Gonzalo Haya lleva 40 años estudiando la potencia del Espíritu que se manifestó en Hechos. Su libro, continuamente reelaborado. se publicó primero en francés, luego en inglés y por fin en español: Impulsados por el Espíritu en Hechos de los Apóstoles. Volveremos sobre él. Pero hoy presentamos este primer artículo escrito especialmente para ATRIO.
Los Hechos de los apóstoles formaba un solo libro con el evangelio de Lucas, y en esta segunda parte se desarrolla la vida de las primeras comunidades desde Jerusalén hasta Roma, “hasta los confines del mundo” (Hch 1,8).
El problema principal que tuvo que superar la Iglesia en esa época fue justificar la incorporación de los gentiles sin imponerles ni la circuncisión ni la ley mosaica que Dios había impuesto como reconocimiento de su pueblo. ¿Podían los apóstoles anular de alguna manera esta imposición de Jahvé? ¿Dejó Jesús instrucciones concretas? ¿Cómo justifica Lucas esta exención de la ley? ¿Profetismo o Jerarquía? Veamos tres momentos significativos a este respecto.
Actitud respecto al templo. Pedro y Juan, la jerarquía de la nueva comunidad, van a orar al templo. Esteban, helenista, “lleno de y fe y Espíritu Santo”, el primer mártir cristiano, muere proclamando que “el Altísimo no habita en construcciones humanas”. Juan pondrá más tarde en boca de Jesús “Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén… los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad” (Jn 4,21-23).
En este primer momento hay una discrepancia respecto al templo entre los judeocristianos y los helenistas, e incluso entre Juan y los demás apóstoles. La jerarquía, al menos en un principio, ni tiene instrucciones ni ve motivos para cortar con la oración en el templo. Son las circunstancias de los helenistas, a quienes el templo les resulta ajeno, las que impulsan al carismático Esteban a cortar con la más preciada tradición judía. Todavía no hay conflicto entre el profetismo y la jerarquía, pero ya hay oposición.
Pentecostés. El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles –sobre la jerarquía del naciente cristianismo- y ésta se enfrenta a la jerarquía del templo “Por tanto, entérese bien todo Israel de que Dios ha constituido Señor y Mesías a ese Jesús a quien vosotros crucificasteis”.
En este segundo momento el profetismo impulsa a la naciente jerarquía cristiana para que corte con la milenaria tradición que representa la jerarquía del templo. La misión del Espíritu, según Lucas, es guiar al pueblo de Dios en las encrucijadas de la Historia de la salvación. Se manifestó en los profetas, se manifestó en Jesús en el Jordán, y se manifiesta ahora en Pentecostés, en el nacimiento de la Iglesia.
Cornelio – Concilio de Jerusalén. Vamos a detenernos en este bloque narrativo porque constituye el punto central del libro (lo repite tres veces con ligeras variantes), y cumple el objetivo de Lucas: justificar la entrada de los gentiles sin pasar por la circuncisión y sin someterse a los preceptos de la ley mosaica.
La iglesia madre de Jerusalén exige la circuncisión antes del bautismo “porque si no se circuncidaban al uso mosaico, no podían salvarse” (Hch 15,1).
Pedro tiene una visión que le incita a comer los manjares prohibidos en la ley: “lo que Dios declara puro, tú no lo tengas por impuro” (Hch 10,9-16). Inmediatamente llegan los enviados del centurión Cornelio, y Pedro les acompaña, pero siente necesidad de justificarse: “sabéis que está prohibido a cualquier judío juntarse o visitar personas de otra raza, pero a mí Dios me ha enseñado a no considerar profano o impuro a ningún hombre” (Hch 10,28). “Comprendo verdaderamente que Dios no es parcial, antes acepta a quien lo respeta y procede honradamente, de cualquier nación que sea” (Hch 10,34-35).
