombre, su mundo real, es un mundo —en parte al menos—, desfavorable, antimágico, donde no se realizan la mayor parte de nuestros deseos. La imagen de la expulsión del Paraíso es otro símbolo de ese contar con que nuestro contorno, el efectivo, no es como el Paraíso: un contorno en el cual nada nos resiste, todo acude presuroso delante de nuestros deseos; por tanto, un contorno que, al no resistirnos, no nos parece que es cosa distinta de nosotros; por tanto, un contorno que no es un contorno. ¡No! El mundo al cual es lanzado el hombre, al ser arrojado del Paraíso, es un mundo compuesto de resistencias al hombre. Es un contorno extraño y negativo, con el cual el hombre, por lo pronto, no sabe qué hacer; porque, siéndole negador y extranjero, no sabe a qué atenerse respecto a él. El Paraíso es, como el mundo mágico, algo que no es un contorno; pero la circunstancia verdadera del hombre es el “antiparaíso”. El hecho radical que en­contramos y del cual partimos es una circunstancia compuesta, a la vez, de facilidades y dificultades.
     
    El alma como excentricidad es la grieta abierta en ese Paraíso. El Paraíso entero se ha derrumbado.
     
    ¿Concibió  Von Uexküll en el “Mundo perceptible”, o Jennings en los infusorios en algún momento el mundo de los animales como un paraíso?
     
    En absoluto. Los infusorios ven constantemente roto su equilibrio, lo que les coloca en un estado de necesidad cuya sola satis­facción vuelve a restablecer aquél. La vida animal es una perpetua lucha con el enemigo.
     
    Lo que el biólogo quiso decir nada tiene que ver con un paraíso que fuera un mundo de puras facilidades; al contrario, aun como perseguidor y perseguido los animales están perfectamente acomodados el uno al otro. Y aun cuando uno esté destinado a sucumbir, la acomodación no es menos sorprendente. Introducir aquí un concepto como el de paraíso —proyección imaginaria de la humana felicidad— o hablar de crueldad de la Naturaleza es introducir en el mundo animal nuestro punto de vista humano. Spinoza soltaba una carcajada en el momento en que la mosca caía en la red de la araña: el ordo rerum se había cumplido.
     
    Atrás va a quedar el animal concéntrico a su mundo, como el hiño y el sabio: inocentes y felices. La corveta magnífica se trueca en esfuerzo, el lujo en ahorro y la felicidad en trabajo facilitado por la técnica, el instrumento de la humana felicidad.
     
     La acomodación se rompe, el paraíso se esfuma y en su lugar aparece el hombre como un animal inadaptado, que se escapó de la animalidad, arrojado del paraíso, indi­gente, enfermo de malaria, macrocéfalo y fantástico.
     
    Von Uexküll sigue exponiendo lo que el sastre hace cuando se le encarga un traje:
    * toma medidas y lo prueba en el cuerpo que va a cubrir y adornar. Pero:
    * Ninguna de estas condiciones  previas existen en la araña y, sin embargo, logra representar en su tela la forma vacía, perfectamente conseguida de una mosca.
    *Esta forma vacía no la emplea en interés de la mosca, sino para destruirla.
    * La telaraña representa un utilizador de la significación de presa portadora de significación en el mundo circundante de la araña.
    * Este utilizador de significación se halla tan exactamente concerta­do con el portador de significación, que puede designarse la telaraña como la imagen fiel de la mosca.
    * La araña como sastre, que crea esta imagen fiel de la mosca, carece totalmente de los medios auxiliares del sastre hombre.
    * No pue­de tomar medidas en su propio cuerpo, el cual es de otra manera que el de la mosca.
    * No obstante, determina el tamaño de las mallas con arreglo a la magni­tud del cuerpo de la mosca.
    * Mide la fuerza de la resistencia de los hilos por ella tejidos con arreglo a la fuerza viva del cuerpo de la mosca en vuelo.
    * Tensa los hilos radiales de la red más fuertemente que los circulares, con objeto de que la mosca sea encerrada por los hilos circulares, flexibles en el choque, y pueda ser aprisionada con seguridad merced a sus gotitas viscosas.
    * Los hilos radiales no son viscosos y sirven a la araña como el camino más corto para llegar hasta la presa, a la que después recubre con sus hilos dejándola indefensa.
     
    Las telarañas se encuentran, de ordinario, en los lugares que pueden desig­narse como pistas de moscas. Pero lo más maravilloso es el hecho de que los hilos de la red están tan fijamente tejidos, que el ojo de la mosca, con sus grandes elementos de visión, no la puede ver, y la mosca, inadvertidamente, vuela hacia su muerte. Es un refinado retrato de la mosca el que la araña hace en su tela.
     
    Pero ¡ojo! Esto no es lo que ella en modo alguno hace.
     
    Teje su tela antes de que haya encontrado el cuerpo de una mosca. De aquí que la tela no sea en modo alguno la imagen de una mosca corporal, sino que representa un recorte del arquetipo de la mosca, el cual no existe corporalmente.
     
    La teoría del mundo circundante se descubre ahora como metafísica, porque quien busca los factores eficientes más allá del mun­do corporal es un metafísico.
     
    La biología tan sólo bus­ca factores que existen del lado de la manifestabilidad dada sensorialmente en el sujeto, y que además sirven para patentizar las relaciones del mundo de los sentidos.
     
    La biología parte de los hechos de la formación del embrión con arreglo a un plan, que en todos los animales pluricelulares comienza con los tres compases de una sencilla melodía: mórula, blástula, gástrula.
     
    Inmediata­mente después se inicia la formación de brotes, que se halla ya establecida de antemano para cada especie animal. Esto nos demuestra que la prosecución de la creación de la forma no posee una partitura cognoscible sensorialmente, aunque sí determinada por el mundo de los sentidos. Esta partitura gobierna también la extensión espacial y temporal de su material celular y sus propiedades.
     
    De aquí que haya una partitura primitiva para las moscas, como para las arañas.
     
    Ahora bien, afirma el biólogo, la partitura primitiva de las moscas (que también se la puede designar como arquetipo) actúa sobre la partitura primitiva de la araña, en forma tal, que la red tejida por ésta puede ser denominada “mosquil”.
     
