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…Y la verdad os hará libres

  • De nuevo hoy acogemos a Salvador Santos uno de los pilares de este ATRIO.
  • Se pueden recorrer todos los artículos de Salvador en la lista de colaboradores. En 2010 nos enseñó a leer a Marcos,  mostrando como en se presenta el Proyecto Igualdad del Galileo.
  • El año pasado Oscar Varela destiló capítulo a capítulo su extenso libro UN PASO UN MUNDO, que es una lectura a ras de tierra del evangelio de Marcos.
  • Hoy vuelve con una exégesis rigurosa y liberadora de Juan.

1.- Plano desde el que leer esta conocida frase de Juan

La afirmación que da nombre a este artículo ha sido entresacada, como se sabe, de una escena del cuarto evangelio (Jn 8,32), libro escrito unos sesenta años después de andar circulando entre comunidades el manuscrito del pionero Marcos. La distancia entre uno y otro texto se percibe a la primera nada más contemplar sus grandes diferencias.

El relato de Marcos, muy cercano a los hechos, fue planteado como pedagogía de una praxis: la de Jesús El Galileo. Juan, alejado de aquellos acontecimientos, se proyectó como reflexión respecto a dicha praxis.

Mientras Marcos permite cierta aproximación a la actividad y las palabras de Jesús, en Juan, sin embargo, los sucesos, diálogos, sentencias, discursos que llenan sus páginas, aunque atribuidos al Galileo, nacieron de la creatividad del colectivo donde se gestó el documento. Estamos obligados a leer desde ese plano la cabecera de nuestro artículo, una afirmación mil veces repetida con ánimo aleccionador desde infundadas seguridades.

2.- Simplicidad de la frase

De ella destaca su simplicidad. Está construida sobre solo dos elementos:

  • un sustantivo como sujeto: verdad y
  • un verbo activo en futuro: liberará.

A primera vista, la asociación verdad-liberación desconcierta. Sin embargo, una lectura pausada y analítica da cuenta de la estrecha vinculación entre ambos conceptos.

3.- Verdad como Realidad

Verdad (alétheia) alude a realidad. No sugiere doctrina, sino universo concreto, base de operaciones susceptibles de ser comprobadas, evaluadas y sometidas a crítica. El sustantivo aparece con artículo: la verdad. Se apunta, pues, a una realidad singular caracterizada por su carencia de engaño.

El verbo en futuro: liberará o hará libres marca dos direcciones con opuesta orientación:

  • 1ª la que atribuye a tal realidad (la verdad) sobrada energía para propiciar la emancipación de cautivos.
  • 2ª la que deja entrever otra realidad contraria a la anterior; en este caso, despótica y fraudulenta.

La oposición entre ambas realidades no sorprende en Juan. Más bien se ajusta a una de las líneas maestras del esquema reflexivo vertido en este evangelio, la contraposición entre los ejes:

  • a. luz – verdad – vida
  • b. tiniebla – mentira – muerte,

dos coordenadas que, lejos de representar mundos imaginarios, describen realidades sociales concretas.

4.- Destinatarios de una frase subordinada a otras

El pronombre personal plural os/a vosotros incluido en nuestra frase (…y la verdad os hará libres) señala hacia determinados destinatarios. Porque la afirmación no está lanzada al aire, se dirige a un grupo de personas con un distintivo común. Los reconoceremos más adelante al leer la declaración de la que nuestro titular depende.

La conjunción inicial remarcada en negrita y precedida de puntos suspensivos (…Y) sugiere dicha lectura. También indica que no se trata de una afirmación aislada; considerarla de ese modo conlleva la renuncia a bucear en la hondura de su significado. La conjunción tiene aquí carácter ilativo, es decir, introduce una deducción nacida de un razonamiento planteado previamente. Equivale a: entonces, en ese caso. Recogemos el texto inmediatamente anterior:

  • “…conoceréis la verdad y (en ese caso) la verdad os hará libres”.

5.- Conocimiento integral de la verdad

Observamos que se repite el sustantivo (verdad), igualmente articulado (la). Aquí no actúa como sujeto, interviene como objeto de la acción del verbo conocer. La idea inicial adquiere mayor amplitud.

La liberación se consigue a través del conocimiento de la verdad. Ahora bien, según el sentido del verbo griego en Juan (ginósko: conocer), el conocimiento no se limita a un mero ejercicio intelectual, entraña una actividad en la que intervienen todos los sentidos, la persona en su totalidad. Conocer la verdad implica sumergirse en su escenario vital y gozar de una profunda experiencia. La verdad, al igual que la libertad, se conoce cuando se siente en propia carne. La puerta de la libertad se abre desde la vivencia de esa realidad impermeable al engaño.

6.- Los destinatarios y la lealtad

El sujeto de la acción en plural del verbo (conoceréis) lo encontramos en el v. 31. Son los destinatarios del mensaje:

  • “Dijo entonces Jesús a los judíos que le habían dado crédito”.

Se trata de un colectivo de personas incondicionales de una estructura político-religiosa que han apostado por dar crédito a Jesús. La actitud y el discurso del Galileo habían causado efecto en ellos:

  • “Mientras hablaba así muchos le dieron su adhesión” (v.30).

Pero ese movimiento resulta insuficiente. El encandilamiento y el fervor quedan cortos. La auténtica adhesión a la propuesta del Galileo (fe) exige andadura y lealtad. Transcribimos al completo las palabras que él les dirige:

  • “Si os mantenéis en mi proyecto, seréis de verdad mis discípulos; conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (vv.31-32).

Un condicional (si…) afecta a toda la declaración. En ella despunta El Proyecto (lógos). Mantenerse en el proyecto significa haber optado por él negándose a dar un paso atrás. Su realidad social e histórica demanda una praxis leal. Sin lealtad se malogra la andadura. La inmovilidad confirma la deslealtad.

Las tres afirmaciones posteriores:

  • –       Seréis de verdad mis discípulos
  • –       Conoceréis la verdad
  • –       La verdad os hará libres

dependen exclusivamente de que se cumpla esa condición inicial, la lealtad sin fisuras al Proyecto.

7.- Lealtad: compromiso y praxis

Ser discípulo no se reduce a entusiasmarse con el Galileo o sobrecogerse ante su figura. El autor del evangelio distingue bien entre idea y compromiso, entre fascinación y praxis. El texto utiliza un adjetivo (alethés; verdadero) emparentado con el sustantivo verdad (alétheia) para evitar equívocos respecto a la genuina condición de discípulo. Discípulo no es quien reitera serlo y/o se afana por parecerlo, sino quien se mantiene fiel con su vida al proyecto social puesto en marcha por el Galileo.

8.- La cuestión para el Sistema

A medida que van aclarándose los conceptos asoman interrogantes. Destaca uno:

¿Qué es la verdad?

La pregunta recuerda a la de Pilato en su más que improbable conversación con el Galileo. Ahora bien, en ese contexto el término verdad se escribe sin artículo. La traducción literal es: “¿Qué es verdad?” (Jn 18,38). La excelente traducción de Juan Mateos recoge con precisión su sentido: ¿Qué es eso de ‘verdad’?

En contra de su formato, dista de ser una pregunta. Es un desplante preñado de altivez, una manifestación arrogante que no espera respuesta porque niega que la haya. No plantea una duda, lanza una bravata en forma interrogativa. Por eso la suelta saliendo. La lectura del texto lo confirma: Dicho esto, salió de nuevo adonde estaban las autoridades judías”.

La conversación ha sido enmarcada en un entorno significativo: la fortaleza Antonia, residencia del gobernador romano en sus visitas a la capital. Según el historiador Flavio Josefo, un formidable edificio con cuatro enormes torres situado junto a una de las esquinas de la muralla del Templo, un lugar representativo del control del imperio dominante sobre la nación subyugada por él. El texto menciona con intención el emplazamiento:

  • “Entró de nuevo Pilato en la residencia” (v.33).

En este espacio exclusivo del Poder no se habla de religión. El gobernador interroga examinando hechos y realidades en defensa de la posición privilegiada del imperio. Intenta evitar cualquier atisbo de subversión; recela de las arrancadas violentas del nacionalismo. Lleva la iniciativa y va al grano. Dirige las preguntas al Galileo buscando informarse respecto a su actividad y pretensiones políticas:

  1. “¿Tú eres el rey de los judíos?” (Jn 18,33) “¿Tú eres rey?” (v.37)
  2. “¿Qué has hecho?” (v. 35)

9.- El Galileo-Jesús responde desde otro sistema

El Galileo responde, aunque sin desvelar su estrategia. Admite poseer la máxima condición humana (realeza; basileía), una categoría inconcebible para el orden establecido:

  • “La realeza mía no pertenece al orden este (kósmos toúto). Si mi realeza perteneciera al orden este, mis propios guardias habrían luchado para impedir que me entregaran a las autoridades judías” (v. 36).

