Recordemos que Juan Luis Herrero del Pozo empezó su nueva etapa de teología madura a partir de una reflexión realista sobre cómo se celebra hoy la cena del Señor.
La sencilla reflexión de Honorio tiene mucha metralla dentro.
Pido perdón por este desahogo, pero me parece oportuno contaros mis vivencias en torno a las misas dominicales a las que asisto regularmente, más que nada porque me siento parte del pueblo de Dios, y porque pienso que las personas nos tenemos que salvar como comunidad y actuar y vivir en la misma comunión en que vivieron y actuaron los israelitas cuando salieron de Egipto y en los cuarenta años de errar por el desierto.
Y voy por el escenario y los personajes. El cura viste a lo medieval o renacentista, no sé. Le asisten como “fámulas” o “sirvientas” dos o tres mujeres que le suplen en los trabajos de trabajar: servir vinajeras, encender las velas, leer comentarios, dirigir cantares, leer los avisos. Vestidas de calle, normales, de esta época…
Y va el cura y habla, suelta su discurso mientras los de abajo oímos, o dormitamos, o cuchicheamos. Y hace su lectura de evangelios y otros libros santos el 90% de los casos, con una interpretación de lo leído en clave de salvación individual, en clave de que caminamos hacia lo que nos espera más allá de la muerte, nada de reflexiones sobre los quehaceres de construcción del Reino de Dios aquí y ahora; de nuestra alma, nada del cuerpo; de caridad y limosna (ah! ese Día del Amor fraterna que se ha rebajado hasta hacerlo Día de Cáritas, de esa Cáritas de la que habla Dri en otro lugar…).
Y van las oraciones que marca la liturgia del domingo y se mantienen inalterables en la misma clave: salvación individual, salvación del alma, el más allá de la muerte como esperanza y objetivo y destino absoluto, El Pueblo de Dios como ausente de honor, eterno ausente de honor, mero espectador, rebaño en silencio, incapaz hasta de balar…Y luego pedimos por el Papa, los obispos, el clero, los y las religiosas…y por los gobernantes, por esos gobernantes que han alcanzado el poder mediante un sistema electoral viciado, y gobiernan al dictado de los mercados…
En estas estamos. El casi cien por cien de los creyentes se alimenta exclusivamente de ese encuentro con Jesús y con la comunidad de creyentes que se produce cada domingo, y contempla casi inmutable y en clave de cine mudo los mismos gestos, se le da la misma teología-filosofía de la vida y del evangelio, la misma versión del rol de la mujer, la misma obsesión del más allá y el pasar olímpicamente del más acá…
Digo mal, ha habido pequeños retoques desde el Vaticano II: otros textos con otra música, sustitución del latín por lenguas actuales.
Debo reconocer también que se nos exhorta a practicar las virtudes cristianas: caridad, ayuda mutua, castidad, todos los diez mandamientos. Y doctrina social de la iglesia un poco con cuentagotas. Pero desde luego de moral cívica, de respeto y defensa de la convivencia ciudadana, de participación en la vida política, sindical, en todo lo comunitario, casi cero. Al parecer eso no forma parte del decálogo de la Iglesia católica actualmente en vigor, o es totalmente accesorio y aleatorio.
Y luego como telón de fondo altares-retablos cargados de oro de la época de los conquistadores, los Pizarro, Hernán Cortés y demás…iba a decir carroñeros. Todo el oro de racimos, angelotes, columnas barrocas y demás adornos iluminada con potentes focos, para que todos nos demos cuenta de que “dios” se merece eso y mucho más.
Y por supuesto el lenguaje del predicador de lo más “fisno”, selecto y literario que uno podría echarse a la cara.
Bueno, hay sus matices y variantes. Si voy a la parroquia, el párroco se expresa en unos términos más o menos a tono con el lenguaje del Vaticano II, nos nutre con músicas y textos musicales de los salmos y modernos, nos sirve algunas frases intercaladas en euskera y casi todo en castellano, habida cuenta de que unos somos castellano-parlantes y otros euskaldunes. Pero si voy a la misa de un convento de frailes, es como retroceder dos siglos atrás: música de antes de Franco, todo en euskera, o casi todo, órgano con organista profesional, vozarrones de aldeanos atronadores, teología preconciliar y…
Y yo voy aquí y allá cantando para mis adentros: Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal… A lo mejor va a resultar que el verdadero sacerdote de estas misas es el pueblo, y que el cura que se arroga el poder de presidir, hablar y hacer, ha usurpado el papel sacerdotal del pueblo silencioso.
Las mujeres harían bien en replantearse si vale la pena reivindicar el acceso a “este” sacerdocio que disfrutamos o padecemos en estos momentos.
Y que Dios me perdone las posibles herejías de este texto.
Y luego, para remate, cuando vuelvo a casa y me encuentro con mi compañera que no practica, matemática, la misma pregunta-indirecta- sorna: “¿Qué ya vienes santo del todo?”
