La Carta pastoral de los obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria titulada Una economía al servicio de las personas y presentada como eje doctrinal y homilía de la Cuaresma y Pascua de 2011 tiene el mérito y la singularidad de afrontar sin pelos en la lengua el problema de la crisis, y dejar sentados principios que rebasan los planteamientos de la mayoría de los economistas y de los gobiernos occidentales. Ya era hora de que alguien desde la Iglesia hablase así de claro.
Rotundamente, los obispos vascos se pronuncian por que los gobiernos a nivel de cada estado y una autoridad a nivel mundial pongan orden y normas en unos mercados que se autoproclaman árbitros absolutos y se niegan a aceptar cualquier forma de control por parte de los poderes públicos. Naturalmente, los obispos no traspasan la línea, tan imprecisa por otra parte, entre los grandes principios y las soluciones técnicas que aplicarían esos principios. Pero lo cierto es que esa indefinición nos permitiría pensar que entre las soluciones a aplicar cabrían no solo las de talante keynesiano, sino incluso las de inspiración marxista.
Tambien podría llevarnos a planteamientos marxistas lo que dicen nuestros obispos sobre cómo el trabajo moderno y las reglas de la economía deshumanizan y envilecen al hombre. A uno le suenan a veces estos alegatos a textos de Carlos Marx sobre la alienación a la que somete el capitalismo a la persona humana.
Claro que, a lo mejor uno habría deseado que, ya puestos, los obispos rebasasen esa imprecisa línea entre los principios y sus concreciones. A veces parece como que tiran la piedra y esconden la mano, que amagan y no dan. Pero en fin, menos da una piedra….
Hay algo novedoso en el lenguaje de los obispos vascos, poco corriente en las enseñanzas de la Iglesia: con frecuencia recurren para explicar su pensamiento a economistas de prestigio como Guillermo de la Dehesa, Jürgen Habermas, Michel Camdessus, Paul Ricoeur, Joaquín Almunia… No solo eso, también se apoyan en declaraciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Las aportaciones de técnicos laicos le quitan a este documento esa pesada carga de textos bíblicos y de Encíclicas Papales que, desde luego, no faltan tampoco aquí, y también resultan un poco pesadas, pero al menos tienen ese contrapeso de expertos en la materia. Y, dicho sea de paso, las citas de Encíclicas Papales ganan por goleada a las citas del Vaticano II y de su capítulo de la Gaudium et Spes.
Muy de agradecer también la llamada a la solidaridad de Euskadi y de Navarra con las otras comunidades del estado menos favorecidas…Y quizá muy a tener en cuenta que, en el momento en que cuestiones de política interior de Euskadi tan agudas como las que hoy se están planteando, no les hayan impedido dar preferencia al tratamiento del tema de la crisis a escala mundial…
Hay otros aspectos que podríamos someter a una cierta crítica. Parece como si los obispos vascos pensasen y hablasen a un universo pastoral de nacional-catolicismo, universal-catolicismo, europeo-catolicismo. Como si se resistiesen a aceptar que la Europa, la España, la Euskadi de hoy son universos plurireligiosos, con una mayoría agnóstica o atea, y que los católicos tienen que hablar y actuar en diálogo y en colaboración con esa sociedad que ya está muy lejos de ser católica.
Justamente hoy, con lo que pasa en el Magreb, es el momento de dirigir una mirada de admiración y elogio de la acción y el compromiso de creyentes de otras religiones en la defensa de la democracia y de los derechos humanos. De los jóvenes de Túnez, de Egipto, de tantos países… De los monjes budistas de Myanmar frente a la dictadura… No somos los únicos en el campo de lucha, ni siquiera los mejores. Hay muchos Buenos Samaritanos que no son de nuestra cuerda… Deberíamos reconocerlo, avergonzarnos, aceptar que “el Espíritu sopla donde quiere”.
En esta misma línea, se diría que los planteamientos y razonamientos explícitamente teísticos y el lenguaje cien por cien propio de una catequesis en el interior de la iglesia recurren al Nombre y la referencia a Dios excesivamente, un poco en colisión con el Segundo Mandamiento: No tomarás el Nombre de Dios en vano… O con la Parábola del Buen Samaritano… En esto, la pastoral de los obispos vascos hace seguidismo del lenguaje de las encíclicas “sociales” de Benedicto XVI sobre la Caridad y la Esperanza…
Curioso también el capítulo relativo a la acción de los laicos. Una llamada vehemente a que entren en acción, no sabemos si en un terreno de compromiso temporal o en qué terreno, que por vergüenza torera tendría qme empezar por una petición pública de perdón de la iglesia por haberse cargado en tiempos pasados a movimientos tan comprometidos y evangelizadores como la JOC y todos los movimientos de Acción Católica especializada, por haber negado el pan y la sal a la HoAc y a tantas pastorales del compromiso temporal… Nada de eso se dice…
Tampoco se dice nada de cómo la enseñanza religiosa ha hecho dejación de la atención preferente a los pobres y se ha dedicado a ganar dinero a costa de las arcas del estado y del bolsillo de los padres de sus alumnos. Muy al contrario, se elogia la entrega de los colegios religiosos al servicio de las clases más abandonadas por la fortuna.