En el epicentro del poder, el Galileo se declara al margen del sistema. Nada tiene que ver con él. Su mundo es otro. Más que posible, ese otro mundo es una realidad. La sociedad alternativa sale a relucir. La descubre a continuación al responder sobre su actividad:

  • “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio en favor de la verdad (v. 37).

10.- Dos sistemas confrontados

El cuarto evangelio entiende que el quehacer de Jesús se centró en certificar la existencia de otra realidad opuesta a la estructura basada en el poder y la violencia. Las dos realidades quedan a la vista. Son contradictorias. Una se identifica con el régimen que ha promovido y consolidado la injusticia como cultura humana global. Otra, denominada por el cuarto evangelio: la verdad, demuestra con su presencia ser solución definitiva, liberadora de la gran mentira que tiene al mundo maniatado.

Para el evangelio de Juan la verdad es el Proyecto (lógos) del Galileo, una realidad social que permite ser libres. El orden injusto disemina engaño; el engaño envuelve en tiniebla y genera muerte. La propuesta del Galileo da acceso a la vida, máxima aspiración del ser humano, la luz que anhela.

El representante del imperio dominante no observará peligro en el Galileo. Demostraba así su incapacidad para comprender la tarea de aquel hombre. La verdad le suena a nada. Ni siquiera imagina su existencia. No la ve posible. De ahí su desplante: “Qué es eso de verdad” (Jn 18,38).

A pesar de hallarlo inocente, el romano decidió su ejecución. La maldad del sistema quedó en evidencia. La muerte del Galileo demostró la mentira del orden injusto; también, su fracaso. Contra todo pronóstico, alrededor del año cien, el proyecto se mantenía vivo. El grupo que dio origen al cuarto evangelio prosiguió el cometido del Galileo: certificó la verdad que hacía libres. Viene a la memoria la parábola del Fuerte (Mc 3,26). No parecen tan distantes Marcos y Juan.

Tal vez este foco aporte algo de claridad a aquellas palabras del prólogo del cuarto evangelio:

“Él (proyecto: lógos) contenía vida
y la vida era la luz de la humanidad.
Esa luz brilla en la tiniebla
y la tiniebla no la ha apagado” (Jn 1, 4-5).

37 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    Es “notable” la maniplación de la Verdad; en este caso -como suele-el Diario argentino LA NACIÓN al titular su reporte de lo acontecido en el link anterior; lo titula:
    -“El mal momento que Cristina Kirchner le hizo pasar a José Mujica”


    Los Medios y la mala leche ¿no?

  • oscar varela

    Hola!
     
    Cristina Kirchner y Pepe Mujica plantendo la Verdad de algunas cosas de la vida: acceso al Transporte de pasajeros.
    http://ar.noticias.yahoo.com/mal-cristina-kirchner-pasar-jos%C3%A9-mujica-073400057.html
     

  • salvador santos

    Hola Oscar

    Al indicar que son posiciones opuestas, tal vez resulte innecesario agregar el adverbio ‘extremadamente’, escrito con mayúsculas y en negrita.

    De la lección de Ortega, que ese adverbio justifica, sorprende su empleo de una única frase de Jesús:

    “En verdad, en verdad os digo que una sola cosa es necesaria”,

    para extraer de ella rotundas conclusiones respecto a él:

    Jesús es, por lo pronto, un extremo simplificador”.

    También extraña que Ortega no aporte la cita. Quizá la esconda. Porque, además de olvidar su contexto –-esencial para ofrecer una explicación rigurosa-, ¡la ha retocado! El texto no aparece así escrito. Le ha añadido una expresión inicial usada con frecuencia en otros textos:

    “En verdad, en verdad os digo”.

    (La traducción es literal. En nuestra lengua equivale a “Sí, os lo aseguro”).

    Ortega ha añadido esta expresión usando el plural. Con ello otorga carácter universal a la frase de Jesús: “una sola cosa es necesaria”. Él, en cambio, dirige su afirmación a una mujer.

    La cita (con otro significado) se encuentra en Lc 10, 42. Transcribo también el verso anterior:

    “Marta, Marta, andas preocupada e inquieta con tantas cosas: solo una es necesaria. Sí, María ha escogido la parte mejor, y esa no se le quitará”.

    Un abrazo

  • salvador santos

    Hola Honorio
    Leo tu entrada ahora que acaba mi jornada laboral ejerciendo como abuelo.

    No hay nada que perdonar en este diálogo amigable contigo. Al contrario, te agradezco tu pregunta buscando aclaración.

     
    Te mando un abrazo

  • oscar varela

    Hola Salvador!

    Te leo en el último # 10.- Dos sistemas confrontados

    – “…el quehacer de Jesús se centró en certificar
    * la existencia de otra realidad opuesta a
    * la estructura basada en el poder y la violencia.

    Las dos realidades quedan a la vista. Son contradictorias.
    * Una se identifica con la injusticia como cultura humana global.
    * Otra, denominada: la verdad, demuestra con su presencia ser solución definitiva.
    ………………….

    Pareciera tratarse:
    * no solo de POSICIONES-OPUESTAS,
    * sino EXTREMADAMENTE-opuestas.
    …………………

     
    EN TORNO A GALILEO –Ortega y Gasset (OCT5) – Lección IX
    SOBRE EL EXTREMISMO COMO FORMA DE VIDA
     
    Ei ser humano puede llegar a encontrarse en una situación tal que al tener que hacer algo para vivir -ya sabemos que vivir es tener que hacer algo- no se le ocurre ningún quehacer que le parezca satisfactorio, a nada que parezca suficiente le incitan las cosas de su horizonte material y social ni las ideas de su horizonte intelectual. Seguirá haciendo esto o lo otro, pero lo hará como un autómata, sin solidarizarse con sus actos, que considera nulos, inválidos, sin sentido.
     
    Surge entonces un asco indomable al mundo y al vivir, que se presenta con carácter puramente negativo. Y, en efecto, antes de que naciese el cristianismo, y sobre todo, antes de que lo hiciesen los cristianos, muchos hombres se retiraron del mundo a los desiertos, a la soledad.
     
    Esta retirada a un rincón del mundo es un símbolo exacto de la desesperación en su primera etapa. Significa que el humano reduce el mundo y la vida a rincón, a una sola partícula de lo que antes era. Es la simplificación como método para reobrar ante la desesperación y el perdimiento en la excesiva riqueza de la vida -los muchos saberes y ninguno suficiente, los muchos apetitos y placeres posibles, pero ninguno plenario, el demasiado amontonamiento de quehaceres forzosos, pero ninguno con sentido absoluto, satisfactorio.
     
    Lo malo es que el verdaderamente desesperado, aunque no se lo confiese desde luego, ve que el carácter de negatividad se extiende a todo el ámbito de la vida, de suerte que, en rigor, no hay dentro de ésta un sólo punto donde el hombre pueda hacerse firme.
     
    El ser humano en el siglo I antes y después de Jesucristo desespera de la totalidad de su vida pertenece a la clase de “situaciones extremas”, porque en ellas no encuentra ante sí una pluralidad de salidas, sino que está, como suele decirse, entre la espada y la pared.
     
    Sintiendo el carácter negativo, nulo de su existencia intenta primero reaccionar o resolver su situación retirándose a un rincón de ella en la cual pretende hacerse firme. Es una solución falsa. Porque él parte, confesándoselo o no, de una desesperación integral.
     
    Sin embargo, él intenta esta solución, a ver qué pasa, a la desesperada, a la exasperada. la desesperación se presenta primero como exasperación. Niega toda su vida menos un punto, el cual, así aislado, queda exagerado, exacerbado, exasperado. Se pretende que la vida consista sólo en eso, que sólo eso es lo importante y lo demás nulo.
     
    Perdido en la complicación aspira a salvarse en la sencillez. El presenté y su inmediato pasado aparecen como agobiantes por su excesiva vegetación de posibilidades. Se pueden pensar demasiados pensamientos, desear demasiadas cosas, seguir demasiados tipos de vida diferente. La vida es perplejidad y cuantas más posibilidades, más perplejo, más angustiosamente perplejo el ser humano.
     