Ya en casa de Cornelio, Pedro les hablaba sobre Jesús cuando el Espíritu Santo bajó sobre los oyentes (Hch 10,44-48) y hablaron en lenguas lo mismo que los apóstoles en Pentecostés. Pedro comprende “¿Puede alguien impedir que se bauticen con agua los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?” (Hch 10,47; 11,17).
Para Lucas el bautismo de Cornelio se debe a un suceso carismático -a una experiencia religiosa- sin embargo este hecho parece que no sienta precedentes. Lucas introduce aquí la actividad de Pablo, que tampoco exige la circuncisión y que suscita la reacción de los judeocristianos, “lo cual provocó una fuerte oposición de Pablo y Bernabé, y una discusión con ellos” (Hch 15,1-2. ). “Los apóstoles y los ancianos se reunieron para examinar el asunto. Y, como arreciaba la discusión, se levantó Pedro y les dijo…” (tercer relato del bautismo de Cornelio, Hch 15, 6-7).
Al final resuelve Santiago: “Simón ha descrito la primera vez que Dios proveyó a elegir de los paganos un pueblo que llevase su nombre. Esto concuerda con lo que anunciaron los profetas…Por tanto pienso que no hay que poner obstáculos a los paganos para que se conviertan a Dios……” (Hch 15,14-15.19).
El proceso de la admisión de los paganos sin pasar por la circuncisión si inicia, según Lucas, con un suceso carismático: la glosolalia de Cornelio manifiesta que han recibido el don del Espíritu Santo igual que los apóstoles en Pentecostés. Para validar y dar carácter general a esta experiencia religiosa se reúne el llamado concilio de Jerusalén. Santiago, cabeza de la comunidad madre de Jerusalén, hace ver la concordancia de este suceso con las Sagradas Escrituras. Y finalmente resuelve “Es decisión del Espíritu Santo y nuestra no imponeros más cargas que estas cosas imprescindibles” (la sangre y los alimentos ofrecidos a los ídolos; preceptos también abolidos más tarde)(Hch 15,28).
Suceso carismático, concordancia con las Escrituras, y aceptación de la comunidad. Este sería el proceso con el que Lucas justifica un paso tan radical como la superación de la ley revelada por Dios a Moisés. El profetismo rompe los esquemas establecidos –“El Espíritu sopla donde quiere, y no sabemos de dónde viene ni adónde va” (Jn 3,8)- pero, para asegurarnos de que se trata del Espíritu de Dios, debe concordar con la Escrituras y ser aceptado –“recibido”- por la comunidad.
La jerarquía es el servicio que cohesiona al pueblo de Dios en el camino trazado por Dios. La intervención del Espíritu mediante la profecía es el modo de conducir al pueblo en las encrucijadas imprevisibles de la Historia de la salvación.
Estos sucesos narrados e interpretados por Lucas ¿pueden servirnos como modelo para interpretar la situación actual de nuestras Iglesias? Para no alargarnos demasiado, dejaremos este tema para otro día.
Quizá también este nuevo libro (“Jesús de Nazaret, el hombre de las cien caras“, EDAF 2012, de Antonio Piñero) ayude a hacer criterio sobre este interesante tema histórico
http://www.antoniopinero.com/inicio.html
“… no es la intención de este libro reconstruir el Jesús histórico, sino mostrar la variedad del cristianismo primitivo, sobre todo desde finales del siglo I hasta el V.
Y desde el punto de vista de la especulación teológica, no de la ortodoxia, tales textos valen para mostrar la diversidad del cristianismo.
Al fin y al cabo, para un historiador de la antigüedad, las reinterpretaciones teológicas, tanto ortodoxas como no ortodoxas tienen el mismo valor en un aspecto: son muestras de la evolución del pensamiento cristiano; pero no juzga si se acercan a la verdad histórica o no.”
Me gustan los comentarios breves que no se parezcan a nuevos artículos, sino que ayuden a comprender, matizar o disentir del artículo comentado.
Dice Antonio Piñero: “Mi opinión es que no tenemos ni una sola línea fehaciente sobre el pensamiento de los “cristianos de Antioquia” que no proceda de las cartas paulinas “.
