Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

agosto 2012
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
7407 Artículos. - 112701 Comentarios.

Leyendo a Marcos – 12

UN PASO, UN MUNDOSalvador Santos – “Destilado” de Oscar Varela

Parábolas y estrategia

— Echemos un vistazo al orden que van siguiendo las cosas.

  1. Comienzo: exigente petición del Galileo a escuchar.
  2. Secuencia: Parábolas que hablaban de la siembra y sus benéficos resultados.
    • La primera presenta un proyecto humilde pero de enorme eficacia.
    • La segunda lo considera el cauce natural para el ser humano.
    • La tercera asegura un atractivo desarrollo a pesar de la aparente insignificancia de sus comienzos.

— Con su enseñanza en Parábolas el Galileo invita a la gente:

  • a valorar las condiciones de su propuesta y
  • a sumarse a ella con optimismo.

¿Cómo reaccionaron los de su grupo?

Fascículo 11PARÁBOLAS Y ESTRATEGIA

(Mc. 4,13-20)

— Sigamos con nuestro amigo Marcos.

Echemos un vistazo al orden que van siguiendo las cosas. El discurso dio comienzo con la exigente petición del Galileo a escuchar. Luego, utilizó tres parábolas que hablaban de la siembra y sus benéficos resultados. La primera presenta un proyecto humilde pero de enorme eficacia. La segunda lo considera el cauce natural para el ser humano. Y la tercera asegura un atractivo desarrollo a pesar de la aparente insignificancia de sus comienzos. En resumen, con su enseñanza en parábolas el Galileo invita a la gente a valorar las condiciones de su propuesta y a sumarse a ella con optimismo. Nos toca ver ahora cómo reaccionaron los de su grupo.

Cuando se quedó a solas, los que estaban en torno a él le preguntaron con los Doce la razón de usar parábolas. El les dijo:

— A ustedes se les ha comunicado el secreto del Reino de Dios; ellos, en cambio, los de fuera, todo eso lo van teniendo en parábolas, para que por más que vean no perciban y por más que escuchen no entiendan, a menos que se conviertan y se les perdone” (Is 6, 9-10).

Les dijo además:

— ¿No han entendido esa parábola? Entonces, ¿cómo van a entender ninguna de las otras? El sembrador siembra el mensaje. Estos son los de junto al camino: aquellos donde se siembra el mensaje, pero, en cuanto lo escuchan, llega Satanás y les quita el mensaje sembrado en ellos. Estos son los que se siembran en terreno rocoso: los que, cuando escuchan el mensaje, en seguida lo aceptan con alegría, pero no echa raíces en ellos, son inconstantes; por eso, en cuanto surge una dificultad o persecución por el mensaje, fallan. Otros son los que se siembran entre zarzas: estos son los que escuchan el mensaje, pero las preocupaciones de este mundo, la seducción de la riqueza y los deseos de todo lo demás van penetrando, ahogan el mensaje y se queda estéril. Y ésos son los que se han sembrado en la tierra buena: los que siguen escuchando el mensaje, lo van haciendo suyo y van produciendo fruto: treinta por uno y sesenta por uno y ciento por uno” (Mc, 4, 10-20),

Nos conviene seguir a Marcos con detenimiento antes de sacar conclusiones, pues es cierto que se ven como palabras complicadas, aunque dejarán de serlo cuando descubramos la sencillez de su lógica.

Primero situemos la escena. La encontramos inmediatamente después de la parábola del Escuchar. Temáticamente, la narración está bien conectada con ella. No obstante, la frase inicial: “cuando se quedó a solas” establece un corte con la situación precedente al no dar explicaciones sobre la ausencia del gentío. Se percibe, a todas luces, tanto la imprecisión temporal como la espacial. ‘‘Cuando‘” establece la indefinición del momento y “a solas” reclama especificar la ubicación. No se concreta ni una cosa ni la otra. La vaguedad es pretendida por Marcos que busca, ante todo, que el lector tenga reciente la enseñanza de la primera parábola. De hecho, como hemos visto, la gente seguirá como oyente de otras dos sin que se hubiese advertido antes de un cambio de lugar.

Con estos datos, debemos considerar esta frase introductoria: “cuando se quedó a solas”, como un paréntesis abierto en el relato para justificar la intervención de los discípulos en relación con la nueva estrategia de las parábolas. A lo largo de su lectura iremos constatando cómo su contenido exige lo que se subraya en su entrada: La ausencia de la gente.

La razón de este comienzo despunta de inmediato: “los que estaban en torno a él le preguntaron con los Doce la razón de usar parábolas”. El grupo del Galileo reacciona a su nueva forma de enseñar a la multitud pidiendo explicaciones sobre el porqué de este cambio. No se trata de una simple pregunta sino de una tenaz exigencia sobre la razón de un planteamiento con el que están encubiertamente disconformes. En el original griego, el verbo preguntar está en imperfecto y deberíamos leer: “le preguntaban“, que expresa mejor la acción persistente y reiterativa de interrogarle.

Si la traducción fuera “le preguntaron”, desde el  punto de vista técnico no es incorrecta. En los verbos de naturaleza similar a éste se suele utilizar el imperfecto porque su acción se considera irrealizada o imperfecta hasta no llegar a completarse con la respuesta solicitada. De manera que es lógico entenderlo como pretérito indefinido (preguntaron) cuando se interpreta que su acción no contiene otro objetivo sino el de recibir una contestación al interrogante. Sin embargo aquí, el verbo en imperfecto, “le preguntaban”, encierra la insistencia procedente de la incomprensión y el desacuerdo.

Trato de obviar en lo posible las cuestiones técnicas, pero a veces no hay más remedio que entrar en ellas si se quieren captar detalles únicos del mensaje del Galileo. Con todo, interrúmpanme siempre que vean que me enredo demasiado.

Como han podido apreciar, la iniciativa de preguntarle nace de la totalidad de seguidores del Galileo: “los que estaban en torno a él con los Doce“. Marcos, intencionadamente, identifica al grupo enlazando dos fórmulas utilizadas por él más atrás. La primera, “los en torno a él“, describe al grupo de los adheridos a su proyecto, a los que, si recuerdan, nuestro protagonista señaló como su auténtica familia (Mc 3, 34). La segunda, “los Doce“, representa a la nueva sociedad (3, 14). Marcos ha asociado estas dos expresiones para referirse a la totalidad de los miembros incorporados al proyecto del Galileo. El sentir es general. Ninguno de los suyos se escapa de ese modo de pensar, quiere decir Marcos.

El objeto de la pregunta se menciona sucintamente: ”las parábolas“, aunque se ha traducido con amplitud para reflejar su sentido: “la razón de usar parábolas“. No obstante, para captar su hondo significado, preferimos seguir el seco plural del texto original: “por las parábolas“.

De esta manera el texto se lee: “Cuando se quedó a solas, los que estaban en torno a él le preguntaban con los Doce por las parábolas“.

Observen ahora este dato: Extraña que el grupo interrogue en plural “por las parábolas” cuando el Galileo ha narrado sólo una. La contradicción aporta coherencia a la doble imprecisión espacio- temporal del inicio del episodio (“cuando se quedó a solas“) y confirma que, con su pregunta, los discípulos han sacado a flote sus reservas respecto a la estrategia del Galileo una vez hubo terminado su discurso a la multitud usando esta nueva metodología. Tendremos oportunidad de valorar algunos indicios que señalan el momento y el lugar donde ocurrieron estos hechos.

El grupo al completo desaprobaba el uso de las parábolas como método para presentar el mensaje a la gente. Hubo un enfrentamiento dialéctico entre la totalidad del grupo y el Galileo.

Avancemos en la lectura. La respuesta del Galileo se abre en un tono enfático, reclamando la atención y dando a entender la importancia de lo que les va a comunicar: “A ustedes“. El pronombre, de entrada, impone; capta la atención, anuncia severidad.

Su primera afirmación, desbordante de significado, los distingue como conjunto, situándolos en la realidad de su compromiso personal y colectivo: “se les ha comunicado el secreto del Reino de Dios“. La forma verbal: “se les ha dado” habla de un hecho ya producido, es decir, de algo entregado previamente a beneficiarios que disponen plenamente de su propiedad.

Lo que el grupo posee ya como propio, lo enuncia el Galileo con la expresión “el secreto del Reinado de Dios“. Conviene saber que el término griego traducido por “secreto” o “misterio“, salvo en este episodio narrado por los tres primeros evangelistas, no aparece nunca más en los cuatro evangelios.

Cuando Marcos habla de “secreto” o “misterio” no hace referencia a un concepto teórico inabarcable, antes bien, alude a la experiencia única de disfrutar de la sociedad alternativa, desconocida para los que permanecen afincados en los valores del sistema,

El secreto es, pues, existencial, no conceptual. Pertenece al patrimonio vital de los que se han decidido a acogerlo y queda en sombras para quien permanece al otro lado de la orilla. El mismo Marcos define abiertamente la esencia de ese secreto cuando dice de qué se trata: “del Reinado de Dios“.

El grupo constituido en el monte como sociedad alternativa ha optado por abandonar el sometimiento al sistema, creando la auténtica familia humana. Lo oculto no es el mensaje del Reino, propuesto por toda Galilea, sino su realidad experimentada individual y colectivamente. La experiencia de la sociedad alternativa es impensable (un misterio) para quien persiste en nutrirse del orden establecido y de su injusta actividad. El Galileo ha inaugurado la alternativa de sociedad, posibilitando a su grupo esa sabiduría práctica, desconocida para quien no participa de ella.

Averiguar el secreto está a un paso, al otro lado de la orilla. Las parábolas invitan a cruzarla, Ése es el objetivo que persigue el Galileo con su estrategia: “Aquéllos, en cambio, los de fuera, todo eso lo van teniendo en parábolas“.

Presten atención a los matices. Los integrantes de la multitud están aludidos con un pronombre que sugiere distancia (“aquéllos“). Confirma esta idea el inmediato uso de la expresión “a los de fuera“. La fórmula recuerda a sus familiares que no llegaron a dar el paso definitivo de entrar en la casa y se quedaron “fuera“. Pero, en este contexto, está señalando directamente a los situados en tierra, sin determinación para cruzar la delgada línea que los separa de la barca.

La realidad vivida por el grupo de seguidores está abierta a cualquiera, no se niega a nadie: “todo eso lo van teniendo en parábolas“. La expresión “todo eso” alude al contenido ideológico y práctico de la propuesta del Galileo sin disminuciones ni recortes. El mensaje se les entrega dosificado mediante sencillos ejemplos o parábolas. Su pedagogía, administrada gradualmente a través de comparaciones, tiene como único objetivo animar a los indecisos a dar el paso.

Esa finalidad, que los vacilantes reflexionen y se decidan, responde al cuestionamiento previo de los discípulos respecto al procedimiento de las parábolas. El Galileo la expone a continuación de manera singular.

Las dificultades para interpretar las palabras del Galileo citadas por Marcos, y los intentos por clarificar su significado empezaron por Mateo y Lucas. Y todavía continúan. Tendremos que hacer un pequeño esfuerzo ante este aparente escollo, yo siendo clara en la explicación, ustedes intentando no perderse.

    Para que
    por más que vean no perciban
    y por más que escuchen no entiendan,
    a menos que se conviertan y se les perdone.

En principio, necesitamos saber que estas palabras están tomadas del libro de Isaías 6, 9-10.

A primera vista, da la impresión que la cita libre del profeta ha sido elegida para justificar las parábolas como fórmula intrincada cuyo objetivo persigue hacer impenetrable el mensaje. Ahora bien, de ser cierta esa idea dejaría al descubierto la incongruencia de usar un método que vuelve incomprensible aquello que se quiere transmitir. La introducción de Marcos al episodio de las parábolas utilizando dos veces el verbo enseñar, así como el comienzo categórico del Galileo al iniciar su exposición (“¡Escuchen!”) se tornan, entonces, incoherentes.

La solución tradicional a esta paradoja orienta su explicación a partir de considerar las parábolas como procedimientos para cifrar el mensaje y hacerlo ininteligible, de modo que sólo sea posible ser descifrado por aquellos destinatarios que cambien de actitud hacia él.

Sería la respuesta más fácil si pudiera salir de su propia contradicción. Si el cambio de actitud debe preceder a la comprensión del mensaje transmitido con las parábolas, estas resultan innecesarias, salvo que se utilicen para alimentar la confusión. Esta opinión no tiene en cuenta una característica esencial de las parábolas, la que las configura como método de magistral sencillez pedagógica que incita e invita a modificar radicalmente la orientación de la vida. Las parábolas tratan de eliminar el miedo al giro existencial; presentan la sociedad alternativa como connatural al ser humano; proponen los extraordinarios beneficios prácticos individuales y sociales que se derivan de su aceptación. Más que enturbiar, la simplicidad de las parábolas aporta transparencia al mensaje difundido a través de ellas.

Las palabras citadas del profeta Isaías no se ajustan al texto hebreo del Antiguo Testamento ni siquiera a la traducción griega llamada de los Setenta. Han sido recogidas con libertad respecto al texto original; por eso decimos una cita libre.

