José María Castillo acaba de publicar en su blog Teología sin censura este artículo que suena mucho a llamada del bautista a la meta-noia (cambio de mente) para poder acoger el Proyecto de igualdad humana de Jesús. Esa será la verdadera Cuaresma que empezó ayer.
El papa Francisco les dijo a los cardenales el domingo 15 de febrero: “Nos encontramos en la encrucijada de estas dos lógicas: la lógica de los doctores de la ley, o sea, alejarse del peligro apartándose de la persona contagiada; y la lógica de Dios que, con su misericordia, abraza y acoge reintegrando y transfigurando el mal en bien, la condena en salvación y la exclusión en anuncio”. Esto es lo que dijo el papa. Lo que pasa es que ni nos enteramos del todo de lo que Francisco quiso decir. Y menos aún entendemos las consecuencias que lleva consigo asumir de veras la “lógica de Dios”.
La “lógica de Dios” es el meollo del Evangelio. Esto supuesto, la pregunta que tendríamos que afrontar es ésta: ¿nos puede sacar el Evangelio del atasco en que estamos metidos? Me refiero a la crisis y al atasco económico, social, político, cultural, jurídico y sobre todo ético en que nos tiene estancados y hundidos esta maldita crisis.
Así las cosas, yo me pregunto si el Evangelio nos podrá sacar de este atasco. Porque está visto que la economía y sus magnates, la política y sus gestores –al menos hasta ahora– ni nos sacan del atasco, ni dan visos de querer, incluso de poder, sacarnos. ¿Podrían hacerlo? Hay quienes piensan que sí. Pero, ¿podrán hacerlo, tal como están las cosas? Sinceramente, lo veo muy difícil. Extremadamente difícil, al menos en varios años, que quizá van a ser demasiados años. ¿Por qué? Yo no soy economista. Pero no estoy ciego. Y lo que veo es que la economía mundial funciona de tal manera, que, cada año que pasa, la riqueza mundial se va concentrando más y más en menos y menos personas. Con lo cual la desigualdad entre unos pocos (muy pocos) ricos y el resto de los habitantes del planeta es increíblemente asombrosa. Instituciones de ámbito mundial muy autorizadas nos dicen que el uno por ciento de los habitantes del planeta acumula ya tanta riqueza como el noventa y nueve por ciento restante. Ahora bien, una sociedad tan asombrosamente desigual es inevitablemente una sociedad, no sólo estancada, sino sobre todo desquiciada y sin futuro.
Pero no es esto lo peor. Lo más grave del asunto es que, en las sociedades democráticas, en que vivimos, la gente sigue votando a quienes nos han llevado a este desastre total. Y esos votantes quieren que nos sigan gobernando los mismos que nos han llevado a esta ruina y al futuro tan dudoso y sombrío que nos espera. Los mecanismos del sistema (no los partidos) hacen posible este desquiciamiento aterrador. Y no sólo lo hacen posible, sino que hasta lo hacen inevitable. Porque han llegado a producir un modelo de sociedad, una gestión del poder y un estilo de vida al que nos hemos acomodado y que –aquí está el secreto y la clave del asunto– nos resulta irresistiblemente seductor. Ya no es el “poder opresor” el que nos domina. Es el “poder seductor” el que hace con nosotros lo que quiere y lo que le conviene. Teniéndonos y manteniéndonos convencidos de que somos libres, más libres que nunca. Y persuadidos, además, de que esto no puede ser de otra manera. Porque es “el mejor estado de cosas” que se ha inventado hasta ahora. Nos han metido en la cabeza que este modelo (de economía y de política), hoy por hoy, no tiene alternativa.
Por todo esto digo que veo muy difícil que, al menos por ahora, salgamos de este atasco en el que estamos metidos. Y en el que, además, nos sentimos a gusto. Precisando más, estamos a gusto los que hacemos falta para apuntalar, mantener, asegurar y hacer que dure este sistema canalla, que tanto sufrimiento, tanta violencia y tanta desvergüenza sigue produciendo, y acumulando de día en día. Por supuesto, hay millones de criaturas que ya no pueden más. Pero también, para esos desamparados del sistema, hay “bancos de alimentos” y otras “ayudas” por el estilo. Para que sigan aguantando y no alboroten demasiado. Por eso insisto en mi pregunta: ¿podremos salir de este atasco? Esta es la cuestión que no me deja en paz.
Llegados a este punto, a muchos les parecerá ridículo el solo hecho de preguntarse si el Evangelio nos podrá sacar de este atasco. Podrá, por supuesto y en el mejor de los casos, atraer a los “alejados” y a los “excluidos” para que se acerquen a la Iglesia. Y eso, sin duda, es bueno. Es necesario. Más aún, es urgente. Pero con eso nada más no cambiamos el sistema. Ni, por tanto, salimos de la crisis. Sinceramente y pensando en serio, ¿puede el Evangelio modificar el camino que lleva la economía, la cultura, la sociedad y la historia?
Hace más de medio siglo, el profesor de la Universidad de Oxford, E. R. Dodds, nos recordó cómo, en el imperio romano, en el largo período que medió entre Marco Aurelio y Constantino (del a. 161 al 306), se extendió por el mundo occidental la más grave crisis de su historia. Los ciudadanos de aquel enorme imperio se daban cuenta de que todo se desmoronaba: el mismo Imperio, las instituciones, la vida social, la economía y la religión, todo se venía abajo. Así cundió lo que el mismo Dodds denominó “una época de angustia”. Y fue en esta dura situación en la que ya, por primera vez, el Evangelio, no vivido como una religión de ritos, normas morales, promesas eternas, convento y sacristía, sino como “una conciencia nueva de sí mismo” que modificó aquella cultura, fue el factor determinante de una recuperación que ahora no estamos en condiciones de imaginar.
Fue entonces cuando el cristianismo se presentó “como una fe que merece la pena vivir porque es también una fe por la que merece la pena morir”. Así lo reconocieron, a pesar de sí mismos, hombres como Luciano (Peregr., 13), Marco Aurelio (11, 3), Galeno (R. Walzer, Galen and Jesus…, 15) y Celso (Orígenes, Contra Cels. 8, 65). Por otra parte, es notable que aquellos cristianos, por la fuerza del Evangelio, llamaron poderosamente la atención porque estaban abiertos a todos. No hacían distinciones sociales: aceptaban al obrero manual, al esclavo, al proscrito y al ex criminal. Todo el mundo encontraba acogida en cada grupo o comunidad de cristianos. Nadie era censurado, ni enjuiciado. De forma que, como bien notó Cipriano, en la comunidad cada cual se encontraba igual o mejor que en su propia casa (Ad Donat. 4 y 14). Es verdad que, durante el s. II e incluso el III, el cristianismo era aún en gran medida un “ejército de desheredados” (A. D. Nock). Pero también es cierto que los beneficios que acarreaba el Evangelio, vivido en serio, no se reducían a ofrecer esperanzas para el otro mundo. Cada grupo, cada “iglesia local”, poseía un sentido comunitario más fuerte que cualquier otro grupo laico o religioso (sobre todo las religiones de Mitra e Isis de aquel tiempo).
Así, los creyentes en Jesús se sentían unidos no sólo por unos ritos comunes, sino sobre todo por una forma común de vida, cosa que ya percibió Celso (Orígenes, o. c., 1, 1). Y también unidos por el mismo peligro que juntos corrían (E. R. Dodds). Su pronta disposición para prestar ayuda a quien la necesitase es cosa que quedó atestiguada no sólo por los autores cristianos, sino incluso por el mismo Luciano (Peregr., 12 s). Ya a comienzos del s. III, Tertuliano hace, en una apología pública y dirigida a los gobernantes, la audaz afirmación según la cual los cristianos “lo tenían todo en común, excepto la esposa de cada cual” (“Omnia indiscreta sunt apud nos praeter uxores”. Apol.39, 11).
Pero, como bien nota Dodds, más importante que los beneficios materiales era el sentimiento de grupo que la fe en Jesús estaba en condiciones de fomentar. Los modernos estudios sociológicos nos han familiarizado con la universalidad de ese “sentimiento de grupo” como algo absolutamente necesario para el individuo, así como con las formas inesperadas en que esa necesidad puede influir sobre la conducta humana, particularmente sobre los individuos desarraigados en las grandes ciudades. Epicteto (3.13.1-3) nos ha descrito el horrible desamparo que puede experimentar un hombre en medio de sus semejantes. Y el mismo Dodds nos describe con admirable sencillez y profundidad cómo debió de vivirse aquel desamparo. “Debieron ser muchos los que experimentaron ese desamparo: los bárbaros urbanizados, los campesinos llegados a las ciudades en busca de trabajo, los soldados licenciados, los rentistas arruinados por la inflación y los esclavos manumitidos. Para todas estas gentes, el entrar a formar parte de la comunidad cristiana debía de ser el único medio de conservar el respeto hacia sí mismo y dar a la propia vida algún sentido. Dentro de la comunidad se experimentaba el calor humano y se sentía la prueba de que alguien se interesa por nosotros, en este mundo y en el otro”. Y termina el insigne estudioso de la antigüedad: “Los cristianos eran “miembros unos de otros” en un sentido mucho más que puramente formal”. Con esta conclusión final:”Pienso que ésta fue una causa importante, quizá la más importante de todas, de la difusión del cristianismo” (Paganos y cristianos en una época de angustia, Madrid, 1975, 179).
Reflexión conclusiva
¿Seria esto posible en este momento? Mi modesto punto de vista es que, no sólo es posible, sino que es tan necesario que, a mi manera de ser, es la salida que nos queda. No digo que todos nos hagamos cristianos. Lo que digo es que el Evangelio, en el que tanto insiste el papa Francisco, es la salida que nos queda. Hoy ya no manda en el mundo lo que es más noble en la condición humana, la bondad, la honradez, la justicia, el amor y la ternura. No. Lo que manda sobre nosotros es la tecnología y sus mil artilugios, utilizados en interés de los potentados que lo manejan todo para su propio provecho.
¿Qué hacer? Vamos a fiarnos del gran líder mundial que ha surgido, que no es otro que el papa Francisco. Este papa repite constantemente que el Evangelio de Jesús es lo que nos puede sacar de este atasco que nos tiene paralizados en la falsa idea de que estamos saliendo y vamos adelante. Si la Curia Vaticana, si el Episcopado mundial, si el clero y los religiosos/as, si las parroquias…, las comunidades y grupos cristianos, todos y todas, dejamos de lado nuestros intereses y conveniencias, y nos centramos en organizarnos como grupos humanos en los que todo el mundo encuentra acogida, protección, ayuda, respeto, y sobre todo verdadero cariño, por ahí iremos viendo la luz de un Evangelio con menos carga de religión y costumbres de tiempos pasados, y más fuerza para hacer presentes y tangibles las tres preocupaciones que centraron la vida y las enseñanzas de Jesús; la salud para todos/as, la alimentación para todos/as, y las mejores relaciones humanas de que somos capaces. Lo demás vendrá por sí solo.
¿A dónde quiero llegar? Pues a la afirmación de que la materia es algo suficientemente maravilloso y complejo, y- todavía mal conocido-, como para poder albergar en su seno eso que tú llamas “espíritu”. La materia no solamente es cantidad (de masa, de energía, de carga, de radiación, etc), sino también relación entre las cantidades de todas esas cosas.