    Cubierta por la cortina de los fenómenos se realiza la unión de los diferentes arquetipos o melodías primitivas con arreglo a un extenso plan de significación.
     
    ¿Qué extraemos de esta impresionante meditación biológica? Lo siguiente:
    * que la araña no se diferencia del hombre porque reaccione de manera distinta ante las cosas, sino porque ve otras co­sas:
    * ve el mundo de la mosca antes de que haya mosca ante la que reaccionar;
    * ve su arquetipo, lo que con exactitud no exenta de humor el biólogo denomina el «mosquil»;
    * que ese mundo de la araña —partitura sobre la que actúa la partitura de la mosca o «mosquil»— es tan perfecto (o imperfecto) que la intervención de un concepto como el de crueldad no le empaña, porque nada tiene que ver con él.
     
    Asistimos a una biología que se declara a sí misma como intuición de esencias.
     
    ¿No causa una grata sorpresa el ver cómo un biólogo, en la insignificante telaraña cap­tura nada menos que un arquetipo, una esencia: el “mosquil”?
     
    De repente, una nimiedad se llena de sentido, una cosa muda en derredor comienza a ha­blar.
    ……………………

  • Santiago

    Pascual,   no hay duda  que nuestra verdad parcial…es tambien verdad…aunque sea incompleta…..ya que la nuestra va a ser completa en El….que es la suma Verdad….Como dices bien como somos una “chispa” racionalista de Dios….no podemos excluir la razón de la fe…Y es esta misma razón la que nos dice que existe la posibilidad y la probabilidad de la existencia de Dios….y que nuestra diversidad fenótipica, genotípica, cultural, social, étnica, política, racial etc. incluyendo, por supuesto, la diferencia de nuestras opiniones….no constituyen mas que la estructura de nuestra propia humanidad tal y como fue “pensada” y “querida” por el Creador….El, que no solo es físico-biólogo-matemático en grado sumo, sino que es sobre todo Espíritu creador capaz de infundirnos tambien la chispa del amor, que es la esencia y la dinámica de la existencia divina….Es por eso que las “procesiones” o “procedencias” divinas, ad intra o ad extra, tienen el mismo origen ya que como define S. Juan, Dios es amor….y el amor procede de Dios….El poder de amar no fue “creado” por nosotros, sino que ha sido  “recibido”..ya que para venir a la existencia El tuvo que amarnos primero…

    Parodiando tu cita yo diría que para la razón “Dios es una pregunta existencial imprescindible” y para el corazón no ES solo “una esperanza seductora,……. sino transformadora…que cae de lleno en Su torrente vital”….ya que en El existe una única Realidad de la cual surge y procede  todo lo demás..

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández  

  • Pascual

    Yo entro en este hilo no con la disciplinada línea de todos los intervinientes, sino con otro punto de vista, porque estoy convencido de que Dios es también un punto de vista. Lo es, de siempre, de cada uno, dado que cada cual tiene su punto de vista e incluso “su Dios”, incluso entre los miembros de un grupo reducido de comulgantes; esto es una evidencia experimentable en el día a día.

    Sé que esta no es la línea del post, magnífico trabajo filosófico científico y muy claro de Óscar. Pero he querido entrar y he querido dar la vuelta a la línea lógica que todos, globalmente han seguido y con profundidad. Ahora bien, si nosotros somos “una chispa de dios” resulta que esta chispa SÍ es racionalista; y en este sentido Dios sí es racionalista.

    ¿Dónde dejamos entonces ese magnífico don que Dios nos ha dado?. Yo diría que en este caso Dios es muy racionalista, muy “puntilloso”. Es que sus chispas lo son. ¿A ver quién es el guapo/a que no lo es? Y aquí sí veo con claridad que su punto de vista es el de cada uno de nosotros, aunque ¡pobre Dios… porque tenemos cada punto de vista…! Y hasta podría estar conforme en que “Nuestra verdad parcial es también verdad para Dios”. Ahora bien, creo, opino que Dios no es un filósofo…lo veo más como físico-biólogo-matemático.

    “Dios es el símbolo del torrente vital” ¡Genial! Lo es. Decía hoy el director de la Fundación March, en una entrevista que publica un diario nacional, no viene al caso el nombre, que “Dios es una hipótesis prescindible. Para el corazón, una esperanza seductora”.

  • Juanel

    Hola Santiago.

    Es cierto, no toda teoría, filosofía, sistema de pensamiento, ideas o concepciones de la realidad, etc., puede ser sometida a prueba experimental, o como decía K.Popper falsable. Por tanto, para evaluar todo aquello que no puede ser falsado o sometido a prueba experimental requiere otros criterios de validez. Por lo general se recurre a criterios lógicos, racionales, la coherencia interna, la no contradicción, su plausibilidad o credibilidad, patrones de belleza, criterios o valores éticos, el contraste con el bagaje cultural acumulado en la historia, etc. Es, en mi opinión, el transcurrir de la historia el mejor criterio para evaluar los sistemas filosóficos, políticos, económicos, sociales, éticos y estéticos, cosmovisiones o explicaciones de la realidad, etc., que funcionan bien un tiempo hasta que dejan de hacerlo. Cuando entran en crisis no queda otra que cambiarlos. El criterio de cambio por tanto no es la verdad (¿quién sabe lo que es la verdad?), sino si funcionan o no (utilitarismo) para sostener y mejorar las condiciones de vida sociales e individuales de las personas.

    Hay en principio total libertad para proponer lo que se quiera cuando lo que se dice no puede ser falsado o sometido a prueba experimental. Ahora bien, no todo cuanto se dice en este campo de libertad tiene igual validez, y para poder ser tenido en cuenta o asumido tiene que superar una cierta evaluación según los criterios anteriores. Por el contrario si lo que se dice puede ser falsado o sometido a prueba experimental y que entra de pleno en el campo de la Ciencia, la libertad queda restringida, ya que para refutarlo es necesaria la aplicación de un método científico riguroso. Es decir, si se ponen en duda ciertas conclusiones de la Ciencia no cabe otro modo de refutación que aplicar el método científico, ya que no es suficiente el sentido común, ni criterios de racionalidad o de lógica, como sucede en la mecánica cuántica de la Física, pues el comportamiento de las “partículas elementales” se salta toda lógica.