Iñaki, de acuerdo contigo en la base….Debo admirar tu renovado interés por el gregoriano..sin embargo no solamente este canto llano nos acerca a Dios…sino tambien el Ave Verum de Mozart…como los cantos folklórikos de las misas populares africanas…como las sencillas misas de la orden cartujana…como las misas de campañas en las montañas del Vietnam etc. etc. puesto que la devoción es siempre interior…y lo “demás” ya sea la música, los gestos, la palabras son solo “medios” para lograr el fin…que va mas allá de lo accesorio..
Pero no es lo mismo asistir a una misa en España que en Africa… que un área de ricos…que en una región pobre…que en la Basílica de S. Pedro…que en una pobre iglesia de un pueblo de Honduras….que en una parroquia de 20,000 almas….que una comunidad de 200 personas….que en las comunidades de las casas de la iglesia primitiva que refiere Justino Mártir y las casas-iglesias clandestinas de la China actual….que en una iglesia americana de Washington DC….Y es lo mismo…estamos viendo solamente una “apariencia”…Lo del “mirad como se aman” estaba centrado cuando la fe se “vivía” plenamente..pero para vivir esa fe plena hay que empezar por la libertad del individuo….y por el ejemplo….y asi se dice que si el párroco es santo…habrá santidad en la parroquia etc.etc
Pero Dios nos creo libres para el bien….con el poder de decidir….Todo en Dios se trata de la libertad…El creó libremente…y quiere que libremente lo escojamos…en su inescrutable misterio de amor….Por tanto, no se puede imponer el amor….Este es un acto “libre” de la voluntad….Por eso, nadie -sino nosotros mismos- somos responsables del amor…Es un acto individual…puesto que Cristo no fue un político totalitario que “impone” la caridad…sino que simplemente la ofrece…como el medio libre para acercarse al Padre…que es tambien libre…libre fue y es de amarnos…y libres somos nosotros para escogerle o rechazarle
Los totalitarismos colectivistas impuestos…son pues contrarios al espíritu del Evangelio…Solo debemos seguir a Cristo los que voluntariamente hemos querido seguir este llamamiento…Entonces debemos empezar primero por nosotros mismos…y despues predicar la Buena Nueva a los demas
Un abrazo d e Santiago Hernández
Iñaki, de acuerdo contigo en la base….Debo admirar tu renovado interés por el gregoriano..sin embargo no solamente este canto llano nos acerca a Dios…sino tambien el Ave Verum de Mozart…como los cantos folklórikos de las misas populares africanas…como las sencillas misas de la orden cartujana…como las misas de campañas en las montañas del Vietnam etc. etc. puesto que la devoción es siempre interior…y lo “demás” ya sea la música, los gestos, la palabras son solo “medios” para lograr el fin…que va mas allá de lo accesorio..
Pero no es lo mismo asistir a una misa en España que en Africa… que un área de ricos…que en una región pobre…que en la Basílica de S. Pedro…que en una pobre iglesia de un pueblo de Honduras….que en una parroquia de 20,000 almas….que una comunidad de 200 personas….que en las comunidades de las casas de la iglesia primitiva que refiere Justino Mártir y las casas-iglesias clandestinas de la China actual….que en una iglesia americana de Washington DC….Y es lo mismo…estamos viendo solamente una “apariencia”…Lo del “mirad como se aman” estaba centrado cuando la fe se “vivía” plenamente..pero para vivir esa fe plena hay que empezar por la libertad del individuo….y por el ejemplo….y asi se dice que si el párroco es santo…habrá santidad en la parroquia etc.etc
Pero Dios nos creo libres para el bien….con el poder de decidir….Todo en Dios se trata de la libertad…El creó libremente…y quiere que libremente lo escojamos…en su inescrutable misterio de amor….Por tanto, no se puede imponer el amor….Este es un acto “libre” de la voluntad….Por eso, nadie -sino nosotros mismos- somos responsables del amor…Es un acto individual…puesto que Cristo no fue un político totalitario que “impone” la caridad…sino que simplemente la ofrece…como el medio libre para acercarse al Padre…que es tambien libre…libre fue y es de amarnos…y libres somos nosotros para escogerle o rechazarle
Los totalitarismos colectivistas impuestos…son pues contrarios al espíritu del Evangelio…Solo debemos seguir a Cristo los que voluntariamente hemos querido seguir este llamamiento…Entonces debemos empezar primero por nosotros mismos…y despues predicar la Buena Nueva a los demas
Un abrazo d e Santiago Hernández
Amigo Santiago, al leer tu último comentario no podía evitar que me resonaran los melodiosos cánticos celestiales entonados por los guaraníes, en el film La Misión. (Visto recientemente en TV por enésima vez). Magnífica explicación teórica la tuya(gregoriano auténtico), que creo entender y me resulta fácil aceptar. Nada que objetar, pero si insistir en que , en la práctica, mi ejemplo a seguir no puede ser otro que la vida humana de Jesús de Nazaret, una persona de carne y hueso como yo. Lo ocurrido después de su muerte lo sitúo en otro plano. Forma parte del misterio que vivimos los creyentes en la intimidad.