El texto hebreo de Isaías hace referencia a un pueblo obcecado ante el mensaje del profeta. Su redacción refleja la mentalidad semita de atribuir esa obcecación a un mandato divino para justificar la misión fracasada de Isaías.

Cuando se traduce al griego, la versión de los Setenta evita esa dura posición, trasladando directamente al pueblo la responsabilidad de su empecinamiento.

Bien, pues, la frase difícil que encontramos en Marcos se separa de ambas versiones, la hebrea y la griega. En cambio, es muy cercana al Targum, la traducción aramea del Antiguo Testamento. Targum en hebreo significa traducción. Esta versión está basada en las explicaciones orales en arameo de los textos hebreos leídos en la sinagoga cuando, después del exilio, el pueblo llegó a no entender la lengua hebrea. En el momento de llevar la traducción aramea a la escritura, se recogieron tradiciones de la reinterpretación judía de los libros del Antiguo Testamento. De manera especial, en los proféticos no se seguía la literalidad, sino que se parafraseaban los textos. Concretamente, respecto a la cita de Isaías, el Targum otorgaba al pueblo la posibilidad de obtener el perdón en caso de convertirse.

El arameo fue la lengua de nuestro protagonista. En arameo oyó las explicaciones de los libros del Antiguo Testamento en la sinagoga de su pueblo. La cita de Isaías, utilizada con su libertad acostumbrada, permite captar muy de cerca sus palabras originales y deja escapar algo del lenguaje popular que empleó.

Tras la estructura semita del texto griego de Marcos encontramos el pensamiento original del Galileo. Mi abuelo tradujo sus palabras de la siguiente manera:

    Porque,
    mirar… miran…, pero no ven,
    escuchar… escuchan…, pero no entienden…,
    tal vez se conviertan y se les perdone.

Fíjense, con su forma de emplear la cita, el Galileo ha cambiado completamente el origen de donde procede la ofuscación de la gente. Según él no ha sido provocada por Dios como afirma el texto hebreo de Isaías. Tampoco expresa la idea de que la culpabilidad sea del pueblo como traduce la versión de los Setenta. Y, de ningún modo, puede extraerse como conclusión que las parábolas la provocan.

Las palabras del Galileo, citando a Isaías desde la más abierta versión aramea, constatan sencillamente la situación de enajenamiento en que está atrapada la gente. Ahí están enraizadas las parábolas. Son como un cabo echado al agua para facilitar el rescate del naufrago,

Vista de este modo, la obcecación es previa al uso de las parábolas. Así pues, ellas tienen como finalidad animar a la reflexión (ver y entender) e invitar a un cambio existencial. Su intención es práctica, no meramente intelectual. El Galileo no eligió este método de enseñanza para obcecar, sino para vencer la obcecación. Esto encaja con su mensaje liberador, el que abre los ojos a los ciegos y hace oír a los sordos.

Según el relato de Marcos, el Galileo comenzó a plantear su proyecto a la gente mediante las parábolas cuando pudieron tener ese proyecto a la vista, lo que aumentaba, sin duda, la potencia cognoscitiva que tienen en sí mismas,

El Galileo vuelca su propio recorrido reflexivo en relatos sencillos, absolutamente creíbles, para poner en marcha a través del oído y la vista los mecanismos personales de la reflexión y la decisión. La parábola no alimenta construcciones intelectuales o ideológicas, más bien suscita y alienta el pensamiento sobre la praxis reclamando una reacción que empape la vida. La respuesta práctica al mensaje no se da ni por oír las parábolas ni por estar atento a la explicación del mensaje, surge de la reflexión a que ellas incitan. Sin reflexión no hay respuesta.

Las parábolas tienen, pues, como objetivo animar a un cambio radical de vida, que abandone la onda gravitatoria del sistema para adherirse sin reservas a la realidad de la propuesta del Galileo. Los hechos extraídos de la naturaleza o de la vida cotidiana fueron contados por él con peculiar sencillez para conceder credibilidad a la utopía de su mensaje. Lo natural es lo definitivamente subversivo.

55 comentarios

  • M.Luisa

    La posibilidad de apropiación no es lo mismo que la posibilidad de ser. Lo digo porque como en mi comentario de Marcos 14  hablo de ella me viene bien ahora, al leer estos últimos comentarios,  hacer esta distinción ya  que para la cuestión que nos ocupa  la considero fundamental.

    La posibilidad de disfrutar esa experiencia, la de la sociedad alternativa  no es  la misma  que la posibilidad de hablar  en un bebé recién nacido. Porque así como en aquella la posibilidad depende de una opción de apropiación,    la posibilidad del habla    pende, emerge,  de  la propia estructura humana capacitada para ello.
     
    El concepto de posibilidad se confunde a veces con el concepto de potencialidad, aquel es propio de la actividad humana. Las posibilidades conciernes siempre al orden operativo, mientras que las potencialidades conciernen al orden constitutivo.
     
    Disculpen la intromisión

  • Hola Pepe
     
    Para disipar cualquier duda, comparto tu opinión de que no hay un universo paralelo a este.
     
    Respecto al término obsequio, está expresado aludiendo al placer que algo ocasiona y no, en el sentido de algo recibido de alguien en forma gratuita.
     
    Utilizando tu ejemplo para explicar esta significación, es innegable que un bebé recién nacido tiene posibilidad de hablar. Su desarrollo en un entorno humano idóneo y sus opciones serán pasos necesarios para que le resulte un placer (un regalo) su experiencia de comunicación con los demás.   
     
    Soy consciente de la importancia que tiene esto para ti.
     
    Un abrazo

     

  • pepe blanco

    Hola Salvador,

    Antes de pasar a otra cosa, un último apunte para aclarar mi punto de vista.

    Dices, “… la vía descubierta por ellos como salida de la neutralidad… les ha llegado como un obsequio antes desconocido. ¿Se puede interpretar esa experiencia como una conquista? ¿Se trata de una consecuencia? No lo niego.”

    Mi punto de vista está claro: la posibilidad de disfrutar esa experiencia estaba presente en ellos, en el mismo sentido en que afirmamos, por ejemplo, que la posibilidad de hablar está en un bebé recién nacido.

    Si esa vía descubierta por ellos les hubiera llegado como un obsequio, tendríamos que postular, si no un ser dadivoso que se la hubiera regalado, al menos algo así como un universo paralelo, “el universo de los obsequios beneficiosos para el ser humano”, al cual, deberíamos acceder eventualmente para obtener esos regalos. Y si postulamos un universo paralelo para la mística y para el amor, ¿por qué no postular también un universo paralelo para la razón y los conocimientos racionales?

    Creo que la cosa es más sencilla: no existen todos esos multiversos paralelos, sino solamente existe el nuestro, nuestro universo, el ámbito de la creación, en el cual somos y estamos nosotros y todo lo nuestro: la razón, la mística, el amor, la fe y, en fin, todas esas cosas profundamente humanas que algunos siguen empeñados en mantenerlas secuestradas en el universo virtual -es decir, ficticio-, de lo sagrado.

    Para mí es también un placer conversar contigo.

    Saludos cordiales.

  • Gracias a ti, Pepe. Disfruto conversando contigo.
     
    Comprendo bien lo que afirmas en el primer párrafo. Lo encuentro lleno de lógica. Algo se hablará de la influencia de la lectura religiosa tradicional de los evangelios en la explicación del relato del hombre de la Decápolis, el que sigue al del temporal sobre la barca. Se trata de un relato y una explicación muy larga, aunque de importante contenido.
     
    En cuanto a lo que me dices en tu segundo párrafo, te aporto un ejemplo de un caso real por si logro con él remediar las lagunas de mi explicación. Dejo de tu mano eliminar los defectos que suelen conllevar los ejemplos:
     
    Un inmigrante subsahariano. Lleva más de seis años en España. No conoce a su único hijo, que nació durante su travesía en patera hasta Fuerteventura. Vive en Murcia. Come solo arroz. Trabaja en mercadillos vendiendo ilegalmente Cds de música y películas. Obtiene un beneficio de entre 12 y 15 euros a la semana. La habitación alquilada le cuesta 80 euros al mes.
     
    Unos cuantos amigos le dan un microcrédito para reconvertir la actividad. Ahora vende, también ilegalmente, polos, camisetas, calzoncillos de los que dejan ver la marca sobresaliendo de los pantalones… En dos meses ha devuelto la tercera parte del microcrédito. Ha doblado el stock inicial. Manda mensualmente dinero a su mujer y come, además de arroz, algo de pollo, frutas verduras… Le ha cambiado la cara. Los amigos que han concedido el microcrédito son gente convencida de que no se trata de una ayuda, sino de una forma de devolver parte del robo hecho a África durante siglos. Hacerlo con el formato: microcrédito tenía unas razones que no son para explicar ahora.
     
    La experiencia de esa cercanía con el subsahariano, la comprensión de su caso, su alegría, la manera de comunicarse con ese grupo de amigos, la vía descubierta por ellos como salida de la neutralidad… les ha llegado como un obsequio antes desconocido. ¿Se puede interpretar esa experiencia como una conquista? ¿Se trata de una consecuencia? No lo niego. Con el ejemplo trato solo de identificar esa expresión que en la traducción se expresa con el pasivo “se os ha dado”.
     
    Te mando un abrazo

  • pepe blanco

    Gracias, Salvador. No sé, me parece que estoy más de acuerdo contigo que con Jesús/Marcos. Tal vez te sorprenda que diga esto, si crees que tu pensamiento es el mismo que el de Jesús/Marcos. De momento, esa identidad, yo no la acabo de ver clara, quizás influenciado por la tradicional interpretación que se nos ha ofrecido de los evangelios en general, no me refiero específicamente al de Marcos.
     
    Tampoco acabo de ver claro que, en el texto, “eso” que se les da a algunos, no necesite dador: un verbo en pasiva siempre necesita un sujeto agente, en este caso, algo o alguien que da. A este respecto dices, “…Tienen esa experiencia ahí, como un obsequio. Basta aceptarlo. Ese obsequio no requiere un dador, está para quien decida acogerlo”. Tú mejor que nadie sabes que las palabras son importantes. Si es un obsequio, entonces no es algo que hayan alcanzado ellos solamente a partir de sus propias capacidades y de su personal esfuerzo.
     
    Esta insistencia mía en esta cuestión, no es caprichosa. En mi opinión es algo muy importante pues de la respuesta que se le dé dependerá la autonomía o la heteronomía del ser humano.
     
    Saludos cordiales

  • Hola Pepe
     
    No tengo necesidad de tener paciencia; respondo encantado a tus preguntas.
     
    1. Al igual que nuestra conjunción  porque con sentido final, la conjunción griega ína exige también el subjuntivo de los verbos que indican su finalidad. De ahí que los verbos de la última parte de la famosa composición, en el original: en subjuntivo, haya que traducirlos necesariamente –y así lo hago- en ese modo:
     
    “tal vez se conviertan y se les perdone”.
     
    No ocurre igual con la primera parte de la cita donde los subjuntivos  asociados a un participio del mismo verbo en una construcción claramente semita hay que traducirlos de acuerdo a su sentido más originario y en consonancia con el contexto completo de la secuencia de las parábolas. Para evitar la complicación y falsa intelección de la cita, Mateo optó por cambiar la conjunción de Marcos: ína por óti (causal) y puso en indicativo los verbos asociados a los participios (Mt 13,13).
     
    2. Respecto a la traducción: “a vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios”, te aclaro que el verbo original griego (dídomi), escrito aquí en pasiva, significa dar. Se trata del mismo verbo repetido por tres veces en la doble pregunta sobre el pago del impuesto al César. Ahí, bien traducido por pagar:
     
    “¿Está permitido pagar tributo al César o no? Pagamos o no pagamos?” (Mc 4,14).
     
    El Reino de Dios, como realidad social definitiva, se esperaba como un triunfo militar que conduciría a la hegemonía política de Israel sobre el resto de naciones. Jesús se opuso a esa idea tradicional. Para él se trataba de implantar esa sociedad ya a través de la decisión personal y constituyendo un pequeño colectivo dispuesto a comprometerse por la igualdad y la justicia.
     
    Para ello, invitó a gente amiga a unirse a su idea. Algunos dieron el paso, otros, no. A quienes lo hicieron les transmite que pueden disfrutar ya de la experiencia única de vivir en un régimen opuesto al sistema injusto. Tienen esa experiencia ahí, como un obsequio. Basta aceptarlo. Ese obsequio no requiere un dador, está para quien decida acogerlo. La frase en pasiva: se os ha dado no exige un personaje que conceda el regalo. De hecho, el grupo de seguidores no tenía la experiencia aún, simulaba seguir el proyecto al que Jesús les invitó, pero sus intenciones eran otras. Dieron el primer paso, pero con engaño, ocultando sus objetivos. La próxima entrega, la del temporal sobre la barca lo explica. La secuencia de las parábolas comienza con Jesús sentándose en una barca y termina con una gran tormenta abatiéndose sobre esa barca.
     
    A la multitud que lo acompañaba, Jesús les invitó a sumarse a esa experiencia. A los que rechazaron la invitación les resultaba imposible disfrutar de esa experiencia, para ellos incomprensible porque sencillamente no la vivían: ¡un misterio!
     