    El problema para mí grave es cuando se dicen cosas sobre la Realidad, sobre la Naturaleza, sobre la vida, sobre nuestra especie humana, sobre funciones cerebrales, etc., que inciden directamente en el campo de la Ciencia, y pasan de ella, la contradicen, como si dispusieran de un criterio superior de validez. Pueden decir lo que les dé la gana pero si hacen esto, no pueden pretender que les preste atención ni les muestre interés. Si se quiere hablar sobre estos temas, que entran en el campo de la Ciencia, es imprescindible que se informen de lo que ella dice, y a partir de aquí sin contradecirla, elaboren lo que les dé la gana teniendo en cuenta ciertos criterios de validez, plausibilidad, etc., un amplio campo de pensamiento pero de libertad limitada.

     
    Por ejemplo Santiago, haces propuestas que contradicen lo que sabemos por la Ciencia. No puedes decir que la Realidad nace del amor y en el amor, si entendemos el amor como característica exclusiva humana. Sabemos que la Realidad nació miles de millones de años antes de que el ser humano dejara su huella en ella. Claro que no hablas de la Realidad como yo la entiendo, una Realidad Física, sino que hablas de “otra” Realidad que podemos según tú intuir como destello de luz, por lo que parece haces referencia a la Realidad divina, que supones lo incluye todo. Sobre esa otra realidad no tiene restricciones científicas para decir cuanto se quiera de ella. Ahora bien, sí hay que tener sumo cuidado en las posibles interferencias de una en otra, puesto que según las concretemos podemos entrar de lleno en el campo de la Ciencia, y en ésta no todo es válido ni mucho menos.

  • M.Luisa

    Leo que se  comenta…
    (…)por tanto lo que llamamos realidad es sólo una mínima parte de lo que hay a nuestro alrededor y es nuestro pensamiento el que selecciona entre diferentes posibilidades. Aquí se hace una confusión interesada” Pero el hecho de que no podamos captar formalmente todas las propiedades que constituye el Universo  lo que captan nuestros sentidos  no es nada diferente a ese  contenido que se nos escapa. Por eso la realidad es  abierta, no es forma sino  formalidad abierta. Ese empeño en reducirla para que la pensemos a comodidad  nuestra!. Claro así se puede seleccionar  los estímulos  según “nuestro” pensamiento.  Pero yo me pregunto ¿nuestro pensamiento  cumple así la primera  función de la inteligencia?.  Yo diría que no… lo primero, como hecho, es el acto de inteligir, claro este punto de vista lo sitúo en los mismos  términos al que aplicamos, por ejemplo, los diferentes actos o acciones humanas como puede ser, yo como, yo corro, yo siento, yo intelijo  etc.,
    Intelijo  qué? La realidad, lo cual de ella participan las cosas con las cuales hacemos nuestra vida  y ahí entra nuestra posibilidad de irla conformando. En el trozo que he leído se  habla de confusión  pero también es confusión identificar lo real con la realidad.
    Por si alguien le pudiera interesa les dejo este enlace
    http://www.ensayistas.org/filosofos/spain/zubiri/introd.htm

  • Santiago

    Pero hay muchas cosas que no son sujeto de experimentación y  de comprobación científica pero son parte de nuestra realidad humana…ya que esta misma vida humana no se puede reducir a las matemáticas. NO se puede caer en este tipo de “reduccionismo” puesto que el mundo es libre y la IMPREDICTABILIDAD forma parte esencial de la libertad….Por eso, es imposible que todo se vuelva una ecuación…Nosotros no somos número…ni solamente procesos químicos o biológicos…Hay algo mas..

    Un mundo estructurado, creado y querido en el riesgo de la LIBERTAD no es solo es matemáticas y experimento. En el campo del amor existe el juego de la libertad y  se incurre la posibilidad y presencia del mal….Aun la presencia de “lo imperfect0” y de lo que “no está bien” en el mundo, se acepta por la búsqueda constante de una LUZ mayor, cuyos constitutivos son la libertad y el amor ,ya que somos los únicos seres que podemos realmente amar, sufrir y decidir…No somos accidentes puros..sino productos de una creación pensada y pensante……

    En un mundo donde en ultimo análisis no existen las matemáticas (¿como podemos medir nuestros sentimientos para aproximarlos a la realidad?)…sino que existe el AMOR….entonces lo aparentemente mínimo es lo máximo. La menor cosa que se realiza con amor puede ser la mas grande. Lo particular es mayor que lo universal. La persona será lo que primordialmente  se encuentre en el lugar mas elevado. 
    Pero no se trata del concepto griego del individuo que era mero producto de la division de la “idea” en la materia..
    PORQUE el cristianismo va mas allá y  ve en el ser humano una persona. Es la transición de la antigüedad a lo que es “nuevo” y se “renueva”,  lo que nos conduce del platonismo a la FE…

    Por eso como el mínimo es al máximo, como que es único e irrepetible, el SER HUMANO es supremo y real.  No somos máquinas, ni robots…..sino parte de una REALIDAD  nacida del amor y en el amor….y estamos solamente en camino hacia ella….Aquí solo vemos un destello ínfimo de esa realidad…..que no podemos medir totalmente….pero que podemos, aun tenuemente, intuirla, deducirla, experimentarla y vivirla….Lo demás esta por verse….pues todavía no estamos situados detrás del telón…y viendo solamente en un espejo….

    un saludo cordial   de Santiago Hernández 

  • Juanel

    Hace algunos días leí un reportaje de la Revista “Filosofía Hoy” firmado por Jaime Fdez-Blanco Inclán titulado “¿Podemos controlar la Realidad?”. El autor comienza citando a Hegel diciendo “todo lo que es real es racional, y todo lo que es racional es real”, si esto fuese válido la realidad sería dictada por nuestra mente, lo cual le lleva a decir que nuestros pensamientos podrían transformar la realidad. Luego para buscar apoyo a esta tesis utiliza ciertos datos de física, biología, fisiología, neurociencia, filosofía,…, en mi opinión, fuertemente sesgados y revistiendo de verdad interpretaciones falsas.