Hablando de teoría y práctica, el cristianismo empezó a extenderse por la ejemplaridad de la vida de los primeros cristianos, sin necesidad de grandes construcciones teológicas. Bastaba con rememorar las inteligibles parábolas de Jesús, aún vigentes. Pues bien, el mirad como se aman es muy difícil repetirlo en la salida de nuestras ostentosas misas dominicales. Ahora el cristianismo mas jerárquico, representado por el catolicismo romano, en lugar de extenderse mas bien retrocede, por exceso de teoría y la falta de práctica. Esperemos que lleguen tiempos mejores.
En general, cuando no se práctica lo que se predica es difícil tener credibilidad. Suscribo los textos de Sergio y Ana.
El haber centrado toda la sacralidad del encuentro entre seguidoras y seguidores de Jesús en la cena anterior a su muerte ha sido un error, lo han convertido en algo mágico y caníbal, sin entrar a fondo en el auténtico significado de los encuentros de Jesús con su discipulado.
En fin, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
A las misas tal como se celebran actualmente le sobran muchas cosas y le faltan otras muchas. Le sobra el templo tal como el que rechazó Jesús, el sacerdote que nunca imaginó Jesús y con cuya institución siempre estuvo en litigio, le sobra el rito fijo-oficial-ortodoxo-formal, sin alternativas, le sobran ropajes de otros tiempos, le sobran oros y oropeles, le sobra frialdad humana, le sobran los sermones de una sola persona-hombre por más señas, le sobra el que sea una obligación, le sobra el que se celebre como un sacrificio….
Le falta todo lo contrario de lo que acabo de decir. Pepe Castillo habla de la comensalía, como esa reunión de amigas y de amigos que comparten proyectos, amistad, preocupaciones y alegrías, recuerdos y futuro, que reflexionan conjuntamente sin protagonismos personales, que flexibilizan la celebración en función del momento, de la situación, de la creatividad, y, especialmente, la eucaristía debe ser un momento de enorme calor humano, como el que Jesús daba en todas sus comidas y cenas, le llamaban comilón y borracho, lo que da a entender que sus comensalías tenían poco de formalismos, en torno a una mesa, lejos del templo, sin jerarquías, donde todos y todas compartían mesa, alegría y penas, como la de la última cena. Pero es muy triste recordar a Jesús triste por la que se le venía encima, y olvidar toda su vida anterior y sus comidas de toda su vida.
Buscando el sentido de la Misa, y asumiendo que es un acto, una celebración de Jesús con la comunidad de discípulos/as,
se presentó lo siguiente cuestión.
“La esencia del cristianismo está impresa en la persona de Jesús de Nazaret”
Luego se han vuelto a hacer variaciones sobre el mismo tema, de hasta dónde la esencia, cuando se pudo haber perdido esa misma esencia etc. Un etcétera de la mayor importancia, tal como poder dilucidar si el cristianismo ha sido una gran construcción histórica al margen del Jesús histórico…
Los discípulos/as de Jesús empezaron a ser llamados cristianos en Antioquía, una comunidad compuesta por gente de etnia judía ( de la diáspora griega) y gentiles. La gente empezó a darse cuenta de que no se trataba de un asunto entre judíos. Luego ser cristianos, es sólo un apelativo, un añadido
También tenemos que considerar que la esencia, aquello que hace que seamos lo que somos. en nada tiene que ver con lo que hemos hecho de lo que somos, de cómo deberíamos ser, debemos hacer distinción entre nuestra esencia. lo que conforma nuestra identidad, con lo que realizamos, hasta donde hemos adulterado la esencia de las cosas.
Podemos buscar desde una fe segura y cierta ( es decir que sepamos que de verdad existe) desde cuándo empezamos a traicionar esa fe o a dar/recibir una explicación inadecuada de la misma, tal que se vea desde el plano moral y/o intelectual, de racionalizar nuestras vivencias cristianas. o de sentirnos culpables.(con responsabilidad histórica)
Yo acepto completamente la tesis del principio en cuanto a que el Cristianismo no lo es tal sin Jesús.
Pero estamos fabricando dilemas que nada tienen que ver con el fondo del asunto, pero sí con nuestras concepciones.
Honestamente ( con honestidad intelectual, o lo que es lo mismo; aquello que llamamos ser consecuentes) no podemos hacer diferenciación de Jesús y de Cristo, como tampoco podemos hacer separación entre cristiano/a y discípulo/a en cuestion de esencias.
