¿Cuándo llegará el día en que en ATRIO, en Redes Cristianas y en la Asociación Juan XXIII se felicite a los obispos por haber escrito una pastoral profética y valiente sobre los problemas reales del país? Pues esto es lo que han conseguido los obispos chilenos con su última carta pastoral de la que ya hablamos en ATRIO a primeros de octubre: Los obispos chilenos actúan como hombres de honor. Hoy publicamos cómo se lo han agradecido un buen grupo de medios y asociaciones progresistas chilenas. Ahora son los carcas quienes no aceptarán este Magisterio prudencial. Y cada uno tendrá que leer los documentos y plantearse quiénes siguen mejor a Jesús, si los obispos chilenos o los españoles.
Una Carta oportuna para estos tiempos
Reflexión y liberación, 16 de noviembre de 2012
Las Organizaciones laicales que abajo firmamos nos dirigimos a la opinión pública y también a nuestros obispos para expresar nuestra profunda alegría y satisfacción por la Carta pastoral del Comité Permanente del Episcopado nacional de septiembre de este año. Hacía muchos años que esperábamos algo así. Coincidimos con los obispos cuando ellos mismos dicen que hace 50 años que no se publicaba un documento parecido. Fueron tiempos de verdadera sequía doctrinal y de orfandad pastoral. Muchos habían perdido la esperanza y se había producido, lo que se ha llamado un “cisma silencioso”. Por esta razón es, que inspirados en Jesús, consideramos esta Carta como una Buena Nueva para Chile y en particular para los pobres.
Es muy interesante comprobar la acogida que ha tenido este Documento. Como era de esperar no ha dejado a nadie indiferente. Ni a los variados actores sociales, económicos y políticos del acontecer nacional, ni a los cristianos que han reaccionado de diferente manera. Algunos ya han dicho que no se sienten obligados a seguir estas orientaciones.
Creemos que esta Carta abre una nueva etapa en la vida de nuestra Iglesia. Los mismos obispos lo reconocen. En efecto, dicen; “A nadie se le oculta que, por nuestras faltas, la iglesia ha perdido credibilidad”. Las encuestas así lo demuestran. En 1995 la confianza en la iglesia llegaba al 80%, en 2011 al 38% y en 2012 bajo aún más. Muchos laicos habíamos perdido la esperanza. Había pasado demasiado tiempo. Ojalá que nuestros pastores perseveren en este camino y no surjan voces contradictorias dentro de la misma Conferencia Episcopal.
Como laicas y laicos cristianos valoramos y acogemos esta oportuna reflexión de los obispos católicos. Creemos que debe estudiarse, comentarse y difundirse en todo lugar. Nosotros/as nos comprometemos a hacerlo. Entre tanto queremos destacar algunos aspectos novedosos y sorpresivos.
1. Petición de perdón; Se había sabido que los obispos chilenos, siguiendo a Benedicto XVI, cuando se revelaron algunos escándalos, pidieron perdón. Lo mismo hizo el Arzobispo de Santiago en el Te Deum de Fiestas Patrias. Sin embargo, esta vez la actitud es diferente. Estábamos acostumbrados a un estilo autoritario y casi prepotente. Ahora escuchamos decir; “Nosotros somos los primeros que debemos ser evangelizados”; “Debemos asumir el llamado a una profunda conversión”. A los que antes se descalificaba y a veces se les condenaba, ahora se les dice humildemente; “Quienes se han sentido ofendidos pueden ayudarnos a hacer el camino del reencuentros”. Ojalá que cada obispo en su Diócesis y cada sacerdote adopten e incorporen una actitud parecida.
2. Un nuevo estilo para hablar; Los documentos episcopales hablaban “ex cathedra”, desde arriba, desde la verdad absoluta. Ahora los obispos asumen este momento como un llamado “a una profunda conversión”. También dicen que “para ser fieles al evangelio se sienten llamados “a escuchar el clamor de nuestro pueblo expresado en los movimientos sociales”. Una iglesia que escucha, que acoge, que es misericordiosa, que aprende es la iglesia de Jesús. A este respecto quisiéramos recordar una reflexión de San Agustín. “Cuando la necesidad nos obliga a reprender a alguno, preguntémonos si nosotros no hemos cometido la misma falta, y tengamos en cuenta que somos hombres y la hemos podido cometer. O quizás la tuvimos y ya no la tenemos, y entonces acordémonos de nuestra común fragilidad, para que a la corrección preceda no el odio, sino la misericordia. Y si tenemos conciencia de vernos sumergidos en el mismo vicio, no se lo echemos en cara, sino lloremos con él, y mutuamente invitémonos al arrepentimiento”.