    Por ejemplo, de Física toma la teoría de universos paralelos de la mecánica cuántica, para decirnos que existen múltiples posibilidades de ocurrencia y que es el observador el que fija una de ellas como realidad. Esto que sí sucede a nivel cuántico a parir del nivel hadrónico y superiores (atómico, molecular, estructuras cristalinas minerales, estructuras orgánicas celulares,….) ya no sucede, no existen universos disponibles y menos aún que puedan fijarse por observación o percepción cerebral humana, o de cualquier otro ser vivo. Esta limitación o filtro de universos cuánticos disponibles no la realiza el observador, sino las leyes de simetría y fuerzas nucleares  que rigen el confinamiento de los quarks (o cuantos) en los hadrones (protones, neutrones, …). Para nada depende de nuestra percepción o del pensamiento. No existen realidades diferentes disponibles a nuestra decisión, con la excepción del nivel cuántico.

    Sigue diciendo el autor que las vías nerviosas que empleamos en la percepción de lo real son las mismas que para para lo imaginado o soñado, y que distinguimos lo real por las pautas o esquemas en las redes neuronales que hemos aprendido por su continuado uso. El hace una interpretación falsa, pues afirma que hay una multiplicidad de realidades y son nuestros esquemas aprendidos los que fijan lo que es real de lo que no lo es. Pero si esto fuese así la esquizofrenia, tomar por real lo que no lo es como alucinaciones etc., sería lo común, siendo lo real una cuestión de aprendizaje.

    El autor nos dice algo conocido, la selección de estímulos o información que recibimos (a lo cual también se refiere Oscar y por esto recordé este reportaje en “Filosofía hoy”). Dice que recibimos alrededor de unos cientos de miles de bits de información por segundo y sólo podemos acceder a unos 2000 de ellos, por tanto lo que llamamos realidad es sólo una mínima parte de lo que hay a nuestro alrededor y es nuestro pensamiento el que selecciona entre diferentes posibilidades. Aquí se hace una confusión interesada entre lo real y la percepción de la misma. Ciertamente podemos cambiar nuestra percepción cambiando lo aprendido, modificando los patrones o esquemas de conexiones neuronales por la plasticidad de nuestro cerebro, pero con ello no cambiamos la realidad solo nuestra percepción de la misma.

     
    La realidad no es un constructo mental, no se deja manipular a nuestro antojo. Podemos construir teorías y sistemas explicativos de la realidad a nuestro capricho o muy elaborados filosóficamente incluso de gran belleza, pero si al someterlos a la prueba experimental no son coherentes con sus resultados, no es la realidad la equivocada sino la teoría.

  • Santiago

    gracias Román por tu paciencia e interés en seguir dialogando..En realidad es cuestión, muchas veces, de interpretación, cuestión de etiqueta y de enfoque..mas que de disensión….Por un lado, tampoco me siento ofendido si me dicen tradicionalista…o ultraderechista o anacrónico, cosa que se que tu no harías……porque la realidad es que no me considero así…al contrario, estoy por la sana apertura…. mientras el cristianismo no se deforme, ni históricament, ni tampoco doctrinalmente, ni se disloque de su objeto que es, como tu y yo sabemos, la verdadera identidad de Cristo Jesús….

    Sin embargo, diciendo que “la teología es la ciencia de la salvación” no creo quitarle al evangelio el sentido de la Buena Nueva…y tampoco creo que yo haga de la gracia de Dios un asunto meramente mundano…”de percepción humana…La clave está que una teología que no sea básicamente cristológica no es propiamente cristiana…ya que Cristo como dices tu es LA VERDAD…Sin la PERSONA de Jesus la teología católica pierde todo su sentido y su objeto puesto que Jesus “es la piedra angular” la que fue desehechada por los que “no le recibieron”….y todavía lo siguen rechazando en el mundo de hoy….La salvación no puede ser mas que la experiencia de Jesus…El cristianismo ES su misma PERSONA….en una dualidad hipostática…

    Por tanto, cuando me refería a la teología como ciencia no lo hacía en abstracto…..sino como el conocimiento sistemático que nos lleva a conocer mucho mas profundamente a Jesus de Nazaret y a su obra….No a una invención y constructo humano…sino a la teología evangélica que tiene una fuente humana….puesto que fueron los Apóstoles los que nos dieron a conocer la salvación…que es ciertamente Cristo Jesús…tal y como ellos lo vieron, lo tocaron, la percibieron y lo interpretaron….El Espíritu paráclito actuó despues para perfeccionar esta percepción iluminando la razón para que pudiéramos asentir a LA VERDAD….en paz y tranquilidad…Razón y fe no deben ser antagónicas….sino que pueden perfectamente aplicarse al Evangelio de Jesus…sin salirse de el…

    Como dice el Cumpa Oscar la salvación es praxis.. Y segun Jesus para entrar en el Reino, es necesario, en primer lugar, guardar los mandamientos del Decálogo…..Yo diría que estoy de acuerdo en que no es solamente una teoría del conocimiento….pero para salvarse, ordinariamente, hay que conocer el objeto de salvación, ya sea en confuso o plenamente….(except los que inculpablemente no pueden llegar “a ver” el don)…La gracia de la salvación está siempre presente y es asequible….pero require un mínimo de nuestra
    cooperación racional….y por lo tanto de nuestra colaboración humana…

    Un abrazo…y en la amistad para todos…..de Santiago Hernández

  • Román Díaz Ayala

    Oscar,
    gracias por haber tenido un tiempito para mostrarme tus aclaraciones, aunque dejes la cuestión tan abierta que no tenga oportunidad de una nueva colaboración.
    En cuanto a “teología”, yo siempre distingo entre lo que se desprende de una experiencia y aquello otro, convertido en “disciplina” que usa las herramientas aportadas por la filosofía para elucubrar. Estudiar a Dios es “probarlo”, asimilar sus dones de la sabiduría y de la ciencias que ha revelado a sus hijos/as, y que no sin riesgo podemos desligar de su “Palabra”.