Jesús quiso demostrar que Él era el Cristo que habría de venir, que ésa era su misión y el motivo por el que había sido enviado ( desde arriba) y de esa forma fué introducido por Juan el Bautizador. Es completamente honesto y consecuente que llamemos a Jesús el Cristo
Y también tiene una explicación histórica, que en el habla común a Jesús se le llame, Jesús, Jesucristo y Cristo indistintamente queriendo señalar a la misma persona, sin cargas de intenconalidades teológicas, aunque quienes las usamos las tengamos.
El cristianismo, visto “como Doctrina”, tiene también su esencia, que algunos buscan en un ejercicio discursivo alrededor de la predicación en vida terrena de Jesús sobre el Reino de Dios” Lo cual es muy sano y honesto, siempre y cuando no sea un discurrir de forma reduccionista no tomando en consideración todos los Hechos, dichos y actos de Jesus, incluyendo su muerte voluntaria y su resurrección.
En otras palabras; No podemos aceptar el discurso del Reino y desechar el “kerigma apostólico”, sin tan siquiera dar una explicación que se aparte de postulados teológicos previos. Que Jesús fué “el Mesías (el Cristo) que habría de venir, y que Dios le resucitó de entre los muertos”
La esencia del cristianismo es la persona de Jesús, muerto y resucitado y que se hace presente a “su comunidad” – como dice Arregi en otro artículo, que es verdaderamente su Iglesia.
roman
Mª Pilar:
No puedo contactar. Me dice qui hijo, que es mi instructor de vuelo en internet, que mi dirección “gmail” dar por Span todo lo que figura como Yahoo” ( Mi correo es romandiazayala@gmail.com)
roman
Estoy plenamente consciente de que estamos viviendo una época donde se nos está imponiendo una realidad muycruda y difícil de aceptar, a no ser con rebeldía, desde la indignación hasta la militancia más activa para remediar en lo posible la injusticia.
Esto conlleva unos momentos de inseguridad doctrinal. Aunque haya gente que piense que todo es producto sólo del progreso intelectual (lo que en el XIX se denominaba “el mal del siglo”). Si así fuera, el Concilio habría sido aceptado sin apenas resistencias, pues la honestidad de vida nos habría ayudado a ser más consecuentes.
La inseguridad doctrinal se está produciendo, pues, por la via de los hechos. El Jesús histórico, fue olvidado por la teología hasta no ser ofrecida por la Tradición y el Magisterio, hasta no percatarnos que Jesús es hombre verdadero.
La reacción, es por lo tanto, sana y consecuente. Debemos cubrir esa ausencia del pensamiento católico tradicional.
Pero la inseguridad aumenta en todos los campos. En el más tradicional porque persiste a nivel oficial una teología que parece dar razón de la fe
profesada por la Iglesia (la Jerarquizada de las instituciones).
por lo que para ellos ( siempre hombres, pocas mujeres)el explicar y el investigar propios de las razones teológica e históricas deben ser siempre solamente declaraciones formales del Magisterio.
Pero aquí ( e incluyo también a Santiago) nos movemos en un ámbito ajeno a esos parámetros, pues estamos todos inmersos en un movimiento que juzga y no puede aceptar la concepción de una Iglesia-Institución, sin más. y que no vea en todos/as al Pueblo de Dios.
Puede parecer, a veces, que se hace una lectura superficial contraponiendo el Reino de Dios predicado por Jesús a la Iglesia que se fué construyendo muy posteriormente.
Pero no es así, Constantemente estamos abocados a aceptar la Iglesia de Jesús, cuando aceptamos y nos hacemos partícipes de la comunidad mesiánica constituida por los discípulos y discípulas de Jesús el de Nazaret, lo cual se realiza mediante una llamada personal ( Eso sí es la esencia de la fe). Tales planteamientos no son lejanos al concpeto de Pueblo de Dios, que está muy presente en los documentos conciliares.
Podríamos estar haciendo una fabricación de la verdad mediante nuestra elaboración teológica de un cristianismo sin el Jesús completo y total, o podríamos no percibir la alteración de la verdad por causa de una nueva contaminación cultural.
Jesús no fue escritor, pero los textos evangélicos nos están diciendo la verdad sobre su persona.
roman
Iñaki, que yo recuerde no siempre he usado la palabra Cristo para nombrar a Jesus de Nazaret….El hecho de que muchos no comprendan, o ignoren, o rechacen lo que significa la Encarnación, no quiere decir que “la mayoría” de la Humanidad no esté dispuesta a creer en Cristo….. y de hecho no pueda creer en El….puesto que a traves de los siglos millones de personas han dado testimonio de esa misma fe, muchos confesando su fe con su vida y en su muerte…y el cristianismo ha podido extenderse por todo el mundo, y de hecho es conocido en el mundo…pero, ya que somos criaturas libres, podemos aceptar o rechazar el mensaje de Jesus de Nazaret…Eso depende de nosotros…y no de la verdadera identidad ni del mensaje de la Persona de Jesús..