Unos párrafos dedicados al clero consagran como una casta aparte, asumen sin discusión el principio de que deben estar apartados de toda acción de signo temporal, como un cuerpo aparte. Ni ayatolas que gobiernen y definan los asuntos temporales, ni laicos que se impliquen en la reforma de las instituciones y de las leyes.. ¿Por qué razón un sacerdote no está obligado a ejercer sus derechos y obligaciones como un ciudadano más, sin ningún privilegio de signo positivo ni negativo?
Pero no, seguimos con las categorías mentales de aquel Juan Pablo II que abroncó al nicaragüense Cardenal, que calló ante el asesinato de monseñor Romero, que dejó marcharse a Vicente Ferrer, a Leonardo Boff…a tantos que querían vivir comprometidos con su tiempo y los problemas de los pobres.
Pero tal vez es demasiado pedir a estas alturas.
Invito a todos los atrieros a leer esta pastoral: Una economía al servicio de las personas.
¿Lenguaje novedoso? Un lenguaje eclesiástico, indirecto, no escrito para que lo entienda el pueblo de Dios. Escrito solo para el clero. Hay que actualizarse y estar al servicio de la comunicación de La Buena Nueva. Estamos para servir, no para que nos sirvan. Tenemos que usar un lenguaje sencillo y adaptado al pueblo.
Se requiere un lenguaje más secular.
Me ha extrañado que no se haya hecho ninguna mención ni una palabra sobre la corrupción y sobre la democracia. Ya que no hay mayor injusticia que el despilfarro corrupto que mata enfermos y gente por falta de medicina y por tardanza cirujana.
La economía ya está al servicio de unas pocas personas que no cesan de enriquecerse, a costa de los demás. A mi me preocupa más no poder contar con una Iglesia al servicio de los más necesitados. Una Iglesia que llegue a ser perfecta por haberse desprendido de todos su gran patrimonio, repartiéndolo entre los más necesitados. Una Iglesia que nos demuestren, dando ejemplo, cómo se puede ser más feliz viviendo con menos.
La solución para todos nuestros problemas económicos llegará cuando la solidaridad sea el verdadero signo de distinción de las personas. ¿Por qué esperar a que ocurran catástrofes como la de Japón, para mostrar nuestra solidaridad con el que sufre de un modo u otro?.
MARMedina, gracias por haberme “traducido” (comentado) un documento al que yo fui incapaz de acceder ni siquiera para leerlo. Pero lo que tú dices (muy bien dicho, por cierto), me confirma en mis sospechas de falta de coherencia entre lo que dicen y lo que hacen.
Y si están arrepentidos del pasado y quieren dar una nueva cara, ¿por qué no rehabilitan la teología de la liberación y piden perdón a los teólogos que a los que tanto hicieron sufrir? Cuando la Iglesia oficial quiera iniciar nuevos caminos en su política socioeconómca, deberán reconocer sus errores pasados y renunciar a ellos, arrepintiéndose (nunca más apropiado el término) de haber apoyado o silenciado estructuras injustas, como el neoliberalismo capitalista que está dando los resultados que estamos viendo: los ricos cada vez más ricos, y cada vez más, pobres más pobres.
Me parece bien que los obispos no se miren al ombligo y se pre-ocupen, ocupen y post-ocupen de los problemas actuales y uno de los problemas más importantes es la situación económica y la crisis, pero crisis no solo de dinero y empleo, sino crisis de valores…., crisis de casi todo.
Creo que no es este el foro para tratar los temas económicos y tampoco yo soy ningún gurú en este tema, pero permitidme explayarme un poquito.
Quizá podemos conocer las múltiples variables que han incidido para llegar al estado actual, pero lo cierto es que no conocemos las posibles soluciones, no tenemos ni idea. El gobierno está dando palos de ciego y la oposición no colabora porque no sabe qué hacer.
Honorio nos habla de Keynes y me he acordado del Dr. Julián Pavón Morote de la Universidad Politécnica de Madrid y de un video muy cortito sobre la “Muerte y resurrección de Keynes” muy clarificador.
http://www.youtube.com/watch_popup?v=mk6vgZGdar8
La conclusión es muy simple, si nadie sabe como resolverlo es porque la situación es nueva y hay variables nuevas que antes no existían luego la solución puede no ser la esperada y quizá hay que pensar en bajar nuestro nivel de vida entre otros soluciones..¿o quizá no?. No tengo ni idea.
