A un franciscano ya mayor con quien tuve la suerte de convivir durante años, y de bromear y debatir a menudo, le escuché: “De toda la historia de la Iglesia, solo me interesan los herejes. Solo ellos han aportado algo verdadero”.
Y vaya si el buen fraile, ilustrado y locuaz, sabe de historia. Lo que no superaría es un examen de ortodoxia, por laxo que fuera el examinador. Pero en servicialidad fraterna, ahí se lleva la palma. ¿Y de qué se trata sino de eso en la vida franciscana? ¿Y a qué nos invita sino a eso el Evangelio de Jesús, él que puso como modelo al samaritano hereje y compasivo, frente al sacerdote servidor del templo, juez de la ley y guardián de la doctrina, para los que la pureza y la verdad son más importantes que el socorro del herido?
En las religiones tradicionales, sobre todo monoteístas, y en el cristianismo católico más que en ninguna otra, ha predominado una errónea preocupación por la verdad. Y ahí se corrompe todo. Nada más peligroso que la pretensión de poseer la verdad y el bien, de creerse nombrados por “Dios” para ser sus garantes en la historia. No hay persecución, cruzada, inquisición, tortura ni hoguera que no se haya justificado en nombre de la verdad y del bien.
Sin embargo, no quisiera incurrir en contraposiciones simplistas: dogma contra vida, creencias contra praxis, verdad contra bondad. Ni quisiera descalificar sin más el dogma, la creencia o la convicción de la verdad. Un dogma puede inspirar la vida, una creencia puede animar una buena praxis, la convicción de una verdad puede apoyar la bondad. ¡Benditos sean entonces el dogma, la creencia, la convicción verdad! Pero solo en cuanto fomentan vida buena, praxis bondadosa, bondad feliz. He ahí el criterio del evangelio en cualquier página que se abra. Ninguna creencia es mala de por sí, pero solo es buena si ayuda a una vida solidaria y feliz.
Pues bien, ese mismo es el criterio de la “herejía”. Por eso mismo, tampoco querría hacer sin más el elogio de la herejía o del hereje. La herejía es tan ambigua y parcial como lo que llamamos verdad. Y solo será liberadora en la medida en que no se impone como nuevo dogma, es tolerante, humilde y desapegada, esté en fin inspirada por la bondad, por la entraña compasiva del buen samaritano hereje: Vio al herido y se compadeció, se compadeció y se acercó, se acercó y lo atendió, y siguió feliz su camino tomándolo a su cargo.
Sin embargo, con toda su ambigüedad, la herejía es indispensable. Todo orden necesita subversión para seguir fomentando nueva vida. Toda afirmación –incluso esta misma– necesita negación para seguir hablando, escuchando, entendiéndonos más a fondo. Toda verdad necesita contradicción para avanzar a la luz y a la sombra del misterio salvador. Todo dogma necesita herejías para seguir inspirando la liberación y la vida, más allá de los límites del pensamiento. ¿Qué sería una Iglesia sin mucho más pluralismo, sin mucha mayor libertad de expresión y de enseñanza en su seno que la que reina, por ejemplo, en los partidos políticos? No sería Iglesia de Jesús. Pero así es la Iglesia que vemos: una institución donde un estamento clerical se ha hecho dueño de la verdad que llaman divina. Solo es su verdad.
Avancemos. La herejía no solo es sana y necesaria. Es también inevitable, como escribió Rahner. Quien se tome a la letra el dogma de la Trinidad no tiene alternativa: o niega la unidad o niega la trinidad, “herejías” ambas. Y así con todos los dogmas, que son construcciones mentales, radicalmente limitadas, como todos nuestros esquemas y lenguajes, por mucho que se consideren doctrina revelada. Toda “revelación divina” viene del fondo de la experiencia humana individual y colectiva con su límite, su ambigüedad, su provisionalidad radical. La “revelación” es el misterio indecible al que apunta lo dicho en el texto “sagrado” o en la fórmula dogmática. Y solo aquel que se atreve a transcender lo dicho en la palabra se abre a la revelación del misterio indecible más allá de la palabra.
Así pues, todo dogma y todo texto que se presenta como “revelado” nos sitúa ante una elección: quedarnos en lo dicho o abrirnos más allá. “Herejía” significa justamente “elección”, y nadie está libre de elegir. La “herejía”, la elección es un imperativo. Solo quien elige ir más allá de la doctrina se abre al misterio y, en último término, a la misericordia fraterna, a la projimidad compasiva. La “herejía” es hoy más imperativo que nunca, invadidos como estamos por la información, la opinión, la palabra. Amigo, amiga: escoge la palabra que más te inspira, y transciéndela, déjate llevar por su impulso hacia el misterio y la misericordia.
No hay peor elección que identificar la revelación o el misterio con la fórmula dogmática con su significado concreto, limitado por la palabra, la historia, la cultura. Y no hay peor elección que la pretensión de estar en posesión de la verdad. Quienes se creen investidos de poder divino para definir la verdad y el error no son neutros, también eligen, se eligen a sí mismos. Solo que a su elección, su opinión, la llaman divina, y en esa ceguera está el peligro. Mala elección. La peor herejía. Lo grave no es errar, sino creerse infalible.
Evoco con emoción la memoria de todos y de todas las herejes de cualquier religión, iglesia, patria y partido. La memoria de los “paganos” condenados por la Iglesia solo por seguir otra religión o no seguir ninguna. La memoria de los cristianos y cristianas silenciadas, condenadas, apresadas, desterradas, quemadas vivas en nombre de la verdad. Amarga historia de la Iglesia, llena de lágrimas. Vosotros, innumerables, perdonadnos en nombre de Jesús, el hereje. Y rogad por nosotros, seguid inspirándonos, caminad con nosotros.
José Arregi
Ahora me apetece contar como entiendo yo la fórmula de Calcedonia sin recurrir al mito. El contenido de Dios-Padre, que algunos pueden considerar imagen, cuadra bastante bien con el contenido de divinidad, el común a las tres religiones monoteístas. En las tres ese contenido apunta a una plenitud humana, pues de Dios se dice que es clemente y misericordioso, todo amor y justicia, colmado de bienes y bondad, etc. Pero sólo es un apuntar, pues no es apropiado decir que Dios es Amor, o el Bien, o…., como si desvelásemos su esencia, sino que se trata de un lenguaje impropio, analógico, puesto que Dios permanece en el inagotable Misterio Trascendente Incognoscible. Dios-Padre explicita la divinidad.
Con el Hijo pasa justo lo contrario. Jesús explicita la humanidad plena. Cualquiera puede ver su alta cualidad humana y a algunos nos ha deslumbrado tanto, que vemos en él realizada la plenitud humana puesto que no podemos añadirle nada que pueda mejorarla o superarla, al contrario nos desborda y sobrepasa por todos lados. Pero también en Jesús podemos ver que su plenitud humana apunta en la dirección de la divinidad, justo en el punto en la que Dios-Padre apunta hacia lo humano.
Por tanto se puede decir que Dios-Padre siendo plenamente divino tiene en sí mismo un componente humano y humanizador, lo mismo que el Dios-Hijo siendo plenamente humano tiene en sí mismo un componente divino y divinizador. ¿Cómo puede ser posible y explicarlo sin recurrir al mito, ni saltarse los conocimientos de la Ciencia según nos convenga?
Saludos cordiales
Honoro, amigo:
¡¡¡Chapó!!! Totalmente de acuerdo, ese es el mal profundo de nuestra sociedad… y hablando de herejías…
¡¡¡De la iglesia!!!
¿Cómo cambiar un mal metido en las venas y el corazón, con tanta fuerza, que nos nubla el entendimiento?
Lo más triste es, que los de a pié… tampoco estamos dando la talla, defendiendo nuestro derecho a ser y vivir dignamente.
mª pilar
Releyendo los comentarios de esta línea veo que George ha traído a colación dos veces la declaración de fe de Calcedonia, una el 9 de Mayo y la segunda el 13 a la que cualifica de mítica e insuficiente. Por e-mail también me ha recordado nuestro diálogo interrumpido sobre “mi interpretación del Credo” que según me dice le motivó repensar su propia fe. Me encantaría continuarlo, si quieres en privado por e-mail, o bien aquí abierto a la participación de otros/as atrieros/as. A mí me gusta más aquí al permitir contrastar diversas opiniones. Esta misma línea sobre herejías podría servir, dado que es precisamente el Credo el que ha generado mayor número de ellas en la IC. Quizás fuera más conveniente abrir una nueva con el beneplácito de Antonio Duato. Estoy dispuesto a elaborar unas cuantas líneas introductorias y seguir después el curso de los comentarios que vayan surgiendo, participando en los diálogos con continuidad.
En el sentido que da Honorio a la verdad estoy completamente de acuerdo. La verdad está y ha estado siempre del lado de los poderosos, de los triunfadores, de los que ganan las guerras,…., y los que no lo son, son los herejes que hay que perseguir según ellos y privarles de sus derechos. No sólo en la política o en los Estados ha sucedido y sucede, sino también en la Iglesia.
