A través de Enrique Orellana y “Opción por los pobres. Chile” nos ha llegado este artículo de quien colaboró muchas veces con ATRIO y que en este extraordinario texto nos ha dejado una clara síntesis de su pensamiento y el testamento-testimonio de su esperanza realista.
VATICANO II: CINCUENTA AÑOS DESPUÉS
por José Comblin (1923-2011)
- 1. Antes del Concilio
La mayoría de los obispos que llegaron al Concilio Vaticano II no entendían por qué y para qué habían sido convocados. No tenían proyectos Pensaban como los funcionarios de la Curia que el Papa solo podía decidirlo todo y no era necesario convocar un Concilio. Pero había una minoría muy consciente de los problemas en el pueblo católico sobre todo en los países intelectualmente y pastoralmente más desarrollados. Allá habían vivido episodios dramáticos de la oposición entre las preocupaciones de los sacerdotes más metidos en el mundo contemporáneo y la administración vaticana. Sabían lo que habían sufrido en el pontificado de Pio XII que se oponía a todas las reformas tan esperadas por muchos. Todos los que buscaban una inserción de la Iglesia en el mundo contemporáneo, formado por el desarrollo de las ciencias, de la tecnología y de la nueva economía así como por el espíritu democrático, se sentían reprimidos. Había una élite de obispos y de cardenales que estaban muy conscientes de las reformas necesarias y quisieron aprovechar la oportunidad ofrecida providencialmente por Juan XXIII. La Curia no aceptaba las ideas del nuevo Papa y muchos obispos estaban desconcertados, porque el modelo de Papa de Juan XXIII era tan diferente del modelo de los Papas Pío´s, que se pensaba obligatorio desde Pio IX.
Las comisiones preparatorias del Concilio eran claramente conservadoras, y, por eso, el día de la apertura del Concilio las perspectivas de los teólogos y peritos traídos por los obispos más conscientes eran bastante pesimistas. Pero hubo el discurso de apertura de Juan XXIII, que rompía decididamente con la tradición de los Papas anteriores. Juan XXIII anunció que el Concilio no estaba reunido para hacer nuevas condenaciones de herejías, como era la costumbre. Dijo que se trataba de presentar al mundo otra figura de la Iglesia, que la haría más comprensible para los contemporáneos. La mayoría de los obispos no entendió nada, y pensó que el Papa no había dicho nada porque no había mencionado ninguna herejía. Para el Papa no se trataba de aumentar el número de dogmas, sino más bien de hablar al mundo moderno en un lenguaje que pudiera entender. Una minoría esclarecida entendió el recado y sintió que tendría el apoyo del Papa en su lucha contra la Curia.
La Curia romana tenía una estrategia. Había una manera de anular el Concilio. Las comisiones habían preparado documentos sobre todos los asuntos anunciados. Todos esos documentos eran conservadores y no permitían ningún cambio real en la pastoral. Esos documentos serían entregados a las comisiones conciliares que los aprobarían, y el Concilio se terminaría en pocas semanas con documentos inofensivos que no cambiarían nada. Lo importante era hacer una lista de comisiones con obispos conservadores y explicar al Concilio que lo más práctico sería aceptar las listas ya preparadas por la Curia, puesto que los obispos de la asamblea no se conocían.
El primero que descubrió esa estrategia fue don Manuel Larraín, obispo de Talca, Chile, y presidente del CELAM. El, con don Helder Cámara – eran amigos íntimos, acostumbrados a trabajar juntos – fueron a avisar a las cabezas del episcopado reformador. La Curia había preparado una lista de miembros de las comisiones, escogidos de tal manera que se sabía que aprobarían los textos curiales sin problema. Se trataba de rechazar las listas preparadas por la Curia y pedir que las comisiones fueran elegidas por el mismo Concilio. Los líderes, cardenales Doepfner de Munich, Alemania, Liénart de Lille, Francia, Suenens de Malinas, Bélgica, Montini de Milán y algunos más tomaron la palabra y pidieron que el mismo Concilio nombrara a los miembros de las comisiones, lo que fue aprobado con aclamaciones.
La conclusión fue que las nuevas comisiones rechazaron todos los documentos preparados por las comisiones preparatorias, lo que fue una afirmación del episcopado frente a la Curia romana. El Papa estaba feliz. Claro que en pocas horas, Manuel Larraín y Helder Cámara hicieron listas de los obispos latinoamericanos que podían integrar las comisiones y otros hicieron lo mismo para los otros continentes porque don Manuel Larraín ya tenía muchos contactos en el mundo. Desde el inicio quedó claro que el concilio sería una batalla de cada hora contra la Curia romana. El Papa no tenía fuerza para cambiar la Curia. Hasta hoy los Papas son prisioneros de la Curia que en principio depende de ellos. La administración es más fuerte que el gobernante en la Iglesia como en muchas naciones. La administración puede impedir cualquier cambio solo por su inercia. Ni siquiera Juan Pablo II se atrevió a intervenir en la Curia. Impotente en Roma se fue al mundo en donde fue aclamado triunfalmente.
La mayoría conciliar que el grupo de frente logró conquistar, no quería ruptura y por eso siempre dio importancia a la minoría conservadora, aunque pequeña, que representaba los intereses de la Curia y se identificaba con ella. Por eso, muchos textos fueron ambiguos porque después de un párrafo reformista venía un párrafo conservador que decía lo contrario. Por un lado se anunciaban temas nuevos y luego se abría espacio para los temas viejos de la tradición de los Papas Pío´s. Esa ambigüedad perjudicó mucho la aplicación del Concilio.
La minoría conciliar y la Curia no se convirtieron. Todavía se oponen a Vaticano II y encuentran argumentos en los mismos textos conciliares conservadores. Cuando Juan Pablo II citaba los textos del Vaticano II, citaba los textos más conservadores, como si los otros no hubieran existido. Por ejemplo en la Constitución Lumen Gentium, claro está que el destaque es el lugar dado al pueblo de Dios. Sin embargo, cuando se trata de la jerarquía, el pueblo de Dios desaparece y todo continúa como siempre. En 1985 por instigación del cardenal Ratzinger el pueblo de Dios fue eliminado del vocabulario del Vaticano. Desde entonces ningún documento romano hace referencia al pueblo de Dios, que era el tema importante de la constitución conciliar. El cardenal Ratzinger había descubierto que el pueblo de Dios era un concepto sociológico, aunque el concepto de pueblo no se encuentre en los tratados de sociología. El pueblo no existe sociológicamente, porque es un concepto teológico, bíblico.
Esta situación va a tener mucha importancia en la evolución ulterior de Vaticano II en la Iglesia. Desde el comienzo hubo un partido al que siempre se dio importancia y poder, y que luchó contra todas las novedades. En las elecciones pontificias que, como siempre son manipuladas por algunos grupos, el problema de Vaticano II fue decisivo y los Papas fueron elegidos porque se sabía de sus restricciones a los documentos conciliares en todo lo que tienen de nuevo. El Papa actual puede vivir diez años más o más todavía. Después de él podemos pensar que será elegido de nuevo un Papa poco comprometido con el Concilio, para usar un eufemismo, porque los grupos que defienden esa posición son muy fuertes en la Curia y en el colegio de los cardenales, y no hay señales de que los futuros nombramientos puedan traer cambios de orientación. Los últimos nombramientos en la Curia son elocuentes.
- 2. De 1965 a 1968
La historia de la recepción de Vaticano II fue determinada por un acontecimiento totalmente imprevisto. 1968 es una fecha simbólica de la mayor revolución cultural en la historia del Occidente, más que la revolución francesa o la revolución rusa, porque atinge la totalidad de los valores de la vida y todas las estructuras sociales. A partir de 1968 hubo mucho más que una protesta de los estudiantes. Hubo el comienzo de un nuevo sistema de valores y una nueva interpretación de la vida humana.
Vaticano II respondió a los interrogantes y los desafíos de la sociedad occidental en 1962. Los problemas tratados , las respuestas propuestas, las discusiones sobre las estructuras eclesiales, las ideas sobre una reforma litúrgica, todo eso había sido preparado por teólogos y pastoralistas, sobre todo desde los años 30 en los países de Europa central, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza con algunas franjas en el norte de Italia. Estaba reconstruida la sociedad europea destruida por la guerra y la Iglesia ocupaba un lugar de destaque en la sociedad. Era el gobierno en Alemania, Italia, Bélgica. Holanda y tenía participación en los gobiernos de Francia. En realidad, había perdido contacto con la clase obrera, pero ésta ya estaba disminuyendo numéricamente por la evolución de la economía hacia los servicios. El número de católicos practicantes estaba disminuyendo, pero no de una manera que llamara la atención. La Iglesia tenía un clero fiel, un episcopado bastante ilustrado, aunque poco reformista socialmente, pero identificado con los partidos demócrata-cristianos. El gran problema de la Iglesia era la tensión entre los sectores más comprometidos con la nueva sociedad y el mundo romano de Pio XII, apoyado por las Iglesias de países menos desarrollados y más tradicionalistas, como España, Portugal, América latina, Italia, sobre todo al sur de Florencia, o de los pueblos católicos del Sudeste europeo. Los problemas eran estructurales, y no alcanzaban ni los dogmas ni la moral tradicional.