  • Román Díaz Ayala

    Santiago,
    hago referencia a tu último comentario  de las 3.02 am.
    en primer lugar, me disculpo, porque llamar a una persona  tradicionalista, o de lo que fuere, es simple cuestión de etiquetas, comportamiento que debe estar desterrado de este foro de Atrio. Sólo quería poner en evidencia la génesis de tal planteamiento, que eres muy libre  de compartir . Pero que sepas que el llamado “tradicionalismo católico” surge de tal premisa filosófica, y que en términos “modernos” , viene a concluir que todos los pueblos,  en todas las culturas, y en todas las épocas gozan sus individuos gozan de  “percepciones”, que podemos calificar como “teológicas”. Es algo así como la “impronta” que el racionalismo no pudo arrancar.
     
    tu ya sabes que el eterno debate entre razón y fe yo lo considero bastante estéril, pues es inherente al secularismo con el que se construyó el catolicismo y que ha sido objeto de tantos debates  aquí en años anteriores. También sabes que yo no pongo en duda la “tradición apostólica”, si ello está referida a los apóstoles del Señor Jesús de aquella primera generación cristiana.
     
    Tampoco dudo que tengas un gran aprecio por el Concilio (V.II) y que bebes de sus fuentes de cuyas enseñanzas con frecuencias nos haces partícipes.
    Si existe un matiz del que difiero, y tal cosa es  a lo que deseo aludir de nuevo, es que,
    mientras Oscar Varela en su comparación entre teología y filosofía, de su hilo anterior (El artista que anteriormente se llamaba Prince)
    decía  que “la religión cristiana es una doctrina de salvación no como la filosofía es una doctrina de problemas”,
     
    tú vienes y dices: “la TEOLOGIA, que es la ciencia de la salvación …” (tu anterior comentario del 11.08.15)
    ¿No te das cuenta de que de esta forma le quitas al Evangelio su valor de “buena noticia”? ¿No te das cuenta de que haces de la gracia, lo inesperado, que viene de arriba, un asunto intramundano, de percepción humana?
    La clave en la experiencia cristiana es Jesús, la religión de la Salvación, (“Yo soy la verdad”)  La verdad de una persona cristiana viene de Dios. Con razón dijo Hans Küng, que hemos hecho de nuestro cristianismo una ideología.Pero la salvación es una experiencia. Jesús es la verdad porque Él es la “Salvación”.
     
     

  • Juanel

    De acuerdo con lo que dice Oscar, hacer teología desde arriba (desde Dios, por la revelación de su Ser y su voluntad a los humanos), o hacerla desde abajo (desde el ser humano y remontarse hasta Dios) no es lo mismo, sino justo su inverso. En el primer modo habría que aclarar previamente qué se entiende por revelación, su posibilidad y su credibilidad. En la segunda habría que aclarar qué se entiende por ser humano, su esperanza y su fe, así como la posibilidad de remontar o proyectarse en Dios y su credibilidad.

    Mi cosmovisión cientificista me impide dar credibilidad a la revelación en sentido tradicional, sin que pueda ver un resquicio o vía alguna que abra cierta posibilidad de darse. Hacer teología desde arriba está por tanto cerrada para mí, (o tal vez no). Parto del ser humano, de su biología y antropología científica, como un ser vivo de su especie junto a otras que forman su ecosistema propio, incluido en la Biosfera, resultado de su historia evolutiva y cultural, sin añadidos diferenciales (externos al sistema natural). La lucha por la supervivencia de nuestra especie, nos ha llevado a seleccionar pautas de colaboración que están en la base de las estructuras sociales, que nos dan ventajas adaptativas. Por la colaboración, hemos seleccionado comportamientos y valores que la potencian y crean expectativas de mejorar las condiciones de vida humana. Si estas expectativas las proyectamos hasta sus últimas consecuencias, nos situamos entonces en la perspectiva de la Plenitud. No hay razón alguna para situarse, ni siquiera plantearse, vivir con esa perspectiva, pero es cierto que cabe esa posibilidad y que algunos utópicos lo hacemos.

     
    Por supuesto, el contenido de Plenitud es muy diverso según las culturas, los colectivos, los individuos, …., que proyectan en ella sus creencias y esperanzas. El contenido para mí de la Plenitud lo he hecho coincidir con la revelación del Ser de Dios y de su voluntad para los humanos, transmitido por los cristianos. No se trata para mí del Ser de Dios en sí mismo, Dios Misterio, sino el Ser de Dios “revelado para” el ser humano. Me refiero a la Plenitud Humana y su contenido, pues cuando decimos que Dios es Amor, el Bien, la Justicia,….., no se habla de otra cosa que de valores y características humanas proyectadas a su máximo grado, ya que sin el ser humano carecen de sentido.

  • oscar varela

    Hola Román!
     
    Leo en tu Comentario del 10-Agosto-2015 – 21:46 pm:
     
    – “conocemos la verdad:
    (1) o porque vemos las cosas en Dios desde el punto de vista de Dios,
    o la inversa
    (2) viendo Dios las cosas a través de los hombres, siendo el ser humano los ojos de Dios.”
     
    Y tú piensas que ambas son (indistintamente) válidas (más o menos lo mismo) cuando las introduces diciendo: -“resulta opinión tan válida” (una como la otra).
    …………………..
     
    Yo pienso que esas opiniones no son
    * ni más
    * ni menos
    * ni lo mismo
     
    Sino que son diametralmente contrarias.
    Y que muestran la aparición de un CAMBIO DE PANORAMA EPOCAL.
     
    Tanto se habla de la “CON-VERSIÓN” o METANOIA en el Evangelio que valdría la pena comprenderla actualizadamente ¿no?
     
    NOTA 1.- si tengo un tiempito debería hablar de ello partiendo de las investigaciones del biólogo De Vries acerca de la “MUTACIONES”, y que se pueden metaforizar a la vida humana para comprender la IDEA DE GENERACIÓN como “gozne” de la Historia de las Sociedades humanas.
     
    Las supradichas opiniones son “diametralmente” contrarias porque los “puntos de vista” generadores del Paisaje son, precisamente, diametralmente opuestos: ser humano y dios (in-dividuo y todo).
     
    NOTA 2.- si tuviera que precisar un poco más te diría dónde está la dificultad de comprender la decisiva contrariedad de ambas opiniones:
     
    Está en que “visto desde dios” se parte de un absoluto (lo cual es solo un “supuesto” humano) en el que quedaría “asegurado” el logro de la Verdad.
     
    Pero si se parte de los seres humanos nadie puede estar-seguro que el intento no se “mal-logre” en el tiempo siguiente … y se vaya todo al carajo … y las actuales vivientes incluidos y primeros.
    …………………
     
    Estos modos de decir tuyos parecen razonables a primera vista y caminando ligero; pero deteniéndonos brevemente en ellos, muestran alguna seria (para mí: comprensible) falencia.
     