MªLuisa sólo dos palabras, retiro lo del resentimiento. He sacado esa apreciación de forma errónea y negativa cuando es cierto que tú te habías expresado de forma contraria con buenos deseos hacia mí. Me alegro que así sea.
No era mi intención provocar sabias polémicas y disquisiciones sobre la verdad, sobre eso de que la vida es sueño, y los sueños sueños son”. Intentaba subrayar que la referencia de la herjía a la “VERDAD” es un camelo, a lo largo dee la historia de la iglesia y de Europa las herejías han sido sublevaciones populares contra el abuso de los tiranos con frecuencia basadas en principios evangélicos. Ya lo dijo Pilatos: “¿Qué es la verdad?” Y a renglón seguido condenó a muerte a Jesús, conseicnte de su inocencia. Las herejías de los poderosos suelen ser consideradas como dogmas de fe, por ejemplo de que al marxismo está acabado, de que estamos en el final de la historia, de que el cambio climático y todas esas zarandajas son un camelo.
Los poderosos siempre tioenen razón, y la verdad está siempre de su lado…Ese es, más o menos, mi concepto de la verdad. Y Prisciliano, el que está enterrado en Santiago de Comostela, que lo del apóstol Santiago es un bulo para dejar en el olvido al que fue el primer mártir inmolado por la Iglesia católica, pues Prisciliano fue el primer mártir de la Iglesia: !por hereje! Y los cientos de miles de fusilados dee la guerra civil fueron todos herejes, y fueron fusilados por eso; en cambio los del lado de Franco fueron todos santos, y los suben a los altares ene series de cien o quinientos para arriba…
Veo, Juanel, que has dado la vuelta a la tortilla, disculpa este lenguaje tan coloquial pero es que resulta que tras mi intento de aclararte lo que me pedías en un día, por cierto, muy complicado de trabajo, con un ejemplo reciente, ahora vas y te sirve para atribuirme resentimiento. Un sentimiento éste que no está en mi lista, un sentimiento del cual no tengo experiencia alguna, mi trayectoria de vida y sus frutos así me lo confirman. Además me sorprende de ti esta inculpación cuando, al trasmitirle a George, el otro día, tu actual situación instantáneamente te envié mi reconocimiento y mi amistad. Yo, sinceramente de ahí no hubiera extraído nada negativo, sino todo lo contrario, en aquel momento en mí sólo había comprensión y buenos deseos.
Por otra parte decirte que en mis comentarios, normalmente no suelo interpelar a nadie, para no crear ningún tipo de obligación, me limito a lanzar en ellos meras reflexiones. Aunque, también, si se da el caso respondo como así hoy lo he hecho con el amigo George.
Nada más, amigo, eso es todo!
MªLuisa, lo siento otra vez y te ruego que disculpes mi altivez del otro día, no tenía ni la tranquilidad ni la serenidad necesarias para un diálogo cordial. No soy una persona humilde sino orgullosa hasta la estúpida vanagloria risible, que con alguna frecuencia ofende sin pretenderlo ni ser consciente de ello y cuando me lo indican lo primero me asombra porque estaba lejos de pretender ofender y luego pido disculpas hasta retractarme de lo dicho si fuese necesario o simplemente lo retiro, que la/el interesada/o lo dé como no dicho. No es la primera vez que me sucede sino muchas veces con cierta frecuencia como puedes suponer. Pero cada uno tiene que lidiar con su propia persona tal y como es, intentando cambiar sólo en lo posible ¿no te parece?
Me he releído el último comentario y el del día 12, y no veo altivez en ellos. Pero es cierto una cosa, yo no puedo expresarme con humildad porque no tengo de dónde sacarla, es que si se me ocurriese hacerlo me resultaría mucho peor, falso. Si prefieres que una persona como yo tan altiva y orgullosa no intervenga en tus comentarios, házmelo saber y sólo lo haré en el caso que me interpeles directamente. ¡Ah! por si acaso una cosa más, no estoy ofendido (es difícil que me sienta así quizás también por mi endiablado orgullo) sino que he notado en ti un rescoldo de resentimiento. ¿estoy equivocado? (no tienes porqué confirmarlo, como te apetezca). Si no te apetece dialogar conmigo, pues me ignoras y lo entenderé.
Rectifico, pues quería decir… algo de cuya dimensión estamos dotados, y aquí, de rebote, también puedes entender , al hablar de estructuras, la estructura de la reflexividad humana
Dices Juanel que no alcanzas a ver el trasfondo del sentido inverso entre “nuestro modo” y “modo nuestro” pues te pondré un ejemplo muy sencillo. Cuando el otro día te dirigiste a mí en un tono un poco altivo, no lo hiciste pensando en mí, en cómo me sentiría, no fue como resultado de una previa reflexión, algo de cuya dimensión poseemos, sino que lo hiciste a “tu modo” en el tónico modo en el cual te encontrabas.
Gracias. Amiga Maria Luisa. Sí, intento y deseo salirme de la dualidad. Saldré al aweropuerto en una media hora y no puedo responder, pero agradezco la ammabilidad de explicar lo que había escrito la última vez. Un abrazo cordial agradecido.
Amigo Juanel: Vivo convencido de que en la “confusion”se esconde el resto de la “verdad” y de que yo sea o exista, me sienta mí mismo en ella. De este modo me parece comprender que haya visions de mí que por pertenecer al futuro no las he descubierto aún. Quizás nunca será possible conocerme o conocer la realidad complete porque siempre me ocurrirá que cuando me enfoque sobre mí como que vuelva la espalda al “resto”. Esto ultimo es solo una impresion subjetiva porque quizás ese sea un modo de conocer “todo”. Mi inclinación, por razones o causas de aprendizaje es nadir en el océano de lo cuántico donde no todo es possible, sino desde el cual la existencia es posibilidad pero no potencialmente hablando, sino “realmente” hablando. Por eso no creo que se pueda ser libre en el sentido de libre ahora y aquí, sino que la libertad sea el espectro de posibilidades que quizás se “cdensifica” o adquiere peso en mí vida y no pierde continuidad sino que se diluye (metafóricamente hablando) para densificarse en otras. Siempre, desde luego habrá dificultad de lenguaje que es equívoco. Otro problema será la cuestión de la relacionalidad y la consciencia de ésta. Mis ojos’serán siempre ventanas hacia aquello que me aparece como exterior a mí y me impedirán vivirme como en ello. Es decir los ojos conspiran (el cerebro es quien ve pero ve a través de ellos) contra mi auto conocimiento o autocomprensión de mi unidad con lo que me aparece a la vista como otro/a.
Por mi parte no creo que pueda ni deba existir una explicación de o de lo “TODO”, porque la explicación siempre me aislará al radicarse en mi mente. Por eso es necesario la humildad (al estilo teresiano) que exige al científico recorder que siempre mira y comprende a través de su paradigm preferido pero que es y existe “como” a través del paradigm de cada otro observador/a y que por lo tanto una explicación de Todo nunca pudiera incluir, en su caso particular, la comprensión que de él/ella tuvieran los demás y sin embargo la Realidad Todo sí lo pueda incluir todo, un poco según la expression mítica e insuficente de Calcedonia sobre el Hijo de Dios y su naturaleza. La contradicción interna del vocabulario es una especie de imagen virtual incomplete porque precisamente intent explicar lo que no puede aprehender.
Me gustaría poder dialogar más sobre este tema. Oscar quizás pueda proponer más desde su ángulo. Un abrazo cordial a a ti y a él.
Pues precisamente, Juanel, pienso que por haberlo traído aquí muchas veces considero que, con un poco de esfuerzo más allá de lo que puedan dar de sí las simples metáforas, bien puede darse un poco por sabido. Es cierto que es un lenguaje técnico filosófico de un pensamiento muy preciso como es el de Zubiri, pero si insisto es porque a mí me ha sido muy útil para comprender muchas cosas de las cuales van surgiendo repetidamente en un sin fin de darles vueltas
Me gustaría leer una propuesta o “Teoría de la verdad” (definitiva absoluta) coherente, que tenga en cuenta escrupulosamente lo que la Ciencia propone o “conoce”, sin tratar de enmendarla o corregirla. Varias que he leído se saltan este presupuesto para mí importante. Lo mismo puedo decir de las “Teorías de la Realidad o lo Real” total y completa, incluso “Teorías del Todo”. Sé algo de una “Teoría científica del Todo” y variaciones, que combina la “Teoría Cuántica”, “Teoría de la Gravedad”, “Teoría M” (membranas) “Teoría de la Relatividad” entre otras. Leo estas cosas en la revista “Investigación y Ciencia” que es divulgativa, y la impresión que saco es que el calificativo del TODO no es el adecuado. Algo parecido me pasa en el campo de la Inteligencia Artificial, pues por ahora los mecanismos informáticos, robóticos, cibernéticos,….., están aún muy lejos de poder ser considerados inteligentes. Quizás dentro de pocos años lo serán, pero aún no. Quizás se encuentre pronto una teoría sobre el Todo, pero aún no. Y en mi opinión si no hay aún una teoria adecuada sobre el Todo, no puede haberla sobre la Realidad y por tanto tampoco sobre la Verdad.
