Pocas veces he visto y oído a Francisco tan apenado, tan serio, tan realista.
Es como si el encuentro con los movimientos populares vivido de hace unos días, en la sala antigua del Sínodo (un sótano de los palacios), le estuviera trabajando por dentro para abrir más los ojos a la realidad de la devastación del mundo que está provocando el actual sistema capitalista financiarizado globalmente. Como fue trabajado por dentro también el arzobispo Oscar Romero por los testimonio que recibía de cómo la dictadura salvadoreña asesinaba a campesinos y algún cura.
Si había un día y unas lecturas aptas para enfocar la homilía escapándose a la otra vida o comentar las bienaventuranzas como simple buenismo individualista, era hoy. ¡Cuántas homilías así lo habrán hecho!
Además, Francisco acababa de ver las fotos del cementerio y del barrio de Campo Verano, bombardeados el 19 de julio de 1943, cuando Pío XII salió del Vaticano para unirse al dolor de las víctimas. Podía haber aprovechado la ocasión para demostrar cómo la Iglesia siempre había estado con los que sufren. Pero, tras comentar que había visto las fotos que lo recuerdan en la sacristía, dijo: “Esto fue muy grave, doloroso. Pero esto no es nada en comparación con lo que sucede hoy”.
Y se ha puesto a hablar de la gran devastación que está sucediendo hoy. Está implantado un sistema de devastación y de descarte de las personas. Resume así Vatican insider este pasaje de la homilía del papa:
«Viven en tiendas, están en el desierto, sienten frío, sin medicinas, están hambRientos porque el dios-hombre se ha adueñado de la Creación y de todo lo hermoso hecho para nosotros. Pero, ¿quién paga la fiesta? Ellos, los pequeños, los pobres, los que de personas han pasado a ser deshechos, y esta no es historia antigua, sucede hoy». Francisco continuó indicando que muchos dicen: «“Pero, padre, eso es del pasado”», y añadió: «Sucede hoy, también aquí, en todos lados […] Y diré más, parece que esta gente desechada, estos niños hambrientos, enfermos, parece que no cuentan, que son de otra especie, que no son humanos». Pero, se pregunta el Papa, «¿qué hace esta multitud frente a Dios? Pide, por favor, salvación; por favor, paz; por favor, pan; por favor, trabajo; por favor, hijos y abuelos; por favor, jóvenes con la dignidad de poder trabajar».
Invito a todos a leer este u otros resúmenes de esta impresionante homilía.
Pero, si disponéis de 14 minutos, os invito con toda el alma a ver y oír al mismo Francisco, en italiano, pero asistidos por una muy buena traductora latinoamericana. La edita y reproduce nada menos que Radio Vaticana. ¡Vale la pena!
Agraadezco a todos los que participado en este tema…creo que vuestra erudicción se ha mostrado con mas claridad cuando se ha querido llegar a cierto nivel de profundidad..
No cabe duda que la filosofía seguirá siéndolo mientras haya vida racional en el mundo…pues es la base por la que podemos pensar…Hay que pensar, aunque alguien pueda negarlo que existe la “filosofía de las ciencias experimentales” tambien….y que sería imposible todo trabajo serio si no existe un análisis de los “por qués”, de las motivaciones y de las causas últimas de todo saber que nos concierne….Y eso es precisamente la tarea de la “la ciencia pensante” filosófica….
Por otro lado, todo conocimiento posee relación..La ciencia como conocimiento en general no es exclusiva…sino puede incluir muchas otras disciplinas…..ya que ES una es la verdad primaria….Por tanto, es imposible que la ciencia experimental no se relacione con los problemas existenciales filosóficos y teológicos que manejamos a diario ..Nuestra realidad no esta dividida en compartimientos que podemos separar a nuestro antojo…excepto uando lo hacemos por motivos de aprendizaje didáctico y organizado…
POR ESO, Isidoro, en el link que apuntaste,el professor Juan Pedro Nunez señala que la conciencia y la libertad van mas allá del determinismo físico. El studio de la ciencia sugiere una Resistencia a la reducción de lo que es verdaderamente humano…puesto que la consciencia no equivale exactamente a la mera “actividad” neurológica y neuroquímica del cerebro humano. Existe una interación entre consciencia y la anatomía y fisiología cerebral y un substrato biológico instrumental,pero la verdadera causa de la consciencia(o de la conciencia)trasciende lo físico,y la ciencia no puede llegar mas allá cuando se enfrenta a operaciones inmateriales que provienen de nuestra propia naturaleza humana.
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Amiga M. Luisa: No se me escapó que la pregunta de Oscar podía ir por ahí. Y por eso agradecí especialmente el quite de Dracir. Porque ya se que Oscar es un maestro de la ironía, que según dice Marina “es la manera de expresar una cosa diciendo lo contrario de lo que aparentemente se dice”. (Yo sigo con mis citas).
Pero dudé un poco, porque me parecía tan absurdo ese planteamiento, que aún me parece indigno de su innegable nivel intelectual. Porque aquí no se estaba hablando de la antigüedad de los autores, sino de los temas. La filosofía es tan vieja como Grecia, pero la neurología es una ciencia novísima que hace treinta años ni existía. Hay temas que son de extrema actualidad y en ellos la antigüedad de las opiniones es clave para valorarlas.
Otro tema es que no se consideren los avances de la neurología como elementos importantes para establecer nuestro esquema sobre la mente y su funcionamiento. Yo creo que es un grave error, pero cada uno puede tener sus opiniones personales.