Vale, pero sí tenemos, al menos, un hecho: que no se circuncidaban. Estamos hablando, claro está, del fenómeno que surge “tras lo de Esteban”, antes de la “conversión” de Pablo. Aquellos nuevos cristianos prosélitos, naturales de Chipre y Cirene, y quizá los nuevos cristianos procedentes del paganismo, pero no prosélitos “deciden” no circuncidarse.
Este “pequeño” detalle significa un salto cualitativo en la autocomprensión del mensaje del “Señor Jesús”. Los nuevos cristianos de Antioquía de Siria no se autocomprneden como una secta judía, como los fariseos o los esenios, sino una realidad NUEVA, DISTINTA. Quizás era inevitable que esa nueva realidad evolucionara hacia una nueva religión.
Lo que yo quiero subrayar es que existe dos relatos diferenciados. Uno, es el de Pentecostés y Cornelio, que desarrolla Gonzalo Haya, donde el Espíritu actúa de forma solemne, taxativa y confirmativa. Otro es más “normal”, sin fenómenos asombrosos y sin ostentación.
Lo que considero bastante cierto es que la dimensión universal del cristianismo se debe a aquellos cristianos anónimos de Chipre y Cirene, quienes por su cuenta y riesgo (“sin encomendarse ni a Dios ni al diablo”) abrieron las fronteras de la fe cristiana a dimensiones universales.
Muy interesante sobre el tema que dice Pope Godoy, este enlace del blog de Antonio Piñero
http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2012/03/02/p311396#more311396
Piñero opina que:
“Mi opinión es que no tenemos ni una sola línea fehaciente sobre el pensamiento de los “cristianos de Antioquia” que no proceda de las cartas paulinas… y que los análisis literarios complicados y difíciles no pueden darnos la seguridad de que no fue Pablo directamente quien reinterpretó a Jesús, de un modo tan distante a lo que fue su figura histórica.”
Es decir, no hay Revelación divina ni soplos del Espíritu Santo ni nada parecido: todo eso no es más que pensamiento mágico propio de una cultura arcaica, de hace dos mil años, en la que se concebían a sí mismos dependiendo de un mundo sobrenatural, del que creían, imaginaban, que descendían el Espíritu Santo y las Revelaciones divinas y la voces e inspiraciones divinas … etc.
En una cultura autónoma, no dependiente de ningún mundo sobrenatural, no dependiente de ningún Dios, no hay más que la iniciativa y la decisión de las personas (que entonces decidieron, sin contar con nadie, empezar a convertir a los no judíos).
Las personas son las únicas que actúan, que actuamos, sin ninguna actuación, intervención, ni inspiración ni soplos de ninguna clase, divinos. Así es en nuestra cultura, cada vez más, excepto en los intereses de la ICR y otras religiones.
Lo que dice Pope Godoy corroboraría la idea de que es falso que Pablo de Tarso tuviera una Revelación de Dios ‘camino de Damasco’ (con caída del caballo o sin ella) que le ordenara convertir también a los gentiles, a los no judíos, o sea, universalizar el judaísmo de Jesús dando así origen al cristianismo.
El cristianismo lo habrían originado “algunos de ellos, naturales de Chipre y de Cirene, quienes, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablarles también a los griegos, dándoles la buena noticia del Señor Jesús. …”
“Estos cristianos anónimos, sin contar con nadie, abrieron el mensaje a los paganos. Y allí surge el nombre de “cristianos”.
No hubo pues ninguna Revelación divina, ésta no es sino un invento interesado para ‘dar fuerza’ al cristianismo, en una cultura plena de pensamiento mágico.
Estoy leyendo a pequeños sorbos el libro de Gonzalo (fuimos compañeros jesuitas del mismo curso en filosofía y teología) “Impulsados por el espíritu”. Ya le dije a él que le iré haciendo comentaruios.