3. Conversión y cambios de estructuras; Hay un hermoso párrafo que conviene recordar; “Pero no solo debemos revisar nuestros comportamientos personales sino también las estructuras de nuestra iglesia, el modo de ejercer nuestro sacerdocio, las formas de participación, el lugar otorgado a los laicos y en especial a la mujer”. En otro lugar, añaden; “Se hace necesario adecuar nuestras celebraciones litúrgicas y nuestras formas de piedad”. A este respecto, como laicos y laicas, queremos decir a nuestros obispos que hay un profundo descontento con las misas de los domingos en las parroquias. La reforma litúrgica del Vaticano II se detuvo hace tiempo y las actuales celebraciones son monótonas y rutinarias. Tampoco estamos conformes con la homilía de algunos sacerdotes. Algunos no se preparan, no relacionan el Evangelio con la vida y los pastores, a veces, dan la impresión de estar cansados y agobiados.
4. Aspectos de la Doctrina Social de la Iglesia; Junto con los puntos anteriores queremos valorizar algunos temas que están en el capítulo IV de “Evangelizar la Cultura” y que según el texto “constituyen lo esencial de esta Carta pastoral”.
- a) Dignidad de la persona humana. La carta nos dice que Jesús nos ayuda a entender esta dignidad. Esta visión nos invita también a volvernos respetuosamente hacia nuestros hermanos de los pueblos originarios de nuestra patria. Ellos tienen derecho a expresar, desde su perspectiva, el mensaje de amor, respeto, igualdad y paz que ofrece el Evangelio. Hagamos nuestras sus demandas justas que exigen reparar siglos de marginación e injusticia. Seamos cuidadosos para corregir nuestras propias faltas del pasado, de modo que jamás el cristianismo pueda aparecer como una fe que se les impone por la fuerza sin respetar sus culturas. El Evangelio debe enriquecerse con sus mejores tradiciones y procurar encarnarse en ellas como lo haría Jesucristo.
- b) La importancia de una familia. Respecto a este tema, nos permitimos decir una palabra iluminada por nuestra propia praxis comunitaria. Hoy día existen diversos tipos de familia. Vemos que los cristianos de hoy son; casados, divorciados, separados, aislados u homosexuales, cada uno vive intensamente esta búsqueda, un poco al margen del discurso eclesiástico. Los cristianos callan sus vivencias personales y dejan al clero predicar en el desierto. Pensamos que de esta manera no se llegará a testimoniar el Evangelio como nos pide la Iglesia.
- c) La sexualidad. Realmente nos sorprende la manera positiva como se habla de este tema en la Carta pastoral. Contrasta con las prohibiciones de documentos pasados. También los obispos dicen; “Nos preocupa también que muchos perciban nuestro mensaje actual como una moral de prohibiciones”. Aquí, nuestra Iglesia y todos nosotros tenemos que recapacitar sobre cómo hemos construido culturalmente lo referente a la sexualidad humana. El personal consagrado y el laicado tenemos mucho que aprender de la historia de restricciones que ha mantenido nuestra Iglesia desde S. Agustín para adelante. Nos llama a la atención la falta de formación de los sacerdotes en relación a la sexualidad. También nos preocupa que al analizar las causas de los errores y abusos nunca se menciona la posibilidad de introducir el celibato optativo. Nos asiste la convicción de que esta crítica -sana y respetuosa- puede ayudarnos a sanar nuestras heridas profundas e incomprensiones diversas con la sociedad actual.
- d) La educación. Digno de valorar es el acápite que los pastores dedican a la situación de la educación en Chile y que los estudiantes tan valiente y dignamente han denunciado. Dicen los obispos en relación a los “hechos que nos interpelan”; “En este contexto social, el “lucro” desregulado, que adquiere connotaciones de usura, aparece como la raíz misma de la iniquidad, de la voracidad, del abuso, de la corrupción y en cierto modo del desgobierno”.
- e) El sentido del pobre. En una cultura donde se nos valora por las competencias y el dinero, el cristianismo nos enseña, aunque no siempre hayamos sido fieles a lo que profesamos, a defender la dignidad humana sin condiciones. Eso nos obliga a integrar al marginado, a cuidar del enfermo y a darle valor al desvalido porque ellos son plenamente seres humanos.