Pero aparte de todo esto, M. Luisa, estoy un poco asombrado de lo serio que te has tomado el tema. Yo lo único que he hecho es reconocerte que no estoy capacitado para entender el lenguaje filosófico muy especializado, lo que me imagino que les pasará al 95 % de los lectores. Y te he confesado humildemente mis carencias culturales. ¿Cómo voy a despreciar a Zubiri?
Ahora bien. Yo como soy un mero aficionado, una de mis fuentes principales en psicología y funcionamiento de la mente es José Antonio Marina, y no veo que lo cite mucho, y mira que Marina cita a cientos de autores, sobre todo extranjeros. Yo particularmente, no se nada más.
Pero a mí la filosofía auténtica, (no la especulativa académica) me gusta mucho, pues al fin y al cabo es la búsqueda del conocimiento. Y Platón caracterizaba al filósofo como synoptikós (el que tiene la visión de conjunto). Y eso es mi objetivo de curiosidad intelectual. (No tengo ningún reparo en reconocerte que no llega al nivel de vida intelectual).
Paz y buen humor. Un abrazo sincero de verdad, y perdóname, que a veces me paso.
Creo que Oscar, con su pregunta, no se refería tanto a querer saber la fecha de la cita de Weil como llamar la atención por la diferencia de criterio que utiliza Isidoro a la hora de atribuirle antigüedad a un autor y no a otro, siendo ambos coetáneos. Cuestión de preferencias ¿no?
Ahora bien, déjame que te diga una cosa, amigo, no es lo mismo tener curiosidad intelectual que tener vida intelectual. En lo primero no se requiere experiencia alguna, la curiosidad puede colmarse a base de consultar a la enciclopedia o hasta incluso, como tú bien dices, cuando uno al coincidir mentalmente con cualquier contenido utiliza el método tan de moda hoy como es el cortar y pegar. Por el contrario, tener vida intelectual exige experiencia.
Por eso, el escrito que te envié no trata de meras teorías ni tampoco de especulaciones sino de hechos que tú mismo, por poseer inteligencia, puedes experimentar. Lo que allí se describe si puede considerarse como una verdadera revolución en el terreno del conocimiento humano sobre el cual, como no me canso de repetir, se fundamentan muchos de los estudio que hoy se llevan a cabo sobre las ciencias neurofilosóficas y neurológicas.
saludos
A propósito de la afición de M. Luisa por la filosofía, y porque tiene relación con Simone Weil, en tono jocoso-dominguero, adjunto anécdota curiosa:
El famoso matemático francés André Weil, nacido en 1906, (hermano de Simon Weil), uno de los creadores del famoso “Bourbaki”, abandonó la filosofía y optó por las matemáticas, tras haber recibido una elevada calificación en un examen de filosofía, a pesar de no haberse leído ninguno de los textos necesarios. “Me pareció que una materia en la que uno podía defenderse tan bien, sin apenas saber de que hablaba, mal podía merecer respeto“, dijo en su autobiografía”.
Gracias Dracir, por salir al quite. Yo me imaginaba que sería de esa época, o algo más tarde, dado que murió durante la Guerra Mundial.
Yo, como le explicaba ayer a M. Luisa, casi siempre cojo citas de citas, fiando siempre en que serán buenas. Y si no lo fueran, es lo mismo, pues yo no pongo nada por la autoridad del autor, sino por la calidad del mensaje, (en mi poco humilde opinión). Como decía el Fray Gerundio de Campazas, del Padre Isla:
“Para nada es necesario el estudio de los grandes autores o Santos Padres. Cuando quieras apoyar algún concepto o pensamientillo tuyo, con una autoridad, pon en boca de San Agustín, de San Juan Crisóstomo, de San Ambrosio, o de San Basilio lo que te pareciere. Lo primero porque ninguno ha de ir a cotejar la cita; y lo segundo, porque aunque a esos Santos Padres no los hubiese pasado por el pensamiento decir lo que tú dices, bien pudo pasarles.
Respecto a los autores, no hagas caso de ellos, y expón tú la Escritura como te diera la gana, o como te viniera más a cuento; porque tanta autoridad tienes tú como ellos para interpretarla. Cada cual tiene sus dos deditos de frente, como el Señor le ha deparado. Y porque me hago cargo que para parecer hombre leído y escriturado es menester citar a muchos autores, no te quito que los cites cuando te diera la gana, antes te aconsejo que los cites a puñados.
Pero para citarlos no es necesario leerlos, y haz con ellos lo que te dije que hicieses con los Santos Padres: prohíjales lo que quisieres. Un solo autor te aconsejo que tengas siempre a mano; éste es el Silveira porque es cosa admirable para un apuro, y si se te antojare probar que la noche es día, y que lo blanco es negro, harto será que no encuentres en él con qué apoyarlo”.
Yo no llego a tanto, pero casi. A veces abuso un poquito y las adapto algo, cuando creo que no se entiende bien, ya por problemas o de traducción o de antigüedad del lenguaje, o simplemente de mala redacción del autor. (Los pensadores ya hacen bastante con pensar bien, y no todos escriben bien, y los divulgadores a veces tienen que hacer una corrección de estilo para que llegue bien la idea). (El peor trato a los maestros es respetarlos excesivamente. Ese es el sentido del “Si encuentras al Buda, mátalo”).
(En este caso, el paréntesis de la cita de Weil, era mío. Normalmente lo indico, no poniéndolo en negrita, solo que ayer se me encasquilló la negrita y salió todo en negrita).