En 1968 comenzaba abruptamente una revolución total que atingía todos los dogmas y toda la moral tradicional así como todas las estructuras institucionales de la Iglesia como de toda la sociedad. En 1968 Vaticano II habría sido imposible, porque no habría nadie o casi nadie para entender lo que estaba pasando. Vaticano II respondió a los problemas de 1962, pero no tenía nada para dar respuestas a los desafíos de 1968. En 1968 el Concilio habría sido un Concilio conservador asustado por las transformaciones culturales radicales que empezaban.
Las manifestaciones exteriores de la revolución de los estudiantes en todo el mundo occidental desarrollado fueron reprimidas con facilidad, y, por eso, muchos pensaron que sería un episodio sin consecuencias importantes. En realidad, era el comienzo de una era nueva que todavía está en pleno desarrollo hoy día. 1968 significa cambio de toda la política, la educación, los valores morales, la organización de la vida y la economía.
1968 es una fecha simbólica que evoca los grandes acontecimientos que cambiaron el mundo en la década de los 60, sobre todo a partir de 1965.
- a. 1968 significó une crítica radical de todas las instituciones establecidas y de todos los sistemas de autoridad. Era la contestación global de toda la sociedad organizada tradicional. La crítica se dirigía al Estado, a la Escuela en todos sus niveles, al Ejército, al sistema jurídico, a los hospitales .Era una crítica a todas las autoridades establecidas que mandan por la fuerza de las estructuras y hacen de todos los ciudadanos los prisioneros de las instituciones. Claro está que la Iglesia católica está incluida en esa crítica. La Iglesia católica era el modelo típico de un sistema institucional radicalmente autoritario. Ella fue inmediatamente atacada y denunciada con vigor. Los cambios conciliares, tan tímidos, no podían convencer a la nueva generación. Vaticano II era totalmente inofensivo si se compara con la revolución cultural que partió en 1968.
- b. 1968 inició una lucha contra todos los sistemas de pensamiento, lo que se llamó “los grandes relatos”. Los sistemas son formas de manipulación del pensamiento, son expresiones de dominación intelectual. No se acepta ningún sistema que tenga la pretensión de ser “la verdad”. Con eso sufren los dogmas y el código moral de la Iglesia católica, y toda su pretensión de “magisterio”. Vaticano II no podía ni siquiera imaginar que fuera posible tal situación. Allá no hubo ninguna discusión de ningún dogma y todo el sistema de pensamiento nunca fue cuestionado. Ahora la nueva generación contesta todo el sistema doctrinal de la Iglesia católica, porque ese sistema no permite el libre ejercicio del pensamiento. No es que la nueva generación quiera negar todo el contenido doctrinal, pero no quiere aceptar todo un sistema sin discutirlo primero, y no quiere aceptarlo todo en bloque. Quiere examinar cada elemento, aceptar o no aceptar.
- c. Simultáneamente hubo la explosión de la revolución feminista. El descubrimiento de la píldora que permite evitar la fecundación y, por lo tanto, facilita la limitación de la natalidad, despertó un entusiasmo universal entre las mujeres que tomaron conocimiento de la novedad. Era un elemento básico en la liberación de las mujeres, que dejaban de ser totalmente dependientes de maternidades repetidas. Era una novedad para la Iglesia también. Nada había en la Biblia sobre esa tecnología. Los episcopados de los países más desarrollados socialmente, los teólogos consultados por el Papa manifestaron que no había nada en la moral cristiana que pudiera condenar el uso de la píldora. Pero el Papa se dejó impresionar por el sector más conservador aunque minoritario, y publicó la encíclica Humanae Vitae que fue como una bomba. Muchos no podían creer que el Papa hubiera firmado esa encíclica. Fue una revuelta inmensa entre las mujeres católicas. Estas no aplicaron la prohibición papal y aprendieron la desobediencia. De esa fecha viene la huida de las mujeres. Ahora bien las mujeres son las que trasmiten la religión. Cuando las mujeres dejaron de enseñar la religión a sus hijos, aparecieron generaciones que lo ignoran todo del cristianismo. Muchos obispos quedaron destrozados, pero nada podían hacer porque el Concilio no había tocado en nada en el ejercicio del primado del Papa. El Papa decide solo, aún contra todos. Era el caso: el Papa había decidido contra los obispos, los teólogos, el clero, los laicos que eran informados. Por desgracia, fue obra del Papa Pablo VI, que por tantos meritos en la historia del Concilio, aparecía como hombre de apertura. ¿Porque justamente él? De otro Papa se habría entendido mejor, aunque el efecto producido hubiera sido igual. Para muchos, Humanae vitae era como un desmentido dado a Vaticano II: ¡nada había cambiado !
- d. 1968 y la sociedad de consumo. Hasta entonces el consumo estaba orientado por las costumbres. Había un consumo moderado y limitado. Los ricos no hacían ostentación de su riqueza. No había rendimientos escandalosos. El consumo dependía de la regularidad de la vida: comidas regulares e tradicionales, fiestas tradicionales con gastos tradicionales, dentro de un ritmo de vida en el que el trabajo ocupaba el lugar central. A partir de la década de los 60, el trabajo dejó de ser el centro de la vida. En adelante, en el centro está la busca del dinero para poder pagar las vacaciones, los fines de semana, las fiestas que se multiplican indefinidamente, y el consumo festivo. El trabajo es lo que permite el consumo. El trabajo agrícola desaparece en los países más desarrollados, el trabajo industrial disminuye, y los servicios no ofrecen ninguna satisfacción humana por ser aburridos La mismas estructuras sociales estimulan el consumo, y los que no pueden consumir se sienten rechazados por la sociedad. Desde entonces la gente gasta lo que no tiene y paga en 12, 48, 70 meses sus compras. Se puede consumir sin poder pagar inmediatamente. Se paga después de años. Los jóvenes no tienen normas, gastan lo más que pueden.
- e. El capitalismo descontrolado. La supresión de todas las leyes que controlan los movimientos de capitales estimula la carrera hacia la riqueza. Una nueva moral cualifica a la gente por el dinero que acumula y por la ostentación de su riqueza. En adelante los dueños del capital hacen lo que quieren y como quieren con el riesgo de provocar crises financieras de las que las víctimas son los pequeños. Hasta la queda del comunismo en la URSS el magisterio luchaba contra ese comunismo y poca atención daba al crecimiento rápido de una nueva forma de capitalismo. En América latina, la Iglesia reacciona muy timidamente a la conquista económica por los grandes centros capitalistas mundiales. En la práctica, la Iglesia va a olvidarse de Gaudium et Spes y aceptar la evolución del capitalismo descontrolado. La doctrina social de la Iglesia perdió todo significado profético porque en la práctica nada se aplicó a casos concretos. En la práctica el magisterio aceptó el nuevo capitalismo.
Nada de eso fue provocado por el Concilio. No se puede atribuir a Vaticano II todo lo que sucedió como consecuencia de la gran revolución cultural del Occidente. Pues esa revolución tuvo inmediatamente repercusiones en la juventud de la Iglesia. Todos sintieron que la institución de la Iglesia estaba profundamente cuestionada y desprestigiada. Ese desprestigio no vino de Vaticano II sino de la gran crisis cultural. El efecto más visible fue la crisis sacerdotal. Unos 80.000 sacerdotes dejaron el ministerio. Casi todos los seminaristas abandonaron los seminarios. Esto fue atribuido al Concilio por todos sus adversarios. En realidad no había nada en Vaticano II que pudiera explicar ese acontecimiento, Tampoco la huida de millones de católicos laicos se explica por Vaticano II. Pero todo se explica por la revolución cultural de la juventud. Sin embargo, los mismos Papas Juan Pablo II y Benito XVI hicieron varias veces alusiones a ese argumento, aunque no se atrevieron a expresarlo más claramente.
- 3. La reacción de la Iglesia fue lo que se podía temer.
Los Papas y muchos obispos aceptaron el argumento de los conservadores de que los problemas de la Iglesia venían del Vaticano II. Varios teólogos que habían sido defensores y promotores de los documentos conciliares, cambiaron y adoptaron la tesis de los conservadores, entre ellos el mismo Papa actual. Decían que el Concilio “fue mal interpretado”. Por eso, el Papa convocó un sínodo extraordinario en 1985 por ocasión de los 20 años de la conclusión del Concilio para luchar contra las falsas interpretaciones y dar una interpretación correcta. En la práctica la nueva interpretación, la “correcta”, consistía en suprimir todo lo que había de nuevo en los documentos de Vaticano II. Una señal muy simbólica fue la condenación de la expresión “pueblo de Dios“. Se acabó la época de las experiencias, decía Juan Pablo II. Prácticamente, lo que se hizo, fue rehacer lo que hizo después de la Revolución francesa: cerrar las puertas y las ventanas para cortar la comunicación con el mundo exterior y reforzar la disciplina para evitar las huidas. Pero no se logró evitar las huídas. El problema es que la Iglesia ya no tiene un inmenso campesinado pobre. En América latina los pobres se van a los evangélicos.