Pero tu pregunta ya ha sido hecha…y ha sido respondida también por el mismo Jesus…..Y así Caifás le dice a JESUS en el juicio ante el Sanedrín: ¿Eres tu el Cristo, el Hijo del Bendito? JESUS dijo: Soy yo. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y venir sobre las nubes del cielo”..Ante tamaña afirmación ” el sumo sacerdote (Caifás) rasgando sus vestiduras, dice: ¿Que necesidad tenemos ya de testigos? Habéis oído la blasfemia ¿Que os parece? Y todos sentenciaron: reo es de muerte”. (Marcos 14, 61-64)
Es en la hora suprema de su Pasión y Muerte cuando Jesús revela su verdadera identidad, o sea, que en El se cumplía (y se cumplió) la promesa hecha a Abraham, que El era el Mesías, el “ungido”..por eso la palabra griega “kyrios” en su verdadera acepción del arameo significa “el rey que ha sido profetizado”..
Si le quitáramos a Jesus su filiación divina su figura perdería toda su importancia, no solamente en relacion a la fe, sino aun históricamente….El Jesus del Evangelio es el que se encuentra allí..si lo intentamos re-construir, entonces se desvanece…y ya se hubiera desaparecido en el curso de la historia…si Jesus hubiera uno de los tantos “filósofos” o “filántropos” de aquella era….que en realidad no dejaron “huella…pero la Palabra, que se hizo humana ha trascendido hasta nuestro siglo…y todavía esta “viva”…y resuena cada día dentro de nosotros y fuera de nosotros..porque siempre nos llama….hacia El
Por eso Dios se valió de nuestra propia humanidad, para hacernos atractiva su divinidad…porque “El, Jesus, que es la imagen del Dios invisible,es, El mismo, el hombre perfecto. Y por Su encarnación el Hijo de Dios se ha unido..con cada ser humano. Porque la naturaleza humana que el Hijo de Dios asumió no fue anulada, al contrario, sino que está al mismo nivel de Su naturaleza divina. Y así El trabajó con sus manos. Pensó con la mente de un humano, actuó con la libertad de los seres humanos y amó tambien con un corazón humano. Nacido de la virgen María, El se hizo uno de nosotros, uno en todas las cosas, except en el pecado (Lumen Gentium-22, Concilio Vaticano II)
Por eso, no podemos separar nada de Jesus de Nazaret que es a la vez Cristo, el Hijo de Dios, el Ungido….porque al intentar separar la partes de esta única identidad que se encuentra en Jesus y en Cristo a la vez, entonces no queda sino algo intrascendente, carente de sentido permanente…una figura pasajera, sin verdadera importancia, contingente, y fugaz….y entonces el cristianismo desaparece…se esfuma No tiene en si sentido……El es el que ES, tal y como nos lo presentaron los testigos de su vida y de su muerte…La imagen sustancial y perfecta del Padre, que se hizo visible en el Hijo
Y su verdadero atractivo es su perfume humano….por el cual podemos acercarnos al Dios visible..y ya no podemos alegar que Dios es invisible.
Estoy seguro, Iñaki que no has tenido dificultad alguna en entender lo que he escrito….Lo leí varias veces….y pienso que tu cultura en general, que está muy por encima de la mía, está capacitada para penetrar profundamente en cualquiera de estos temas…Una cosa es el intelecto y otra la voluntad…Son dos cosas diferentes…aunque a veces pueden confundirse.
Agradezco mucho tus comentarios y tus acertadas intervenciones, y admiro, además, tu paciencia en soportarme un abrazo de Santiago Hernández
Por mi parte insistiría en la lectura que cita al principio Honorio de Juan Luis Herrero del Pozo sobre la Eucaristía.
Las eucaristías celebradas muchas veces se convierten en teatralizaciones -inclusive algunas de muy mala actuación-, muchos nos hemos acercado en otros tiempos en forma mágica, pero comprender al Jesús Histórico y su camino por la periferia nos hizo comprender que la Eucaristía tiene que estar invariablemente asociada a la justicia de un mundo mejor. Lo ritual ha matado o adormecido al Espíritu. La paz expresada con efusividad en el Templo se olvida apenas se traspasa las puertas del mismo. Trabaje en imnumerables Parroquias -mi sensación y experiencia es que esta entidad de la parroquia esta totalmente perimida, por lo menos en las grandes urbes- y siempre experimente esa sensación del cumplimiento en la Misa Dominical. Palabras mal preparadas, puestos de servicio lítúrgico atornilladas como espacios de poder. La Eucaristía cobra vida y cambio cuando es celebrada junto a aquellos donde podemos compartir la vida, la humanidad y la podemos hacer motivo de CELEBRAR y produce en nosotros un deseo de COMPROMISO, SOLIDARIDAD, JUSTICIA y VIDA. En Argentina algunas veces podemos VIVIR estos espacios.