    Me parece que queda claro que no hay discriminación, ni secretos teóricos escondidos al conocimiento de la gente, sino dos maneras de actuar en función de la opción tomada y la disposición a oír.
     
    Si tú deseas formar parte de una sociedad alternativa, ¿qué te lo impide? Puedes comenzarla tú mismo. No te hace falta ni Marcos ni Jesús. Solo tu decisión y compromiso de ponerla en marcha. Jesús lo hizo, ¿por qué no, nosotros?
     
    De estar decididos por esa praxis, la pregunta a plantear de inmediato sería: ¿Cómo lo hacemos?
     
    Porque consiste en una praxis, la que Marcos explica. Este trabajo mío busca hallar con honestidad las raíces de ese sentido para hacer una lectura comprensible de la pedagogía que plantea.
     
    No consigo mayor brevedad. Disculpas por la extensión y la aridez de algunas explicaciones.
     
    Un abrazo

  • pepe blanco

    Hola Salvador,
     
    Otra vez, gracias por tu paciencia conmigo.
     
    Me gustaría abundar un poco más en todo esto, porque me parece que puede ser importante y porque, como ya dije, a partir de mañana y a medida que avance el trimestre, iré disponiendo de menos tiempo para analizar tu libro y para “darte la lata”. (Obviamente, no es mi intención “darte la lata”, ni mucho menos, pero entendería que, en un momento dado, puedas llegar a pensar ¡joé, ya está otra vez el pesao éste diciendo bobadas…!)
     
    En fin, voy al asunto.
     
    Es cierto que la conjunción “porque” puede tener en español un uso final. El DRAE así lo recoge y, además, ofrece un ejemplo (Rezar porque llueva). Parece un uso muy raro y minoritario, al menos en España, pero, efectivamente, está académicamente recogido. Sin embargo, en español, hay un elemento que permite discriminar inequívocamente entre los dos usos de “porque”. Me refiero al verbo de la subordinada, que va en subjuntivo en el uso final (rezo porque llueva) y en indicativo en el uso causal (rezo porque llueve, si, por ejemplo, la lluvia me infunde pavor y me mueve a implorar la protección divina frente a ella). Supongo que el griego no ofrece esa posibilidad de discriminar entre ambos usos de la conjunción ina, mediante el verbo de la subordinada, pues de ser así, no dudaríais en la traducción. Pero no lo sé, tú dirás.
     
    ……………………………………..
     
    No obstante, hay otras palabras que llaman mi atención y sobre las cuales pasas de puntillas en tu libro.
     
    Me refiero a las palabras de Jesús “a vosotros se os ha comunicado [el secreto del Reino de Dios]”. En la BJ, “a vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios”.
     
    Escribes: “La forma verbal: “se les ha dado” habla de un hecho ya producido, es decir, de algo entregado previamente a beneficiarios que disponen plenamente de su propiedad.”
     
    ¿Qué significa eso? ¿Quién o qué les ha comunicado o dado el misterio, incluso aunque sea existencial y no conceptual?
     
    Si el secreto les fue entregado previamente, ¿no dependió entonces de su propio esfuerzo personal el haberlo adquirido?
     
    Por favor, corrígeme si estoy equivocado: entiendo que tu clave interpretativa del evangelio de Marcos consiste en interpretarlo como la pedagogía de una praxis que conduce a una/la sociedad alternativa que, entiendo, es una sociedad igualitaria.
     
    Pues bien, ¿cómo casa con esa búsqueda de la igualdad el hecho de que a unos se les comunique el secreto y a otros no? Porque, en mi opinión, este texto lleva implícita, como ya dije en otra ocasión, la semilla de la desigualdad. Jesús diferencia netamente entre dos grupos de personas:
     
    –         aquellos a quienes se les ha comunicado el secreto, por un lado.
    –         aquellos a quienes hay que hablarles en parábolas, por otro.
     
    La diferencia parece profunda: no solo se trata de dos lenguajes diferentes, es que, además, a los primeros los escoge él, mientras que los segundos, lo escogen a él, si quieren y, si no, peor para ellos. A los primeros, se les regala la pertenencia al club; a los segundos, se les exigen duras pruebas de entrada.
     
    A falta de conocer tu respuesta (si así te apetece y la estimas oportuna), permíteme manifestar un deseo: en la sociedad alternativa de Marcos, yo quiero estar entre los que reciben el secreto, y no entre aquellos (¡pobres, no dan más de sí!) a los que hay que hablarles en parábolas…
     
    Saludos cordiales.

  • Remedios

    Yo, me quedo con la interpretación que dió MªLuisa el día 21, a las 20:54.
    Dios, no tiene otro lenguaje que el de nuestra alma, para cada uno de nosotros.
    ¿Tanto importa lo que dijo Jesús entonces?  Creo que la pregunta que cuenta es ¿Qué me dice Jesús hoy?

  • Hola Pepe

     
    Me parecen lógicas las dudas que mi traducción te suscita. Para responder a los dos ejemplos que planteas, copio primero tu texto:

     
    “¿No estarás inventando un Jesús que te resulta agradable, aunque no sea el que relató Marcos, a costa de transformar un “para que” en un “porque” y un “no sea que” en un “tal vez?”
     

    1. No he transformado un para que en un porque, sino que la mayoría de las versiones traducen la conjunción griega ἵνα (transliterado: ína) por la nuestra: para que y, con igual legitimidad, yo lo hago con la también nuestra: porque. Como sabes, la conjunción porque tiene dos acepciones: una causal y otra final equivalente a para que.
     

    Te añado que la conjunción griega ἵνα coincide en ese doble sentido de porque. La cuestión está en que quienes traducen por para que interpretan toda la composición con sentido final. A mi juicio, en cambio, la finalidad se concentra solo en la última frase, la que aparece como posibilidad:
     

    “…tal vez se conviertan y se les perdone”.
     

    En la composición anterior:
     

    mirar…, miran…, pero no ven,
    escuchar…, escuchan…, pero no entienden”  
     

    no se halla la finalidad de las parábolas, sino la constatación de una realidad que deriva en motivo.
     

    Mateo lo entendió así. En su texto paralelo escribe:
     

    “Por esa razón les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender”
    (Mt 13,13).
     

    2. Tampoco he transformado un “no sea que” en un “tal vez”. Traduzco el vocablo griego μήποτε con su significado de duda. Así hicieron, también legítimamente, como te dije en una entrada anterior, la BJ y Juan Mateos en Lc 3,15. Una, eligiendo un no dubitativo. El segundo, usando una forma adverbial: acaso.
     

    Trato de explicar a Marcos sin añadir nada, ¡para no estropearlo! Mi explicación está abierta al debate, a las preguntas, a la crítica y a todo tipo de objeciones. Comprendo que pueda resultar extraño el resultado. No estamos acostumbrados a que tras la lectura de Marcos aparezca un ser humano. Cuando Marcos lo presenta cometiendo un error o diciendo algo políticamente incorrecto no lo escondo, lo saco a la luz. Basta leer mi explicación al relato de la mujer sirofenicia en La semilla de la igualdad 10.     
     
    Un abrazo

  • pepe blanco

    (Perdón, copio el comentario otra vez para corregir un error con las cursivas)

    Hola Salvador,
     
    La traducción que propugnas me parece un texto inteligible y razonable, pero, ¿realmente es eso lo que quiso decir Jesús? ¿No estarás inventando un Jesús que te resulta agradable, aunque no sea el que relató Marcos, a costa de transformar un “para que” en un “porque” y un “no sea que” en un “tal vez”? ¿No estarás aceptando apriorísticamente que Jesús no pudo decir nada “malo” o “políticamente incorrecto” desde los criterios actuales?
     
    Después de haberle dado unas cuantas vueltas, de haber leído el paralelo en Mateo y el texto aludido de Isaías, la única explicación mínimamente razonable de la traducción que hace la BJ que se me ocurre es, siento decirlo, bastante poco favorable a Jesús. En síntesis, esa interpretación es la siguiente.
     
    1º.- Sorprende que Jesús diga que las parábolas son para ocultar, para que la gente no vea y no entienda. Sorprende porque las parábolas son, aparentemente, facilitas de entender, hasta el punto que, precisamente, la predicación tradicional nos dice que las parábolas las emplea Jesús para dirigirse a la gente en su lenguaje, etc., etc.
     
    2º.- Sorprende también que habitualmente no se incida en lo primero que les dice Jesús a los discípulos: “A vosotros se os ha comunicado el secreto del Reino de Dios” (en la BJ: “A vosotros de os ha dado el conocimiento del Reino de Dios” –cito de memoria la versión que tengo yo-) ¿Quién o qué les ha dado ese conocimiento, quién o qué les ha comunicado ese secreto?
     
    3º.- Sorprende el contraste entre conocimiento (intelectual) que se predica de los discípulos y la percepción que precede al conocimiento (ver, escuchar) de la gente, percepción que se afirma querer engañar (“para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan”)
     
    4º.- Es decir, ¿no está diciendo claramente Jesús que habla en parábolas para que la gente se piense que la verdad es así de falsamente simple y sencillita y, en consecuencia, no profundice y no accedan ellos solos, por sí mismos, al conocimiento de la verdad (“no sea que se conviertan y se les perdone”) y, en consecuencia y salvo que alguien o algo innominado (los doce, supongo; es decir, la jerarquía del grupo) les comunique el secreto, el conocimiento del Reino, permanezcan en la ignorancia?
     
    5ª.- Es decir, lejos de promulgar una sociedad igualitaria, ¿no constituye este relato un alegato a favor del infantilismo de las masas, infantilismo que, por otra parte, tan bien ha sabido promover y mantener la iglesia de Jesús durante dos mil años, a base de parabolitas tan simples como ineficaces en el desarrollo de la espiritualidad?
     
    6º.- En resumen, ¿no constituye este relato el paradigma del control mental y sectario de la iglesia?
     
    7º.- En mi opinión, esta interpretación puede encajar con el texto de Isaías ya que es congruente con el Dios celoso de su superioridad, el mismo que les prohíbe a los seres humanos comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
     
     
    Saludos cordiales

  • pepe blanco

    Hola Salvador,
     
    La traducción que propugnas me parece un texto inteligible y razonable, pero, ¿realmente es eso lo que quiso decir Jesús? ¿No estarás inventando un Jesús que te resulta agradable, aunque no sea el que relató Marcos, a costa de transformar un “para que” en un “porque” y un “no sea que” en un “tal vez”? ¿No estarás aceptando apriorísticamente que Jesús no pudo decir nada “malo” o “políticamente incorrecto” desde los criterios actuales?
     
    Después de haberle dado unas cuantas vueltas, de haber leído el paralelo en Mateo y el texto aludido de Isaías, la única explicación mínimamente razonable de la traducción que hace la BJ que se me ocurre es, siento decirlo, bastante poco favorable a Jesús. En síntesis, esa interpretación es la siguiente.
     
    1º.- Sorprende que Jesús diga que las parábolas son para ocultar, para que la gente no vea y no entienda. Sorprende porque las parábolas son, aparentemente, facilitas de entender, hasta el punto que, precisamente, la predicación tradicional nos dice que las parábolas las emplea Jesús para dirigirse a la gente en su lenguaje, etc., etc.
     
    2º.- Sorprende también que habitualmente no se incida en lo primero que les dice Jesús a los discípulos: “A vosotros se os ha comunicado el secreto del Reino de Dios” (en la BJ: “A vosotros de os ha dado el conocimiento del Reino de Dios” –cito de memoria la versión que tengo yo-) ¿Quién o qué les ha dado ese conocimiento, quién o qué les ha comunicado ese secreto?
     
    3º.- Sorprende el contraste entre conocimiento (intelectual) que se predica de los discípulos y la percepción que precede al conocimiento (ver, escuchar) de la gente, percepción que se afirma querer engañar (“para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan”)
     
    4º.- Es decir, ¿no está diciendo claramente Jesús que habla en parábolas para que la gente se piense que la verdad es así de falsamente simple y sencillita y, en consecuencia, no profundice y no accedan ellos solos, por sí mismos, al conocimiento de la verdad (“no sea que se conviertan y se les perdone”) y, en consecuencia y salvo que alguien o algo innominado (los doce, supongo; es decir, la jerarquía del grupo) les comunique el secreto, el conocimiento del Reino, permanezcan en la ignorancia?
     
    5ª.- Es decir, lejos de promulgar una sociedad igualitaria, ¿no constituye este relato un alegato a favor del infantilismo de las masas, infantilismo que, por otra parte, tan bien ha sabido promover y mantener la iglesia de Jesús durante dos mil años, a base de parabolitas tan simples como ineficaces en el desarrollo de la espiritualidad?
     
    6º.- En resumen, ¿no constituye este relato el paradigma del control mental y sectario de la iglesia?
     
    7º.- En mi opinión, esta interpretación puede encajar con el texto de Isaías ya que es congruente con el Dios celoso de su superioridad, el mismo que les prohíbe a los seres humanos comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
     
     
    Saludos cordiales

  • Otra vez, Pepe. Y, encantado, oye.
     