    No, no: en el pequeño patio de la humilde morada oriental, casi andaluza, óyese elevarse la voz clara de fuente de Jesús, que dice: “En verdad, en verdad os digo que una sola cosa es necesaria”. Jesús es, por lo pronto, un extremo simplificador. San Pablo va a sacar las consecuencias: la ley es un indominable intrincamiento, se pierde el hombre en ella. ¡Fuera la ley! La nueva alianza es la sola cosa necesaria: la fe -basta con la fe.
     
    Las épocas de desesperación abren un amplio margen a todas las íntimas ficciones y al gran histrionismo histórico. Son épocas en que basta con dar un grito, por arbitrario que sea su contenido, para que todo el mundo se entregue. Son épocas de chantage histórico.
     
    En época de crisis, de exasperación, se pueden reducir a ella todos los problemas de la vida colectiva y, en nombre de ella, arrojar de las cátedras a hombres nobilísimos. Cuanto más absurdo y más extremo sea el extremismo, más probabilidades tiene de imponerse pasajeramente.
     
    La situación extrema al consistir en que el hombre no halla solución en la perspectiva normal le hace buscar un escape en lo distante, excéntrico, extremo que antes pareció menos atendido. No importa qué sea esto; su elección es arbitraria. No se le afirma por lo que es, sino mecánicamente porque no es lo consagrado, lo usado.
     
    El extremismo es, por lo pronto, un truco vital de orden inferior. Unos extremizan la idea de justicia social y otros la idea de raza como un tercero o un cuarto podían afianzarse en cualquiera otra cosa con tal que sea arbitraria y poco o nada razonable. Es esencial al extremismo la sinrazón. Querer ser razonable es ya renunciar al extremismo.
     
    La situación extrema que inunda al hombre de azoramiento, que le desequilibra y desorienta, lleva con igual facilidad a lo mejor y a lo peor y por lo pronto no se puede distinguir lo uno de lo otro. Es natural: la vida se ha hecho ella misma equívoca y son tiempos de inautenticidad.
     
    El origen de las crisis es precisamente haberse el humano perdido, porque ha perdido contacto consigo mismo. De aquí que pulule en tales épocas una fauna humana sumamente equívoca y abunden los farsantes, los histriones y lo que es más doloroso, que no se pueda estar cierto de si un hombre es o no sincero. Son tiempos turbios.
     
    Todo extremismo fracasa inevitablemente porque consiste en excluir, en negar menos un punto todo el resto de la realidad vital. Pero este resto, como no deja de ser real porque lo neguemos, vuelve, vuelve siempre y se nos impone queramos o no. La historia de todo extremismo es de una monotonía verdaderamente triste: consiste en tener que ir pactando con todo lo que había pretendido eliminar.
     
    Esto aconteció con el cristianismo. Porque fuera inútil pretender con eufemismos, ocultarlo: el cristianismo, en su iniciación y en sus formas más rigorosas, es un extremismo. Es más, sólo se puede entender su génesis cuando se ha entendido el modo vital del extremismo.
     
    También el cristianismo consiste en destacar y aislar una sola dimensión de la vida que el ser humano antiguo había más o menos desatendido.
     
    Pero si reparamos en cuál es esa dimensión, pronto advertimos que tiene caracteres peculiares, en cierto modo únicos, que la colocan fuera de concurso y explican que sólo este extremismo cristiano llegase a prender y no digo a triunfar, porque triunfar, verdaderamente triunfar no es posible a ningún extremismo sino en la medida en que va dejando de serlo. Así en este caso.
     
    El cristianismo empieza ya por diferenciarse de todos los demás desesperados de su tiempo en que es más radical que todos ellos y el único consecuente con su desesperación.”-

  • h.cadarso

      Ya veo que me he pasado, Salvador. Por lo que me dices, tendré que conformarme con lo que ya habías dicho. Efectivamente, soy el elefante de la fábula. Perdónenme.

  • salvador santos

    Hola Honorio

    1. De tu pregunta:

    “¿Podrías, por favor, explicarme todo esto un poco más?”
    deduzco que te refieres a cómo interpretas mis afirmaciones. Dices:

    a. “juntas en un mismo párrafo marxismo y cristianismo”.
    b. “ensanchas y magnificas el concepto de praxis cristiana…”

    A lo primero (a) transcribo lo que afirmé:

    “Tal vez convendría recuperar y repensar el análisis de la realidad de la filosofía marxista que, en cierto modo, me parece próximo al modo de entender el Galileo la realidad de su tiempo”.

    ¿No te parece sobreexcedida tu interpretación de mis palabras?

    A lo segundo (b), comprendo tu percepción. A mi juicio, me quedo corto.

    2. He hablado sobre Marinaleda porque se me ha preguntado por ese pueblo. Expreso sencillamente mi opinión. No hablo de teorías ni me fundo en lecturas. Me baso en lo que he visto y conversado con las gentes que habitan en la localidad.

    3. Tus afirmaciones aludiendo a Marinaleda:

    “ese pueblo… que asalta supermercados y organiza milagros de los panes y los peces”

    Se deben con seguridad a una equivocada información que quizá convendría cotejar antes de ponerlas por escrito.

    4. Desconozco a quiénes te refieres con el plural de tu última línea.

     
    Aprovecho para mandarte un abrazo

  • h.cadarso

    Hola, me temo que voy a entrar en este senado de pensadores/as como un elefante en una cacharrería. Acabo de leer de un tirón todos vuestros comentarios, me cuesta asimilarlos pero intento quedarme con algo.
    Me trae a mal traer el posible concierto a dos voces marxismo-cristianismo. Los que me seguís en Atrio me habréis visto insistir en este punto, en Cuba, en Tanzania y el socialismo africano, en ese santo presidente de Tnzania al que desearían canonizar…
    Y vas tú, Salvador Santos, y recoges el guante y juntas en un mismo párrafo marxisno y cristianismo, y ensanchas y magnificas el concepto de praxis cristiana frente al engolamiento del pensamiento teórico…
    ¿ Podrías, por favor, explicarme todo esto un poco más? Encima te metes con lo de Marinaleda, ese pueblo fuera del mapa de la crisis y de la burbuja, que asalta supermercados y organiza milagros de los panes y los peces…
    Yo alucino con vosotros, colegas. !Sois los mejores! Y perdón por este latiguillo de estadio de fútbol.

  • salvador santos

    Hola Oscar

    Esta mañana me han dado un rato de recreo y puedo responder a tus preguntas.

    Pregunta una: “¿Tiene algún interés, entonces, la experiencia española en MARINALEDA?”
    Conocí Marinaleda hace más de cuarenta años. Era, entonces un pueblo moribundo y sin futuro. Volví hace unos tres años. Ahora se distingue por ser un pueblo con vida y sin paro. Su realidad prueba lo que puede un colectivo cuando, además de votar, decide. Marinaleda representa la evidencia de hay vida y no caos renunciando a la esclavitud del Sistema capitalista y optando por modos de producción cooperativos.

    Pregunta otra: ¿Cuán nuevo ese modo de comprender lo distinto del Galileo-Jesús?

    Se inició con la traducción del NT de Juan Mateos en 1975.

    Pregunta tres: ¿Tiene relación ese modo nuevo con la incomprensión secular a marcos?

    Tiene relación con la incomprensión a Marcos, a Mateo, a Lucas, a Juan y al resto de escritos del NT.

    Crédito-Débito: Está entre mis objetivos principales, pero esa tarea me llevará años… si dispongo de ellos.

     
    Un abrazo

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    1.- Te leo:
     
    – “Lo que distingue al Galileo:
     
    * no fue su capacidad de denuncia,
    * ni su confianza en Dios,
    * ni su compromiso con los humillados,
    * ni la compasión con los débiles,
     
     Sino
     
    * su convencimiento en que era necesaria
    * la praxis de una nueva sociedad.”
    …………………
     
    2.- Te he leído también:
     
    – “Desconozco si hay una clave filosófica que se haya adecuado al modo de decir del Evangelio.
    “Me parece importante, necesario y urgente encontrarla.
     
    * Tal vez convendría recuperar y repensar el análisis de la realidad de la filosofía marxista,
     
    * que, en cierto modo, me parece próximo al modo de entender el Galileo la realidad de su tiempo.”-
    ………………….
     