Mi pobre estructura mental científica se abruma con el fluir libre de la palabra. No me entero qué es lo que se quiere decir ni a dónde se quiere llegar. Si no se busca sentido ni significado, me pregunto ¿qué se busca? ¿qué es lo que buscas George?¿ahondar en lo confuso y ambigüo? ¿algo parecido al desconcierto contradictorio del Tao? o acaso algo más científico ¿nadar en el “limbo” cuántico, donde todo es posible?
Con los comentarios de MªLuisa lo que me pasa la mayoría de veces es que usa un lenguaje complejo, muy técnico y especializado que me cuesta entender. Tengo que leerlo una y otra vez hasta que me parece que he encontrado un sentido, opino sobre él y resulta casi siempre erróneo, pues el sentido que he encontrado no es el que expresa y me corrige, cosa que agradezco pues de este modo aprendo. Vamos a ver si esta vez he entendido, aunque creo que no pues estoy confuso.
El párrafo “Ahora bien,………con suficiencia constitucional” me parece de una enorme complejidad y tan escueto que me recuerda a las conclusiones de un trabajo, que ha tenido un preámbulo, un desarrollo, e incluso un glosario de términos que fije con precisión los conceptos usados. De acuerdo que el final eso de que “no somos sujetos sino estructura, no sustancia sino sustantividad, es decir, con suficiencia constitucional”, lo has traido aquí muchas veces y en más de una ocasión lo hemos discutido y aclarado, aunque contigo las cosas nunca logro aclararlas del todo. Pero alcanzar a ver el trasfondo del sentido inverso entre “nuestro modo” y “modo nuestro” creo que mis neuronas no dan para tanto. Intuyo que esconde problemas en el modo de inteligir la realidad humana. ¿Cierto?
Saludos cordiales
Hola George!
Ufff! Ya me he perdido con todo lo que se ha escrito desde ayer cuando me puse a pensar cómo podría, de manera resumida, dar respuesta a tu amable petición.
Cómo habrás notado mi planteamiento sobre la verdad huye de todo dualismo como en todos los temas que tratan del conocimiento. Sin embargo, me di cuenta que en tu interpretación hay un atisbo de él cuando dices que la verdad se encuentra en el exterior y no en el sujeto. Claro que luego, más abajo, te leo y dices lo de que la verdad marca el juicio como considerando que ambas cosas son respectivas. Ciertamente, es a lo que me referí cuando expresé que el juicio surge en la mente según un especial “modo nuestro” de enfrentarnos con la realidad física de las cosas al hacer nuestra vida (momento de coincidencia con Oscar)
Ahora bien, es importante fijarnos en este matiz de carácter inversivo que incluye el hecho de no referirse a “nuestro modo”, a nuestra manera, sino a la inversa, a “modo nuestro” es decir, según las propias estructuras que constituyen la realidad humana, algo que siempre recuerdo aquí: que no somos sujetos sino estructura, no sustancia sino sustantividad, es decir, con suficiencia constitucional.
Volviendo a lo anterior, la verdad real, pues, habita en aquella respectividad. Si careciéramos de inteligencia la realidad sería mera constatación
Es a partir de este enfoque, pienso, que se puede hablar de realidad verdadera y consecuentemente de ciencia de progreso de ética etc.,
Un cordial saludo
No tanto en “Rayuela” cuanto en “El Libro de Manuel”, Cortázar ejecuta el estilo literario denominado “flujo de conciencia” (que no hay que confundir con el estilo “soliloquio”).
Pero te salió bien el “fluir de conciencia” donde un decir lleva a otro decir cuya hilación solo la tiene el concienciante, mientras los “demás” se quedan con la boca abierta “papando moscas” y sin entender a qué viene el “flujo”.
A tí que te interesa la elaboración de un “Manual blooguero” podrías meditar sobre lo acertado (o no) de ese “estilo” ¿no te parece?
Yo lo he ejercido cuando me obligaban a decir sin que yo tuviera nada que decir. Y tal vez lo use para cuando el 24 de junio el Minkisterio de Educación de Chile me tome examen de Nivel último de Primaria para otorgarme un “OK” que me habilite a tramitar una Licencia de Conducir un autito. Pienso hablarles hasta de los “agujeros negros” del buenito de Stephen Hawking, quien como excelente científico no tuvo ningún empacho en negar su propia tesis porque … ya estaba en posesión de “otra” más “verdadera”.
u.s.w. (und so weiter) que quiere decir -según el decir del tiempo de mis padres- “echale $5 al Pato y que siga el milongón”-
Abrazo fluyente! – Oscar.
¡Hola, Oscar! te leo:
-”la realidad (que) me precede porque siempre ha estado ahí,
– descubierta o no“-
¿Ah, sí? ¿Y qué estaba haciendo antes de que “alguien” la des-cubriese? ¿Tapada porque tenía frío? Sería cierto, entonces, que ¡el amor es una “calentura”! ¿Qué es lo que “nos (me) calienta”?
Juanel ya respondió plausiblemente a esta pregunta y me temo que pueda añadir poco, aunque me parece que no debo escribir (por razones de seguridad personal) al final de estos párrafos que te pudiera copier y “seguir yendo todavía”. Me dirás.
Por favor perdonar los errors tipográficos porque aunque acá es de mañana la vision no me acompaña y quizás la mente tampoco.
No sé cómo “estaba” la realidad antes de que yo la descubriese en/por medio de alguna forma ilusa progresivamente de mi propia alteridad/alteridad de “lo demás” (una especie de pecado original que sí me arrebató mi inocencia ontológica) pero estoy seguro de que, por ejemplo, mis progenitores como otras muchas personas nacidas antes que yo estaban en ella y estaban impresionados por ella, no masivamente, había como porciones de ella que les atraía o les provocaba más, les podía, y eso ocurría como ilusión de discontinuidad o de individualidad física y sicológica, de alteridad específica pero en la “realidad” que no conoce la solución de su continuidad porque no parece tenerla. De ahí la necesidad del mito para recordar lo que se ha olvidado quizás colectiva e individualmente, aunque no sepamos ciertamente o verdaderamente mucho más que lo poco de cierto que hay en una hipótesis más allá de la intuición que aunque llena de “confusión” puede parir la verdad y la certidumbre mientras no se convierta en dato incontrovertible dentro de los parámetros de error que en cada momento nos satisfagan hasta que de repente éstos tengan que cambiar porque otro encontronazo experimentado “viviéndonos” en la realidad nos fuerce a hacerlo y entonces Schrödinger se salga con sus ecuaciones folloneras y se desate el desmadre cuántico, el existencialista, el agnóstico (el ateísmo parece una memez de tontos de capirote pero solo a quien no le pueda satisfacer) y desde luego a esos excepcionales “hijos de su dios” que poseen la verdad incuestionablemente porque el autócrata que les dirige asegura que sea vicariamente ese dios y en ello no se diferencie mucho (dado el desastre a que la sucesión de esos apóstoles arrogantes a llevado a su oœcumene) aunque se diferencia algo, de los falsos apóstoles que se han sucedido paralelamente o conjuntamente (Ronald Reagan y Juan Pablo II por ejemplo, paralelos pero simultáneos y enamorados política e ideológicamente en su agenda apostólica = mensajera) absolutamente errada en la medida que algo diferente de la realidad pueda ser en ella absoluto, al menos metafóricamente hablando (asumo que puede haber una cara de la luna oval del “cero” que mire en la dirección del campo numérico negativo como otra (mitológicamente toda la realidad me parece multifacética porque mi conocimiento es equívoco y solo puedo mirar conscientemente en un solo sentido aunque mis cerebros lo hagan de otra forma que no alcanzo a comprender y describir usando este lenguaje que me parece equívoco que me parece que haya aprendido pero que me parece que me preceda y que me parece que ya pueda estar superado en mi propio devenir mientras me vivo o en otra “forma” de esta realidad en la que me vivo y que vivo (a ella) o por otra forma pensante de la que no tengo conciencia pero que pudiera existir porque cualquier de esas formas pudiera y puede decir mis memeces sin que sean tales, de mejor modo y más persuasivamente, aunque todavía no me consta ni lo comprendo.
