El Pleno del Congreso debate este martes una proposición de ley del Partido Popular para restringir las condiciones en las que un juez español puede investigar delitos cometidos fuera del territorio nacional, como la supuesta represión en el Tíbet, lo que se conoce como la justicia universal.
Por qué es importante
En 1998, el caso Pinochet situó a nuestro país en la vanguardia internacional de la defensa de los derechos humanos. El New York Times afirmó que la detención del dictador chileno podía abrir “una nueva era en la práctica del derecho internacional”. Se empezaba a hacer realidad el principio de jurisdicción universal, por el que cualquier tribunal del mundo podía investigar y perseguir a los responsables de atroces crímenes, como el genocidio en Ruanda, o las escalofríantes desapariciones y asesinatos de regímenes dictatoriales.
En los últimos años, nuestros tribunales han impulsado acciones en relación al citado genocidio ruandés, al ocurrido en Guatemala, pero también en el contexto de los abusos del gobierno china en el Tíbet o la práctica sistemática de tortura en Guantanamo.
Sin embargo, el PP busca ahora tramitar de manera urgente una reforma que introduce nuevos obstáculos y una lista de estrictos requisitos que de hecho atarán las manos de los jueces españoles. De aprobarse, los tribunales españoles no serán competentes en casos de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, aunque haya víctimas españolas. Así, el caso Couso, u otros que abordan abusos en El Salvador o Guatemala, quedarán cerrados.
Destacadas organizaciones de derechos humanos han puesto el grito en el cielo, pero necesitamos generar un enorme clamor ciudadano para lograr que gobierno y oposición se lo piensen dos veces antes de aprobar esta funesta ley.
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, los grandes partidos saben que no pueden permitirse mayores tropiezos ante la opinión pública. Reunamos 50.000 voces en las próximas horas y enviemos un mensaje atronador al Parlamento pidiendo que suspendan la reforma y cumplan con sus obligaciones internacionales en defensa de las víctimas de los crímenes más horrendos que asolan a la humanidad. Firma ahora y compártelo con todo el mundo.
** Comunicación conjunta presentada en el Congreso por 17 ONGs para exigir que se rechace la reforma de la jurisdicción universal (copia este enlace en tu navegador): https://docs.google.com/file/d/0Bycq2q12Q5BEWUxOSGkyV19BRHc/edit
Totalmente de acuerdo con Olga y Honorio.
Hace un par de días, vi con gran dolor la película de: “La voz dormida” en versión española.
¡Cuánta tristeza!
Y cómo parecen resurgir… aspectos, tonos y descaradas maneras de comportarse de aquello aciagos días…
Cierto ¡nadie del bando ganador ha pedido perdón!
Ni siquiera facilita información para los que siguen llevando su dolor en el corazón y en su entraña, así, jamás esta tierra donde hemos nacido, encontrará la paz y una armonía democrática satisfactoria.
¡Ah! La iglesia… cierto, no toda ella se ensució las manos de manera tan cruel y bajera; pero aquella parte que sí lo hizo, se cubrió de vergüenza por tanto daño y crueldad llevada a cabo.
Solo un pueblo levantado en mayoría, con sereno comportamiento (la fuerza bruta quita todo razonamiento) ¿podría hacerles pensar que no están solos, que otras muchas personas tienen los mismos derechos que ellos usurparon por medio de la muerte, el miedo, la ignominia?
Difícil papeleta… alguien dijo hace mucho, mucho tiempo:
“Los hijos de las tinieblas son más audaces que los hijos de la luz”
mª pilar
Me imagino que el PP, que debe ser el descendiente directo de la derecha española de todos los tiempos, tiene miedo todavía que le saquen a flote los pecadillos de sus padres, los orígenes de sus fortunas ocultos bajo la capa de la transición, de una Constitución que impide investigar los crímenes pasados y de una Iglesia que camufló todos sus abusos bajo un manto de agua bendita y de beatificaciones. Por eso adhiere a cualquier convenio internacional que impida investigar.
En Chile, la historia que se enseñaba en los colegios se detenía a fines del siglo 19, y estaba llena de presidentes que inauguraban puentes y escuelas.Yo nunca me enteré que había un 10% de población mapuche, que se les había declarado una guerra y como perdedores se les despojó de sus tierras, porque esto figuraba como la “Pacificación de la Araucanía” y que perdían todos los litigios por sus tierras porque entre Notarios corruptos y Jueces distraídos no pasaba nada.
De las consecuencias del Golpe Militar del 73, que a mi ni a mi fanilia nos afectaron particularmente, solo nos enteramos por que algunos pocos que fueron víctimas tuvieron la persistencia de remover el asunto en términos internacionales. Pero hay distinguidos personajes de derecha que todavía afirman que no pasó nada. O que fueron “unos poquitos” como decía el Cardenal Errazuriz de los curas pedófilos en Chile.
Solamente el hambre de justicia del pueblo español, independiente de su posición política, si es que existe, puede parar a los que desean mantenerse impunes por varias generaciones.
A decir verdad, se esá produciendo una subida de tono y de temperatura en los ambientes políticos que, lo siento, a lo mejor veo visiones, pero me recuerda un poco a aquella escalada del fascismo-nazismo en los años 1930 y siguientes. La Guardia civil y el Gobierno se saltan las más mínimas normas de respeto a los derechos humanos en Ceuta y Melilla, y o bien niegan los hechos evidentes o se despachan diciendo que las cuchillas son necesarias para proteger las fronteras. Los peperos denuncian a los que rechazan su proyecto de ley del aborto acusándolos de terroristas, nazis y otras lindezas. Se condena a muerte a todos los disminuídos físicos, se les niega toda ayuda, se protege a los multimillonarios, se defiende en los tribunales a los corruptos, etcétera etcétera. Y encima un colectivo que se autollama “Hazte oir” denuncia el desamparo en que están los católicos a raíz del escrache que le montaron a Rouco unas “Femen” con sus atributos femeninos al aire… Estos católicos que arrastramos de nuestro pasado tantos siglos de Inquisición, de guerras religiosas, de guerra civil en que los obispos bendecían los cañones de los militares sublevados y reclamaron luego su parte en el botín de la victoria. Los mismos que le han dictado a Gallardón, letra a letra, coma a coma, la ley del abroto ese…
Y el Rajoy que no le hace ascos, por lo que parece, a calarse su bigote hitleriano y autoproclamarse, con los votos de la aplastante mayoría del estado, señor y dueño de la vida, los dineros y la suerte de todos sus súbditos.
Y ahora van y se ciscan en esa historia de la justicia sin fronteras, la que sintió y puso en práctica aquel juez que llamamos Garzón, el juez maldito de la derecha de nuestro país. !Que panorama!