    ERGO: Una Pregunta, otra Pregunta, tercera Pregunta, y un Crédito-Débito:
     
    a)      Pregunta una: ¿Tiene algún interés, entonces, la experiencia española en MARINALEDA?
    b)      Pregunta otra: ¿Cuán “nuevo” ese modo de comprender lo “distinto” de El Galileo-Jesús?
    c)      Pregunta tres: ¿Tiene relación este “modo nuevo” con la incomprensión secular a Marcos?
    d)      Crédito-Débito: Te Creo – te y nos Debes una “Vida de Jesús-el Galileo” – una vista distintiva – por Salvador Santos. (pedido respetuoso).
    …………….
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • salvador santos

    Hola Oscar

    A tus preguntas:

    1. Desconcierta hoy y ha desconcertado antes a quienes, siguiendo una interpretación habitual, identifican ‘la verdad’ con una doctrina religiosa tenida por dogma y deben admitir la incongruencia de que la conformidad a tal doctrina puede proporcionar una salida de una esclavitud real: económica, laboral, social, política, ideológica…

    2. Tienes razón en lo que dices, en el evangelio de Juan aparecen con frecuencia términos de tinte jurídico. A veces muy explícitos, como es el caso del final del imponente relato del ciego de nacimiento (personaje figurado):

    “Yo he venido a abrir un proceso contra el orden este” (Jn 9,39).

    El término testimonio (marturia) aparece en el texto de las dos formas como se da en un juicio: a favor de o en contra de.

    El uso de estos conceptos indica que tanto Jesús como los primeros colectivos que asumieron su proyecto tenían claro que constituían células alternativas a este orden injusto.

    Aquel campesino de Galilea y albañil de pueblo denunció la injusticia y a  los poderosos, y actuó individualmente en coherencia con su pensamiento, pero lo peculiar de él es que no se quedó en eso. Vio la necesidad de plantar cara al Sistema constituyendo un colectivo de personas comprometidas en la tarea de asegurar un nuevo orden donde reinara la justicia. Demostró que igual actuación la puede hacer cualquiera y en cualquier tiempo.

    Lo que distingue al Galileo no fue su capacidad de denuncia, ni su confianza en Dios, ni su compromiso con los humillados, ni la compasión con los débiles, sino su convencimiento en que era necesaria la praxis de una nueva sociedad.

    El evangelio de Juan percibió la cruz como la sentencia de ese juicio contra el Orden este. La cruz demostraba la falsedad y el carácter criminal del sistema.

    De igual manera puede entenderse hoy la muerte a diario de inocentes a causa del hambre. ¿No representa esa cruel realidad el fracaso del sistema? ¿Qué hacer? ¿Ir a conferencias donde se aporten datos estadísticos y se comente el drama?  ¿Bastará sentarnos en el ordenador y denunciar la injusticia? ¿O tal vez interese actuar como lo hizo el Galileo, constituir una célula alternativa a ese orden y dedicarle la vida? Esto merecería otros artículos.

    La verdad, es decir, esa realidad social alternativa que constituyamos nos permitirá ser libres. Y sin duda, desde esa libertad conseguida, dejaremos atrás la mentira y nos podremos considerar veraces.

     
    Gracias Oscar. Tus preguntas me permiten ampliar algo más la explicación del artículo.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    1) Te leo:
     
    – “A primera vista, la asociación verdad-liberación desconcierta.”-
     
    ¿A quién y por qué te parece que le “desconcierta”?
    ¿A la gente del tiempo de Jesús; al político Pilatos; o a la y los de nuestro tiempo?
    ………….
     
    2) Me parece
     
    que en el Evangelio de Juan hay como un trémolo constante del ámbito JUDICIAL.
     
    Se suelen encontrar escenas donde se reclaman “TESTIGOS”.
     
    Si la hubiere ¿cuál sería la relación interna entre Verdad y Testimonio;
    lo que obligaría a co-pensar otros conceptos: AUTORIDAD, GOBERNANZA, JUICIO, no?
     
    ¿Avalarían estos conceptos pragmáticos la interpretación de que con Jesús se está en una SOCIEDAD (alternativa);
    y que, precisamente, la vida (acta et passa) de ese hombre-Jesús es ese PPROYECTO, como lo es el de cualquier ser humano que no se aprisione a sí mismo, negándolo (negando el Proyecto de vida que se es) para ser un in-feliz?
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.
    …………………
    PS: ¿le ves algún sentido a mi preferencia de hablar más que de “la verdad os hará libres”, otra frase que invierte el proceso: “la libertad nos hace veraces”?

  • oscar varela

    Gracias M. Luisa!
     
    ¡Sigamos yendo! – Oscar.

  • M.Luisa

    Ahora caigo!! Querido Oscar! Estamos los dos diciendo desde hace tiempo lo mismo pero por distintas vías.
     
    Yo, siempre insisto aunque  huyendo del realismo ingenuo,   en anteponer la realidad al ser,  pero no me he dado cuenta que tú  a tu modo ya lo haces pues PROYECTO  es un término que al connotar pro-yección apunta,   nos lanza a la realidad personal de cada cual   y tú lo expresas muy bien en tu decir  característico “seguir yendo” mientras que yo, en cambio,  lo expreso  a la inversa, es decir,  comienzo por la indiscutible   realidad en la que se “está”   la cual, siendo previa es  ya un estar fundamentándonos.   En los dos casos la realidad es previa. En el tuyo se significa con el (PRO-)  en el mío identificándola con el fundamento.
     
    Acabo de visitar, un cierto Post.  al que todavía no he podido leer al completo  excepto algún comentario y es justo decir   a cada  cual lo que  se merece:
     
    Gracias MAESTRO!

  • M.Luisa


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    Pienso, concluyendo    mi reflexión  anterior que el hecho de que   sea  indiscutible la realidad    de cada ser humano,  o sea no  definible,   es  precisamente porque  se actualiza a cada momento según el Proyecto  intimo – profundo  que es lo que  formalmente  no vemos al ver  sólo su cuerpo  pero sin embargo su realidad  con respecto a la  nuestra propia  notamos  abarcando en la percepción, pues,    su totalidad.

    Es lo contrario  a  lo que se pensó   cuando tradicionalmente  se ha venido en considerar   la realidad como sustancia (algo) con la mirada puesta en lo material   se disoció  de aquella lo íntimo –profundo   lo cual fue lo que    en vistas a su llegar a ser,   tratándose de la realidad  de cada cual no había otro camino posible  más que  el de añadirle “impropiamente” cualidades, que  no las propias que son las que   conforman   aquella  unidad  siendo  por tanto ésta  la que nos Proyecta  hacia fuera en su trascender  en nuestro vivir cotidiano. Es lo que a mi modo de ver se concreta en la  propuesta del Galileo Es una praxis realizada  no a base de añadidos sino  a partir   desde  lo de abajo  desde lo más tangible  que nos constituye pero al mismo tiempo   nos hace ser. Es decir la cuestión ha de considerarse desde el punto de vista de lo material de lo que la persona  posee,  de lo que se “tiene” constitucionalmente  pero en tensión, y esta tensión  no meramente    considerada como un mero  deseo de superación sino  en experimentación dinámica  de nuestra propia estructura  autónoma. Esta experiencia vivida  es lo que  al final nos da a  reconocer que     “somos un cuerpo”.  Probando nuestra realidad, experimentándola   exteriorizamos lo más íntimo de ella. De ahí que dijera que  según mi mode  de entender  el asunto,  anterior a la relación sujeto – objeto está el carácter respectivo de ambas  realidades. Tras la experiencia el objeto deviene real,  es objeto real es Alguien.

  • M.Luisa

    Hola Oscar!
     
    He reflexionado el asunto por otra vía.
    La fórmula “somos un cuerpo” rompe con el dualismo clásico  cuerpo – alma, esto último también espíritu, energía,  inmaterial etc., llámesele como  se quiera. Esta fórmula alude a la unidad  porque este tiempo verbal “somos”no es producto de un juicio objetivo  sino de experimentarnos como realidad que va siendo. Y esta unidad es lo que de la vecina no vemos, lo que vemos es su cuerpo pero lo que hace de ella esta realidad indiscutible  es aquella unidad ( que en otros contextos le hemos llamado  unidad psico – orgánica
     
    Es, pienso,  con respecto al conocimiento que, tomando,  esta realidad como objeto  es cuando se le reduce al “alguien” de cada cual a ser un “algo”
     
    Pues fíjate que cuando nos haces la pregunta  ¿“No notamos  que cada ser humano no es “algo” que está ahí  como realidad indiscutible  sino que cada cual  es “alguien” cuya realidad indiscutible  es el “Proyecto – íntimo- profundo” que está intentando llegar a ser ese “ ahí – afuera-  superficial”? Introduces  en la reflexión el vocablo “notamos”  notar que se opone al  de “ver” o mejor dicho: le precede.
    Entonces, si esto es así,  cabe distinguir dos momentos en el acto de conocer. Así como el notar nos remite a la realidad física de alguien aprehendida  sensiblemente  en su totalidad,  si prescindimos de este primer momento  es cuando dejados llevar  por lo meramente visible, por lo presencial  del cuerpo frente a la visión es cuando convertimos el alguien en algo.
     