Me alegra que cites los tangos. Para mí filosofía articulada “poéticamente” me cuesta deslindar los campos de filosofar y poetizar. Por mucho tiempo me ha parecido que en la poética realmente se avanza hacia las raíces de este descubrir cuando se añade la música. Imagino que los ruidos y el descubrimiento casual o no del ritmo en el ruido y su progresivo avance hacia lo simbólico y expresivo-comunicativo, la melodía, etc., sea evidencia de la misma “forma” de andar que va de vivirse en alteridad sin saberlo y el descubrimiento hormonal del cuerpo propio, la sexualidad, la atracción por otras personas y de otras personas y la diferencia entre el atractivo homosexual y el heterosexual (solo nombres para que los diccionarios tengan sentido ya que cuesta tanto trabajo diseñarlos compilando palabras equívocas y sus “equivocaciones”). Todas trampas de la percepción, no de la realidad, como los espejismos que son trampas de la visión y la ilusión de la necesidad de hidratarse y no del desierto. La prueba es que al llegar a ellos la arena no sea diferente, aunque al llegar a un oasis resulta que la trampa consista en beber agua desesperadamente y no de a poco a poco.
Uno no se enamora de todo el mundo y me parece fascinante que se diga que uno “mete” porque como con el espejismo la infatuación del enamoramiento inicial muy bien que puede desaparecer de golpe cuando como ocurrió al Príncipe Azul de marras que encontró tan tarde a la Bella Durmiente que al besarla en los labios para despertarla tan pronto se movieron los labios se le desgranaron los dientes podridos o a ella que al abrir los ojos solo vio el rostro arrugado y encanecido de un viejo cañengo.
El descubrimiento de la realidad es parte de la realidad misma. Por ejemplo la noción de alteridad parece que dependa muy posiblemente, pero quizás no del todo, de la experiencia de los movimientos que parecen espasmódicos del o la recién nacida que parece que sean su despertar al hecho (no noción consciente o conocimiento) de que su piel se hunda en esta otra como película elástica en la que está inmerso y de la que forma parte por la continuidad del espacio que puede empujar lejos de sí o tocar como sus bordes cuando choca o entra en contacto más sensible con algo consistente, el dedo de alguien que lo coloca el dedo índice entre los suyos muy pequeños y el bebito/a los enrosca alrededor y sujeta el dedo o se sujeta del dedo con alguna fuerza. Ni el bebito/a ni el/la dueña del dedo sabe bien lo que ha descubierto el bebito pero el aparente vacío físico en medio y en torno de ambos ni es vacío ni se diferencia pero la ilusión de integridad del adulto/a si el/la dueña del dedo es adulto/a se cree, como nos creemos que nos acabamos en nuestra piel cuando en realidad somos porosos, contenidos por, metafóricamente hablando, un enormemente potente efecto capilar pero que en realidad vivimos inconscientemente la mayor parte del tiempo en un equilibrio de intercambio de humedad con el ambiente que nos rodea. La forma del cuerpo varía donde la membrana porosa de múltiples capas de células diferenciadas se ha venido ido formando como epitelio para descubrir lo que la transformación de otras capas de células ha venido formando desde el esqueleto hacia afuera, una “expresión de alteridad” de la que parece que nunca estuvimos conscientes porque no podemos recordarla pero que ocurría en las múltiples y rápidas divisiones sucesivas del óvulo fecundado aunque nuestro ser testigos de la propia fecundación también nos la perdiésemos en el olvido de quién fuésemos cuando ocurrió el impacto asteroideo (metafórica y poéticamente hablando) del orgasmo de nuestros progenitores que facilitó el subsiguiente de la esperma contra la pared del óvulo que éramos dentro y fuera de nosotros mismos antes de ser cada uno de nosotros y mucho antes de tener consciencia de nuestra propia alteridad aparente. Esta visión de las cosas me aproxima a comprender por qué, o mejor, para qué algunas cosas ocurran no al azar sino necesariamente como ocurren y engendren una mitología que solo puede ser bella y poética (bella por el atractivo sexual que es “forma” de raíces tremendamente fisiológicas de eros o amor o de filia, cuando no hay infatuación romántica de mucho más que mera química en eros: El sexo por penetración a niveles originales y sucesivamente hasta en el llamado beso francés que en otras latitudes menos enológicas puede ser sin que la lengua haga su parte como parece que ocurre en algunas etnias de esquimales. Una reciente “forma” de la penetración como necesidad si ancestral hasta ahora invariable es el desarrollo del comercio, en la que alguien es “penetrado” en el sentido más violento cuando quien le penetra obtiene ganancias desmesuradas y el/o la persona penetrada solo se lleva un objeto que tiene la percepción ilusoria de que sea nuevo pero que ya ha envejecido un pelín en los anaqueles y que originalmente existía en alguna medida contenido, por ejemplo en moléculas de polímeros o fibras de algodón en alguna plantación de Monsanto o sus corporaciones homólogas.
He tratado de poner comas para romper la longitud del texto pero, como en Rayuela, la continuidad física de las frases me parece que expresa mejor la ilusión de que la individualidad es una especie de espejismo político de resultados desastrosos y al mismo tiempo canal de la diversidad ambiental (el énfasis me ha parecido necesario)
Con frecuencia me pasa que leo algunos comentarios y entiendo las cosas del revés, en sentido inverso a lo que se dice, como me ha pasado con Román. Pido disculpas de antemano si no he entendido bien los últimos comentarios.
Entiendo la realidad como dice George que “está ahí independientemente de que la descubramos o no” porque si la realidad a la que nos referimos es la física, entonces la pregunta de Oscar de qué es lo que hacía antes de que la descubriésemos tiene fácil respuesta: lo mismo que ahora, seguir los procesos que se dan en su evolución cosmológica, fisicoquímica, geobiológica. Es que la pregunta carece de sentido pues sabemos que las galaxias estaban ahí hace miles de millones de años atrás, mientras que el conocimiento humano estuvo “seguro” durante siglos de que la Tierra era plana y era el centro de todo cuanto existía, y también es seguro que las neuronas estaban ahí antes de que Cajal les echara un vistazo por el microscopio. La pregunta de Oscar tiene necesariamente que corresponder a otro contenido de realidad. Y parece si he entendido bien de que la realidad para Oscar es un “estar viviendo” y en consecuencia se trata de una relación dialógica simultánea entre las cosas y lo mío. Pero esto no me parece que esté hablando de la realidad sino del modo de entenderla y aquí sí puedo entender la relación dialógica de la que habla.
Pero MªLuisa habla de una realidad que se nos impone, previa a todo juicio y por tanto también a cualquier concepto o contenido de la misma. Entonces me pregunto ¿qué es lo que se nos impone? Y MªLuisa nos previene de que no son las leyes lógicas, no la entidad cartesiana que rige (que piensa). En esto estoy de acuerdo. No es posible construir ni sostener un sistema de comprensión de la realidad por medio de la sola razón sustentado por principios lógicos, con un desarrollo conceptual coherente e irreprochable como hizo a menudo la metafísica, si cuando lo sometemos a prueba a la experiencia, digamos científica que es la mejor que entiendo, lo contradice. Es cierto, la realidad se impone, no la ponemos nosotros. No es un constructo que podamos manejar a nuestro capricho desde la razón.
Lo que no tengo tan claro es con respecto a la verdad. Es que como George pienso que sólo tenemos acceso a la verdad de un modo parcial y provisional, en continua revisión y prueba ensayo-error, y difícilmente puede imponerse la verdad de forma definitiva, sólo se impondrá de este modo temporal y revisable. Dicho de otro modo, no podemos aferrarnos a una teoría por muy elaborada que esté y lo razonable que nos parezca, si al probarla en la experiencia resulta errónea. Más que la verdad lo que se impone es el error y la necesidad de desechar lo falso. Pero la verdad definitiva absoluta se escapa. Pienso que sólo tendremos acceso a ella cuando el conocimiento de la realidad sea total y completo, sin nada más que revisar o añadir, pero mucho me temo que estamos muy lejos de que tal cosa suceda.
Saludos cordiales
-“Vayamos por partes”- le dijo el torturo-descuartizador a Tupac-Amarú!
…………………….
George, te leo:
-“la realidad (que) me precede porque siempre ha estado ahí,
– descubierta o no“-
¿Ah, sí?
¿Y qué estaba haciendo antes de que “alguien” la des-cubriese?
¿Tapada porque tenía frío?
Sería cierto, entonces, que el amor es una “calentura”!
¿Qué es lo que “nos (me) calienta”?
En lunfardo (argot) argentino llamamos a eso:”metejón“; es decir: “estar metido hasta las orejas”; lo que suele llamarse “enamoramiento”.
NOTA tanguera: Hay un tanguito que por eso tiene 2 Títulos: Uno: “¡Qué lindo es enamorarse!“, y el Otro: “Estar metido“. Ahí va!
https://www.youtube.com/watch?v=tLO2SEkd9U0
…………………
Bueno, la preguntita sigue siendo:
¿qué estaba haciendo la “supuesta” realidad antes de que “yo” me ocupara de ella?
y
¿Qué ha ocurrido para que a mí me interese (se me vaya la vida en ello) ocuparme de ella?
