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La exaltación del Misterio

RománLo particular de las iglesias cristianas entendidas en su dimensión de Pueblo de Dios consiste en que se nos ha ofrecido vivir de una dimensión sobrenatural de nuestras servidumbres de forma que se nos distinga de cualquiera de los demás grupos religiosos que apelan a lo divino. Ésta, su naturaleza, está condicionada pero no determinada por la evolución de la cultura ni por los hechos históricos, y no se agota por el mal moral en el mundo, la sociedad a la que pertenece, y en su propio seno de creyentes, a causa del contagio y la convivencia con el mal que siempre estará presente en esta fase del Reino de Dios.

La vida sobrenatural se ha producido por una actuación directa de Jesús en nosotros teniendo como agente al Espíritu Santo bajo la iniciativa del Padre. Hablamos en términos de Salvación, porque somos la Comunidad de los salvados de Dios.

Solemos reducir el mensaje a la promesa de una vida futura para después de la muerte, y a la religión entendida como el conjunto de prácticas y doctrinas conducentes a “un buen morir”, debido a una contaminación cultural producto del aliento religioso que es común a todo ser humano históricamente.

Las geniales intuiciones de las generaciones de postguerra (1945-1990) hacían señalamiento de la apertura de una nueva época que los estudiosos se apresuraron a calificar como un nuevo paradigma. El Concilio Vaticano II (1963-1965) trajo una nueva luz al Catolicismo apelando a una revisión exhaustiva de todo el aparataje institucional e ideológico para identificar y purificarnos de todas las adherencias históricas sobre los cimientos de la Iglesia. Labor compleja y harto difícil que su actual jefe espiritual, el papa Francisco, está reanudando, aparentemente casi en solitario.

Se puede llegar a los cimientos del Catolicismo Romano, cosa que posiblemente con algún éxito consiguen muchos expertos en demoliciones. Pero podríamos estar ante una nueva encrucijada no prevista hace cincuenta años. ¿Son los cimientos vaticanos precisamente los cimientos del “colegio apostólico”, el grupo de los doce?

Estas dudas han nacido dentro del propio Catolicismo, en el mal llamado progresismo por un uso erróneo del término, y cómo la cultura ha sido el conformante de la mentalidad católica, donde se está haciendo distinción entre la doctrina, el mensaje y la persona de Jesús y la creación de la Iglesia, invento posterior de su grupo de seguidores, descabezados y llenos de incertidumbre por la muerte de su maestro. No se habla de fraude histórico, sino de inconsecuencia doctrinal (teológica) al nivel de cómo ha sucedido en la historia con muchos grupos y movimientos religiosos. Se habla y se escribe en términos de reforma o de refundación para mantener viva la llama del maestro. Se conjetura sobre contextos históricos, rivalidades sectarias, fechas, grupos religiosos y étnicos e influencias culturales.

Que nuestro catolicismo esté siendo revisado actualmente tanto por estudios fuera del cristianismo siguiendo las pautas científicas, como dentro en sus concepciones teológicas nos está permitiendo una mejor aproximación y valoración del Misterio.

El método histórico-crítico al servicio de nuestros textos sagrados y de la teología ha resultado un instrumento muy eficaz para aliviar a la institución en la quita de los polvos que con los siglos se habían acumulado restándole su esplendor y asimismo ha concitado el interés de la historiografía profana en torno a Jesús y el nacimiento del Cristianismo, pone al desnudo muchas de las teologías en confrontación que han dado lugar a la diversificación en grupos sectarios o denominaciones no católicas, así como los hallazgos o debilidades de corrientes teológicas cultivadas dentro del Catolicismo. El balance, en general, es positivo.

Creo que el mayor logro del avance científico en el ámbito de nuestro pensamiento ha consistido en su ayuda para poder distinguir con mejor precisión lo que obedece a la herencia cultural sobre la labor pneumática en la dinámica de nuestra fe, y a que sepamos valorar mejor y sin dualismos el impulso creador y redentor de Dios.

La ciencia, ni siquiera la filosofía más imaginativa, pudo prever la iniciativa de un Dios Creador que se hace presente en la historia como aconteció con la formación del pueblo de Israel. El Misterio no se hace comprensible sin una lectura teológica. Dios no se convierte en aprehensible mediante la elaboración de un pensamiento sino a través de una experiencia que ha constituido en salvadora para el ser humano. El Dios de Israel, es “un Dios de vivos”, quien se hace presente cada vez que es invocado y que camina con Su Pueblo.

Olvidamos por razones de escuelas que Saulo de Tarso es coetáneo de los apóstoles y de aquella primera generación de discípulos y discípulas de Jesús quienes habían caminado con Él desde Galilea a Jerusalén y dieron testimonio fehaciente de haberle visto y estado con Él después de resucitar. Se omite también que algunos de los escritos de Saulo (ahora Pablo) se recibieron antes que los evangelios canónicos. Hacer diferenciación entre las enseñanzas y hechos de Jesús y la doctrina de los apóstoles resulta esquemáticamente artificiosa por razones de teología, además falto de rigor histórico. Se puede obviar el milagro, desestimar lo maravilloso. Pero los datos son fiables y no se pueden desestimar sin la contradicción de una mentira y quiénes hayan podido ser sus agentes.

Por muy elevados hasta lo sublime que encontremos los textos de Pablo carece de valor histórico que le situemos como el gran refundidor del Cristianismo primitivo, salvo que hagamos separación temporal y doctrinal entre él y el conjunto del colegio apostólico. Sería como si tras la muerte de Jesús nacieran dos colectivos separados de discípulos defendiendo la herencia del Maestro, cada uno por su lado.

Los documentos muestran una situación completamente distinta de adaptación a los nuevos problemas surgidos con el cumplimiento de la misión y la aceptación a veces dramática del universalismo predicado por Jesús en sus últimas instrucciones, con la asistencia del Espíritu Santo.

Prevalece el contenido de la predicación apostólica, lo que teólogos posteriores han dado en llamar “el kerigma apostólico”, tan estudiado y recomendado durante los años conciliares de nuestra juventud. El kerigma estaba presente en los discursos de Pedro y de Pablo (Hechos 2,14-39; 3,12-26; 4,9-12; 5,29-32; 10,34-43; 13,16-41).

Incluso podemos señalar que los textos definitivos de los cuatros evangelios canónicos están articulados sobre el esquema de la enseñanza apostólica que aquí llamamos kerigma, en una profundización de la comunidad cristiana del mensaje de Jesús. Los evangelios desarrollaron ampliamente la predicación primitiva.

Pedro se ofrece de testigo material de la muerte y resurrección de Jesús y señala a una multitud que puede acreditar haber estado con él otra vez vivo después de muerto. Pablo hace lo propio: “Él se apareció durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos suyos ante el pueblo”.

La Iglesia, porque ha nacido del costado abierto de Jesús en la Cruz y porque se vio bañada por la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés, vive perennemente del testimonio de Jesús en su dimensión sobrenatural sorteando las mentalidades y los siglos. Iglesia y Reino de Dios son dos realidades distintas y complementarias como Creación y Redención. Muchas de las distinciones que hacemos nosotros en nuestro discurrir teológico son más artificios de escuela que reflexiones iluminadoras del Misterio, estamos hecho prisioneros de nuestro propio lenguaje religioso.

Nos quedamos muchas veces en la contemplación de lo que Dios ha hecho por medio de Jesús en su secuencia histórica hasta la efusión del Espíritu cincuenta días después, pero aquella primera predicación apostólica nos introducía a otras realidades divinas ocurridas en los cielos: “Así, pues, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado”.

Jesús fue el primer redimido de Dios, el Padre, quien le ensalzó colocándole a su diestra, constituyéndole en “Señor y Cristo” (Hechos 2,36) La imagen simbólica de la Ascensión, propia del Jesús que leemos en vida, nos instruye muy a las claras que es entronizado en los cielos junto al Padre por derecho propio. La exaltación del Misterio.

59 comentarios

  • George R Porta

    No comenté dirigiendo a ti mi comentario porque la controversia personal no me atrae. Pero es obvio que se trate de un comentario al texto del tuyo.
     
    Si te cito minuciosamente, es precisamente porque siento y veo la diferencia entre lo que pareces expresar como afirmación de tus creencia como verdad (aunque le atribuyas esa cualidad de objetivamente “verdaderas” y la esperanza de que la creencia sea cierta, que es atribución, mi caso, de veracidad subjetivamente..

    Desde mi punto de vista atribuir a la creencia, compartida con muchos o pocos, el valor de “verdad” es algo que me alegra que seas capaz y te lances a hacer confortablemente. Huelga decir que no me atrevo a hacer lo mismo con las mías.

    No me atrae la controversia (lo he dicho hasta el cansancio y así es) pero si leo algo públicamente afirmado que me parece erróneo callar me parece que fuera completamente inaceptable es algo así como permitir que lo erróneo pase indiferentemente. Respeto, como metafóricamente hace el papel, todo lo que se afirme pero al decidirme a contribuir con mis tonteras a un sitio público como el de Atrio, me parece que adquirí el compromiso de comentar lo que a mi entender, correcta o erróneamente, pero asumiendo lo primero, comentar para intentar equilibrar los contenidos y ofrecer el punto de vista opuesto.
     
    Algunas de tus afirmaciones teológicas y filosóficas me parecen erradas y por eso, a veces, me atrevo a contradecirlas aunque sin intención personal. Ya te pedí poder hacerlo en ese plano en privado pero ni siquiera respondiste y hoy día me alegro de ello. Mi interés es contrapesar no controvertir. Porque creo que yerras, aunque respeto tu libertad de creer y tratar tus creencias como verdades incuestionables y hacerlo en primera persona del plural, no te sorprende el talante de mi comentario al tuyo.

    No deseo persuadirte a que pienses como yo. Te reconozco libre de mantener tu criterio y tu creencia y respeto tus opciones. Pero me parece un error grave afirmar en público como con autoridad (hablas en primera persona de plural) cuando en realidad solo puedas legítimamente afirmar tu creencia. Además al afirmar me parece que lo hagan en círculo. Por ejemplo, en otro lugar has afirmado que Misterio sea algo que te trasciende (lo cual implica que te precede o de lo contrario tu fueras el punto de partida del mismo) y por lo tanto regresas a tu creencia propia para afirmar que Misterio sea parcialmente conocible cuando lo único que parece posible es que cada uno se conozca en Misterio y que esa sea la porción de sí que pueda confundir con Misterio mismo.
     
    Agradezco que te halague lo minucioso de mi comentario o su extensión, pero debo aclarar que ni quise halagarte ni quise ofenderte y que en realidad por desgracia me confieso verborreico y denso. Solo intenté contrapesar tus afirmaciones con la posibilidad de proponer lo contrario, a sabiendas del riesgo de controvertir pero no dispuesto a continuarlo. Te cedo el espacio. Pienso y siento que tu estancia teológica/filosófica sea erradas pero respeto tus opciones al respecto.

  • Santiago

    Gracias, George, por citarme tan extensamente y tan minuciosamente…..Creo que tu reacción en cierta manera no me ha sorprendido, pero no pensé que pudieras trabajar tanto en mi comentario….Pero te agradezco el esfuerzo..

    Claro, el interés no es solamente tuyo, sino que es un problema existencial universal….Todos tendemos a creer…queremos creer….queremos confiar…En esta vida, entre los humanos, no es fácil confiar…Sin embargo, la Escritura siempre nos lleva a la confianza en el Creador…como el único ser absolutamente creíble….y por tanto el único confiable…

    Pero siempre podemos conocer….La fe pues es conocimiento pero no es vision perfecta..Es un asentimiento de la voluntad…que ha sido iluminada ….Nuestro intelecto puede ser iluminado…de hecho somos los únicos seres hasta ahora conocidos que podemos pensar trascendentalmente….y sobrenaturalmente….si fuéramos solo biología entonces no podríamos siquiera querer creer….ni siquiera podríamos formular conceptos que soprepasan nuestra misma naturaleza humana física…pero somos “algo mas” que animales…
    El misterio, a pesar de serlo, puede ser conocido….no lo “abarcamos” totalmente….aunque si parcialmente…Nosotros no podemos abarcar trascendentalmente a Dios en esta vida….pero podemos conocerlo parcialmente…De hecho, estamos en presencia de misterios de manera constante..tanto en la Ciencia experimental, como en la Ciencia Teológica….y sin embargo vamos poco a poco adquiriendo un poco mas de conocimiento y desvelando gradualmente la oscuridad del misterio y de los misterios que nos rodean…

    Por otro lado, no hay que asustarse por el riesgo que implica CREER….en nuestra vida estamos tambien corriendo constantemente RIESGOS….No sabemos que nos va a pasar….no sabemos si vamos a volver a nuestra casa cuando salimos de ella….La vida misma es un riesgo…existe la angustia vital….Creemos a nuestro abogado….aunque corremos un riesgo con el…lo mismo con nuestro medico….No podemos excluirnos del riesgo que implica la FE….No vamos a perder la vida….al contrario, ganaremos mucho…y creceremos mas…Habremos pues vencido un miedo mas….

    Por otro lado, LA PALABRA eterna de Dios no es como la nuestra, sino que es creadora y creativa….es eterna no porque ha terminado…sino porque no tiene fin….tampoco tuvo principio….PERMANECE…..no se esfuma como la nuestra..Es constante y se renueva continuamente….Es nueva cada día..

    No puedo comprender lo “no contingente” TOTALMENTE…pero si parcialmente….De hecho, puede sospechar la existencia de alguien o de algo…y basado en esa sospecha es como usualmente encontramos y descubrimos….Es buscando a Dios, comentaba el abad de Santo Domingo de Silos, como se le encuentra…porque sospechamos…es porque nos decidimos a buscar….

    Y, George, nosotros no somos irracionales…Tenemos voluntad y tenemos intelecto….dos potencias únicas en nuestro ser…..Y sin nuestra cooperación no podemos encontrar a Dios….y llegar  hasta El….Dios nos da la gracia, pero tenemos que corresponder a ella…Lo contrario sería un contransentido…

    Por ultimo, los testimonios de FE son de los que han muerto en ella y por ella….Los que han renegado de ella son los que no asienten a la verdad…y son los perseguidores de la FE….Solo aquéllos son los que han accedido y van a llegar al bien…a la felicidad..

    Un saludo cordial  de Santiago Hernández. 

  • Román Díaz Ayala

    Jesús, siguiendo lo más puro de la tradición de Israel con toda su carga de sabiduría encerrada en la Ley ( las Escrituras, para nosotros) nos muestra que existe una línea de conocimiento a la que no todo el mundo tiene acceso, porque para ello tenemos que tener preparado el corazón. Después de la primera misión de los setenta y dos discípulos Jesús se alegró porque el Evangelio  estaba siendo revelado a los sencillos y lleno de gozo en el Espíritu Santo exclamó: “Yo te alabo Padre, Señor  del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a gente sencilla”
    cuando las discusiones entre los discípulos se enardecían buscando escalar puestos y  encumbrar en el Reino de los cielos Jesús decía: “El que acoja a este niño en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado. Pues el que sea más pequeño entre vosotros, ése es mayor”.
    Een alguna ocasión le fueron presentados unos niños para que los bendijera, cosa que impedían los discípulos. Y Jesús dijo: “Dejad que los niños vengan a mí; y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos”.
    Quienes  nivelan los grados de la malicia con el conocimiento y la inocencia con la ignorancia, padecen de una gran distorción de los valores. Se hace del conocimiento un status de poder, de dominio o de prevalencia. Pero existe un conocimiento oculto que nace del corazón que llamamos sabiduría.
    Sobre esa base, el Evangelio, la buena nueva a la gente sencilla es predicada sin medida, sin condiciones y gratuitamente, siendo sus mejores receptores esa gente sencilla de puro corazón, abierta a las manifestaciones de Dios  en la revelación del Misterio.
     