    Me queda pendiente  la vinculación o la articulación de esta  reflexión  con lo que nos dices del Proyecto, y el llegar a ser,  la tengo todavía en nebulosa, más que nada como expresarlo en un formato simple.
     
    Lo que sí adelanto es que (no he leído el de hoy de Salvador) pero en el  comentario de ayer no veo claro esta relación sujetoo-objeto más bien diría    que se trata de respecto  mutuo.
     
    Gracias!

  • salvador santos

    Hola Oscar
    Como siempre, tus preguntas dan para tratados. Me toca otro esfuerzo para ser breve.
    Primera entrada:
    Al punto 1.
    Todo el NT está escrito en una variedad del griego (koiné) que podía ser entendido en prácticamente todo el mediterráneo. La comunidad que genera el evangelio de Juan pertenece a la cultura judía, aunque escriba en la lengua común. El texto está preñado de principio a fin de expresiones que denotan un trasfondo hebreo y de referencias al AT. El término lógos usado repetidamente al principio del texto ha llevado a pensar que se trata de un concepto abstracto heredado del helenismo. Hunde sus raíces en el AT y la literatura intertestamentaria. Marcos, a principios de los años 40, ya lo empleó como expresión técnica:
    “Se congregaron tantos que ya no se cabía ni a la puerta, y él les exponía el lógos” (Mc 2,2).
    La comunidad y los destinatarios de Juan viven en alguna zona de Asia menor, bajo la bota del imperio dominante y en círculos de la diáspora judía.
    Al punto 2.
    Estimo que si la religión se plantea regresar a sus orígenes se encontraría de bruces con el Poder que la auspició, los poderosos que la auparon y los ávidos de poder que se prestaron a liderarla. Desde luego, no con Jesús. Él no fundó ninguna religión.
    Desconozco si hay una clave filosófica que se haya adecuado al modo de decir del Evangelio.
    Me parece importante, necesario y urgente encontrarla. Tal vez convendría recuperar y repensar el análisis de la realidad de la filosofía marxista, que, en cierto modo, me parece próximo al modo de entender el Galileo la realidad de su tiempo.
    Segunda entrada:
    Algunas ideas respecto a la libertad tal y cómo la entiende Juan.
    La libertad se opone a la esclavitud. Una se disfruta, otra se padece.
    La esclavitud la genera el Sistema donde las relaciones señor-siervo prevalecen.
    La libertad se disfruta en una comunidad donde solo dominan las relaciones de amistad.
    La esclavitud es esencial en el Orden este (kósmos touto). La libertad se consigue  con su opuesto: El Proyecto del Reino. Ahí reina la igualdad.
    El orden injusto es la mentira; el proyecto es la verdad con cuya experiencia se alcanza la libertad.
    Con libertad hay Vida plena. Esa vida es la luz (anhelo) para la humanidad. Así se entiende la frase del prólogo de Juan a la que aludes:
    “y la vida era la luz de la humanidad”
    Un fuerte abrazo, Oscar, bajo este árbol y junto a este canalito.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    A mi primera entrada:
    1.- “¿En cuál contexto cultural sucede eso?”, que alétheia=verdad aluda a realidad,
    Me dices que la “judía”.
    Si podés explícame un poco qué es eso, porque:
    ·         las palabras son “griegas” (¿transculturadas?)
    ·         ¿en qué zona geo-cultral y  tiempo socio-político vive Juan?
     
     
    2.- Te leo:
    – “conviene tener clara la solución propuesta por el Galileo a los problemas de su entorno
     antes de determinar si para los problemas actuales es una solución insuficiente o quizá definitiva
    sabiendo adaptarla a cada realidad.”-
    Esto me parece sumamente importante para la encrucijada en que se encuentra hoy el Asunto de la Religión, donde –dentro del cristianismo- se postula la ilusión de una “vuelta a los orígenes = Jesús).
     
    Pienso en que si no se tiene alguna idea manejable de qué sea el Pasado para nuestro Presente y Porvenir, andaremos a los tropezones y hasta puñetazos “como turco en la neblina”.
     
    Como vos bien señalás: -“La lectura del NT desde claves filosóficas ajenas a la cultura en que fue escrito ha resultado históricamente un impedimento para entenderlo.”-
     
    Aprovecho a preguntarte:
    * ¿hay alguna “clave filosófica” que haya logrado adecuarse al modo de decir del Evangelio”?
    + Si no la hubiera ¿consideras importante, necesaria y urgente para nuestro tiempo post-maderno, acunado en una “modernidad” donde la “VERDAD” solo es posible si se tienen “razones” que la sustenten?
    ………………….
     
    A mi segunda entrada:
     
    Te leo:
    – “El Galileo no solicita una respuesta teórica sobre sí mismo”-
     
    Ok! De acuerdo. Tal vez yo me haya deslizado hacia los “Conceptos”. Diferente a cuando se trataba de “Parábolas” con personajes y escenarios.
     
    Pienso si no me habrá invitado a ello el que el Artículo trata de ellos (alezeia – logos – ginósko).
     
    Aprovecho a pedirte si podés hablar sobre otro término: “LIBERTAD” es este contexto de Juan.
    ………………
     
    Te leo:
    – “Ignoro, Oscar, que Juan use de una metáfora diciendo que “cada uno es una lucecita (natural)que viene a este mundo”.¿Puedes dar una cita concreta y su traducción?. Intuyo que en esa traducción puede haber un malentendido.
    Tal vez lo haya. Me pareció ver mi interpretación en un verso de la Cita del final:
     
    – “y la vida era la luz de la humanidad”-
    ………………..
     
    ¿Voy todavía! – Oscar.
    …………………
     
    PS.: este Comentario co-piensa a M.Luisa (y a los que lo han seguido sin yo haberme enterado) – Gracias!
     

  • mª pilar

    ¡Gracias Salvador por tus respuestas!
     
    Son claras, concisas y comprensibles…
     
    ¡Gracias!
    mª pilar

  • salvador santos

    Hola Oscar. Un saludo también para ti, Mª Luisa.
    A tu primera entrada:
    Entendí tu pregunta:
    “¿En cuál contexto cultural sucede eso?”, que alétheia=verdad aluda a realidad,
    en su sentido literal. Disculpa.
    Vine a decir que, salvo desconocimiento mío, sucede en todas las culturas. Alétheia (verdad) es un lexema nominal que hace referencia a una realidad.
    Sabiendo que tu pregunta estaba referida al contexto cultural en que el evangelio de Juan afirma tal cosa, mi respuesta es muy breve: Cultura judía.
    Un ejemplo haciendo uso de un verbo mencionado por ti: Conocer. La idea griega del conocimiento (abstracción) no está contemplada aquí. “Conocer” se entiende  desde la concepción semítica: relación entre sujeto y objeto. De ahí que el verbo conocer se emplee en la Biblia para expresar relación sexual.
    La lectura del NT desde claves filosóficas ajenas a la cultura en que fue escrito ha resultado históricamente un impedimento para entenderlo.
    A mi juicio, conviene tener clara la solución propuesta por el Galileo a los problemas de su entorno antes de determinar si para los problemas actuales de la humanidad es una solución insuficiente o quizá definitiva sabiendo, eso sí, adaptarla a cada realidad.
    A tu segunda entrada:
    Acepto tu invitación a pensar.
    Me ciño a tu ejemplo.
    El Galileo plantea su pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?”, después de la gran secuencia de los panes. La gente y los discípulos han tenido experiencia práctica (conocimiento: relación sujeto-objeto) de su propuesta de igualdad, una propuesta capaz de abrir los ojos al ciego (escena anterior: Mc 8,22b-26). El Galileo no solicita una respuesta teórica sobre sí mismo. La ventana donde se ha mostrado es la realidad del hambre y la respuesta a ese problema histórico. Él busca saber la decisión de la gente, cómo se relaciona la gente, y sobre todo sus discípulos, con su propuesta real. De hecho, la repuesta de la gente no utiliza conceptos, sino personas:
    Juan Bautista
    Elías
    Uno de los profetas. (Mc 8,28)
    La contestación demuestra que se han quedado en la periferia, no consideran su praxis como definitiva.
    Se trata, por tanto, de la lectura de una praxis y  la opción ante ella.
    Ignoro, Oscar, que Juan use de una metáfora diciendo que “cada uno es una lucecita (natural)que viene a este mundo”.¿Puedes dar una cita concreta y su traducción?. Intuyo que en esa traducción puede haber un malentendido.
    Un abrazo a los dos
     