………………….
¡Voy todavía! … a dormir luego de apagar el motor-generador! – Oscar.
lap – muslos
top – encima
Ya sabes que sea paciente y si pues ahora lo acabas de descubrir. He estado buscando en Amazon.com y MercadoArgentino.ar un diccionario de Porteño y result muy caro. Pero ya me las arreglaré.
Pancho no hubiera tenido lo que era necesario para ponerse Jesús, pero hubiera sido más importante para los aregentinos y la gente de Nuestramérica que lo hubiera hecho. Además se le hubieran saltado las bujía y los fusibles a un monton de cardenales principescos de aquellos de bonete y chambrita rojo carmesí o como le llamen al dichoso color.
Deseo que Olga pase sus Buenos ratos maternales que disfrutes tus gambas y no no sabía que a sí le llamaran al laptop. Disfrútalo.
Un abrazo cordial mientras puedes escribir lo que sea.
Ok, ok George!
Desde hace 4 días tengo más tiempo de Internet porque me he comprado una “ENCIMA DE LAS GAMBAS” = “Laptop“; lo cual resulta bastante erótico ¿no te parece?; ya que mi problema era que a la que tenía no le andaba la Batería (y acá en Chile -como Bs. As. en Argentina- todo lo que hay o pueda haber SOLO se encuentra en Santiago de Chile/Capital; y yo estoy a 450 Km. de Santiago ¿qué le vamos a hacer, no?).
Pero ahora Olguita está festejando unos días “maternalmente” en Santiago y -aunque me dejó comida- al menos tengo que calentarla y ponerme la mesa … y ya es hora de esas urgencias!
Dame un crédito de tiempito y luego intentaré dialogar el Asunto.
Te adelanto que la cosa “tiene miga” (¿conoces la frase?) y también tendré que comentarla en la idea que de “VERDAD” andan por las cabecitas no solo tuya sino también de los Antonios (Duato y Vicedo) perceptible en el Post sobre el Film “Francisco de Buenos Aires”.
¡A propósito! ¿Conoces el “chiste” que le hizo Pancho a un Periodista que le preguntó cuál era el Nombre que se iba a poner si lo elegían Papa? Le contestó que todos creían que se iba a poner “JESÚS 2” (Explicación del “chiste” para tipos no avisados de n/chifladuras porteño-argentinas: porque ya había habido un “JESÚS 1” en Galilea hace ya un tiempito).
¡Hasta luego! Yendo todavía! – Oscar.
Bueno, Oscar, quizás para lo que sirvo es para liar o embrollar las cosas pero no sé expresarme major. Sé compasivo cuando por favor respondas .
Oscar, me parece comprender tu punto de vista. Me parece que tu opinion sea que mi verdad es mía, mi error es mío y que nunca puedo poseer la realidad porque siendo en ella obviamente eso ni es necesario ni es posible.
Por otra parte nadie puede inventor nada, la realidad está toda y yo en ella y solo puedo mirar en esta dirección o aquella y descubrir hoy la insulin, mañana la función autónoma del cerebro que supera los límites de mi consciente.
Pero la realidad que me precede porque siempre ha estado ahí, descubierta o no, tiene entonces un valor absolute, y mi razón solo puede establecer como una especie de hyperlink, enlace virtual con una parte de ella y esa constituye mi verdad y lo que no debo es pensar o imaginar o sentir que esa constituya toda la verdad porque mi percepción de ella es aproximada, pudiera cambiar, pero el objeto de mi percepción no necesitara cambiar simultáneamente.
Sabiendo que esta es solo mi interpretación y una interpretación aproximada o no de lo que lme parece que puedo interpreter al leer tu comentario y en el context de lo que eme parece recordar haber leído en otros comentarios tuyos anteriores relacionado con este tema, mi pregunta es, cuanto puedas por qué sé que puede haber otras cosas más importantes y más inmediatas y que en tu parte del mundo la electricidad no sea constante (no me creerás que a veces lo envidio, claro desde la minima posibilidad de que aquí ocurra porque desgraciadamente ya no sé que hacer para durante la noche tener mayor oscuridad en mi recámara o habitación sin tener que gastar más dinero): Según lo que he descrito arriba, comprendo tu punto de vista con respect a la independencia o la autonomía de la realidad con respect a la conciencia que de ella se forme la persona que es parte de ella como es parte de la realidad la relación contextual que las incluye?
Hola M.Luisa!
Te leo (2 cositas, aunque consecutivas):
1.- La realidad no se pone, no la pone el sujeto según sus leyes sino que se nos impone.”
2.-“Surgen en la mente según un especial modo nuestro de enfrentarnos con ella.”
…………………..
Ya sabes que a (1.- ) no me adhiero por lo que digo sobre el (2.-), que es:
Ese ENFRENTAMIENTO (atopamiento, acometimiento, en fin: TRATO CON LAS COSAS) es precisamente LA REALIDAD (lo que nos pasa y lo que hacemos con las cosas). Y a esto es lo que llamamos sencillitamente VIVIR.
LA REALIDAD en su “raiz” (ergo: “radical”) es estar VIVIENDO.
Y ese estar-VIVIENDO no es ni de las COSAS ni MÍO,
sino de AMBOS, dialogalmente (DOS) simultáneos.
Nacen al mismo tiempo (los antiguos “dioses un-ánimes” o “dii consentes” serían la mejor Metáfora contra “la Tabla rasa donde escribimos”).
…………………..
Veo que a continuación George te pide que te expliques. Estaría bueno. Pero George parece estar de acuerdo con tu perspectiva, que no es la m
Recuerda que ENTENDER es INTERPRETAR
E Interpretar sub-pone un punto de vista, que es donde y hacia dónde apoyo mis pies para seguir andando (Orientación). Por eso LA REALIDAD tiene de divertido que es MULTI-FACÉTICA.
Bueno, hasta cuando te hagas el tiempito de con-versar. ¡Chau!
¡Voy todavía! – Oscar.
María Luisa, no me atrevo a pedirte que elabores sobre el tema porque ya sé que tus ocupaciones no te dejan mucho tiempo, lo cual lamento.
Estoy me parece de acuerdo en que la verdad se encuentre en el exterior y no se encuentre en el sujeto. Me parece que por eso puede una mentira ser tomada por verdad y creída.
Pero de alguna manera la verdad marca el juicio o el entendimiento y entrena en el discernimiento subsiguiente porque cuanto más conocimiento verdadero se adquiere más difícil debe ser creer lo falso. De lo contrario la ciencia no hubiera progresado, ni la tecnología, ni la ética por ejemplo en cuanto a los derechos justos correspondientes a la dignidad universal de la raza humana.
Si alguna vez encontrases tiempo, quizás pudiera comentar la relación entre la verdad intrínseca de la realidad que es independiente de nuestros sensors y el conocimiento acumulado, la sabiduría, etc., en el individuo o los grupos. Comprendo que quizás no puedas. Ya agradezco mucho los comentarios que haces. Un saludo cordial.
Una vez sincerada con el amigo Juanel, voy a dar un poco de continuidad a mi comentario del pasado 8 de mayo en el que por falta de tiempo lo dejé un poco colgado en el aire. También para rectificar y decirle al amigo Honorio que ha sido la tradición y no él, como así pudo desprenderse de mi comentario, la que equivocadamente atribuyó la verdad como cualidad del juicio, sobre todo con la idea de razón en la modernidad (Descartes): una entidad que rige (que piensa) según las leyes de la lógica con lo cual la idea de verdad quedó contaminada.
¿Qué quise dar a entender al decir que la verdad no es una cualidad del juicio sino una propiedad de la realidad? Pues que los principios de la lógica no son primariamente de la mente sino de la realidad. No hay en ella, en la mente, un conjunto de leyes a priori que permitan acceder a la realidad desde la sola razón. La realidad no se pone, no la pone el sujeto según sus leyes sino que se nos impone. Surgen en la mente según un especial modo nuestro de enfrentarnos con ella.
Juanel,
si es que no te has enterado bien,
¿No ves que yo estoy profundamente de acuerdo con Pepe Blanco?
Pues, éso.
Hola Román, no puedo callar sino manifestar mi profundo discenso en lo que dices el 10/11:38. ¿Privilegios? Pepe Blanco apunta bien en mi opinión a una enajenación y para rematarla en tu siguiente comentario te reafirmas sacando que a Pablo de Tarso también lo acusaron de “alunado”. No te parece que los católicos ya hemos abusado lo suficiente de privilegios, para reservar privilegios y diferenciar a los “escogidos” (como hijos e hijas de Dios, de pertenencia al reino de los cielos con la mente en Cristo,….. como grupo especial el Pueblo de Dios) del resto de grupos humanos. No puedo creer que digas una cosa así, excluyendo a la inmensa mayoría de la humanidad del Reino. Con todo el respeto y prudencia ¿me lo podrías aclarar, por favor?