Si me preguntaran si soy materialista, diría que sí, por supuesto. Materialista radical. Bien entendido que, al hablar de materia, no estoy pensando en el kilo de patatas que pelaba Sartre, sino en la materia en sentido físico: esa extraordinaria organización de masa, carga, energía, radiación, etc., etc., etc.
Hola Santiago,
Cantidad o calidad. Hay un ejemplo maravilloso que expresa perfectamente lo borrosa que es la frontera conceptual entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Supongo que, quien más quien menos, cualquiera diría que un planeta y una estrella son dos cosas esencialmente, cualitativamente, distintas. Pues sí y no. En realidad, lo único que diferencia un planeta de una estrella es… ¡la cantidad de masa! Un poco simplistamente, si una aglomeración de masa (fundamentalmente hidrógeno) consigue reunir masa suficiente, llega un momento en que la presión en su interior es tan enorme que empiezan a producirse reacciones nucleares. En ese instante empieza a ser una estrella. A partir de ese momento, una estrella es algo cualitativamente distinto a lo que era antes del inicio de la primera reacción nuclear: tiene una dinámica y, en definitiva, una historia diferente a la de un planeta. Pero el cambio en la “cualidad” lo provocó un simple aumento de la cantidad.
¿A donde
Pepe Blanco, lo verdaderamente real en nosotros, los seres humanos, no es solamente lo físico sino lo espiritual….Somos fundamentalmente seres espirituales….porque realizamos operaciones que no son meramente físicas sino que van mas allá de lo meramente material….No es en la cantidad de la que nos distinguimos de los seres irraciones…sino en la calidad…y aunque el mono chimp se asemeje a nosotros cromosómicamente no puede compararse con nosotros, los de la raza humana en cuanto a calificarse como persona: el salto es enorme…e incomparable…..
Por eso solamente los seres espirituales podemos hacer abstracciones….puedo formar conceptos extra-físicos como la justicia como virtud necesaria…la belleza como agradable. la bondad como apetecible..Solamente nosotros podemos tener conciencia de lo que es el verdadero amor como sacrificio…Y solamente un ser espiritual puede ejecutar una libre decision…por ejemplo el hacer el bien…y evitar el mal….Estas acciones espirituales….que trascienden la materia…de la cual no se ha probado todavía que poseen la capacidad espiritual de pensarse a si misma…solamente pueden provenir de seres espirituales….Por tanto, un efecto espiritual solo puede provenir de una causa inmaterial….Por eso las “máquinas inteligentes” como por ejemplo los ordenadores carecen de conciencia…y por lo tanto de espíritu……Por eso, el ser que es humano, libre e inteligente, que posee conciencia, no puede reducirse a un ordenador mecánico-biológico puesto lo característico del ser humano sobrepasa la materia y la energía física…De ahí, que la vida no sea una simple ecuación matemática…sino que implica “algo” mas…Ese algo que le falta a los otros seres, lo tenemos nosotros los humanos en virtud del espíritu…que nos hace diferentes a todo el resto conocido de la Creación…
Es por eso que el cerebro y la mente de los humanos tienen mas capacidad “cuantitativa” en cuanto a lo meramente neuro-biológico pero no en cuanto a las operaciones extra-físicas: abstracción, conceptualización, conciencia de la facultad de amar, sufrir y decidir, cualidades específicamente humanas..Esta conciencia y esta libertad van mucho mas alla de un simple determinismo físico…Es el espíritu el que trasciende…y no al revés..y en su sentido operacional es independiente de la mera y pura materia…
La misericordia y el amor son trascendentes….tienen su origen en el espíritu….y esa capacidad fue infundida al momento de venir a la existencia…..ya que nosotros mismos tampoco pudimos “crearla”….nos fue dada…y es por eso que el discípulo mas amado de Jesus afirmaba: “Carísimos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios; y todo el que ama , de Dios ha nacido y conoce a Dios” (1 Io. 4,7)…Yo comparto plenamente el pensamiento joánico….pues me parece que refleja la verdad de lo que es nuestra pura humanidad….
Muchas gracias por tus acertados comentarios, Pepe B. un saludo cordial de Santiago Hernández
Es interesante que la posiciín agnóstica frente al conservadurismo religioso, católico o no, sea interpretada en blanco y en negro como negación casi del modo como debe ser interpretada cualquier forma de ateísmo.
Al menos en castellano (DRAE) esta es la definición de “agnosticismo. (De agnóstico). 1. m. Actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia. Una tal noción de agnosticismo fue posiblemente aplicable a la postura de los discípulos de Jesús incluso después de su muerte y posiblemente cuando al pasar del tiempo la “segunda venida” y el nuevo “reino” no llegaban a juzgar por el cambio de bola de la inmediatez del cumplimiento de las promesas, al énfasis en la indeterminación de la fecha, por ejemplo en Pablo.
A su vez, el DRAE refiere en su acepción de “agnosticismo” a “agnóstico” y tiene esto que decir de esta última palabra: “agnóstico, ca. (Del gr. ἄγνωστος ‘ignoto’ e ‒́ico). 1. adj. Perteneciente o relativo al agnosticismo. 2. adj. Que profesa esta doctrina. Apl. a pers., u. t. c. s.. Por último tiene esto que decir de “ignoto, ta. (Del lat. ignōtus, desconocido). 1. adj. No conocido ni descubierto.” Me parece que no se pueda fundamentar la proposición de que ser agnóstico implique necesariamente negar del mismo modo que “conocer” no puede equivaler a verdad. Conocer fuera lo contrario de ignoto. Los que sufrimos deficiencias del lenguaje no nos queda más remedio que encontrar algún puerto seguro como el diccionario, no importa cuánto pueda variar con el tiempo, porque al menos un territorio en común al comunicarse siempre es mejor.
Si Jesús hubiese deseado ser conocido más o mejor. sobre todo si se le atribuye la condición divina y la misma fuera como la definimos humanamente cuando se habla de ella, no hubiese hablado defectiblemente. Todo parece indicar que sí lo hiciera no solo cuando negó explicaciones ulteriores o respuestas a preguntas directas de sus discípulos (quizás consciente de que los mismos malinterpretarían dichas respuestas de su parte y eso habla más de su condición divina porque demuestra sus propias limitaciones autoimpuestas o no). El “secreto mesiánico” sobre todo en Marcos es un buen ejemplo no solo acerca de sus discípulos sino en general para evadir el riesgo de ser tomado por simple curandero o por espectacular y distraer la atención sobre lo importante que hubiera en su ser, obrar, y decir.
No me parece fuera de lugar o injustificado, aunque se trate de solo mi opinión pero en mi conciencia la misma es importante, proponer que cualquier afirmación de qué sea posible o imposible acerca de la relación de cualquier cristiano con Jesús, pueda ser agnóstica y todavía genuina sin que implique que niegue nada, sino que en realidad, como en el caso de los discípulos según atribuyen los evangelios, se trate de un cristiano que simplemente desea conocer, por ejemplo, como la mujer del pozo en Juan o como Pedro que el pobre obviamente malinterpretaba a Jesús y durante el juicio se comportó con bastante inseguridad hasta tres veces según se le atribuye en algún evangelio o en varios (contanto canónicos y no canónicos).
Gracias, Santiago, por tan sentidas palabras.
Atarse es religarse.
En mi oración de la mañana terminé con Isaías 66,2:
“¿Qué casa me vais a edificar o qué lugar de reposo, si el universo lo hizo mi mano y todo vino al ser?
-Oráculo de Yahvé-
Pues en esto he de fijarme:
en el mísero, pobre de espíritu
y en el que tiembla a mi palabra”.
Así podríamos comprender que el Evangelio ( la buena nueva de Jesús) nos sacará del atasco.
Hola Santiago.
No encuentro ningún motivo a priori que nos impida suponer que eso que llamamos amor, misericordia, etc., es una consecuencia natural de la materia. Me refiero a la materia en sentido físico, es decir, todo lo que es real: masa, energía, radiación.
Saludos
Coincido contigo, Román, que mientras no logremos dar con el “hilo conductor que nos ate a la fe en Jesus..y por ende nos conduzca hasta el Padre, seguiremos dando “vueltas”…y yo diría mas y mas vueltas…La fe no es tan complicada…ni tampoco implica ignorancia….En la historia ha habido grandes sabios que fueron grandes creyentes No hay correlación negative entre ignorancia y fe….MI “machaconería” en ciertos temas como quieren llamarle no es mas que la reacción a la vuestra…pues en los muchas años ya que llevo por aquí los temas siempre se repiten….mas o menos con la misma insistencia, perseverancia y ardor….
Sin embargo, coincido con Rodrigo que para la mentalidad -por supuesto no universal sino para cierta mentalidad moderna y actual- ya que todo el mundo no es agnóstico o a-religioso- es inaceptable, pues, que Cristo sea el “elegido del Padre”…¿Cual sería su derecho preguntaríamos hablando en lenguaje moderno…o quién le dio este privilegio?…El que sea inaceptablespara algunos o para muchos
, no quiere decir que no sea aceptable para todos los que quedan…Existen pues razones en ambos lados….SE trata de buscar lo “mas coherente”……Y ademas mucho menos se aceptaría en estos sectores que Dios se haya “disfrazado” de humano…PERO en la pura teología católica evangélica Dios no se disfrazó…sino, por el contrario, ASUMIÓ nuestra verdadera humanidad y entonces ¿No es por eso que la Encarnación resulta de igual importancia -o mas- que la Redención?
Por tanto, como dice Román, cuando me cita, no es repugnante en modo alguno que Dios se acordara de nosotros volcando su misericordia en el ser humano probando que al crearnos y traernos a esta existencia no fue injusto, a pesar del riesgo que afrontó al darnos la libertad…..con todas las consecuencias que ello implica….Sin embargo, El no solo asumió nuestra humanidad siendo pues realmente un ser humano, sino que además se entregó voluntariamente para rescatarnos y liberarnos de las garras del mal..de este mal que amenaza al mundo diariamente….
¿O es que podemos seguir pensando que la misericordia y el amor tuvieron origen solamente en nuestra propia energía física, prescindiendo del origen del espíritu? …y que consecuentemente Dios se encuentra fuera de nuestro alcance y relación….¿No es así el pensamiento moderno?
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Román, cuando dices que mientras no logremos dar con ese hilo conductor que nos ata desde Jesús hasta el Padre, seguiremos dando vueltas sin acierto, el plural que empleas, ¿es mayestático o realmente crees que una persona cualquiera, si no da con el hilo conductor que ata desde Jesús hasta el Padre, entonces sigue dando vueltas sin acierto?
Amigo Isidoro: Me encuentro coincidiendo contigo en muchas ideas y me alegro, aprendo mucho, pero de vez en vez necesito preguntarte. Gracias por tu respuesta. Un abrazo.
Una cosa que se reedita parece que esté viva y coleando en proceso de adaptación y por lo tanto aún con suficiente sinergia y capaz de prolongarse. En efecto Hiroshima y Nagasaki a su modo fueron masacres peores que las que sufrieron los Armenoios; Chernobyl fue otro crimen ecológico y genocida causado por negligencias y riesgos absurdos en el manejo de la tecnología, como lo fue la que sigue causando la planta nuclear japonesa Fukushima o los asesinatos de Aotzinapa en México.