Desde entonces en el lenguaje oficial se hace referencia al Concilio, pero su mensaje permanece ignorado. El Concilio permanece en la memoria y en la fundamentación de las minorías sensibles a la evolución del mundo, que buscan en él argumentos para pedir cambios y respuestas a los desafíos del mundo actual. La juventud, incluso los nuevos sacerdotes, no sabe lo que fue ese Concilio Vaticano II, que para ellos no ofrece ningún interés. Están más interesados en el catolicismo anterior a Vaticano II con su seguridad, sus bellezas litúrgicas y la justificación de un autoritarismo clerical que les salva de los problemas
La reacción de la Iglesia fue la vuelta a la disciplina anterior. El símbolo de esa reacción fue el nuevo código de derecho canónico en el que se mantiene toda la estructura eclesiástica del código de 1917 con a veces un lenguaje menos autoritario y más florido. El nuevo código cerró las puertas a todos los cambios que se podrían inspirar en Vaticano II. Hizo Vaticano II históricamente inoperante.
En el mundo, la prioridad dada a la lucha contra el comunismo – un comunismo ya en plena decadencia – hizo que la Iglesia aceptara con silencio – los silencios de la doctrina social de la Iglesia, decía el padre Calvez – el capitalismo desenfrenado que se instaló en la década de los 70. En América latina el Vaticano apoyó las dictaduras militares y condenó todos los movimientos de transformación social a nombre de la lucha contra el comunismo. Desde el gobierno de Reagan la alianza con los Estados Unidos fue fiel hasta la guerra de Iraq que al fin abrió los ojos del Papa por un momento. En esa forma la Iglesia se aliaba con los poderosos del mundo y se condenaba a ignorar el mundo de los pobres en su pastoral real. Los nombramientos episcopales fueron altamente significativos.
En América latina la reacción de la Iglesia a la revolución cultural que empezó en el mundo desarrollado, fue muy dolorosa. Destruyó algo nuevo que estaba naciendo. Pues, en América latina, Vaticano II significó un cambio real. El Concilio Vaticano II fue lo que convirtió el episcopado y buena parte del clero y de los religiosos. Antes, hubo sacerdotes, religiosos, laicos y también obispos que habían hecho una opción por los pobres. En Roma los obispos latinoamericanos se encontraron y fueron evangelizados por los obispos de la opción por los pobres. El CELAM, con la aprobación de Pablo VI, convocó la asamblea de Medellín que cambió los rumbos de la Iglesia porque sacó del concilio conclusiones prácticas. Decidió la opción por los pobres y el compromiso por un cambio social radical, legitimó las comunidades eclesiales de base y la formación de los laicos por la Biblia, por la acción política. Las CEBs fueron una estructura nueva en la que los laicos tenían una real iniciativa y un real poder aunque limitado. En varias regiones, Medellín no fue aceptada o no fue aplicada. Pero hubo regiones importantes en las que Medellín cambió la Iglesia y fue la aplicación de Vaticano II.
Todo ese movimiento fue atacado sistemáticamente en Roma con argumentos proporcionados por sectores reaccionarios de América Latina. Desde 1972 la campaña contra Medellín fue dirigida por Alfonso López Trujillo. A pesar de esa campaña, en Puebla en 1979, Medellín todavía se salvó. Pero en el pontificado de Juan Pablo II la presión aumentó. Las advertencias romanas, los nombramientos episcopales, las expresiones de represión en contra de los obispos más comprometidos con Medellín tuvieron efecto . La condenación de la teología de la liberación en 1984 quería dar el golpe final. La carta del Papa a la CNBB el año siguiente limitó un poco el alcance de la condenación, pero la teología de la liberación todavía es algo sospechoso.
- 4. Lo que queda del Vaticano II
Hoy en día, las reformas logradas por Vaticano II nos parecen muy tímidas y totalmente inadecuadas por su insuficiencia. Habrá que ir mucho más lejos porque el mundo ha cambiado más en los últimos 50 años que en los 2.000 años anteriores.
De Vaticano II destacamos lo siguiente que debe permanecer como una base para las reformas futuras
– El retorno a la Biblia como referencia permanente de la vida eclesial por encima de todas las elaboraciones doctrinales ulteriores, por encima de los dogmas y de las teologías.
– La afirmación del pueblo de Dios como participante activo en la vida de la Iglesia, tanto en el testimonio de la fe como en la organización de la comunidad, con una definición jurídica de derechos y con recursos en los casos de opresión por parte de las autoridades.
– La afirmación de la Iglesia de los pobres.
– La afirmación de la Iglesia como servicio al mundo y sin busca del poder.
– La afirmación de un ecumenismo de participación más íntima entre las Iglesias cristianas.
– La afirmación del encuentro entre todas las religiones, o pensamientos no religiosos.
– Una reforma litúrgica que use símbolos y palabras comprensibles para los hombres y las mujeres contemporáneos. Las comisiones formadas después de Vaticano II dejaron muchas palabras y símbolos totalmente sin significado para los cristianos de hoy y obstáculo para la misión.
- 5. Las condiciones de la humanidad actual en estado de radical transformación
- a. ¿Cómo entender la fe?
Desde la modernidad muchos cristianos perdieron la fe o pensaron que la habían perdido, porque tenían una idea equivocada de la fe. Actualmente ese fenómeno se multiplica porque la formación intelectual se ha desarrollado y muchos se quedan con una consciencia religiosa infantil o primitiva que rechazan o pierden cuando llegan a la adolescencia.
Los pueblos primitivos de cultura oral y los niños creen en los objetos religiosos como en los objetos de su experiencia. Por eso es fácil llegar a pensar que la fe es algo como la experiencia inmediata. Cuando se dan cuenta que ya no pueden creer en los objetos de la religión en esa forma porque nació el espirito crítico, creen que pierden la fe, porque la confunden con su conciencia religiosa infantil.
La fe es diferente de la experiencia inmediata, del conocimiento científico o del conocimiento filosófico. El objeto de la fe es Jesucristo, la vida de Jesucristo. Es dar adhesión a esa vida y adoptarla como norma de vida porque tiene un valor absoluto, porque esa vida es la verdad, es así que debemos ser hombre o mujer. No es una evidencia que no permite dudas. Es una percepción de verdad, que nunca suprime una franja de duda, porque siempre es un acto voluntario, y porque no se ve esa verdad. El creyente no se siente obligado a creer. Es un acto de entrega de su vida, la elección de un camino. No hay evidencia de que Jesús vive y está en nosotros, pero se reconoce porque se siente una presencia que es un llamado repetido a pesar de todas las dudas.
Hoy día el Papa condena como relativismo fenómenos propios del ser humano actual que ya no puede entender la manera tradicional de conocer los objetos de la religión. Estos no son parte de su experiencia de vida. La fe es conocimiento de la vida de Jesús de una manera totalmente especial sin comparación con las certidumbres que se están adquiriendo en la vida de cada día. Esta condición del ser humano actual supone una profunda revisión de la teología de la fe. Esta revisión de la teología ya se está haciendo pero no se divulga, lo que permite que millones de adolescentes pierdan la fe más que nunca, porque no se les explica lo que es.
- b. La religión.
Nuestros contemporáneos dejan los actos litúrgicos oficiales de la Iglesia, porque los encuentran aburridos. La misa habitual es aburrida, salvo en algunas circunstancias muy especiales en las que aparecen miles de personas. La repetición de lo mismo es aburrida. La repetición de “domingos del año” durante tantas semanas es algo aburrido. El lenguaje litúrgico es peor, porque se hace en lengua popular. Cuando la liturgia era en latín, era mejor porque no se entendía. Una vez que se entiende, se nota que el estilo es insoportable. Usa un lenguaje pomposo, formalista, lenguaje de corte: “humildemente pedimos…”: nadie habla así. “Asociamos nuestra voz a la voz de los ángeles…” Formula convencional que no responde a nada en la vida. Hay cientos de fórmulas semejantes. Los carismáticos salvan la situación, pero su liturgia está lejos de ser una introducción al misterio de Jesús.
- c. La moral.
Nuestros contemporáneos no aceptan códigos de moral y que se les impongan o prohíban conductas porque están en el código. Quieren entender el valor de los preceptos o de las prohibiciones. O sea, están descubriendo la conciencia moral que hace descubrir el valor de los actos. No aceptan la voz de una conciencia que no es nada más que la voz del “superego”. Antes la base de la moral cristiana era la obediencia a la autoridad. Había que hacerlo o no hacerlo, porque la Iglesia lo mandaba o lo prohibía. Por eso, tantas veces los laicos preguntaban: ¿esto se puede hacer? Si el sacerdote decía que sí, el problema moral estaba solucionado. Ahora bien, esto pertenece al pasado.
- d. La comunidad.
El cristianismo es comunitario. Pero las formas tradicionales de comunidad tienden a debilitarse. La misma familia perdió mucho de su importancia porque los miembros de la familia se encuentran menos. La parroquia actual perdió el sentido de comunidad. Están apareciendo muchas nuevas formas de pequeñas comunidades basadas en la libre elección. Esas comunidades tendrán la capacidad de celebrar la eucaristía, lo que supone una persona apta para presidir la eucaristía en cada grupo de unas 50 personas. No hay ninguna dificultad de doctrina, porque en los primeros siglos la situación era esa y no hubo problema. Esto es fundamental porque una comunidad que no se une en la eucaristía, no es realmente comunidad cristiana. Los sacerdotes a tiempo completo estarán alrededor del obispo de cada ciudad importante para evangelizar todos los sectores de la sociedad urbana.