Ja,ja,ja, Muy buena esta “retranca” gallega, que en Cuba gracias a una formidable simbiosis tropical con vertíamos en “guasita”.
Recuerdo de mi niñez unos programas de radio con unos cómicos formidables, “Pototo y Filomeno”, y los personajes de “La tremenda corte”, donde siembre aparecía un gallego, pero de esas personas que venían directamente desde “La Coruña” , y hacía de personaje ingenuo, donde los personajes cubanos abusaban de él a base de guasita.Era un divertido cambio de papeles.
Resulta que en mis intervención que citas, no estaba usando palabras y expresiones que hubiese extraído del texto novotestamentario y que por hacerlo valiéndome de la memoria no suelo entrecomillar.
Por cierto, a Pablo lo tacharon de “alunado” tanto tirios como troyanos, es decir que esas acusaciones venían lo mismo desde afuera como desde adentro, de personas aquellas que decían ser sus hermanas en la fe.
Hola Román,
Leo los últimos comentarios que has colgado y empiezo a sufrir la sospecha de que igual algunos estáis un poco enajenados. Que si son los privilegios que tenéis los hijos y las hijas de Dios, que si pertenecéis al reino de los cielos, que si tenéis la mente de Cristo…
¡Uf! Me recuerda a cuando mi cuñado L., que es un forofo del Real Madrid, habla en primera persona del plural para referirse al resultado de un partido: “hemos ganado”, “hemos jugado mal”, etc.
Gracias.
uerido George,
he analizado cuidadosamente esta particular situación que aprentemente estoy sufriendo contigo, sin que haya adquirido consciencia de la misma hasta ahora mismo que leo tu último mensaje de la hora 22.06 pm.
sinceramente, no creo ue yo sea persona de muchos registros, aunque debo reconocer que siempre me conduzco en las distancias cortas, en la proximidad más coloquial, algo que he recibido de mis orígenes guajiros, dentro de una familia canaria, trasladada al trópico. Yo no puedo hablar ( o en su caso escribir) si no es dentro de una relación, de persona a persona, incluso cuando se está elucubrando.
total, que resulto irrespetuoso, y aparentemente lo estoy haciendo en exceso contigo.
Espero me disculpes, y te adelanto que guardaré algo de más mesura.
No sé, Román, por qué o para qué segues atribuyéndome sentimientos, actitudes, palabras…ahora es susto Hum!
Sí, es tremendamente atrevido,
pero son los privilegios de los hijos e hijas de Dios,
quienes pertenecemos al Reino de los cielos.
Lo dijo el apóstol, : “Pero … tenemos la mente de Cristo”
Te puede parecer raro o extravagante, querido hermano, George,
pero no te asustes,
el Espiritu Santo que ha nos ha sido dado sin medida,
no es previlegio exclusivo de una clase, la de los actuales escribas, teólogos, o possedores del Magisterio.
vivimos en la libertad del espiritu y la mente, que nos ha dado el resucitado.
repito,
no te asustes.
A mi me resulta de un atrevimiento sin precedents pensar que alguien pueda interpreter algo sin hacerlo a través de sus propias caegorías mentales, que alguien pudiera interpreter algo de un modo tan extraordinario que pudiera utilizer categorías mentales ajenas.
Los yipos de personajes que Jesús utilizó en sus parábolas, según las narraciones evangélicas, eran tipos de personajes reconocibles pero dudo mucho que Jesús estuviera revelando personas concretas como si las nombrara no porque esas sean mis categorías mentales, sino porque no hay evidencia de que se supiera nunca el nombre del administrador astuto, ni del sembrador, ni del joven rico, ni del hijo pródigo. La belleza y el valor pedagógico de la parabolas es precisamente su universalidad, su no ser referencias a esta o aquella otra persona, sino a culaquiera.
¿Que son las parábolas?
Son sencillamente eso: comparaciones. Un método pedagógico mediante el cual los rabinos, maestros e intérpretes de la Ley, trasmitían su enseñanza. No fueron un invento de Jesús aunque las usó profusamente. En los Evangelios se relatan de ellas un número aproximado al medio centenar.
Se puede entender, porque los propios evangelios así lo explican, que Jesús se dirigía al pueblo en sus intervenciones públicas siempre en parábolas, salvo las discusiones que tuvo con maestros de la Ley, quienes le preguntaban. Se cumplía lo dicho por el profeta a propósito del Mesías: Abriré mi boca para hablar en parábolas.
Sin embargo Jesús no se limitaba a hacer glosas sobre la Ley, sino que su propósito manifiesto fue el revelar los misterios de Dios. Ya se vió en la narración de su lectura de la Ley un sábado en la sinagoga. La lectura se hacía en hebreo, el de los textos, idioma ya olvidado y sustituido por el idioma franco, arameo,producto del anterior imperio babilónico, hablado por toda la provincia siria de los romanos. Se hacía después de la proclamación una paráfrasis para hacer inteligible su lectura al pueblo. Jesús se limitó a trasmitirles que el profeta estaba hablando sobre el y que en aquel momento se están cumpliendo aquellas escrituras en su persona.
Jesús pues se proclamó la personalización de la Palabra de Yahvé. Y le echaron de la sinagoga queriéndole despeñar por blasfemo. Eso marcó su ministerio.
Pero Jesús habló a los suyos en la intimidad de forma directa revelándole los misterios del Reino de Dios. A vosotros se os dado conocer los misterios del Reino de Dios. El evangelio de Juan es un fiel reflejo envuelto en una reflexión muy elaborada de la forma íntima en que Jesús se revelaba a sus discípulos.La multitud de detalles, gestos y situaciones personales exigen el relato de un testigo muy directo.también en los evangelios se recoge que Jesús daba una explicación personal muy directa del contenido de las parábolas que había dirigido a la multitud. Así la hermosa parábola del sembrador.
Las explicaciones se construían de una manera muy gráfica, de elementos de la vida cotidiana y de personajes que todo el mundo identificaba, y así cada cual recogía el grado de enseñanza que cabía en la disposición de su corazón.
¿Será lícito que nosotros las interpretemos de acuerdo con nuestras categorías mentales? Siempre en función de la revelación del misterio, de esa enseñanza que Jesús nos quiere trasmitir.
Es difícil comprender el argumento de que el samaritano de la parábola de Jesús sea un hereje. En primer lugar porque se trata de un samaritano ficticio. No hay evidencia de que Jesús se refiriera a algún samaritano en concreto, viviente o, por la misma razón, a un sacerdote y a un levita reales.
El foco de la parábola del buen samaritano es la compasión y porque el desafío lo propone un “maestro de la ley” tiene relevancia la trampa que le pone Jesús de ser injusto debido a prejuicios raciales.
Jesús mismo se opuso al Sacerdocio de Jerusalén y atacó sus prácticas acusándoles de hipócritas. Desde el punto de vista de la Ley Judía el asesinato de Jesús es justo porque Jesús podía ser acusado de blasfemo y de hereje. Pero Jesús era un personaje real y los cristianos no podemos aprobar que le ejecutaran porque somos de su “bando”.
La enemistad entre samaritanos y judíos tiene raíces políticas. No es de naturaleza estrictamente teológica. El origen del cisma entre los dos reinos, del Norte o Judá y del Sur o Israel tiene su raíz en el gobierno despótico del primer rey del Norte, heredero de Salomón.
En el Antiguo Testamento hay múltiples evidencias de politeísmo en ambos territorios en tiempos de David y de Salomón. Por lo tanto, como nos ocurre en estos tiempos en las relaciones ecuménica con los actuales hermanos separados (antiguos herejes) el juicio de herejía es relativo. Ciertamente para los samaritanos los israelitas debieron ser herejes y viceversa.
Nada de esto justifica calificar a todo el pueblo de Samaria o de Israel de hereje, porque todos sabemos que la realidad es compleja y del mismo modo que hay en todas las religiones actuales gentes más o menos leales, doctrinalmente hablando, lo mismo se puede opinar de los samaritanos del tiempo de Jesús. Se trata del proceso histórico por el que el pueblo judío poco a poco llegó al monoteísmo porque por mucho tiempo el politeísmo coexistió con éste.
Es obvio, a partir del texto de la parábola, que Jesús pudo considerar herejes al sacerdote y al levita por muy judíos que fueran. No por gusto escogió al samaritano para que representara la compasión “sin fronteras” en su debate con el maestro judío de la ley.
Suponiendo que seamos autoconsciencia parcial de la realidad siempre más o menos momentáneamente distraídos o alienados (por ejemplo al amar o al contemplar la belleza abstraídos en ello) y siempre dentro de unos ciertos bordes o límites (los de nuestra sensibilidad y nuestra capacidad de conocer e interpretar), como en un viaje oscilante o quizás pendular pero traslativo, que no se detiene aunque parece que en algún momento se alienará definitivamente en, y que lo hará definitivamente, sin retornar a la autoconciencia que era (una especie de memoria que se pasa a ser no-memoria, no olvido, sino no memoria).