    Para no ser largo y no entrar en demasiadas profundidades, desde este contexto donde estamos, perdonar equivale a aceptar.  Quienes abandonan un sistema social basado en tener, subir y mandar tienen sitio y son aceptados con las manos abiertas en una sociedad fundada en compartir, igualarse y servir. Te sugiero que leas esto sin pensar en Jesús ni en el evangelio, y olvidando teorías religiosas. Míralo desde un plano absolutamente laico.
     
    La traducción que consideras mía es la que seguimos aquí. La que propugno es:
     
    A vosotros se os ha entregado (o dado) el reino de Dios. Aquellos, en cambio, los de fuera, todo eso lo van teniendo en parábolas,
    porque
    mirar… miran…, pero no ven,
    escuchar… escuchan…, pero no entienden,
    y tal vez se conviertan y se les perdone”.
     
    Un abrazo

  • pepe blanco

    Hola otra vez, Salvador.
     
    Efectivamente, al aludir a tu traducción incluí un “los pecados”, que no figura en ella (perdón, fue un despiste). Ahora bien, ¿se puede perdonar algo que no sea un pecado, una ofensa? Si el complemento directo del verbo “perdonar” no son los pecados ni las ofensas, ¿cuál es su complemento directo? ¿Sobre qué versa el perdón?
     
    Y sí, ya había advertido que tu interpretación de ese fragmento no era literal. Por eso diferencié, entre paréntesis, entre “traducción tuya”, en la tercera pregunta que me planteaba, e “interpretación tuya”, en la cuarta.
     
     
    [Por otra parte, creo que tu traducción:
     
    A ustedes se les ha comunicado el secreto del Reino de Dios; ellos, en cambio, los de fuera, todo eso lo van teniendo en parábolas, para que por más que vean no perciban y por más que escuchen no entiendan, a menos que se conviertan y se les perdone”,
     
    justifica plenamente mi cuestionamiento:
     
    ¿Me quedo con el Jesús que habla en parábolas para que lo entiendan sólo los que se hayan convertido y hayan sido perdonados?]
     
    Saludos cordiales

  • Solo para aclarar dos cosas de este punto tuyo, Pepe. Las pongo en negrita:
     
    “¿Con el que habla en parábolas para que lo entiendan sólo los que se hayan convertido y se les hayan perdonado los pecados? (traducción tuya y de otros autores)”.
     
    1. No me identifico con ese planteamiento al que aludes ni con la traducción que lo sostiene. Me parece haberlo dejado claro con mi crítica. Copio literalmente:

    “A primera vista, da la impresión que la cita libre del profeta ha sido elegida para justificar las parábolas como fórmula intrincada cuyo objetivo persigue hacer impenetrable el mensaje. Ahora bien, de ser cierta esa idea dejaría al descubierto la incongruencia de usar un método que vuelve incomprensible aquello que se quiere transmitir. La introducción de Marcos al episodio de las parábolas utilizando dos veces el verbo enseñar, así como el comienzo categórico del Galileo al iniciar su exposición (”¡Escuchen!”) se tornan, entonces, incoherentes
    .
    La solución tradicional a esta paradoja orienta su explicación a partir de considerar las parábolas como procedimientos para cifrar el mensaje y hacerlo ininteligible, de modo que sólo sea posible ser descifrado por aquellos destinatarios que cambien de actitud hacia él.
    Sería la respuesta más fácil si pudiera salir de su propia contradicción. Si el cambio de actitud debe preceder a la comprensión del mensaje transmitido con las parábolas, estas resultan innecesarias, salvo que se utilicen para alimentar la confusión. Esta opinión no tiene en cuenta una característica esencial de las parábolas, la que las configura como método de magistral sencillez pedagógica que incita e invita a modificar radicalmente la orientación de la vida. Las parábolas tratan de eliminar el miedo al giro existencial; presentan la sociedad alternativa como connatural al ser humano; proponen los extraordinarios beneficios prácticos individuales y sociales que se derivan de su aceptación. Más que enturbiar, la simplicidad de las parábolas aporta transparencia al mensaje difundido a través de ellas”.
    He destacado en esta entrega mi traducción. La atribuyo en el libro al abuelo.
     
    2. Respecto a tu referencia a los pecados, recordar que nada se ha hablado de pecados en esta entrega.
     
    Te mando un abrazo

  • pepe blanco

    Muchas gracias, Salvador, por tu detallada respuesta que, a pesar de entenderla, no me resuelve esta duda: ¿con qué Jesús me quedo?
     
    ¿Con el que habla en parábolas para que la gente lo entienda? (interpretación predicada tradicionalmente desde los púlpitos)
     
    ¿Con el que habla en parábolas para que la gente no lo entienda, con el fin de que no se conviertan y no le sean perdonados los pecados? (traducción de la BJ y de otros autores)
     
    ¿Con el que habla en parábolas para que lo entiendan sólo los que se hayan convertido y se les hayan perdonado los pecados? (traducción tuya y de otros autores)
     
    ¿Con el que habla en parábolas para invitar a la reflexión? (interpretación tuya)
     
    Sinceramente, creo que tanta polisemia es muy poco seria, y solamente sirve para ocultar una profunda ininteligibilidad, una evidente precariedad comunicativa por parte de Jesús (o de Marcos). O bien, un elitismo que habla en clave sólo para iniciados.
     
    ……………………………………………………………………………………….
     
     Respecto a la segunda observación, es cierto que “el que siembra” no aparece explícitamente en dos de las parábolas, pero sí implícitamente: en la segunda “un hombre ha echado una semilla en la tierra” [es decir, se menciona a alguien que ha sembrado la semilla]; en la tercera: “…un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra…”[es decir, alguien ha sembrado el grano de mostaza, no ha caído el grano espontáneamente al suelo, sino que ha sido deliberadamente sembrado]
     
    Me parece cierto que el texto incide en la semilla y en la tierra, como tú dices. Pero también me parece evidente que el texto incide, por activa o por pasiva, explícita o implícitamente, en el acto deliberado por el cual alguien siembra una semilla, interviniendo de alguna manera en el desarrollo natural de la vegetación, modificando la historia de la naturaleza en beneficio del sembrador.

    Saludos cordiales 

  • Hola Pepe
     
    A tu primera observación: El vocablo griego (μήποτε; transliterado: mépote) incluye un importante sema de duda, traducible al español con distintas formulas. La elección de no sea que secunda la interpretación del texto hebreo de la cita de Isaías. Optar por a menos que sigue la interpretación rabínica del Targúm, de acuerdo al modo en que se ha citado el texto del profeta. A mi juicio, es preferible un simple tal vez o quizá, según indico en la explicación de esa cita libre de Isaías.
     
    En Lc 3,15, la BJ traduce este mismo término griego por un no que implica duda:
     
    “…andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo”.
     
    La traducción que seguimos aquí, la de Juan Mateos, escoge acaso:
     
    “…todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías”.
     
    Por cierto, Pepe, observa la diferencia entre traducir literalmente: en sus corazones y aplicar un esquema de correspondencias dinámicas entre lenguas: para sus adentros.
     
    La disparidad entre traducciones no es achacable a la poca fiabilidad del texto traducido. En todo caso, a su gran dificultad. Pero sobre todo, a los métodos seguidos por los traductores y a sus diferentes interpretaciones.
     
    Respecto a la forma de interpretar, resulta curioso y elocuente encontrar títulos de relatos incluidos por los traductores contradiciendo lo que el mismo relato afirma explícitamente. Es el caso de Mc 5, 35-43, titulado habitualmente: Resurrección de la hija de Jairo. En el texto se lee:
     
    “Luego entró (Jesús) y les dijo: ¿Qué alborotos y que lloros son esos? La chiquilla no ha muerto, está durmiendo (v. 39).
     
    Si estaba dormida, ¿cómo se interpreta como milagro de resurrección? La influencia de tal interpretación llega tan lejos que no hay reparo en desmentir al mismo Jesús con tal de defender que hubo un milagro y una resurrección. Tendremos ocasión de leer este relato.
     
    Respecto a lo que afirmas en tu segunda observación:
     
    “¿Por qué una vez más obvias en tu interpretación a este personaje que aparece repetidamente…?    
     
    1º ¿Una vez más? En esta entrega (Leyendo a Marcos 12) no hablo de la parábola ni del personaje en cuestión.   
     
    2º El personaje no aparece repetidamente, sino solo dos. Se le nombra al principio y desaparece del desarrollo de la parábola y su aplicación posterior (Leyendo a Marcos 13). No lo obvio; es así.
     
    3º En ambos casos, es nombrado con un participio sustantivado: el que siembra, aludiendo más a la acción que a la identidad del individuo. De hecho, se le pudo haber llamado: agricultor, campesino… Sin embargo, con el uso del participio, el texto habla de él generalizando.
     
    4º El texto no hace hincapié en el individuo ni en la exposición de la parábola ni en su aplicación posterior. Sí, en cambio, en los dos elementos que interactúan: semilla y tierra.
     
    5º Según el recorrido de la parábola, una vez lanzada la semilla, esta queda fuera del control del sujeto y su evolución dependerá del tipo de terreno donde llegue a caer. El que siembra no interviene en esa evolución. Así se confirmará en la segunda parábola (4,26-29). En ella ni siquiera se habla de el que siembra. Su figura queda aún en mayor anonimato y se habla de un ser humano (v26). El tándem semilla-tierra cobra aún más protagonismo. En la tercera, la del grano de mostaza (4,30-32), no hay recurrencia a individuo alguno; se utiliza un verbo griego en voz pasiva para obviarlo:
     
    “Con un grano de mostaza, que, cuando se siembra en la tierra…” (4,31).
     
    Un abrazo

  • mª pilar garcía

    Hola Pepe B.:
     

    Estoy de acuerdo contigo.
     

    Una cosa es exponer nuestras dudas, o preguntar por qué otras personas dicen o interpretan de otra manera, contando que hay muchos “expertos” sobre el tema.
     

    Muchos  dicen… ¿lo que quieren decir? ¿por qué…? ¿interés por la causa que dicen defender…?) Quizá el rigor dentro de las religiones no es lo más habitual, de eso sabemos mucho ¿verdad?
     

    Muy distinto es decir:
     

    “Lo que dices es mentira… porque en otro lugar, u otro interprete dice lo contrario, o no cuentas otros escritos etc. etc.
     

    A eso me refiero.
     

    Mejor que yo, contestó a ello Salvador S. y sigo diciendo que creo, que, con toda razón.

    Un abrazo.

    mª pilar

  • pepe blanco

    “El les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone.»Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra….” (Biblia de Jerusalem, copiado de http://www.bibliacatolica.com.br/03/48/4.php#.UD-QxpGImq0)
     
    Hola Salvador. Permíteme que haga un par de observaciones – consultas:
     
    1ª.- ¿Por qué unos traducís “a menos que se conviertan y se les perdone” y otros traducen “no sea que se conviertan y se les perdone”?
     
    ¿Ofrece alguna fiabilidad un texto que permite a diferentes eruditos competentes traducciones tan dispares, que no se diferencian en matices sino en el sentido total del texto?
     
    2ª.- “El sembrador siembra la Palabra….” ¿Por qué, una vez más, obvias en tu interpretación a este personaje que aparece repetidamente en el texto y que ejecuta deliberadamente una acción que va en contra del proceso natural de la vegetación, interviniendo en ella?
     
    [Aún no he leído la siguiente entrega, en la que veo que vuelves sobre este fragmento]
     
    Un cordial saludo.
     
    ………………………………..
     
    Hola Mª Pilar García,
     
    Leo que escribes: “Sigo pensado ¡y lo siento si es molesto! que no es correcto,  ante un trabajo concienzudo y concreto sobre los escritos de Marcos; sacar a colación, otras maneras de ver, estudiar, pensar, escribir; de otros autores.”
     
    No estoy de acuerdo contigo, Mª Pilar. Creo que el peor favor que se le puede hacer a quien uno aprecia es silenciarle las dudas que te suscitan sus palabras, y que la mejor manera de despreciar un texto es obviarlo y silenciar las interpretaciones alternativas, en el caso de que uno las conozca y esté interesado en ellas.
     
    Un cordial saludo

  • Asun Poudereux

    Sea lo que sea, es lo que es, Mª Luisa.
     
    Creo que la utilidad del concepto es la comunicación verbalizada,  pero haciéndose consciente de su pobreza para la inmediatez, experiencia directa e integradora del todo, se sirve de la creatividad para ser intuida.
     
    Jesús utiliza la parábola, una cascada de luces e  intuiciones que van más allá y acá de los conceptos.  Y no tanto porque facilita su acceso a los sencillos, sino más exactamente a todos, sobre todo, porque lo desvestía de constructos mentales,  contaminados de preceptos humano-religiosos, ajenos a lo real y que alienan a la persona de todo tiempo y lugar.
     
    Pone en el centro todo lo que constituye la esencia vital del ser humano. Totalidad integradora y entrañable que se  ha quedado oculta u olvidada por la prioridad dada a la concepción mental de la realidad por el poder establecido, una autonomía des-unificadora y des-integradora de lo auténticamente real, obstáculo para acceder a la comprensión de lo que es y somos: no separados de fondo de nada o del Todo, compartiendo consciencia. Realidad primera y última, no conceptual: la Consciencia de todo lo que es y en la que todo y todos está siendo y manifestándose.
     