    Pudo parecer que Jesús fue un malogrado agitador social, pues subvertía el orden político religioso de una sociedad religiosa administrada por Roma donde el culto al Templo producía pingües beneficios. Pero esta clase de personas con su obstinación de no creer al Mesías, el Profeta Prometido y anunciado por las Escrituras, no sólo no pudieron desbaratar los planes de  Dios, sino que le dieron su cumplimiento. “Vino a los suyos (la Palabra), mas los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron  les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre”.
    Es cierto que Jesús no era Dios, pues Él hizo clara distinción entre él y su Padre, aunque manifestó tener con Dios una relación única y especial, y se mostró autorizado por Él para  dárnoslo a conocer, y ejerció funciones “divinas” que escandalizaban a la élite de los sabios y entendidos, maestros de la Ley, hasta el punto de entregarlos a las autoridades romanas para su ejecución.
    “A Dios naide le ha visto jamás;  lo ha contado el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre”
     
    Esa tremenda discusión que alimenta tantos debates sobre que “por definición”, Dios no puede ser conocido, en realidad se mueve sobre un círculo vicioso, por hsaber separado la teología de la explicación del Misterio y haberla convertido en una disciplina filosófica.
    Resulta obvio desconfiar a priori de toda persona que afirme que conoce verdaderamente a Dios, pues está haciendo de la intuición algo personal y directo. Pero, veamos: 1ª Juan 4,12: “A Dios nadie le ha visto nunca. Pero, si nos amamos unos a otros, Dios mora en nostros, y podemos decir que su amor ha llegado en nosotros a la perfección”.
    Quienes conocemos a Dios lo sabemos a ciencia cierta porque conocemos a Jesús, pues “nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo: el Hijo del hombre” y porque guardamos su mandamiento. Tan bien le conocemos que le llamamos _”Papito”, en una relación de correspondencia filial a su inmenso amor. “Todo el que me de el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado”.
    Jesús  “humanizó” la imagen del Padre, para que pudiéramos tener libre acceso a Él, pues Él (Jesús) era su “impronta”
    El Padre en los últimos días nos habló por el Hijo. “Él es el resplandor de la  gloria de Dios e impronta de su substancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa”.

  • George R Porta

    Leo Juanel en tu “Nota” entre paréntesis “…no es una persona imaginada…etc.”  Acerca de Román quien cuando se ha querido referir a mí lo ha hecho. Como, ves, una clarificación al menos tú has necesitado hacerla por la razón que fuere.  
    Respeto tu certidumbre de que Jesús sea Dios. Yo prefiero la esperanza de que lo sea. Moriré deseando que lo sea para poder esperarlo y ya eso me contenta. Pudiera equivocarme pero si Jesús no dijo explícitamente que fuera divino es porque solo algunos pueden descifrarlo y necesitan hacerlo. Por ejemplo Tomás el apóstol.
    Con respecto a Los títulos (Ch. Duquoc en su Cristología hizo un buen resumen de ellos que seguramente o quizás conoces) responden a los momentos históricos. La tradición apostólica de escribir evangelios la obliteró el Canon. Es pena. Nuestra época pudiera haber tenido sus propios títulos para Jesús de Nazaret. Si el de Hijo del Hombre” es uno que te place lo respeto aunque contradiga la exigencia dogmática de que no lo sea, al menos en su literalidad.
    Respeto tu noción de Plenitud sea ella la que imagines.
    En cuanto a que tomes en el lenguaje teológico o litúrgico la expresión  “Palabra de Dios” como “Palabra de Jesús”, también respeto tu libertad. Los evangelistas no parece que tuvieran la intención de ser tenidos por otra cosa que cronistas o comunicadores, sobre todo cuando hablan de los enemigos de Jesús y de cómo le tentaban o refieren datos circunstanciales que podían ser omitidos y seguramente los textos actuales omitieron muchas cosas que Jesús quizás dijo pero se perdieron en la memoria. Yo prefiriera que se dijera “Estas son “palabras de mateo, Marcos, Juan, etc.,) sobre Jesús”
    La noción de Jesús como Logos o Verbo. Me gustaría saber o poder confiar que la mayoría de la gente que confiesa su fe en la liturgia comprendan o sepan qué confiesan cuando lo hacen ritualmente. Parece que Jesús fuera alérgico a los rituales sin significado personal.
    Leo por último lo siguiente en tu comentario: “Sin embargo, hay una frase de George sorprendente que debería explicar su sentido o significado: ‘Las cualidades de Dios para que salga incólume del juicio de la historia han de permanecer ignoradas’.”
    La clarificación de mi aserto es la misma que he dicho muchas veces y en ese sentido no me extraña que te sorprenda porque sé que escribo largo y defectuosamente.
    Cualquier cosa que se diga de Dios le acusa de la existencia del Mal sino directamente indirectamente, aunque le atribuya todo el Bien posible. La Biblia también omite la respuesta a esa pregunta tan crucial a la humanidad que lo padece. Se limita a constatarlo igual que las mitologías circundantes de la época del Exilio. De ahí que las Teodiceas posteriores se queden cortas., Solo una divinidad mal imaginada pudiera ser impotente frente al Mal (por su propio error de crear creaturas capaces de ser malignas o de atribuirlas una cualidad que la divinidad misma no necesita (la libertad).
    Prefiero imaginar (consciente de que solo sea mi proyección) que la divinidad sea Misterio que me incluye (mi ignorancia es un dato que sé y esa mínima cantidad puedo imaginar del Misterio sin corromper la noción del mismo). No digo que Dios esté en mí que mejores moradas se le sobrarán, sino que yo solo puedo existir en el Misterio porque soy innecesario. Desde luego la más simple formulación del Principio de Parsimonia exigiera que siendo innecesario yo no existiera. Por tanto debo estar errado y servir para algo aunque siga ignorando para qué pueda servir.

    Gracias por tu cordialidad y la reciproco.

  • Juanel

    Demasiadas ideas en muy corto espacio.
    Lo primero es una aclaración del comentario de George del 23 de Julio 16:23. Entiendo George, que cuando Román el 22 de Julio 23:08 dice “me quiero meter en la piel de una persona cristiana, miembro de una comunidad, orante y lector de la Biblia, participante de la eucaristía….” no hace una abstracción sino que hace referencia directa a mí, en mi intervención del 18 de Julio en la que confieso todas esas cosas, y luego añade un párrafo mío del 21 de Julio que trata de la predilección de Dios por unos cuantos o por un pueblo, y mi pregunta por la justicia. Un cristiano “practicante” como es mi caso se pregunta por la justicia de Dios, de Jesús, de Pablo… si en efecto hay predilección o predestinación. Y mi respuesta es que la predilección no apunta a la salvación o condenación, sino a la pertenencia o no al Pueblo de Dios, al grupo de seguidores de Jesús o promotores de la Plenitud. (Nota: no es una persona imaginada a la que se refiere Román sino que se refiere a mí, y si quieres que me explique como propones, no tienes más que preguntarme y te contestaré si logro una respuesta adecuada).

    Es cierto lo que dices George que en los evangelios sinópticos Jesús no dice “Yo soy Dios” o que se  aplique a sí mismo el título de “Hijo de Dios” (que es de Pablo), sino uno que me gusta más el “Hijo del Hombre”, pues a mí me sugiere la Plenitud del Hombre, extendido a toda la humanidad sin exclusiones, siendo Jesús el primogénito. Para mí tampoco Dios habla cosa alguna, de modo que cuando la Iglesia dice “Palabra de Dios” yo la tomo como “Palabra de Jesús” pues según el primer capítulo del evangelio atribuido a Juan o a su escuela, Jesús es el Verbo, la Palabra encarnada. Con ello tengo suficiente, diría que de sobra pues siempre me quedo a gran distancia de sus propuestas.

    Podría estar de acuerdo con lo que dice Santiago, si el marco de referencia fuese Jesús, pues cada cosa que dice puede aplicarse a él y al Reino, pero no puedo compartir con él el salto que da al conocimiento de Dios. Y por este motivo estoy más cerca de las objeciones que le presenta George a su pensamiento. Sin embargo, hay una frase de George sorprendente que debería explicar su sentido o significado:

    “Las cualidades de Dios para que salga incólume del juicio de la historia han de permanecer ignoradas”.
    Si como “casi” siempre hago, sustituyo el término de Dios por Jesús, entonces…., mi rechazo a la proposición es total. Si las cualidades, incluidas sus consecuencias, que algunos suponen en Dios son contrarias a las cualidades de Jesús, entonces el contenido de Dios del que hablan, nada tiene en común con mi fe. (El contenido de Dios para mí sigue siendo vacío, puro Misterio, pues no puedo justificar una proyección de las cualidades de Jesús en Dios que tenga validez para todos, quizás podría intuirlo, esperar, confiar, pero nunca saberlo).

     
    Saludos cordiales

  • George R Porta

    1.  Los caminos de Dios no son exactamente los nuestros…
    Por eso no los podemos predecir ni conocer…
     
    2.  …por eso también la fe pertenece al misterio…
    Si es fe en el misterio el misterio ya dejó de serlo porque es objeto de confianza, luego es conocido
     
    3.  …una iluminación misteriosa en la que nosotros también somos activos….
    La persona humana no puede actuar en misterio y saber lo que hace ¡se trata de misterio!
     
    4.  …por eso Jesus dice que son “bienaventurados” -como citas George -los que sin haber visto, creen….porque existe la confianza confianza…confío…
    Eso no es lo que afirmo sino que quienes creen en sin ver se arriesgan a creer pero no saben o conocen nada del misterio, solo se obligan a creer en vista de la maldad circundante…
     
    5.  …me vuelvo más dócil a la PALABRA eterna
    No puede haber una Palabra eterna si tiene que ser interpretada y contrastada…la función de Pedro fue confirmar…una Palabra eterna fuera persuasiva y convincente sin requerir confirmación porque lo “eterno” por definición ya está completo, terminado, no puede no ser absoluto…asumiendo que los filósofos sepan algo de ello
     
    6.  …del que es eterno per sé…salgo de mi mismo hacia el Otro…
    ¿Cómo puede lo contingente comprender lo no contingente? ¿Cómo puedo reconocer al Eterno si no sé qué cosa sea la eternidad? ¿Cómo puedo salir de mí hacia el Otro que es nombrado con mayúscula? ¿Quién es el Otro diferente de mí en su vulnerabilidad irremediable?
     
    7.  ..y es también por eso que la fe tiene un mérito…
    No es la, la confianza, que es un sentimiento complejo sino la esperanza subsecuente que es una actitud un “siendo” lo que pudiera tener algún mérito si algo lo tiene
     
     
    8.  que aunque nosotros no lo busquemos y no lo percibamos, existe…
    ¿Cómo puedo afirmar o sospechar la “existencia” de aquello que no percibo y que por lo tanto no puedo buscar porque ni sospecho que exista?
     
    9.  ..Dice Agustín que el que te creo sin ti,…tampoco no te salvará sin T
    Este dictum lo que quiere decir es que la existencia, el vivir es diferente de la nada que precedía mi existencia. Pero del condicionamiento en el que nazco no puede ser culpa mía…se refiere a la materialidad objetiva resultante del acto de crear porque Agustín creía en la creación ex nihilo…
     
    10.           El misterio de la fe y de la gracia se basa EN un mutuo intercambio…
    La fe es confianza, Fides, pistis, y la gracia no la requiere. Tal es el caso de los discapacitados mentales…esta afirmación mezcla cosas distintas…fe como conocimiento afirmable no es fe
     
    11.           que se manifiesta en la biografía de los miles de creyentes que han seguido el camino del asentimiento a la verdad de la fe….Sabemos que hay que dar un paso….y eso no es siempre fácil….
    Los creyentes son simultáneamente santos y pecadores y sus vidas, canonizadas o no, contienen pecado tanto como virtud. La legión de creyentes no es testimonio de nada. Hoy día son creyentes los que persiguen a los creyentes, por ejemplo en América Latina o en los países donde los mártires son cristianos asesinados por islamistas que son creyentes… La humanidad no es prueba de Dios es acusación contra Dios… Las cualidades de Dios para que salgan incólumes del juicio de la historia han de permanecer ignoradas…

  • Santiago

    Los caminos de Dios no son exactamente los nuestros….por eso tambien la fe pertenece al misterio….una iluminación misteriosa en la que nosotros tambien somos activos….por eso Jesus dice que son “bienaventurados” -como citas George -los que sin haber visto, creen….porque existe la confianza…confío…me vuelvo mas dócil a la PALABRA eterna del que es eterno per se..salgo de mi mismo hacia el Otro…..y es tambien por eso que la fe tiene un mérito…que aunque nosotros no lo busquemos y no lo percibamos, existe…..Dice Agustín que el que te creo sin ti,…tampoco te va a salvar sin TI.,…El misterio de la fe y de la gracia se basa EN un mutuo intercambio…que se manifiesta en la biografía de los miles de creyentes que han seguido el camino del asentimiento a la verdad de la fe….Sabemos que hay que dar un paso….y eso no es siempre fácil…..y conste que no estoy hablando de mi…ni de ti…ni de nadie en particular, sino solamente en GENERAL..

    Un saludo de Santiago Hernández 

  • George R Porta

    Conclusión de mi entrada de las 16:21 PM

    1.  Me quiero poner en la piel de una persona que sea persona cristiana, miembro de una comunidad, orante y lector de la Biblia, participante de la eucaristía y que “sabe” que el Dios de Jesús no es una entelequia, sino un Dios personal, Creador y Salvador y que desea ardientemente poder someterse en cuerpo y alma al Jesús exaltado en los cielos y dador de su Espíritu, para poder llamarle “Señor”
     
    La primera objeción a esta propuesta es que en presencia de ese otro/a sea preferible que él/ella mismo/a se explique para comprenderle en su vivir o sentir sin imaginaciones impertinentes, extrañas. Si se trata de imaginación, esa otra persona será ficticia y estará configurada a la conveniencia de nuestros propios argumentos. No existe la realidad imaginada sino como imaginaria y eso malamente pueda ser evidencia de algo. Por otra parte lo que me parezca necesario a mi puede no serlo y desde luego no parecerlo a otra persona.
     
     
    2.  Pero ahora vienen  los discursos filosóficos-teológicos cargados de razonamientos. ¿Cómo es posible que Dios tenga predilección por unos pocos en detrimentos de otros muchos? ¿Por qué Dios, Yahvé, escogió a unas pocas personalidades, como los profetas y que Jesús haya formado un rebañito tan pequeño? ¿Por qué se nos ha enseñado que unos, los menos son salvados y el resto de los seres humanos están destinados a la condenación? ¿Qué se nos enseñe con un lenguaje duro y excluyente, lo que implica “la predestinación”? Y luego viene la conclusión final: ¿Qué clase justicia es esta que no encaja con la otra imagen de misericordia, de perdón y de amor?
     