Pero voy al artículo de ATRIO. El título me chirría “Profetismo y jerarquía en Hechos”. Ya sabemos que el término “jerarquía” no aparece en todo el NT. Por otra parte, lo que podemos llamar la “estructura jerárquica” es muy posterior a los hechos que se narran. Anticipar en el tiempo una evolución muy posterior tiene el peligro de distorsionar la realidad.
Hya un pasaje de Hechos que no suele destacarse. Vale la pena trascribirlo: ”
“los dispersos con motivo de la persecución provocada por lo de Esteban llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin exponer el mensaje a nadie más que a los judíos. Pero hubo algunos de ellos, naturales de Chipre y de Cirene, quienes, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablarles también a los griegos, dándoles la buena noticia del Señor Jesús. Como la fuerza del Señor los sostenía, gran número creyó, convirtiéndose al Señor” (Hch 11,19-21).
Estos cristianos anónimos, sin contar con nadie, abrieron el mensaje a los paganos. Y allí surge el nombre de “cristianos”. El conflicto surge porque estos nuevos cristianos no se siente en absoluto obligados a las prácticas judías. Se sienten vinculados a Jesús, pero no al judaísmo. Esto significa que el mensaje transmitido por los prosélitos de Chipre y de Cirene había quedado ya desvinculado de las adherencias judías.
Lo que hace el “concilio” de Jerusalén es asumir una realidad que se impone y que es mayoritaria. No es una decisión “sagrada”, garantizada o legitimada por un “poder sagrado”. Es asumir que la vida va muy por delante de nuestros esquemas y que necesitamos adaptarnos a ella por un elemental sentido de realismo y hasta de supervivencia.
Yo lo veo así de simple.
Gracias por el buen artículo. Profetas y jerarquia en conflicto, en confrontación siempre que se respete lo de Jo 3,8. para ser creadores. Hoy en día es difícil que la jerarquia quiera oir a profetas cuestionadores. Pero es necesario favorecer el cambio. Hoy las ciencias humanas son autònomas en referencia a lo religioso. Por lo tanto lo religiodo deberà ir por otro camino y convirtiéndose en “soplo”. Cuántas cosas nuevas nos esperan o esperan a las generaciones futuras, las cuales deberán ser sus propios creadores e inventores de símbolos,signos y formas. El Espíritu esté con ellos.
Hola!
Gracias Gnzalo.
Me importa tu intención expresada en tu frase final:
– “Estos sucesos narrados e interpretados por Lucas
¿pueden servirnos como modelo
para interpretar la situación actual de nuestras Iglesias?“-
Pienso que: Sí y No.
1.- Sí: en el sentido que se trata de HECHOS
* no tanto de “los Apóstoles”
* cuanto de las “Asambleas”
Hoy la Gente que se Reune para trazar planes de ataques
al Sistema queviene por sus vidas van produciendo HECHOS.
2.- No: en el sentido de seguir en el “Modelo”
* de problemáticas “religiosas”
* de agraciados “Héroes” salvadores.
Hoy la Gente va sintiendo que la “Salud”
es asunto de profana política y social.
¿Te parece?
¿Pueo ¡Ir todavía!? – Oscar.
Jajaja…al leer Eloy , tu mensaje y el mio, me di cuenta que eres infinitamente más sabio que este torpe servidor.- Gabriel
El proceso general esta bien claro…y obviamente planteado con ese carisma de Gonzalo, de ser pedagógico y sucinto en sus planteos…Sin embargo en algunas pequeñas cuestiones me parece…sin contradecir para nada el excelente planteo de Gonzalo, que conviene realizar algunas matizaciones…
Dice en su excelente trabajo Gonzalo “…la naciente jerarquía cristiana para que corte con la milenaria tradición que representa la jerarquía del templo.”