  • George

    Agradezco este sitio tremendamente aunque me causa un tanto de timidez irrumpir en coloquios que son más bien personales porque no conozco el context, pero de cualquier modo y sabiendo que muy difícilmente puesa aportar algo nuevo o que avance la conversación, os ofrezco algunos comentarios. La realidad es ella misma libre y por eso es equívoca y si se la describe el lenguaje no ayuda, por eso me parece que cualquier comunicación deba ser esencialmente humilde y saberse inadecuada en alguna medida e insuficiente, sin por eso carecer de validez y de necesidad. La realidad es la única verdad communicable desde ese context. Los problemas comienzan cuando alguien supone que su percepción sea idéntica a la realidad percibida. Por ejemplo por qué pregunta el Galileo qué o quién dicen otros que él sea y además quiere saber ‘quién digo yo que él sea, lo hace porque tampoco ha pasado por frente a la misma ventana tantas veces y fuera simplemente razonable esperar que cualquier opinion sobre su identidad estuviera formándose más que haberse completado. Un pecado grande la Iglesia es la falta de discernimiento, de disponibilidad para auto-interpelarse preguntando a los otros. La pregunta andaría por los mismos andares de Jesús: Y tú quien dices que soy? o Vosotros, quien decís que soy? o qué dicen ellos acerca de quien soy? Uno de mis sueños de haber podido hacer estudios doctorales fue estudiar en mi tesis si la vida de la Iglesia reflejaba realmente su docilidad al Espíritu Santo, en otras palabras si la gente a quien la Iglesia se mostraba en su identidad Cristiana la reconocía como tal. Y sabiendo que la data que pudiera encontrar estuiviera compuesta de una gama de si, no, no sé, en esta medida o solo en aquella otra, etc., aún así en qué medida es la Iglesia, dos mil años después reconocida en su modo de andar o en qué medida anda en la verdad? Jesús debió necesitar autoafirmación si es cierto que hizo esas preguntas. Un momento de sinceridad de Juan Pablo II fue preguntarse si una Nueva Evangelización era necesaria, dados los filtros por los que sus discursos seguramente pudieran pasar antes de ser pronunciados. Por otro lado planteárselo debió ser algo parecido a la manzana que golpeo al pobre Sir Isaac en la cabeza. En qué demontres estuvo pensando todo el tiempo antes para necesitar que una manzana le golpee para saber que las cosas caen hacia abajo aunque los gordos deseemos tan cordialmente que Dios las hubiese hecho caer hacia arriba? La propuesta o el reconocimiento de una evangelización fallida pudiera ser respuesta a una  pregunta, análoga a aquella de Jesús  (o a una reformulación tácita, mental de) l aque Juan le atribuye  a Jesús para averiguar qué decían de él. En efecto los escándalos de siempre incluidos aquellos de pedofilia que José de Calasanz confrontó  al comienzo de sus fundaciones y que son viejos en la historia humana (el incest de la familia es análogo al “incesto” pastoral y aunque sea una plaga en nuestra América Latina al menos, rara vez es reconocido públicamente y es, en gran medida pedofilia en la Iglesia sea la Católica Romana, sea la protestante, la Evangélica porque ya la A Latina es un potpourri maloliente de mercadeo pastoral y de pastorals de espectáculo, de sectarismos en forma de movimientos que compiten entre sí y en una tal confusion quizás Jesús se volviera a sus amigos para saber: Me reconoce alguien? Es cierto que les llego como deseo? Me maestro de modo que me reconozcan como creo que soy? Y de nuevo la humildad del Galileo se muestra en todo su splendor en esas preguntas que sigo sin saber con la certeza que deseara si es cierto que alguna vez el Galileo necesitó plantear o si alguna vez las planteara.  

  • M.Luisa

    Hola Oscar!
     
    No sé a que hora pulsaré este comentario, ahora son las cinco de la madrugada pero no quiero precipitarme como ayer, lo dejé a medias y eso no me ha dejado dormir.  Al ver ahora que te fijaste en él vale la pena  que me lo tome con más calma. Además teniendo en cuenta la diferencia de horario aún me dará tiempo de ir  a una visita médica que tengo pendiente.
     
    Para darme a  entender  pues la cosa parece sencilla pero no lo es,  primero  recojo de lo que ayer te leí lo siguiente:
     
    Decía recién que LA VERDAD (A-LEZEIA) es un “striptease” cómplice

     
    Esto me  hace comenzar diciendo   que la verdad real, no lógica  de algo o de alguien  estará  en  la “nuda” realidad, o sea  de  la realidad “simpliciter” como gustaba decir  Panikkar,  de ese algo  o de ese alguien que veo ¿no? De ahí   el “striptease cómplice.

    De momento queda dicho esto sobre la verdad.
     
    Recojo también lo que dices
    “Gracias al “cuerpo”, veo a la “vecina” ¿no?”
    Pero aquí se esconde un problema,  porque tras este orden  lógico del planteamiento para lo que, tradicionalmente y de forma muy negativa ha servido      con respecto al conocimiento,  ha sido  para que se  resbalara  sobre la impresión que en el acto de conocer este carácter impresivo ocupa el  momento físico y primario  del  conocimiento     Pensando ahora en lo que he dicho más arriba sobre la verdad  si no se atiende a este   primer momento impresivo nos la jugamos.
     
    Sigo con la reflexión.  Al  ser visto primero el cuerpo,  las  notas internas que constituyen la individualidad se obvian con lo cual lo que  cuenta es la especificidad que se halla concentrada en la idea.(visión eidos)  y el qué y el quién de la vecina, en este caso,   se nos ha ido para siempre de las manos.

    Siendo por tanto la impresión el modo como se nos presenta o muestra cualquier realidad  ¿no es esa impresión lo primero que les sucedió a los discípulos respecto al Galileo?  Los pocos que le fueron fieles?  cuando tanto pongo el acento en la aprehensión  que es el término  o correlato de la impresión,  tengo  sobre todo puesta la mirada precisamente en ese escenario evangélico  que es donde mejor se adecua  y se hace entender el hecho mismo de la aprehensión humana.   De ahí fue por lo que dije el otro día  aquello de que la expresión es la otra cara de la impresión o la exteriorización de la interioridad.
     
    La expresión  dejada llevar por la  previa impresión contiene más verdad  que lo que en un segundo momento  suplantando  éste al primero se   puede  decir sobre cualquier  realidad. (Ha sido la logificación de la realidad  en Occidente)  Al quedar fuera la impresión  fuera también quedó  la verdad.
     
    Se me puede objetar, pues entonces cuando podemos decir algo de una ealidad cualquiera?. Cuando el segundo momento lleva consigo el primero. La fuerza del logos para decir, para predicar, para afirmar, para exclamar  no le sobreviene de un acto de voluntad añadido sino que esta fuerza le viene, precisamente,  del carácter impresivo (físico)  de la realidad  que lo impulsa, le hace expresar. Por eso la cuestión, pienso,  se ha de ver a la inversa, nada de intelectualizar la realidad sino de reificar, decía, el otro día, el logos, facultado, determinado por la realidad  misma en su propia condición.
     
    No sé como lo verás  Oscar? Pero saco humo por la cabeza. Un abrazo!

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    A mi primera entrada:
    ¿En cuál contexto cultural sucede eso? (Verdad (alétheia) alude a realidad)
     
    Pregunto por el “contexto cultural”, pensando en algunos, p.e.: el hebreo, el heleno, el asiático, etc. o algunas de sus transformaciones por mutuas influencias. Desconozco en cuál y desde cuál piensa-escribe el grupito de Juan, para comprender el significado del uso de tales vocablos como alezeia: verdad, ginósko: conocer, logos: proyecto.
     
    Nota: a nosotros nos ha pasado la Modernidad. Ninguno de estos tres vocablos tiene, para el pensamiento “moderno” referencia a alguna “realidad” que no sea la de la mera idea (res cogitans), sin corporeidad sensible alguna (res extensa).
     