Claro está que no sabemos cuándo o cómo se llegará a eso. Es poco probable que un Concilio que reúna únicamente obispos pueda descubrir las respuestas a los desafíos del tiempo. Las respuestas no vendrán de la jerarquía, ni del clero, sino de laicos que viven el evangelio en medio del mundo que entienden. Por eso tenemos que estimular la formación de grupos de laicos comprometidos al mismo tiempo con el evangelio y con la sociedad humana en la que trabajan.
Vaticano II quedará en la historia como una tentativa de reformar la Iglesia al final de una época histórica de 15 siglos. Su único defecto fue que vino demasiado tarde. Tres años después de su clausura estaba cayendo en la mayor revolución cultural del Occidente. Sus detractores lo acusaron de todos los problemas surgidos de esa revolución cultural, y, con eso, lo mataron. Pero Vaticano II permanece como una señal profética. En medio de una Iglesia prisionera de un pasado que no sabe superar, es una voz evangélica. No pudo reformar la Iglesia como quería, pero fue un llamado a mirar hacia el porvenir. Aun hay movimientos poderosos que predican la vuelta al pasado. Tenemos que protestar. Cuando personas que nada entienden de la evolución del mundo contemporáneo y quieren refugiarse en un pasado sin apertura hacia el futuro, tenemos que denunciar. Para nosotros Vaticano II es Medellín. También quisieron matar Medellín. Medellín permanece como el farol que nos muestra el camino.
Última reflexión: el porvenir de la Iglesia católica está naciendo en Asia y en África. Será muy diferente. A los jóvenes hay que decirles: ¡¡aprendan el chino !!
Texto póstumo de José Comblin enviado por hna. Mónica Muggler el 25 de Julio 2011, a Movimiento TeologìaS para la Liberaciòn – Chile
Publicado en “A Cincuenta años del Concilio Vaticano II: verdaderas luces y urgentes desafíos”, revista Alternativas – Revista de análisis y reflexión teológica, año 18, no 41, 2011, Editorial Lascasiana, Managua, Nicaragua, pp. 11-24.
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com
Hola Oscar!
En un intento atrevido de equiparar términos puesto que a menudo en tus esquemas te refieres al de TRATO, para ver si en el fondo hablábamos de lo mismo, miré de alguna manera hacerle sitio, adscribirlo en mi particular visión y así poder desencallarnos. No es baladí lo que tratamos (nunca mejor dicho) pues estoy segura que despejaría incógnitas y posiblemente ofrecería la alternativa que aquí buscamos.
El TRATO físico, a mi modo de ver, existe pero no constituye lo real. Por eso si te fijas en mi comentario anterior le atribuí insuficiencia como momento porque es en esta insuficiencia donde se apoyará más tarde la necesidad de conocer. Y esta necesidad no es intencional sino real
El carácter físico que subrayas le añadí precisamente para que se entendiera que el conocimiento que se busca no es intencional sino que surge del mismo “estar” tratando con la realidad.
Tu mismo te avienes con esto cuando dices “en el trato se me anticipa la totalidad…” Ves? Si ahora vuelvo a equiparar “trato” con “aprehensión” cosa que por inexacta me desagrada, a ello se vuelve cuando esa totalidad nos ha sido anticipadamente colmada desde fuera a partir de un conocimiento intelectualista, no intelectivo.
Hablas un poco despectivamente de la INTELECCIÓN cuando es lo más grande. Es lo que recobramos, si no pregúntaselo a nuestro amigo Fico!
Un cordial saludo
Hola M. Luisa!
Guapa! ¿No tienes temor que nos den a beber la cicuta?
¿No?
¿Vamos todavía?
…………………………
1.- El TRATO físico no existe, no es real.
Los “cuerpos” entre-chocan
La “carne” significa.
¿Cuando veo el cuerpo de mi vecina:
* veo un cuerpo; o
* veo a mi vecina?
El TRATO es una categoría de la Vida humana.
En la “carne” superficial y patente (cuerpo que me hace señas -algunas muy “significativas”) se me avalancha toda la intimidad latente.
En el TRATO se me anticipa la totalidad, no en forma caótica sino ordenada;
¿quién la ordena?: mi interés práctico, mi necesidad, mi estarla viviendo.
No necesito agregarle ninguna “intelección” extra y molesta …
… a no ser que “me entre la DUDA”;
y la Duda entra, cuando me entra a FALLAR.
Al “caer en la cuenta” (nótese que uno se “cae”)
entonces es cuando “me pongo a pensar”:
que lo que yo “creía” que era sí, no era tan así.
El resultado de ese “ponerme a pensar” es el esfuerzo por “conocer”.
Suele ocurrir que uno se acostumbre a ese “conocimiento”,
a tal punto que lo petrifique en dogma: es la realidad misma.
El Conocimiento es una manera, también, de OCULTAR EL PENSAMIENTO.
Te impide pensar para darte cuenta y hacerte cargo de la vida que tenés que hacer.
Aquel que no siente caerse, que no le Fallan las cosas
Ni se entera de “las cosas que están pasando”;
se “soprende” que haya Gente que PROTESTE, que se INDIGNE.
Acá Comblin; allí Kung; y más allá … se van “cayendo del catre” (estaban dormidos).
¿De verdad no temes la cicuta?
Pues entonces ¡Vamos todavía! – Oscar.
Otro punto, Oscar, que creí salvado de posible discrepancia entre ambos, me lo señalaste días atrás en no sé dónde cuando después de llevar a cabo un somero análisis sobre el conocimiento, (según Zubiri) el cual aprobabas, ante mi sorpresa me propusiste anteponerle este “previo” decías del quehacer humano y que se podría llamar “trato” y seguías diciendo: Antes de “conocer” las cosas, las tratamos. Terminaste con esta frase: El necesitar “conocer” se dispara cuando las cosas que creíamos saber lo que eran NOS FALLAN.
Me sorprendió enormemente, como ya he dicho, el hecho de que si bien habías entendido mi exposición luego me propusieras de anteponerle este previo quehacer humano llamado trato, cuando precisamente en mi análisis, este trato físico se encuentra ya en el primer momento de la aprehensión justo por el hecho mismo de “estar” entre las cosas, justo por esto las tratamos. Comprenderlo así es esencial para que luego el necesitar conocer provenga de este mismo trato el cual como momento de lo real se nos hace insuficiente. De ahí los dos momentos ulteriores del análisis que expuse. De los cuales, el de la razón es donde, en rigor, se inscribe el conocimiento. Pero en absoluto en esa búsqueda se abandona el momento del tángere, del trato con las cosas. (Conocerlas es tenerlas por la mano, no?)
Por tanto, ese necesitar conocer por la fuerza de las cosas, está a mil años luz de ese necesitar conocer del que me hablas. Es más le proporciona a éste una salida ya que si las cosas nos fallan es porque meramente las creíamos saber. ¿No es eso lo que nos ha ocurrido?
Como ves, sigo yendo!
Jan de Vos, padre espiritual de la revuelta zapatista de Chiapas
http://www.lafogata.org/zapatismo/zap_28-1.htm
“Fui a convertir indios y ellos me convirtieron”
Tengo 70 años y el corazón entero y entregado, aunque con cuatro ‘bypass’. Nací en Amberes, gris y monótono, y lo cambié por la luz de América. Fui jesuita y seré siempre enamorado compañero de Jesús. La revolución y una mujer me sacaron de mis libros de historia para protagonizarla juntos. La religión maya no es inferior a la nuestra
Luís Amiguet – La Vanguardia de España
-Mi familia era muy católica: mi padre fue diputado democristiano y mi madre rezaba para ver a alguno de sus nueve hijos en el altar.
Y lo logró: me hice jesuita.
-¿Dio usted clases en un colegio?
-Me fui a Colombia de misionero. Me compré la mejor hamaca del mundo: las hacen en la cárcel de Mérida, en el Yucatán mexicano. Los presos me vendieron una enorme hamaca de matrimonio (me di cuenta de eso en la selva por las risitas de los nativos).
-Se le ilumina el rostro al recordarlo.
-¡Vi la luz! De la Bélgica gris y monótona a la selva y el océano del Chocó. En la estación seca, remontaba los ríos por la selva hasta los poblados indígenas con dos pares de zapatillas: un par se secaba sobre mi mochila mientras calzaba el otro. Fui tan feliz que me negué a volver. Mientras, Gustavo Gutiérrez escribe su Teología de la liberación en Perú.
-Latinoamérica hervía de indignación.
-Fui a México y descubrí el mundo maya. Me enviaron a convertirlos, pero pronto me di cuenta de que llevábamos 500 años tratando de evangelizar a los mayas sin éxito: aquello no tenía ningún sentido.
-¿Por qué?
-Fracasamos porque nos creíamos superiores a los indios. Yo quise conocerlos antes de imponerles nada. Practiqué la observación participativa antropológica con los mayas 30 años y estudié su historia: escribí diez libros.
-¿Alguna conclusión?
-Los mayas acabaron convirtiéndome.