Todo traduttore es un poco traditore, y yo me considero un poco divulgador de la cultura, y eso tiene un componente de traducir la sabiduría de los sabios acercándola a los no especialistas. Esto es lo que hay.
Espero que me perdonéis la intromission pero la cita de Weil es de “Perspectives. Allons-nous vers la révolution prolétarienne? Aagosto, 1933.
Amigo Isidoro, ya iba a cerrar, pues mañana aquí en Cataluña nos espera un día muy intenso, sólo decirte una cosita, nada que ver el enlace que te envío (grandioso) con eso del sistema bio-mecánico de computación
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=0CDkQFjAD&url=http%3A%2F%2Fwww.zubiri.net%2Fnih.html&ei=94JeVNXdNYexaZb9gfgI&usg=AFQjCNEQW7tDWeex1McTXMyAtI7kjoLqcg&bvm=bv.79189006,d.d2s&cad=rja
deléitate leyéndolo!
Buenas noches!
Hola Isidoro!
¿De qué año es la cita de Weil?
Gracias – Oscar.
Amiga M. Luisa: Si tus referencias para utilizar un modelo de la mente humana es Zubiri, que murió en 1983, (hace mas de treinta años), creo que te estás perdiendo la explosión reciente de la neurología, (que está sólo en sus inicios), y que promete una revolución antropológica en toda línea.
Te mando el enlace de un artículo reciente de Juan Pedro Núñez Partido, de la Universidad de Comillas, http://www.tendencias21.net/Mas-que-monos-y-maquinas-la-mente-humana-se-resiste-a-la-reduccion_a38363.html, que es muy clarificador de por donde van los tiros hoy día.
Lo que sí tengo yo particularmente claro, es que en estos temas, el tiempo de los filósofos clásicos, ha terminado, y quienes tienen la voz cantante son los científicos. Decías en un comentario, que quizás valoraba demasiado a la ciencia, pero es que (aún dentro de cierto nivel de inevitable subjetivismo personal), nos proporciona el mayor nivel de objetividad que podemos alcanzar en la búsqueda del conocimiento de la realidad.
Pero no debemos tener miedo a la ciencia, no excluye una visión espiritual y religiosa del mundo, solo va contra las visiones antiguas y atrasadas del hombre y del mundo, (y añadiría que incluso de “Dios”).
En estos próximos cincuenta años, la religión va a sufrir un cambio revolucionario. Y el cristianismo es la que (a mi modesto entender), tiene los elementos cognitivos mas adecuados a la evolución del futuro.
La prospectiva del futuro no es una especulación académica, ajena a la praxis correcta.Por ello acabo con una cita de Simone Weil, sobre lo importante que es “comprender”:
“Nada en el mundo puede impedirnos ser lúcidos. No hay ninguna contradicción entre esta tarea de esclarecimiento teórico y las tareas que plantean la lucha eficaz; por el contrario, hay correlación, puesto que no se puede actuar sin saber lo que se quiere y qué obstáculos hay que vencer.
No obstante, siendo de todas maneras limitado el tiempo del que disponemos, se está obligado a repartirlo entre la reflexión y la acción, o para hablar con mayor modestia, la preparación para la acción.
Este reparto no puede ser determinado por ninguna regla, sino solamente por el temperamento, el carácter, las dotes naturales de cada uno, las conjeturas que cada uno se forma respecto al futuro, el azar de las circunstancias.
(Es muy probable que fracasemos, pero) en cualquier caso, la mayor desdicha para nosotros sería morir incapaces a la vez de triunfar y de comprender”.
Ahora, con más tiempo, Isidoro tengo algunas cosas que decirte. Mira, tan sólo por lo que dijiste sobre la impresión que tenías de mí de la cual se notaba que yo no habría nunca tenido perro alguno, me di cuenta, en efecto, de que no entendiste gran cosa sobre el contenido de mi comentario de ayer. Sí que tuve perro cuando las condiciones me eran propicias, Dumbo se llamaba y junto a aquel recuerdo y cosas de sus perros que me cuentan mis amigos me complace ver que, con respecto a los estudios filosóficos y antropológicos a los que de forma autodidacta he dedicado bastantes años, compruebo que en muchos aspectos de ellos coincide teoría y práctica.
Cuantas veces oigo decir a quien tiene perro que se sienten mejor acompañados con ellos que a veces con ciertas persona, ¡Claro los perros no juzgan! Te aceptan como eres. Si las personas no juzgásemos cumpliríamos nuestra la función de hermanos.
Se me impone de entrada, ya que eres de los nuevos, que quizás no sepas que mi filósofo de cabecera es X. Zubiri, su filosofía está impregnada por los últimos descubrimientos científicos del pasado siglo, por lo que, con respecto al conocimiento humano y sobre el estudio neurológico del mismo, su terminología es muy adecuara para llevarlo a cabo en la actualidad. Lo que ocurre es que procuro apenas nombrarlo porque aquí no ha caído demasiado bien. Aunque, ciertamente, se da una curiosa paradoja pues muchos artículos de los que se debaten están sustentados de base por su pensamiento.
Pues bien, dicho esto, lo que introduce Zubiri en el estudio del conocimiento humano son elementos comunes propios tanto concernientes al hombre como al animal. Ya ves, amigo, el abismo interpuesto entre estos dos seres vivientes tras la formulación del pasado filosófico, según la cual el hombre es animal racional estableciendo así una ruptura filogenética de grandes consecuencias, lo que se impone ahora en esta recuperación es tan sólo una superación de tipo estructural, ciertamente nada fácil de explicar y un tanto dificil de conprender.