Lo que no cambia es el hombre pero desde siempre la muerte ha sido un recurso para protegerse o para imponerse y seguirá ocurriendo en la historia humana sin que ningún genocidio marque cronológicamente los cambios de paradigmas éticos y menos los cambios de rumbo político. Los progroms soviéticos fueron no menos antisemitas que lo que puedan serlo hoy los racistas del Sur y el centro de los EE UU y si en magnitud causan menos muertos, el hecho de que todavía estén ocurriendo crímenes de odio racial después de Auschwitz, solo indica que éticamente la humanidad sigue relativamente cercana a la Edad Media. Esto que afirmo pudiera ser cuestionable, no obstante también pudiera hipotetizarse. Es esa ambivalencia la que permea el análisis de la historia.
El Cristianismo ha fallado como alternativa, tal y como ha sido predicado y propuesto hasta ahora. Eso no impide que haya alternativas. La fe confiada en que las promesas de Jesús se cumplan porque la imitación de su ejemplo o seguimiento pueda conducir a ellas o realizar dicha esperanza sigue siendo válida.
La noción de modernidad según el DRAE es bastante imprecisa y atribuirle fechas es demasiado arriesgado.
Moderno o medio o contemporáneo son todas nociones funcionales, variables que dependen de datos arbitrarios. Ciertamente no parece que estemos en la edad antigua excepto cuando se le reprocha a alguien seguir pensando como se pensaba en tiempos ya lejanos, muy lejanos quizás. Moderno puede ser equivalente a contemporáneo y puede no serlo.
Por mucho que se quiera precisar, la conversación sobre la modernidad (o la posmodernidad que tampoco ha sido precisada suficientemente) no tiene más remedio que ser subjetiva y entonces el proponer una sola interpretación parece más bien muy cuestionable si no francamente injustificado.
Quizás la única proposición plausible sea la de no mezclar las disciplinas, y aún así mantener una conversación amistosa entre todas: Historia, Filosofía, Ética, Ciencias Naturales, Antropología…etc.
Hola Isidoro, el yo de tu consideración primera en la que hablas de que el nivel de inteligencia nos hará dioses, no deja de ser aquel yo racionalista en el que nuestra mente se acomoda a una inteligencia desprovista de su momento sentiente.
De lo que deberíamos escandalizarnos es de mantener la mente en la idea de que estamos hechos a imagen y semejanza de ese dios así concebido. Por tanto, el ejemplo de los malabares no me sirve porque ellos muestran tan sólo la cara de la inteligencia según su destreza y agilidad, lo cual ha sido desgraciadamente su aspecto mejor considerado, sobre todo en Occidente.
No se trata de añadiduras sino de dejar a la inteligencia contemplar su objeto propio, la realidad. Por tanto el racionalismo es malo por su insuficiencia pues muestra sobradamente que nuestra inteligencia no se nos revela añadiéndole ingredientes para que así reaccione, sino que la función que la caracteriza, si el yo racionalista lo permite, es que en ella se actualice la realidad.
Dejar que la realidad se actualice en nuestra inteligencia es inconmensurablemente algo mayor que hablar de la realidad suficiente, pues quien se atreve en determinarla suficientemente? Ahora bien, como he dicho multitud de veces, con esa actualización no basta pero es ahí en donde por ser algo real y verdadero, el conocimiento en su proceso, tanto el logos como la razón habrán de coger pie en esta primera instancia.
Amigo George: El ser humano, ancestralmente ha tenido que hacer interpretaciones de urgencia, sin disponer más que de indicios, más o menos perfectos. Era la diferencia entre comer o ser comido. Y así seguimos.
Hay una frase muy obvia del fotógrafo Robert Capa, que decía que no hay fotografía mala, sino solo insuficientemente cercana. Desgraciadamente no siempre disponemos de tiempo ni de un laboratorio a mano para constatar la realidad de nuestra hipótesis, y tenemos que lanzar hipótesis, con los pocos datos que dispongamos en cada momento. Incluso la ciencia está muy mitificada en este sentido.
Leí por ahí este párrafo que copio: “Su mito central, (de la Ciencia), dice Stephen Jay Gould, es la creencia de que la ciencia observa el mundo de modo puro y no distorsionado. Pero la ciencia es, podríamos decir, dialógica: no es un catálogo fotográfico del mundo sino un debate entre humanos y entre teorías diversas. “Charles Darwin le escribió a un colega amigo sobre el mito del registro “objetivo” de hechos: ‘Qué extraño es que la gente no vea que toda observación, para ser de utilidad, tiene que ir a favor o en contra de algún punto de vista’.”
Hablaba al final de mi último comentario de la necesidad de utilizar las dos piernas para avanzar, y que necesitábamos la pierna de la razón. No se si quedó claro que la otra es la de la imaginación, nuestra fuente de intuiciones, la que nos surte de ideas. Porque como decía Kierkegaard: “La razón filosófica es el ama seca de la vida; vigila nuestros pasos, pero no nos amamanta”.
Hablar de la crisis de la Modernidad conlleva tratar de asuntos algo complejos que afectan igualmente al pensamiento como a la historiografia. Los procesos históricos son de tal naturaleza que las épocas se suceden unas a otras en un agrupamiento de acontecomientos concatenados y a veces sin una relación clara de causa y efecto que las fechas o hitos terminan siendo muy convencionales.
Pero cuando la modernidad terminó de forma traumática con la I Guerra Mundial el mundo académico supo que entrábamos en una nueva configuración histórica difícil de definir, era el inicio de algo posterior a la Modernidad (Posmodernidad) Los armenios fueron masacrados por los turcos en los comienzos del siglo XX y el mundo se volvió horrorizado buscando las causas que encontró en el propio ideario de la Ilustración. Se habían desatado todos los demonios construidos con el colonialismo a sangre y fuego con el sometimiento de pueblos enteros y el Imperialismo. Luego aquello fue un intervalo para continuar la guerra en 1.938´-1940 en nombre de las ideologías.Y el colofón del holocausto ( como dice Hans Küng refiriendose a los campos de exterminios) Pol Pot y otros continuaron. Ahora se reedita en algunas partes de nuestro oriente.
Vivir sin una configuración cierta ( un nuevo paradigma histórico finalmente convenido) nos lleva a a no conocer a ciencias ciertas sobre qué caballo monta nuestro pensamiento. De ahí la confusión que estoy notando en este foro de Atrio.
Si añadimos a todo esto que el común de las personas intervinientes venimos de un mismo sistema religioso y unos enjuiciamientos negativo, por su militancia en contra de la Modernidad, o por los escándalos que hacen inconsecuente las doctrinas que predican, creemos dentro de la lógica identificar tal sistema con las cosas condenables que nos han impedido vivir de forma ilustrada.
Pero, repito, la fe en Jesús es otra cosa, y mientras no logremos dar con ese hilo conductor que nos ata desde Jesús hasta el Padre, seguiremos dando vueltas sin acierto.
A la pregunta de si se debe hablar de “una crisis de la Modernidad” la respuesta parece que deba ser afirmativa.
Desde luego referirse a “La Modernidad” en abstracto es conflictivo porque entra en la ecuación la definición del término y eso arrastra una variabilidad que puede ser muy amplia.
Pero si “Modernidad” se refiere al resquebrajamiento de la identidad de Ciencia y Teología, cambia la situación porque dicha separación realmente ácida constituye la crisis profunda que causó al menos en Occidente.
Por eso la Iglesia Católica declaró la guerra a los “modernistas” y sus ideas desde tan pronto, sobre todo a la noción de “evolución” o a la de “libertad autónoma (pudiera decirse “liberalismo” de pensar por cuenta propia.
Señalar una fecha de inicio de la Modernidad parece imposible. En cambio es posible reconocer más o menos el inicio de la histeria eclesiástica contra las ideas que caracterizaron y caracterizan a la Modernidad y los modernistas. El 8 de septiembre de 1907, Pío x publicó su encíclica “Pascendi” condenando el Modernismo, promoviendo un “Consejo de Vigilancia” para activamente censurar cualquier enseñanza u opinión, siguiendo las huellas de sus más recientes predecesores y si se estira la cuerda, hasta de Caifás que hizo asesinar a Jesús para callarle.
Contra la coistumbre general, los 100 años de la publicación de la “Pascendi” no fueron celebrados por el Vaticano, aunque Benedicto 16 en su trilogía “Jesús de Nazaret” acometió una revitalización de la postura tradicional de la jerarquía frente a las ideas modernistas en, historia, exégesis y hermenéutica. Al respecto Sandro Magister (conservador y pro-Benedicto 16) publicó un artículo. (Cf. http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/172543?sp=y
Lo que parece impropio afirmar es que la propia Modernidad haya comenzado su ocaso.
Amigo Isidoro. ¿Interpreto correctamente tu comentario de las 9:47 h hoy día?
Copio el párrafo a continuación: “Pero hay otras cosas, que hoy por hoy, todavía no se saben, (aunque con el tiempo muy posiblemente las sabremos), y sobre esas hay dos actitudes:
No decir nada, (agnosticismo),
o creer subjetivamente, que son de determinada forma, ya sea porque sientes una cierta intuición personal, o por confiar en lo que te han dicho sobre ello otras personas. De esta última naturaleza es la creencia religiosa, que se tiene o no se tiene.” (Formato variado por mí).
Aquello que hoy crea que aún no sé con suficiente certeza como para afirmarla
Pero que sé que con el tiempo lo sabré,
En realidad ahora por lo menos ya me lo supongo o sospecho,
En el peor de los casos ya deseo averiguarlo
Y desde luego ya tengo un mínimo conocimiento de ello.
Si no me equivoco por un margen significativo en esta deducción: Presuponer que una cosa será cierta implica la esperanza confiada de que lo será.
Mi pregunta: ¿No estamos hablando entonces de la “fe” o capacidad (aparentemente exclusiva de la raza humana que consiste en poder predecir con un margen tolerable de error y que es como la esencia de cualquier forma de conocimiento, sea científico o no?
En el caso de la creencia religiosa no hay la posibilidad actual de demostración o repetición de laboratorio y en la científica la “fe” será la situación progresiva o no hasta lograr descubrir la ley que facilita el fenómeno o la evidencia será repetible en el laboratorio bajo ciertas condiciones inalterables.
Pues claro que todo lo “creado” configurado, recibido ¿?.
¡Muestra! Si la persona así lo decide, la ¡Esencia! de donde venimos, tanto para el bien como para el mal o la mediocridad.
Seguimos pensando que somos especiales en todo el orbe, que somos únicos, mejores que nadie, que solo desde Jesús existe la “salvación” el perdón, la magia de no sé cuantas cosas más.
Jesús es un hombre de una humanidad en plenitud, con un Proyecto de vida extraordinario… para cuantas personas lo quieran hacer realidad en su manera de vivir; y que allá por donde estas personas pasan, van dejando un hermosos reguero de ¡Vida! aquí y ahora.
Todo cuanto nos sobre-pasa, hay que amarlo, admirarlo, respetarlo, y hacerlo patente en nuestra manera de ser, vivir, actuar.
No podemos soportar unas personas de otras:
¡Las diferencias! Por eso tantos pensadores, movimientos, dentro de la misma iglesia, porque sienten que hay algo en ella… que hay que cambiar, corregir, señalar; y en lugar de luchar todas a una, cada cual tiene un “salvador”.
Para mí : Jesús, su hermoso Proyecto… es mi principio y fundamento aquí y ahora, con todas mis personales limitaciones. ¡Sin dudas!
Otra cosa muy distinta es, acoger sin rechistar todo lo que me viene de quienes se han elevado como representantes únicos de su Mensaje, alterándolo a sabiendas, para mantener por encima de todas las cosas, el poder, la fuerza, la imagen, el “negocio”.