Entonces de ello resulta que no sea del todo imposible pensar que la verdad pueda ser solo aquello que es reconocido, que estando inicialmente fuera de mi memoria o mi conocimiento o mi imaginación, cobra existencia para mí cuando logra distraernos y sobrecogernos como quien atrae hacia sí y se nos entra.
Un poco como el agua que se atrapa entrando a un recipiente (o una corriente que entra en un meandro), lo rebosa y saliéndose de él también se queda en las gotas que dejó en las paredes pero al mismo tiempo le deja para seguir su curso y deja el espacio en el cual entró y al cual abandonó, pero causando el deseo de que se la persiga, de manera que permanece con el recipiente al menos por algún tiempo (memorable) o para siempre (conocida), siendo ella misma en la forma de las gotas (o de marcas cuando las gotas se evaporan y solo quedan las huellas de sus sales), pero también la misma que fluye y se derrama y llega a otros estanques, sin dualidades: Siempre la misma en movimiento, que también existe en la forma del vapor que escapó de las gotas, pero dejó su memoria en las sales.
Después de todo parece que seamos como los meandros, solo trampas del cauce pero de todas formas cauce y, quizás como las gotas, en algún momento líquidas y un poco después sal (memoria) y vapor (memoria olvidada, no-memoria) pero ya no unidos formalmente, sino separados por una distancia que quizás no cese de aumentar, como nueva forma de ser.
¿Es el recipiente una parte separada de la realidad o solo forma, como el meandro del cauce y el cauce, y ambos y el río y éste y la tierra de la que disuelve las sales y todo ello en la aparente totalidad de algún lugar que en realidad es solo una parte virtual de la totalidad del Mundo real? ¿Es el agua una propiedad de la realidad o es la realidad misma vestida de un modo peculiar, distintivo pero tan real como el lugar, la tierra, las sales?
¿No pudiera ser esta, al menos metafóricamente hablando, una representación de la Verdad? Y todos los cauces imaginados pero aún no descubiertos ¿dejan de ser reales por ser aún desconocidos o porque quizás nunca lo serán o, simplemente, porque quizás no existan ya o nunca se haya sabido que existieran? ¿O son por ello “falsedad”?
Lo falso solo pudiera ser una verdad aún desconocida o que nunca lo será. Nadie puede saber lo falso como falso excepto “todavía” en la ignorancia o lo inexplicable o lo incomprensible.
La incertidumbre es complementaria de la certidumbre y no se las puede “separar” por ser complementarias, la una de la otra.
La muerte que debiera ser la enemiga de lo real es ella misma real y por eso la realidad debe ser posiblemente eterna aunque sea ciertamente mortal, y relativamente efímera aunque solo porque cambia de forma, cambiante, pero es solo una, indivisa, tal y como la concibe el relato mítico de la comprensión humana de Dios en el Concilio de Calcedonia (451), que es lo más “comprensible” que se pueda afirmar de lo incomprensible misterioso:
“uno solo y el mismo…el mismo perfecto en la divinidad y el mismo perfecto en la humanidad, Dios verdaderamente, y el mismo verdaderamente hombre de alma racional y de cuerpo, consustancial…en cuanto a la divinidad y el mismo consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad… …que se ha de reconocer a uno solo y el mismo en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación, en modo alguno borrada la diferencia de naturalezas por causa de la unión, sino conservando, más bien, cada naturaleza su propiedad y concurriendo en una sola persona y en una sola hipóstasis, no partido o dividido en dos personas, sino uno solo y el mismo…”
La muerte parece que solo transforme o cambie la realidad enmascarándola, literalmente un inmenso, absoluto fluyente sin cesar, baile de máscaras.
Un ejemplo pudiera ser la realidad de aquello que imagino de mí pero no pueda demostrar porque solo puedo intuirlo o sentirlo y de esa forma conocerlo. Es en mi propia realidad y ésta, mi “forma de ser” es momentánea o perecedera a mis ojos y a los de quienes me conozcan. Por otra parte, la substancia última de la cual estoy hecho, por ejemplo el carbono o el nitrógeno contenidos en mi cuerpo, parece que sean mucho más duraderos que yo y que a pesar de haberse combinado en mí nunca dejaron de ser lo que eran y pueden volver a serlo, cuando mi cuerpo muera, se deshaga y se diluya en el ambiente y ellos renazcan del ambiente.
Caramba, Juanel, sí que entras con fuerza esta vez! Decir que la verdad es una propiedad de la realidad no creo que dé pie a pensar que se trate de una aseveración, sino todo lo contrario. Por considerarla abierta, la realidad es la que determina, como ya he señalado anteriormente, nuestra estructura pensante y capaz que el juicio posee, es decir, lo que posibilita al juicio su genuina función. Sin duda que la cuestión daría para más, pero ya aviso que este fin de semana no dispondré de ordenador.
Mª Luisa, ¿De dónde sacas que la verdad es una propiedad de la realidad? ¿Es que no hay realidades falsas? ¿Toda realidad falsa es un constructo humano? ¿Cómo lo sabes? ¿Conoces tanto lo real como para poder hablar de sus propiedades tal como la verdad? ¿O se trata más bien de una tautología?
¿Una herejía es contraria a la verdad? ¿No será mas bien el contrapunto sugerente e interesante que en la historia ha motivado a precisar, a concretar,.. la dogmática, en puntos controvertidos de la fe, y que ha producido a menudo dogmas rocambolescos debido a discusiones bizantinas?
El problema de la Iglesia no es la herejía que ha provocado las definiciones dogmáticas, sino el trato dado a los herejes de dolorosa memoria.
No, amigo Honorio, la verdad no es lo de menos, si no existiera verdad tampoco habrían personas que luchasen por las injusticias, lo que ocurre es que la verdad no es una cualidad del juicio, como veo que tú le otorgas, sino una propiedad de la realidad, cosa muy distinta.
Con la venia, amigos coatrieros…vuestros análisis y comentarios giran en torno a la cualidad VERDAD como prueba del algodón para valorar nuestras creencias.
¿Y qué tal si hiciésemos girar nuestras valoraciones en torno al eje BONDAD? O en torno al eje típicamente marxista “SALVACION DE LOS POBRES, REDENCION DE LOS OPRIMIDOS”?
Es muy curioso, si analizamos la historia de la religión cristiana, que primero los MALOS de la película eran los cristianos fieles a la institución (hablo de las persecuciones primeras) pero luego fue la Iglesia oficial o la Iglesia institución la que persiguió a los que se alejaban de sus dogmas…Mejor dicho, a los que defendían los derechos de los pobres y oprimidos (Husitas, y demás revolucionarios que querían vivir la dimensión de pobreza y solidaridad…) Más o menos es lo que intentó Francisco de Asís, pero al parecer no tuvo suficiente valor para enfrentarse con el poder temporal de la iglesia…
No nos engañemos, en esta sociedad, en esta iglesia que coquetea con los poderes temporales, los herejes son los que luchan contra esos poderes, los que hacen causa común con los oprimidos. La verdad es lo de menos…Hereje en este momento es Fidel y su chusma, Maduro y sus adlateres, etc. etc. Herejes los que se ahogan en Lampedusa…La razón y la verdad están siempre del lado de los oprimidos. La verdad! ¿Qué es la verdad, amigo Arregui?
A los samaritanos del tiempo de Jesús los podemos considerar herejes, sólo desde nuestra óptica particular, sin apurar mucho el concepto, pues era un pueblo considerado impuro (israelitas mezclados con otras etnias) y que practicaban un culto cismático. Tenemos la presunción de considerar la verdad sólo desde el punto de vista ontológico, o sea, realizand una forma de abstracción sobre la realidad. Para una mentalidad semita, la del tiempo de Jesús, la verdad no era ontológica, de enunciados, sino vivencial,
Jesús dio la clave durante su conversación con la mujer de Samaria; vosotros adoráis lo que no conocéis, pues la salvación viene de los judíos. Pero tal cosa era provisional, porque con Él, llegaba la hora en que los verdaderos adoradores adorarían a Dios en espíritu y en verdad.
Lo habían anunciado los profetas de Israel, con una nueva economía que habría de llegar, instauradora de una religión del corazón, proporcionada por el mismo Yahvé.
Gracias, querida Asun, tu siempre tan acogedora! Me encantó el artículo pero lo que me animó a escribir fue al leer a Celso Alcaina, pues si estas transformaciones se producen y él ha sido al menos para mí, que lo leo siempre, una buena muestra de ello, me anima a pensar que un día bien pudiera mi entorno transformarse y dejar, al fin, yo también de tener de respirar toda esta falsedad con la que todavía, tristemente, convivo y cada vez, si cabe, con más radicalidad…no hace falta consultar al diccionario, te hacen sentir hereje…
Un abrazo para ti y también para Celso
He tratado de identificar al buen samaritano en su condición de hereje y no he podido.