-¿Cómo?
-Me hicieron pensar. Para profundizar en mi fe, decidí volver a estudiar Teología a Tübingen. Fui alumno de Ratzinger…
-Que tiene ahora muchos más alumnos.
-…Hoy Benedicto XVI…Yde Hans Kung.
-Ha sido huésped de la contra.
-Ratzinger, escrupuloso y ordenado, enseñaba un disciplinado neotomismo. En cambio, Küng, era un play-boy de la teología.
-¿Popular?
-Para nuestro escándalo venía a darnos clase de teología en un Porsche rojo. Cuando llegó mayo del 68, Kung aceptaba encantado debate tras debate, pero Ratzinger se asustó muchísimo del asalto a las aulas de los estudiantes. Yo decidí volver con mis mayas.
-¿Los vio con otros ojos?
-Releí la biblia. Descubrí que su religiosidad era diferente, pero no inferior a la nuestra. Nuestra religión está basada en la revelación hecha por profetas y el último es Jesús de Nazaret, hijo de Dios para los cristianos, quien al fin nos da la revelación completa.
-¿Acaso no cree que es la única verdadera?
-Antes de Moisés, todos vivíamos la misma religiosidad de culto a la fertilidad y a la tierra que viven los mayas: comulgan con la naturaleza, la revelación eterna y cotidiana.
-Diríase que eso es idolatría y animismo.
-Todos fuimos como ellos. Moisés llega a Canaán y destruye esa religión de la naturaleza. Ahí empieza el divorcio entre las religiones dominantes y nuestro medio ambiente.
-¿Por qué?
-Moisés y su gente no son agricultores, sino nómadas, y su Yahvé es un dios tribal. Guía sólo a su pueblo en la batalla para dominar a las demás tribus, porque les ha ordenado: “Repoblad la tierra y sometedla”
-No parece un lema de Greenpeace.
-En cambio, los mayas se resisten a 500 años de evangelización, porque consideran a la tierra su madre. Cada vez que siembran, le piden perdón: “Perdónanos, madre, debemos abrirte para poder comer”. Tampoco entienden que nadie pueda comprar o vender la tierra sin traicionar a su alma. ¿Acaso puede alguien comprar o vender a su madre?
-No me haga decir nombres…
-Yo me niego a considerar superior mi religiosidad a la maya: ¡aprendamos de ellos! He visto, impotente, cómo destruíamos la selva para someterla y explotarla.
-Usted es un relativista moral: condenado.
-Soy lo que he vivido.
-¿Y aún es usted cristiano?
-Ya no soy jesuita, pero sí “compañero de Jesús”. Creo en Jesús sin intermediarios y lo veo a nuestro lado cada día: Jesús era un inadaptado, un paria que iba contra la religión establecida. Los poderosos y los sacerdotes le condenaron a muerte, pero Jesús vive hoy en la lucha de los que sufren: los desposeídos, los bienaventurados que heredarán la madre tierra porque la aman y morirán por ella.
-Y acabó usted siendo zapatista.
-Por amor a los indígenas… y a una mujer.
-¿Muy joven, verdad? ¡Qué peligro!
-Era la hija del fundador del Fondo de Cultura Económica: una intelectual comprometida y mujer revolucionaria las 24 horas.
-No sé si sería mi pareja ideal.
-¡Buf! ¡No era fácil convivir con ella! Pero le agradezco a ella y a la revolución dos cosas: haberme sacado del pasado y haberme arrancado del despacho. Dejé de escribir la historia yo solo para protagonizarla con ella.
-¿Cómo?
-La mayoría de los zapatistas habían sido catequizados por mí o mis compañeros…
-Ustedes los jesuitas eran un peligro.
-…Así que el comandante David me cogió la mano y me recordó con dulzura que había sido mi alumno. Me pidió que escribiera la historia de los mayas, “porque nuestra historia es el fundamento de nuestra dignidad”.
-Un bello encargo.
-Busqué mecenas y lo edité con lujo en cuatro lenguas mayas y español. Les vendimos 10.000: cada uno al precio de una cerveza. Hoy le llaman “el libro negro” por el color de sus tapas y lo leen con orgullo. La revolución sigue ahora en los municipios: sin cámaras, pero más cercana que nunca al pueblo.
Partículas
¡Qué peliculón de vida! ¡Y qué carisma para contarla! Camino con el joven jesuita por la selva del Chocó, me encuentro con los mayas y participo en sus ritos de amor a la madre tierra; me enamoro con él de una mujer en la revolución y sufro con Jesús castigado con Arrupe y Jesús mártir con monseñor Romero y el padre Ellacuría. De Vos y el indio Haji cautivan al auditorio de la Fundació La Caixa. Haji explica que su cabeza es la montaña de su sierra, nevada por las canas de la que desciende el agua que es la sangre de sus venas regando las raíces minerales de sus pies hasta la punta vegetal de sus dedos por toda la eternidad. El otro día, un premio Nobel de Física me explicaba nuestra unicidad con el cosmos de idéntico modo, pero demostrado por el acelerador de partículas
Sigue yéndote! Todo lo que tú quieras, Oscar, que yo nunca me cansaré de leerte y de escucharte. Por supuesto que convengo contigo en que lo dado no anda suelto por cualquier lado. Como tal no existe, no es real.
Mira si estoy de acuerdo contigo en este punto que al momento me he preguntado pero cómo puede poner en duda el que yo piense que lo DADO pueda andar suelto por cualquier lado si por mi parte también debo cansar al afirmar tan repetidamente que es la realidad y sólo ella nuestro horizonte humano.
Es más, deteniéndome en esta idea y al unísono con ella, he recordado una afirmación tuya expresada no hace muchos días en la que también yo coincidía y que más o menos venía a decir que:”el bien no existe sin el hombre” completamente de acuerdo también ahí! Lo que existe es lo bueno. El bien carente de contenido no existe.
Lo curioso es que no has reparado en ver dónde de mi anterior comentario, expresándolo a mi modo, aludía a lo mismo que tú cuando dices lo “DADO”, para serlo, tiene que serlo “A ALGUIEN”.
Naturalmente que sí, esta sinonimia de conceptos se encuentra en el último párrafo donde digo: Por el contrario, el hacernos cargo de la realidad supone la experiencia vital ( te debe parecer familiar, no?) de habernos tomado (aprehendido) previamente como realidad que somos, es decir, (en unidad) no duales (la realidad es no dual) aquí, en esa consideración, aparece el “ALGUIEN” que por serlo es cuando puede decirse que sobrepasa, se eleva sobre si mismo, es decir, por encima de su propia dualidad.
Vayamos ahora por lo siguiente, dices “La araña se comporta diferente porque “su Mundo” (lo Dado a ella) es diferente de “mi Mundo” (lo Dado a mí).
Yo creía que ahí también habíamos llegado a un cierto acuerdo, pero al plantear ahora así la cuestión, me obligo a delimitar un poco los conceptos desde mi perspectiva.
El comportamiento de la araña es diferente al nuestro, en efecto porque aun hallándonos estando ambos en la realidad los animales la formalizan dejándola en ser mero signo de estimulación, es decir, en el mismo proceso del sentir queda cerrado el contenido de (lo dado)
Pero, la formalidad de realidad o modo propio de quedar las cosas en la intelección humana es un quedar, a cargo del hombre, abierto a ser un momento del MUNDO precisamente por su habitud con las cosas.
Bueno, Oscar, con estas cositas se me ha ido la mañana al traste!
Un abrazo
Hola M.Luisa!
¡Linda españolita toreadora!
* ¡Pero si hasta la cornumenta se muestra dual!
* Si el mismo Groucho Marx nos lo dice, en broma, pero no tanto:
– “Estos son mis principios.
Si no le gustan,
tengo otros”-
…………………
Si siempre andamos:
* preguntando-nos
* “yo me pregunto”
¿No se percibe la dualidad de DOS yoes:
UN Yo que No-sabe (le pregunta a
OTRO Yo que (supone el primero) que Sí-sabe?
……………………
Lo “DADO” no anda suelto por cualquier lado.
Como tal: no existe, no es real.
Lo “DADO”, para serlo, tiene que serlo “A ALGUIEN”.
¿no te parece de Pedro Grullo esto?
Ese “ALGUIEN” es integrante de la Realidad
En el mismo rango que “LO DADO”
…………………….
La cosa, de tan sencilla, es difícil de VER.
Es lo que llamamos Nuestra Vida.
La araña se comporta diferente
porque “su Mundo” (lo Dado a ella)
es diferente de “mi Mundo” (lo Dado a mí).
¿No te cansas de escucharme decir siempre lo mismo?
¿Tendré que seguir ¡Yendo todavía!? – Oscar.
…Sin embargo, reflexionando sobre mi comentario anterior pienso que. no es tanto de que se trate de un “hacerse cargo de la DUALIDAD” sino de un “hacerse cargo de la REALIDAD”
La dualidad no es lo primario, lo dado es la realidad.
Al no ser lo primario, la dualidad como problema, no es una intelección de lo real sino producto de un mero acto conciencial cuyo despliegue generó la problemática del dualismo.
Por el contrario, el hacernos cargo de la realidad supone la experiencia vital de habernos tomado previamente como realidad que somos, es decir, no duales y como sobrepasando por encima del hecho de nuestra propia dualidad.