    Por ejemplo has dicho (y el Cumpa Hernández no tardó un segundo en enancarse al dictum) que la teología es una “doctrina de salvación”. Te felicito porque “suena lindo”; pero es algo que no tiene sentido (ni pies ni cabeza). Porque la salvación es un asunto de pies (la praxis de andar que se ve /recuerda al paralítico que bajaron del techo y el Galileo “vio” la fe que lo salvó): Mientras que la doctrina es asunto de cabeza en soledad.
     
    En fin, te lo deseo digerible en la medida que tu estómago aguante ls glifosatos y transgénicos del pasado tradicional!
     
    ¡Voy todavía! – Óscar.
    …………….
     
    NOTA 3.- Lo de la Plenitud “utópica” de juanel me queda en el teclado, per me es un poco tarde y mañana tengo que seguir experimentando con hacer un embaldosado con arcilla de pozo. Tengo y tendré barro hasta las orejas. ¡Buenos noches!

  • Santiago

    Román, la “filosofía perenne” en su sentido mas amplio, siempre existió…No se puede separar la razón de la fe….porque están siempre presentes en los seres humanos…La capacidad de acceder a verdades supra-naturales nos ha sido concedida…también en la unidad de la naturaleza humana…Sin esta dualidad…no podríamos llegar a nuestro destino trascendente….
    Por otro lado, yo no soy tradicionalista en el sentido estricto del término sino que me siento mas identificado con “el realismo crítico” …Es decir, podemos conocer intelectualmente primero..sin embargo no podemos recluirnos en un “puro subjetivismo” ya que la intencionalidad de la mente humana, en su esencia, presupone un mundo que existe fuera de nuestro yo que es sujeto de nuestro conocimiento….La realidad no solo es experiencia subjetiva….sino existen objetos externos que forman parte de ella, también..La filosofía debe ser subjetiva y objetiva a la vez…puesto que la realidad es mucho mas compleja y no se puede reducir a nuestro pequeño mundo interior….No solo somos ideas y conocimiento…sino experiencia sensible y espiritual….y voluntad….que exite en el Cosmos..

    Por otro lado, no hay peligro que la tradición apostólica verdadera empañe el mensaje evangélico, puesto que la tradición contiene el evangelio….No se trata de lo añadido y empolvado…ni de lo supérfluo…sino de la esencia de la predicación de Jesus, por la cual murieron los Apóstoles y los que escribieron los evangelios….
    Estoy por el Concilio Vaticano II puesto que su apertura era necesaria para el tiempo en que vivimos….Se abren las puertas de la Iglesia para todos los que quieran acercarse a “la misericordia del Padre”…Francisco empieza a predicar la Bula para el Año de la Misericordia donde invita al mundo a la reconciliación para que puedan beber directamente del infinito e incomprensible amor de Dios hacia nosotros, los seres humanos terrestre…..Lo primero debe ser la conciencia de que existe la compasion…que es possible en el mundo actual obtener la remision de la pena y de la culpa….del tormento espiritual de creerse rechazado por TODO Y POR TODOS….Sin embargo, Francisco recuerda que la misericordia de Dios no tiene fronteras…porque es eterna….Despues podemos avanzar y entonces conocer como se puede obtener ese perdón misericordioso….

    Por eso, la apertura del Concilio Vaticano II no consiste en romper con la doctrina de Jesus….y de su Iglesia…sino darle su verdadero sentido en el mundo de hoy….y asi Juan XXIII, el 11 de Octubre de 1962 pronunció estas palabras en el discurso de apertura del Concilio:

    ……”De la adhesion renovada…a todas las enseñanzas de la Iglesia, en su integridad, transmitidas con precision de términos y conceptos…de los Concilios de Trento y Vaticano I, el espíritu cristiano, católico y apostólico ESPERA que se de un paso adelante hacia una penetración doctrinal y una formación de las conciencias que sea mas fiel a la auténtica doctrina, estudiando ésta y poniéndola en conformidad con los métodos de investigación y con la expression literaria que exigen los métodos actuales. Una cosa es el depósito de la fe, es decir, las verdades que contiene nuestra venerada doctrina, y otra la manera como se exprese. Y ello ha de tenerse gran cuenta, con paciencia, si fuese necesario, ateniéndoso a las normas y exigencias de un magisterio de carácter prevalentemente pastoral”
    Podemos recobrar el sentido de la FE apostólica en esta misma tradición y expresarlo de la mejor manera….para que pueda ser creíble en el mundo actual….sin tener que cambiar la doctrina….Solamente que tambien es posible y laudable entrar por la “puerta estrecha” evangélica y vivir de esta manera la alegría interna de ser verdadero discípulo de Cristo

    Un abrazo    de Santiago Hernández

  • M.Luisa

    Leo, del excursus biológico
     
    Para la producción de elementos subjetivos se requiere un sujeto, y estos sujetos son los seres vivos. ¿Cómo se producen en el animal los elementos subjetivos? Tenemos que considerar como existentes todos los innumerables grupos de movientes partículas materiales que actúan en todo tiempo sobre el sujeto “animal”.
     
    Pero la producción de elementos subjetivos es la primera función de los seres vivos como sujetos? Es que, anteriormente a esta producción y sin que sea una mera consideración a tener en cuenta, no se encuentran previamente  los seres vivos situados en un entorno? Por tanto, para aquella producción dependerá de cómo sea captado este   entorno por los seres vivos que lo circundan  tanto para el animal no humano como para el humano, es decir, de cómo sea la  recepción de cada correspondiente  entorno. Con respecto a él, el animal selecciona, sin embargo con respecto del  hombre, éste elige, cosa muy distinta.
     
    El excursus no hace distinción alguna entre el puro sentir y el sentir, entre excitación y suscitación. La suscitación, es más que el desencadenamiento de un proceso meramente fisiológico. La suscitación es aquel momento aprehensivo que mueve al sujeto,  a la acción.  No es tan sólo una actividad fisiológica sino que es el proceso que constituye la vida entera del animal. Este momento aprehensivo del estímulo del calor, por ejemplo en el animal es reactivo, huye. Sin embargo  este mismo estimulo es real para el hombre, pues por   su inteligencia hace de él una  realidad estimulante lo cual, por ello, en lugar de reaccionar  le hace tomar distancia.
     