Ojalá los obispos tengan la solución o parte de ella.
Un saludo
Jesús
He hecho un esfuerzo para leer esta carta de 32 páginas porque lo que publica Honorio me resulta interesante, aunque confieso que no puedo valorar lo que de novedoso tiene un lenguaje que no me es familiar, pues no frecuento yo encíclicas ni mensajes de una institución con la que no estoy vinculada. Pero sí detecto cómo piensan en la curia vaticana en general, no hay más que remitirse a los hechos, cómo han afeado y perseguido los últimos papas a los teólogos que más cerca han estado de los pobres, quienes se comprometían con la vida real de esos desfavorecidos hasta el punto de cuestionar un sistema social y unos poderes con los que tradicionalmente se ha aliado la institución.
Por eso me pregunto si los obispos firmantes de esta pastoral son coherentes realmente con lo que afirman. Porque a mi corto entender, esta crisis pone de manifiesto la cruda realidad de un sistema social injusto, que permite que la mayor parte de los bienes se acumule en unas pocas manos (de hecho ayer oí la noticia de que la lista de los hiper-ricos ha aumentado con esta crisis que está condenando a la pobreza extrema cada vez a más gente), y eso sólo tiene explicación porque las leyes que regulan el sistema legalizan la injusticia, permiten y favorecen la acumulación de riqueza en pocas manos, la explotación del ser humano por el ser humano, la existencia de bolsas de exclusión social.
La economía, que nace inicialmente para organizar recursos escasos para satisfacer necesidades, y la actividad financiera que es el instrumento que logra poner en movimiento esa actividad económica, se ha corrompido gravemente en este sistema capitalista que padecemos, que ha logrado hacer de la necesidad ajena la fuente de su riqueza, y ya no es la sociedad el objetivo principal de su actividad (elaborar alimentos para satisfacer necesidades, pongo por caso), sino su propio enriquecimiento (obtener beneficios como objetivo principal, incluso llegando a crear falsas necesidades para una sociedad de consumo). Ese es el resultado del liberalismo económico que padecemos y que elogió Ratzinger en aquella carta que publicó ATRIO hace ya tiempo (ver El papa bendice y recomienda el liberalismo).
No tengo muy claro que las palabras de los obispos se adecúen a los hechos de la institución vaticana, no por lo menos con lo que sigue haciendo (en Sucumbios, por poner un ejemplo reciente), en general con fuerte connivencia con los poderosos y con este sistema capitalista liberal perverso que promueve las desigualdad. No hay libertad sin igualdad. No hay nada que vaya más en sentido contrario a la libertad que el liberalismo económico.
La única denuncia sincera de la injusticia que vivimos y potenciamos, con la que colaboramos, pasa por la denuncia de el sistema en su conjunto. Es injusto, y está podrido.
Saludos cordiales
¿A ver queridos hermanitos, en que estarían en desacuerdo con estas afirmaciones?
Una globalización sin solidaridad afecta negativamente a los sectores más pobres. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables”.
Las instituciones financieras y las empresas transnacionales se fortalecen al punto de subordinar las economías locales, sobre todo, debilitando a los Estados, que aparecen cada vez más impotentes para llevar adelante proyectos de desarrollo al servicio de sus poblaciones, especialmente cuando se trata de inversiones de largo plazo y sin retorno inmediato. Las industrias extractivas internacionales y la agroindustria, muchas veces, no respetan los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las poblaciones locales y no asumen sus responsabilidades. Con mucha frecuencia, se subordina la preservación de la naturaleza al desarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento de las reservas de agua y de otros recursos naturales, con la contaminación del aire y el cambio climático. Las posibilidades y eventuales problemas de la producción de agro combustibles deben ser estudiadas, de tal manera que prevalezca el valor de la persona humana y de sus necesidades de supervivencia.
Un abrazo Gabriel
Mi querido Honorio, tengo que confesar que soy incapaz de leer documento episcopal alguno (me pongo de mal humor), mientras que esos obispos no sean valientes de hacer autocrítica de su propio organismo, la Conerencia Episcopal Española, mientras no levanten la voz contra las absurdas visitas papales, mientras no salgan de sus palacios, mientras no los veamos mezclados con las clases sociales más necesitadas. Mientras sus palabras no se correspondan con su vida, sus sermones son como recipientes más o menos bellos, pero huecos, vacíos de contenido. Si quieren ejercer de maestros que comiencen por sus vidas, como lo que hizo El Maestro, y si no, que no sean obispos. Predicar lo sabe hacer cualquiera, pero no todos los escritos tienen la misma autoridad.