Yo simplemente no usaría el termino Jerarquía, el mismo libro de los hechos muestra claramente que la posición de Pedro, entre otras cosas, por lo que podemos llamar…Los Hechos de Pedro: 9,32-11,18
Visita de Pedro a las comunidades judeocristianas: 9,32-43
Presentación de Cornelio: vv. 1-8
Visión de Pedro: vv. 6-16
Encuentro de Pedro con los enviados de Cornelio: vv. 17-23
Pedro en casa de Cornelio: vv. 24-48
Pedro justifica su conducta en Jerusalén: 11,1-18Como tan bien lo plantea el biblista y teólogo Pablo Richard en su trabajo justamente sobre el libro de los Hechos… “El Movimiento de Jesús después de su Resurrección y antes de la Iglesia-Una interpretación liberadora de los Hechos de los Apóstoles”… Allí Pedro, sufre un proceso de conversión y su oposición al Espíritu, es de alguna manera convertida por el mismo Espíritu Santo, a través de estos acontecimientos que citamos, a tal punto que Pedro va a sostener en el Concilio de Jerusalen… “Asamblea donde habla Pedro (vv. 5-12): En el discurso hay dos partes: los vv. 7b-9 y vv. 10-11. En la primera parte Pedro recuerda lo sucedido en casa de Cornelio “desde los primeros días”. En la segunda parte, cuyo tono es conclusivo (“ahora pues…”) Pedro plantea el problema de la salvación de todos por la gracia del Señor Jesús. Hay dos frases, una en cada parte del discurso, que están en paralelo:
– Dios comunicó el Espíritu Santo a los gentiles “como a nosotros” (v. 8)
– Nosotros nos salvamos por la gracia “del mismo modo que ellos” (v. 11)…Si el Pentecostés en casa de Cornelio siguió el paradigma del primer Pentecostés, ahora el vuelco insólito es que la salvación de los judíos cristianos sigue el paradigma de la salvación de los gentiles (nosotros somos salvos “del mismo modo que ellos”). La consecuencia “a fortiori” (obligada) es que no se debe imponer el yugo de la ley sobre ningún discípulo de Jesús, ni sobre los gentiles, ni sobre los mismos judeo-cristianos. El discurso de Pedro es tremendamente radical y reflejo de la doctrina de Pablo en sus formulaciones también más radicales. Pedro ha logrado la total identificación con el Espíritu, por eso Lucas no lo menciona más en su libro. Lucas sigue a sus personajes hasta su obediencia total al Espíritu, después no los menciona más. Para Lucas es suficiente seguirlos hasta ese punto, pues no está haciendo una biografía de sus personajes, sino mostrando cómo éstos van madurando hasta la total identificación con el Espíritu Santo. En el v. 7 la versión occidental del texto griego comenta acertadamente que Pedro se levantó para hablar “bajo la inspiración del Espíritu”. Después del discurso de Pedro toda la asamblea calló. El texto occidental nuevamente comenta que “los presbíteros dieron su asentimiento a lo que Pedro les había dicho” (lo que históricamente es muy difícil de imaginar). Luego Bernabé y Saulo (en ese orden) cuentan “todas las señales y prodigios que Dios había realizado por medio de ellos entre los gentiles”, con lo cual confirman la base histórica sobre la cual se fundamenta la argumentación de Pedro.