Me imagino, querido Gabriel, que para Diez Alegría el Espíritu Santo será algo así como lo es para Schillebeeckx que dice que el E.S es el modo mismo de ser Dios, que se da a los hombres. Algo equiparable con quienes lo expresamos aludiendo a lo real mismo, puesto que, de la realidad dada es lo real de ella lo que ineluctablemente va siendo.
Hola Gaby!
1.- Si a vos te interesara mi opinión sobre lo que piensa Diez Alegría;
acercame su pensamiento y te diré.
No tengo ninguna gana de husmear a Diez Alegria, aunque me enternece su lindo apelativo.
2.- Ya que ana pone lo de H. Kung, podría opinar sobre ello:
* No me enternece para nada.
* Son las escapatorias de una edad adolescente de pensamiento.
* No agregan nada nuevo al “bocho que le hicieron” en la Teología.
Para mí está perimida la perspectiva de una “teología esclavizadora” del Pensamiento humano.
Me refiero al concepto de “esclava” (ancilla) con que la tal teología “criaba” a su purretada científica, que representaba en la Primogénita, la Filosofía.
Hasta en el Fútbol se accabaron los consabidos “Grandes”. Hoy un River Plate se va al “descenso”; como un Paraguay le gana a Brasil y un Uruguay se lleva la Copa.
Este último caso no es del todo ilustrativo, porque Uruguay SIEMPRE fue Grande. No es chiste si recordamos que desde el inicio de los Mundiales Uruguay siempre estuvo ahí, y también la ganó ¿o no?
¿Qué le vamos a hacer, Gaby? Los chicos crecen y los viejos habremos de dejarle paso.
Aunque nosotros siempre sigamos ¡Yendo todavía! – Oscar.
Querido Gabriel, tengo que confesar que no sé lo que Díez Alegría dice acerca del ES, pero sí te puedo decir lo que he leído en el último libro de Hans Küng, LO QUE YO CREO, pág. 146, y es los siguiente: El Espíritu Santo es Dios mismo, y es santo en contraposición al no santo que es el de los seres humanos y su mundo.
Es muy bonito el apartado que titula “Dios como espíritu” Habla de hasta dónde puede llegar la ciencia de la naturaleza y, apelando a Kant, dice: ” ciencia de la naturaleza deja de ser competente más allá del horizonte de la experiencia y, por consiguiente, no está en condiciones de responder a la pregunta fundamental del ser humano por el origen del universo”. Sigue hablando de los términos spiritus, pneuma, ruaj; muy interesante.
Me gustaria Oscar, Anita y demás hermanos de esta comunidad ATRILENSE Y TODO EL QUE QUIERA INTERVENIR… que me digan ¿Que opinan de las opiniones sobre el Espíritu Santo de Jose María Diez Alegria? Gabriel
Amigos de ATRIO:
Bien por la publicación del excelente trabajo de José Comblin. Solo les recordamos que el P. COMBLIN fue por años miembro del equipo de la revista Reflexión y Liberación, junto a sus buenos amigos; Monseñor Jorge Hourton y el P. José Aldunate, SJ.
De hecho hace varios dias y con miles de lecturas-visitas está este hermoso texto de Comblin en: http://www.reflexionyliberacion.cl
“Solo la Verdad nos hace Libres”!! Atte.
María Jesús Martínez
Directora de revista Reflexión y Liberación – CHILE.
Querida Asun (y otro querido atriero que me ha escrito en privado), en algo he debido fallar para dar a entender en mis, en ocasiones, vehementes comentarios, que aquello que yo rechazo o cuestiono, me este “amargando” o complicando la vida. Te puedo asegurar que soy una “vividora” nata, es decir, que a lo largo de mi vida he aprendido a diferenciar la esencia de la misma, de sus aconteceres, en los cuales procuro bucear buscando el néctar que dé color y sabor a mi vida.
Es cierto que siempre he sido muy inconformista y muy peleona con aquello con lo que no estoy de acuerdo y creo que puedo mejorar. Pero tengo un escudo protector adecuado para saber discernir lo que está fuera de mí, de lo que hay dentro. Y como en atrio, lo que hacemos, o deberíamos hacer, es debatir para clarificar, eso hace que tengamos que evidenciar aquello que, según nuestro criterio personal, no va bien. Pero te aseguro que soy muy positiva, un poco guerrillera, y mis amistades dicen que soy muy divertida, por lo menos procuro que la gente con la que trato habitualmente se rían mucho, cosa muy terapéutica, por cierto. Lo que pasa que en este mundo virtual solamente dejamos ver una parte de nuestra personalidad, y en ocasiones, damos lugar a equívocos.
De cualquier forma, muchas gracias por recordarme que lo principal en la vida es vivir lo más plenamente que se pueda, incluso enriqueciéndonos con nuestras controversias, que tienen un sabor especial…
Un abrazo.
Querida Ana:
De acuerdo, pero que esa ínfima cuota, como dices, no te impida disfrutar del regalo que se nos da en la misma vida, y vaya contigo allá donde estés y con quien estés, en cualquier dirección y momento, sin sentirte separada de nada ni de nadie.
Esto es lo fundamental, sin dudarlo, lo otro, llegar a devanarse los sesos en Vaticano II sí y Vaticano II no, cada vez más lo considero algo secundario, que sin embargo ha hecho y está aún haciendo sufrir a mucha gente, en confrontaciones y enfrentamientos que solo es alimento y memoria para disquisiciones mentales.
Sobre lo que dices, Ana, de la Iglesia institución, lo diría únicamente respecto a las personas que formamos la Iglesia, pero no me parece que sea así en la Gran Institución. De hecho no se tienen en cuenta las visiones y maneras de proceder diferentes de lo oficialmente establecido, a excepción de la labor humanitaria eclesial, porque se autoexcluyen en silencio del poder. Pero son ellas, precisamente, las personas que mantienen viva la Buena Noticia de Jesús, las que comunican e invitan a descubrir el regalo de la vida y a despertar con solo vivir compartiendo, en continua escucha.
Hablar de la Iglesia, visto lo visto, no la hace mejorar, y creo que menos ir a la contra. Pero tenemos con nosotros la vida, lo que realmente somos, que nada ni nadie nos puede arrebatar. Hacernos cauce de su impulso es hacer que la Iglesia se vaya trasformando, pero sin pretenderlo….Entretanto seamos lúcidos y tolerantes, con nuestro ego religioso y así lo seremos con los demás. Pero no callemos, si así lo sentimos, Jesús no lo hizo y sabía de la dureza del corazón, cuando no quiere ver.
Siento, de veras, no poder ser más clara. Ya sabes que no hay líneas que delimiten las cosas al nivel que estamos tocando, pero déjatelo sentir muy adentro, ahí nos encontramos siempre sin separación.
Gracias por estar y ser quien eres, Ana. Un fuerte abrazo.
Querida Asun, cuánto me extraña tu último comentario resumido en este párrafo: “No perdamos mucho tiempo en desear debatiendo una Iglesia institución más acorde a nuestros deseos, hasta extenuarnos en ello, porque la vida es nuestro tesoro”,. Yo pienso que en el término vida van incluidas todas las circunstancias y contingencias que nos acompañan, de lo contrario, seríamos tan unidireccionales que nuestra vida se acabaría reduciendo a un solo sendero.
La Iglesia institución la conformamos múltiples tendencias, quienes miran para atrás, quienes les gusta como es y quienes miran hacia delante sin, por ello, prescindir de su pasado y de su presente. Pienso que una cosa no quita la otra, si te he entendido bien, que no me extrañaría que haya hecho una interpretación por libre y no te haya captado tu criterio.
Yo sí me considero una cuota ínfima y me responsabilizo de que la Iglesia, la guardiana del mensaje de Jesús durante siglos, mejore y avance en su caminar lo más fiel posible al que dice representar.
Como católicos, que parece somos, en principio, la mayoría en Atrio, llegamos a ver hasta natural que del Vaticano II dependa casi la vida o la muerte del acontecer religioso-espiritual, pero hasta incluso humano. Y si no que se lo pregunten a los que empezaron a hacer borrón y cuenta nueva.
Me hace pensar hasta qué punto nos sigue influenciando en nuestra vida personal, el cerrazón o la apertura de la Iglesia institución, como si de esos ecos dependiera nuestra felicidad. ¿Me equivoco?
Venimos arrastrando una formación religiosa exclusivista y, queramos o no, ponemos demasiado de lo nuestro, único e irrepetible, en lo que según parece pone su empeño en uniformizar a modo de monolito. Intentamos ser cada vez más nosotros en lo humano-espiritual, y sin embargo, la inercia de lo recibido y heredado es tan fuerte que nos entretenemos a elucubrar lo que sería si… y deja de ser si no…Craso error, ya está y es todo en nosotros dado.
Creo que lo aportado por el Vaticano II se puso ya en marcha y está en marcha, la fuerza vital con dudas incluidas que nos ha llevado y lleva hasta donde estamos. Las nostalgias no sirven de nada, si no son recuerdos vivos llenos de confianza y esperanza, que ayudan a seguir viviendo en las dificultades que se van presentando.