    Esta especie de reproche interrogativo contradice precisamente la imaginación de ponerse en la piel ajena y razonar desde allí que en sí misma esta serie de preguntas sea la síntesis de unos cuantos volúmenes filosóficos.
     
    La carencia de respuestas parece  evidencia de que Dios no nos hable. ¿Qué sentido puede tener que seamos inteligentes pero incapaces de conocer lo más importante, Dios mismo y la naturaleza de su relación con la Historia, el Mundo, Nosotros? Y la respuesta a esta pregunta es que la “imposibilidad” atizona la esperanza y la búsqueda como en el poema de La Noche sugiere Juan de la Cruz. Incluso en el desarrollo de la ciencia la ignorancia juega un rol crucial para promover la investigación, la búsqueda de lo que no se conoce y el conocerlo la detiene o la desvía por otro derrotero nuevo. (Cf. Stuart Firestein, Ignorance, how it drives science, Oxford, Oxford University Press, 2012)  y por lo tanto ese de las preguntas al silencio parece que sea el lugar teológico por excelencia, el de encontrarse de frente y en piadosa acogida de la propia pequeñez y la correspondiente exaltación del Misterio.
     
    Atribuirle carácter “personal” a Dios parece reducirlo a categoría antropológicas o, antropomorfizarlo porque no parece posible afirmar nada de dios que la tradición misma llama “Deus absconditus” siguiendo el texto de Isaías 45, 15, si se ha de creer la tradición católica, porque según ésta, Dios ha preferido revelarse mediatamente si se ha de creer la tradición católica.
     
    No hay evidencia conclusiva de que los escritos judíos que aparentemente recomenzaron en el exilio y que parece que se convirtieran progresivamente en la Biblia de hoy, fueran los únicos. El canon católico excluyó por antisemitismo los extraordinarios comentarios talmúdicos y el resto de los documentos que debía explicar la Tora y que Jesús reafirmaba (Cf. Mateo 5, 17-19) solo deseaba ampliar, añadir su propio comentario rabínico, tanto de palabra como de obra. Jesús si se ha de creer la tradición hizo lo que recientemente hicieron los teólogos liberacionistas, demandar una praxis consecuente con la doctrina y lo mismo que parece pretender Francisco.
     
    Asumir la literalidad del Canon como límite parece una opción infundada. Como fuera infundado afirmar que porque Jesús fuera asesinado a tan temprana edad su asesinato: a) no interrumpiera su plan de predicación y testimonio y b) fuera deseado por él en ese momento (aunque, si se ha de creer a los evangelios, aceptara su muerte un poco a regañadientes porque pidió que si era posible pasara de él y hasta reprochó a su Padre sentirse abandonado en el momento cúspide de su humanidad).
     

  • George R Porta

    Me atrevo a comentar en dos partes el párrafo de las preguntas que leo en la entrada de Román a Juanel y lo hago por el hecho de ser, la que se mantiene en Atrio, una conversación pública, pero ya pido perdón por la intromisión si a alguno de los dos o a otras personas disgusta que intervenga. Huelga decir que no deseo entrar en controversia sino solo aportar algo a la conversación pero mantenerme fuera de ella.
     
    1.  ¿Por qué parece impropio este planteamiento “Y si Dios no es quien nos habla, carece de toda autoridad para conformar nuestras vidas”?
     
    Porque contradictoriamente eso parece que haga descansar todo significado de la fe no en la evidencia de que Dios nos hable, sino en nuestra propia convicción de que en efecto lo hace. La realidad es que la única posible evidencia al alcance de la inteligencia sea la “insistencia de Dios” expresada en la “esperanza” humana no en la certidumbre o las explicaciones lógicas. (La obra del teólogo católico, ahora profesor emérito de Siracusa (NY) y de Vilanova (Philadelfia), John D. Caputo, The Insistence of God, a Theology of “perhaps”, Indiana, Indiana University Press, 2013, ofrece un bien fundado argumento en favor de esta posición de “apertura esperanzada” contenida en el “quizás” en lugar de la recurrencia a la imaginación humana que llamamos “conocimiento” en materia de teología.)
     
    Este “quizás” parece inevitable cuando desde la pequeñez humana se hable de Dios-Misterio, que es brotar de esperanza y no del “saber”. Si se quiere referir a la Biblia brota de la insistente metáfora de una divinidad que no muestra su rostro, cuyo nombre parece un retruécano “Yo soy el que soy”, y que Juan no vacila en atribuir a Jesús y que si éste era judío debió ser central en su formación judía. No hay más remedio que acoger esperanzadamente pero sin certezas de conocimiento el “quizás” de una divinidad que aparentemente se niega a develar o revelar su identidad mostrando lo único que le hubiera hecho definitivamente “personal”, su rostro, y no lo hizo, convenientemente según el propio hagiógrafo porque la visión de su rostro equivalía a una muerte fulminante, lo cual para empezar hubiese sido temeridad del Dios de Moisés presentarse a él rostro visible (tuvo que negarse a mostrarlo y hasta le cubrió los ojos para que solo viera su espalda, lo que refiere a otro recurso literario para insistir en que la “personalidad” de Dios no se la pueda afirmar, al menos en el contexto judío de la Biblia..
     
    En los evangelios que conocemos no se atribuye a Jesús de Nazaret decir “yo soy Dios” sino se le atribuye decir “quien me ha visto a mí ha visto a mi Padre” y en otro momento se le atribuye haber declarado dichosos a los que crean sin ver versus el único de sus apóstoles que demandó una evidencia física, Tomás, de la identidad de Jesús. No se le atribuye haber dicho “a los que sepan”, sino a los que crean, a los que se confíen a la esperanza sin evidencia, se abran al quizás con confianza gratuita. En los capítulos 37 y 38 del libro de Job precisamente el desafío de la divinidad a Job es que no confiara “como si viera al Invisible” (Hebreos 11, 27) a pesar de sus desdichas y por eso se le cuestiona solamente sobre los fenómenos naturales lo que Job pudiera saber y no sabe. Difícilmente puede un niño o niña saber y sin embargo se le atribuye a Jesús proponerlos como modelos para entrar en el Reino. Lo que los niños saben y pueden, además de ser egoístas es ser confiados. Si Dios conformara nuestras vidas entonces no hubiera maldad y tampoco la pretendida libertad personal sobre la que descansa toda la moral católica y la doctrina del pecado original.  
     

  • M.Luisa

    “Dios puede ser, a la vez, absolutamente extramundano como intramundano….ya que no solo Dios existe en el exterior de los seres que existen sino que penetra en lo profundo de todos ellos” Si esto no es una explicación que se hace desde fuera que baje  Dios y lo vea, nunca mejor dicho.
     
    Por supuesto que Aristóteles sigue siendo todo un referente  filosófico de primera línea lo que ocurre es que la idea de sustancia tiene ahora su  campo propio de aplicación que no es sino el de adscribirla  a la idea de realidad tomada como momento de la naturaleza.

  • Juanel

    Si he empleado la expresión “Reino de Dios” es porque en los evangelios aparece con frecuencia y en la Teología de la Liberación se presenta como la causa central del mensaje de Jesús que le costó la vida. Pero el sentido del Reino de Dios en la TL nada tiene que ver con una monarquía George, ni el final del Mundo se corresponde con la entronización de Jesús victorioso y triunfante sobre todos los pueblos, organizado en un Reino Celestial imperecedero a modo de Imperio Universal semejante a los históricos, con Jesús en su trono. Esto tiene mucho que ver con la triunfante Iglesia medieval en Occidente, de lo cual quedan reflujos importantes en la Iglesia actual, pero que nada tienen que ver con el mensaje de Jesús.

    El triunfo final del bien en el que creo no es una verdad absoluta, sino una propuesta de elección ante diversas alternativas posibles al pensar en el final del Mundo, el final del mundo humano. No es obligatorio pensar en ello y menos escoger una alternativa entre las posibles. Yo lo he hecho porque anima mi esperanza. Lo que me ha ocurrido es que ese bien final lo he asociado a la Plenitud de la vida humana. Y esa Plenitud Humana en la que pienso y espero coincide con el proyecto de Jesús de Nazaret que la desborda por exceso. No encuentro nada igual en calidad humana, en plenitud de vida humana, que sobrepase la de Jesús, al contrario o son seguidores de él o quedan a gran distancia del mismo. Y es por esto por lo que creo que Jesús tiene “constitutivamente” la plenitud humana como propia. Y deduzco en consecuencia que es el responsable de su formación, de que pueda ser alcanzada por toda la humanidad sin exclusiones. Otros lo verán de otra manera y no pasa nada.

    Román mi fe está centrada en Jesús, y nada de cuanto me da mi creencia en Jesús lo proyecto en el contenido de Dios. Este contenido de Dios para mí está vacío, porque no he podido ni he sabido ponerle nada a causa de mi desconocimiento. Es puro Misterio para mí. Sin embargo, puedo decir que creo en Dios, porque cabe la posibilidad de que al culminar la Plenitud Humana, con el triunfo del bien al final de la historia, no sirva de nada puesto que lo humano NO es eterno por sí mismo, sólo con lo natural se extinguirá, si no interviene Dios desde el ámbito divino, externo a nuestro sistema, y transforma la humanidad plenificada espiritualizándola por el Espíritu, no podrá permanecer eternamente. Pero en mi vivir de cada día ni interviene Dios, ni interviene el Espíritu. En mi vivir de cada día tengo de sobra con Jesús, con su proyecto de vida, con ocuparme y esforzarme en plenificar mi vida y la de los que me rodean en la dirección de su mensaje. Me estorban los espiritualismos, me estorba ocuparme de “saber” quien es Dios y su contenido. He llenado esa ansiedad o anhelo de Dios con el proyecto de Jesús, me es más que suficiente. He pospuesto las ganas de “saber” algo de Dios por mínimo o velado que pueda estar, a mi futuro de plenitud y pueda entonces verlo cara a cara. No sé conformarme con menos.

    ¡Ah! Repito. La exclusión de la que habla Jesús y la Iglesia, no es para mí la exclusión de la salvación, es decir, de llegar a ser ciudadano con los demás de la Plenitud Humana, sino del Pueblo de Dios, de aquellos que se implican y trabajan o simplemente viven en la dirección de la Plenitud. No todos están por la labor, y hay muchos que se esfuerzan justo en su contra, y por tanto estos no pueden incluirse en el Pueblo de Dios, promotores de la Plenitud Humana. Pero ya tendrán tiempo, incluso en la segunda oportunidad de vida, para colocarse a su favor, reconciliarse con todos los que ya estén en ella y ser perdonados.

  • Santiago

    No hace falta salir fuera de la realidad para explicarla….Tampoco creo que se puede descartar completamente las observaciones filosóficas del mundo de Aristóteles….Es lo mismo que aunque para la psiquiatría Freud está superado hoy en día sin embargo sigue siendo el padre de la psiquiatría moderna y su base….Zubiri intentó ir mas allá de la simple concepción de lo que es sustancia…tratando de estudiarla mucho mas “en profundidad” y tratando de explicar mas ampliamente la realidad…

    Saludos cordials de Santiago Hernández

  • Román Díaz Ayala

    Quisiera volver sobre el comentario de Juanel del 21 de julio, de las 8,44 am. Mi buen amigo no deja a nadie indiferente produciendo un aluvión de otros comentarios que aquí y alla, saltando de un post a otro se van reforzando en sus fuerzas argumentales.
    La primera objeción que observo como una constante radica en que si la concepción de Dios cultivada por nuestra religión de forma tradicional es desechable ante la impronta de la mentalidad moderna y el avance del pensamiento en lo científico y en lo filosófico cualquier intento de testimoniar que la fe cristiana, cuando es auténtica, no pueda ser identificada como una creencia (algo insólito, venido de arriba y no un constructo humano) resulta inútil. Siempre se argumenta que quienes hacen tal manifestación de fe, se obstinan en no comprender que se trata de una nueva creencia. o bien una continuidad  del pasado.Pero que en definitiva carece de la ilustración necesaria para hacerse partícipe de nuestra nueva era. Si afirmamos que Dios habla, se responde que éso pensamos, cuando en realidad sea un producto o manifestación de nuestra mentalidad.
    Y si Dios no es quien nos habla, carece de toda autoridad  para conformar nuestras vidas.
    Me quiero poner en la piel de una persona cristiana, miembro de una comunidad, orante  y lector de la Biblia, participante de la eucaristía y que “sabe” que el Dios de Jesús no es una entelequia, sino un Dios personal, Creador y Salvador y que desea ardientemente poder someterse en cuerpo y alma al Jesús exaltado en los cielos y dador de su Espíritu, para poder llamarle “Señor”.
    Pero ahora vienen  los discursos filosoficos-teológicos cargados de razonamientos. ¿Cómo es posible que Dios tenga predilección por unos pocos en detrimentos de otros muchos? Por qué Dios, Yahvé, escogio a unas pocas personalidades, como los profetas y que Jesús haya formado un rebañito tan pequeño? ¿Por que se nos ha enseñado que unos, los menos son salvados y el resto de los seres humanos están destinados a la condenación? Que se nos enseñe con un lenguaje duro y excluyente, lo que implica “la predestinación”.
    Y luego viene la conclusión final: ¿Qué clase justicia es esta que no encaja con la otra imagen de misericordia, de perdón y de amor?
    Para mucha gente tales tipos de razonamientos hacen causa suficiente para abandonar las creencias y con ello  cosificar a Dios. o bien volverse a la realidad como única fuente de conocimiento.
    Sin embargo llevamos tan impreso el eterno poder de Dios y su Deidad se se buscan caminos alternativos, corrientes espirituales y sistemas de creencias. Fenómeno social que el ateísmo más recalcitrante suele tener en cuenta, aunque sea sólo para constatar la realidad del hecho religioso. Esto arrastra un aspecto tambien complementario en cualquier período histórica que analicemos: la malicia humana.
    Todo mi esfuerzo aquí en este post y en mis contribuciones se apyan en dos realidades. La primera que Dios existe porque yo lo he encontrado y la segunda que todos hemos sido colaboradores necesarios, no solamente el clero y el magisterio, ni las traiciones de la historia, para haber llegado a este estado de cosas: que nos resulte tan difícil discernir el bien del mal y que hayamos puesto tan tupido velo sobre la imagen de Dios, con la claridad de su sabiduría, de tal modo que incluso dudamos de su presencia.

  • M.Luisa

    Vengo insistiendo, tal vez, pertinazmente desde hace tiempo en  que, al entrar  en estos temas de carácter ontológico,  se haría   necesario un conocimiento sobre  los  aportes científicos y filosóficos que,  con respecto a la realidad, nos permitieran    distinguir cuando de ella se habla en términos  de sustancia   o  de sustantividad

    Lo más normal sería que  no hiciera falta a estas alturas insistir  con  esta diferencia esencial, la cual, sin embargo,   todo parece indicar todavía la ausencia de esta asimilación.   Y no se es consciente de hasta qué punto   esto perjudica no  ya sólo a  la comprensión sino también al hecho de que por ignorarla se sigue alimentando lo que ya se tendría que dar por superado.    Cuando se alcanza ver aquella  distinción cambia el panorama por entero, es la razón que explica y nos permite hablar de  cambio de paradigma. Todo se ve diferente.
     