Y hay quienes hemos decidido, respetar y denunciar a un tiempo todo aquello que nada tiene que ver con las pocas Palabras limpias que tenemos de Jesús.
Nunca he sido en este tema… de obediencia ciega, por una sencilla razón; cuando lo más importante de tu vida, allá donde se dice, se vive, se enseña, se “presume” de… lo que encuentras es, un descaro ante esa vivencia, siempre me he rebotado, protestado, puesto en la palestra.
Los resultados ya sabemos cuales son, y no me ha importado; ahora a estas alturas de mi vida mucho menos; respeto lo que otras personas dicen necesitar para tener “seguridad en su fe”…
Para mí lo más importante es, la escucha de mi interior, el abandono, porque si hago lo que está en mis manos, toda va bien para mí y cuanto me rodea.
Si alguna “cosa” de cuanto hermoso nos rodea, deja mucho que desear, y de una manera tremenda son las:
¡Personas!
Todo está en nuestras manos; y solo tenemos que observar lo que sucede en el mundo, para averiguar con dolor, que lo estamos haciendo ¡¡¡muy mal!!!
Podemos levantar los brazos al cielo pidiendo que esto se solucione como (dicen) hacía Moisés cuando luchaba por ir consiguiendo terrenos para establecerse como pueblo elegido… como hasta ahora…
¿Y pensamos que un Dios así, es lo mejor que tenemos, arrasando a unos para poner a otros?
Yo no puedo mirar ni creer en un dios así.
Aquello que me llama, me envuelve, me abraza, me impulsa… es bueno para todo ser nacido sin distinción alguna.
Por eso creo sinceramente, que el Mensaje de Jesús, cuando llega limpio y sencillo como es, levanta al ser humano que lo recibe, piense como piense.
Y por favor, no otra clase de religión… he crecido en ella, la he vivido en plenitud y obediencia hasta que tuve experiencia de tanto dolor humano (no en mi persona) como hay en esta tierra nuestra desde muy niña… y empece a preguntar y preguntarme hasta hoy.
Y sin yo buscarlo ni pretenderlo: ¡Fue cambiando mi mirada y mi manera de vivir!
mª pilar
Centrándose en el proyecto de vida de Jesús en sus palabras y hechos en coherencia (muchos de ellos reinterpretados por consciencias que no le alcanzaban, ni le alcanzan de modo experiencial), no haría falta defenderse ni adueñarse de las distintas corrientes de pensamiento. Porque son solo eso ideas a las que se llega por el uso de la razón, retroalimentando seguridades, las idolatremos o no, de manera laica y/o religiosa.
Lo que llamamos Dios no necesita de defensores ni de sus contrarios, porque el que habla de Dios, sin que sea posible conocerlo por la mente y el pensamiento y al que nadie ha visto jamás (palabras puestas en boca de Jesús), habla desde su imaginación e intuición personal dentro de una cosmovisión, imposible de rechazar y superar dentro de la coherencia en la que todo encaja en fondo y forma. Y no apelo entonces a la indiferencia, si no al respeto y tolerancia. El cerebro, a la par que el corazón, solo es capaz de ver lo que quiere ver.
Y esto lo saben los que nos llevan, siempre en lo oculto, por el camino del enfrentamiento, para así echar más raíces de dominio y hegemonía, siendo otros, sin embargo, los que hacen el proselitismo de lo que les beneficia y les enriquece, sin parar, a través de los siglos amén.
Estamos olvidando o vuelta a olvidar que nos encanta atascarnos en lo superfluo y nos impide penetrar en la esencia del Evangelio: Jesús, que, al contrario de los que se dicen sus seguidores, (por cierto ¿En qué?), nunca habló de sí mismo, tal como poco después y aún hoy día, y si me apuráis más, se sigue haciendo.
Isidoro, como supondrás al insertar mi último comentario no había leído todavía el que me diriges, lo pienso hacer en cuanto pueda …gracias
…continúo un poco más mi reflexión anterior desde su vertiente explicativa y la retomo a partir de aquí. (…)
…Desde esta perspectiva, pues, no cabe hablar de niveles de inteligencia sino de la alteridad que ofrece la realidad al ser sentida por la inteligencia humana que lo es, no sobre la base de ser el hombre animal racional sino por serlo de posibilidades. Entonces si esto es así, lo humano de la inteligencia se nos revela sencillamente en el mero hecho de aprehender lo real, lo cual en ello y por su contenido al quedar suspendida nuestra cognición, a menos de que la queramos adecuar a él y de ahí racionalizarlo con lo meramente emocional, es por lo que nuestro conocimiento entra, diríamos, en crisis. Y este momento de crisis es en donde, con respecto a él, con respecto a nuestro conocimiento, caemos en la cuenta de que el carácter alternativo de la realidad siempre nos ha estado mundanalmente presente, es decir, materialmente y sentientemente presente. No hemos, pues, de imaginar nada, hemos de dar continuidad y abrirnos a nuestra propia estructura.
Obviamente, mi anterior comentario va dirigido a Román.
La crisis de la modernidad, la crisis de la modernidad…, ¡cómo te gusta esa frase! Pero, realmente, ¿qué quieres decir con ella?
Esa modernidad que tanto desasosiego te produce, nos ha traído, por ejemplo, todos los valores que mencionaba en el hilo de Blas Lara y que no voy a repetir otra vez. Y nos ha traído muchísimas otras cosas buenas. Y sí, aunque te resulte sorprendente, nos ha hecho mejores.
¿Quieres saber lo que sospecho? Que la razón y la modernidad a muchos os producen sarpullido porque os enfrentan a la volatilidad de vuestras creencias, a los castillos que habéis construido en el aire, a la nada que sostiene el relato de una salvación inventada.
Dices M.Luisa: “¿De qué cierto nivel de inteligencia se está hablando y del cual todavía no hemos alcanzado? Pensar así no nos saca del más severo racionalismo del cual tristemente venimos”.
Lo primero, yo considero el nivel de inteligencia que nos hará “dioses”, (no nos escandalicemos, pues estamos “hechos a su imagen y semejanza”), como el nivel en que conozcamos casi todo, y podamos interrelacionarlo en nuestra mente. Es el ejemplo que muchas veces he puesto de los malabares. Unos hace malabares con tres piezas, otros con cinco y otros lo hacen con veinte, que son los que van al Circo del Sol.
Y pensar que eso es mas racionalismo, es claro, pero pensar que eso es malo, es un craso error. Nuestros problemas no provienen del racionalismo, sino del poco racionalismo con el que interpretamos nuestras experiencias.
Los hechos son experienciales. Pero para interpretarlos y entenderlos en su verdadera naturaleza, y más aún para explicarlos a otros, es necesario un discurso racional, que solo será posible, si contamos con un contexto de conocimientos de la realidad suficientes, y si tenemos una capacidad de enjuiciamiento y discernimiento suficientemente fuerte y al tiempo limpio de condicionamientos emocionales espúreos fruto de las heridas y avatares sucedidos durante nuestra biografía personal. Todo eso, que no es poco, es lo que se suele simplificar llamándolo “ampliación de nuestra conciencia”.
Tú misma al final me das la razón. Terminas así: “Lo que cuenta no es la inteligencia sino la intelección y ésta por duro que parezca no está estructuralmente todavía lograda”. ¿Cómo vas a conseguir la intelección deseada sin la inteligencia suficiente?. Y tú misma reconoces que hoy por hoy, no esta lograda, porque aún no somos lo suficientemente inteligentes.
Respecto a Román, concuerdo con Pepe Blanco en que ese irracionalismo no es procedente. La crítica a la Modernidad, no es por racional, sino por insuficientemente racional.
El “saber y/o reconocer que Dios de alguna manera se nos ha revelado en Jesús”, es algo plenamente subjetivo, y por eso es objeto de fe. Mientras Dios no te firme un certificado de su puño y letra y ante notario, tendrás que aceptar que tus sentimientos e intuiciones sobre el tema, podrían estar equivocados. De ahí el mérito religioso de la fe.
Y para que esa fe sea operativa a largo plazo, es necesaria que sea coherente con tu cosmovisión personal de conocimientos del Universo. (So pena de instalarse en un irracionalismo impropio de un humano, o en la fe del carbonero, lo que no procede si no eres carbonero).
El “Creo porque es absurdo” de Tertuliano, a la larga, genera crisis, depresiones y ansiedades sin cuento, como asolan a tantos creyentes esforzados. Hay que conseguir entender de verdad las cosas que creemos, y para ello debemos lograr esa coherencia interna. Caminando con una sola pierna, no llegamos muy lejos. Y necesitamos la pierna de la razón.
¿Qué tal Pepe?
antes que hagamos una ceremonia de la confunsión,
interpretemos mis palabras en sus justos términos ( que son históricos). Me estoy refiriendo siempre, a la crisis de la Modernidad
Y si mi apuras un poco, a que “la cultura” no nos ha hecho mejores personas, sino mejores conocedores del mal ( el mal moral), al que por nuestras fuerzas, jamás hemos podido hacer desaparecer, de lo que la Ilustración ha sido un ejemplo.
si no estás de acuerdo, lo podría entender, quizás tengas una mejor opinión de la condición humana, pero no es lo que yo percibo, aunque la cultura ciertamente nos hace “perfectibles” (una paradoja)
Hola Román,
Dices que la razón nos hace más moralmente reprobables. No sé si eres consciente de lo que acabas de decir. Supongo que es el punto final donde te conduce tu creencia ciega en la hipotética encarnación de tu dios en tu Jesús.
Si fuera cierto que la razón nos hace moralmente reprobables, entonces, Jesús, que según tú es paradigma de la perfección moral, necesariamente tendría que haber sido un tipo absolutamente irracional. Menos racional, incluso, que las bestias del campo, que ya es decir.
Isidoro,
cuando leía los comentarios anteriores aún no aparecía tu contribución.
Creo que desde otras perspectivas, sigues jugando en el mismo partido de fútbol que Rodrigo, pues razonar la fe no es lo mismo que darle “otra naturaleza”.
Aquí no se trata d subjetivismo, sino de saber y/o reconocer
que Dios de alguna manera se nos ha revelado en Jesús. Entonces, es Dios, el Dios de Jesús, quien lleva la iniciativa, y nos dice quiénes somos, en qué situación estamos, y qué nos ofrece, todo eso que englobamos en “los misterios de Dios”
En Jesús tenemos los bienes (valores) más seguros y estables del Reino.
Luego, que cada cual razone como quiera.
Vamos bien si interpretamos el evolucionismo como algo ventajoso para que nuestra imaginación encuentre la manera de concebir misteriosamente la realidad. Ni que decir tiene que mi perspectiva es la misma que la de Rodrigo, no la sitúo ni por la vía que propone Isidoro, ni por supuesto, por la de la vía intervencionista.
¿De verdad que sometidos a las leyes del cosmos descubrimos que el hombre está en el proceso evolutivo de hacerse “dios”? ¿De qué cierto nivel de inteligencia se está hablando y del cual todavía no hemos alcanzado? Pensar así no nos saca del más severo racionalismo del cual tristemente venimos.
Los hechos de Jesús aquellos que dan forma a su Proyecto no son en primera instancia objetos de conciencia (al modo racionalista, formando conceptos y doctrinas)) sino hechos sentidos experimentables que sacan al ser humano de los meros signos y lo sitúan frente a su Proyecto de vida. Un proyecto manifestativo experiencialmente, pero en vías de realización y es por eso que a la vez de ser hechos sentidos patentizan ya en lo sentido su intelección. Desde esta perspectiva, pues, no cabe hablar de niveles de inteligencia sino de la alteridad que ofrece la realidad al ser sentida por la inteligencia humana, pero entendiéndola no con connotaciones racionalistas sino conformándola en sus dos momentos estructurales constitutivos de intelección. Lo que cuenta no es la inteligencia sino la intelección y ésta por duro que parezca no está estructuralmente todavía lograda.
