20 años ha que aterrizaba en Madrid procedente de Santiago de Compostela Antonio María Rouco Varela para hacerse cargo de la archidiócesis de Madrid tras la jubilación del cardenal Ángel Suquía, a quien había sustituido diez años antes al frente de la archidiócesis de Santiago. Unos años después asumía las riendas de la Conferencia Episcopal Española (CEE) acumulando en su persona todo el poder de la Iglesia católica en nuestro país con el apoyo y la legitimación del Vaticano –que no de la ciudadanía cristiana, cada vez más alejada de su ideología y de su forma de gobernar– bajo los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que le premiaron con cargos muy influyentes en los dicasterios romanos.
Durante cuatro lustros fue configurando un modelo de cristianismo a su imagen y semejanza de espaldas al concilio Vaticano II, a los aires de la modernidad y a la opción por los pobres. Un modelo que extendió a toda la Iglesia católica española con la colaboración del actual arzobispo de Valladolid monseñor Ricardo Blázquez y el recién nombrado arzobispo de Valencia el cardenal Cañizares, y sin voces discrepantes –al menos no audibles- dentro del episcopado. Hablaba y actuaba por todos y nadie le replicaba, se estuviera de acuerdo o no. Era el silencio de los corderos.
Así fue instaurando una Iglesia conforme al paradigma restauracionista de los pontificados reinantes, como sucursal y clon del Vaticano; un cristianismo de cristiandad, de grandes concentraciones en espacios públicos, combativo y beligerante contra la secularización, el socialismo y el laicismo; con conciencia de Iglesia perseguida, cuando gozaba de todos los privilegios espirituales y materiales; con pretensiones de confesionalizar la sociedad y de imponer a esta la moral católica; un cristianismo excluyente, homófobo y misógino; insensible al incremento de la desigualdad por mor de la crisis y en alianza con los sectores política y religiosamente más conservadores. Este modelo de Iglesia ha provocado una gran desafección hacia la Iglesia católica traducida en abandono masivo de la práctica religiosa, el incremento del número de apostasías o el alejamiento de facto.
Cumplida la edad de jubilación y ampliado su mandato tres años más por Benedicto XVI, ha tenido que abandonar primero la presidencia de la CEE y ahora el arzobispado de Madrid, al frente del cual Francisco ha nombrado a monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, a quien sustituye el cardenal Cañizares, antes arzobispo de Toledo y primado de España y durante los últimos seis años Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, nombrado por Benedicto XVI con cuyo proyecto teológico y eclesiástico estaba identificado. Ambos tuvieron importantes responsabilidades en la CEE durante las cuatro presidencias del cardenal Rouco y, por tanto, fueron cómplices del modelo de Iglesia del arzobispo gallego.
¿Qué significan estos nombramientos? De entrada, están hechos desde arriba, sin consulta ni participación de las comunidades cristianas implicadas, de espaldas al principio electivo de las sociedades democráticas modernas: “un ciudadano, una ciudadana, un voto”. Se aleja asimismo de la participación popular en la elección de obispos de los primeros siglos del cristianismo. “Ordénese como obispo a aquel que, siendo irreprochable, haya sido elegido por todo el pueblo”, dice la Tradición Apostólica, del s. III. “No se imponga al pueblo un obispo que el pueblo no desea”, decía Cipriano, obispo de Cartago, del mismo siglo. “Quien debe presidir a todos, debe ser elegido por todos”, afirmaba el papa León Magno en el siglo V.
En segundo lugar, se mantiene la estructura patriarcal y misógina. Francisco sigue la misma práctica de sus predecesores de marginar a las mujeres y de excluirlas del ministerio ordenado, de los espacios sagrados, de las responsabilidades directivas y de los órganos de poder, apelando infundadamente a la voluntad de Cristo. En tercer lugar, tengo mis dudas de que estos nombramientos contribuyan a la necesaria reforma y a la deseada primavera de la Iglesia en la dirección que pretende el propio Francisco, salvo que se produzca una conversión. Osoro es un eclesiástico vinculado los nuevos movimientos eclesiales neoconservadores de orientación espiritualista, razón por la cual fue nombrado obispo primero y arzobispo después por Juan Pablo II.