    Un abrazo.

  • M.Luisa

    No sé, pero a mi me parece que el patrimonio vital concierne a todos por igual tanto a quienes se han decidido acoger el “secreto” como aquellos que no lo acogen y quedan al otro lado de la orilla. Porque para mí el patrimonio vital es aquello que por tenerlo dado es lo constitutivo  orgánico  que ,  concierne a todo ser humano.
     
    Entonces, el problema está en que si bien habrá quienes todo este potencial  lo trascenderán, otros sin embargo se cerrarán a lo que “tienen” no desde luego en “posesión” de lo  meramente orgánico. Esto quiere decir que los del otro lado siempre tendrán la posibilidad de abrirse al “secreto”
     
    Desde este punto de vista el patrimonio vital no es lo que hago y me pasa a mí porque para que algo sea mío antes he de apropiármelo como realidad, es decir,   hacer real lo que ya  “tengo” dado en patrimonio, poseerlo.
    En este sentido, se sobreentiende ahí,  lo ya dicho en mis anteriores comentarios.
     
    Por tanto, a mi modo de ver,  no es que  “los conceptos integran el Patrimonio vital”.
     
    Sino que  por ser existencial  el secreto,   se abre  a la experiencia de quien lo quiera acoger. Los conceptos, claro, son necesarios y a ellos se confían  quienes    precisamente se cierran a lo dado   vitalmente en  patrimonio.
     
    Pero en realidad  la utilidad del concepto es para que nos alumbre  a una concepción nueva que haga posible sentir las cosas en su inmediatez. Es la vacuidad del concepto   y lo  no especifico  lo realmente integrador.
     
    ¿O tal vez no sea así?

  • Asun Poudereux

    Gracias, Mª Luisa, por estar ahí.
     
    Seguramente, me atrevo a decir, estamos muy bien hechos para que, contrariamente a lo que se tiende  a pensar,  la responsabilidad tome cuerpo de plenitud dejándose guiar de  los sentidos en toda su potencialidad, alineados sin fisuras en todo lo real que es y somos. Ahí entonces la responsabilidad, que así llamamos, no es en absoluto carga, voluntarismo protagónico y condicionado a búsqueda de méritos en términos siempre comparativos.

     
    En esto estriba, creo, los malentendidos de los discípulos, al querer sacar provecho del seguimiento, conseguir algo tangible con ello, materializar en éxito y poder  la popularidad de Jesús.

     
    Jesús no tira la toalla, es paciente con los demás, porque lo es con él mismo, y sigue reconociéndose en los otros, en las miserias humanas, cuenta con ellas.

     
    Porque Jesús ha visto la profundidad de lo real, conoce y es lo que somos. Está, todo él, alineado íntegramente e  incondicionalmente en responsabilidad solidaria,  intentando hacer comprender,  en profundidad, a cada persona en particular, tarea que no parece le fue nada fácil en el grupo, pues saltan enseguida las chispas egocéntricas, los muros separadores que el ser humano que olvida lo que es alienta  y construye.
     
    Gracias a ti, Mª Luisa y a Oscar. Abrazos.

  • oscar varela

    Hola!
     
    En estos días he terminado todas las Introducciones a las Entregas-Atrio,
    que envié a Antonio Duato para su Administración..
     
    Quiere decir que ya he re-pasado dos veces por el Libro de Salvador Santos.
     
    Una: al hacer el “Destilado” de Un paso, un mundo.
    Otra: al hacer la somera Introducción a cada Capítulo.
     
    ¿Qué esencial aroma me ha quedado del rumiar destilaciones?
     
    Pienso que consiste en acertar a dar con la “intención” que tuvo Marcos
    ·····················
    Pienso que toda tarea “crítica” humana en torno a un Escrito
    consiste en conducir al Lector a una mayor cercanía con el Autor;
    siendo el Autor ese “Alguien” que se puso a escribir dirigido por una “Intención”.
     
    Acercarnos lo más `posible a la escena vital en que el Escritor se sienta a escribir.
    Acercarnos al corazón y a la mente que le inspiran sus “por qué” y “para qué” se sienta a escribir “eso” que le bulle por dentro de manera insobornable.
    ·····················
    Estimo que el Libro de Salvador Santos me ha acercado a Marcos en su Relato acerca de “qué hizo” y “qué le pasaba” a ese muchacho, El Galileo: El DRAMA de su vida.
     
    Queriendo evitar que el árbol de cada Capítulo no me dejara ver el bosque del Drama de El Galileo
    busqué algún texto de Salvador que me destilara el aroma esencial de la Intención de Marcos;
    y encontré este que aparecerá al final de la próxima Entrega-Atrio nº 13, cuyas esencias resalto en negritas y bastardillas:
     
    – “Sin que los discípulos hayan hablado nada, salvo la escueta pregunta ”por las parábolas“, en la intervención del Galileo se aprecia que hubo un choque ideológico entre él y el grupo de seguidores.
     
    Marcos no lo ha ocultado y esto le otorga enorme valor a su escrito.
     
    Por una parte habla de su obsesión por presentar a sus lectores la verdad desnuda del mensaje del Galileo.
     
    Por otra, deja aparecer las miserias humanas de sus protagonistas.
     
    El Galileo aparece tal como es, firme y paciente, retándoles a no seguir con él si no están decididos por su proyecto, aunque tratando de hacerles comprender.”-
    ·····················

  • M.Luisa

    Querida Asun:
     
    Por la hora que ayer dejaste tu comentario  veo que fue momentos antes de cuando yo ciertamente un poco  desanimada cerré el ordenador. Y es que, aunque parezca  que lo que expreso esté en la línea más del convencimiento  que en la de la  reflexión no es así, porque lo que deseo en el fondo es precisamente modularla   con otros puntos de vista. Es verdad que cuando me ilumina  la idea de lo que quiero expresar para evitar su esfumación  voy directa a ella y me olvido  de matizarla con expresiones tales como “en mi opinión” “a mi modo de ver”“tal vez esté en un error” claro pero es que si estoy pendiente de  todo esto no estoy por lo nuclear de mi pensamiento.
     
    Dicho esto, querida Asun eres estupenda!  Tu sensibilidad no me lo toma en cuenta, me conoces bien, pero es que además esta vez has captado  como nunca lo que quiero decir. Justamente,  la  frase que subrayas de mi comentario    creo que es fundamental para la acción humana orientada hacia el Proyecto evangélico.
     
    Sin embargo,  déjame  que me detenga en una cosita y es la siguiente:  no es que la transformación se produzca  sola  sino que, a mi modo de ver y  sin salirme  del modo como tu lo expresas, yo diría que  el ser humano en su humanidad no resiste la superficialidad  de sus tendencias, por eso hablé anteriormente de la objetividad reaccionaria  a la que le llevan sus sentidos, (que sería el ámbito donde tú sitúas el ego y yo también, naturalmente)  pero al contar que ya estamos en la realidad estos mismos sentidos ya no consisten en ser  reaccionarios sino en responsables ( he ahí la transformación) la perciben en propiedad  y es cuando  adquieren  su plenitud su razón de ser, ellos mismos nos conducen a lo que realmente somos. Nos sirven de “guía”. En expresión de Mariá Corbí.
     
    Esto explica un poco lo que hace días dejamos atrás con aquello de que no es lo mismo oír que escuchar, pues para escuchar es menester contar con la realidad.
     
    Gracias, querida Asun, te mando un beso.

  • Asun Poudereux

    Querida Mª Luisa:
     
    Muchas gracias, por tus intervenciones, un lúcido intento para esclarecer y abrir todos los sentidos. Es por eso que escribo este comentario.
     
    Déjame que persista en ello. Dices y dices bien: el saber estar en la realidad  no es como el simple   estar vitalmente en ella,  sino que es  el fruto  de  estar en ella comprendiendo”. Estoy convencida que es  clave para el saber estar en la realidad comprendiendo, llegar a conocerlo y serlo sin diferencia ni separación.

     
    La transformación, creo, se produce sola al no poner resistencia a lo que es y somos. No es otra cosa que la alineación con la realidad, la realidad que es y somos, la dimensión profunda de lo real, donde efectivamente desaparece el yo, con todo lo que conlleva de historias. No hay rastro de lo que llamamos ego y arrastres, al sentirse y vivirse la unidad en la diversidad múltiple, de la que somos una parte y también el todo integrado.

     
    Al hacerse uno con los textos (más que leer)  desde ese no-lugar abierto, así como en el  hecho de gustar de la realidad penetrante e impregnante en la vida misma, estamos alineados en red  con todo lo que es y somos, perdiendo simultáneamente protagonismo la mente con sus  constructas barreras, y al volverse un seguro servidor funcional, no impide, al todo que somos, escuchar y ver en lo que llamamos profundidad o conciencia unitaria.

     
    En el no-lugar abierto y atemporal, callada la mente, los ecos de las palabras y hechos no llevan interferencias de juicios preconcebidos de espacio y tiempo concretos,  porque no son algo distinto de lo que somos de fondo. Y al abrirnos al todo que es y somos, resuenan en nosotros como “nuevos”, universales y eternos (que colman de plenitud)  porque despliegan profundidad y amplitud abiertas, inusitadas en nuestra cotidiana vida mental.

     
    De ahí la insistencia de Jesús, en hacer comprender desde el todo que somos ( llegar a conocer y ser), en  trascender el error,  la  banalidad del mundo forjado por los hombres que les hace personalmente y colectivamente infelices e incoherentes, de fondo y de forma,  con ellos mismos, con los demás, con todo lo que es…
     
    Un cálido abrazo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    A renglón seguido, sigo leyendo:
     
    – “El secreto es, pues,:
    * existencial,
    * no conceptual.
    * Pertenece al patrimonio vital de los que se han decidido a acogerlo y
    * queda en sombras para quien permanece al otro lado de la orilla.”-
     
    Me preguntaba, entonces: ¿qué es el patrimonio vital?
     
    Es “lo que hago y me pasa a mí
     
    Pero como me pasan y hago “conceptos
    (no puedo vivir sin ellos –aunque no sólo “de” ellos)
     
    Entonces, se me ocurre que:
    “los conceptos integran el Patrimonio vital”.
     
    ¿Tal vez, no?
     
    Sigo ¡yendo todavía! … “conceptos” incluidos – Oscar.
     
    PS.: La OPINIÓN pública es
    * “conceptos” (ideas de un tiempo)
    * que se mineralizaron bajo nuestros pies.
     
    * son nuestro apoyo sustentable (en equilibrio inestable)
    * son nuestras “creencias”.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    – “Cuando Marcos habla de “secreto” o “misterio”:
    * no hace referencia a un concepto teórico inabarcable,
    * alude a la experiencia única de disfrutar de la sociedad alternativa,
    * desconocida para los que permanecen afincados en los valores del sistema.”-
     
    Intento, entonces, pensar: ¿qué es un secreto?
     
    1º) es algo que llevamos “dentro nuestro
     
    2º)des-conocido” para “los que no están dentro”.
     
    3º) ese “no estar dentro” es el dicho español “no estar en el ajo
     
    4º) ese “ajo” (español) es de aliento ambiental.
     
    5º) el “aliento ambiental” que “se respira” es lo que llamamos “opinión pública
     
    6º) la opinión pública es la creencia en la que vive una Sociedad.
     
     
    Me oriento, entonces, a pensar que:
     
    A -“Atiende lo que respiras, y sabrás quién eres”-
     
    B –“Atiende tu “aliento” y sabrás quién eres”-
     
    C –“Si tu “aliento” no te gusta ¡cambia de “secreto alientador” (come otras opiniones)-
     
    ¿Tal vez, no?
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • M.Luisa

    Sigue un poco más mi reflexión
     
    El Proyecto de vida,  en tanto realidad sí que deriva en razón “vital” porque en su realización lo que se hace es ir  en búsqueda de su fundamento    responsablemente.  Mientras que en la objetividad del Proyecto vital no es la responsabilidad sino   la reacción la que limita el propio proyecto. Por tanto,  el saber estar en la realidad  no es como el simple   estar vitalmente en ella,  sino que es  el fruto  de  estar en ella comprendiendo.
     
    El  Proyecto de vida se circunscribe en la realidad y al llevar a cabo su realización  hace   que la sintamos en la inmensidad de su autonomía  por lo que,  simultáneamente  en ese ejercicio, al  desaparecer el yo  nos sentimos  en ella también  en lo que  en profundidad somos. 

    Con esta transformación es como debemos acercarnos a los textos evangélicos  utilizándolos para que nos alumbre a una comprensión  nueva que nos lleve a un nuevo sentir

  • M.Luisa

    Ya se me perdonará, pero aunque sea para obtener un poco de claridad a la hora de considerar las distintas perspectivas de las que parten nuestros comentarios, sería positivo ir extrayendo  convergencias que nos permitieran ir avanzando, la cual cosa  se me hace del todo necesario volver a retomar algunas cuestiones.
     