Apreciado Rodrigo Olvera,
me desconciertas un montón.
Sólo una persona tan honesta y desprendida de sí mismo como tú puede involucrarse en la defensa de los derechos humanos en situaciones y un ámbito tan difícil como el que se refleja en el México más profundo y ajeno a las crónicas oficiales.
la Ley que se resuelve en los tribunales ( la jurisprudencia en su sentido más global) resuelve los aspectos formales, por lo que podemos decir que existe por un lado una verdad formal, enjuiciable, y otra verdad que se le escapa que obedece a los principios más elementales de justicia. Es la verdad testimonial. Con la verdad jurídica un juez puede constituirse en verdugo.
Igual sucede con la “Ilustración”. Si convertimos a la “razón”, en la creencia suprema que está llamada a suprimir todas las demás creencias.
La Humanidad europea occidental recorrió esos caminos durante siglo y medio, hasta constatar que la razón nos hacía “más sabios en la apreciación de nosotros mismos”, pero todavía más moralmente reprobables. La “Ilustración”, fue en definitiva ninguna fuente redentora.
Santiago ( su contribución que tú comentas) no dice que Jesús haya sido el producto de ninguna ley biológica o de evolución cultural, no ha sido un mutante, ni el superhombre u hombre nuevo de muchas de las filosofías/doctrinas que se han venido desarrollando.
Santiago, ésta vez como otras tantas, no hace doctrina “teológica” o de una escuela determinada, sino que hace una exposición de lo que es para toda persona cristiana la acogida de una buena noticia; “que Dios se acordó de los seres humanos, haciendo una revelación de Su misericordia y nos dió a Jesús.
¿Merece tal cosa tanto rechazo por tu parte?
Amigo Rodrigo: No hay que mezclar churras con merinas. Una cosa es la ciencia y otra la religión. Ambas intentan describir la Realidad. En esta Realidad hay cosas que en estos momentos se SABEN, y hay pruebas o indicios suficientes para pensar que las cosas son así o asá.
Pero hay otras cosas, que hoy por hoy, todavía no se saben, (aunque con el tiempo muy posiblemente las sabremos), y sobre esas hay dos actitudes: No decir nada, (agnosticismo), o creer subjetivamente, que son de determinada forma, ya sea porque sientes una cierta intuición personal, o por confiar en lo que te han dicho sobre ello otras personas. De esta última naturaleza es la creencia religiosa, que se tiene o no se tiene.
Tan poco razonable es el que tiene una creencia religiosa y la defiende como real a marchamartillo, sin conceder duda posible alguna, (tipo Santiago, con todo mi respeto y cariño), como el que descarta cualquier hipótesis, (explicada como hipótesis), porque no viene en ningún libro de texto científico, (tu postura, con el mismo respeto y cariño). Los del primer tipo desprecian su propia fe, pues no quieren reconocer el mérito que supone creer algo de lo que no hay pruebas, y los del segundo, (los cientifistas), pecan de su virtud principal, de falta de racionalidad, al rechazar la existencia de intuiciones personales, que aunque peligrosas de error, sin duda, son la fuente y el motor de toda investigación.
Para albergar una intuición personal, sin pruebas, yo le pido dos cosas. La primera que sea razonable, o sea que sean coherentes con nuestra cosmovisión personal. En otro momento ya saqué el tema de la búsqueda hace años de un supuesto cocodrilo en un pantano cercano a Madrid. Hubo una denuncia, y la Guardia Civil estuvo buscando aunque no se encontró. Pero era “razonable” que pudiera haber un cocodrilo, que hubiera soltado algún comprador de mascotas exóticas cansado o asustado de su mascota. Si el denunciante hubiera denunciado haber vistió un burro rosa volando en el cielo, con las orejas, la Guardia Civil no hubiera ido.
Y la segunda condición que yo le pido a mis intuiciones, es que nos pueda explicar ciertos hechos extraños e inexplicados aún. Toda la fenomenología “parapsicológica” o “espiritual”, está ahí para el que la quiera aceptar, (ni siquiera los “hechos” son aceptados por todo el mundo). Los periódicos están llenos de referencias a experiencias fuera del cuerpo, cercanas a la muerte, etc. etc.
Pero siempre, sin perder el pie en la tierra de dejar de tener esas intuiciones o creencias, como tales, y por ello sujetas a fé, ya sea religiosa o personal.
Y si esas intuiciones, sentidas personalmente, además de “razonables” y explicatorias de cierta fenomenología inexplicada, además concuerda con lo expuesto en algunos textos por maestros o testigos del pasado, pues se refuerza nuestra intuición, (sin perjuicio de que al final no sea verdad). Señalaba Sigmund Freud, que: “Aunque todos los elementos de un problema parezcan ordenarse como las piezas de un rompecabezas, habremos de recordar que lo probable no es necesariamente cierto, ni la verdad siempre es probable”.
Una vez dicho todo lo anterior, entro en concreto en las objeciones del comentario de Rodrigo. Una cosa es la Evolución del Universo, como hipótesis central de la cosmovisión personal, que puede tener una persona, sus cimientos cognitivos, y luego a partir de ahí, cada persona, puede mediante su imaginación creativa, desarrollar sus intuiciones personales, que deberían ser coherentes con dicha cosmovisión, pero siempre con un carácter particular y personal.
Por ejemplo las intuiciones de Teilhard, son coherentes con la Evolución, pero no vendrán en un libro de texto cien tífico, sino en uno teológico o religioso.
De todas maneras, Rodrigo, tú te has confesado culturalmente cristiano, y me imagino que si para ti, “decir que Jesús es más evolucionado que el resto de la humanidad porque es “elegido del Padre” es tan inaceptable para la mentalidad de hoy como decir que Dios se disfrazó de humano”, debes tener muchas dudas en tu cabeza.
Todo creyente tiene dudas, porque si no, no sería creyente. Pero hay un refrán que dice que es mejor ponerse una vez colorado que ciento amarillo. Yo por eso para evitarme tanto “amarillismo”, prefiero ponerme una vez “colorado”, asumiendo una hipótesis razonable para mí, aunque bastante “imaginativa”. Ya lo decía Boskov, el inventor del “fútbol es fútbol”: “Es mejor perder un partido 9-0, que nueve partidos 1-0”. Y es que el fútbol es una escuela de vida.
No conozco un sólo texto sobre evolución que describa un sólo caso en que en un periodo de 2000 años sólo un individuo de toda una especie haya alcanzado un nivel evolutivo superior. Tampoco conozco un sólo texto sobre evolución que incluya “la intercesión” como mecanismo evolutivo. Y decir que Jesús es más evolucionado que el resto de la humanidad porque es “elegido del Padre” es tan inaceptable para la mentalidad de hoy como decir que Dios se disfrazó de humano. Saludos
Isidoro, muy interesantes tus planteamientos…Soy de los que creo que la evolución de la Creación ha sido algo maravilloso y compatible con nuestra fe católica..Sin embargo, todo dependen en la interpretación que se de a este claro desarrollo en que se encuentra el Universo entero…
PERO el hecho de que el “ser humano” de hoy en día, al menos una parte de esa humanidad, rechace a un Dios personal, que el mundo -especialmente el occidental- quiera por todos los medios perscindir del espíritu y de “lo spiritual”, que quiera enterrar y soterrar sus problemas existenciales anegándose cada vez mas en la droga, el alcohol, y el sexo inordinado,…..no impide que la realidad de la Encarnación y de la Redención -no meramente su posibilidad- junto a la pura existencia de Dios, sean sendas verdades…Éstas son eternas y no cambian porque en un momento de retroceso histórico, se quieran negar….
Jamás pues podremos convertirnos en Dios..ni aunque reuniéramos todas las perfecciones humanas, nosotros, ontológicamente nunca podremos cambiar nuestsra propia naturaleza que es simplemente contigente, efímera y mortal..No podemos pasar -aunque quisiéramos de “humanos” a “divinos” intrínsecamente hablando..Esto sería solamente una fantasia, no creíble….
Porque para poder ser como Dios tendríamos que poseer la vida en nosotros mismos y en grado perfectísimo..pero nuestra vida física y espiritual no fue creada por nosotros….sino que fue “recibida”…No existimos siempre..sino que “comenzamos a existir” y corporalmente, la experiencia enseña, que dejaremos de serlo en el cuerpo….y aun en la posibilidad que viviéramos eternamente, viviríamos solamente en virtud de la capacidad “recibida” junto con nuestra existencia en el momento de nuestra creación…Podemos existir o no….pudimos venir aquí o no…No depende ni dependió de nosotros pues no tenemos el poder de crear algo de lo que no era…
Y la ciencia cada vez mas sugiere que la creacion tuvo principio y que ella tambien tendrá fin.
La Redención no constituye en proceso evolutivo….Dios se apiadó de nosotros y cargó con nuestra culpa…muriendo en la Cruz..destruyendo la muerte para que podamos entrar en Su Gloria eterna..Por eso, tampoco la Encarnacion es un misterio tan incomprensible…puesto que el amor es algo que podemos comprender….Dios se encarnó asumiendo nuestra humanidad para compartir nuestro sufrimiento y enseñarnos a vivir y morir…Por tanto, el cristianismo del futuro, tambien tendrá la verdad de Cristo, Hijo de Dios encarnado como su base fundamental….pero porque no somos Dios…..al encarnarse fue El el que se hizo visible humanizándose…y fue tambien El, solo El, y por El por lo que nosotros nos divinizamos….
Un abrazo de Santiago Hernández
Estoy totalmente de acuerdo con Santiago en que la clave –esencia del cristianismo está en la figura de Jesús: ¿Quién es Jesús? Y ¿en qué consiste su mensaje y su actuación respecto a la humanidad, a cada uno de nosotros?.
En resumidas cuentas en los dos dogmas-misterios esenciales en el cristianismo: descubrir en qué consisten, la Encarnación de Jesús y la Redención de Jesús. En cualquier planteamiento en que se anulen o rechacen uno u otro de estos dos misterios, el planteamiento resultante será cualquier cosa, muy válida, pero no cristiano.
Ahora bien. El planteamiento de ambos misterios en el cristianismo inicial, y que ha permanecido hasta ahora, no es asumible para el hombre de hoy. Eso de que Dios “se disfrace” de humano, es algo sin necesidad ni sentido alguno, y por otra parte el que haya venido a redimirnos de un pecado original en el que ya nadie cree, tampoco es muy coherente.
La ventaja del evolucionismo, (y aquí uno los dos hilos, el presente, y el de “Si la evolución continúa”), es que nos permite utilizando la imaginación interpretativa, encontrar nuevos significados a esos sendos misterios. Por una parte, respecto a la Encarnación de Jesús, no considera que Dios se ha hecho hombre, sino que el hombre está en el proceso evolutivo de hacerse “dios”, ser inteligente con un cierto nivel, (que aún no hemos alcanzado). Y en este sentido Jesús, como elegido por el “Padre”, y como el humano mas perfecto y ya evolucionado, es el pionero de ese camino en el que debemos seguirle todos.