Busqué en el DRAE la definición de la palabra hereje y no me ha servido de nada. He aquí lo que el DRAE dice acerca de la palabra “hereje. (Del provenzal eretge). 1. Nombre común en cuanto al género, Persona que niega alguno de los dogmas establecidos por una religión. 2. Nombre común en cuanto al género, Persona que disiente o se aparta de la línea oficial de opinión seguida por una institución, una organización, una academia, etc. 3. Adjetivo, Desvergonzado, descarado, procaz. 4. adjetivo coloquial. Venezuela. Dicho de algo grande, abundante o intenso: Que resulta desagradable, perjudicial o pernicioso. Tengo el hambre hereje. Tenía el miedo hereje”.
¿En qué basa Arregui su juicio sobre el samaritano? La historia de Samaria es que en su tiempo tuvo un templo legítimo. Con la desaparición del reino del norte Samaria quedó maldecida, pero ¿por qué el juicio de hereje sobre un samaritano que la única referencia de la narración de la parábola es su identidad de samaritano?
Desde luego he aprendido que posiblemente yo sea hereje porque los dogmas no pudieran interesarme menos. Ahora solo me queda tratar de imitar al buen samaritano de la parábola y me parece que eso sea, a los ojos de Jesús, preferibles porque los sacerdotes y levitas ciertamente no los propuso como modelos de compasión. Y la compasión gratuita es la mejor forma del amor, a mi modo de ver. No es redundancia, hay compasión que hace sentir bien al compasivo a costa del objeto de su compasión. Esa compasión no es mala, pero me parece que si puede ser libre de toda expectativa y dejada a lo que se nos dé por añadidura, compassion de gratis es tanto más compasión.
Gracias, Mª Luisa, me alegra que estés aquí para que podamos ver la “realidad siendo”, mucho antes de que la mente empiece a diseccionar la realidad, y apropiándosela la enmarca de verdad….y de nuevo, desde ella, reinventa la herejía para lo que no se ajusta a su verdad….Y en círculo vicioso no cesa de perpetuarse…
Benditos los herejes de todos los tiempos, incapaces de encasillarse, de ser incoherentes poniendo las normas y leyes por encima de la dignidad humana y de toda criatura.
Un cariñoso abrazo.
Tenemos un concepto de herejía bastante distorcionado por la historia, y casi lo referimos plenamente a un error teológico que nos enfrenta con el Magisterio o con la Jerarquía.
Es un particularismo de la Iglesia Católico Romana, con su ortodoxia construida sobre dogmas, verdades promulgadas por el mismo Magisterio, que hace de las Escrituras un catálogo de ideas reveladas, de las cuales, la propia Jerarquía tiene el poder recibido de interpretación. En nuestra Confesión el poder de Mediación es tan absoluto y completo en orden a la doctrina y a los sacramentos que no deja espacio alguno a la Libertas Christiana, tan bien dearrollada teológicamente por Juan ( Evangelio y Epístolas) y por el Apóstol Pablo.
Pero resulta que el Pueblo de Dios recibe la fe con distintas medidas en sus miembros, quienes estamos vitalmente unidos a Cristo, y somos precisamente éso, miembros y partícipes de su Cuerpo. Somos Iglesia. El trigo tiene el privilegio de cohabitar con “la cizaña”, por la disposición de Dios para Su Reino.
Sin tal doctrina, tal como torpemente acabo de expresarla, no tendría ningún valor teológico la doctrina del Concilio Vaticano II sobre los “hermanos separados”.
Entonces, ¿donde radica la malicia de “la herejía?¿Quién puede ser realmente un/una hereje?
– Quien pisotea la sangre del Pacto ( de la Alianza) y por los desórdenes de su vida no dá señales de que vive la vida del Espíritu.
Son los/as mutiladores del Cuerpo, en palabras de San Pablo.
También me hago mío el presente artículo o mejor me identifico con él plenamente. La herejía surge en el momento en el cual contemplamos las cosas de modo inverso a las formas establecidas. Una de estas inversiones es la que hace referencia a la verdad según la cual es ella la que nos posee y no al revés, como hace poco se hizo notar aquí a propósito de algo que venía al caso.
Así mismo y por necesidad, surge de ahí otra inversión fundamental porque para que la verdad nos posea hemos de considerarnos como previamente estando inmersos en la realidad. Por tanto, es ella la que precede al ser. Con lo cual no es que haya ser real como se suele decir, sino al revés, realidad siendo. Se prioriza, siguiendo al Samaritano, lo real frente a lo epistemológico y teórico. La verdad es verdad real y no verdad lógica. No es el juicio el que determina la inteligibilidad de las cosas, sino que es la realidad que determina la estructura pensante y capacitada que el juicio posee.
Me gusta y comparto cuanto escribe Arregi. Participé y conviví en la fábrica de los dogmas. Y de su defensa numantina. Mi mayor sufrimiento y mi mayor problema vital surgieron de mi heterodoxia y de la comprensión de los disencientes. Malditos los dogmas de los dogmáticos. Bendita heterodoxia respetuosa. Quid est veritas?
Recuerdo que cuando la gente se inscribía en el curso de Laeners solían escribir su nombre y su profesión, en el hilo publicado a tal efecto. Recuerdo que yo, después de mi nombre, escribí “hereje”: Pepe Blanco Labrador, hereje. Me precedía en la lista “Luis Gonzalez Moran, sacerdote” (¿qué habrá sido de él?). El contraste me parecía enriquecedor y divertido.
En fin, que me siento aludido por este artículo, que es de los pocos de su autor que me resulta sugerente, y algo menos ñoño de lo que es normal en él.
Tal vez pueda escribir algo más sobre los herejes o sobre las herejías en los próximos dias. O tal vez no. Pero ahora querría fijarme en lo que ha escrito Oscar: que hoy no está de moda ni gusta ser religioso, sino espiritual. Ahora que lo pienso, tal vez sea por eso, y por mi inevitable gen crítico, que de hace un tiempo a esta parte, me gusta declararme materialista radical y congruente. Bien entendido que la materia a la que me refiero, o sea, a todo lo que existe, incluye cualquier cosa real, como la espiritualidad, por ejemplo.
Habrá quien piense que esta declaración de principios es una herejía en el seno de la espiritualidad. Pero no lo es. O tal vez sí.
Hola!
Si no me equivoco, solo las Religiones tienen “herejías”.
A ese problemita “religioso” le ha ido pasando el tiempo, y hoy ya se pueden escribir cosas como las de este Art. de Arregui sin que nadie se arrugue ¿no?
Por eso ya “no cae bien” ser “religioso”.
Ahora “cae bien” ser “espiritual”.
¿Qué le vamos a hacer?
¡Voy todavía! – Oscar.
José, hermano, hace ya tiempo que este tu bien desarrollado ovillo del tema que propones. me ha estado ocupando mente, conciencia y práctica coherente.
Cierto que. como dices, la mente nos gasta malas jugadas y, en eso veo la justificación de aquello que, QUIEN dijo de SI MISMO ser LA VERDAD y la VIDA para ofrecerla regalada como plenitud, expuso en momento solemne de misión y tarea confiadas: “Padre, perdónalos PORQUE NO SABEN lo que hacen.”
Y a lo que iba, desde esta perspectiva de nuestra condición de permanentes BEBÉS en lo referente a la TEOFANÍA que Jesús nos ha mostrado con predilección, tanto en su testimonio práctico, como en su claro y enternecedor mensaje está el concepto (imagen) de LA PATERNIDAD DIVINA. superadora en verdad y bien a toda otra mater-paternidad: -Cuando hacía ESE DESCONOCIDO e INCOGNOCIBLE para vosotr*s os dirijáis, decid, y “en única exclusiva”-:¡ABBÁ! (¡MAMÁ-PAPÁ!) , o ¡PADRE NUESTRO!
Con lo que, sin liberarnos de la dificultad práctica opcional o herejía a lo que tu te refieres, nos iluminaba el horizonte de LA VERDAD insoslayable e inesquivable de ese NUESTRO añadido , de cuya aceptación verdadera o falsa, dependería la coherencia mental y practica de nuestra opción libre por la VERDAD, o la FALSEDAD , traducida en nuestra asumible responsabilidad contingente que conlleva realidad de HERMANDAD HUMANA como acuifero de AGUA VIVA DEL VIVO MANANTIAL DEL MUTUO AMOR.
Porque , si esto no es tal cual Jesús lo vivió y enseñó ¿No queda la filial invocación ¡PADRE NUESTRO! como la peor herejía o blasfemia (aún calificable de inconsciente) que en hermandad cometemos?
¿Y no está dando la impresión de que, si este modo de HABLAR como niños lo acallamos, vienen a levantar su clamor las piedras para hacer inexcusable la pregunta y su respuesta ¿DONDE Y COMO ESTÁ TU HERMAN*?