Otro tema relevante es ¿el sacerdocio ministerial es generador de verdaderas eucaristías o podríamos pensar en un sacerdocio de servicio-facilitador-coordinador con un tiempo acotado y surgido de la propia comunidad (sin distinción de sexo)? o es muy atrevida la pregunta?….
Creo que hasta Constantino hubo una iglesia-comunidad centrada en el Jesús caminante, peregrino….luego la adaptación a otras realidades hizo perder la FRESCUA DEL EVANGELIO y el AGUA VIVA se diluyo…para mi hay que volver a las FUENTES.
El libro de Pagola y otras reflexiones nos van dando un soplo nuevo al Espíritu para CELEBRAR desde la VIDA.
Amigo Santiago, me llama la atención tu resistencia a pronunciar el nombre de Jesús de Nazaret. Tienes que aclarármelo, para que no me confunda.
Diría que tu insistencia en utilizar la denominación de Cristo, tanto histórico como de la fe, tiene algo que ver con la rotunda afirmación: “Jesucristo, Dios y hombre verdadero”. A mi modo de ver, es esto precisamente lo que la inmensa mayoría de la Humanidad no acaba de entender y hace del catolicismo cristianista, (gracias Antonio D. por el calificativo), algo realmente excluyente. Las personas de carne y hueso podemos atrevernos, digo yo, a intentar seguir e imitar a una persona como nosotros, sea mujer o hombre. Ahora bien, ¿cómo se puede seguir o imitar a un Dios?. ¿Acaso todas y cada una de las personas somos partículas de ese mismo Dios?. Entiendo mejor a quienes afirman que es el Amor el que nos hace UNO con Dios. Yo me quedo con el Jesús de Nazaret histórico, verdadero hombre, como ejemplo lo suficientemente complicado a imitar y seguir.
Estimado Román:
Si te interesa te la puedo enviar por internet.
pitrusca@yahoo.es
Es mi correo, si lo quieres solo dímelo y te lo envío.
mª pilar
En primer lugar, tengo que dar gracias públicas por el “elogio de la paciencia” en referencia a mi…Por cierto, creo que ésta es bastante necesaria en esta vida….pero, aunque no creo que para mi familia yo sea un “modelo de paciencia”, viniendo de Atrio, acepto el cumplido…no faltaría mas,,
Rodrigo, estoy de acuerdo contigo…Creo que el diálogo entre nosotros se ha mantenido entre las líneas del respeto, aun cuando hemos discrepado en mucho puntos de vista….Sin embargo, te doy las gracias por tu informacion sobre Alvin J. Schmidt…pienso “estudiarlo” mas….por otro lado, tu mismo dices que el “lo importante es que se vio conmovido por la caridad cristiana” de los coptos de Tebas que se “esmeraron en llevar consuelo a los reclutado…Por eso, mi argumento, en este caso no afecta a la esencia de la intención que era establecer que el ejemplo es un factor en los que se quieren acercar al cristianismo…y un buen amigo arrastra mucho mas hacia el…que cualquier otra palabra que se pueda decir…puesto que sabemos que el ejemplo del modelo es muy poderoso…y por eso Iñigo de Loyola empezó a pensar en su conversión leyendo “accidentalmente” las vidas de los santos, única literatura existente durante su convalencencia por las heridas recibidas, como soldado en Pamplona..
Por otro lado, sigo distinguiendo en lo que es realmente sustancial en la Iglesia y su mensaje como realmente importante…que la Iglesia mantuvo a traves de los siglos….conservando la tradición oral y escrita..y con el magisterio vivo….La deformación no es doctrinal….ni de identidad de la Persona de Cristo….sino meramente accidental…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Querida M. Pilar,
me siento reconocido de que te hayas dirigido a mí, parar dar tu impresión obre lo del libro JESUS de Pagola.
Es una triste noticia, que se a ciencia cierta afectará todos/as quienes intervenimos en Atrio.
Haace sólo unos meses todos celebrábamos que por fin el libro hubiese recibido el placet. Y me consta que han sido muchos/as quienes, a pesar de tener tanta reverencia hacia lo que diga o haga la autoridad, y eso les produce escrúpulos ciertos de conciencia, cuando se trata de temas o contribuciones que tienen el marchamos de “sospechosas” para el Magisterio, tenían vivo interéres por esta obra.
El organismo que rije la Pastoral de la Conferencia Episcopal, pudo ver cómo la H.O.A.C. anunciaba a bombo y platillo que ya se podía leer, y tenían un enlace para adquirirlo en PDF
tu noticia tiene que ser muy reciente y supongo que no vendrá del Vaticano, sino desde España- Explica el tema por favor.
DE esa manera podremos evaluarla mejor.