El elemento básico en la cuestión del conocimiento humano ha sido, desde siempre, el de la percepción, es decir, el hecho de percibir algo. Se ha comenzado por percibir. Sin embargo en la percepción como en el concepto, que le sigue en capacidad, ya hay allí en la percepción un mínimo de intención cognitiva, por tanto de lo que se trataría para no perder grados o espacios de realidad sería lograr ir a un nivel anterior del de la percepción con lo cual ahí ya nos topamos materialmente con la mera sensibilidad. Y ahí es donde quería llegar, pues a ella me referí ayer.
Y en este sentido, ya no es la percepción el elemento básico que introduce a los humanos al conocimiento, sino otro previo a ella que es el de “aprehensión sensible” la cual, dicha aprehensión establece dos modos: el de “estimulidad” (animal) y el de “realidad” (humana) por esto ayer en formato simplificado distinguí entre la afección y el afecto. Bien, esto nos llevaría muy lejos y ahora no puedo extenderme más, solamente he pretendido brindarte un poco de material por si quieres reflexionar.
Gracias amigo Isidoro, te comprendo perfectamente aunque es bien notorio que nuestras inquietudes intelectuales van por caminos distintos, pero esto es algo que nos pasa a tod@s, ya se sabe! es según a cada cual le va la vida.
Un fuerte abrazo
Me alegra que compartamos algo, Antonio V. Un abrazo cordial y agradecido.
“No queremos combatir batallas de retaguardia, de defensa, sino estar en medio de la gente”, con la certeza de la fe en que Dios siempre hace que su Reino germine y crezca.
”Esto no es fácil, no es obvio -observó- requiere la conversión; requiere, sobre todo, la oración y la adoración; y requiere compartir con el pueblo santo de Dios que vive en las periferias de la historia. Descentrarse. Todo carisma para vivir y ser fructífero esté llamado a descentrarse, para que en el centro esté sólo Jesucristo.
“No hay que guardar el carisma como una botella de agua destilada, hay que hacerlo fructificar con coraje, confrontándolo con la realidad actual, con las culturas, con la historia, como nos enseñan los grandes misioneros de nuestros institutos” (Cf. VISnews141107).
Esto ha dicho Francisco a los Superiores Mayores esta mañana. Le admiro profundamente que no quiera distraerse con la politiquería de la retaguardia y que no se preocupe demasiado por su propia vulnerabilidad a la actividad desleal de los infieles de casa. Por otra parte lo lamento porque si Francisco confronta las tentaciones similares a aquellas de Jesús en el desierto que los evangelios narran, los tentadores de la retaguardia imitan al role que los evangelios atribuyen al desafortunado demonio.
Obviamente estos son momentos difíciles y Francisco ha escogido el lado de los pobres y rechazados, aunque nunca ha rechazado a nadie. Todavía “paso mucho rato a solas en trato de amistad con quien sé que me ama” y deseo que sostenga a Francisco en estos momentos de dificultad interna en el nido de víboras en el que vive sus días.
M. Luisa: Tenía pendiente de contestarte a tu comentario del 6 a las 13.31, y no lo hice directamente, porque he de confesarte un secreto del que me siento un poco avergonzado, y que espero y deseo sepas perdonarme: casi no entiendo lo que me dices. Presiento que hay mucha sabiduría detrás de esas palabras, pero no consigo captar su significado.
Esto tiene una explicación personal de la que quiero hacerte partícipe. Yo ya he dicho en otras ocasiones no soy especialista en nada, y por ello haciendo de la necesidad, virtud, decidí que me iba a especializar en visión general. En lo que se puede denominar optimistamente en un “tuttólogo”, o más realistamente en un “nadólogo”.
Hay quien piensa que hoy día se precisan estas visiones interdisciplinares, más sintéticas, que analizadoras, pues cada uno estamos tan compartimentados en nuestros nichos de saber, que nos cuesta formarnos una visión global, completa u holística (como se dice ahora). Pero eso exige un conocimiento enciclopédico de todo, que muy poquitos tienen, (quizás nadie). Por eso nos conformamos con saber un poquito de cada cosa, e intentar constantemente buscar relaciones de todo, para así realizar una aproximación a una realidad muy compleja, con múltiples causas y efectos de todo, y repleta de problemas “endemoniados”, que ya sabes que son esos problemas que empeoran cuando vas a solucionarlos.
Yo por eso tengo una cultura muy amplia, pero muy superficial. Soy hombre de citas, de frases entresacadas de aquí y de allí. Soy como un trapero buscando cosas aprovechables, y tengo escritos ya varios libros muy gordos, (no publicados, aunque puedes leer cosas mías buscando en Google, la revista “Quitapesares”), hechos a base de citas de los demás. Yo lo que tengo que poner, (lo que no siempre se consigue), es la constancia en la búsqueda, el buen criterio en la elección, y el discernimiento necesario para unirlos en el tapiz global en el sitio oportuno. Soy un fan del cortar y pegar, que no es tan fácil como parece, pues hay que saber qué cortar y donde pegar.
Pero no domino el lenguaje filosófico, y ahí, me pierdo. Es verdad que decía Einstein, (como ves la cabra tira al monte), que no entiendes una cosa hasta que no se la sabes explicar a tu abuela. Pero también es verdad que la explicación de las cosas no se puede simplificar, sin con ello, perder una parte de su significado. Ese es el concepto de símbolo, que rige en el lenguaje, y especialmente en el religioso.