    No recuerdo si ya relaté  cuándo en mí se produjo  esta circunstancia,  pero así a grandes rasgos,  para no repetirme, diré sólo que fue allí por  el año 1999 cuando mi hija acababa de entrar, por aquel entonces, en una institución  religiosa,  en el centro de España, de carácter sectario. Inmediatamente me puse en contacto con un prestigioso sociólogo catalán (en la actualidad miembro del consejo nacional para la independencia) que me informó de la situación tan rancia y tridentina   que   rigen  todavía  en aquellos  conventos.
     
    En esta situación en la que quedé  aprovechaba toda información,   tanto por el lado de la lectura,  pues  son incontables las revistas de Iglesia viva que me ilustraron por aquella época  como ,  sobre todo,   no me perdía   ninguna conferencia  de contenido teológico avanzado, y es aquí donde quería llegar, pues  al final del siglo se prestaba hablar de cambios, de futuro, de proyectos y en este sentido una  de aquellas  conferencias en las que asistí tenía por título  “Cómo  será la iglesia del futuro” piernas para que os quiero…y allí me fui.
     
    Tendrías que haber visto la cara enérgica que puso el conferenciante, un catedrático de filosofía de la Universidad de Barcelona, (creo que era un tal Torruella)  al exclamar   levantándose de la silla (lo recuerdo muy bien) “¡¡¡lo primero que tiene que hacer la iglesia es acabar de una vez por todas con la sustancia aristotélica!!!” a partir de aquello no pude sino volcarme de lleno en esta idea.
     
    En definitiva, esta mañana al leer el comentario del amigo  Santiago  me he reafirmado en lo que ya sospechaba.

  • M.Luisa

    Claro que Dios escapa de toda clasificación, pero no a partir de esa observación    puede extraerse  que  Dios sea a la vez absolutamente extramundano como intramundano.  Porque  esto sin más, dicho  así tal cual, no se ve  que proceda  de ninguna  experiencia. Sólo a partir de ella tiene sentido preguntarse con posterioridad por la extramundanidad de Dios. Por lo trascendente. Lo que se experiencia no es lo trascendente sino  la trascendentalidad, es decir,  considerando las cosas como reales.
     
    Por supuesto que Zubiri no se opone a ninguna tradición   filosófica, es más, para compones su propia filosofía  lo que hace es  mantener  un dialogo continuo con aquella, pero al final  superándola, eso sí.

    Leo en el comentario de Santiago  lo siguiente “La realidad es la cosa “de suyo”. Lo real a secas…Ser es la actualidad de lo real, acto ulterior de la realidad(…)” de acuerdo pero con la salvedad de que para Zubiri la realidad es sustantividad , él supera la idea aristotélica de concebir la realidad como sustancia y por tanto este acto ulterior no proviene sin más de una potencia, es decir,  de una mera virtualidad sino de un acto plenamente capacitado, es decir, no consiste en  una virtualidad sino en  una virtuosidad.
     
    La frase sigue diciendo “Ente es lo real en cuanto ES. Dios, por tanto está allende el SER….es el sobre SER…ES, por tanto, un sistema filosófico que trata de explicar una realidad desde la profundidad….y por tanto es sujeto de variadas interpretaciones….”
     
    Pero describir la realidad desde la profundidad no nos saca fuera de ella para explicarla o para decir lo que ella es, como deduzco de la frase que la afirma como sobre SER. Nada de eso, contrariamente si de  profundidad  se habla entonces la esencia  de lo real es  un momento intrínseco de la realidad en profundidad,  algo fáctico. Esencialidad y facticidad no son dos regiones de entes,dice Zubiri, sino tan sólo  dos momentos de toda realidad.
     
    Leyendo el comentario de Santiago no me extraña que  surjan  entre los estudiosos de Zubiri tan variadas y contradictorias  interpretaciones  que no ayudan para nada a entender la filosofía del genial pensador.
     
    No me entretengo más, voy a ver si me ocupo, ahora, de las cosas cotidianas.

  • Santiago

    Si Dios escapa toda clasificación “a lo humano” y de nosotros “los humanos”, entonces puede ser, a la vez, absolutamente extramundano como intramundano….ya que no solo Dios existe en el exterior de los seres que existen sino que penetra en lo profundo de todos ellos.y la misma realidad…llenando completamente y abarcando TODO lo creado….Ahora bien Zubiri no se opone a ningun pensamiento filosófico sino que desglosa mucho mas ampliamente la filosofía perenne en su esencia. Su filosofía es mas bien una rama mas explicativa y elaborada que intenta presentar la TOTALIDAD de la realidad como explica Fernandez de la Mora. 
    La empresa de Zubiri consiste en repensar, actualizar y completar la filosofía clásica sin destruirla, al contrario, dotándola de erudicción matafísica, científica y humanística…Es eclética y por lo tanto su filosofía será innovadora para los conservadores y conservadora para los puramente liberales…Zubiri observa y describe..no define, ni deduce silogismos…libera al tomismo del idealismo y conceptismo..La realidad es la cosa “de suyo”. Lo real a secas…Ser es la actualidad de lo real, acto ulterior de la realidad. Ente es lo real en cuanto ES. Dios, por tanto está allende el SER….es el sobre SER…ES, por tanto, un sistema filosófico que trata de explicar una realidad desde la profundidad….y por tanto es sujeto de variadas interpretaciones….

    En cuanto al respeto….el respeto es primordialmente hacia las personas….Pero el exponer una creencia u opinión no debe ser motivo de ofensa….aunque cada cual trate de “monopolizar” su opinion….Nuestras certezas no son absolutas en esta vida….sino que solo consisten en grados de conocimiento que se dirigen y se pueden ampliar hacia lo absoluto…que es lo trascendente…inalcanzable en la tierra en que vivimos….Por lo tanto, aunque intentemos el monopolio nunca podremos realizarlo en los cortos años de nuestra existencia…Por tanto, en este foro solo expresamos nuestras opiniones….Y por eso, usualmente nadie se puede sentir verdaderamente “ofendido” porque los budistas, marxistas,demócratas, filosófos, musulmanes, judíos, científicos etc. y por supuesto los cristianos, EXPRESEN abiertamente sus creencias….como las mejores….puesto que si no lo creyeran de esa manera no la expondrían
     con celo y tenacidad….Por eso, en la verdadera “democracia” el derecho a la libertad de expresion conlleva la TOLERANCIA al
     escuchar o leer atentamente el argumento ideológico de mi adversario o polemista…..y después, si es mi deseo, puedo YO también
     expresar mi opinión abierta que es lo que yo en realidad creo…No hay por que ofenderse….Solamente debe ser un debate ideológico…y
     menos personal…Asi sacaremos major provecho y aprenderemos algo…de la exposición del que argumenta junto a mi….

    Por otro lado, amigo Juanel, no es Dios en realidad el que nos “aparta” ….somos nosotros los que nos apartamos de El….Como dice S. Juan, el Apostol:
    “En el principio existía el Verbo..en El había vida..y la vida era la LUZ..y la LUZ, en las tinieblas brilla….pero las tinieblas NO la acogieron……Existía la LUZ verdadera, la que ILUMINA a TODO SER que viene a este mundo..y el mundo NO le conoció…VINO a lo que era suyo…y los suyos NO LE RECIBIERON…PERO A LOS QUE LE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, les dio la potestad de ser HIJOS DE DIOS” (Io. 1,1-12)
    Nosotros NO somos robots…sino que tenemos intelecto y voluntad y somos capaz de decidir….ES posible que veamos la LUZ con claridad y sin embargo NOSOTROS decidamos rechazarla….Este es otro gran misterio de ser humanos….Jesus habla de ello en el Evangelio…puesto que no hay peor ciego que el que NO quiere ver….Y con esto, por supuesto, no me refiero a nadie en particular, y mucho menos a ti…

    Un saludo cordial….de Santiago Hernández.
     
    .  

  • M.Luisa

    Así mismo lo creo yo, George,muchas gracias,amigo!

  • George R Porta

    Amiga M. Luisa: Mis felicitaciones a tu sobrino y a ti. Es necesario mucho valor y sobre todo deseo de ser fiel a sí mismo y a la verdad cambiar de rumbo desde dentro de una organización como el Opus que tiene fama de ser tan totalitarian y restringida al punto de suprimir el acceso libre al pensamiento filosófico, si no fuera por otra causa, por aquello de no excluir a los zubirianos de sus servicios del Evangelio que debe ser de acceso a todo el que desee acercarse a él. Enhorabuena!

  • M.Luisa

    Esta vez sólo me complazco en transcribir un párrafo del libre de R.Panikkar “LA EXPERIENCIA DE DIOS”


    “Dios no es el monopolio de ninguna tradición humana; ni de las que se llaman “teístas”, ni de las mal llamadas creyentes, puesto que todos creen en una u otra cosa. Tampoco es “objeto” de pensamiento alguno. Sería un discurso sectario el que quisiera aprisionarlo en cualquier ideología.
    En otras palabras, los cristianos pueden hablar  en nombre de Cristo, los budistas pueden invocar a Buddha, los marxistas a Marx, los demócratas a la Libertad, los filósofos a la Verdad, los científicos a la Exactitud, los musulmanes a Mohammad,  etc.,  y cada uno de estos grupos humanos puede creer que es un intérprete de un convencimiento  que viene de Dios o de la realidad misma- llámesele fe, evidencia, razón , sentido común o lo que fuere.
    Pero si el nombre de Dios tiene que desempeñar algún papel en todo esto, tiene que ser símbolo que ilumine la contingencia  de todas las empresas humanas y haga así imposible todo totalitarismo, sea del tipo que sea. “Dios no es extramundano, sino que es absolutamente intramundadno”,  decía Zubiri. Tan intramundadno que no se le puede ni metafísicamente separar, ni políticamente dividir ni socialmente compartimentar”
    .
     
    Nota personal: Panikkar y Zubiri se conocían  y  pienso que fue por la profundidad filosófica de éste que  Pannikkar dejara  el Opus Dei. Por cierto, quisiera añadir que  estoy muy contenta porque no hace mucho, unos meses tan sólo, que un sobrino mío también siguió estos mismos pasos, aunque no creo que fuera por influencia de Zubiri pues como se sabe en la Obra era de lectura  prohibida.

  • George R Porta

    Parece más bien temeridad pretender que alguien puede decidir si el significado de un enunciado de creencia-conocimiento sea el cierto sin lugar a dudas aunque cada cual es libre de decidir y escoger lo que cree.

    Una cosa es cierta. Nadie puede comprender todas las diferencias culturales y sintetizarlas como para asegurar esta es la creencia universal a este respecto. Es interesante que Jesús enviase a sus apóstoles desnudos de todo lo que representaba su cultura y esto se puede deducir porque les envió en parejas, es decir en diferentes direcciones, pero libres de equipaje: Nada de lo que en su cultura debía llevar un viajero les permitió llevar). Obviamente al llegar a sus varios puntos de destino debían integrarse a los usos de cada uno de esos puntos. La misionología católica hizo lo contrario y lo sigue haciendo, por ejemplos los conflictos de los Legionarios y los Heraldos de Cristo en los lugares donde toman posesión de parroquias y regions e imponen sus estrafalarias liturgias medievales, misóginas, a menudo anacrónicas en el vestir y en su percepción de qué sea ser Cristiano. Francisco acaba de sumarse a los papas que al menos desde Juan XXIII han venido pidiendo perdón por el impacto inhumano de la Iglesia Católica en su encuentro con otras culturas y pueblos durante la expansion imperial de los siglos xy y xvi y siguientes. Todavía Leopoldo de Bélgica fue bendecido cuando decidió que el Congo Belga fuera su coto de caza personal y que los habitants de la vastísima region fueran de su propiedad. Francisco no pidió perdón por el contraband de criminals de Guerra Nazi-fascistas a través de la provision de documentos falsos y falsas identidades a por medio de una institución educacional ucraniana en Roma, otra violación de la cultura sudamericana que había acogido a tantos judíos perseguidos por los Nazi-fascistas y otra violación del derecho internacional y corrupción de la propia justicia que prescriben la denuncia de los criminals de Guerra.

    Hablar desde el propio lugar de la entronización de Jesús es irrespetuoso con todos los pueblos que han sufrido monarquías, el de España incluido, cuya monarquía ha demostrado ser corrupta y ansurda. Es además anacrónico y supone que Jesús quería ser reino del modo específico que los monarcas que ha generado la humanidad en su historia, que dejan siempre tanto que desear representen un modelo de ser que cabe en el caso de Jesús que tuvo una opción preferencial por los pobres.

    Que lo diga Rouco Varela o que Benedicto XVI lo crea, o que los curas de la San Pío X se anden con estas babosadas monárquicas, pero ese Jesús triunfante y dorado es más bien una deformación herética del Jesús mucho más humano, de Teresa de Jesús, Ignacio de Loyola, Dietrich Bonhoeffer, Oscar Romero, Lluís Espinal y tantos otros que como Jesús de Nazaret optaron por ponerse del lado de los menores, de los más pobres.

    La pregunta se mantiene no respondida. Se trata de la respuesta que ofrecen los que sueñan con un final triunfal porque de lo contrario no fueran cristianos o se trata de los que se abrena la liertad que debe tener el Espíritu Santo, si existe como ellos aseguran creen y aceptan que se trate de un “quizás” que nadie puede precisar adicionalmente. Si hay un final del Mundo y si ese final no implica la desaparición de todo lo conocido y con ello las creencias, y otra especie nueva de “Big Bang” en la que noción de la dividnidad y la de la humanidad puedan ser iguales o diferentes, entonces se impone la aperture a la esperanza más que las afirmaciones teóricas anacrónicas, invariables, manótonas, del mismo sonsonete de la organización monárquica del Reini Celestial y su corte y esta percepción idolátrica del mismo.

  • Juanel

    En la Biblia por todas partes, incluido el NT, aparece con demasiada frecuencia la predilección de Dios por unos cuantos en detrimento de otros/as. Dios escoge profetas de Israel y también Jesús escoge discípulos y apóstoles, incluso entre éstos a sus íntimos. Es más unos son salvados y otros condenados, en este sentido Jesús es muy claro en el escenario del juicio final “Venid benditos de mi Padre… apartaos de mí malditos…” y Pablo remata diciendo que los escogidos por Dios fueron elegidos antes de la creación del mundo. Lenguaje duro y excluyente, que implica predestinación. Desde siglos este ha sido el mensaje que la Iglesia transmite, condenando a toda la humanidad a un infierno eterno exceptuando unos pocos elegidos, los santos. Me pregunto ¿qué clase de justicia es ésta? ¿dónde queda la misericordia, el perdón, el amor…?