    Estando un poco espesa estos días, no puedo, en este sentido,  desaprovechar la buena predisposición que días atrás Salvador en un esfuerzo para aunar comprensivamente distintos enfoques,  vio la similitud que había entre la parábola de la simiente con aquella frase dicha  por mí   “no basta sólo con estar, (en la realidad)  necesitamos saber estar en ella” entonces cuando la dije tenía en la cabeza la preocupación  en la que me dejó el hecho de que no se percibiera la diferencia que existe entre el llamado “Proyecto vital” y el “Proyecto de Vida”. Mi idea entonces  no era sino  dejar en aquella frase un resumen      de todo un pensamiento que al abrirse a la realidad como Proyecto de Vida  va más allá de la mera  objetividad.
     
    Pero, bien, eso reaparecerá más tarde. Ahora vuelvo a lo de la similitud detectada por Salvador. Claro que existe esta  similitud entre dicha  expresión y   la parábola de la simiente  en la que  la   tierra la  reclama porque ella tiene las condiciones para llevarla a su mejor  fin.
     
    Si ahora me detengo  en lo dicho hasta aquí   parece como que la primera parte de la frase”no sólo basta con estar” sea precisamente en donde  desde una perspectiva meramente objetivista  de la realidad  nos dejaran  las cosas cuando simplemente “viéndolas u oyéndolas” las limitamos como útiles para nuestra vida.  En este ámbito es donde se inscribe a mi modo de ver  aquello que tanto puede servir para desarrollar injusticia en una sociedad como  así mismo  poder servir también  para  nuestro  “proyecto vital”  el de cada cual, a nivel de individuos a diferencia del PROYECTO DE VIDA.
     
    El Proyecto de Vida tiene que ver con   la segunda parte de la frase donde la “necesidad de saber” no es algo orientado hacia  fuera sino que es una necesidad real   en la que en ella la alternativa le es connatural. Es imposible que el objetivismo brinde alternativa alguna, a él, en nuestro contexto,  se cierran, nuestro  mero sentido visual  y el auditivo. El mirar y el escuchar son caracteres de la realidad.  Es algo que  sólo  puede aportar  la realidad  en su carácter de alternativa.  De ahí las parábolas de Jesús como medio desarraigador  de lo  que ya sentían como propio en su interior   aquella gente.
     
    En conclusión, yo entiendo que el “Proyecto vital”  se inscribe en la primera parte de la frase, mientras que el  “Proyecto de Vida” se inscribe en la segunda. No media la (o) entre los dos , es decir  Proyecto vital o Proyecto de vida. Son dos cosas muy distintas con consecuencias muy graves ya plasmadas en la historia.
     
    Muy buenos días a tod@s
     
     

  • A propósito de cómo traducir la acción de los discípulos: Le preguntaban o le preguntaron y la importancia de elegir una u otra traducción, aporto algunos datos.
     
    El verbo griego ἐρωτάω (erotáo) se usa en el NT con dos acepciones:
     
    1. preguntar
    2. pedir o rogar.
     
    Con el primer significado aparece escrito en nuestro texto en tercera persona del plural del imperfecto: ἠρώτων (preguntaban) (Mc 4,10).
     
    Con el segundo, se escribe, también en imperfecto, en la escena de la mujer siro-fenicia, esta vez con la tercera persona del singular: ἠρώτα (rogaba) (Mc 7,26).
     
    En este último caso, hay unanimidad en traducir rogaba, estimando el imperfecto como iterativo y suponiendo del contexto el carácter insistente de la petición de la mujer. No obstante, en nuestro relato, los especialistas traducen, por lo general, con indefinido (preguntaron) (4,10), considerando que el grupo ¡al completo! (“los que estaban en torno a él con los Doce”)  formularon a Jesús una simple pregunta acerca de la razón de usar parábolas.
     
    Ahora bien, de haber sido una pregunta puntual, la respuesta de Jesús habría terminado con la cita de Isaías (4,12). Sin embargo -aquí también hay contexto-, él continuó con una larga alocución cuyo contenido queda fuera del ámbito de lo cuestionado (4,13-25) y deja traslucir una severa bronca al grupo de discípulos.
     
    Tanto la extensión de su respuesta como su carácter recriminatorio indican que los discípulos no hicieron una inocente pregunta. Su acción continuada: le preguntaban revela -así aparecerá en la lectura de los próximos fascículos- algo más que insistencia:
     
    su total oposición a la metodología de las parábolas.
     
    Surgen, entonces, preguntas no periféricas:
     
    ¿Por qué razón desaprobó el grupo de seguidores esta estrategia de las parábolas seguida por Jesús?
    ¿Cuál fue su reacción?
    ¿Hubo confrontación entre el grupo de seguidores y Jesús?
    ¿A qué punto llegó dicha confrontación?
    ¿Qué hizo él para solventar el conflicto?
    ¿Se comprueba esa actuación en su pedagogía?
    ¿La recoge Marcos?
    ¿Modificaron los discípulos su posicionamiento?…
     
    La lectura de Marcos aborda dichos interrogantes.

  • mª pilar garcía

    Mí querido Rodrigo:
     

    ¿Por qué te sientes mal con lo que comenté, sobre algunas maneras de afrontar este taller?
     

    Sigo pensado ¡y lo siento si es molesto! que no es correcto,  ante un trabajo concienzudo y concreto sobre los escritos de Marcos; sacar a colación, otras maneras de ver, estudiar, pensar, escribir; de otros autores.
     

    Se les puede citar, pero no menospreciando al que ahora estamos tratando.
     

    No es una idea mía personal; he visto y escuchado a insignes profesores, que después de terminar su exposición, salen oyentes, dando una clase según ellos lo piensan, o defendiendo otras.
     

    Lo han escuchado con atención y paciencia, respondiendo, que nada tenía que ver con  lo que  se trataba en ese momento.
     

    Es, como dar una clase, sobre la dada por la persona invitada a un curso, seminario, etc.
     

    Cada cual presenta un trabajo concreto, certifica sus teorías y estudios, se limita a un tiempo y tema.
     

    Y es muy enojoso ese procedimiento, tanto para el orador, como para el resto de los oyentes.
     

    No quiero molestarte, pero seguro que puedes presentar sin problemas tus teorías y estudios, y dejar que quienes lo lean, expongan sus dudas o razones.
     

    Es lo que pienso y creo correcto; luego cada cual está en su derecho de hacer lo que le plazca o crea conveniente.
     

    No estés disgustado conmigo, es, mi forma de pensar, y solo tiene ese valor, nada más.

    mª pilar

  • mª pilar garcía

    Uffff:
     

    Compruebo ¡que no me expreso bien!
     

    ¿Como puedo “renunciar” a la semilla?
     

    Doy por hecho, que la semilla ¡es! la propuesta de quien habla o presenta un proyecto.
     

    Dará más o menos fruto, según las condiciones de la tierra y quien la posee; puesto que dependiendo de como se cuide y se prepare esa tierra, el fruto es muy distinto. (algo de eso me ha tocado vivir en mi niñez)
     

    Pues claro que nunca pienso que Javier, ni nadie:
    ¡¡¡Sean malas personas!!!
     

    Con Javier, he tenido la suerte de compartir buenos ratos; es una excelente persona.
     

    Solo tengo una pequeña dificultad… Ante su idea, de que quien no abandona ¡¡¡materialmente!!! la iglesia, está apoyando cuanto ella hace.
     

    Pepe: ¡No puedo estar de acuerdo!
     

    No me molesto en querer borrar mi nombre, porque no les voy a dar el gusto de que me llenen el camino de  trabas o directamente me lo nieguen:
     

    ¡¡¡No merece la pena!!!
     

    Cada cual vive su experiencia personal (como tú muy dices) sin que ello suponga menoscabo en el cariño que pueda tener hacia personas de distintas maneras de pensar.
     
    ¡¡¡Totalmente de acuerdo!!!
     

    Por eso veo, que no se explicar lo que quiero decir, porque una y otra vez, se vuelve a lo mismo.
     

    Y es, que para mí, eso no forma parte de mí vivir.
     

    Según he ido descubriendo nuevas miradas hacia la vida que tengo que vivir en toda su plenitud; no he tenido ningún problema en sacudirme el polvo de mis sandalias, y mirando al frente seguir adelante.
     

    No sé, si ahora he respondido a tu pregunta, si no es así:
     

    ¡¡¡Lo siento de veras, porque te/os quiero de todo corazón!!!
     

    Jamás examino, como pensáis cada uno de vosotros/…:
     
    ¡¡¡Os quiero como sois, formidables!!!
     

    Discúlpame si no se explicarme mejor, no es mi intención ofender a ninguna persona.

    Con cariño.

    mª pilar

  • olga larrazabal

    La semilla es el manual de instrucciones de la estructura- vida, que está perfectamente equipado para desarrollarse siempre que haya un poco de humedad, sol y una tierra que la sujete.  Así vemos semillas en los desiertos que esperan miles de años, ese poco de humedad para geminar aunque sea entre rocas. Así también sucede con las ideas, que son estructuras de pensamiento sobre algún tema, en este caso, la relación entre seres humanos. Hay épocas en que la tierra no está para grandes cosechas, pero mientras se produzca un par de semillas, la idea continúa.  Hasta que llega el día en que esa perseverancia en la supervivencia tiene frutos, hay una masa crítica de personas que está dispuesta a recibir el mensaje. Y el efecto es como el “Desierto Florido”, la idea emerge y prende, porque existe ahora la tecnología adecuada , retroescavadoras, bombas para regar y manejo de la energía.  Pero esa semilla que vivió entre malezas, modestamente multiplicándose, también tiene un valor, porque pudo esperar su hora.  Así el mensaje de Jesús pudo caer entre malezas, desvirtuarse, pero mientras alguien guarde la semilla y la reproduzca en una maceta en la casa con sus vecinos, hay esperanza. Y la semilla brotará  por millares cuando todos nos hayamos convertido en agricultores de verdad , siendo leales y consecuentes con las leyes naturales que rigen la agricultura, que en este caso son las relaciones buenas entre seres humanos.

  • Javier Renobales Scheifler

    Lo importante es la tierra, se puede leer por aquí.
     
    Bueno, recuerdo que los curas me hacían aprender de memoria eso de ‘polvo eres y en polvo te has de convertir’
     
    Criando malvas, al decir de la sabiduría popular.
     
    La tierra somos, de la tierra venimos, a la tierra volvemos … Llegará un día en que el planeta Tierra desaparecerá, lo mismo que hubo un tiempo en que no existía, durante miles de millones de años en que existía este universo, pero no la Tierra.
     
    Es lo importante, la tierra, y no olvidar que lo somos y por un tiempo lo seguiremos siendo
     
    Aunque ahora somos algo más que la tierra, y eso es más importante.
     
    Dentro de poco, cuando yo muera (podría ser en unos pocos momentos, o en unas decenas de años no más, quién sabe), en poco tiempo más ya nadie se acordará de mí en la Tierra. Pero la semilla seguirá en la tierra, yo mismo seguiré en la tierra, y habré sido semilla fructífera.
     
    Y que me quiten lo bailado: que no me recuerden no empaña en absoluto mi felicidad, ni mis posibilidades de seguir siendo feliz con los que me rodean.
     
    Si la empañaría saber que ellos no serán felices, antes o después de que yo muera.

  • pepe sala

    Mi querida Mª Pilar, tengo tres noticias para tí. Dos buenas y una no tan buena. Veamos:
     
    1ª: Como bien sabes te quiero y te respeto un montón PORQUE TENGO PERFECTAMENTE CLARO que eres muy buena persona. Y me importa un carajo que seas creyente ( católica) o dejes de serlo. Las creencias de cada cual son personales y mientras no me las impongan a mí o a los mios, no influyen en mis preferencias respecto a las personas.
     
    2ª: Estoy totalmente de acuerdo contigo respecto a que lo más importante de la parábola que comentamos es precisamente LA TIERRA. ( los oyentes-escuchantes, no la semilla que volea el sembrador. ) Nadie puede pedir responsabilidad a la semilla si no se la ha dado lo necesario para fructificar. Así pues, no estoy de acuerdo con Teófila ( su abuelo, Salvador-Oscar) cuando dicen que la responsabilidad es de la semilla tirada de mala manera en TIERRA sin preparar adecuadamente.
     
    3ª: La mala noticia:  No comprendo que tú, conociéndonos a Jabier y a mi ( a mi no de forma personal, pero casi…) nos achaques semejante despropósito cuando nos dices que ” no estamos de acuerdo en reconocer a las buenas personas que siguen a Jesucristo a su manera”. Esto ,Mª Pilar, no puedo dejarlo tal cual, a pesar de que se salga del guión del hilo. ( lo mismo que no pude dejar el asunto de ” provocador” que me endiñó el amigo José Ignacio.) Las cosas se deben aclarar ” in situ” y lo más pronto posible, para que no crien malas interpretaciones.
     
    Mira si estarás confundida en tu apreciación que Jabier, por ejemplo, tiene una madre supercreyente y practicante. Supongo que no tendrás a Jabier por tan degenerado que considere a su propia madre como ” mala persona”…
     
    En mi caso ( que estoy libre de familia creyente cercana, deberás reconocerme que llevo años intercambiando mensajes y opiniones con unos-as cuantos creyentes. Unos sóis católicos de un tipo más cercano a mis gustos y otros menos; pero, incluso Jabier es creyente cristiano ” que sigue a su manera el Evangelio” y me consta que en bastantes ocasiones lo hace mejor de lo que algunos-as  les gustaría creer.
     