Un símbolo, siempre es la expresión parcial e imperfecta del significado de algo, y sin duda, cuando se quiere expresar algo perfectamente, eso exige cierta complejidad. (No tengo ni idea, pero no creo que se pueda poner la fórmula de la bomba atómica en media cuartilla).
Pero el que sabe bastante de un tema, está en las mejores condiciones para también adaptarlo convenientemente a los oídos de oyentes menos preparados, porque conoce los elementos esenciales del asunto, y por ello puede hacer un proceso de “reducción” de la complejidad lingüística, con la menor pérdida posible de significado. (Aunque no se pueden hacer milagros).
Una vez dicho lo anterior, sobre los temas en cuestión, te diré, que yo, (muy posiblemente de forma errónea), pienso que los sentimientos neurológicamente, son una conexión neurológica con fuentes neuroquímicas de placer o displacer. Dices que los animales no tienen sentimientos, y yo creo que sí, (por otro comentario que me hiciste, me da la impresión de que tienes un grave déficit cognitivo: no has tenido nunca un perro – es broma, pero tiene mucho sentido).
Hay elementos cognitivos, que pueden venir por vía sensible, (sentidos), o por vía intelectual, que nos causan una emoción agradable: amor, ternura, abnegación, etc. Y otros nos causan emociones desagradables: asco, odio, rechazo, repulsión, etc. (José Antonio Marina, expone el catálogo completo de emociones y sentimientos, que no tengo tiempo de consultar). Y esas emociones, (esas recompensas neuroquímicas), están ancladas a cada significado almacenado en la mente, unas por causas genéticas, otras por conexiones que se han fortalecido por vía educacional, y otras también (y muy importantes), como mecanismo defensivo de la mente ante situaciones estresantes, porque atacan a nuestra necesaria autoestima, o ponen de manifiesto contradicciones internas muy profundas, que desestabilizan nuestro equilibrio mental.
Los sentimientos son el pan nuestro de cada día en nuestras vidas. Pero interfieren en el análisis de la realidad. Si la vendedora/or es guapa/o, compramos más fácilmente el producto. Así somos. Pero debemos ser conscientes de ello.
(Ya creo que me he alargado bastante por ahora). Un cariñoso saludo, y perdona si algo no te ha parecido bien, no ha sido mi intención.
Gracias, Dracir, por esto que también yo comparto: ” pero incapaz de creer al Dios de los curas de su época.” si no me olvido de aquello de Jesús; “COMO el Padre me envió, ASÍ os envio yo a vosotros” y “-CONMIGO hacéis, o no, LO QUE con UN* cualquiera de mis mas PEQUEÑ*S HERMAN*S-“
Porque , en habiendo incoherencia clara teórica y práctica con lo que se desprende de lo que nos mueve a acepotar de Dios por fe cristiana, porque desde nuestra capacidad racional tropezamos con la línea roja de: “Ni ojo vió, ni oído oyó nada sobre la REALIDAD DIVINA, lo que se toma o considera como Dios, no pasa de un triste y pelele ídolo.
¿No estará tendiendo a explicar el comportamiento de mucha gente respecto a lo religioso y, en especial a lo eclesial, de indiferencia, indignación y aún enojo y violento rechazo?
¿Algo de esto no se deduce claramente de aquello que se le atribuye a Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra, pero , si ni preserva ni condimenta para lo único que sirve es para esparcirla por la calle y que la pisoteen las gentes”.
¿O que le sucede a la luz , si la esconden los celemines?
Disculpas, ya se ve que me quedó fuera de la selección parte del párrafo primero de mi comentario anterior, pero creo que se entiende y ahora mismo no me puedo entretener….gracias
Ahora sí que ya no te entiendo, Isidoro, dices que necesitamos basar nuestros análisis de la realidad en una base firme, en cimientos sólidos, lejos de la subjetividad personal de las emociones y sentimientos. Los sentimientos, dices son buenos para la novia, para los hijos, o hasta para con los pobres, pero no valen para el análisis de la realidad. Cómo despreciando, aspectos y dimensiones
Cofundes sentimientos con sensibilidad y sin discernir ambos momentos te llevas por delante aquello que es justo el dato primario para la intelección. La sensibilidad todavía sigue siendo a estas alturas un problema para la inteligencia, pero hagámonos esta pregunta, si los datos sensibles no poseyeran el momento de realidad ¿De dónde se lo iba a sacar la inteligencia? Tendríamos con la inteligencia “ideas” pero jamás realidad. Incluso, la ciencia que la colocas siempre a un nivel aparte, arranca su investigación a partir del dato sensible que el objeto de estudio le aporta.
Lo que ocurre es que, tradicionalmente, se ha sustituido el carácter de alteridad al que le es propio a la sensibilidad y se ha puesto el acento al exterior en forma de dualismo. El mundo sensible y el mundo inteligible, lo cual ha consistido erróneamente en separar la inteligencia (nous) y el sentir (aisthesis). A la dualidad la sustituye la alteridad previa orientada hacia la unidad.
Con los animales compartimos la sensibilidad pero los sentimientos son exclusivos de los seres humanos. Entonces, es en la sensibilidad donde hay que poner la atención Los animales sienten hambre pero nunca se sienten hambrientos. Se trata de una sensibilidad meramente sensitiva. Sentir “afecto” es más que sentir “afección”. En esto consiste la diferencia, en el afecto va envuelto el momento de realidad mientras que en la afección, ese momento de realidad es mera realidad de estímulo.