Siendo arzobispo de Toledo y vicepresidente de la CEE, el cardenal Cañizares destacó por sus montaraces condenas de las reformas legales durante los gobiernos socialistas de Rodríguez Zapatero y por pedir a las madres y los padres católicos y a los colegios de confesionalidad cristiana que presentaran objeción de conciencia contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía, aprobada democráticamente. En sus ataques furibundos fue incluso más allá que Rouco Varela, con quien formó el tandem quizá más conservador del episcopado español.
Pero no seamos escépticos. Siempre es posible la conversión.
Juan José Tamayo es profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica (Fragmenta, Barcelona 2013)
Lo sé ,Ana.
Javier, se han hecho múltiples declaraciones y manifiestos públicos.
Ana los católicos progresistas o evangélicos o como os llaméis debiàis hacer un manifiesto pidiendo que se respete la opinión pública en este tema,sea no católica o católica moderada…
Ciertamente sucio,pero Ana espérate que el Foro de la Familia acaba de decir qué,cómo no se apruebe la ley,pide que no se voté al PP.Y 13tv sacudiendo a Arriola que es el que ha dicho que como se apruebe la ley pierden votos.Aquí se ve que los “cristofascistas” estàn cabreados con el PP…
Es que ante la pérdida de votos, ni importa la ley del aborto, ni importa Rouco ni muchísimo menos importamos las mujeres. Sucio y asqueroso comercio.
Rouco de atrinchera en el palacio y Gallardón,su compañero de ley del aborto,se atrinchera en el gobierno…
Estos monseñores se mudan siempre provisionalmente y terminan viviendo en un piso que se remodelan y viajan. Poco, muy pocos, siguen el ejemplo de Martini y muchos menos comprenden que cuando la muerte se hace visible, lo major sea dejar de hidratarse y alimentarse y simplemente acoger lo desconocido. Rouco posiblemente miente como mintió Ratzinger y, siguiendo la tradición de la jerarquía, sera dotado de sus seguridades más que inmerecidas. A diferencia de Martini no tundra derechos de autor porque, incapaz de pensar, no hubiera podido escribir auténticamente. Además no sera recordado más que por unos pocos y por poco tiempo. Quizá merezca por anticipado el eterno descanso del anonimato y la levedad de las hojas secas, que no es poco tratándose de alguien tan soberbio.
Ana,ja,ja….
Javier, he escuchado que el nuevo arzobispo de Madrid no aa vivir en el palacio, sino en un convento de monjas. Ya sabes las monjas (mujeres) siempre de criadas de los señores y mon-señores. ¿Cuándo piensan aprender a poner una lavadora o a hacer un “güevo” frito?
Ya sabes aquel chiste que dice: en un examen un alumno le pregunta a otro, oye, ¿cómo se escribe huevo, con h o si h? A lo que el otro le contesta, no sé, yo por si acaso he escrito c…s. Pues eso, mientras los monseñores vivan de sus c…s, seguirán necesitando mujeres para que los atiendan solícitamente.
Pido perdón al respetable por el chiste y por la palabra sobreentendida. Espero que se haya captado el mensaje.
Ana no me refiero a Rouco que tiene la cara de cemento.Me refiero al nuevo arzobispo que,aprovechando que a Rouco no lo desahucian ni los GEOS,podría irse a vivir a otro barrio de Madrid..
Javier, una cosa es la imposible conversión y otra los milagros…., y en Rouco creo que ni los milagros podrían con él; es eso, rouco, pedernal puro y de gran dureza que, además, como dice el diccionario, salta chispas al golpear con otra cosa.
Claro que lo de la esperanza en la conversión fue una ironía del autor.
No tengo tiempo de entrar a comentar este hilo pues los días que se publicó yo andaba por ahí. Y ahora ya hay otros en los que estamos centrados.