    Mi fe contrasta fuertemente con este planteamiento. Para mí el Reino de Dios, la Plenitud Humana, no puede excluir a nadie, no puede culminar si falta alguien por muy malvado que haya sido en su vida. En otro lugar dije que hasta Hitler o Satanás si es humano, alcanzarán el perdón y la reconciliación y entrarán, quizás los últimos. Entonces yo trato de entender el lenguaje de Pablo, el de Jesús y también el de la predilección de Dios por unos cuantos, como la elección de ciertos hombres y mujeres capacitados para actuar como agentes o promotores del Reino. Primero escogió Dios el Pueblo de Israel que es el pueblo de Jesús, y luego el Pueblo de Dios en la Iglesia como semilla, sal y luz del Reino. Claro que si la luz se esconde o la sal se desvirtúa no sirven de nada.

     
    Sin embargo, el Pueblo de Dios no está restringido a la Iglesia, sin duda es el lugar donde encuentro un Pueblo de Dios más abundante y fácil de encontrar, pero hay mucho Pueblo de Dios, promotores del Reino, fuera de la Iglesia, hombres y mujeres llenos de paz, de misericordia y compasión, mansos y humildes de corazón. Si Jesús aparta de él a los que no atienden a los que pasan hambre y sed, a los que no se ocupan de los pobres y necesitados, quiero entender que de donde los aparta Jesús es del Pueblo de Dios, pues no son promotores del Reino sino que actúan en su contra y retrasan su llegada, aunque pertenezcan a la Iglesia, sean muy piadosos y frecuenten los sacramentos.

  • Román Díaz Ayala

    Cuando Honorio hace la reflexión de que le resulta trabajoso “entender que Dios haya tenido un trato preferencial con  el pueblo judío” y afirma casi con rotundidad que “el Pueblo elegido de Dios es todo el Género humano” está citando literalmente a San Pablo. Este apóstol desarrolla con profundidad esta doctrina especialmente en la Carta a los gálatas y luego en Romanos.
     
    A Pablo lo tenemos más que olvidado, desacreditado, por razones de escuela teológica. Su contemporaneidad con el grupo de Jesús hace insostenible “ciertos supuestos”.
    Pero tal universalidad está contenida también en el  más “judío” de los evangelios, el de Mateo ( El de Marcos es Romano, si cabe tal expresión  en sentido amplio) en el capítulo 25 con el cierre del discurso  escatológico ( 24 y 25).
    Pero qué duda cabe si al mencionar Honorio el Evangelio de la misericordia cita la parábola del buen samaritano (Lucas, 10), el más gentil de los evangelistas.
     
    Entonces la dificultad no reside en la doctrina recibida, sino en nuestros discursos que no logran desprenderse de nuestros pre-juicios teológicos, a los que estamos buscando todo tipo de salida para salir de ellos, al parecer sin éxito.

  • Santiago

    Me refiero, Román, a tu última parte de tu magnífico artículo en donde dices que  “Jesus es entronizado en los cielos junto al Padre por derecho propio”….Es esta, pues, la verdadera exaltación del Misterio de Cristo…Es aquí donde reside la verdadera identidad de Jesus, único Hijo del Padre, “per se”, he aquí la clave del cristianismo….del que habla Pablo, como dices, antes de que los evangelistas escribieran….ya que el es contemporáneo de los apóstoles…y apóstol tambien por derecho propio….ya que fue el mismo Jesus el que lo llamó a la difícil tareas  de evangelizer a los gentiles….porque la Iglesia iba a convertirse en Universal…..aunque comenzó en las ovejas queridas de Israel….Pablo fue la persona adecuada para profundizar en esta “exaltación” del Misterio…que se dio a conocer en toda su plenitud en el siglo I y que ha durar hasta la consumación de este “mundo que pasa”…Nos queda a todos una única y breve oportunidad de abrazar el Misterio….y contemplar la verdad….y llegar a la verdadera felicidad…que solo se encuentra en Jesus de Nazaret, el unigénito del Padre..

    Abrazos de Santiago Hernández

  • George R Porta

    Amigo Honorio: Hubo judíos a la vera del camino que no seguían a Jesús ni Jesús les llamó a que le siguieran y él los propuso como ejemplo de una fe sin igual en Israel como modelo a quienes le seguían, a los paganos les propuso como un nuevo discurso de las bienaventuranzas en Mateo 25, fue acusado de escandaloso porque comía y bebía con prostitutas, cobradores de impuestos, y borrachos y estoy seguro de que los chistes que intercambiaban no eran pulcros y sagrados… Propuse un párrafo de Ellacuría en el que dice con fundamento, pero a Román le dejó en Babia, que cada momento configura la mentalidad y que dentro de ese momento lo que tantas veces ha dicho Oscar de que “cada uno sea según Ortega “yo soy yo y mi circunstancia” configura además el momento de cada uno. El título de Cristo y el carácter de Mesías eran válidos para los judíos de la época y algunos grupos ahora, como el de Hijo de Dios era romano, y el de Kirios era bueno para los griegos. Muy bien que ahora sea otro título, el de hermano, el de pobre, el de primero entre los rebelde contra la injusticia, etc. Acaba de morir el Hermano Arturo Paoli que luchó como David Turoldo en la resistencia antinazi hombro con hombro con los comunistas. Hace poco se celebró el centenario de Madeleine Delbrel que vivió y dio testimonio del Evangelio entre obreros y comunistas como trabajadora social; el arzobispo Romero cenaba casi cada día con un ‘líder obrero sindical socialista quien era su principal fuente de información y su mensajero de confianza y a quien la policía salvadoreña torturó y mató unos meses antes que a Romero, Lluis Espinal era marxista y dio la vida por los pobres de Bolivia. Cómo pudiera ser que todas esas personas sean condenadas al caer de la tarde? No lo creo. Y si Dios no es capaz de acogerlos o si Jesús los niega en su presencia tanto ese Dios como  ese Jesús serán mentirosos en sus promesas!

  • mª pilar

    ¡Cierto Honorio!
     
    Ese es el gran y grave problema:
    Sentirse… elegido, llamado, diferenciado del resto.
     
    Y sigo preguntando: ¿En que creemos de verdad?
     
    Si hay un Dios, y tiene preferencias… Solo es un reflejo de nuestros pensamientos y deseos.
     
    Personalmente a mí… ¡No me sirve! Creo que Jesús, se movió por otros derroteros.
     
    mª pilar

  • h.cadarso

    Yo remitiría a mis hermanos atrieros al texto que he escrito recientemente sobre mi amigo y hermano Rogelio Lara, del partido comunista y buen samaritano. Tal vez alguien podría explicarme hasta qué punto mi amigo y la imagen que yo me hago de él cabe en la disertación de nuestro amigo Román.
    No sé hasta qué punto la lectura que Román hace de los textos bíblicos es ,l correcta. Yo diría que el Pueblo elegido de Dios es todo el Género humano, me cuesta entender que Dios haya tenido un trato preferencial con el pueblo judío, con todos mis respetos para dicho pueblo.
    Yo diría que solo en la medida en que un ser humano se comporta como un Buen Samaritano se capacita para entender y sentir la presencia de Dios en la vida de la humanidad y en su propia vida. Y que no es preciso ser católico o bautizado para vivir como un Buen Samaritano.

  • Juanel

    Gracias Román por aplicarme una cita evangélica llamándome nada menos que bienaventurado. Tal vez lo sea, pero yo no quiero distinguirme del resto de los hombres y mujeres, de aquellos que no reconocen a Jesús el Señor, y por tanto no serán según la cita evangélica bienaventurados. Yo prefiero pensar que todos/as sin exclusiones lo seremos, y ciertamente unos ya lo son más que otros por ser desde ahora más mansos y humildes de corazón, están más cerca de la Plenitud, pero la distinción es sólo una cuestión de tiempo.

    En cuanto a lo que dices de autoridad y de sumisión a la obediencia de la fe, todo mi interior se revela pues soy muy celoso de mi libertad. Jamás podré ser sumiso y obediente. Por mucha autoridad que alguien se crea tener, jamás obedezco sumiso simplemente porque él lo dice o lo manda. Mientras yo no lo entienda, asuma y comparta lo que dice, no le seguiré y menos le obedeceré, sino que me opondré si no estoy de acuerdo con sus pretensiones o proposiciones.

     
    La inserción en la Carta a los Efesios de la epístola de este domingo, habla de la LIBERTAD ante la LEY y las reglas de los seguidores de Jesús: “Él ha abolido la Ley y las reglas para hacer las paces, para crear con los dos en él un solo hombre nuevo”. Por favor, no volvamos atrás a la esclavitud de las normas del pueblo de Israel del AT. Interpretar las Escrituras desde el punto de vista legalista no es compatible con el seguimiento a Jesús, sino lo contrario “ama y haz lo que quieras” “el amor os hará libres”. ¿Por qué razón hablas de sumisión y obediencia a Dios? No es mi Dios ese del que habla cierta parte de mi Iglesia, empeñado en poner normas, juez implacable de los que se le resisten. Yo trato a Jesús mi Dios como compañero y amigo, no como el tipo impertinente que me obliga a ser lo que a él le da la gana en contra de mi voluntad, sino lo que me importa es ajustar mi sentir y mi razón a lo que él quiere, pues somos amigos, los dos queremos lo mismo, la plenitud de vida humana sin exclusiones, y en esto colaboramos.

  • George R Porta

    En mi entrada de 6:05 am olvidé el texto de Román que había copiado y deseaba comentar (me confío a vuestra tolerancia y generosidad), comenté.

    Helo aquí: “Para tí, según tu expresión, la teología es la materia directa e inmediata, la reflexión comprensiva, y los textos bíblicos serían los referentes, muy apropiados para unas anotaciones a pie de página. Pero yo carezco de esa altura intelectual (Acabo de leer el texto de Ellacuría sugerido por George y me he quedado en Babia)
    Quizás tal limitación te haga desmerecer mis trabajos, pero yo estoy consciente de que mi responsabilidad es testimonial y toda la fuerza y el poder persuasivo tiene por protagonista al Espíritu Santo, pues la materialidad de mis palabras, mi ignorancia de tantas cosas, son sólo un pobre y torpe instrumento, al servicio de la obra de Jesús.
    ¿Por qué crees tú que existe tanto interés en el mundo católico por ir a las fuentes e identificarlas en toda su más completa pureza,           vuelta a los originales, depurar errores históricos, etc? Habría bastado con depurar la teologia y hacer una revisión histórica del Cristianismo.
    Entonces yo sí opinaría lo mismo que tú, que lo prioritario es identificar nuestro modo de pensar, y los escritos evangélicos, despojados de toda virtualidad sobrenatural ( la presencia de Dios) ofrecerían otro tipo de claridad, y si todo el mundo participa de lo mismo, existiría un entendimiento pleno , aunque tú más modestamente dices “nos llegaríamos a entender un poco más”
    Es cuestión de criterios, dónde está el objeto de nuestras preocupaciones y a qué le damos el valor instrumental.¿Nos comemos la cáscara, o el fruto mismo?”

  • George R Porta

    Román, esto que me tomo la libertad de copiar de tu entrada está en la línea de lo que propone Ellacuría en su análisis de la estancia de Zubiri con respecto a la fe y al conocimiento y andar o lanzarse en el sentido de la trascendentalidad interior sin entretenerse con el “Yo”.

    La “mentalidad” que es una noción comparable a la de weltanschauung o visión del Mundo es configurada, en la visión de Zubiri y de Ellacuría como fundamentada en la acogida de la propia personalidad como expresión de la personalidad de Dios (no hablo en sentido psicológico) sino  filosófico y teológico. En ese sentido Ellacuría buscaba encontrar y reconocer, subrayar la urgencia del servicio o, en palabras de Espinal, gastar la vida por el otro/a, el amor pero prioritariamente no el servicio que me conviene o prefiero ofrecer sino el que viene definido por la necesidad del otro.

    Esa percepción est;a configurada históricamente, existencialmente, es la mía aquí y ahora y la de mi prójimo aquí y ahora ciertamente, pero además con el peso de las historia que tare mi prójimo y la mía propia que transcienden una secuencia de aquís y ahoras que han venido dejando marca, configuraciones que son a menudo similares a menudo diferenciantes.

    Al sugerir el enlace lo que quise fue evitar intervenir interpretando pero confío no haber traicionado, al ahora hacerlo, lo que Ellacuría y Zubiri pensaban con tanta convicción. La segunda parte del correspondiente trabajo es aún más seminal en cuantoa entender la encrucijada de los pueblos latinoamericanos que la Iglesia misionera que trata de inserirse en ellos no puede pretender comprender a priori o desde afuera sin escucharles, a los pueblos, y sin  abrirse un poco en el sentido de la canción hermosa de Lluis Llach “Campanades a Mort” como el labrador abre el vientre de la tierra para plantar la semilla. La encarnación que Zubiri provee de fundamento filosófico y Ellacuría trata de aplicar va por esos rumbos en los que la tierra eclesial, el servicio misionera ha de dejarse abrir para que los pueblos pobres depositen en ella su semilla, su historia, su existencia en cada aquí y ahora y es el vientre materno el que ha de dilatarse para acoger a la criatura que habiendo sido plantada debe sostener para que crezca.

    Lamentaría mucho, lamento haberte hecho perder el tiempo, pero mi intención no fue mala ni pretenciosa. Es un artículo difícil para mí también pero ha probado de una inmensa utilidad comprender que es necesaria una voluntad de vivir la creencia (voluntad de fundamentalidad) antes de poder alcanzar el lugar en el que se posible una voluntad de verdad que es la de hacer de la verdad un modus vivendi o modus operando en el día a día.

  • Román Díaz Ayala

    Querido George,
    si yo tuviese también tal concepto del personaje histórico de Jesús de Nazaret, un líder religioso, malogrado en su juventud, y con apenas un puñado de seguidores, hombre y mujeres, me podría hacer todo tipo de especulaciones con la confianza de que la historiografía y los documentos que me llegasen al respecto me aclarasen mis dudas. Tambie´n tendría una fuerte impresión de que lo que vino después fue obra de sus seguidores. Pienso en Charles de Foucauld, un romántico solitario y anacoreta, a caballo entre el ideal romántico y la crisis de la Modernidad, en la profunda huella que ha producido miles de seguidores y una forma muy particular de vivir la espiritualidad cristiana.
     
    Pero concurren circunstancias que hacen del proceso a Jesús algo muy particular  y que no pueden dejar de lado los estudios modernos, pues tuvo la preparación previa de una colectividad de muchos cientos de años, el pueblo Hebreo. los estudios judíos encuentran en los textos novotestamentarios más enjundia que  algunas corrientes católicas de opinión teológica.. Me admira por ejemplo que  David Flusser muestre más simpatía y respecto por el personaje que algunos estudios católicos, más interesados en hacer prevalecer sus “tesis teológicas” que rendirse al Salvador.
    Estoy muy consciente de la hondura de la crisis que atraviesa el mundo católico. Una muestra palpable es la soledad a la que está sometido el hermano Francisco. Hay quienes quieren que se caiga con todo el equipo, pero son muchas las personas que no se moverán mientras no tengan claro aquello de ¿ Qué hay de lo mío?.