Por eso se nos invita a tener una proximidad real con el pobre, y proponer un humanismo que no lo margine, no lo explote, que respete su dignidad y sus derechos. Precisamente porque el pobre no basa su existencia ni en la riqueza, ni en sus saberes, ni en sus títulos académicos ni en su abolengo, en él se manifiesta más puramente la dignidad del ser humano como ser humano.
5. Críticas al modelo económico y cultural neoliberal; La parte más novedosa, crítica y valiente de la pastoral es su juicio severo sobre la situación de desigualdad que reina en el país, producto de las estructuras económicas, políticas y sociales. Es una palabra que critica a este modelo porque castiga con mayor severidad a los más pobres y postergados de nuestra sociedad. Los obispos dicen textualmente; “Este modelo ha privilegiado de manera descompensada la centralidad del mercado, extendiéndola a todos los niveles de la vida personal y social… Se ha pretendido corregir el mercado con bonos y ayudas directas descuidando la justicia y equidad en los sueldos… Hoy escandalosamente hay en nuestro país muchos que trabajan y, sin embargo, son pobres”.
6. Conclusión; La iglesia debe resituarse. La Carta plantea al final del texto; “Nuestra fidelidad a Jesús y nuestro contacto con la cultura actual nos obligan a ir a la raíz de la fe que profesamos para reconocer y apoyar todo lo bueno y para superar aquello que no corresponde al Evangelio. La Iglesia debe resituarse en el mundo con nuevas coordenadas. Esa fe obliga a la Iglesia a tener una participación activa en asuntos de debate público que interesan a nuestra sociedad como la acogida a los migrantes, la protección de todos los que son más vulnerables, la situación en las cárceles, la lucha contra la discriminación, la defensa y promoción de los derechos humanos, el combate a la deshumanizante drogadicción, las necesarias reformas a la educación, y en general los problemas que atañen a la vida social y política. A la Iglesia corresponde estudiar esos problemas y suscitar su reflexión en la sociedad, ahondar en su comprensión, confrontarlos a la luz del valor fundamental de la dignidad de la persona que nos enseña Jesús”.
En este año del 50º aniversario en que el Papa Juan XXIII convocó al histórico Concilio Vaticano II, y ahora inspirados por la reciente Carta de los obispos, hemos de asumir con más ardor evangélico que “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (Gaudium et spes, 1- sobre la Iglesia en el mundo actual).
Amerindia Chile / Iglesia Entre Todos / Comunidad Juan XXIII
Comunidades Laicas Marianistas / Centro Ecuménico Diego de Medellín
Comunidad Martin Luther King / Comité Oscar Romero / Servicio Paz y Justicia
Fraternidad Laica Carlos de Foucauld / Cristianos en Misión
Comunidad José Comblin / Revista “Reflexión y Liberación”.
Santiago, Octubre 12 de 2012
No sé, Antonio Duato, tal vez tengas razón en tu observación sobre el alcance del concepto “carca”, o tal vez no, no lo sé bien…
Así que veamos. En Internet leo un artículo de un sacerdote que acaso, además de muy en comunión con la doctrina oficial de la Iglesia, sea algo “conservador”, pues no parece molestarle que en su blog hasta lo llamen pater, apelativo o forma de tratamiento que, al menos a mí, me remite invariablemente a la realidad de los sacerdotes militares. (Recuerdo cómo un amigo mío tuvo durante un tiempo cierta amistad o algo parecido a la amistad -como para mí al menos, todo era una “movida” tan clerical y parternalista, amistad amistad nunca me pareció que pudiera ser considerada aquella relación, pero igual sí- con un sacerdote español que era un alto cargo o mando del Ejército. Cobraba una buena pasta, que le permitía ir a restaurantes muy caros, entre otros gustos refinados que tenía. Ese amigo mío lo trataba de “pater” y le besaba la mano cada vez que lo veía. Estoy hablando de hace apenas unos años. Pues bien: nunca traté a ese cura, pero una vez en que coincidió que yo me encontraba con ese mi amigo y él llegaba adonde nosotros no sé a asunto de qué, sospecho que como yo no lo saludé inicialmente con la reverencia con que acostumbraba mi amigo y hasta ¡cometí la insolencia de comenzar a tutearlo! luego de advertir cómo él me trataba a mí, a mi juicio -siempre a mi juicio, obvio, puedo estar equivocado-, de manera muy paternalista y clerical, acabó mosqueándose visiblemente. Hasta el extremo de que quizá por esa contrariedad misma, pasados unos días en que me vio, nos cruzamos de frente, nuestras miradas se cruzaron, ni me saludó. Aunque también puede ser que no me recordara; yo a él, empero, sí.)