    Esta estructura del sentir intelectivo (Zubiri, como ya es sabido)  es unidad primaria y no   síntesis unificadora que pretenda unir  aquellos planteamientos clásicos, porque tanto éstos como lo propio también de  la síntesis  otorgan prioridad a la conciencia perceptiva, no a la aprehensión impresiva que por serlo de realidad  es ya intelectiva, lleva ya en sí la verdad.     

    “Cuando se interpone un cedazo o retícula en una corriente, deja pasar unas cosas y detiene otras; se dirá que las selecciona, pero no que las deforma. Esta es la función del sujeto, del ser viviente ante la realidad cósmica que le circunda”
     
    Ni la selección animal ni la elección (intelección humana) deforman la realidad cósmica,   unos la viven estimúlicamente y los humanos la viven realmente.
     
    Ortega, a mi modo de ver,  distingue dos tipos de realidad “La intuición individual” y la intuición esencial”  en otro momento transcribiré un párrafo de sus “Investigaciones Psicológicas” que lo muestra .

  • Juanel

    Desde mi perspectiva radicalmente dualista interpreto la Realidad (cósmica, físico-química, geo-biológica y humana) como un algo o mejor un todo, sin mezcla alguna con la divinidad. Para mí no existe nada en ella sobrenatural, ni sustancias o energías sutiles o espirituales, ni tampoco misterios ocultos a los que no podamos tener acceso. Al contrario, creo que en un futuro a muy largo plazo el conocimiento de la Realidad será total y completo. Cuando alguien me habla de los límites del conocimiento, siempre lo coloco en perspectiva histórica. Es verdad que ahora tenemos unos límites del conocimiento que no sabemos cómo traspasar, pero ¿siempre será así? Pues en mi opinión creo que no, dado que ha sido una constante en el avance de la ciencia-tecnología, que a alguien se le ocurra una idea para hacer lo que antes se suponía imposible.

    Cuando la Realidad sea perfectamente conocida, total y completamente, será entonces el entorno humano sin lagunas ni misterios, será el ámbito humano que nos pertenece. El ámbito divino por el contrario no nos pertenece. No existe de él dato ni prueba alguna que podamos analizar o conocer. Se trata para mí de lo totalmente distinto, de lo Eterno, de lo Otro Incognoscible, del Misterio. Carece de sentido para mí que la divinidad pueda “cambiar” según el conocimiento, experiencias o verdades que los humanos puedan adquirir en el tiempo. Dios no es la suma integrada de lo humano. Es que son ámbitos completamente separados sin mezcla alguna. Por eso mi interés no está en conocer o desvelar el Misterio de la divinidad que creo de imposible acceso, sino en conocer la Realidad, el ámbito humano, que creo accesible en su totalidad.

     
    Pero, siempre hay un pero, si la Plenitud Humana culminada se incorpora al final al ámbito divino, las consecuencias de ello modifican la perspectiva inicial de la radical dualidad o separación entre el ámbito divino y humano. Es que entonces resulta que la Plenitud Humana es de algún modo algo no sólo humano, sino que será susceptible de una radical transformación por el Espíritu, adquiriendo entonces y sólo entonces la capacidad para acceder al ámbito divino. La Plenitud Humana no es divina, aún no, pero lo será. Y en consecuencia podemos decir de ella que se trata de “Dios con nosotros”.

  • Román Díaz Ayala

    Santiago:
    el concepto que manifiesta situando a la teología como la primera disciplina, tiene que ser entendido por la preeminencia que le otorgas y en esto no  te apartas de su sentido más tradicional que se apoya en la existencia de una filosofía perenne, aquello que en el siglo XVI hacía referencia a la Escolástica situándola en la cumbre de la sabiduría cristiana.
    Sobre este supuesto ideológico has vivido y alimentado tu fe hasta formularla de un modo altamente intelectualizado. Para tí la fe es una evidencia a la razón y así quieres llevar tal conceptuación a la vida.(“la integración práctica de la teología a la vida de los seres humanos”)
     
    Entonces, tal interpretación que haces del Concilio Vaticano II que con tal bagaje la novedad con  que el Concilio hace la presentación del Evangelio pase desapercibida, y tan sólo se vea en ello la importancias que le otorgas ceñido a la tradición.
    Es un error común para tirios y troyanos, pues también el llamado progresismo católico es muy culpable, pues parte de otras corrientes filosóficas más en boga.
     
    No quiero extenderme más para dar lugar a que reflexionemos dándome tu parecer sobre mi comentario.

  • olga larrazabal

    Visto así, lo que llamamos Dios estaría siempre en perpetua creación a través de las experiencias de sus creaciones, o sea la reorganización y reabsorción hasta el infinito de la información existente o  puntos de vista. Desde el punto de vista de un quark, un electrón, un microorganismo, pasando por un árbol, un chacal o un humano, que es hasta donde yo conozco.
    Este pensamiento me infunde mucho respeto a la experiencia de vida de cada uno, vivida a concho.

  • Santiago

    SI la primera disciplina del saber humano, como realidad ha sido la teología…y todas las demas, incluyendo las ciencias exactas y las inexactas, no son sino consecuencia de la primera, entonces sobran las divisiones teológicas…PERO toda ciencia como conocimiento, como objeto de estudio, se ha de dividir y sistematizar, para poder llegar a profundizar en ciertos aspectos que es imposible abarcar en general….
    Para poder estudiar una disciplina- como conocimiento y saber -tenemos que desmenuzarla poco a poco, no solamente en el aspecto teórico…sino tambien  con el  importantee objeto de llevarla a la práctica…Y asi es difícil, por ejemplo, saber enseñar la ciencia médica….pues hay que combinar teoría con práctica y con experiencia…No bastan los libros….aunque son necesarios ,para tener una
     base sólida que aproxime la medicina a una ciencia exacta…sin embargo sabemos que existe el “arte médico” que solamente se adquiere con la práctica….y por otro lado es necesario “el maestro” para que con su experiencia nos diga los “secretos” que el ha ido
     descubriendo a través de su propia práctica y experiencia,  y que ahora está dispuesto a poner al servicio de los estudiantes altruística y
     fraternalmente….PERO la medicina constituye una UNIDAD……pues todo su saber y su esfuerzo está dirigido a aliviar el
     sufrimiento humano en la enfermedad..