  • Román Díaz Ayala

    Juanel, tu confesión de fe en Jesús de Nazaret, el Señor, Hijo de Dios encarnado, Dios con nosotros…!¡ es la mejor respuesta que me podías dar. Confío  pueda estar a la altura necesaria en mi comentario.
    Señor, es el título divino de Jesús resucitado (Hechos 2,36)
    “Y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2,11)
    El ejercicio de su Señorío de Jesús sobre nuestras vidas viene a ser la piedra de toque mediante la cual comprobamos si somos personas cristianas sólo de etiqueta (culturales) o si formamos parte de su discipulado. Tal cosa es la auténtica profesión de fe de nuestro ser cristiano.
    “Porque si confiesas con la boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvado” (Romanos 10,9) …”y nadie puede decir. “Jesús es el Señor”,si no lo hace movido por el Espíritu Santo” (1ª Corintios 12,3)
     
    Intentemos ahora ahondar en sus implicaciones.
     
    En primer lugar, Juanel, que eres un bienaventurado porque tal luz te ha llegado a tí, no por la cultura ni por tus méritos académicos, sino que te lo ha revelado el Padre de Jesús, que está en los cielos (Mateo 16,18)
    En segundo lugar tieene el profundo ssignificado de que estás sometido a la autoridad dios revelador para saber cómo has de conducirte en la vida
    “¿Quién eres, Señor? Y Él: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”. Pero levámntate, entra en la ciudad y te dirán lo que debes hacer (Hechos 9,6)
    Tal revelación a transformado nuestras creencias de personas religiosas en obediencia de la fe. Nuestras anteriores creencias se cultivaban en una dimensión dinámica de dentro a afuera, buscando qué debía hacer o cómo comportarme  para hacer benigna a la divinidad, para ablandarla para tornarla favorable a mi persona.
    Pero la fe es la aceptación sumisa de lo que Dios nos tiene preparado. La autoridad de Dios procede de su Autoría, pero no de su dominación, la coacción tan humana. Esta verdad es muy difícil de aceptar pues choca con mi mentalidad moderna.
    asimismo, implica mi obñligación de ser instruido en “su verdad”  mediante la obediencia a su “Palabra” (“¿A qué compararé  a quien escucha mis palabras?”, que nos introduce en tan hermosas parábolas) Obediencia al Evangelio y al Espíritu de Jesús Resucitado, pues Jesús es la palabra viva de Dios y su Espíritu reside en su Iglesia, es decir, en cada persona creyente
    Hechos 17,10: Inmediatamente por la  noche los hermanos enviaron hacia Berea a Pablo  y a Silas. Ellos, al llegar allí, se dirigieron a la sinagoga de los judíos. Estos, que eran de un natural mejor que los de Tesalónica, aceptaron la palabra de todo corazón . Diariamente examinaban las Escrituras para ver si las cosas eran así.
    Podríamos concluir que si el fundamento de nuestra fe reside en el Señorío de Jesús el Cristo, también es el fundamento de la Iglesia, Pueblo de Dios, comunidad de fe.
    Sin este Jesú como Señor, convertimos a las Sagradas Escrituras en un simple documento sin otro valor que el que le pueda asignar la historiografía.
    Le dijo la mujer: “Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga nos lo desvelará todo”. Jesús le respondió: “Yo soy, el que está hablando contigo”. ( Juan 4, encuentro con la mujer de Samaria)
    La Iglesia más tradicional busca su legitimación con la idea teológica de una sociedad perfecta buscando como fundador a Jesucristo (Mateo 16,18) y subordinando los misterios del Reino de Dios a esa concepción situándose como mediadora  entre Dios y la humanidad.
    Pero la Iglesia es una realidad espiritual que sobreviene desde arriba (“El Reino ya ha llegado y está entre vosotros”) y que se hace presente en el mundo, mientras Jesús, Cabeza y Rey ha sido exaltado hasta la derecha de Dios en los cielos, primicia de quienes siguen.

  • M.Luisa

    Tampoco es para tanto, Román, no tengo que perdonarte nada, faltaría más! Simplemente me debió suceder  que como  siempre te he tenido por una persona atenta y respetuosa en el trato,   me  extrañó en ti  este omitirme personalmente.  También lo que suele ocurrir  en estos casos es que nos salga al paso la  autoinculpación   que  es lo que me sucedió  a mí,  pero mi actitud,    aun  en la discrepancia, siempre  procuro que  en ella  impere    el respeto. 

    En cuanto a lo que dices  sobre la inmediatez entre comentarios, generalmente yo  tras pulsarlos, suelo dejar el ordenador y ponerme a hacer cualquier otra cosa. Hoy por ejemplo he salido  a media mañana a pasear  con mi hija por el puerto y nos hemos quedado a comer allí, es por eso por lo que hasta el momento   no he podido responderte.  Tampoco es que pueda, estos días,  hacer mucho uso del ordenador  por eso como me han quedado cosas en el tintero  procurare darles su espacio con más tiempo.

    cordialmente

  • Román Díaz Ayala

    Previo a la entrada en  la exposición, M. Luisa, ruego tengas en cuenta que en mi trabajo hago una exposición testimonial, alejada de una de una disertación enhebrada que resultaría fatigosa.
    Aclaras bastante que  hayas mencionado en tu anterior comentario que tu pretensión fuese buscar la comprensión entre dos tipos de conocimiento, los más significativos, dices,  en los que está basado el pensamiento occidental.  Así me aclaras lo que querías decir en tu primer comentario del día 15 (“Pienso que tal desencuentro proviene del hecho de no considerar los diversos cauces de interpretación teológica que en la historia se han dado”)
    Supongo que el empeño de la Redacción de Atrio de insertar la anotación de “Teología” en algunas de mis contribuciones puedan conducir a error, porque yo jamás me he separado de los textos bíblicos para hablar de las cosas reveladas. Cada creyente es un teólogo, una teóloga, si está participando de los tesoros de la sabiduría divina que   emanan de su Palabra. Para tí, según tu expresión, la teología es la materia directa e inmediata, la reflexión comprensiva, y los textos bíblicos serían los referentes, muy apropiados para unas anotaciones a pie de página. Pero yo carezco de esa altura intelectual (Acabo de leer el texto de Ellacuría sugerido por George y me he quedado en Babia)
    Quizás tal limitación te haga desmerecer mis trabajos, pero yo estoy consciente de que mi responsabilidad es testimonial y toda la fuerza y el poder persuasivo tiene por protagonista al Espíritu Santo, pues la materialidad de mis palabras, mi ignorancia de tantas cosas, son sólo un pobre y torpe instrumento, al servicio de la obra de Jesús.
    ¿Por qué crees tú que existe tanto interés en el mundo católico por ir a las fuentes e identificarlas en toda su más completa pureza,           vuelta a los originales, depurar errores históricos, etc? Habría bastado con depurar la teologia y hacer una revisión histórica del Cristianismo.
    Entonces yo sí opinaría lo mismo que tú, que lo prioritario es identificar nuestro modo de pensar, y los escritos evangélicos, despojados de toda virtualidad sobrenatural ( la presencia de Dios) ofrecerían otro tipo de claridad, y si todo el mundo participa de lo mismo, existiría un entendimiento pleno , aunque tú más modestamente dices “nos llegaríamos a entender un poco más”
    Es cuestión de criterios, dónde está el objeto de nuestras preocupaciones y a qué le damos el valor instrumental.¿Nos comemos la cáscara, o el fruto mismo?

  • George R Porta

    No puedo sino reprochar ignorancia a Jesús acerca de lo incomprensible que sería su mensaje para destinatarios de “todas las naciones” sobre todo por la ausencia de expertos comunicadores (para comenzar el jefe del grupo, Pedro, no era precisamente un tipo muy brillante y a menudo parece que fuera impulsivo además de cobarde y terco.
     
    Después debo pensar que si las narraciones evangélicas han de ser tenidas por auténticas en sus atribuciones a Jesús, no menos cierto e importante es que su asesinato a una edad tan temprana por razones políticas más que otra cosa, truncó su “programa”. Como no me vale la afirmación de que desease la muerte, sino la contraria, que no la desease (aunque a menudo fue imprudente en el decir y el obrar desafiante de los poderes de su tiempo) y que la aceptara (en el mejor de los casos) con miedos enormes y porque, habiendo tardado mucho en buscar escondite (si los suyos no le recibieron y su mensaje fuera destinado a todas las naciones, ciertamente pudo abandonar el territorio judío y encontrar protección en otro punto del imperio).
     
    Si estas especulaciones que hago, tan difíciles de fundamentar con las contrarias fueran por un momento hipotéticamente aceptables, no puedo comprender como otra clase de “misterio” puede ser comprendido, exaltado, explorado sino con especulaciones.
     
    Mi problema o dificultad es precisamente mi “mentalidad” y sobre la configuración de la misma y su importancia a la hora de mirar a y pensar en la realidad, sintiendo y pensando, como lo hago, desde mi sentir y pensar, me ha sido de gran utilidad algo que he leído y releído muchas veces y que lo ofrezco al debate sin hacer ninguna referencia específica a nadie, respetuosamente, sin saber a quién pudiera ser de utilidad leerlo igualmente. Se trata de un artículo de solo 19 páginas que escribió Ignacio Ellacuría (desde luego lo sugiero solo a quien no le asuste la mala prensa que ha recibido este mártir).
     
    Como él mismo escribió, Ellacuría partió estaba situado en la filosofía de su mentor filosófico y amigo Xavier Zubiri y cuando se revisa la bibliografía que relaciona al final eso aparece obvio. Lo menciono solo como advertencia porque uno de los reproches que se le ha hecho a Ellacuría es su preferencia por la filosofía zubiriana, lo cual es por demás injusto y además injustificado a mi modo de sentir y ver.
     
    Ellacuría escribió este ensayo en 1986, es decir a unos cuatro años de su propio asesinato-martirio y cuatro del de Romero y Espinal, cuando su pensamiento y su vivir eran más que conocidos y habían sido pasados por todos los crisoles imaginables que garantizan su sinceridad y su seriedad.
     
    Me refiero al ensayo titulado “Voluntad de fundamentalidad, y voluntad de verdad: Conocimiento-fe y su configuración histórica”, sobre todo sus conclusiones (el n. 3 del ensayo), meramente una página y media al cual se puede tener acceso por medio del siguiente enlace y que no reproduzco acá porque el mismo a pesar de ser de dominio público tiene limitaciones de propiedad intelectual: http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1224/1/RLT-1986-008-A.pdf.
     
     

  • Juanel

    Hola amigo Román

    Sí tenemos un punto común en Jesús de Nazaret, el Señor, Hijo de Dios encarnado, Dios con nosotros. Mi oración diaria explícita y diría que también transcurre en su presencia “casi” continua a lo largo del día, se dirige al Padre por Cristo en el Espíritu. Jesús es mi amigo íntimo, charlo con él no sólo racionalmente, sino también con la imaginación, la intuición, el sentimiento, la percepción, la aprehensión,…., con todo de lo que soy capaz. Y también mi oración es comunitaria pues me reúno con mi comunidad parroquial sobre todo en la Misa dominical de cada semana. Me considero y trato de ser lo mejor posible un católico “practicante” como se dice, aunque por mi racionalidad científica haya tenido que replantearse los principios y dogmas de mi fe de tal modo que no choquen entre sí, sino que sean compatibles y coherentes.

    Yo no he dicho que la gracia no pueda existir, todo lo contrario. La gracia es un don o regalo divino tal como dices. Pero aquí no busco ni explicaciones ni consecuencias, porque es un asunto que le compete a Dios y yo en lo que compete a Dios no entro, él sabrá lo que hace. Si la da estupendo y si no también, como pasa con cualquier regalo. Lo que no puedo estar de acuerdo es con los que se creen a sí mismos controladores y dispensadores de la gracia, como si tuviesen el poder ritual o mágico de OBLIGAR a Dios concederla.

    Reconocer en mí la acción de la gracia es un asunto difícil de precisar. Puedo pensar que toda mi vida es gracia porque podría considerarla como un don de Dios, que quizás la pierda cuando mi conciencia se intranquiliza por el pecado. Pero mi conciencia no se mueve demasiado, se mantiene en un nivel bajo de culpabilidad (con excepciones) que puedo asumir y que considero necesario para ir mejorando mi vida. Pero si te fijas esto no es en absoluto exclusivo de los cristianos y por tanto si esto es así, la gracia de Dios entonces se desborda sobre toda la humanidad sin tener en cuenta si son católicos o no, practicantes o no. La Iglesia aquí poco tiene que añadir. Otra cosa son los asuntos intraeclesiales, quiero decir, que si quieres participar en sus comunidades tienes estar en sintonía con esa comunidad, ser aceptado, ser perdonado, participar en la común-unión, etc., y como Jesús es el centro de ella, pues también contamos con su ayuda y su gracia. Él sabrá cómo hacerlo, el por qué y el para qué, no trato de explicarlo pues en asuntos del ámbito divino yo no entro.

    La Plenitud Humana la considero algo alcanzable por la humanidad futura dentro de su historia y en este nuestro mundo. Y también una segunda oportunidad de vida para toda la humanidad sin exclusiones, en ese futuro, un tiempo de reconciliación y de plenificación de todos y cada uno de nosotros y de nuestras relaciones con los demás. Pero por mucho tiempo que tengamos por delante, incluso millones de años, NO ES ETERNA, NO ES DIVINA. Pero sí considero la Plenitud como la condición necesaria para su transformación por el Espíritu Santo, para su acceso al ámbito divino y a la eternidad.

     
    Es verdad, nunca hablo del Espíritu sino siempre del espíritu con minúscula, del espíritu común de la Plenitud y de la plenitud de vida humana. Para mí la fuerza del Espíritu de Dios es tan abrumadora que ningún mal puede resistir en su presencia. Si el mal está presente en el mundo, en el ser humano y en sus relaciones, es para mí una señal inequívoca de que el Espíritu de Dios no ha intervenido en ningún lugar ni tiempo hasta ahora. Intervendrá cuando todo culmine, para llevar la humanidad plenificada y divinizada por él a su ámbito eterno. Por eso Jesús tiene constitutivamente la plenitud humana, pero se despojó de su divinidad precisamente para poder ser un ser humano como cualquiera. Si la hubiese retenido ningún mal podría haberle afectado, no hubiese sido posible torturarlo ni asesinarlo en la cruz. Su poder hubiese sido total y completo como corresponde a Dios, nadie habría podido resistírsele ni oponerse a él.

  • Román Díaz Ayala

    Querida M. Luisa,
    he sufrido un despiste propio de quienes tenemos la oportunidad de acceso a la pantalla de forma muy frecuente, aunque las varias ocupaciones no nos permita siempre  ponerse a reflexionar sacando un comentario, lo cual se deja para un momento más reposado.
    Cuando creo que mi comentario sigue inmediatamente al anterior que ha sido escrito y lo separa cuestión de minutos, pienso que la otra persona sigue sentada frente al ordenador y que estoy entablando una conversación.
    Ya veo que es un  desenfoque, Creo que incluso hay quyienes primero escriben en word y luego traspasan el texto, algo que me está negado por mi falta de pericia.
    te ruego me disculpes, y no pienses que es lejanía, ni un problema de aprecio, sino torpeza mía.
    cuando tenga un momento más reposado con gusto volveré sobre tu comentario
    ¿me perdonas?

  • M.Luisa

    Veo, Román,  que se ha cortado mucha tela desde que “inserté” el primer comentario de esta sección…ya ves, a mí no me duelen prendas nombrarte al dirigirme a ti… no resulta muy agradable  tener que  deducirlo  por cuenta propia y no lo es, entre otras cosas,  porque en contra de lo que tanto  se predica y se defiende aquí, nuestro bla,bla,bla, denota  al final que por lo que se opta  es por el  distanciamiento y por un desencuentro cada vez mayor. Se habla tanto de lo sobrenatural y no se  logra sobrepasar  de lo meramente psicológico, es decir, de nuestro  mero estatus.
     