Mirar siempre para atrás y desear andar para atrás, nos resta el aliento de plenitud de un caminar hacia delante, que no olvida y sabe de donde se viene, pero que impulsa hacia adelante con confianza en lo nuevo. La vida de cada uno es tan valiosa, que no deja de sorprendernos. Si llevamos esa vida dentro, no importa donde estemos, porque allá donde estemos y con quien estemos va aclarando dudas abriéndose siempre a otras, cada vez más íntimas.
No perdamos mucho tiempo en desear debatiendo una Iglesia institución más acorde a nuestros deseos, hasta extenuarnos en ello, porque la vida es nuestro tesoro, allá donde estemos y con quien estemos va siempre con nosotros, es un regalo inagotable a compartir y a repartir en abundancia y por añadidura.
Hola Pili!
Gracias.
Fijate que el Comentario de Gaby da la pauta:
Gabriel Sánchez – 30-Julio-2011 – 0:31 am
– “Anita, con ambos…“-
es decir con los DOS (duo).
Precisamente, se trata de “hacerse cargo de la DUALIDAD”,
que im-plica y com-plica el andar por la vida, viviendo.
Tal vez Gaby llegue a explicarnos lo que siguió,
e.d. los puntos que te ponen en suspenso.
No es nada nueva mi insistencia en que la Vida humana
no es ninguna cosa ni persona,
sino un DRAMA (persona + escenario en un ARGUMENTO vital)
¡Vamos todavía! – Oscar.
Oscar:
“…Pues me parece que sería LA DUDA VITAL,
Porque te pone In-quieto, te moviliza, te incita, etc…”
¡Genial!
siempre nos invitas a…
¡¡¡Seguir yendo todavía!!! ¡Gracias!
mª pilar
Quienes hemos mamado la catequesis o la teología dogmática de la Trinidad, como si de tres personas se tratase a imagen y semejanza de las personas humanas, nos vemos atrapados en un sinsentido que, en vez de clarificar nuestro raciocinio y nuestra experiencia vital, llegamos querer demostrar la cuadratura del círculo.
Cuando el ES es una persona exterior a nosotros mismos, que puede, y quiere o no quiere, actúa o se abstiene, toma partido por unos o contenta a todos, entonces producimos explicaciones hilarantes, es decir, de risa. ¿Cómo el ES va a estar con el cardenal y con Camilo Torres, con el Che y con Podestá, con los progresistas del Concilio y con los lefebrianos?
¿Y si el Espíritu de Dios, es decir el Espíritu del bien (Dios) está en todos y todas nosotras, como ya se ha dicho aquí, y cada cual toma sus propias opciones para el bien o para el mal?. Pero la Iglesia seguirá con su teología de las tres personas que conforman a Dios….
Qué estupendo sería que se hiciese una summa (aunque ya se han publicado dos ediciones de Diccionario de teología, no oficiales) resumiendo las nuevas teologías de tantos teólogos y teólogas que han estudiado estos temas con seriedad y ha llegado a dar explicaciones más coherentes con la mentalidad actual. Pero tanto los y las autoras de esta teología están proscritos y condenados por heterodoxos, por tanto ninguna posibilidad tienen de influir en catequesis desde pronto para que los niños y las niñas crezcan con ideas que tengan posibilidad de permanencia y puedan alimentar su fe cuando sean adultos.
Se están diciendo cosas interesantísimas pero que de momento sólo puedo leer y esto no sin cierta precipitación ya que me encuentro estos días un poco atada de manos, sin embargo no puedo estarme, por el momento, de decir algo con respecto al E.S.
A mi modo de ver sus contradicciones interpretativas, volviendo un poco a lo que dije hace días sobre los momentos intelectivos del conocer humano, se producen al no haberle conferido estructuralmente, sino linealmente(racionalismo) su intelección a la razón la cual es ella evidentemente la que va en búsqueda de principios y fundamentos pero no basados en una lógica de los principios sino partiendo de lo real sentido, lo cual comprendido así, la cosa se inscribe, a mi modo de ver, en la llamada duda vital que también yo lo expresaría así… recuerdo que leí tiempo atrás que para Marcel Legáut el E.S era lo real mismo…en fin…
Quisiera decir además que, en el hilo “El legado de las religiones…” me ha encantado lo dicho por Luis Troyano, lo suscribo pero ya me explicaré cuando pueda… gracias y buenos días a todos.
Hola!
Traté de pensar qué sería, para mí, el famoso Espíritu Santo.
Ya que tanto se lo nombra, algo habrá de ser ¿no?
…………………
Acá el asunto salió por lo de un Jerarca y un revolucionario.
En el Post sobre Jerónimo Podestá colgué una Entrevista que le hicieron.
El asunto también era entre un revolucionario (el Ché Guevara) y un Jerarca (Podestá)
………….
En el libro Entre dos fuegos del periodista De Biase, se menciona el viaje del cura Mugica a Bolivia para reclamar el cuerpo del Che, llevando una carta de monseñor Podestá.
Podestá: Mugica era consecuente, entonces yo le facilité las cosas, si mi recomendación servía para algo, yo se la daba con mucho gusto. Era una recomendación hecha conscientemente.
Para cierta mentalidad derechista: un horror. Todo lo contrario para una escritora que vivía en silla de ruedas y que pertenecía a la alta sociedad de Buenos Aires.
María Rosa Oliver tenía amistad con el Che Guevara. Una mujer absolutamente honesta y sincera. Nos contó:
“El Che vino a verme y me dijo: —“María Rosa, estamos trabajando por la revolución. Pero la revolución que viene no va a ser tan limpia como vos esperás—”.
El Che Guevara no quería engañar; él sabía que luchaba por un ideal. Pero sabía que ese ideal venía medio turbio… ahora, es fácil criticar, él es un revolucionario y viene la revolución como viene.
Para mí el Che es un fenómeno, fíjense, yo quisiera que alguien usando los métodos de análisis sociopolíticos, sociológicos y también psicológicos, me explicara por qué el Che Guevara tiene el enorme, el increíble prestigio que tiene en toda Latinoamérica, él encarnó un ideal y después no me digan que ese prestigio surge falsamente, no, no, surge de la gente. Del pueblo, surge de la opinión pública, no es prefabricado, surge así.
Nosotros en la Revista no hacíamos guevarísmo, pero tratábamos de hacer juicios honestos, y entonces nos pareció que sí, limpiar, esclarecer la figura de Guevara era algo legítimo y honesto. Entonces no se extrañen ustedes que hayamos apoyado este encuentro y búsqueda a favor de! Che Guevara.”-
……………..
¿Qué sería, entonces, para mí el E.S.?
Pues me parece que sería LA DUDA VITAL,
Porque te pone In-quieto, te moviliza, te incita, etc.
Bueno, es un regalo “teológico” que le hago a la decaída “Teología”.
(no vayan a pensar que me copié de Santo Tomás de Aquino; aunque es verdad).
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
La genialidad de Isaac Newton consiste en que
con un sólo Principio (Ley de la Gravedad)
logró explicar los opuestos: lo que sube y lo que baja.
Si con el Principio del Espíritu Santo
lográramos explicar las interpretaciones contradictorias
estaríamos ante la genialidad de haber alcanzado
un Principio de todo Principio.
El cual Principio sería el Fundamento absoluto
evitando llamarlo “fundamentalismo radical”
no vaya a ser quer se enteren los noruegos
o leonardo Boff, que está aquí al lado nomás.
¡No hay manera de controlarlo!
¡Qué macana!
Habrá que seguir ¡Yendo todavía! – Oscar.
El Espíritu Santo inspira a todos y a todas, a las personas y a las instituciones, a los árboles y a las piedras, pero como su obrar no es impositivo, el rechazo de las personas es lo que hace que las cosas anden mal. Acogerse a la sombra del E.S., en cualquiera de los casos es simple temeridad!
Anita, con ambos…El problema es quien estuvo más abierto a Él…en el concilio pudieron más los que se abrieron al Espiritu Santo y siguieron su invitación…que los cabezaduras…despuès…El Espíritu Santo, es en la calle, en todo emprendimiento comunitario…que este dispuesto a jugarse por la verdad, por la vida y por la justicia…Un abrazo a ti y a tu comunidad, en donde seguramente habita con mucho calor El Espíritu del Señor…Gabriel
Querido Gabriel, ¿con quien de ellos estaba el Espíritu Santo, con el cardenal, con Camilo, o con ninguno de los dos? Eso, son opciones personales, por mucho que el cardenal estuviese convencido que a él le asistía el E.S. A él le asistía la utoridad como superior para dar órdenes.