Asamblea donde habla Santiago (vv. 13-21): Cuando Bernabé y Pablo terminaron de hablar, Santiago tiene que pedir ahora expresamente que lo escuchen a él: “escúchenme”. Santiago tiene un discurso (vv. 14-18) y una sentencia o juicio (vv. 19-21). Santiago resume primero el discurso de Pedro, pero lo distorsiona completamente. Es curioso que Santiago llame a Pedro con su nombre hebreo Simón, para recordarle su pasado hebreo. Pedro claramente había establecido el paradigma de salvación de los gentiles como referencia para la salvación de los judeo-cristianos. Ahora Santiago subordina la salvación de los gentiles a la restauración de Israel. Esto está implícito en el v. 14 y explícito en el oráculo de Amós que Santiago cita como prueba escriturística en los vv. 15-18. Pedro había recordado la conversión de Cornelio como un evento de “los primeros días”. Ahora Santiago contrapone que la restauración de Israel es algo conocido “desde la eternidad”, frase que Santiago agrega por su cuenta a la cita bíblica. Después de su discurso, Santiago dicta sentencia, en forma enfática y autoritaria: “Por esto juzgo yo” (dio ego krino). Toda la asamblea ha tenido una cierta apariencia de juicio. La Iglesia de Antioquía es impugnada. Pedro hace la defensa. Bernabé y Pablo aportan las pruebas. Santiago dicta sentencia. En la sentencia o juicio de Santiago hay dos aspectos. Primero: “que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios”. El sentido de la frase es que se deje de molestar (negación + infinitivo presente), es decir, que se deje de exigir algo que se considera indebido (ese es el sentido del verbo “par-enochleo tini”). Está claro aquí, que Santiago juzga que no se debe exigir a los gentiles convertidos la circuncisión. Esto es un triunfo para la Iglesia de Antioquía. Segundo: Santiago opina que solamente se les debe escribir a los gentiles convertidos de Antioquía que cumplan ciertas exigencias legales: que se abstengan de la carne sacrificada a los ídolos, de la impureza (uniones irregulares), de los animales estrangulados y de la sangre (v. 20 y 29). Estas normas configuraban el estatuto jurídico mínimo que el pueblo judío exigía a los extranjeros que vivían en medio de ellos. El objetivo de estas exigencias legales era hacer posible la convivencia de los extranjeros con los judíos, cuando éstos vivían en medio del pueblo judío. Santiago no pide que los gentiles sean circuncidados (es decir integrados al pueblo judío), pero sí pide que los gentiles cristianos cumplan estas leyes mínimas de pureza legal para que puedan convivir con los judeo-cristianos. Éste debió ser el verdadero problema que se estaba viviendo, el problema de la convivencia y comensalidad entre cristianos judíos y gentiles, tal como se refleja en Hch 11,3 y Gal 2,12-14. La solución de Santiago es razonable, pero tiene la desventaja de asimilar a los gentiles convertidos que se han integrado a la Iglesia, con la situación de los extranjeros que viven en medio del pueblo judío. Es decir: se sigue considerando la Iglesia como una Iglesia judeo-cristiana, en la cual viven algunos gentiles conversos, que deben observar ciertas leyes para poder convivir con los judeo-cristianos. Santiago afirma la vigencia permanente de ley, pero no quiere que los gentiles cristianos influyan negativamente en los judíos cristianos, para que éstos dejen de observar la ley. Pedro, por el contrario, había propuesto una libertad total frente a la ley tanto para los gentiles como para los judíos creyentes. En Pedro la referencia principal es la comunidad de los gentiles convertidos, en Santiago la referencia principal es la comunidad de los judíos cristianos.” (El Movimiento del Jesús después de su Resurrección y Antes de su Muerte de Pablo Richard)…
La cita del libro del Padre Richard tiene varias finalidades, la primera establecer que lo que nosotros concebimos como relación Jerárquica, Se nos muestra claramente en el Concilio, en donde la Posición de Pedro que por otra parte estaba en sintonia con lo que el Espíritu Santo inspiraba a la Iglesia, queda parcialmente desairada…La segunda cuestión muy importante, es que tanto Pablo, como Bernabe, son delegados elegidos por la comunidad de Antiquia, fundada por el grupo de los Helenistas (recuerdan, el conflicto entre el grupo de los Hebreos y de los Helenistas), que da lugar a los 7 primeros representantes de la comunidad Helenista que estaba en Jerusalen y convivía con el grupo de los Hebreos…Después del asesinato de Esteban se dispersaron y formaron comunidades por todo el mundo conocido…entre ellas la de Antiquia…Por lo que más que