    Como la Modernidad nos ha pasado, la llevamos a cuesta y no podemos ignorarla, sino que agradeciendo sus soluciones a antiguas cuestiones, superarla resolviendo los problemas que nos ha dejado; entre ellos este angostamiento de la mente para comprender la vida humana, que no es ni res extensa, ni res cogitans, ni res alguna, sino un quehacer dramático (lo que nos pasa, y lo que hacemos por algo y para algo).
     
    También Juan y Jesús mismo nos hubo pasado. No nos son un Presente que nos puede volver a pasar. Agradecerles sus hondas perspectivas pero insuficientes para los problemas que n/tiempo afronta.
    …………………..
     
    A mi segunda entrada:
    … y hola M. Luisa!
     
    Leo v/coincidencia:
     
    – “Tu vecina está en la ventana.
    Su realidad precede al conocimiento y al discernimiento respecto a qué o quién sea.
    Lo cierto es que está ahí como realidad indiscutible.”-
     
    Los invito a que pensemos un poquito.
     
    ¿No estaba también El Galileo-Jesús “mostrándose” en la ventana abierta para todo el mundo por donde pasaba, y sin embargo solo algunos poquitos, muy poquitos “veían” al que mentamos cuando decimos “El Galileo-Jesús”?
     
    ¿Por qué pregunta El Galileo acerca de las opiniones que de Él dicen las gentes?
     
    ¿No notamos que cada ser humano no es “algo” que está ahí como realidad indiscutible,
     
    sino que cada cual es “alguien” cuya realidad indiscutible es el “Proyecto-íntimo-profundo” que está intentando llegar a ser en ese “ahí-afuera-superficial”?
     
    Juan, con otra metáfora, nos habla de que c/u es una lucesita (natural) que viene a este mundo;
    Y que por eso re-conoce a los de la Luz;
    Sin embargo tiene que ELEGIR (eso es la LIBERTAD) en “per-manecer” en ella, o “negar-se” a ella.
     
    Etc., etc. …
     
    ¿Vamos todavía? – Oscar.

  • M.Luisa

    A eso me refiero, Oscar,  cuando hablo siempre   de anteponer la realidad al ser,   a este párrafo que señala Salvador
     
    ” Tu vecina está en la ventana. Su realidad precede al conocimiento y al discernimiento respecto a qué o quién sea. Lo cierto es que está ahí como realidad indiscutible.”
     
    Es a lo que me referí  cuando  apunté  a que el logos de Juan intelectualizó el Proyecto  y es a lo que  se  avino la iglesia  pada poder predicar   en cambio en Marcos  es la realidad  del Proyecto  la que le hace decir al logos la verdad.
     
    La realidad  de la vecina que precede al conocimiento  se aprehende  formalmente en su totalidad   pero, precisamente,  por esa formalidad que es de suyo,   el logos no puede decir  nada al respecto sobre el quid de esta su realidad.

  • salvador santos

    Hola Oscar
    A tu primera entrada:
    Desconozco si existe algún contexto en donde el sustantivo verdad no haga referencia a una realidad.
    A la segunda:
    En este contexto: el del esquema que contrapone verdad-mentira y libertad-esclavitud, Juan señala cuál es la auténtica adhesión al Proyecto (fe), una realidad opuesta a la mentira.
    La mentira coincide en Juan con el orden este; la verdad se identifica con su Proyecto. El Sistema se basa en:
    Tener
    Subir
    Mandar
    El Proyecto, en:
    Compartir
    Igualar
    servir
    Para Juan, adherirse al orden injusto significa hacerse su cómplice. O lo que es lo mismo, convertirse en esclavo. La opción por la sociedad alternativa (la verdad) permite tener la experiencia de la libertad. Supone la salida de la esclavitud que genera el Sistema (“el mundo este”). Los discípulos, al igual que el Galileo, no pertenecen al mundo este.
    Tu vecina está en la ventana. Su realidad precede al conocimiento y al discernimiento respecto a qué o quién sea. Lo cierto es que está ahí como realidad indiscutible.
    ¿Servirá esto?
     
    Un abrazo

  • oscar varela

    Hola!

    Decía recién que LA VERDAD (A-LEZEIA) es un “striptease” cómplice.

    1.- CÓMPLICE:

    Cuándo veo el cuerpo de mi vecina ¿veo un cuerpo o veo a mi vecina?

    Gracias al “cuerpo”, veo a la “vecina” ¿no?

    Para ver el cuerpo (de la vecina) no tuve que hacer nada más que abrir los ojos.
    Para ver a la vecina (en ese cuerpo) algo tuve que hacer; al menos haberlo distanciado y diferenciado de otros cuerpos.

    Hay toda una parte de la realidad que se nos ofrece sin más esfuerzo que abrir los ojos: el mundo de las puras impresiones. Nos son “patentes”. Bien que las llamemos mundo patente o “superficial”.

    Pero hay un tras-mundo constituido por estructuras de impresiones, que si es “virtual” respecto a aquél, no es, por ello, menos real. Bien que las llamemos mundo “latente” o “profundo”.

    Necesitamos –es cierto- para que este mundo profundo exista ante nosotros, abrir algo más los ojos, ejercitar actos de mayor esfuerzo.

    El mundo profundo es tan claro como el superficial, solo que exige más de nosotros; e.d. que seamos CÓMPLICES.

    El VER siempre es una MIRADA CÓMPLICE. A eso llamamos INTERPRETAR.
    Todo mirar es un MIRAR INTERESADO del que mira.
    La mirada vital no ve Cosas sino ASUNTOS (PRÁGMATAS).
    ……………

    ¿Cuál era el interés de Juan para pensó-decir lo que escribió (VERDAD = Alezeia)?

     
    ¡Voy todavía! (falta el ítem 2.- STRIPTEASE) – Oscar.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    Te leo:
    – “Verdad (alétheia) alude a realidad. No sugiere doctrina, sino universo concreto, base de operaciones susceptibles de ser comprobadas, evaluadas y sometidas a crítica.”-
     
    ¿En cuál contexto cultural sucede eso?
    …………………….
     
    Yo creía que se trataba de un “striptease” cómplice!
     
    ¿Será? – Oscar.

  • George R Porta

    Hola Salvador! Muchas Gracias, agradeceré mucho que me los envíe. Ya leí anoche en línea un par de ellos y me hace mucha ilusión poder leerlos todos. Aquí en Miami este tipo de extraordinarias cosas son más raras que lo que lo hubiesen sido al Hnto. Carlos en Tamanrraset. Un abrazo, George

    Hola María Pilar: Gracias. Es muy generoso de tu parte que me quieras enviar el libro y te lo agradezco, pero vivo en los USA y costaría mucho el envío. De cualquier modo si me permites reembolsarte después  los costos del libro y del envío que desde cualquier parte a los USA el envio es siempre caro, por favor hazlo. Un abrazo fuerte.

  • mª pilar

    ¡Gracias de nuevo Salvador, por seguir con esta familia atriera!

    ¡Gracias de corazón!
    mª pilar

  • mª pilar

    George:
     
    No sé donde reside, pero si le interesa yo puedo enviarle el libro.
     
    Solo necesito su dirección, mi correo elt.es:
     
    pitrusca@yahoo.es
     
    Lo haré con mucho gusto.
    mª pilar

  • salvador santos

    Hola Oscar
    Con la expresión “infundadas seguridades” apunto al método que hace uso del evangelio para defender principios establecidos de antemano. Tal esquema, característico de dogmáticos,
    1º afirma y
    2º busca sin rigor una cita para justificar su afirmación
    Un ejemplo:
    Para refrendar la divinidad de Jesús se acude a la expresión ‘hijo de Dios’ considerándola desde la metafísica. Así entendida, ‘hijo’ es quien procede de su padre. Ahora bien, ni el AT ni el NT hablan en sentido metafísico. ‘Hijo’ no es:
    quien procede de…,
    sino:
    quien se parece a…
    La diferencia es abismal. Pero las religiones se fundan saltándose el abismo sin hacer uso de la razón.
    Hoy se sigue utilizando esa misma fórmula de acudir a textos para mantener posiciones determinadas con anterioridad. La lógica más elemental exige analizar primero el texto para intentar llegar a conclusiones fiables.