    Incluso, Mª Pilar, he sido yo el promotor de algunos encuentros físicos entre creyentes de ATRIO y el ateo de plantilla: un servidor. ( también de otras organizaciones, Asociaciones, ONGs, antiguos alumnos de seminario con nuestros profesores, a pesar de saber que siguen siendo curas y OBISPOS.)
     
    Así pues, Mª Pilar, no puedo ni debo admitir tu acusación respecto a lo que me incluyes con mi amigo Jabier. Supongo que él tratará de aclararte algo al respecto ( si te ha leido), pero en lo que a mí respecta dejo claro que estás confundida en tu apreciación.
     
    Y como 4ª noticias, a pesar del calor sofocante que soportas en tu tierra, vaya un poco más de calor a través del abrazote correspondiente… por muy creyente que seas.

  • Rodrigo Olvera

    Lo de le preguntaban/le preguntaron es un argumento circular
     
    Se pretende demostrar que había una “TENAZ EXIGENCIA” en el hecho de que el verbo del griego debería traducirse mejor como “LE PREGUNTABAN” en vez de “LE PREGUNTARON”. Y para demostrar que debería traducirse mejor  como “LE PREGUNTABAN” en vez de “LE PREGUNTARON” -siendo técnicamente correcto traducir como “LE PREGUNTARON”, se argumenta que “LE PREGUNTABAN”  encierra la insistencia procedente de la incomprensión y el desacuerdo.


    Mejor ejemplo de argumento circular es dificil de encontrar.
     
    Confieso que ya con esta, me terminó de perder este curso.
     
    Ya lo venía pensando desde lo de decir que a las primeras generaciones les consideron ateas, y que tal afirmación se basa en el NT. Modificó de generaciones (plural que implica al menos dos generaciones) a sólo los que acompañaban físicamente a Jesús. Y llama la atención que pudiendo sacar tantas conclusiones de la diferencia entre Piedra y peñasco, o de la diferecnia entre “le preguntaban” y “le preguntaron”, cuando se trata de la supuesta percepción de ateos, Salvador mismo diga que la palabra ateos sól0 aparece una vez (y esa única vez no se refiere a quienes acompañaban fisicamente a Jesús, sino a los efesios a quienes literlamente les dice que estaban perdidos y sin Dios porque no estaban Cristo). No sé cual sea la palabra en griego que Salvador traduce como descreídos, pero no era ateos.
     
    Y lamento que Pili haya interpretado mis intervenciones como un competir por dejar el estandarte más alto o querer sobresalir.
     
    en fin…
     
     

  • Sergio Zalba

    No sé porqué, martes a martes, dejo pasar la ocasión de decirle a Salvador lo que pienso de sus trabajos: simplemente ¡GENIAL!
    Tu erudicción y su tidáctica, Salvador,  son extraordinarias. Gracias.

  • mª pilar garcía

    Hola ami@s:
     

    Voy leyendo con suma atención cada comentario, al tiempo que ¡escucho! la parábola.
     

    Anoche ya muy tarde, y sin poder conciliar el sueño… ¡muco calor! por estas tierras, pensaba:
     

    ¿Y si el meollo de la parábola no es la acción de sembrar, sino la “tierra”?
     
    Te leo con suma atención Pepe, y pienso como tú, que sería muy retorcido el Galileo, si actuase con doble intención.
     

    Mi pensamiento seguía adelante; Él presenta su alternativa a todos por igual:

    “Habla a cuantos le quieren escuchar, todos están juntos en torno a la barca,  en el campo, en el monte; siempre habla para todas las personas que le buscan”…
     
    Luego llega el segundo paso, los que:
     

    ¡¡¡Escuchan!!!
     
    Y se sienten atraídos por el mensaje; se quedan, preguntan, tienen interés.
     

    Ahí comienza la explicación más personal, aclarando todas las dudas que cada cual exponga.
     

    Querido Pepe: Tú sabes muy bien, que esto sucede igual en otros grupos; una cosa es la información general y otra muy distinta, la que reciben aquellas personas que de verdad se unen a la causa y se comprometen; con esas personas se comparte ¡todo! El camino, las formas, los peligros, las estrategias.
     

    Creo sinceramente que ¡sí! es revolucionaria la alternativa que el Galileo proclamó, y que la iglesia jerárquica, ha desvalorizado sin rubor alguno.
     

    También es cierto (y siento que Javier y tú no estéis de acuerdo…) que hay muchas personas buenas, que viven y siguen lo mejor que saben y pueden esa alternativa de manera admirable; también es cierto, que son silenciados, perseguidos de maneras sibilinas, hasta alejarlos o cansarlos.
     

    Esto no es lo que aquí estamos tratando, y sería bueno no meterlo en este terreno.
     
    Volviendo a la “tierra”, pienso que toda la tierra que cada cual “somos…” puede estar en condiciones muy diferentes, y por lo tanto actúa de manera distinta.
     

    La explicación: — ¿No han entendido esa parábola? Entonces, ¿cómo van a entender ninguna de las otras?…
     

    Lo dice con claridad;  para no alargarme más, lo dejo así; si algo no cuadra…
    Responderé si es bueno para el grupo.

    Abrazos.
    mª pilar

  • pepe sala

    Entraré un poco ( poco) al terreno teológico de la parábola. Analicemos éste texto:
     
    “”“Cuando se quedó a solas, los que estaban en torno a él le preguntaron con los Doce la razón de usar parábolas. El les dijo:
    — A ustedes se les ha comunicado el secreto del Reino de Dios; ellos, en cambio, los de fuera, todo eso lo van teniendo en parábolas, para que por más que vean no perciban y por más que escuchen no entiendan, a menos que se conviertan y se les perdone” (Is 6, 9-10).
    ——-

    Si admitimos ésto como real y verdadero, Jesucristo no quedaría en muy buen lugar. Supongo que no se admitirá como critiano el hecho de informar con privilegios a unos ( los de dentro) y a otros ( los de fuera) de forma que no lo entiendan . El MENSAJE ( para mí revolucionario) de Jesucristo debería ser expuesto de la forma más sencilla de entender y al mayor número de oyentes posible.

    En caso de no hacerlo bien claro, el mismo ” sembrador” sería el responsable de la exígua cosecha que recogería y de que su Palabra no tuviese la resonancia deseable. ( Salvo por la IMPOSICION del mensaje de lo que se encargaron ” los de dentro” y especialmente desde una época muy posterior a la historia que se nos cuenta de la parábola.)

    O sea, que , si asumimos la interpretación que se nos ofrece, tendremos que admitir que los poderes macro-económicos actuales están perfectamente el línea con el mensaje de Jesucristo y actua de la misma forma: Informan a ” los de dentro” y a ” los de fuera” les cuantan unas historietas parabólicas con conceptos semánticos imposibles de entender. De ese modo, ” los de dentro” se forrarán a cuenta de ” los de afuera” y tendrán buen cuidado de que ” no se conviertan” y se hagan expertos en bolsa.

    Efectivamente, por mucho que se escuche la información ( “La Palaba”) de los expertos en macro-economía, difícilmente lo entenderemos el común de los mortales. ( Salvo el patio de vecinas tan simpatico que mandó mi tocayo Pepe Blanco) Pero, permítanme decirles, que ni siquiera yo, desde mi ateismo, considero a Jesucristo tan retorcido como para hacer lo que se nos cuenta por aquí.

    Yo siempre he tratado de entender el mensaje de Jesucristo como un mensaje REVOLUCIONARIO ( en su tiempo) y no me entra en la cabeza que un orador revolucionario tenga tan poca HUMANIDAD como para enseñar a unos pocos privilegiados lo que se le esconde a la inmensa mayoria de los mortales. Con el añadido, no poco importante, de que si las cosas no se explican con claridad, luego llegan los iluminados de distintas interpretaciones y se lían a quemar vivos-as a quienes no han conseguido entender el mensaje.


    Pues que se dejen de parábolas y de privilegios informativos para ” los de dentro” y que llamen ” al pan, pan y al vino ardua” . Seguro que nos entendermos todos-as mucho mejor y evitaremos muchas guerras de religiones o de economías. ( perdón por la redundancia.)

    Pues éso…

  • pepe sala

    Pues no, José Ignacio, no es subgetivo, puesto que es tu propia opinión sobre mi y yo la respeto como OBGETIVA.
     
    Pero tendrás que asumir la respuesta y, a ser posible, reflexionar sobre lo que escribes. Porque lo que tú escribes es mucho más provocador que lo que yo cuento respecto a las RAICES ( no las hojas) del rábano. ( la parábola del sembrador que es lo que nos trae de cabeza ahora.)
     
    Tú aseguras que en los pedregales, zarzales y orillas de los caminos SI NACES Y PROSPERAN las simientes. Eso es lo contrario de lo que se dice en la parábola, donde se asegura que en los pedregales se agostará por la sez, en los caminos la comerán los pájaros y entre las zarzas se morirán por la mala influencia de éstas sobre la simiente. O sea, José Ignacio, que eres tú, precisamente, quien lleva la contraria a la parábola.
     
    Y yo estoy totalmente de acuerdo con lo que dices ( no con la parábola, por más que te parezca ” provocador”) puesto que yo también he constatado muchas veces lo que tú afirmas. Mira si lo tendré bien sabido y constatado que, de chaval en el pueblo, una de las actividades que nos permitía la supervivencia era EL REBUSCU. ( Nosotros también recogíamos donde no sembrábamos, puesto que no teníamos ni un solo palmo de tierra para sembrar.)
     
    Benditos pedregales y benditas orillas del camino, donde conseguíamos recoger una docena de haces al año. ( en los mejores casos.) Lo del REBUSCU ( Recoger las espigas de las tierras una vez de acabadas las labores de recolección de los dueños) se nos complicó mucho. No faltaron dueños de los mejores terrenos ( muy católicos ellos…) que no nos dejaban recoger las espigas sobrantes, porque….” si vos las lleváis vosotros ¿ qué van a comer las mis ovejas cuando las suelte en la tierra”?.
     
    De cualquier forma, José Ignacio, has de admitir que no es la mejor forma de entrar en un debate ( discusión-diálogo) anteponiendo que tu contrincante dialéctico es un provocador. Admito que lo piensen, pero no asumo como normal que lo antepongas en tus argumentos, puesto que éso es TRAMPA. No creo que te gustase que yo antepusiese al diálogo-discusión-debate contigo el chiste fácil de ” tienes más cuento que Calleja”. Los-las demás lectores-as participantes estarían ya predispuestos a un prejucio. Y mira por dónde, has tenido que bajarte del burrro ante el supuesto provocador y reconocer que sería un desperdicio inaceptable echar la simiente ( predicar la Palabra) sin preparar previamente la tierra.
     
    Según se nos cuenta en la interpretación del abuelo de Teófila ( Marcos- Salvador- Oscar.) es lo que hacía Jesucristo con sus parábolas. ( La interpretación ortodoxa de la Iglesia Católica es aún más infumable.) En mi entendimiento ( no humilde, como el de Jabier Renovales) no encaja la parábola del sembrador, puesto que carece de las más elementales premisas. Si Jesucristo predicaba La Palabra de la forma que se describe aquí, nunca mejor dicho aquello de ” predicar en un desierto”.
     
    Es obvio que yo lo miro desde mi perspectiva RAZONADA y razonable. Desde una atalaya de FE y espiritualidad, admitida desde la más tierna edad y nunca puesta en tela de juicio, será muy difícil que alguien pueda entender mis argumentos y se sienta ” provocado” ante la novedad de lo que ni se les había pasado por la cabeza.
     
    Intentaré explicarme mejor en otra intervención, visto que, efectivamente, ” leen y no entienden”.
     
    Saludos cordiales, pues, mientras no se demuestre lo contrario…

  • Asun Poudereux

    Muy entretenido lo que cuentas Pepe. Eres muy agudo en tus intuiciones, además captas también  al punto la comparación que hace Olga. Gracias por estar ahí los dos.
     
    Jesús trabajase la tierra o no también era un buen observador y no hacía más que repetir en su relato lo que era de uso normal. Resalta el hecho  de que la semilla se esparce abiertamente sin poner remilgos, porque la generosidad en le dar no sabe de discriminaciones. Nunca se sabe cómo va a ser acogida después, dejemos que sea ella misma la que interaccione dejando prejuicios aparte. (He visto higueras brotar de lo imposible  para el ojo humano).
     
    Un abrazo.

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    No es por llevar lo secundario al límite, amigo Pepe, y todo eso que dices lo hacíamos en el campo, lo recuerdo, claro; pero siempre he entendido que la parábola tomaba la experiencia de la siembra, sin suponer cuánto suponía cada parte del terreno. Por supuesto, los zarzales, caminos y pedregales eran espacios muy reducidos en comparación con el terreno bien labrado. No creo que esto se le escapara a nadie entonces.  Y si me siento provocado, lo cual es sano la mayoría de las veces, es porque pienso que tomas el rábano por las hojas, y repites este proceder metodológico demasiadas veces, y estonces la provocación suena un tanto despectiva. Yo es como te percibo “algunas” veces, ¡como ésta!, lo cual es algo subjetivo, lo sé, pero ¡no todo!. Paz y bien. 