Quizá esto le sirva un poquito a Román en esta su entrada:
“Román Díaz Ayala
28-Agosto-2013 – 16:33 pm”
Hay un hermoso libro escrito por el Teólogo José Antonio Pagola:
“JESÚS
Aproximación histórica”
Por el cual ha sido silenciado, retirado el libro después de haber aceptado con sencillez una ¿aclaración…?
Fue retirado por segunda vez de nuevo de las librerías y se ha comentado, que incluso se mandó quemar a la editorial que lo publicó.
¿Cómo vamos a retomar la esencia primera, si todo aquello que no “cuadra” con el pensamiento dictatorial del Vaticano se castiga, se retira… y se condena al silencio a quien osa decir o contrastar:
“Desde el estudio serio, tomado de la fuente, otra mirada de la misma historia”
Porque José Antonio Pagola y otros muchos con él y alguna mujer; estudiosos incansables de la Escritura, han tratado y tratan de acercarse cada vez más, a lo que existe históricamente sobre Jesús de Nazaret; son ninguneados una y otra vez, silenciados, perseguidos… y cuantas barbaridades se conocen al respecto.
¡¡¡Y de verdad son reales, no son quejidos de plañidera!!!
Como todas aquellas personas que han vivido de otra manera el Proyecto de Jesús, intentando seguir fielmente:
“La Esencia de su mensaje”
Dejando a un lado las florituras ¡que sí existen!
También han sido expulsados del poder, reconocimiento, ayuda eclesial para su labor, y algunos expulsados de sus parroquias, obispados, lugares etc.
Esto no es un cuento; es:
¡Una auténtica realidad!
Como tantas tropelías que en nombre de Dios se han llevado a cabo en la historia de este mundo nuestro.
Leer la vida de la iglesia, a veces resulta terrorífico.
Digo con total convencimiento, que quienes llevan adelante este hermoso Proyecto de Jesús, son precisamente aquellas personas que como Él, estaban-estan:
¡¡¡Fuera de lugar…!!!
Los que caminan por la diáspora.
mª pilar
ojo… hablo de autores católicos, refiriéndome a varones. Las autoras, tanto católicas como de los movimientos de reforma, están dando otras conclusiones. Para mí, mucho más interesantes.
Hola Antonio
Recuerdo muy bien esa entrada al inicio del pontificado de Ratzinger. Sirva para decir otra vez, junto a Pepe Blanco, que es una lástima el haber perdido los comentarios de esa época de Atrio. Ojo, no es reproche, eh? Sólo enfatizar una vez más que a la riqueza de selección editorial del equipo de redacción, se le suma la riqueza de los intercambios, comentarios y diálogos que se generan. Una vez más, gracias al Equipo de Atrio por darnos la plataforma para tanto bien recibido (en expresión ignaciana).
Hola Román
Suscribo tu comentario. La referencia a los movimientos de la reforma me hizo pensar algo. En la medida que autores católicos han ido asumiendo las herramientas de analisis de discurso y de crítica histórica, van llegando a conclusiones SIMILARES a las de autores de los movimientos de reforma. Ésto ha ocasionado la acusación -desde posturas más conservadoras- de que tales autores católicos traicionan el catolicismo y se están “infectado” de reforma. La iglesia -dicen los continuadores de Lefebvre – se esta luteralizando.
Pero en mi opinión no es que lleguen a conclusiones similares porque se estén luteralizando, sino que llegan a conclusiones similares porque son las conclusiones que se derivan del método histórico y de análisis del discurso. Pero, efectivamente, desde el conservadurismo se ve como una traición.
Hola Ana
Qué bueno que haces referencia a ese libro de Tamayo. Por cierto, el programa de la asamblea de la Juan XXIII para este año se antoja mucho. Es una lástima no poder asistir.
Uf!, menudo tema se está introduciendo…Yo creo que bien merecería un post especialmente dedicado a una cuestión tan trascendental.
Porque esa es la gran cuestión que se les plantea a todas las religiones: su esencia o sus accidentes.
En el año 2003 JJ Tamayo publicó un libro titulado “Adios a la cristiandad” (concretado especialmente en España en algunos aspectos y universalizado en otros). En este libro va desgranando temas como el nacionalcatolicismo, (vigente entonces y ahora), el neoconservadurismo (ídem), el poder fáctico de la Iglesia (ídem); los movimientos alternativos y la revolución teológica (los primeros en declive, y la segunda, ignorada).
La cristiandad es donde el cristianismo se la juega, es éste el terreno donde subsistirá o pasará a reductos minoritarios. Es por eso por lo que no le interesa profundizar demasiado en asuntos tan trascendentales como es ir a la esencia.