Respecto al misterio de la Redención, se podría interpretar como que gracias a la especial intercesión de nuestro hermano mayor, el nombrado como “Cristo”, a esta humanidad itinerante, la especie actual a la que pertenecemos, se le habría hecho el favor de disfrutar en un futuro, y de una forma “misteriosa”, de la vivencia en el “Reino de Dios”, que en principio está destinado para especies ya suficientemente inteligentes. En eso, ¡que no es poco!, consistiría la Redención de la humanidad, por parte de Jesús- el Cristo.
Comprendo que para Santiago, estos planteamientos serán demasiado “imaginativos”, pero lo que quiero señalar a todos, es que el evolucionismo entendido suficientemente, no solo no es contrario al cristianismo, sino que constituye el caldo de cultivo cultural perfecto, en el que florecerá el cristianismo del futuro. ¡Cómo no podía ser de otra manera, para los que creemos en el mensaje cristiano!
Gracias M.L.!- Oscar.
Ahora me he dado cuenta, Oscar, que en mi comentario del pasado día 10 a las 11:06 hay un párrafo que, tal vez, con lo de la cita de Dussel resbalaste sobre el mismo y de alguna manera ya incluía en él, por adelantado, una resumida explicación que desde mi punto de vista práctico hacía de la reflexión que luego más tarde Isidoro nos envió de Julián Marías. Me irritó un poco que no le dieras importancia pues me llevó mucho tiempo a formarla para que se pudiera entender sin demasiada dificultad.
La transcribo de nuevo
“La vida de una persona puede ser vivida en función de la medida del “yo soy” o en la dimensión del “soy yo” en la cual es en donde de suyo, formalmente, hay estructura. Pero esta estructura ciertamente, como leo en el texto, (me refería al texto de Ortega que insertaste)no la percatamos lo cual explicaría la razón del ámbito construido por donde, tradicionalmente, se han colado las construcciones ideológicas y racionalistas. No obstante el sentido de la estructura no es otro que el de mostrarnos el carácter abierto de la realidad. Estructura no es construcción sino realización”.
Hola Oscar!
Gracias por tu respuesta, pues ya me imagino que andaréis ocupados con lo de la casa, ¡Os debe hacer mucha ilusión! Yo, el tema, ya lo iba a dejar, sólo me había propuesto esta mañana rematarlo pero enfocándolo desde otra perspectiva, por la brecha que Isidoro abrió con la reflexión que encontró de Julián Marías.
Julián Marías: “El estado de incertidumbre y desorientación, “el no saber a qué atenerse” conduce con frecuencia, cuando el hombre se abandona a él, a la angustia. Cuando lo quiere evitar sin superarlo, cuando pretende obrar como si supiera, pero sin saber, y sobre todo sin esforzarse por saber, cae en el fanatismo. El fanático se echa tierra en los ojos y trata de anular su confusión intelectual con una confusión emocional. Es el calamar que, para no ver que el agua está turbia, descarga su tinta. Angustia y fanatismo son dos de las dolencias capitales de nuestro tiempo”.
Es una reflexión que sin saber si antes alguien se la había formulado, su planteamiento, en vivo, lo he podido estudiar de cerca.
Si ahora volvemos a Ortega:
«Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo»,
¿Y si quien salvando sus circunstancias lo que hace es remitir a los de su “entorno” a la pesadumbre y al sufrimiento?
La perspectiva orteguiana está tomada desde la tragedia o el drama y pienso que la vida no se nos presenta nunca como problema. Lo crucial del apotegma de Ortega, en mi opinión, radica en el “me” de su segunda parte. Es el problema a resolver entre el subjetivismo y la subjetividad humana.
Por lo demás, no te puedo dar ningún texto porque lo que escribí forma parte de lo que estudié hace años y que me quedó aprendido. Claro que, probablemente, la idea sobre la que lo he fundamentado la encontraría en algún libro pero son muchos los que tengo de filosofía y me llevaría tiempo.
Abrazos!
Yo diría, Josela, que se trata de la esencia de la misma “música” tocada de diferente manera pero que conduce hasta la misma PERSONA…pues el cristianismo se basa en la PERSONA de Jesus de Nazaret….Sería, parodiándote un poco, el “rostro humano de Dios”, el Dios invisible que se hizo visible en el Hijo unigénito y verdadero…y en nosotros como co-partícipes y co-herederos de su eterna gloria y de su eternal felicidad…
Por eso no hay condicionamientos politicos, ni relecturas posteriores….la identidad verdadera de Jesus es esencialmente la misma en el siglo I que en el siglo XXI…Las relecturas o mejor, la repetición posterior del KERYGMA esencial y primitivo de la Iglesia, no se anula, ni disminuye con el paso del tiempo…puesto que es una verdad fundamental….Si Cristo no es el verdadero Hijo de Dios…el cristianismo pierde su trascendencia…Jesus de Nazaret no pasaría de ser un personaje nebuloso y sin importancia para la historia…PERO son sus palabras…ES LA PALABRA…la que trasciende y es eterna…al afirmar su filiación divina….Por eso, ya existía una cristología desarrollada cuando se escribió Marcos y las cartas de Pablo..en la primera mitad del siglo I..NO hubo tiempo para crear un mito falsificado con una sarta de mentiras cuando viven todavía los testigos que confiesan unánimamente la FE en ese Dios encarnado y llegan hasta la muerte por defender el evangelio…Los que vieron a Jesus, los que comieron con El, los que palparon su cuerpo, lo que “vimos y oímos” es lo que fue proclamado una y otra vez por estos testigos, muchos de los cuales vivieron hasta el comienzo del siglo II…Por eso TODO el siglo I esta dominado por el “testimonio” verdadero de los testigos de la vida de Jesus..
Tanto la crítica histórica, interna y externa de los Evangelios de Jesus, nos dicen que lo que dicen los testigos es auténtico…Lo esencial de los acontecimientos, de las palabras, y del pensamiento de Jesucristo esta plasmado en las 4 versiones de Evangelio…Los evangelistas recogieron por escrita la catequesis oral de los Apóstoles…Ellos supieron de esta filiación divina de Jesus…y por eso lo escribieron de la misma manera como “lo habían recibido”…
La reacción de Caifás nos dice que el Sumo Sacerdote entendió perfectamente que Jesus se proclamaba Hijo de Dios verdadero..El rasgarse las vestiduras era el signo judaico del horror ante la blasfemia….pero todo El evangelio alude a esta especial y única filiación de Jesus de Nazaret….Por eso Cristo se proclama asimismo Mesías ante la mujer samaritana (Io 4,25,26), ante el ciego de nacimiento (Io. 9,35-37) y Pedro le dice “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios viviente (Mt. 16,16)…y Jesus mismo dice: “En verdad, en verdad os digo, antes que Abraham existiese, existo Yo (Io 8, 57-58)
Por otro lado, no se inventa un mito creando un personaje “contra-cultural”….A ningun judío de la época, en su sano juicio, se le ocurría la peregrina idea de llamarse Hijo de Dios…A los oídos judíos les repugnarían las palabra de Cristo que mandaba a “comer su carne y beber su sangre”…No se crea un personaje falso…que aparezca como héroe religioso del pueblo, cuando este personaje predica una moral mucho mas estricta que la de los doctores de la Ley..pues solamente injuriando a tu hermano, llamándole “raca”, se merece ir al sheol, a la gehena….y que atreverse a decir que “cualquiera que mire a una mujer deseándola (con lujuria) ya “adulteró” en su corazón….No se falsifica una persona que queremos por modelo situándolo entre los “malhechores”, recibiendo el mas indigno castigo de su tiempo, como era la crucifixion…
La teoría del mito e invención de Cristo y de la “deformación” de su pensamiento no es avalada ni por los hechos exteriores, ni por su contenido interno..Por eso el Cristo del evangelio es el único posible…La Iglesia primitive rechazo la doctrina de los gnósticos, especialmente los peneumáticos, puesto que no concordaba con el Cristo real del Evangelio…
Por eso la nueva evangelización, debe emplear nuevas formas de catequesis…sin abandonar la verdad fundamental de la real identidad de Jesus……No se trata de tergiversar la verdad…sino expresarla de manera diferente para que la FE de la Iglesia sea asequible al mundo de hoy…Nos sobran datos y pruebas históricas…para no tener que caer en un falsa reconstrucción del cristianismo
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Si, Isidoro!
Marìas es un gran encontrador de tèrminos clarificantes.
¡Vamos todavìa! – Oscar.
Hola M.L.!
Te leo:
-“Sin duda que Ortega se preocupó mucho por establecer diferencias con una interpretación reduccionista de su vitalismo. Con la razón vital en su tercera etapa de madurez supera el vitalismo y manifiesta la necesidad de pensar para el vivir. Sin embargo esto, si bien es debido a que la razón requería sacarla de su pureza kantiana tampoco veo que la situara en su lugar propio porque, a mi modo de ver, no se piensa para vivir sino que es la realidad de la vida la que te empuja a vivir pensando. ¿O no?”-
Ni si ni no:
No veo que tengas a mano “texto” de Ortega que funde tu apreciacion
¿Me puedes dar alguno?
Gracias – Oscar.
He encontrado esta reflexión de Julián Marías, que relaciona el estado de angustia de la perplejidad, con el fanatismo. Me ha gustado mucho y os lo paso.
Julián Marías: “El estado de incertidumbre y desorientación, “el no saber a qué atenerse” conduce con frecuencia, cuando el hombre se abandona a él, a la angustia. Cuando lo quiere evitar sin superarlo, cuando pretende obrar como si supiera, pero sin saber, y sobre todo sin esforzarse por saber, cae en el fanatismo. El fanático se echa tierra en los ojos y trata de anular su confusión intelectual con una confusión emocional. Es el calamar que, para no ver que el agua está turbia, descarga su tinta. Angustia y fanatismo son dos de las dolencias capitales de nuestro tiempo”.
Pensando sobre lo que George comenta el 10-marzo-15..” al no tener acceso inmediato a él y su vida, lo más cercano posibe sea la literatura jesuánica que nos ha legado..” Según mi primera reacción yo le añadiría:..”pero intentando buscar a Jesús tras las grietas de los textos y situaciones varias”.. acentuando a su vez el hecho de que Jesús continúa siendo misterio y continúa preguntándonos:¿”Quién dice la gente que soy..y tú, ¿quién dices que soy”?Los mismos evangelistas han respondido a estas preguntas, condicionados históricamente ..y no digamos de la iglesia, muy condicionada, incluso políticamente por el momento…Decía el otro:”De las grietas entra la luz”..cuánto más tratando de Jesús, digo yo.