Pues bien, todo el “exordio” anterior, enmarcado entre paréntesis, lo traigo aquí y ahora porque de la mano de ese sacerdote -pongamos que muy ortodoxo, muy fiel, muy conservador; disculpas, pater, si no te consideras así, o si supones que te estoy faltando al respeto- llegué al blog del Foro de Curas de Vizcaya (Bizkaiko Abadeen Foroa). El “pater” en cuestión pone a parir a ese foro, a los curas y no curas que lo conforman. Así que me meto en ese blog… y luego de haberme detenido en él por lo menos una hora, acaso más, concluyo que “no es para tanto”. Quiero decir: cierto que en ese Bizkaiko Abadeeen Foroa se hacen afirmaciones como poco, discutibles, o no compartibles, si se quiere, pero de ahí a endilgarle el sambenito de ser poco menos que un foro de “herejes enemigos de la Iglesia católica por sembrar constantemente la heterodoxia y la disidencia”… Ufff.
Entre otros artículos, me llamó la atención la entrevista que se le hace al arzobispo emérito de Foggia (Italia), D. G. Casale. Entre otras “heterodoxias al parecer próximas a la herejía”, la principal que encuentro en la entrevista realizada al anciano arzobispo es la insistencia con la que defiende que la Iglesia católica -en este particular se refiere a sus cúpulas dirigentes- debe reforzarme en la línea de una mayor simplicidad evangélica. Irse desvistiendo o desnudando de pompa, fasto, boato, apariencia de poder y de “titulitis” de honores. Exactamente en la línea auspiciada en el Pacto de las Catacumbas firmado, a poco de clausurado el Concilio Vaticano II, por una cincuentena de obispos conciliares encabezada por Dom Hélder Cámara. En pro de la vertebración de una Iglesia pobre, evangélica, samaritana, al servicio de las mayorías sufrientes de la Tierra.
De modo que entonces así las cosas, ¿es justamente este tipo de propuestas de reformas eclesiales la que molesta a tantos católicos que luego, sin rubor, dan su entusiasta apoyo a la misa en latín y otras reformas eclesiales por el estilo?
Desde luego, no termina uno de entender ciertas movidas en el seno de la Iglesia católica…
¡Gracia Olga, estoy totalmente de acuerdo contigo!
Claro, firme, real como la vida.
mª pilar
Es dificil opinar ahora, cuando han pasado siglos y siglos y esta Malhadada Institución se ha pasado condenando al hombre como algo despreciable sobre el que sólo cabía, salvar su alma, a costa de hasta quemar su cuerpo.Y por favor no me nombren a San Agustín como ejemplo de nada, puntal básico del PECADO ORININAL, por obtuso traductor del griego que ignoraba, y no digamos nada su teoría de la “Predestinación”.Ni de un San Pablo, Saulo el coverso, que hace del Yesuá resucitado, Sumo Sacerdote, más alto que los sacerdotes levitas, de la Orden de Melquiseceq (Hebreos),que ya es el colmo
cuando ni él, ni ningunio de los doce lo fueron (sin duda el equivocado era Yesuá) y fueron los que le llevaron al suplicio y a
los que expulsó del Templo (Cueva de bandidos).Ni de Pedro, en Marcos, Satán por ir en contra de las cosas del Padre y luego
en Mateo convertido en la piedra de esta iglesia faraónica.(¿Traidor como éste convertido en piedra, de qué iglesia?.Sin duda : de esta y su Corte /Curia/ Papal, y Cardenales y Obispos. ¡¡¡Por favor, un respeto!!!
En Chile se usa la palabra “momio” para designar a los carcas. Y no creo que le hagan mucho caso a las pastorales, máxime si estas no aterrizan con nombre y apellido el problema. Entonces todo queda en declaraciones de principios, volando por los aires. Como una Primera Comunión a la que asistí, Misa, prédica, discursos, llenos de una retórica que es inentendible que hace alusión a realidades misteriosas y que escuché atentamente para ver si podía sacar alguna idea de lo que podrían entender los niños que la hacían y si esto afectaría sus vidas. Y la verdad es que no pude sacar ninguna conclusión práctica. Y esos niños cuando crezcan estarán tan acostumbrados a escuchar esta retórica , que escuchan una pastoral, bien intencionada pero no aterrizada a algún acto concreto, y les sale por un oído y les entra por el otro y no se hacen cargo del tema. Nadie les dice que es una carajada estimular el consumo en gente que está con el crédito hasta el cuello, que institucionalizar la usura es un pecado, que vender educación de mala calidad es un engaño, que acogotar a los pueblos nativos es faltar a los mandamientos, que vender armas es equivalente a asesinar etc.