Pongamos un ejemplo: dices, los sentimientos son buenos para la novia, para los hijos, o hasta para con los pobres, claro que son buenos! Son buenos porque me imagino que tú consideras a todas estas personas, no como objetos que te afecten sino que sientes afectos por ellos en tanto realidad que son, y tu persona se vuelca en tanto te descubres a ti mismo como realidad. Si los tomaras como objetos, entonces lo que harías sería sensibilizar su realidad a la vez que sensibilizarías tú inteligencia, (es lo que se llama sensiblería) con lo cual al mismo tiempo la pervertirías pues el acto propio de la inteligencia es aprehender (momento sensible) lo real (momento intelectivo)
Por otra parte, las emociones pueden ser subjetivas, en efecto, pero los sentimiento que emanan de la sensibilidad lo son de realidad y por tanto todo dependerá de donde sitúes el horizonte de la misma.
Hombre Antonio Duato 😉 parece que fueran esporádicas o escasas las manifestaciones confesionales en este espacio que se presenta como no confesional, que fueran esporádicas o escasas las manifestaciones apologéticas, y que cada vez que se hace una de esas manifestaciones yo manifestara no sentirme en casa (en vez de ser reacción a un efecto acumulado). Mira por ejemplo, recuerdo que en las “reglas” se decía de no recurrir a la Biblia como argumento de autoridad. ¿Tienes una idea de cuántos comentarios han usado la Biblia como argumento de autoridad en los últimos seis meses?
1) Clarificación de conceptos. Lo que considero como apologética no es toda afirmación confesional ni cualquier tipo de afirmación confesional; sino únicamente las expresiones que defienden la propia fe mediante la descalificación de otras formas de creer o no creer.
2) Con la clarificación anterior, se puede deducir que considero que hay formas de expresar las propia fe personal que no descalifican otras formas de creer o no creer (llamémosles “manifestaciones de fe no apologéticas”), y hay formas de expresar la propia fe que descalifican otras formas de creer o no creer (llamémosles manifestaciones de fe apologéticas). Como un ejemplo de las primeras, están distintas intervenciones de María Pilar, de Honorio, de Asún, tuyas mismas y de muchas personas más que participan en ATRIO.
3) Hasta donde recuerdo, jamás he manifestado incomodidad ante expresiones de fe no apologética. Al contrario, es desde mi valoración positiva de esas experiencias de fe expresadas de forma no apologética que he construido sintonía, complicidades y amistad con varias personas católicas de ATRIO. Así que por favor, no me construyas una imagen de persona anticatólica.
4) No tengo tiempo en este momento, pero espero en no más de una semana poder presentar datos estadísticos analizando por periodos de 3 meses, 6 meses y un año de comentarios:
a) Número total de entradas y comentarios
b) Número y porcentaje de entradas y comentarios que considero confesionales
c) Del inciso b), número y porcentaje de entradas y comentarios que considero manifestaciones de fe no apologéticas
d) Del inciso b), número y porcentaje de entradas y comentarios que considero manifestaciones de fe apologéticas
e) Del inciso c), número y porcentaje de reacciones mías expresando incomodidad ante expresiones de fe no apologéticas (me parece que es cero, pero revisaré autocríticamente por si ha habido alguna)
f) Del inciso d), número y porcentaje de reacciones mías expresando incomodidad ante expresiones de fe apologéticas (recuerdo 3 ó 4, pero revisaré autocríticamente por si ha habido más)
5) Sobre la buena voluntad. Así como no admito que otras personas se expresen como si conocieran mi fuero interno y mis intenciones, de la misma manera evito hablar del fuero interno y las intenciones de las otras personas. Jamás he atribuído mala voluntad a Román. Y como principio, parto de la convicción de que se actúa desde la buena voluntad. Lo cual no cambia el carácter apologético de algunas de sus intervenciones.
Ahora, ¿les reconocemos las misma buena voluntad a quienes critican a Bergoglio y le consideran hereje? Yo sí parto de aplicar la misma vara de medir y concederles en consecuencia el partir como principio de que actúan de buena voluntad, que sinceramente creen que esa es la realidad y que sinceramente creen que hay que corregirle. Y si les reconocemos el principio de creerles actuando de buena voluntad, ¿dirías tú que hay que dejar que expresen su fe en paz, sólo por que sea de buena voluntad?
6) En la misma línea de pensamiento. De acuerdo en que Ramón y cualquier otra persona exprese su fe en paz. ¿Incluye el que descalifique(n) otras experiencias de fe o de no-fe? Insisto en que es muy posible -y muchas personas católicas en ATRIO, diría yo que la mayoría, así lo hacen- expresar la fe personal sin necesidad de descalificar otras experiencias de fe o de no-fe.
Saludos desde esta inabarcable fosa que es hoy México
Aunque un poco tarde, Antonio Duato, quiero darte las gracias por tu artículo sobre la homilía de Francisco y su perfil. Tambien yo he leído el “link” que citas del Dr. Freijo sobre Los Fantasmas de Cristo….Me gustó el resumen final donde Freijo escribe: “que apostar por la fe en Cristo es pretender y esperar sobrepasar desde su raíz todas las alienaciones existenciales e históricas”…porque el deseo del creyente es “radical y originario”. Esto es: “escándalo para los judíos y locura para los gentiles” El creyente cree que puede querer ser escandaloso y loco porque solo “sabe a Cristo y a éste crucificado”…Es por eso que la fe en Cristo tiene un doble aspecto: el histórico y el místico, el objetivo y el subjetivo….Desbaratar los fantasmas es querer llegar a lo original y lo verdadero, a lo primario y primitivo, al Crissto real..