    Con mas razón la TEOLOGÍA, que es la ciencia de la salvación, ha de estudiarse profundamente y actualizarse…..No solamente es necesaria la abstracción, lo conceptual, el método racional, la especulación filosófica y rigurosa para que brille SU UNIDAD en su totalidad como teoría….sino la integración práctica de la teología a la vida misma de los seres humanos…Por eso, el Concilio Vaticano II
     sin romper con la tradición apostólica y patrística ha querido actualizarnos….para esa puesta en práctica….y llevarnos al centro de la VERDAD….que es el mismo Cristo como lo presenta el Evangelio….que es una unidad completa teológica..pues en El converge toda la historia antigua como la nueva….la antigua alianza y el testamento  nuevo…..No podemos pues separar la verdad de Jesus de la moral que El mismo predicaba…Por eso volver al Evangelio es profundizar aun mas en la misma teología…pues Cristo es el “rostro de la misericordia” del Padre…..
    Nada sobra, ni nada falta…..si nos atenemos a la verdadera identidad del centro de la teología…que es Jesus….El ha de ser el objeto de nuestro estudio….pues en El todas las cosas se han recapitulado…El es el resumen de toda la teología de la salvación..y por El vinimos a la existencia…A El le debemos, por lo menos, adentrarnos en la consideración y el estudio del  Misterio….

    Un saludo cordial de Santiago Hernández   
     

  • Román Díaz Ayala

    Gracias a este  baño de filosofía contenida en el presente ensayo, si aceptamos sus premisas o postulados ( no sé si ambas cosas vienen a significar lo mismo) tendremos que concluir: resulta opinión tan válida que conocemos la verdad o porque vemos las cosas en Dios desde el punto de vista de Dios, como la otra inversa viendo Dios las cosas a través de los hombres, siendo el ser humano los ojos de Dios. todo ello es un constructo humano, un facto necesario para la construcción de nuestro pensamiento.
    Al fin y al cambio la verdad no deja de ser cuestión de perspectiva siendo la suma de todas las posibles visiones lo más cercano al absoluto.
    recuerdo en mis años de estudiante ( me apasionaba la historia) que los profesores  hacían mucho énfasis en el pensamiento, más que la memorización de los acontecimientos sucesivos con sus fechas. Se decía que era más importante la formación de criterio, porque así tendríamos la oportunidad de ser menos manipulados en nuestras vidas de adultos.
    El salto de la filosofía a la teología,  la consideración de los asuntos teológicos con criterios filosóficos, nos lleva por caminos de escuelas y las corrientes de los siglos, siempre cambiantes, pues la filosofía está para eso: “porque  la fuerza de la filosofía, a diferencia de los otros conocimientos, por ejemplo las ciencias particulares,  no está en el acierto de sus soluciones, sino en la inevitabilidad de sus problemas”.

  • M.Luisa

    ”Más verosímil me parece
    * que Dios ve las cosas al través de los hombres,
    * que los hombres son los órganos visuales de la divinidad”

    Totalmente de acuerdo,   esto fue precisamente  el punto de vista  que trajo la postmodernidad. Anteriormente   se había sometido la práctica a la teoría,  a partir de la física  cuántica será  a la inversa, es la teoría la que se subordina a la práctica.

    Esto claro!  Respecto a la teología dogmática,  como  también de las otras que se mencionan hace cambiar  las cosas de arriba abajo…(es sólo un adelanto))

    Necesito una lectura más reposada de todo el artículo para seguir opinando

  • Juanel

    Hola Oscar
    Pues a mí me parece que la frase que expones de que “Dios ve las cosas al través de los hombres” puedo asumirla desde mi propuesta de la Plenitud. Si la Plenitud Humana culminada, con todo su bagaje de memoria y experiencia histórica personal y colectiva, es llevada por el Espíritu a lo eterno en Dios, podría significar que toda la Realidad Física, relativa-temporal-finita, se incorpora al ámbito divino precisamente por la mirada o conocimiento y experiencia de cada uno de los humanos sin que quede excluido nadie. Por ello cada vida humana, por muy inútil o efímera que nos parezca, al formar parte del colectivo humano, tiene necesariamente que participar en él, y no puede faltar dado que se trata de algo único e insustituible, si faltase, la Plenitud no podría lograrse.

     
    Ahora bien, aunque cada vida humana sea necesaria e imprescindible para la Plenitud, eso no quiere decir que cualquier mirada o conocimiento humano tenga el mismo valor o que sean “todas” verdaderas, como parece sugerir tu exposición. Al contrario, la inmensa mayoría de la percepción y del conocimiento humano es falso, erróneo y sobre todo incompleto. Sin embargo, toda esa memoria, conocimiento y experiencia humana falsa, errónea, cargada de mal y sufrimiento, no es en absoluto ni despreciable ni desechable, ya que forma parte esencial del camino hacia la Plenitud en su recorrido vital e histórico. Considero que la acumulación histórica de conocimiento y experiencia, permite al conjunto de la humanidad ir corrigiendo errores desechando lo falso, e ir disminuyendo el sufrimiento y el mal, y al final, sí hay utopía, sí hay triunfo del bien, sí hay verdad y conocimiento completo, alcanzada por la humanidad en su Plenitud. Si ésta fuese incorporada al ámbito divino, entonces podría decir que Dios “mira” la Realidad a través de la mirada humana, de la Plenitud Humana.

  • oscar varela

    Hola!

    Empiezo por final donde leo:

    -“Más verosímil me parece
    * que Dios ve las cosas al través de los hombres,
    * que los hombres son los órganos visuales de la divinidad.”-

    Con esto estoy habilitando una TEO-LOGÍA.

    ¿Cuál?

    1) le pongo un ¡NO! a varias:

    * NO a la teología dogmática

    * NO a la teología bíblica

    * NO a la teología científica (TEODICEA)

    2) Le estoy poniendo un ¡SÍ! a la teología profaina.

    Y Nota: con esto queda habilitada una Religión abierta a la SERIEDAD y el CUIDADO.

    ¿Qué te parece cholito?

    ¡Voy todavía! – Óscar.