Jerarquía ( sagrado- Poder Sagrado) con el sentido moderno en que se entiende hoy, yo llamaría al oficio de Pedro…Doularquia Servicio Sagrado…Como vemos pedro ejerce su oficio, trasmitiendo lo que el Espíritu Santo le indica, la Asamblea, no recoge su propuesta, por lo que el esquema de lo que nosotros llamamos Jerárquica pasará por varias etapas, en un de ellas las comunidades Juanicas se resistirán a esta concepción Jerárquica…Lo que parece claro que el ser enviado-apóstol y en este caso Pedro nada menos, no implicaba tener la última palabra necesariamente…
La otra cuestión es que existe una concepción que lee los Hechos desde la perspectiva del personaje en singular y no desde la perspectiva de la comunidad a la que pertenece…Es interesante el enfoque de Pablo Richard, que me voy a permitir pegar… “Esta sección, entre la primera parte dedicada a los 12 apóstoles en Jerusalén (1-5) y la tercera parte dedicada a Pablo (15,36-28,31), pertenece al grupo de los Helenistas. Normalmente este sección no es valorada en su dimensión específica. Los 7 helenistas aparecen normalmente como “diákonos”, sometidos a los apóstoles o como precursores de Pablo. En la estructura del libro, casi siempre se hace comenzar en 13,1 la sección paulina, y se designa los capítulos 13-14 como el primer viaje misionero de Pablo. Los Hch son presentados como los hechos de Pedro y Pablo y los helenistas desaparecen. Esta visión reduccionista distorsiona gravemente la sección de Hch 6,1-15,35 y subvaloriza el protagonismo específico de los helenistas, tan importante en el relato de Lucas. Como veremos, la sección 13,1-14,28 no corresponde al primer viaje de Pablo, sino a la primera misión de la Iglesia de Antioquía, donde Bernabé y Pablo participan enviados por la Iglesia de Antioquía, fundada por los helenistas. En la estructura presentada al comienzo, hemos dividido toda esta segunda parte en cuatro secciones tituladas “Hechos de los Helenistas”, donde se intercalan una sección sobre los “Hechos de Saulo” (9,1-31) y dos secciones sobre los “Hechos de Pedro” (9,32-11,18 y 11,27-12,25). Estas secciones intercaladas están en función del relato principal sobre los helenistas. Se narra la “conversión” de Saulo, pues Bernabé en 11,25 lo integra a la Iglesia de Antioquía. Igualmente, el relato de Pedro y Cornelio prepara y legitima la misión de los helenistas a los griegos (11,20). También el capítulo 12, centrado en la prisión y liberación de Pedro, está enmarcado por la misión de la Iglesia de Antioquía a Jerusalén (ida en 11,27-30 y regreso en 12,25). El capítulo 15 sobre la Asamblea de Jerusalén comienza en Antioquía y termina en Antioquía, y es lógico, pues dicha asamblea está en función de la Iglesia de Antioquía, fundada y dirigida por los Helenistas. En síntesis: Hch 6,1-15,35 es una sección con identidad propia, dedicada a la elección, misión y legitimación de los helenistas. No es una sección puramente intermedia o de transición.”(El Movimiento del Jesús después de su Resurrección y Antes de su Muerte de Pablo Richard)…Entonces podemos decir que la Asamblea, o Concilio, como quieran llamarle de Jerusalen, confronta dos eclesiologias y dos formas de vincularse con Dios, que por lo menos no son idénticas y que conlleva una praxis y una teología subyacente distinta y que ya practicaban los Helenistas de la Iglesia de Antiquia, antes de que llegara Pablo…Son dos paradigmas, uno más formal atado al templo, a la Ley y a la liturgia…y otro más carismático, misionera y Asambleario…Es importante dejar sentado que las comunidades se reunían en la casas y se entendían como la Iglesia que se reúne en la cada de….(Fl 1,1)…Con cariño y felicitaciones por el libro…y un abrazo a Gonzalo.- Gabriel
Cuanto más leo, más y mejor percibo la inmensidad de lo que ignoro.
Gracias por tu artículo Gonzalo Haya.