Releyendo el comentario que el día 24-Febrero-15 hace M. Pilar..” en cientos de misas-eucaristías..se sigue diciendo después de las lecturas del Evangelio:”Palabra de Dios”….En este cuadro, a mí más me gustaría que después de la proclamación de la Palabra con la consiguiente “palabra de Dios”, recién mencionada..el pueblo respondiera en vez de “palabra de Dios”.”.PALABRA de los hombres”..Para proclamar todos juntos, el lector más el puebo:”Te alabamos, Señor”.. como queriendo subrayar, dentro de una teología procesual, que Dios continúa su obra creadora..pero también la persona humana continúa “recreando” y a veces “descreando” la verdad…Que no todo es palabra de Dios, etc…
Mirando lo que Santiago dice el 17 de Marzo-15…”Dios encarnado, el Unigénito, el verdadero Hijo de Dios y confesado por él mismo delante de Caifás y el pleno del Sanedrin..”..No creo que la respuesta de Jesús ante Caifás, aún presuponiendo históricamente que así lo dijera, aunque sea mucho presuponer..no estaría en el contexto de la consubstancialidad trascendental de la divinidad de Jesús..Esas son relecturas muy posteriores e incluso condicionadas, sino impuestas, en base a los intereses políticos de su momento.. En su momento podría sonar bien esa música…a mí se me hace que hoy éso no resuena de la misma forma..Yo,más bien diría:”–Jesús, el rostro humano de Dios, ..el Hijo mayor entre los muchos hijos…”
Estoy de acuerdo contigo, amigo Román en lo esencial de tu comentario….y te doy las gracias por tu interés….Quiero decirte de que si insisto a veces mucho y con pertinacia en los datos históricos que forman la base del cristianismo es porque si este fundamento no existe o existe nebulosamente o si a traves de la reconstrucciones modernas la fisonomía del Jesus del Evangelio se oscurece, entonces empezamos a perder lo que creemos…..Yo no podría creer en un Cristo impostor….o mentiroso….o loco….o fantástico….o mítico…o inventado….Para que mi fe pueda sustentarse en el cristianismo como ideología eficaz, la figura de Jesus ha de ser real y atractiva….tal y como lo presentan las 4 versiones del Evangelio….Sólo bastó una palabra y un gesto de Jesus para que a los pescadores y hermanos Simón y Andrés “al punto, dejaron las redes, le siguieron (Mc. 1,17-18) y el publicano Mateo-Leví “levantándose, le seguía” (Mt. 9,9)
Por eso, el ataque exhaustivo y reciente empezando por Strauss y Baur en el siglo XIX, de la crítica racionalista hasta el día de hoy ha consistido en quitar la autoridad a los evangelistas y a los textos en si mismos para colocar a Jesucristo en poco menos como la imaginación fantástica de un grupo de fanáticos…negando hasta la misma existencia personal de Jesus de Nazaret…Pero junto a esta fuerza anticristiana tenemos actualmente una exegesis seria basada en argumentos históricos y modernos que realizan una labor exegética, imparcial y desprovista de prejuicios y apriorismos…Entre ellos por citar solo a algunos al francés André Feuillet, a Joachim Gnilka, a Joachim Jeremias, J.A. Jungmann, Ferdinand Kattenbusch, el alemán Rudolf Schnackenburg, y el austríaco Christoph Schonborn…etc. etc. etc…
Por otro lado, la fecha del 40 para Marcos puede situarse segun Salvador Santos aqui en Atrio, solamente por la lectura interna de S.Marcos..Sin embargo, el exégeta jesuíta de la facultad teológica de S. Cugat del Vallés en Barcelona, analizando nuevos hallazgos respecto a la fecha de los textos sitúa a Marcios no en el año 40 específicamente, sino en la “década” de los 40, o sea entre los 40 y 50….en la primera parte del siglo I…..Esto no ha de asombrarnos ya que la catequesis oral fue predicada inmendiatamente despues de la muerte de Jesus..empezando por Pedro en Jerusalen, como cuentan los Hechos….Las Memorias de los Apóstoles circulaban como pequeños relatos para continuar la predicación de las enseñanzas de Jesus de Nazaret….
Claro que el Espíritu Santo es el que guía la Iglesia a traves del Pueblo de Dios que es esta misma Iglesia…Pero para creer en el Espíritu Santo y su venida, hay que creer primero que Jesus de Nazaret no fue un mero profeta, sino el Mesías prometido, en El que se cumplieron todas las promesas y las profecías del A.T…y que es el Dios encarnado, el Unigénito, el verdadero Hijo de Dios, confesado por El mismo delante de Caifás y el pleno del Sanedrín….
Un abrazo….y enhorabuena por tus artículos en ATRIO Santiago Hernández
Parece que fuera más adecuado pensar en la necesidad de una exégesis y no por razones semánticas, sino porque la exégesis abre a la lectura crítica en lugar de convertirse en relativa a los condicionantes temporales de cada época.
Prescindiendo de la crítica apologética (Baja inicial o Baja hasta el siglo xvii) si la Historia no engaña, es difícil olvidar que la autoridad pontificia católica xvi era opuesta a la exégesis no oficial católica o privada y sujetaba la autenticidad de la hermenéutica católica a la autoridad de la jerarquía (así se pronunciaron por ejemplo: Pío IV y Clemente VIII para restringirla.
Aunque el dogma de la infalibilidad obviamente muy posterior a los inicios críticos (Orígenes, solo para citar uno, fue realmente precoz), el mismo no impidió la progresión hacia la racionalidad entre la Providentissimus Deus de 1893 (León XIII), la Divino Afflante Spíritu de Pío XII, y la Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II y el Decreto sobre la Dignidad Humana y la libertad religiosa.
Por ejemplo, solo la Pontificia Comisión Bíblica ha publicado siete documentos relativos a la posición de la Iglesia Católica con respecto a las exégesis, heurística y hermenéutica bíblicas. Uno de sus documentos más importantes es la declaración sobre “El Pueblo Judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia Cristiana” (2001). Posteriormente la propia Comisión ha publicado otros dos documentos en la misma línea más bien de apertura: Uno sobre moral cristiana y Biblia en 2008 y otro en 2014 sobre la Verdad y la Biblia.
La Iglesia Católica hace esfuerzos que ejemplifican creciente tolerancia y respeto mutuo hoy día en el multifacético diálogo inter-religioso y ecuménico (oficial, académico y práctico) con respecto al Qu’ran en el contexto de la cooperación hermenéutica y la exégesis que solamente pudieran ser beneficiosos hasta para la paz global.
Así, parece arrogante la afirmación unilateral que dé por supuesta la necesidad de una hermenéutica de cualquiera de los textos sagrados de otras religiones cuando dicha opinión es dada categóricamente desde fuera de ellas. La necesidad de una lectura desde el momento actual es algo que cada persona o grupo religioso, a la hora de establecer su diálogo propio con el texto debe determinar.
Parece extraño hablar de la necesidad (¿?) de una exégesis o de una hermenéutica por ejemplo de la Literatura Sagrada Budista cuando el propio Budismo niega estar constituido en religión. En este sentido las últimas declaraciones del Dalai Lama (e. gr., Cf. Die Welt, versión en línea de 7.09.14 citando una entrevista anteriormente concedida al semanario alemán Welt am Sonntag sobre la cuestión de China y el Tibet) sobre la posibilidad de no reencarnarse en lo sucesivo parecen más que determinantes.
Hombre, Oscar! Tú has sido quien ha convertido la cita de Dussel en “frasecita” pienso que por su connotación crítica.
No traje yo la frasecita, traje la cita como cuando aquí se traen a veces enlaces para inspeccionarlos y sacar provecho de ellos. No me tomo lo que dice Dussel a modo de sentencia posicionándome en contra tuya, no, eso no en absoluto, sino que al reconocer distinto nuestro horizonte de reflexión filosófica y al no disponer ayer de tiempo, como ya dije y por la inesperada interpelación, pensé que en síntesis, la cita de Dussel podría señalar, tal vez, allí donde recae el nudo de nuestra discrepancia. Lo tomé como punto de partida en la discusión y abriéndome a la posibilidad de cambio de enfoque. Ahora bien veía mucho más camino a hacer dialécticamente en tu remite a La Parabola de la Semilla
Sin duda que Ortega se preocupó mucho por establecer diferencias con una interpretación reduccionista de su vitalismo. Con la razón vital en su tercera etapa de madurez supera el vitalismo y manifiesta la necesidad de pensar para el vivir. Sin embargo esto, si bien es debido a que la razón requería sacarla de su pureza kantiana tampoco veo que la situara en su lugar propio porque, a mi modo de ver, no se piensa para vivir sino que es la realidad de la vida la que te empuja a vivir pensando. ¿O no?
Santiago,
caben muchísimos aciertos en tu vehemente exposición de hechos,
aunque hay algunos datos. yo señalo de urgencia dos, que deberías reconsiderar, y una ausencia que es la que dá sentido a “la inspiración de los Evangelios”.
En cuanto a la cronología de los textos.
Jesús murió y resucitó casi si duda en el año 30 de nuestra era. A los cincuenta días ocurrió el advenimiento del Espíritu en Pentecostés con el nacimiento de la Iglesia. (No os dejaré huérfanos) y el evangelio comenzó a ser predicado inmediatamente.
a la predicación oral ( la de los testigos presenciales y de quienes conocieron los hechos, pues había testigos que vieron a Jesús después de resucitado y otros se convirtieron, pero habían sido testigos directos o indirectos de los hechos/dichos de Jesús antes de morir) le siguió una fase de “evangelistas”, quienes hacían uso de la memoria de la aprendido o empezaron a utilizar colecciones de hechos y dichos de Jesús.
Entonces la fecha del 40 para el Evangelio de Marcos es demasiado temprana, teniendo en cuenta, que “a su colección” se le fueron añadiendo elementos nuevos de la catequesis. Marcos no es un autor en sentido moderno ( autor individual responsable del total de la obra) sino el referente usado “por las iglesias”.
Despues de estos dos datos, quiero expresar como ausencia, que si no tienes en cuenta la presencia del Espíritu Santo ( el Espíritu del Resucitado) sólo te apoyas en la “historicidad de lo expresado” como dato único y necesario, cuando es el Espíritu, Soberano en la Iglesia, quien nos incorpora a la misma y nos conduce a la verdad del Evangelio.
La historia nos ilustra, el Espíritu nos vivifica.
Claro que sería conveniente una hermenéutica del Corán como de la doctrina budista, incluyendo los escritura hinduísta, taoísta, shinto etc. Sin embargo, es notable y no por casualidad que ha sido solo el Evangelio de Jesucristo – el que ha despertado mayor interés y el que ha sido sometido a una exhaustiva y complicada crítica mundial desde el siglo I hasta el presente….A pesar de esto, la crítica externa e interna junto con la crítica textual de las 4 versiones no han podido alterar ni mucho menos cambiar ni las palabras, ni el sentido contextual……
Los Evangelios presentan pues una sola FE…la FE en una PERSONA…que es Jesus de Nazaret….FE como la vieron los testigos y los cercanos a los testigos….Y asi afirma Papías, Obispo de Hierapolis, que el Apostol Mateo escribió los “logia” o las Memorias de Jesus en su idioma native el ARAMEO..Ireneo afirma que Mateo escribió un Evangelio para los hebreos en su propia lengua aramea mientras que Pedro y Pablo predicaban el Evangelio en Roma donde fundaron la Iglesia allí. Eusebio afirma que PANTANEUS que era misionero en la India encontró alli una copia del Evangelio de Mateo en arameo en el año 180 d.c. y S. Jerónimo afirma hacia el 392 d.c. dijo que el poseía una copia del evangelio de Mateo en arameo..y que esta version original se conserve en la Biblioteca de Cesarea hasta cerca del siglo V. Despues fue traducido este evangelio al griego, que es la que tenemos actualmente….
Marcos, discipulo de Pedro y Pablo, escribe hacia el 40 d.c., Lucas, medico e investigador de historia sigue y por ultimo Juan, el Apostol junto con sus discípulos en Efeso redacta su Evangelio a petición de los Obispos del Asia Menor…
Por eso, las versiones de los testigos son documentos importantes…donde se presentan acontecimientos presenciados y fichados en la memoria….El KERYGMA de la Iglesia presenta la fisonomía de Jesus a la vista de los que le conocieron profundamente….Por eso la Iglesia primitive asintió a este canon de los Evangelio considerándolos los mas auténticos…los mas veraces…los que se acercaron a la realidad de Cristo…..Por eso, no solamente los testigos “transmitieron” la FE en la sucesión apostólica, predicando la PALABRA sino que nos dieron la hermenéutica de la Escritura que es el credo de los apóstoles…Por eso, la unidad de la Iglesia se encuentra en esta regla de la fe, en la Escritura y en la transmission..