    Hola George
    Todos los escritos de los que soy autor te pertenecen. Los redacté para ti. Si lo deseas te los puedo mandar directamente.
    Un fuerte abrazo
     

  • George R Porta

    Hola! Puede ser interesante que Marcos, el Evangelio, sea contemporáneo con Pablo que éste ni le mencionara y que quién puede afirmarlo o negarlo quizás estuvo cerca de los lugares y fechas de la muerte de Jesús y quizás conoció las tradiciones e historias que circulaban acerca de aquellas últimas semanas de la vida de Jesús de las que el evangelio de Marco se valió en gran medida al parecer. Pablo ni lo menciona en sus cartas posiblemente auténticas. Más aún después de armar su rollo, Pablo parece indiferente a que distintas comunidades presenten el mensaje de modo diferente con tal de predicar el suyo propio y los judaizantes, por lo contrario, irrumpían en las comunidades de tendencias paulinas para contrarrestar el mensaje de éste. Cuesta someter la razón humildemente a la carencia de pruebas fehacientes y los rollos de la física cuántica y el existencialismo poco a poco empujan a la incertidumbre y la complementaridad de Heisemberg y eso no es ajeno a la fe que en realidad es esperanza y nunca puede ser certeza por mucho que se abuse o no de las “declaraciones” dogmáticas. No es extraordinario que la diversidad y la incertidumbre inviten a la humilde esperanza confiada de gratis? La imagen de los pastores, no los Reyes es una metáfora extraordinaria: Los pastores se acercaron seguramente con curiosidad y se dejaron maravillar (hablo metafóricamente que Lucas era al parecer bastante fantasioso). Enseñando teología a los graduandos de preparatoria en el colegio jesuita de Miami, fue muy efectivo utilizer la idea de la Cattedra dei Non Credenti de Martini, y un año la del Atrio de los Gentiles que ya Pablo VI había insinuado. La teología y la fe-esperanza han de ser una conversación simper abierta, siempre asombrada por un bebé en el pesebre o tremendamente horrorizada por un Cristo quemado y gaseado en Auschwitz y fuera de allí, una y otra y otra vez, para seguir creyendo con Primi Levi y con Pilatos que eso es el ser humano y que de esa naturaleza tan extraña solamente deba esperarse la humildad de desear lo possible y la imposibilidad de afirmar fuera de duda nada, absolutamente nada más allá de la esperanza más cordial possible.    

  • M.Luisa

    Así de pronto, Oscar,  tras una lectura  muy rápida del escrito de Salvador Santos a quien siempre se le espera aquí   con los brazos abiertos, yo situaría el asunto diferencial que señaláis  que, por cierto,  nos ha llevado a  muy graves consecuencias,  lo situaría, digo, en que,  el logos de Juan que es en donde  se apuntaló la iglesia  para la predicación del Proyecto intelectualizó con ello  la realidad  del mismo, mientras que en Marcos se percibe lo contrario, es la realidad del Proyecto  en su praxis,  la  que enriquece el logos  o mejor diría lo  reifica, es decir le hace al logos  alcanzar  su culminación.
     
    Esto es lo que de momento puedo decir…

  • oscar varela

     Hola!
     
    Leo:
     
    – “La distancia entre uno y otro texto (el de Juan y el de Marcos) se percibe a la primera nada más contemplar sus grandes diferencias.”-
     
    Ok, ok! Pero … me parece que hay una enormííííííísima diferencia.
     
    * Una cosa es Salvador Santos con antecesores y sucesores que podemos agrupar en uno representativo: Juan Mateos
    Con una nota punzante aun en ellos mismos: -¿no les costó y cuesta sudor y lágrimas percatarse de “a qué estaba jugando Marcos”? – ¿saben ellos, a ciencia cierta, quién era ese “Marcos” (sus  sueños, sus dudas, su “jugársela” a la Carta galilea)?
     
    * Otra cosa es el paperío, episcoperío y curerío en general y la borregada laical.
    Siempre me enseñaron y aprendí que “el evangelio” es “de una sola pieza”, “mono-lítico”, todos sus libritos –sea como sea y pase lo que pase- todos “dicen” absolutamente “lo mismo” sin ninguna diferencia: “esencial” (como si hubiera un “ser humano: sustantivo-esencial”).
    ……………..
     
    Así que la cosa no es tan trivial!
    …………………..
     
    Una de las razones por las que me escapé a la Universidad de Munich fue para poder leer en su lengua alemana a tipos como Heidegger, pero no tanto por él mismo, sino para meterme en Rudolf Bultmann; también Gadammer, Schnakenburg, y algunos otros qilombitos más. Me fascinaba la “teología joánica” de Bultmann.
     
    ¿Pruritos intelectuales? ¡Sí! Tal vez. Y no me arrepiento.
     
    Luego, por razones que ahora no vienen al caso, “salí a volver a ver las estrellas”; porque, para un argentino, esa lengua alemana y la tal “filosofía” era un infierno. Pienso que no salí “vuelta y vuelta” ni “a punto” –como los churrascos-, sino “bien tostado”, sin que sea  “quemado”.
    …………………..
     
    Con esa experiencia sobre mis lomos, me parece haber llegado a percibir que:
    * Marcos (en su grupo asambleado) se la jugaba “construyendo” entre andamios y herramientas la “buena novedad”: “FABRICABAN VERDAD”;
    * Juan (en su grupo asambleado) se aferraba a la casa “ya construida y asegurada”: “ATESORABAN VERDADES YA FABRICADAS”.
     
    Marcos fue un TALLER;
    Juan fue un ESTUDIO.
     
    No me cupo duda que Juan era una deliciosa Cantera para los Idealisto-existenciales Heidegger y Bultmann. No estaban preparados para acceder a Marcos. Por supuesto que yo lo estaba muchísimo menos. Hasta que topé con Salvador Santos! Y gracias a Atrio-Antonio.
    ………………
     
    Pienso que este asunto “diferencial” tiene más miga que la que aparece.
     
    Las “teologías cristianas” y las Iglesias cristianas que ellas justifico-sustentan ¿no están en la postura de Juan más que la de Marcos?
     
    Por ahora lo dejo ahí; pero barrunto que no es una encrucijada desdeñable de considerar seriamente.
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • George R Porta

    Gracias por borrar mi mamotreto de la Carta al Papa de vuestro sitio. No debí enviarlo, pero no se me ocurrió que vuestro  “fire wall” modificaría una parte del lenguaje.
    Ahora a esta extraordinaria meditación sobre la Verdad en Juan.
    Hay un detalle muy especial en asociar la verdad con la realidad del compromiso. Nada puede estar realmente definido, como ocurre en agrimensura, sin tener al menos un punto objetivo de referencia y si es possible dos puntos diferentes para mayor seguridad de las medidas. Nadie es libre hasta que opta por la bondad y la justicia y ambas en el sentido que  la tradición las ha sostenidamente atribuido a Jesús, el Galileo,  no en los tratados eruditos sino en la solidaridad de y con la gente. El andar en la verdad de Teresa es la humildad y en ella  el ego se somete a la realidad de sí y a  la necesidad del otro, y ésta como la justa necesidad del otro que m uy bien puede ser quitar o darle algo, servirle o reclamar su servicio, amarle o provocar que ame, y en todos los casos sin intención de aprovecharse de ella o él. Por otro lado la verdad como realidad no puede liberar si no libera para bien. De ahí que solamente en el amor que se traduce en srvicio gratuito y compasivo (esta repetición es mi tribute de gratitud a Tony Catalá) no a quien uno reconozca como necesitado de lo que uno se sabe o cree capaz de dar,  sino, para mayor autenticidad, en el servicio al que lo reclama cuando lo haga aunque sea a destiempo. Desde luego, como todo en la vida es necesario discernir para saber decir “ya tienes ahora puedes andar por ti mismo o misma”. Pena que no conozco ni puedo comprar el libro “Un Paso, un Mundo” aunque he sacado los fascículos de vuestro archive y los he copiado en mi ordenador para leerlos. Espero que me perdonéis el robo temporal de los mismos. Os prometo devolvéroslos cuando acabe de leerlos y que no los imprimiré. Un abrazo.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    Leo en el final del item1:
    – ” Estamos obligados a leer desde ese plano la cabecera de nuestro artículo, una afirmación mil veces repetida con ánimo aleccionador desde infundadas seguridades.”-

    ¿Qué querés señalar con la expresión final “infundadas seguridades”?

    * Seguridades ¿de quién?
     
    * ¿Por qué “infundadas“?
     
    Gracias – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Bueno, Antonio Vicedo: todo el gozo y la panzada de felicidad es tuya!
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.