Coincidió que, cuando Tamayo iba a llevar el libro a la editorial, recibió una llamada telefónica del Secretario General de la CEE, D. Juan José Asenjo, anunciándole la tormenta que se avecinaba proveniente del Santo Oficio, presidido a la sazón por el cardenal Ratzinger, y poniendo toda su energía en condenar sus escritos (hay que aclarar que con una manipulación descarada de los textos en los que fundamentaban su condena), descreditando a la Asociación de Teólogos y teólogas Juan XXIII, (Y ahí sigue mejor que nunca) y queriéndose llevar por delante todo lo que se le ponía por el camino, como aviso a navegantes.
¿Ha cambiado algo de lo que acabo de relatar? Bueno, se han contenido las condenas, pero no se afronta lo esencial: la teología.
Oscar
No le he “escupido” ninguna frase a Santiago. Son ya varios años de intercambiar Santiago y yo en ATRIO, y nunca nos hemos faltado al respeto mutuamente. Seguro que es atribuible a la paciencia de Santiago que Antonio recordaba hace algunos días. Pero no sólo no nos hemos faltado al respeto. Siempre han sido para mí, y creo que también para Santiago, verdaderos dialogos (no todo intercambio es verdadero dialogo) interesantes y enriquecedores. No solo han sido dialogos enriquecedores, lo he dicho antes (y si lo he dicho es porque así lo siento) que Santiago es de las personas con quienes considero he desarrollado amistad acá en ATRIO, amistad que considero mutua y sincera. Claro que sólo puedo hablar por mí mismo, será Santiago quien pueda hablar de como lo considera Santiago.
La frase es el colmo de la falsificación histórica no se refiere a Santiago, sino al islamófobo Alvin J Schmidt.
Una sospecha, que no tienes que contestarme y ni siquiera tienes que contestarte a tí mismo. La frase mía que -en castellanización de la expresión anglosajona- “presionó tus botones” y te hace escupirme a mí la expresión “pibito” ¿fue la de “es el colmo de la falsifición histórica” o la anterior “Ortega es algo que ya nos ha pasado; que supuso un avance en algunos puntos propiamente filosóficos en su momento, pero que tiene muchas equivocaciones en sus valoraciones sociales y políticas; y aún en lo que acertó, ha quedado atrás y la filosofía y la vida humana sigue pa’lante“?
Mera sospecha.
Saludos
Hola!
Leo de A. Duato:
– “Santiago y Rodrigo han introducido un tema interesantísimo: la cuestión de si el Cristo histórico se continuó o no,”-
Ok!, de acuerdo …
… pero ese acuerdo no se me extiende a la expresión -y luego largamente explicada- que el pibito rodrigo le escupe a Santiago:
– “es el colmo de la falsificación histórica!!!”-
………………..
No se trata de que estoy de acuerdo con lo de Santiago. Supongo que a estas alturas temporales en Atrio, todos los atrieros y Santiago mismo saben que pensamos desde diferentes supuestos.
Solo se trata de que no se me antoja pasar por alto el exabrupto de Rodrigo. ¡No estoy de acuerdo! … aunque tuviera toda la verdad científica a su favor.
¿Qué le voy a hacer, no?
Asi sigo yendo todavía! – Oscar.
Recuerdo que era yo muy jovencito,
hacía apenas un año que había empezdo la lectura del Nuevo Testamento,
y ya oía a mi alrededor discusiones de si el Cristianismo se degradó a partir del siglo IV, la era de Constantino, o el final del Imperio Romano… y que lo que vino después fué una mezcla de muchas cosas, envueltas en las leyendas.
La historiografía ha dado un salto espectacular en estos sesenta años. Rodrigo, gran vigilante del rigor dialéctico, nos lo ha recordado. Ahora podemos distinguir con relativa facilidad las fábulas del rigor histórico, y muchas fábulas y leyenas se han venido abajo.
Pero nosotros seguimos empeñados, no se con cuánto rigor intelectual, en una clara distinción entre el Cristianismo más puro y la degradación del mismo que aconteció después
Es necesario.
Se hace indispensable por las exigencias del estudio y para el descubrimiento de la verdad histórica.
Lo reclama el conocimiento y cultivo de la cultura heredada en nuestro avance civilizatorio.
Desde un punto de vista religioso, los reformadores protestantes, que conocían muy bien la importancia y el alcance de su iniciativa, también querían saber a ciencia cierta cuándo el Cristianismo empezó a desviarse, para establecer una raya divisoria que señalase e hiciese distinción del período de la integridad doctrinal con el que siguió despues de romanismo traidor a la pureza evangélica.
Ahora nos está ocurriendo algo parecido, pero no es un problema de hermenéutica histórica.Los reformadores protestantes se sentían portadores de una vuelta la fe, de una fe más auténtica y buscaban referenciarla con su pasado.
Ahora, nos preguntamos, ¿Qué es la fe? ¿Dónde reside una fe en el Nazareno?
Y según nuestra respuesta, rebuscamos en la historia.
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