Deberíamos comentar el atrincheramiento de Rouco en el palacio episcopal….Creo que el nuevo arzobispo debería irse a vivir permanentemente a otro sitio de Madrid…Podría irse a un banco de la Gran Vía,pero eso sería demasiada conversión.Que haga como Francisco y así en Madrid tendríamos un “vicepapa Luna” y otro “vicepapa de,por ejemplo,Ciudad Lineal” o mejor “de Vallecas” porque lo de Ciudad Lineal con el actual pederasta que pulula por el barrio se prestaría a toda clase de chascarrillos anticlericales.Eso :el “vicepapa de Vallecas” y todo el día en La Tuerka con Pablito y Monedero.Con Errejón no que es muy joven y tierno y ya se sabe…
Dracir ya lo sé afortunadamente para los que somos hijos de personas muertas por ELA….
Solo a modo de clarificación anoto que el enlace al final de este párrafo lleva al sitio en la WWW de una organización que divulga información verificable acerca de esta enfermedad ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Quien lo desee puede comprobar que la enfermedad aunque es genética es juzgada hereditaria solo en una porción pqueña de casos.
Así, una persona de la familia que lamentablemente sufra esa enfermedad no significa que dicha familia la transmita hereditariamente. Este es el enlace en castellano: http://www.alsa.org/en-espanol/pruebas-genticas-para-la-ela.html
Sabía y había leído que el ELA tenía un componente hereditario.Veo en la red que no sólo la madre de Rouco murió de este enfermedad,sino que tiene una sobrina,que no sé si murió,afectada por el ELA.Retiro la parida que dije màs abajo sobre Rouco.
Hola!
Solicitar la CONVERSIÓN de alguien
me parece la manera “cristiana” de mandar a ese alguien ¡al carajo!
……………………
No pienso que eso este mal, sino un ejercicio de cultura que se va adquiriendo; y dice mejor del que lo ha aprendido y lo ejerce.
No dudaría que Juanjo haya sido perseguido hasta el forro de las pelotas por esta calaña de gentuza clerical …
… y ya que el compañero Javier P. nombra a la madre de Rouco;
no me extrañaría que hasta la madre de Tamayo haya llegado la persecuta de estos imbéciles a los que ahora se le ofrece “caritativamente” el beneficio de la CONVERSIÓN.
Tamayo coloca el tal ofrecimiento AL FINAL; y eso es muy bueno: ¡sacarse de encima a toda esta gentuza piojosa y opresora! ¿no?
¡Voy todavía! – Oscar.
Acabo de leer en religiøn digital que la madre de Rouco Varela murió de ELA.Dejando a un lado que nunca pensé que pudiera tener algo en común con Rouco-en este caso un acontecimiento terrible-,Rouco podría tirarse el cubo de agua helada en la cabeza con capa y todo.
Dr. Tamayo, dice el Salmo 95, 8-9: “No endurezcáis el corazón como en Meribá, como en el desierto el día de Masá, cuando vuestros padres me retaron, me probaron aun conociendo mi obra”. Esto los se recita en la Liturgia de las Horas cuando corresponde y se recita el Magnificat cada día y porque llevan el corazón endurecido no piensan en sí mismo para juzgar y culpar, sino en los demás.
Estos días leo de nuevo y con más calma las “Meditaciones del Quijote” y en ellas Ortega sostiene que desconfía “del amor de un hombre a su amigo o a su bandera cuando no le ve esforzarse en comprender al enemigo o a la bandera hostil”. Es esa conversión, a la voluntad de creer en la buena fe del enemigo aunque sea tal, contrario, enemigo en la línea de Pablo en 1 Corintios 13: 4-7, y cueste la vida misma la que no ha llegado y no llega.
Francisco fue elegido por quienes fueron cómplices como él, aunque lo fueran bajo dureza o por omisión, de todo lo anterior, como lo fue Ratzinger al punto que probablemente tuvo que ceder al chantaje y renunciar. Ese es el precio de la complicidad. Es bueno haber sido ingenuos y esperar que quizás pudiera convertir la Iglesia, pero no lo creo porque sigue rodeado de quienes lo eligieron. Estos últimos nombramientos lo demuestran. Posiblemente lo mismo sucederá en Barcelona.