Podremos enzarsarnos en una discusión de semantica y es posible que la mayoria de nuestros lenguajes…sean diversos…y una misma palabra exprese un universo de significados distintos… En cuanto al Espíritu Santo Anita me voy a permitir…pegar el intercambio epistolar de un miembro Jerarquia de la Iglesia, Cardenal el y un sacerdote…Que nos muestra las formas misteriosas en que el Espíritu se mueve…Extrañamente el respeta las opciones peresonales, aquí se muestran dos acciones antiteticas…en esa tensión, que hace a un tiempo, a un lugar…a unas circunstancias el Espíritu Santo que respeto la absoluta libertad, incluso ante Èl mismo del hombre…sin embargo, no deja de acompañarlo…su acción no es Magica, es la de un entrañable amigo, que propone, que convoca, que llama, pero jamas impone, la situación extrema que surge del intercambio epistolar, nos mostrará que para los hombres, no siempre es claro y fácil el camino…y sin embargo, ponemos la vida en el camino que tomamos…
”
DECLARACIÓN DEL SEÑOR CARDENAL
Bogotá, junio 18 de 1965
El Cardenal Arzobispo de Bogotá se cree en la obligación de conciencia de decir a los católicos que el padre Camilo Torres se ha apartado conscientemente de las doctrinas y directivas de la Iglesia Católica.
Basta abrir las Encíclicas de los Sumos Pontífices para darse cuenta de esta lamentable realidad. Realidad tanto más lamentable por cuanto el padre Torres preconiza una revolución aun violenta con la toma del poder en momentos en que el país se debate en una crisis causada en no pequeña parte por la violencia que con grandes esfuerzos se está tratando de conjurar.
Las actividades del padre Camilo Torres son incompatibles con su carácter sacerdotal y con el mismo hábito eclesiástico que viste. Puede suceder que estas dos circunstancias induzcan a algunos católicos a seguir las erróneas y perniciosas doctrinas que el padre Torres propone en sus programas.
L. Cardenal Concha, Arzobispo de Bogotá.
CARTA DEL PADRE CAMILO TORRES AL SEÑOR CARDENAL
El texto de esta petición se publicó por primera vez en Guzmán Campos, Germán, “Camilo, presencia y destino”, Servicios Especiales de Prensa, Bogotá, mayo de 1967. pp. 108-109.
Bogotá, 24 de junio de 1965.
Eminentísimo Señor
Luis Concha Córdoba
Cardenal Arzobispo de Bogotá
E. S. D.
Eminentísimo Señor:
De acuerdo con lo que hemos conversado me parece necesario, como testimonio de fidelidad a la Iglesia y a lo que considero esencial en el cristianismo, pedir a Su Excelencia me conceda la reducción al estado laical y la exoneración de las obligaciones inherentes al estado clerical.
Esperando que Su Eminencia acceda benévolamente a esta petición, me permito suscribirme,
Filialmente en Cristo,
Camilo Torres Restrepo.”
Como vez Ana…las opciones no son fáciles…Gabriel
Me parece muy atinado el análisis que hace respecto a la equívoca resposabilidad imputada al Concilio Vaticano II respecto a la crisis de la iglesia católica.
Una vez más, he de poner de manifiesto que la fe no es lo que dice Comblín, “La fe es diferente de la experiencia inmediata, del conocimiento científico o del conocimiento filosófico. El objeto de la fe es Jesucristo, la vida de Jesucristo. Es dar adhesión a esa vida y adoptarla como norma de vida porque tiene un valor absoluto, porque esa vida es la verdad”.
Eso es la fe cristiana. La fe (sin apellidos) es otra cosa.
La irrupción en el Vaticano de Juan XXIII, la convocatoria del Concilio y lo que allí se coció, siempre se le ha adjudicado al Espíritu Santo. Y lo que pasó después con los papas sucesivos (incluido especialmente el actual) y con el Concilio ¿a quién hay que adjudicárselo? ¿Por qué el Espíritu tuvo tanto éxito entre tantas cabezas duras y tanto obstáculo, y posteriormente ha dejado que toda aquella su labor se diluya como un azucarillo? ¿Realmente tenemos que esperar nuevamente a que el Espíritu retorne de sus “vacaciones”? ¿No será que tendremos que confiar más en nosotros y en nosotras mismas para que la Iglesia funcione conforme a los tiempos actuales? Pienso que tanta confianza en fuerzas externas, nos anula las nuestras propias. Y en eso se apoya la jerarquía, en que es el Espíritu Santo el que los guía a ellos, mientras que a Pueblo nos deja tirados en la cuneta; de ahí su desprecio hacia toda persona que no siga los dictámenes de los jerarcas, que no los de su conciencia. Pienso que si realmente el Espíritu santo, como persona, fuese la luz que guía a la jerarquía, flaco favor le está haciendo a la Iglesia. Amén
Me gusta cuando casi al principio habla del Papa por parte de la Curia. Siempre lo he pensado y me alegra coincidir con alguien de tanta capacidad intelectual y de análisis como Comblin:
“Desde el inicio quedó claro que el concilio sería una batalla de cada hora contra la Curia romana. El Papa no tenía fuerza para cambiar la Curia. Hasta hoy los Papas son prisioneros de la Curia que en principio depende de ellos. La administración es más fuerte que el gobernante en la Iglesia como en muchas naciones. La administración puede impedir cualquier cambio solo por su inercia. Ni siquiera Juan Pablo II se atrevió a intervenir en la Curia. Impotente en Roma se fue al mundo en donde fue aclamado triunfalmente.”
me parece un comentario fantastico,lleno de realidades,de verdades,de haber encontrado la VERDAD y transmitirla,¡SI LA JERARQUIA,SE DECIDIERA A DAR PASOS AL FRENTE!,SERIA UN GOCE.
vivir un cristianismo lleno de vida,de sentido,de realidades, ¡OTRO GALLO CANTARIA !
Sacar del arca lo nuevo y lo antiguo….
claro,que habria que guardar tambien,muchos “CAPISALLOS” antiguos y de colores estridentes ellos.
CRISTO,HIZO TODO,Y NO SE DEISFRAZÓ DE NADA.SIEMPRE FUÉ CON SU CABEZA,BIEN DERECHA Y BIEN ALTA,NADA DE”CABEZAS TORCIDAS”,CÓMO SI TUVIERAN TORTÍCULIS. ¡ QUE PENA!.YO QUIERO A LA IGLESIA QUE NOS DIÓ XTO.QUIERO UNA IGLESIA VIVA,RENOVADORA,ATRACTIVA,ALEGRE,DONDE QUEPAMOS TODOS Y NOS HAGAMOS FELICES UNOS A OTROS.Gracias por dejar que manifieste mi ILUSION
Hay tanta historia entrelazada, Aparecida retoma Medellin y Puebla, en la tradición de los padres de la Iglesia Latinoamericanos…vibran en sus frases el sol del Vaticano II…y la esperanza…de que todavìa es posible seguir al Señor…allí callados, sin mención (mención que tampoco yo haré), un grupo de teólogos latinoamericanos jugaron un rol muy importante…Medellin-Puebla-Aparecida, el farol que nos ilumina el camino…(lo que nunca querra decir que no debamos seguir adelante mejorando…esa tarea, de la pelea con el hombre viejo y la oscuridad …es de todos los días)…El entrañable Comblin, nos ha dejado la Esperanza…el aliento…el testimonio…invalorables riquezas, que son mecha de ese farol…Gabriel
Según voy avanzando en la lectura del texto aumenta mi tristeza y decepción de gran parte de la jerarquía eclesiástica. No es un sentimiento nuevo, pero siempre he tenido la esperanza de que esto cambie y parece que no voy a tener el gusto de verlo. Desde la base seguiremos construyendo comunidades cristianas al gusto de Jesús de Nazaret, eso nadie me lo va a impedir.
en este momento de replanteamiento profundo de nuestros valores de vida individual y comunitaria leer estos textos me ayudan a tener conciencia de que Dios Trinidad sigue actuando en la historia, con nosotr@s y a través nuestro en un campo de tensión existencial donde el trigo y la cizaña crecen juntos. Tiempo para la misericordia, para el compromiso con l@s mas necesitad@s en el orden moral, psiquico, emocinal, económico y espiritual. Tiempo para seguir en camino, junt@s, como Pueblo de Dios en marcha hacia el Reino de Dios, el camino nos lo ha dejado claro el Señor Jesus, nuestro Hermano y Maestro: “buscad el Reino de Dios y su Justicia y lo demás se os dará por añadidura. Que liberación¡¡¡¡ saber que no tenemos poder, y qué, además, no le necesitamos, El, es el Señor. Lo caduco tiene su vida contada. El tiempo de la siega es del Padre. El nuestro, es sembrar con actitudes y compromisos, como dice Castillo. Gracias por seguir siendo cauce de “los regalos maternales de Dios”. A Comblin mi recuerdo entrañable.
Los textos de Comblin son extensos pero claros; su lectura tiene que ser asumida por partes; lecturas de principio a fin, de un solo golpe, producen indigestión. Es una pena que mensajes tan claros y valientes no tangan la aceptación que se merecen debido a la rémora conservadora y a la pereza intelectual.
¡Que interesante, profundo, esperanzador, este estudio-reflexión sobre la iglesia!
¡¡¡Gracias Atrio!!!
Intentaron e intentan enterrar aquel esperanzador Concilio Vaticano II; pero a pesar de eso, la semilla calló por tierras de todo el mundo; y como nos dice la parábola…
“Allá donde encontró tierra fértil: ¡¡¡Dio fruto!!!
Y sigue luchando hasta nuestros días, tomando todo cuanto nuevo, se va instaurando en la humanidad.
Amigos/as: ¡¡¡Sigo teniendo Esperanza, en un nuevo amanecer!!!
¡Gracias por este art.!
mª pilar