Por eso, muchos intuimos que ese es el propósito de Francisco…al querer mostrarle al mundo “el escándalo de la fe”, lo auténtico y la esencia de ser cristiano, el camino real “de la santa cruz”, el mensaje salvífico y universal en la profesión y el compromiso que implica la verdad, la luminosidad que encierra en si Jesus de Nazaret…
Por eso, en los últimos tiempos las “reconstrucciones” de Jesús se volvieron cada vez mas llenas de constrastes: desde el revolucionario que luchaba para poder derrocar la dictadura romana de Palestina, “hasta el moralista mas benigno que todo lo aprueba”, desde el politico hasta el místico, filántropo y profeta, naturalista y filósofo, líder religioso y esenio comunitario etc…Pero cuando leemos todas estas reconstrucciones vemos la proyección de sus autores que tratan de plasmar sus propios ideales que ponen al descubierto “un ícono” que se había esfumado….Por eso, hemos presenciado en estas lecturas que la figura verdadera de Jesus se había alejado un poco de nosotros….DE ahí esta “alienación” inherente a ésta investigación “personal” de muchos autores y de muchos fieles…
Por eso, la historia de Jesus a través de las fuentes primitivas oral y escrita de sus íntimos, lo que “ellos” nos legaron, hay que leerlos en la perspectiva de la fe, en y con el consenso de la fe..porque entonces se abren “de par en par” para manifestar un camino y una figura coherentes con nuestra fe y con nuestra esperanza…Entonces la figura de Jesus se sitúa en su apropiada perspectiva en el “espacio y en el tiempo”, y en la concordancia y cohesion que nos ofrece nuestra “creencia” cristiana…con la intuición y profundidad milenaria de la fe en Jesucristo…Asi seremos capaces de responder la pregunta de Jesus a sus discípulos: “Y vosotros….¿Quién DECÍS que soy YO? (Mc. 8,29;Mt. 16,15; )
Un saludo cordial de Santiago Hernández
La importancia del nombre de Francisco.
En esta escasa andadura del presente siglo XXI observamos al margen de la Economía y de sus crisis envolventes, el advenimiento de un nuevo escenario de clima político, intelectual y cultural preñado de inquietudes y de incertidumbres, aunque con algunos datos que dan pie para la esperanza.
En los últimos veinte años se afianzó el movimiento cultural con giros a la derecha en la Unión Europea y en España, como había estado sucediendo en los 90 en la América Latina, tras la ofensiva norteamericana; observábamos el desmantelamiento progresivo de las izquierdas tradicionales y la deserción de los círculos académicos e intelectuales. España significó una vuelta hacia posicionamientos del pasado político que creíamos enterrado con la reinstalación en la vida pública de su sistema de creencias. En el ámbito religioso nos sucedió lo mismo. Configurábamos entre todos una cultura amalgamada de conformismo y de búsqueda de la prosperidad individual.
Pero cuando ya más recientemente nos sobrevino la Crisis Financiera, en lugar del sálvese quien pueda, la sociedad civil retornó a los valores solidarios y a la ayuda mutua tanto en círculos familiares como en la cooperación ciudadana, frente a la hostilidad de los actores dominantes en instancias del poder político y económico. La Iglesia con su silencio se alineó de manera institucional a través de la CEE con estos poderes fácticos.
El 15 de mayo de 2.011 la indignación salió a las calles consolidándose en una ola de movimientos ciudadanos y el 13 de marzo de 2.013 fue elegido el actual papa que se impuso el nombre de Francisco tras la renuncia al cargo de su antecesor Benedicto XVI.
Existe entre la sociedad que entró en la crisis de 2.008 y la indignación generalizada una situación de empobrecimiento progresivo; paro laboral, marginalidad, exclusión social, precariedad, recorte de servicios públicos con anulaciones de derechos. Mientras, en la Iglesia, con el nombre de Francisco volvemos al siglo XIII en la historia de la Iglesia, lo cual permite que se promueva en Roma el Encuentro de Movimientos Populares para enfrentarse conjuntamente a problemas como la exclusión social, la marginalidad y la pobreza estructural.
asumir de forma voluntaria la pobreza y la adquisición del compromiso por la liberación de los pobres resulta volver los ojos al pobrecito de Asís, retornar a la tradición de los Padres de la Iglesia de los primeros siglos.
San Pablo reclamaba la igualdad como criterio en la distribución de los bienes( 2ª Corintios 8,13-15)
La mística aperturada por Jesús en línea con la revelación del Antiguo Testamento le hace identificarse con la gente pobre tras haber abrazado él mismo la pobreza como estilo de vida. “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicísteis” (Mateo 25,40) Y así, en la Iglesia, para estar con Cristo hay que estar con el pobre, la pobre, en lucha contra la pobreza. Que la institución en la persona de un Papa con el nombre de Francisco abrace la pobreza será un signo de que retorna al Evangelio, tras el largo paréntesis restaurador después del Concilio.
una Iglesia percibida como Pueblo de Dios, que vive su dimensión comunitaria, entiende que la pobreza exigible por el Evangelio tiene que ser efectiva, para que “la justicia y la verdad de Dios” se hagan muy visibles tanto a nivel de las personas como institucional.
El Papa Francisco viene de las periferias geopolíticas, ha comprendido de la necesidad de la pobreza de la Iglesia para que cumpla en el mundo la misión encomendada por el Señor. Si Jesús fue pobre, su testigo tiene que serlo también, con su vida, con su ejemplo, en el plano institucional. Frente está la curia romana creada tardíamente por el papa Urbano II en el siglo XI, revistiendo de burocracia romana el legado papal.