Estoy de acuerdo con Tamayo, pero el segundo párrafo está falto de sentido crítico con “la cultura moderna y laica”. En consecuencia, ya me gustaría a mí que la desafección a la Iglesia y el abandono masivo de la práctica religiosa tuviese esa misma causa, ante todo. Tendría solución relativamente fácil. El propio Tamayo ha mostrado la profundidad de la desafección de buena parte de la modernidad por las cuestiones relativas al sentido, o el bien, la verdad y la belleza.
Esto, h.cadarso, “-Siempre es posible la conversión.”- se lo tomé de Tamayo, por lo que me dices . “Tamayo lo es, y le felicito y le agradezco este tema que nos brinda. Ya está bien de dorar la píldora.”
¿Podrías concretarme, para reflexionarlo y enmendarlo, en qué he dorado píldoras? Gracias. y ya pido disculpas, si esto se deduce de mi exposición. Un abrazo.
Tristemente…:
¡¡¡No lo verán mis ojos!!!
Estamos tan lejos de estos deseos que tantas personas llevan en su mente y corazón… Muy lejos.
¡Gracias JJ. Tamallo!
mª pilar
La conversión de Cañizares previo tropezón con la capa porque creo que subirse a un caballo con esa capa lo veo difícil.
“Más claro, no canta un gallo”. Excelente análisis de Juan José Tamayo. De la esperanza de conversión de estos obispos, es esperar contra toda esperanza.
Echaba yo de menos un comentario como este de Tamayo en Atrio.Hoy mismo ha salido en durangon.com uno que he hecho titulado “obispas en Inglaterra”, que creo que viene al caso…
Amigo Vicedo, yo creo que habría que ser más directos y más incisivos que todo eso. Tamayo lo es, y le felicito y le agradezco este tema que nos brinda. Ya está bien de dorar la píldora. Hay que decir al personal que nos estamos quedando vergonzosamente “desfasados”; el mundo avanza a paso normal, nosotros a paso de tortuga y de caracol.
Así debe ser, Juan José, como tu dices:”-Pero no seamos escépticos. Siempre es posible la conversión.”
Sucedió en tiempo de Jesús en aquellos discípulos por Él escogidos, destacando Pedro con sus públicas negaciones y posterior llanto de arrepentimiento por la negación traidora.
Ellos llegaron a tiempo de probar su radical cambio, mereciendo y aceptando la suerte del Maestro, como persecución y condena de `parte de los poderes religioso y político, POR BUSCAR de verdad EL REINO DE DIOS ( La fraternidad práctica universal de sus hij*s) y SU JUSTICIA.
Algo que aún no hay síntomas de que haya sucedido desde hace tiempo en la Iglesia Cristiana, ni parece que vaya a suceder de inmediato, dadas las actitudes de quienes recibieron de Jesús IDÉNTICA MISION a la que a Él le confió el PADRE.
No hay mejor señal para conocer la calidad del árbol que reparar en la de sus frutos y, por ahora, a pesar del claro aviso de Jesús:- COMIGO hacéis, o no, LO QUE, CON UN* CUALQUIERA DE MIS MAS PEQUEÑ*S HERMAN^S, lo que contemplamos son evasiones de compromisos con la Justicia para las víctimas y complicidad y compadreo con quienes las multiplican disfrutando de poderes.
Así las cosas ¿Cómo sorprendernos de que se vaya cumpliendo lo de: “¿-Para qué sirva la sal que ni condimenta, ni preserva de corrupción?”
Aún los lobos (No de la fauna lupina sino los humanos que se recubren con pieles de ovejas), pueden oler a ellas, pero no, comportarse con ellas como pastores, sino como asalariados, siguendo el sentido de la parábola del Buen Pastor.
Si las medias verdades son las mas perniciosas falsedades, en este terreno estructural eclesiástico, el PATERNALISMO PASTORAL es la FALSEDAD PEOR contra aquel aviso de Jesús: “-A NADIE consideréis, ni llaméis padre sobre la Tierra, pues UNO SOLO, EL CELESTIAL, es VUESTRO PADRE.”
Aviso que vale para el VATICANO en Roma, para todas sus sucursales pastorales, a lo ancho y largo del mundo; y también para cualquier estructuración social humana que de tal se precie.