    Ante mi única pretensión que no fue sino tratar de ver, a través de los dos tipos de conocimiento más significativos en  los que se ha basado el pensamiento Occidental  y esto sólo para tratar de ver, como digo,  de dónde proviene tanta y prolongada incompatibilidad de argumentos de unos y de otros, sales  tú  con  la necesidad  de acudir a priori   a los textos bíblicos (hombre! Al hablar de teología esto se le supone) como si de citas evangélicas aquí fuéramos escasos,  más bien  creo que  se cae en un  repetirlas  con  exceso.
     
    Precisamente considero que lo prioritario es identificar nuestro modo de pensar  por  lo que entonces a la luz de ello los escritos evangélicos  cobrarían más claridad y nos llegaríamos a entender un poco más.
     
    El amor mismo tan presente en el NT, nos puede llevar a interpretaciones metafísicas diferentes  y por tanto también a ideas distintas   del ser y de  la realidad. De ahí mis dos ejemplos que señalas en tu comentario, Logos y ágape,  que  fue lo que me dio a entender que te  estabas refiriendo  a mí.

  • Román Díaz Ayala

     
     
    Hola, Juanel
    José Martí fue el prócer de la nacionalidad cubana, no que no haya habido otras personalidades insignes del siglo XIX, sino que él mejor que nadie encarnada el pensamiento romántico forjador de nuestro nacionalismo. Con tales fundamentos y en términos políticos nos enseñó que cada hombre ( entendido en su dimensión completa de ser humano este término genérico) debía ser portador de un evangelio vivo. Hoy, gracias a la cultura que se ha vuelto una cuestión acumulativa, nos hemos convertido en opinadores. La persona experta es quien acapara más información y la sabe usar con discreción.. La racionalidad, lo que brilla, sustituye al concepto de pensamiento vivo, propio del romanticismo que nos advertía de antemano sobre lo trágico de haber abandonado la senda de los sentimientos.
    Expresándonos en el terreno de la opinión hacemos prevalecer la razón intelectual como norma superior de la verdad fuera de nosotros mismos. Ya no somos porteadores de buenas noticias. Vence el más fino argumentador. En este quid pro quo la mejor razonada argumentación no siempre nos acerca más a la verdad, siempre permanece abierta la posibilidad de una nueva partida.
    Si yo digo que es de todo previsible el fin de la vida en nuestro sistema, tu alegas que tal cosa ocurrirá tan a largo plazo que no merece la pena estimar este dato
    Continúas afirmando que  en el plazo biológico ni hay inminencia ni obligación de pensar en una tragedia o crisis global, por lo que descartas a priori que seamos sustituido en la tierra como especie ( la extinción humana). Y terminas tu argumento considerando que en lo eventual de una catástrofe o crisis, siempre un resto de la humanidad sobrevivirá.
    Consideras al mismo tiempo que nuestra evolución cultural entraña un progreso moral, algo que yo no constato, y que la humanidad está abocada al triunfo del bien, en una forma nueva de mesianismo.
    sigues reflexionando sobre el reinado del bien en el futuro humano y que nos hará beneficiarios también
    a las generaciones anteriores, pues esa eternidad hará participativa a los humanos anteriores después de muertos
    Esta vuelta a l vida será en la tierra o de forma alternativa en algún otro rincón del universo. ¿Gracias también a la ciencia?¿Podemos estar seguros  de que el progreso  tecno-científico ha hecho ya al ser humano portador de una ética y una praxis superior? ¿Podemos descartar sin temor a equivocarnos que el mal moral no sea otra cosa que consecuencia de la ignorancia, y que esto se remedia con mejor información, más cultura y educación?
    Con todas estas premisas anteriores, realmente no nos hace falta apelar a una autoridad sobrehumana, la persona de un Dios,. Si estamos respondiendoque no hay constancia alguna que nos haga hacerlo objeto de nuestra consideración, entonces, debemos obligarnos a no hablar en términos de “pecado”, por inexistente, ni de otra justicia que no sea humana, y que tenga un fundamento humano.
    Y por últmo si hablamos de espíritu, siempre debe ser escrito con una e minúscula, porque no cabe otra plenitud fuera de nosotros mismos, a la que podemos aspirar con nuestras propias fuerzas y que sea objeto de nuestros merecimientos. Tampoco “la gracia” no puede exxisitir ya que por naturaleza sería un regalo divino.
     
    De una cosa, puedo estar seguro: que en ningún momento hemos estado hablando de ciencia, sino que le hemos estado dando riendas sueltas a nuestra imaginación sustituyendo lo intuitivo por especulaciones. Pero no veo que nos lleven a un puerto seguro, sustituímos unas conjeturas por otras.
    Estoy seguro que podemos seguir comunicándonos, pero en algún momento debemos encontrar algún punto en común. Yo creía haberla encontrado en tu relación personal con Jesús.
     
     

  • Juanel

    La humanidad Román, tiene por delante un larguísimo futuro a no ser que se extinga antes como especie, cosa que biológicamente no es algo ni inminente ni obligado. Hay especies que han sobrevivido cientos de millones de años, la nuestra sólo tiene como mucho 200 mil años. La explosión de nuestro sol que dará lugar a una gigante roja se predice dentro de unos ¡4 mil millones de años! ¿No hay tiempo para alcanzar la Plenitud Humana? ¿Por qué razón no podrá alcanzarse? Si hubiesen catástrofes o crisis biológicas en ese largo tiempo puedo aún confiar en que un resto sobreviva para continuar la historia. Creo en el progreso de la humanidad y confío en que la historia humana culminará en el triunfo del bien y que esto afectará a toda la humanidad de cualquier tiempo y lugar, puesto que por el amor de los humanos de la Plenitud futura retornaremos a una segunda vida junto a ellos, aquí en la Tierra (o en otros planetas que se hayan logrado colonizar).

    En el plano individual claro que tenemos que lidiar cada uno con el mal o el pecado, pero me resulta evidente el avance individual y colectivo del nivel ético de hoy, comparado con cualquiera de las sociedades del pasado. Sin duda queda mucho por hacer, sobre todo porque los medios nos informan de las situaciones injustas en toda nuestra Casa Común, de las que hasta hace muy poco nadie se enteraba sino sólo los afectados.

    ¿La Iglesia no entiende de estructuras humanas? Entonces ¿qué es? ¿algo de naturaleza espiritual como dices? No amigo Román, la Iglesia no puede esconderse tras una naturaleza distinta para disponer de una autoridad sobre-humana y hacer lo que le venga en gana. Así le ha ido en la historia porque ella no atiende a la JUSTICIA de los hombres, sobre todo ahora en que la justicia humana tiene y aspira a un nivel ético mejor que el de la propia Iglesia que condena y excluye. La gracia no es un escudo contra lo humano.

     
    Dices que la Palabra de Dios encerrada en los textos de las Escrituras sólo puede ser entendida por medio del Espíritu y en mi opinión dices bien. Pero, siempre hay un pero, yo no quiero USAR al Espíritu Santo ni a la gracia como excusa de mi pecado y conversión, pues huyo del pensamiento mágico. Quiero decir que cuando leo el himno de la caridad de Pablo, las bienaventuranzas, los criterios del juicio final que explica Jesús, y en escenas semejantes, el proyecto de Jesús resulta tan claro y nítido que sobran las explicaciones e interpretaciones. Dan en la diana de la plenitud de vida humana. No anulo la gracia y la acción del Espíritu Santo, pero lo que sí digo con toda rotundidad es que al poner el acento en lo sobrenatural se desvía, conscientemente o no, la atención de lo que es mucho más importante para mí, y creo que también lo es para el proyecto de Jesús: LO HUMANO.

  • Román Díaz Ayala

    También te doy las gracias, George, por tu llamada de atención sobre la cuestión de hermenéutica y que parece estar en el centro de los debates, y además tu comprensión para valorar mis esfuerzos de contribución que no pueden ir más allá de los límites de las vivencias de mi fe por mi responsabilidad personal.
     
    Las mentes preclaras hacen esfuerzos por ser capaces de entender la Biblia en su totalidad, o lo que es lo mismo, interpretarla correctamente, de ahí la diferenciación entre una interpretación tradicional y una nueva interpretación a la luz de los avances científicos,  los diversos posicionamientos o criterios que siguen pautas específicas de pensamientos, y la huída de todo conservadurismo con la esperanza de haber alcanzado un nuevo esclarecimiento. Yo soy y estoy ajeno a todo ello, y tampoco me atrae porque lo veo como un asunto puramente cultural de enriquecimiento intelectual.
    Yo veo en los textos que está contenida la Palabra de Dios, y que Jesús, quien me ha dado a conocer a Su Padre,  me exige una actitud o disposición de  apertura y escucha. ¿Por qué insisto en lo de Pueblo de Dios? porque la Iglesia fué en sus orígenes, lo sigue siendo, una comunidad de creyentes, de la que formo parte, y al Espíritu no se le puede encapsular. Me habla de Dios, me habla de mí mismo e ilumina mi camino personal de encuentro con el Padre llevado de la mano de Jesús.
    Jesús dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado  y llevar a cabo su obra” (Juan 4,34) “Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado”(Juan 6,38) “”El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida” (Juan 6,63)
    Toda esa realidad divina encerrada en los textos, sólo puede ser “entendida” ( y por lo tanto interpretada) por medio del Espíritu, presente en la Comunidad de Creyentes.

  • George R Porta

    Gracias, Román por tu respuesta. Deseo que hayas podido dormr. Acá en Florida (USA) padecemos estos días de mucho calor y humedad y realmentese hace  sentir más inclementemente a prima noche.

    Si comprendo acertadamente tus ampliaciones en respuesta a mis preguntas corresponden a tu fe aunque me da parece que tácitamente te refeieras (por ejemplo, acerca de Hebreos) al consensus de exégetas y especialistas y otro tanto al propósito de los copistas o escribas de las primeras narraciones escritas pero lo haces sin ofrecer referencias que se puedan revisar independientemente. Lo cual comprendo.

    Mi dificultad, solo por compartir, no pidiéndote más esfuerzo aclaratorio que seguramente ya tengas bastanta ocupación, es la cuestión del círculo hermenéutico. Es preciso establecer una premise y atribuir en ella a la divinidad ciertas existencia e intenciones y desde ellas interpreter deduciendo el resto. En cuanto a la historicidad, por ejemplo, solo la exegesis más conservadora considera históricos los mismos textos que conocemos. 

    Para citar un documento no official pero oficioso porque procede de un encuentro en la Fundación Benedicto XVI en el Vaticano mientras Benedicto XVI era aun Papa, y solo a modo de ejemplo,  en la “PRESENTAZIONE dei due volumi I Vangeli: Storia e Cristologia. La ricerca di Joseph Ratzinger – Benedetto XVI” en la cual uno de los dos presentadores y secretario en ese momento de la Pontificia Comisión Bíblica, Klemens Stock, anota en la conclusion de su lectio sobre el pensar de por sí conservador de Benedicto XVI acerca de la exegesis de un  texto tan central como el del Padre Nuestro en el evangelio Mateo y la utilización del libro de Meier que el propio Benedicto recomendó . Desafortunadamente el discurso de Stock solo aparece en el sitio del vaticano en italiano y de ahí que yo solo puedo ofrecer mi propia Traducción: «Non può essere scandagliato con un’interpretazione meramente storica, per quanto importante essa sia» (Cf. http://www.fondazioneratzinger.va/content/fondazioneratzinger/es/news/notizie/presentati-a-roma-gli-atti-del-simposio-i-vangeli–storia-e-cris.html):  «[el texto sobre la petición del pan nuestro de cada día) “No se puede examinar con una interpretación puramente histórica, con todo lo importante que la misma sea» (Traducción mía).

  • Román Díaz Ayala

    Pretendo dejar estas cuestiones abiertas, por lo que mis consideraciones que siguen deben ser valoradas como eleementos para el análisis.
    sé de tu concepto de plenitud humana, que es evolutiva para un ser humano que es perfeccionable  y que está abocado por condición biológica y culturas ( la cultura en su sentido más dinámico) a alcanzar mayores cotas de perfección.
    Esta percepción se me da de bruces con mi concepto de un sistema solar que colapsará en el futuro no dejando constancia alguna de vida.El ser humano tiene fecha de caducidad
    En el plano individual pasa tres cuartas partes de lo mismo:
    “Descubro, pues, esta ley; que aunque quiera hacer el bien, es el mal el que me sale al encuentro. por una parte me complazo en la ley de Dios, como es propio del hombre interior, pero a la vez, advierto otra ley en mi cuerpo que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en micuerpo” (Romano 7, 21)
    La concepción teológica del pueblo católico romano de una Iglesia,  arca de salvación y que fuera de la Iglesia no había ninguna otra salvación fue revisada por el Concilio Vaticano II, aunque más tarde restaurada en la pastoral neo-conservadora con la vuelta a la sacramentalización- pastoral de Cristiandad.
    los padrres conciliares descubrieron dos cosas que le obligaban a cambiar de mentalidad: La Iglesia es de naturaleza espiritual y abarca lo que abarca el Espíritu del Resucitado, y no entiende de estructuras humanas por muy nobles, bien fundadas, y asentadas en la ortodoxia. Que igual que fuera de Roma se daban elementos de fe, dentro de la propia Iglesia, se podían estar dando anti-testimonios, que en nuestro argot de entonces significaban actos y acciones fuera de la sobrenaturalidad de la gracia, y que no podíamos justificar como elementos de fe.
     
    Si resuelves estas cuestiones previas quizás podrás tener una mejor visión de lo que he pretendido comunicar.
    En todo caso, podemos seguir hurgando palabras y pensamientos.

  • Juanel

    No me ha quedado claro lo que contestas Román a Pepe Blanco sobre la exclusión de la gran mayoría de la humanidad. ¿Dices Román que SÓLO al Pueblo de Dios se le ha dado una vida sobrenatural, que nos distingue del resto de grupos religiosos? y que ¿la vida sobrenatural se nos ha dado por Jesús, teniendo como agente al Espíritu Santo por iniciativa del Padre? ¿Somos la Comunidad de los salvados por Dios? Yo no lo veo así de ninguna manera, por razones de JUSTICIA. El Pueblo de Dios no se diferencia en nada esencial ni sustancial del resto de los pueblos, NO TIENE una vida sobrenatural diferente y sobrepuesta a la humana. El Pueblo de Dios, constituido por Jesús, se diferencia de los demás pueblos no por ser la comunidad de SALVADOS, sino por ser ENVIADO por Jesús para la SALVACIÓN de toda la humanidad, siendo la sal y la luz del mundo. Más que un visado para el Cielo o para la salvación de una comunidad exclusiva y excluyente, es una responsabilidad abierta a todos/as y para todos/as, al tener por misión la de impulsar la realización del Reino, llevando la vida HUMANA, no sobrenatural excluyente, a su plenitud. Y podemos tener esperanza en lograrlo, puesto que por Jesús “sabemos” o creemos confiadamente que Dios está con nosotros.