Iglesia Católica argentina, la más antiobrera de América Latina
Por: ANSA
http://www.argenpress.info/2012/11/iglesia-catolica-argentina-la-mas.html
Estuvo muy vinculada a las patronales, que a su vez se inspiraron en el fascismo italiano para combatir la organización sindical de comienzos de siglo XIX
(ver el ensayo “Patrones y obreros-La ofensiva de la clase propietaria 1918-1930”, de María Ester Rapalo)
La Iglesia Católica “tenía a comienzos del siglo XIX una influencia importante en México y Perú a partir de la evangelización de la población indígena durante siglos, pero en ningún país de América Latina consiguió arraigarse en la clase trabajadora”.
“Por eso, cuando desembarcaron en Argentina con los Círculos Católicos Obreros, en un primer momento dudaron en adosarle la palabra ‘Católicos’ para no espantar a los obreros”.
Los Círculos Católicos Obreros fueron fundados en Francia en 1870 por el conde de Mun y desembarcaron en Argentina en 1892, inspirados por el sacerdote alemán Federico Grote, para disputar el predominio ideológico de la izquierda entre los trabajadores.
Sectores del empresariado y los Círculos Católicos Obreros actuaron mancomunados y confluyeron en 1905 en la creación de la Sociedad Protectora del Trabajo Libre, germen de la virulenta patronal Asociación del Trabajo de la década del 20.
La Asociación del Trabajo recurrió a las bandas parapoliciales de la Liga Patriótica como brazo armado para romper huelgas, atacar dirigentes sindicales y destrozar los locales de las asociaciones obreras instaladas en las zonas portuarias.
Hola!
Carta Pastoral – Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile
III. CAMBIOS DE NUESTRO TIEMPO: HECHOS QUE NOS INTERPELAN
b) Hechos que crean malestares:
ítem 5.- Deficiencias en el rol del Estado
– “El desarrollo tan fuertemente orientada por el Mercado,
el Estado va cediendo muchas de sus funciones y
pierda sus instrumentos de intervención.
se considera que toda regulación imposibilita la eficiencia y la libertad del Mercado
El Estado ha quedado con las manos atadas.
se ha privilegiado lo privado por sobre lo público.
resulta extremadamente injusto poner al Mercado como centro de asignación de todos los recursos.
El resultado final es que nos encontramos en un país marcado por la inequidad.”-
……………………
¿No se podría pensar en una CARTA PASTORAL LATINOAMERICANA?
Para los latinoamericanos, lo que se ha frenado no es el Vaticano II, sino MEDELLÍN.
Estimo que Latinoamérica es el Horizonte de cada País “hispano-americano”, al que España puede sumarse como una más del plural “Las Españas”.
Mientras no se atienda a ese nivel:
el enemigo global (Corporación/Mercado)
nos sentará como “aperitivo” en su mesa.
¿Tal vez, no?
¡Vamos todavía! – Oscar.
Aclaración semántica a Oscar:
Usé el término carca porque es como generalmente enominamos en España a los ultraconservadores.
Encuentro en el DRAE que procede del portugués carcunda, que es como en el siglo XIX se designaban a los carlistas y, por extensión, a todas las personas de pensamiento retrógrado.
En ATRIO se ha hablado mucho estos días de que un católico se caracterizaba por seguir el Magisterio. Yo no creo que eso sea cierto pues todo lo que se llama “magisterio” depende de personas y circunstancias, es muy relativo. Por eso a muchos no nos hacen falta esas declaraciones. Pero bienvenidas sean. Por lo menos para probar que hoy muchos carcas chilenos pasarán del magisterio de sus obispos, como otrora en España gritaban: “¡Tarancón al paredón!”
Hola Red. de Atrio!
Leo:
– “Ahora son los carcas quienes no aceptarán este Magisterio prudencial“-
……………
Cada día me desayuno con nuevas palabras,
quiero decir: significados.
Pregunto, entonces:
¿qué son los “carcas“?
Gracias – Oscar.