Por supuesto, presentada a nosotros la Buena Nueva y el credo….podemos creer o no….Esta es la fe de la Iglesia Católica….como la del Islam se basa en el Corán…Tanto en el siglo I como en el siglo XXI podemos creer en Jesucristo como Hijo de Dios….o rechazarlo….Asi ha pasado durante todos los siglos….Tenemos esa libertad de escoger….ES nuestra decision personal, tanto entonces como ahora…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
s
Siento resistencia a comentar sobre los comentarios de otra persona cuando estos son más bien personales (llevan nombres y aveces nombres y apellidos), pero el asunto mismo de la discusión es de extraordinaria importancia para mí, personalmente, y por eso expongo lo que más bien sea una pregunta.
¿Puede haber alguna otra interprertación o narración personal o individual que, consciente o inconscientemente, no exprese a la propia persona y su circunstancia incluso cuando se valga de referencias a otras personas y a otras narraciones?
No me parece posible que la lectura de cualquier texto pueda ser sino hecha (y no solo en el momento sino en continuidad si es recibida o integrada al propio pensar de quien la lea o interprete) en y desde la persona específica con la esperanza de que no deje de investigar el progreso sucesivo que le sirva de referencia adecuando lo aprendido a su progresiva experiencia, longitudinalmente, en el tiempo.
De hecho, la circunstancia de cada caul parece una realidad que cada persona no puede tener completa consciencia de ella en todo momento. El volumen de información que supera muchísimo a la experiencia de cada uno impide seriamente generalizar y me parece (aunque pudiera estar errado en ello) que fuera suicida declarar espuria toda otra “circunstancia” aislándose de la comunicación constantemente ocurrente.
Conclusión ¿qué se pudiera afirmar que dogmáticamente excluyera cualquier otra opinión sin pecar de dogmatismo? La solución me parece que sea la humildad intelectual (en mi esfuerzo por practicarla he inspirado antes desconfianza, pero sinceramente creo en ello desde mí y mi circunstancia) de aceptar que el tiempo pasa y que la reflexión colectiva no se detiene aunque los autores mueran y que en la diversidad haya una riqueza que no puede ser superada en la singularidad.
Francisco parece aspirar a motivar dicha diversidad y eso me parece bueno, incluso cuando se remiran enunciados pasados, que en su momento eran, también en la intencionalidad de sus autores, conscientemente o no, expresiones que comunicaban la identidad del autor según o en y desde su circunstancia.
Estimado Josela: Como sus preguntas son abiertas y no están dirigidad a alguien en particular, le ofrezco la siguiente información que pudiera ser de su interés al respecto de la exégesis moderna y el estudio comparativo y cruzado de los textos sagrados y las religiones: Este enlace conduce a un extraordinario sitio de investigación interreligiosa europea no denominacional: http://proyectos.cchs.csic.es/corpi/es/publications
Este otro conduce a un centro en Cambridge (UK) que se ocupa de la cooperación interreligiosa: http://www.interfaith.cam.ac.uk/
Este enlace conduce a un sitio sobre exégesis contemporánea del Qu’ran y su recepción en medios conservadores o no: http://www.minhaj.es/esp/dr-tahir-ul-qadri.html
Con respecto al Evangelio (singular) de Jesús de Nazaret debe considerarse uno solo, el Canon Cristiano-católico redujo a cuatro versiones las autorizadas, pero la eégesis moderna reconoce textos llamados no canónicos o apócrifos que no tienen que ser ni creídos ni rechazados. En efecto la intención original (los cuatro canónicos fueron escritos en sucesión cronológica, aunque no es cadena específicamente, aunque algunos (Mateo y Lucas, sean los menos alejados el uno del otro en la posible fecha de composición) y Pablo, que no escribió en el estilo llamado evangélico en la literatura exegética, para muchos investigadores escribió su propia versión del único Evangelio. Cada versión fue escrita para satisfacer necesidades de la divulgación y la recepción efectivas del “evento” Jesús de Nazaret (Michel de Certeau/Ricoeur) y no debiera haber inconveniente en aceptar que cada cristiano pudiera poner por escrito su visión de dicho Evangelio como le haya llegado.
Algunas reglas de respeto hermenéutico o epistemológico fueran aconsejables, pero en principio cada uno tiene que vivir el Evangelio que sinceramente y después de cumplir su “due dilligence” (no conozco traducción para esta noción jurídica o legal) le parezca poder interpretar.
A la pregunta específica de cuál de los 4 evangelios desastacará o no, posiblemente una respuesta pudiera ser que los cuatro y los apócrifos más la interpretación personal de buena fe y respetuosa, en tensión con la vivencia práctica de cada momento.
Seguramente mi propuesta sea incompleta y desde luego mejorable, pero la pregunta en sí, dicho sea con respeto, debiera partir de la aceptación de que Jesús mismo haya sido la Buena Noticia y que al no tener acceso inmediato a él y su vida, lo más cercano posible sea la literatura Jesuánica que nos ha llegado y sigue creciendo en todas direcciones.
Hola josela!
Gracias por estar atento.
Pienso que el EVANGELIO que nos salvará es el de HACER LO QUE TENEMOS QUE HACER.
Nada de Jesusitos, ni mahomitas ni teresitas ni peroncitos, ni nada ni nadie.
Todos ellos, en su medida histórica que me llega dada en la herencia.
Pero LA BUENA NUEVA (EVANGELIO) es atender yo la circunstancia (mundo) en hago MI VIDA. Cada cual la suya.
……………….
Pero estas cositas se les escapan a los “teólogos” cuyo “oficio” es “hablar de dios”.
Hay “teólogos” que como “seres humanos” no han crecido mucho ¿no te parece?
¡Voy todavía! – Oscar.
Hola M.L!
Te leo la cita:
-“El vitalismo de Ortega no es suficiente, y es tan dualista, o casi,”
Ortega explico varias veces que su pensamiento no era “vitalista” (ni “racionalista”) sino de “razón” vital.
La “VIDA” tiene sus “RAZONES”, las de ELLA, que son LAS MÍAS, LAS DE CADA CUAL. RADICALES porque de ella se nutre y pasa toda OTRA RAZÓN, cualquiera que sea, aun la físico-matemática (que si logró el ser humano fabricarla fue porque la NECESITABA, pues se sentía INDIGNO-falseado siguiendo con la cantinela medieval de creer en un Dios todopoderoso.
Aquello fue “bueno” (tal vez “necesario”) para la gente de su tiempo; no para el siglo 16 – 17. Mucho menos para nosotros.
………………..
En cuanto a traer “fracesitas” de Dussel a mí no me dice nada (no por Dussel sino por lo de “fracesita”)
Ortega es para mí) una clara y radical superación del “dualismo”. No me voy a explayar sobre el asunto; pero tal vez sea hora de que los que repiten como si fuera una “fracesita” más lo más conocido de Ortega: “Yo soy yo y mi circunstancia” deberían meditar un poquito acerca de qué sean esos dos “YO” (el primero es MI VIDA y el segundo es un ingrediente abstracto/abstraído de esa realidad radical -misterio trascendente, fondo insobornable, “vocecita que nos llama”, etc.- Junto a ese segundo “yo” está en el mismo rango “la circunstancia” (en singular porque es la de “un” individuo) que también tiene sus pre-tensiones, voz y voto en MI VIDA (la de cada cual).
……………….
Las Ciencias se especifican por su “objeto formal”.
La “VIDA HUMANA” no ha sido considerada hasta ahora como una especificación particular. Dilthey empezó. Siguió Ortega. Y falta construirla, y en eso estamos. Esa es la NUEVA REVELACIÓN que necesitamos: RAZÓN HISTÓRICA, cuyo superlativo es la AUTO-BIOGRAFÍA … esa “Novelita” que nos cuesta la vida logro-realizar ¿no?
¡Voy todavía! – Oscar.
El 22 de Febrero Oscar Varela preguntaba:”Lo de Castillo:”Sólo el Evangelio?… ¿Cuál?”..
Aquí, se me hace, que subyace la pregunta de ¿cual de los 4 evangelio nos sacará del atasco? No creo que se le haya respondido. El rostro humano de Jesús ha sido taponado con mucha cal, empezando por los mismos evangelistas.No digamos de la iglesia, etc. a lo largo de los siglos. Habrá que destaponar.. y no sólo desatascar.. ?Quién destapona?..o¿ basta sólo desatascar?..Gracias a la hermeneútica, etc. hay intentos bellos de sacar a la superficie el rostro humano de Jesús..pero..¿aún?. Y de paso me pregunto:”Cuándo se va a empezar a aplicar la hermeneútica al Corám?” O es que es presuntamente “dictado”, para algunos, nada de “destaponaar”..nada de “desastascar” en el Corám.
Bien, Oscar, gracias pero no exactamente me preguntaba por tu idea de “VIDA HUMANA” pues ya es conocida aquí, al menos para mí, en tus comentarios y en los textos que has ido aportando de Ortega y Gasset que, también, por cierto, incluyo el de hoy.
Lo que me preguntaba es por qué estando de acuerdo contigo en muchos puntos no lo estoy en el que le señalabas al sr. Castillo, como primer supuesto en donde apoyar la teología y la ciencia, la vida humana. Y yo me preguntaba se puede ser supuesto y radical a la vez? Además yo hice mis reflexiones a partir de donde nos remitiste a primera instancia que fue el del enlace de la Parábola de la Semilla, y por tanto pienso que no es de la misma índole aquel texto que el que presentas hoy de Ortega.
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Leo, “la vida humana, no es una cosa física ni una cosa psíquica”, por supuesto que NO, completamente de acuerdo, pero por ser humana y por serlo poseer inteligencia, la vida humana en su radicalidad es el modo de ser de nuestra propia realidad. El puro acontecer de la vida no acontece sino en la realidad en la que ya nos encontramos viviendo. Ese mí al que le pasan cosas es el yo apropiándose de esta realidad que es mía y sobre la cual va siendo. No se empieza por ser “mí” sino por ser “yo”, es una distancia a recorrer en profundidad en aquello que soy Yo, y eres Tú, es decir, en aquello que ya se es.
La vida de una persona puede ser vivida en función de la medida del “yo soy” o en la dimensión del “soy yo” en la cual es en donde de suyo, formalmente, hay estructura. Pero esta estructura ciertamente, como leo en el texto, no la percatamos lo cual explicaría la razón del ámbito construido por donde, tradicionalmente, se han colado las construcciones ideológicas y racionalistas. No obstante el sentido de la estructura no es otro que el de mostrarnos el carácter abierto de la realidad. Estructura no es construcción sino realización.
No tengo mucho tiempo esta mañana, pues me había propuesto un trabajo que ya lo estoy retrasando, sólo para terminar me remitiré a lo que dice E. Dussel en el libro IGNACIO ELLACURIA, intelectual, filósofo y teólogo, en la página 169 “El vitalismo de Ortega no es suficiente, y es tan dualista, o casi, como el de Porfirio Miranda autor al cual, en el libro citado, analiza con anterioridad.
Nuevamente, gracias y un abrazo