    ¿De verdad crees que tú y yo, y ciertos cardenales y presbíteros y prelados y también laicos de iglesia, de moral más que dudosa…., tenemos una vida más que humana, sobrenatural? ¿En qué se nota? ¿basta tener fe y confesar que Jesús es el Señor, recibir los sacramentos pertinentes, y ya nos podemos considerar sobrenaturales? Pero la fe amigo Román no es una cualidad sobrenatural sino humana y muy humana. Necesitamos fe para poder valorar lo que vamos haciendo. Si la perdemos lo que estamos haciendo pierde valor, luego interés, y al final abandonamos. La fe religiosa sólo es una forma más de fe en las cosas u objetivos que nos proponemos, en donde ponemos nuestra confianza y le damos valor.

    Meternos a discernir la vida sobrenatural tiene precisamente el problema de la diferencia exclusiva y excluyente, al pensarnos en una posición superior al resto de la humanidad, y esto no es sólo injusto sino falso. Lo sobrenatural pertenece a Dios y dejemos a Dios ser Dios, no pretendamos colocarnos en su lugar como si fuésemos dioses, hijos de Dios, antes de tiempo. Lo seremos todos/as sin exclusiones cuando el Reino culmine, pero aún no.

     
    Saludos cordiales

  • Román Díaz Ayala

    Nota importante:
    cuando digo que el copista tenía en mente la comunidad de destino(punto2) hago referencia al oficio de “evangelista”, propio de esa primera generación cristiana.

  • Román Díaz Ayala

    Gracias George, por tu interés.
    Aprovechando que el calor agobiante de esta noche me impide dormir y no quiero molestar el sueño de Feli quien sí parece que hoy si la ha rendido, te hago algunas observaciones a modo de apuntes previo, porque supongo que otros comentarios podrán aclarar tanto mi postura como tus interrogante en este foro tan abierto.
    Me alegro mucho que el DRAE haya recogido el uso del “nosotros” aunque sólo sea de forma permisiva. Yo me he apoyado siempre en el uso tan extensivo que se hace del mismo y lo fácil que resulta para la agilidad ( y creo que comprensión del texto) no entrar en disquicisiones.
    E n cuento al punto 2 creo que prevalece la aceptación de su legitimación histórica, aunque haya de usar un criterio distinto al moderno dode es más importante “el soporte material” autentificable de la autoría personal, máxime a que la fórmula impresa ahora ya tiene muchísimas menos barreras para la divulgación. No sólo el soporte antiguo era muy distinto, papiros y otros materiales escritos a mano. sino que había otra concepción de la escritura, donde  la lectura y los destinatarios colectivos prevalecían siempre sobre los individuales ( apenas existía correspondencias íntimas) y que además los amanuenses gozaban de gran libertad haciendose el escrito al del autor (¡Cuánto más de licencia tenía el copista y si lo usaba pensando en la comunidad de destino!)
    creo que existen razones de fidelidad al mensaje que hacen incuestionables, con su valor testimonial de primera mano, lo cercano de tales testimonios  a la realidad de los hechos, pero mucho más exigible por el valor moral de estar diciendo la verdad. Hoy en día se da rigor histórico a testimonios muchísimos más endebles en la historiografía. Los textos neotestamentarios son documentos históricos extraordinariamente fiables, concordantes entre sí, colectivos, y con una gran fuente de “testigos”.
    Las discrepancias y aparentes contradicciones muchas veces aparentan ser productos de corrientes teológicas en sus valoraciones que se alejan del dato científico asumible.
    Como ves, la cuestión es compleja, pero facilmente identificable en sus intencionalidades.
    3 Hebreos es un caso muy especial. Yo personalmente  opino que salió del círculo de Pablo y que su autoría está muy proxima a “Apolo”, judío alejandrino, así que yo puntualizaría más lo de “hebreos” (¿No sería Apolo el amanuense?) en cuanto a su fondo doctrinal veo en ella una  factura muy paulina. Pero esto es cuestión de los estudiosos, y yo desgraciadamente no lo soy y debo supeditarme a la autoridad académica.
    Yo veo tanta afinidad entre la enseñanza personal del Maestro y el testimonio escrito de esa primera comunidad que compiló, guardo y trasmitió los documentos que me resulta artificiosa, falta de un criterio rigurosa, esa diferenciación en la “valoración intelectual” de los hechos
    4. ¿Cuando la teología se convirtió en una ciencia académica? cuando se separó la reflexión sobre el misterio para convertirla en “filosofía”, se alejó de la comunidad viva, donde hace presencia el Espíritu del Resucitado, dejando la Palabra de ser proclamada.
    5.- La racionalidad tiene un límite. Modernamente ( no sé hasta que punto en la Antigüedad, cuándo y cómo) se ha prescindido del valor sobrenatural, es decir se omite el propósito revelador de Dios, Díos como agente, y el primer interesado en que la resurrección de Su Hijo fuese un hecho histórico incuestionable, el milagro de Jonás, propuesto como testimonio de que Yahvé cumple sus promesas.
    6. esta cuestión sobre Jesús sigue inmersa en su consideración del mismo espíritu racionalista. Jesús despojado de toda relación personal con lo divino ( el Padre) y sujeto a las vicisitudes de la vida  sin ningún control como cualquier otro mortal.
     
    Todas estas cuestiones siguen abiertas tanto para tí y para mí como para el resto. Pero mi situación se asienta en que la fe es una creencia inquebrantable porque tiene a Jesús como su sujeto. Creo a Jesús, el revelador del Padre.

  • George R Porta

    Sin ánimo de crear controversia sino de aprender y de aclararme en la comprensión del artículo, el cual agradezco. Leo esto en el artículo de Román:
     
    “Olvidamos por razones… …Se omite también que algunos de los escritos de Saulo (ahora Pablo) se recibieron antes que los evangelios canónicos… …Hacer diferenciación entre las enseñanzas y hechos de Jesús y la doctrina de los apóstoles resulta esquemáticamente artificiosa por razones de teología, además falto de rigor histórico… …Se puede obviar el milagro, desestimar lo maravilloso….”
     
    Aunque estoy consciente de que represente esfuerzo extra para el autor, fuese bueno y generoso, que por favor clarificara las siguientes cuestiones:
     
    1.  Si no se trata de una cuestión de estilo personal ¿Cómo entender las afirmaciones en primera persona de plural, presente de indicativo? ¿A quiénes se refiere el nominativo “nosotros”? ¿Se trata de la forma autorizada por el uso a que se refiere el DRAE?
     
    2.  Aceptando que Saulo de Tarso sea coetáneos de la primera generación de discípulos/as de Jesús y que en las fechas atribuidas a la publicación de los documentos que hoy reconocemos como auténticos pero de los que no existe versión original o edición prínceps, ¿Cuál es el testimonio, distinto que el del propio Pablo y los muy precarios fragmentos de papiro a los que se le atribuye fidelidad a aquellos otros documentos que escriben dos de los sinópticos y Juan, que son tardíos y de los que no hay incuestionable evidencia excepto para quien desea creerlos, de que en efecto algunos/as de aquella primera generación vieron y estuvieron con Jesús después de resucitado, quedando siempre el problema de la omisión, no corregida en los otros dos sinópticos de que las mujeres que recibieron la encomienda de comunicar algo a los demás discípulos, no lo hicieron porque tuvieran miedo?
     
    3.  Si la datación de los documentos del NT es válida como parece, en general, sabiendo que, por ejemplo una carta muy utilizada en la predicación y el magisterio actual como la de Hebreos no solo parece anónima sino que además parece haber sido escrita específicamente para judíos de formación rabínica tanto por lo judaizante del estilo y del contenido como por la estructura cuasi homilética que tiene ¿qué quiere decir el autor con la expresión “esquemáticamente artificiosas”? ¿cómo se demuestra la afirmación  de que cualquier diferenciación entre las enseñanzas de Jesús y las de sus seguidores sea “artificiosa”? (la siguiente es la definición del término que ofrece la RAE: artificioso/sa. (Del latín artificiōsus). 1. Adjetivo. Hecho o elaborado con artificio, arte y habilidad. 2. Adjetivo. Disimulado, cauteloso, doble.) Las discrepancias en los textos son reconocidas por el magisterio bíblico católico incluso y sobre todo científico. (Énfasis añadido).
     
    4.  ¿Qué quiere decir “razones de teología”? Hasta donde puedo comprender, la teología precisamente solo puede dar razones no demostrables y que por lo tanto muy fácilmente pueden ser “sinrazones” o irracionales. Más aún ¿Cómo hablar de “falta de rigor histórico” cuando los documentos bíblicos en conjunto y por separado precisamente carecen de incuestionable “rigor histórico” mereciendo en ese sentido solo crédito parcial de historicidad (dependiendo de las escuelas mencionadas al inicio del párrafo del que me ocupo: “Olvidamos por razones de escuelas…”?
     
    5.  ¿A qué se refiere el autor del comentario cuando afirma: “Se puede obviar el milagro, desestimar lo maravilloso… …no se pueden desestimar sin la contradicción de una mentira y quiénes hayan podido ser sus agentes”?  ¿Cuál fuera el criterio para obviar una parte de los testimonios y otra no? ¿No son parte del texto canónico “fehaciente” los relatos de milagros y maravillas? ¿Por qué no todos los evangelistas refieren sino aquello que les es útil de cara al propósito de su predicación y sus audiencias respectivas? ¿No resta eso valor histórico a los textos cuando se seleccionan con criterio pastoral, docente, práctico las enseñanzas de Jesús con respecto a su enseñanza total?
     
    6.  ¿Cómo se puede negar que el asesinato de Jesús tan joven o temprano en su vida (solo tres años de labor evangelizadora) ─si no buscaba conscientemente la muerte e interpretando algunos de sus arrojos como meras imprudencias de joven─ solo pueda sugerir  que deseara predicar más o vivir más tiempo y que por lo tanto su predicación haya quedado truncada por su asesinato?

  • Román Díaz Ayala

    Querido Pepe,
    yo no creo que sea excluyente, sino discerniente, ¿Qué es aquello que nos hace uno-con-Jesús en un plano vivencial al margen de nuestras ideas? ¿Cuál es la virtualidad de la fe en Jesús?
    “Te humilló y te hizo pasar hambre, pero después te alimentó con el maná, que ni tú conocías ni habían conocido tus padres. Quería así hacerte saber que no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahvé”. (Deuteronomio 8,3)
    Luego Jesús empezó a predicar un mensaje de arrepentimiento (“Arrepentíos”) e hizo suyas las palabras de la Ley: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4,3)
    Soy prisionero del lenguaje de Jesús, y ha sido él quién me ha revelado mi verdadera condición moral, éso que tu mencionas como “pecado”.

  • pepe blanco

    En varias ocasiones lo he dicho con mis palabras. Hoy lo digo con las palabras de Javier Krahe;
     
    Hace tiempo que no juego al acertijo,
    tan esdrújulo de un padre y un hijo,
    y una blanca paloma.


    Prefiero caminar con una duda
    que con un mal axioma.


    Porque dudo que la final de este asunto,
    la cosa no se acabe con un punto
    sino con punto y coma,
    y no espero un cielo o un infierno.
    Lo más confío en que seré algo eterno
    gracias al cromosoma
    .”
     
    Estimado Román, ¿no será que tú también eres prisionero de tu propio lenguaje religioso? ¿Cómo puedes afirmar, a estas alturas del siglo XXI que lo particular de las iglesias cristianas entendidas en su dimensión de Pueblo de Dios consiste en que se nos ha ofrecido vivir de una dimensión sobrenatural de nuestras servidumbres de forma que se nos distinga de cualquiera de los demás grupos religiosos que apelan a lo divino?
     
    ¿Eres consciente de lo excluyente que es esa afirmación? Afirmación que, junto con la idea central que inspira todo tu artículo, rebaja al ser humano al nivel de la incapacidad radical para conseguir su plenitud. En vuestra opinión de cristianos, en el fondo Dios NO creó al ser humano a Su imagen y semejanza. Resolvéis la contradicción con el texto bíblico, apelando al pecado original. Pero esa no es una explicación satisfactoria, pues, que se sepa, el pecado no se transmite por los cromosomas.

  • Román Díaz Ayala

    Unas interrogantes sobre cuestiones muy complejas piden respuestas igualmente complejas.
    En primer lugar quiero manifestar que cualquier contribución insertada en Atrio tiene como  únicas personas propietarias a la comunidad atriera ( las lectoras y las comentaristas). Los permisos huelgan, habida cuenta de que si existe un diálogo verdadero será porque somos muy conscientes de ” nuestra identidad colectiva” por encima de nuestros individualismos que nos llevan por caminos de los egos y los subjetivismos.
    En segundo lugar, que el pluralismo que  está retratando a nuestra realidad social ( e histórica) demuestra a las claras que eso del “pensamiento único” es una ficción muy interesada, y me atrevo a decir que hasta una anomalía si estamos viviendo insertos dentro de la libertad evangélica. El dogmatismo mata la virtualidad de la gracia, hace estéril a la fe.
    En cuanto a los dos ejemplos (Logos, ágape) primeros tendríamos que hablar de los textos biblicos y sus trasfondos culturales (tradiciones hebreas-arameas, griegas,  de los que “la latina” es sólo una traducción)
     
    En fin, que hay mucha tela para cortar.

  • M.Luisa

    Mi reflexión, esta vez, no apunta en especial al presente artículo, más bien me ha surgido como consecuencia, estos días, de percatarme, no sin algo de tristeza,  del insalvable  desencuentro todavía mantenido entre los/as  participantes al tratar en tantos variados portales los temas de índole teológica, mística, espiritual o como se le quiera llamar.
     
    Pienso que tal desencuentro proviene del hecho de no considerar  los diversos cauces de interpretación teológica que en la historia  se han dado.  Por un lado la de tradición latina y por otro la de tradición griega.  En la actualidad y en Occidente esto se percibe   por el cambio de visión que a much@s contemporáneos les ha supuesto pasar a inspiración griega ciertas interpretaciones conceptuales de procedencia latina Por ejemplo la palabra amor que tanto sale en el Nuevo testamento, los griegos la entendieron como una caracterización metafísica del ser divino, y por extensión   como carácter de aquella excelencia  propiamente     humana, mientras  que la tradición latina la interpretaron como un atributo moral de Dios. Mas no  se trata de eso sino  de tomar  la ágape en su primera dimensión ontológica y real. Entonces aparece no como una virtud de una facultad especial como sería la voluntad,  sino como  una dimensión metafísica de la realidad que afecta al ser por sí mismo, anteriormente a toda especificación en facultades. Los latinos volcaron casi siempre agápe por caridad, de ahí que el vocablo  corriera  el riesgo   de aludir a una simple virtud moral.
     
    Otro ejemplo lo tenemos con el concepto de Logos. Para un griego el Logos jamás fue  el concepto mental  germinal   de la inteligencia, como así lo pensó la tradición latina sino la palabra que se dirige a otro o a sí mismo para comunicar una verdad. El Logos es, ante todo, algo que va de persona a persona. Es una propiedad más personal que natural…bien lo dejo aquí de momento…  si despertara interés ya seguiría, de todas maneras gracias Román por permitirme  hacer uso de  tu espacio.