Un abrazo
Oscar, Sarri, Vicedo: Resulta que los dos últimos obispos que han sido designados para Bilbao y San Sebastián en el País Vasco no han sido recibidos precisamente con aplausos y Tedeums…Esta carta pastoral quiere quizá dar una de cal, tras la que han recibido de arena…
Yo en geometría, Oscar, apenas alcancé el aprobado raspado. Casi no entiendo de vectores, pero me imagino por dónde vas y por dónde va Sarri. Es que ahora se habla mucho de “brotes verdes”; ahora que lo vemos todo tan negro, y necesitamos que alguien nos suba la moral, aunque sea con engañifas…
De todos modos, Oscar, reconozco que me has pillado. Efectivamente, no es para echar las campanas al vuelo ni para tirar cohetes. A lo mejor habría estado mejor una carta pastoral de solidaridad y apoyo a los brotes verdes del Magreb y de Oriente Medio.
Pero ya os he dicho que menos da una piedra…
Por lo visto, Oscar, Marx fue muy prolífico, y tanto él como su familia pasaron hambre a destajo…¿Irresponsable? Tal vez, lo cierto es que debió trabajar como un condenado a galeras, pero en trabajos muy mal pagados…
Tan sencillo que les hubiera resultado a ellos y tan útil para fieles y no tanto el que hubieran simplemente explicado ese NUESTRO que juntamos a PADRE cuando le invocamos y a Él nos dirigimos.
En la verdad de contenido de ese NUESTRO y NOSOTROS, que contrastada y contrapuesta toda la oposición humana y evangélica a la MENTIRA DEL SISTEMA clasificador de PERSONAS hasta ningunearlas a casi TODAS.
Los MIO, MIOS, o nuestros nosotros a ellos equivalentes, es lo que esta justificando y manteniendo esta forma selvática con la que el mercadeo de la competencia entre iguales y sobre lo que a TODOS, y especialmente a los más necesitados, pertenece, ha hecho y mantiene de esta cainita HUMANIDAD.
Pero poner esto prácticamente en claro, compromete demasiado al modo estructurando y justificando de la Iglesia y en ella, de sus mismas diócesis y parroquias.
Se tendrían que reconocer y presentarse como simples hermanos por aquello de que cuanto a Padre se refiere sólo corresponde a Dios y el Dios de verdad no se hace visiblemente presente en la tierra.
Se hijo presente Jesús, pero se implicó en ese NOSOTROS al que se refiere el NUESTRO, como universales HIJOS y HERMANOS: (CONMIGO hicisteis o dejasteis de hacer LO QUE con UNO CUALQUIERADE MIS MÁS PEQUEÑOS.HERMANOS)
Cuantas veces y con que claridad y sencillez hemos podido constatar hecho realidad en los fieles de parroquias y movimientos obreros,aquello de Mt,11,25-26:” Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra porque, si has escondido estas cosas a sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla …” y precisamente por ello, se les ponía y pone en cuestión, como respondones y marginandos.
Me gusta eso de destacar y ver hacia dónde apunta el vector resultante de todos los vectores actuantes.
Hola honorio!
Gracias por la atención a estas menudencias!
1º) En el Estudio de la Física hay un Capítulo que habla de:
“RESULTANTE de la COMPOSICIÓN DE FUERZAS“:
[Si sobre un cuerpo actúan varias fuerzas se pueden sumar las mismas de forma vectorial (como suma de vectores) obteniendo una fuerza resultante, es decir equivalente a todas las demás.]
a) ¿Qué Magnitud y Ángulo de incidencia le estimás a esas buenas intencio-lecciones?
b) En ese Espectro-Conjunto de Fuerzas del Escenario vital humano:
* ¿cuáles otras Fuerzas vectoriales actúan a favor de un futuro previsible?
* ¿cuáles otras Fuerzas vectoriales actúan en contra de un futuro previsible?
* ¿cuáles otras Fuerzas vectoriales actúan “ni fu ni fa” de un futuro previsible?
2º) Nos has “engañado” un poquito.
¿Es que andamos necesitados de ese poquito de esperanza, aunque sea a sabiendas de la engañifa?
Porque empezaste vendiendo:
– “tiene el mérito y la singularidad de afrontar sin pelos en la lengua el problema de la crisis.”
y luego de ese “copete” periodístico,
me pareció entrar en una Peluquería en la que hacía tiempo no se le pasaba el escobillón: toda llena de pelos.
Por otra parte, veo que sigues insistiendo en el “planteo-soluciones” de Marx.
Debe haber sido un buen tipo. ¡Claro que mucho a costa de su Mujer-Hijos y de Engels, ¿no?! Cosa que hay que -por un lado- agradecerle; pero sólo por ese lado; que no es poco.
¡Vamos todavía! – Oscar.