  • M.Luisa

    Al hilo de mi comentario  de esta mañana  creo importante hacer notar lo siguiente: se trata, como vengo insistiendo de la realidad del proyecto y no de su objetivación  en la que en ella aunque no se haya deparado, sí que según señalé días atrás representaría  no  el proyecto de vida, sino   el   proyecto vital de cada cual.
     
    Por qué, porque en la objetivación  no queda expresada la realidad toda y por tanto si antes me he referido a lo  connatural  que le es al ser humano la realidad, tanto que en ella le es posible encontrarse en profundidad,   entonces  objetivándola el mismo se la niega.
     
    Lo que quiero decir tal vez se comprenda mejor  echando mano de las palabras del Galileo, citando a Isaías que como se dice en el articulo es de la más abierta versión aramea.

    Porque,
    mirar… miran…, pero no ven,

    Miran, sí, pero objetivando la realidad, por eso no la ven, no se les  hace transparente
    escuchar… escuchan…, pero no entienden…,
    escuchan, sí, lo que  de la realidad dice su concepto,  por eso no la reconocen.

    Sin embargo, al abrirse el ser humano a su propia realidad
    tal vez se conviertan y se les perdone.

    Por eso es menester primero contar con ella. Que es lo que hace Jesús.

  • pepe sala

    Nada, hombre, José Ignacio, que aquí estamos para leernos unos a otros y, al menos yo, no me siento ” provocado” cuando alguien argumenta de forma diferente a la mia. Sobre todo, si dentro de su ” cabreo provocado por Pepe” acaba por dar la razón al argumento ( parabólico) de Pepe.
    Por ejemplo:
     
    “”Y todo ello porque el sembrador  esparcía el grano a voleo, evidentemente queriendo acertar con el terreno fértil, pero sin un compás para calcular cada brazada…”
     
    Entrando en el argumento parabólico de Jesucristo y su siembra, no me haréis creer que Jesucristo esparcía la simiente en terrenos no fértiles sabiendo que no podría cosechar. ( por motivos de raquitismo en los caminos y pedregales y por motivos de inaccesibilidad en los zarzales.)
     
    Supongo que la bodad del Sembrador ( además del propio interés) no le aconsejaría desperdiciar la simiente tan cara. Y si no quería que su simiente se desperdiciase ( igual que tu familia, José Ignacio, por más que no lo recuerdes con precisión) tendría que ARAR las tierras para que los rastrojos quedasen debajo y se convirtiesen en abono orgánico ( era un enorme desperdicio la costumbre de quemar los rastrojos.), tendrían que limpiar previamente la mayor cantidad de malezas, aconsejarían meter a las ovejas o las cabras para pacer entre los rastrojos ( un intercambipo justo entre las espigas y granos que los animales aprovechan y que pagan con un excelente abono que enriquece las tierras para la siembra siguiente. Atención a éste intercambio, que es muy ” parabólico”.)
     
    Yo no tengo dudas de que los judíos de los tiempos de Jesucristo conocían perfectamente los asuntos de la siembra. En Egipto lo dominaban desde hacía más de 6.000 años antes de Cristo y los judíos estuvieron siglos en Egipto ( no precisamente en los palacios.) Por lo tanto, no me queda más remedio que seguir pensando que Jesucristo no sabía nada de agricultura. Puesto que si pienso que sí sabía y echaba la cosecha entre zarzales o en tierras sin preparar previamente ( abonos, riegos, arados, limpiezas de yerbajos, intercambio con las ovejas, cabras y demás familias) tengo que deducir que era muy poco previsor y demasiado derrochador.
     
    Claro, así le salió aquello de ” nosotros recogemos donde no sembramos”, al estilo de la tal Duquesa y al mejor estilo de mi ” ínclita ICAR”.
     
    Siento que te veas provocado por mis argumentos, José Ignacio, pero como comprenderás ” si no hablo yo hablarían las piedras” y no tendría la satisfacción de leer la interpretación de Olga Larrazábal. ( ¡¡ provocadora, Olga !!….)
     
    Saludos cordiales, pues. ( Gracias Salvador por tu abrazo al que correspondo gustosamente.)

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    Yo he visto, por tanto, los pedregales con espigas nacidas, y espigas entre los zarzas y matas, y en las cunetas de los caminos, y hasta en el centro del camino, por el hueco que dejaban sin pisar las ruedas de los carros en su diario ir y venir. Y todo ello porque el sembrador  esparcía el grano a voleo, evidentemente queriendo acertar con el terreno fértil, pero sin un compás para calcular cada brazada. Lo recuerdo todo tan claramente que me he puesto pesado. Paz y bien. 

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    Sigo a salto de mata, cuando puedo, este hilo de verano, y voy caminando; pero Pepe Sala tiene el don de provocar. Es un don. Cuando yo era chico, hablo en torno a 1965, mi padre y mis tíos sebraban así, tal cual, y en el sur de Álava, como dice la parábola. Teníamos fincas (una o dos fanegas, máxismo 15), con pedregales y matas a corros, dentro de ella, y era imposible quitarlas con los medio de entonces; caía simiente en ellops al querer sembrar su entorno; había caminos que recorrían la finca por un lado o la cortaban por el centro, y caía simiente sobre ellos; esos pedregales con matas y zarzas no los pudieron quitar hasta poder contratar las excavadoras, y era hacia el año 1975, y siguientes; sobre todo siguientes. Así que nada que ver con la Duquesa de Alba. En 1965, mi padre y mis tíos, segaban a mano las piezas pequeñas, y con segadora, las grandes. Había que recoger las manadas, con muchos cardos en su interior, y apilarlas para componer los haces, atados con lías. Nos poníamos las mangas de una camisa de franela, para evitar pincharnos tanto en los brazos, y era el mes de Agosto, con 40 grados al mediodía. Luego venía la trilla, y el llevar la paja a casa, a los pajares, para alimentar en invierno a los animales; la paja de cebada te picaba día y noche, porque la ducha no existía, sino un un pozo cerca del pueblo y para los jóvenes; al pozo se iba después de comer, de 3 a 4, y no a noche; se trabajaba hasta la noche, a cenar y a dormir. A veces, el calor era tan intenso, que las mujeres y los hombres, nos mandaban a la sombra un rato a los niños, pues teníamos 10 a 13 años. Los de 14 ya eran hombres. Perdón por esta batalla personal, pero es que hablamos con tanto descuido. Perdona Pepe. Saludos cordiales.  

  • Hola Pepe
     
    En Leyendo a Marcos-9 se explica con cierto detalle el modo de ejecutar la siembra en la Palestina del siglo I. Te copio uno de sus párrafos:
     
    “La labor de sembrar se realizaba previamente a la de labrar la tierra con la finalidad de que, al pasar el arado con la semilla esparcida, ésta quedara enterrada. La semilla se llevaba en una espuerta o en la misma ropa plegada. Se iba diseminando mientras se andaba el terreno. La faena requería la experiencia del agricultor, pero no una precisión milimétrica sobre cada grano lanzado. El éxito de este trabajo dependía, por lo tanto, de factores externos, climatológicos o biológicos, pero nunca, o al menos no solamente, de la puntería al arrojar la semilla”.
    En ese fascículo se aportaba también información adicional sobre algunas de las características del terreno y porqué caían en dicho lugar algunas de las simientes:
    “Nuestro protagonista mantiene la tensión en la gente al recurrir a otra coyuntura típica conocida por todos: ”otro poco cayó en terreno rocoso“. Se refiere en esta circunstancia a la zona del terreno donde, bajo el suelo, existen rocas cubiertas por una escasa capa de tierra que es improductiva porque no conserva la humedad. A ese lugar, suficientemente conocido por el agricultor como terreno infecundo, llegan semillas sueltas sencillamente porque al esparcir, ajustando al terreno fértil, esa pequeña porción del puñado lanzado se desperdiga por donde el agricultor no desea”.
    Aprovecho para mandarte un abrazo

  • olga larrazabal

    Buena Pepe:   Tu ángulo de ver las cosas me sugiere que así como un citadino ajeno a las labores del campo no puede convertirse en agricultor por el solo hecho de comprar un pedazo de tierra y autodenominarse como tal y sembrar a troche y moche por cualquier lado, sin tener en cuenta las reglas básicas naturales de la reproducción de las plantas y ciertas reglas de economía,  tampoco cualquiera que se diga cristiano y se haya comprado el título por bautismo puede producir frutos sino practica las leyes del amor y de la humanidad, porque su mensaje no tendrá fruto.

  • mª pilar garcía

    Este Galileo es:
     

    ¡¡¡Genial!!!
     

    Al “escuchar”,  se siente llamada la persona, invitada, animada a cambiar su mirada y en consecuencia su ¡Vida!
     

    Después, llegara el “conocimiento” la adhesión, el compromiso, el trabajo, la entrega…
     

    Todo ello, desde la vida que  cada cual elige libremente, y en ella es, donde realiza la “oferta nueva” ante una sociedad llena de conflictos comunes y personales.
     

    Ideologías, patologías, caminos, opciones, ataduras, confesiones…
     

    Por esa causa, si no hay primero ¡liberación!

     
    Salir, volver como ha nacer, no hay posibilidad de cambio.
     

    Conocer su proyecto, interiorizarlo y tomarlo como camino, es:
     

    “Una Buena noticia”
     

    Porque nos posibilita el conseguir:
     

    ¡Un mundo mejor, más justo, solidario, hermanado, cómplice con la creación!
     

    ¡Gracias! Un hermoso trabajo, una mirada refrescante ante el “caos” en que vivimos.

    mª pilar

  • pepe sala

    Voy a entrar a ” este capote” ( que podría ser cualquiera de los anteriores)
     
    Y digo:  Jesucristo tendría la mejor intención del mundo al “sembrar” sus parábolas, pero si la interpretación de sus palabras es la que se nos trasmite aquí ( de Marcos) tengo que decir que Jesucristo no tenía ni la más remota idea de agricultura. Me explico:
     
    1º: Ningún agricultor que quiera recoger cosecha la sembrará al lado del camino , ni mucho menos la sembrará en un terreno lleno de piedras.
     
    2º:  Las zarzas son una indicación inequívoca de que el terreno es fértil y está bien oxigenado. Pero, coño, a nadie he visto sembrar ni plantar patatas en un zarzal. Primero hay que quitar las zarzas, incluidas las RAICES.
     
    3º: A nadie que yo conozca ( y conozco a muchos agricultores) he visto sembrar sus tierras sin abonarlas, limpiarlas de malas yerbas, ararlas y rotabatearlas, regarlas si están demasiado secas para la siembra, etc. Echar la simiente ” a voleo” y dejarlas a su entera responsabilidad para desarrollarse y dar fruto ” al ciento por uno” es lo menos inteligente que podría hacer un agricultor. Y por supuesto que no lo hace.
     
    4º: Los que sí siembran del modo que cuenta la parábola, son los acaparadores de subvenciones. La Duquesa de Alba, por ejemplo, manda sembrar ( ella no lo ha hecho jamás) montones de hectáreas de terrenos con el simple propósito de cobrar las subvenciones de la siembra.  Tales hectáreas no serán recolectadas, puesto que su raquitismo no aconseja hacerlo. Pero la Duquesa de Alba ( hay bastantes más terratenientes que hacen lo mismo) se llevará una millonada de subvenciones al estilo de los Evangelistas que ” recogen donde no siembran”.
     
    Definitivamente, Jesucristo sabía más de carpintería que de agricultura. Quizás por éso los discípulos se extrañaban de las cosas que decía en sus parábolas y le aconsejarían que hablase más de pesca ( que los discípulos podrían aconsejarle mejor) o que hablase en términos recaudatorios, aprovechando el tirón de Mateo.
     
    ” Quien pueda entender, que entienda”

  • M.Luisa

    Pero ¿por qué la simplicidad de las parábolas más que enturbiar, y digo enturbiar pensando en la cita de Isaías, aportan transparencia al mensaje difundido a través de ellas? Pues,  porque el mensaje es real. Por eso le es “connatural” al ser humano. La realidad del mensaje le  lleva  al ser humano  a descubrir la suya  propia y es entonces cuando se libera de la enajenación, de la insensibilidad en que le ha dejado el hecho de  no llevar a cumplimiento  la   capacidad que le ha sido  donada sensitivamente en el ver y en el oír, por ejemplo, ciñéndome a los sentires   que tratamos aquí.
     
    En la versión de  Isaías
     
    Si no perciben no es porque no vean, sino porque no miran y si no entienden es porque sólo oyen y no escuchan. En los dos casos   tanto para  mirar como para escuchar, así como la objetividad le es suficiente a nuestro   oír y a nuestro ver, para mirar y escuchar, como digo,  se hace   ineludible considerar como  término  la realidad, es decir,  la realidad  del proyecto mismo  porque es en ella donde va implícito el momento  de conversión, de alternancia interna experimentada en   un cambio radical de vida y en consecuencia con ella hacer presente la sociedad alternativa del mensaje. De momento dejo ahí esta reflexión
     
    Esperemos   a ver si hoy tenemos alguna buena noticia de nuestro querido  amigo Gabriel, buenos días!