No se puede disimular el fuerte valor simbólico de lo ocurrido en Roma, y no radica en que el Papa y Evo Morales se hayan entrevistado, o que éste último haya sido un interlocutor cualificado para “expresar el clamor de los pobres”. Lo realmente significativo es que mientras los actores y representantes de los movimientos populares exponían sus asuntos relativos a la política y el derecho, la Iglesia, a su vez, presentaba la ética del Evangelio centrada en la pobreza y hacía de las costumbres heredadas objeto de una necesidad de reforma, sin palabras, en los gestos, al menos.
Trasciende a la Iglesia Católica, y viene bien para toda América, la del Norte y la del Sur, con unos Estados Unidos con su hegemonía cultural, Allí la religión popular tan presente en las clases medias y en los sectores más pobres es conducida por diversos líderes y grupos religiosos introductores de la codicia a través de sus teologías del Bienestar y la búsqueda de la felicidad terrena a través del éxito económico como uno de los bienes mesiánicos, algo que se identifica tanto con el neoliberalismo. Aparece como una ofensiva cultural en multitud de nuevas comunidades religiosas de distintos signos tanto arriba, como por debajo del Río Grande.
Amigo Viciedo: Gracias por dirigirme a tu comentario del 2 de noviembre en ese otro hilo.
Yo rebozo de esperanza pero me las arreglo para vivir en incertidumbre. Mi esperanza es eso, esperanza a lo E. Bloch que releyendo su Principio Esperanza (tomo III) frecuentemente me parece que fuera en realidad cristiano y creyente pero incapaz de creer al Dios de los curas de su época. Leyendo a Bloch, F. Varonne, Sesboüé (“Jésus Christ à l’image des hommes”) y a Blumenthal en “Facing the abusing God”, se reafirma mi esperanza del Dios-Misterio porque la Verdad Absoluta, si existe, no puede ser internamente inválida.
También a lo Moltmann, a lo Metz, a lo Juan de la Cruz que no se detiene en salir en busca del Amado, o de la alegría desbordante de García Lorca… Deseo que “ande jaleo, se acabe el alboroto y empiece el tiroteo…” para acabar de saber si Francisco logrará lo que parece que se ha propuesto.
Me gusta la idea de Francisco de dejarnos sorprender por Dios. ¿No te ocurre lo mismo? Pero yo agradezco lo bueno que me ocurre y lamento lo malo sin permitirme conscientemente caer en el teísmo de que Dios opere la Historia materialmente. El mal sigue siendo un misterio inexplicable, como lo es el “Amor” a que refiere 1 Juan 4, 8.
Desde luego, para darte una nota realista, JP II tenía de “hitman” y de cómplice a Ratzinger. Ahora parece que Benedicto XVI tenga a Gerhard Müller de “hitman”, pero Francisco parece solo, aunque tenga a gente de valor como Kasper y otros pocos en derredor, porque no tiene ningún “hitman” conocido y hasta padece de insomnio porque se ha dicho que sale al pasillo de noche a alcanzarle sillas a los guardias suizos que le guardan la puerta.
Amigo Dracir Abad, en el artículo de Blas: DOS DE NOV. de otro hilo, termino de colgar un comentario que, por no repetirlo aquí, te invito a que le eches una mirada por si nos sirve de mutua reflexión y empuje vital.
Disculpa mi atrevimiento, pero estamos todos, creo, en situación de repostar praxis de esperanza. Un abrazo
Es interesante que el paradigm actual científico o el más frecuentemente utilizado sea probabilístico pero conserve de los anteriores el requisite indispensable de que el investigador que reporta un descubrimiento especifique con al menos tres cifras decimales la probabilidad de error que le pareció razonable a la hora de aceptar como válidos y repetibles su descubrimiento.
La Ciencia es también aproximada y eso me parece bueno para los que deseamos esta especie de enanismo spiritual o empequeñecimiento sincero porque siempre obliga a ambas la creencia y la ciencia a inclinar la testuz ante el Misterio de todo lo que queda por descubrir.
Pobre Francisco, quizás pierda las llaves del Reino y pueda ser feliz regresando a las villas de su Buenos Aires Querido…
Francisco cambio de encyclopedia y recurrió a los pobres, parece que como el mismo Jesús hacía, que se sentaba con ellos a escuchar y charlar, comer, beber y quizás alguna vez bailaría, quién lo puede afirmar o negar, o se reiría a carcajadas. Llorar ya sabemos que los hizo y eso no cuesta aceptarlo. Francisco parece querer aumentar sus Fuentes de información. He ahí el peligro.
No hay que olvidar que el descarado eminentísimo cardinal de Cracovia, cuando ya estaba asegurada la canonización injusta de Juan Pablo II, public su libro “He Vivido con un Santo” y confesó que al infeliz papa Viejo y enfermo le ocultaban lo que ocurría a sus espaldas con lo cual invalid el proceso de comprobar las virtudes heroicas del santo porque ya no se sabra qué hubiera hecho con Marcial Masiel no-Degollado. Sin duda quizás hubiera encubierto todas las torcidas conductas que se le descubrieron y que Ratzinger también encubrió mientras no fue Papa.
Quiero añadir, que no rechazo la vía religiosa sentimental, para aquellos que así lo deseen o estén especialmente vocacionados a ella. Cada uno tiene su camino. Y hay camino para el sentimiento y camino para la reflexión.
A riesgo de ser pesado, repito la frase de Machado: “Cual venta del camino, para los sedientos, agua, para los borrachos, vino”.